Ene
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PLANIFICACION DEL UNIVERSO FÍSICO
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
“TODAVÍA nos hallamos en el alba del conocimiento agobiados por
supersticiones, ilusiones mentales y prejuicios heredados. Todavía nos
encontramos ordenando las partes del gigantesco rompecabezas,
obteniendo constantemente nuevas perspectivas para la completa
interpretación del Universo y de sus abrumadoras complicaciones”.
Gordon Garbedian: Einstein, hacedor de Universos.
Escribe el doctor Ovidio Pracilio:
“Una vez captada su maravillosa grandeza, ya no es posible sustraerse a la fascinación que sobre uno ejerce el problema de Platón. Como a Eudoxio, y posteriormente Aristóteles, Copérnico, Galileo y tantos más no me pareció que fuera de solución imposible. Y ello, porque creí que el enunciado del problema era fundamentalmente correcto, es decir, que el Universo físico es la resultante de una perfecta planificación, obra de una Sabiduría también perfecta que usó para esa planificación una Matemática que, necesariamente, debe ser igualmente perfecta.
Si buscamos lo perfecto en Matemática, debemos coincidir con lo que indudablemente consideraba Platón: lo único en ella perfecto es lo esferoidal, es decir, la Esfera, con sus derivados el Círculo y la Circunferencia.
Como lo probó el matemático Fourier, con una elección adecuada de un gran número de curvas armónicas simples, hasta una arista de curvas agudas. Esto es de una rigurosidad absoluta en las creaciones del mundo físico, porque en última instancia hasta la línea recta (que es tal para el hombre) no es otra cosa en la Naturaleza que una sucesión de puntos esféricos o esferas de dimensión infinitesimal ubicadas en el espacio conforme a un sistema geométrico fundamental.
Y si la Naturaleza ha usado en la planificación del Universo físico y de todas las creaciones que lo componen, una Matemática perfecta, el hombre que quiera conocer las leyes matemáticas de esa planificación deberá trabajar únicamente con la Geometría Esferoidal, y haciendo uso exclusivo del compás.
Si partimos de la conclusión de que tal premisa es correcta, sólo nos quedará una tarea por realizar si queremos desentrañar del caos de las formas y movimientos aparentes de la Realidad Perfecta de la planificación universal. Y esa tarea es la de combinar exclusivamente movimientos geométricos circulares y uniformes, como quería Platón, para explicar con ellos los movimientos de los cuerpos celestes(comenzando por los más cercanos y que tienen movimientos más perceptibles) y para explicar los movimientos de las partículas elementales que componen los átomos y para explicar también la conformación de los organismos naturales.
Y así lograremos, tal vez, la solución del problema, cuando usando solamente el compás y haciéndole andar por senderos circulares, establezcamos órbitas circulares para los movimientos planetarios y estos movimientos sean uniformes; y establezcamos órbitas circulares para los movimientos de las partículas elementales que componen los átomos, igualmente uniformes; y determinemos la conformación de los organismos naturales con trazos circulares, marcados por el compás, moviéndose sobre caminos igualmente circulares.
La tarea es abrumadora, indudablemente. Quien tuvo la paciencia de afrontarla y ejecutarla, como la tuve yo –sigue diciendo el doctor Pracilio- trazando decenas de millones de círculos sobre el papel en años y años de inacabable investigación, sólo encuentra compensación a ese esfuerzo cuando después de miles de fracasos desalentadores logra un día combinar de tal modo los círculos, que los cuerpos celestes parecen someterse por fin a marchar con movimientos uniformes en órbitas circulares, y logra hacer surgir del papel las formas de los organismos naturales con la sola combinación de trazos circulares marcados por el compás que
se mueve uniformemente también por sendas circulares, y constriñe a las partículas infinitamente pequeñas a girar de tal modo en órbitas circulares, que la composición de sus movimientos combinados, transmitidos desde el microcosmos, surjan hasta la superficie de nuestra percepción como vibraciones, rayos, ondulaciones, etc., que si bien siguen una dirección rectilínea, lo es solamente en tanto ello es una resultante
de movimientos igualmente circulares y uniformes.
Al publicar el fruto de 40 años de esfuerzos en el sentido preindicado, no es mi propósito, ni me considero con autoridad para ello, discutir, negar o confirmar ninguna de las teorías científicas enunciadas y estudiadas a todo lo largo de la historia por astrónomos, matemáticos, físicos o filósofos.
Solo una muestra de algunos de esos grandes científicos
Soy un admirador sincero y entusiasta de todos los grandes hombres que con el esfuerzo de sus concepciones intelectuales y el trabajo de sus pacientes investigaciones fueron construyendo lo que actualmente es ese grandioso edificio de la Ciencia, en cuyo interior disfruta la humanidad de una civilización cada día más portentosa.
Mi actitud mental hacia toda concepción científica, sea ella antigua o moderna, es de considerar que cada una es un enfoque de precioso valor, aunque sea parcial, para el estudio del Universo y de las leyes que lo gobiernan. Tal vez por ello, y por ser un enamorado de todas las teorías científicas tal como las conozco en
sus trazos más generales, nunca aferré mi pensamiento a una sola desechando a las otras o contraponiéndolas. Cada una, a mi entender, ha percibido una parte de la verdad total, y la unión de todos esos trozos de verdad, en una tarea de síntesis nos dará un día la vislumbre correcta de la Realidad.
“En la presente exposición –se lee en La Grande Síntesis de Ubaldi- parto de lo externo hacia lo interior: de la materia, que es la realidad de nuestros sentidos, al espíritu, que contiene una realidad más verdadera y más alta; marcho de la superficie a lo profundo, de la multiplicidad fenoménica al principio Uno que la
rige. Por eso he llamado a este trabajo La Grande Síntesis”.
Comparando a la ciencia con uno de los más difíciles rompecabezas, tal como lo hace Garberdian en el párrafo transcripto al comienzo, cuya figura integral está despedazada en millones de trozos que hay que combinar, diría que cada teoría científica, cualquiera que sea la rama de la ciencia a que pertenezca, es un trozo más grande o más pequeño al que habrá que ubicar en el conjunto para que un día el hombre pueda admirar la perfección de la planificación universal.
Ya lo dijo el profesor Albert Michelson:
“Llegará un día, no muy lejano, en que las líneas que convergen desde regiones del pensamiento en apariencias remotas, se encontrarán en un terreno común. Entonces, la naturaleza del átomo y las fuerzas que entran en juego para producir la unión química; la interacción entre dichos átomos y el éter no diferenciado, tal como se manifiesta en el fenómeno de la luz y la electricidad; la estructura de la molécula; la causa que determinan la cohesión, la elasticidad y la gravitación, todo quedará ordenado dentro de un cuerpo único, compacto y consistente del conocimiento científico”.
Mi trabajo y los modestos frutos que se encontrarán allí, son pues, desde mi punto de vista, algo que no es más que un aporte para el logro de esa finalidad. Y si debiera expresar en forma ejemplificativa el concepto personal de lo que considero es el resultado de mis humildes aunque laboriosas investigaciones, diría
que no es otra cosa que el posible descubrimiento de un instrumento matemático accesorio, que puede ser colocado por el astrónomo sobre el lente de su telescopio, por el físico sobre el punto de mira de su microscopio, por el médico sobre sus ante- ojos con los que estudia el organismo humano, o del zoólogo que lo hace con el de los animales, o el botánico de los vegetales, etc., y a través del cual los ojos de cada uno de esos observadores de los cuerpos celestes, átomos u organismos naturales, los pueden ver adecuando sus formas y sus movimientos a esquemas geométricos esferoidales, relacionados con uno fundamental, matemáticamente perfecto.
Y si, unidos todos, así logramos, podremos afirmar, entonces, que encontramos la solución al “problema de Platón”.
Es, pues por todo ello, que no se encontrará en mis trabajos ninguna teoría ni hipótesis alguna. Considero que hablar de una teoría “de la planificación universal” como fruto exclusivo de una mente humana, carecería de sentido, desde que todos los hombres de ciencia que ha tenido y tiene el mundo no han hecho ni
hacen otra cosa que trabajar en ello, sea que lo manifiesten en forma expresa o que resulte implícitamente de sus obras científicas y de sus investigaciones.
Ya lo dijo Isaac Newton: “Si yo he tenido una visión más amplia, es porque me he subido a los hombros de los gigantes”.
Desde que el hombre abrió los ojos a la luz del entendimiento y vio el mundo en que vive y el universo que lo contiene y se dio cuenta de que todo ello preexistía con respecto a él, y desde que comenzó la tarea de conocer a ese mundo y a ese universo, su investigación no tuvo otra finalidad que la de descubrir los planes
de la Creación a través de las leyes que la gobiernan y que los fenómenos naturales ponen en evidencia. De modo que, según yo interpreto, todo esfuerzo científico ejecutado en nuestro mundo se encaminó siempre hacia la única meta de descubrir las leyes de la planificación universal, no importa que unos lo hicieron en forma deliberada y admitiéndolo, y otros no.
Cuando Einstein, por ejemplo, nos dijo que trabajó 30 años de su vida en lo que consideró su obra más perfecta: la teoría del “campo unificado” según la cual una sola ecuación matemática enlazaría entre sí a todas las leyes físicas del Universo (y las explicaría, por supuesto) implícitamente nos dijo que él también creía en la existencia de una Sabiduría Natural poseedora de esa única ecuación matemática que él intentó descubrir y creyó descubrir (aunque no lo pudo demostrar) y que con esa ecuación, es decir, con esa matemática perfecta, fue planificado, creado y es gobernado el Universo. Así lo interpreto yo”.
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Todo es Universo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Recordemos la Misión Cassini Huygens
la Luna Titan captada por la Huygens con atmósfera como la de la Tierra hace millones de años, océanos de metano, y, características que, en el futuro, podrían ser idóneas para la vida.
Sobrevuelos a Venus, la Tierra y Júpiter investigando Saturno y sus lunas. Ha sido una de las misiones espaciales más rentable hasta el momento.
La masa de la sonda Cassini es tan grande que no fue posible emplear un vehículo de lanzamiento que la dirigiese directamente a Saturno. Para alcanzar este planeta fueron necesarias cuatro asistencias gravitacionales; de esta forma, Cassini empleó una trayectoria interplanetaria que la llevaría a Venus en dos ocasiones, posteriormente hacia la Tierra y después hacia Júpiter. Después de sobrevolar Venus en dos ocasiones a una altitud de 284 Km, el 26 de abril de 1998 y a 600 Km, el 24 de junio de 1999, el vehículo se aproximó a la Tierra, acercándose a 1171 Km de su superficie el 18 de agosto de 1999. Gracias a estas tres asistencias gravitacionales, Cassini adquirió el momento suficiente para dirigirse al Sistema Solar externo. La cuarta y última asistencia se llevaría a cabo en Júpiter, el 30 de diciembre de 2000, sobrevolándolo a una distancia de 9.723.890 Km, e impulsándose hacia Saturno.
¿Qué es el núcleo atómico?
El propio Rutherford empezó a vislumbrar la respuesta a la pregunta que arriba hacemos. Entre 1.906 y 1.908 (hace más de un siglo) realizó constantes experimentos disparando partículas alfa contra una lámina sutil de metal (como oro o platino), para analizar sus átomos. La mayor parte de los proyectiles atravesaron la barrera sin desviarse (como balas a través de las hojas de un árbol), pero no todos. Algunas de aquellas partículas no aparecían por ninguna parte, parecían que chocaban con algo sólido… ¿Qué sería?
Pero centrémonos en el trabajo que aquí se expone que se anuncia arriba como: Todo es Universo… ¡También nosotros!
El Universo lo es todo. El Espacio y el Tiempo, la Materia y las fuerzas que con ella interaccionan, las Constantes de la Naturaleza y todo ello, implica una serie de cuestiones de una complejidad inmensa que aún, no hemos podido resolver. La cantidad de teorías, de modelos, de experimentos y de posibilidades que están en marcha en los distintos campos del saber, son enormes, y, finalmente, todas deberán ser unidas en un solo y complementado conocimiento que nos lleve a ese entendimiento profundo de nuestro Universo como un todo que es, lo que podremos ver, trás unir las piezas del rompecabezas con el que ahora estamos trabajando al dilucidar parcelas de esa inmensidad que no podemos abarcar con la vista y menos con el conocimiento, sólo la imaginación se acerca a ese todo que pretendemos construir.
No podemos tener una imagen del Universo completo, es demasiado grande para que eso sea posible y sólo, pequeñas regiones del mismo podemos captar con nuestros telescopios que nos enseñan regiones más o menos lejanas del inmenso Cosmos. En cualquier parte que podamos mirar y observar, nos daremos cuenta de que las cosas que allí puedan pasar, son las mismas que pasan en otros lugares, toda vez que, el Universo se rige por leyes que actúan en todas partes de la misma manera. Muchos, desde hace mucho tiempo, pensaron en todas esas cuestiones.
Tales nació en la ciudad de Mileto en el año 639 a. de C. Fue el primero de los 7 sabios de Grecia y era matemático, geógrafo, pensador, astrónomo y astrólogo. Hijo de Examio y Cleóbula. Se marchó a Egipto para formarse con los sacerdotes del faraón en Geometría, astrología y física, allí aprendió cosas tan útiles como medir las pirámides por la longitud de la sombra. Era experto en astro-sofía (algo que unía astronomía con filosofía) y que le daba el título de erudito en el más alto nivel. Se cuenta de él que, un día caminaba, de noche, observando las estrellas y cayó en un zocabón que había en el suelo. Él fue el primero en dar al Agua la importancia que tiene para la vida.
Hoy trataré de dejar aquí una insignificante brizna de toda esa búsqueda, desesperada, por ese saber incansablemente perseguido por la especie humana que, deseosa de conocer todos aquellos misterios encerrados dentro de esa burbuja que llamamos Universo, no ha dejado, desde que Tales de Mileto desterró la mitología para emplear la lógica, de buscar el por qué del mundo, de los cielos y, en fin, de la Naturaleza. Claro que, desde aquel entonces hasta ahora, mucho es lo que nuestra curiosidad nos ha podido dar de ese saber que buscamos y del que no todos, han estado siempre seguros de lograr.
Por ejemplo:
No olvidemos que, en el siglo XIX, algunos científicos declararon que la composición de las estrellas estaría siempre fuera del alcance del experimento, y, que la única manera que tendríamos de conocerlas sería la de mirar al cielo y verlas allí, inalcanzables como puntos de luz brillantes y lejanos en la oscuridad del vacío del cosmos. Sin embargo, podemos decir hoy, finalizando la segunda década del siglo XXI, , que no solo podemos saber la composición de las estrellas, sino también como nacen, “viven” y mueren, las distancias que las separan de nosotros y un sin fin de datos más que el estudio y la investigación nos ha posibilitado descubrir.
Las estrellas del cielo, ¡tan lejanas! ¡tan misteriosas! que en las noches oscuras nos envían guiños de complicidad, como si trataran de decirnos alguna cosa, como si nos estuvieran llamando. Fue tanto el misterio que en nuestras mentes sembraron las estrellas que, no hemos parado ni un momento por saber, no sólo de qué estaban hechas, sino como surgen a la vida, como se desarrollan sus mecanismos, como mueren y en qué se convierten después. Sabemos que las estrellas son importantes en nuestras vidas hasta el punto de que, sin ellas, no podríamos estar aquí. Una de ellas, a la que llamamos Sol, nos envía su luz y su calor haciendo posible la vida en el planeta Tierra, otra antes que el Sol, hace seguramente muchos miles de millones de años, regó el espacio con su materia estelar y, pasado el tiempo, se condenso (ayudada por la Fuerza de Gravedad) en lo que hoy conocemos como el Sistema Solar.
Nada más cierto que lo que quiere simbolizar esa enorme imagen del Pensador. Es un fiel reflejo de lo que, a través de los tiempos, ha sido el SER Humano. Nunca hemos dejado ni dejaremos de pensar, en ello está nuestro futuro. A las pruebas de la Historia me remito.
Particularmente creo que el ser humano es capaz de realizar todo aquello en lo que piensa dentro de unos limites racionales. Podremos, en un futuro no muy lejano, alargar de manera considerable la media de vida. Podremos colonizar otros planetas (terra-formarlos) y explotar recurso mineros en las lunas de nuestro sistema solar (las grandes compañías petroleras estarían encantadas en Titán), los turistas irán al planeta Marte o a las lunas Ganímedes o Europa. Los transportes de hoy serán reliquias del pasado y nos trasladaremos mediante sistemas de transportes aéreos más limpios, rápidos y exentos de colisiones, sus modernos censores lo impedirán. Tendremos computadoras de cifrado cuántico que harán más seguras las comunicaciones y el intercambio de datos será realmente el de la velocidad de c, y así en todos los campos del saber humano.
En el nombre “Internet del Futuro” se asocian una serie de conceptos y tecnologías que abarcan desde la infraestructura de red, dispositivos e interfaces, software y aplicaciones que compondrán el que en unos años conformará el panorama de las Tecnologías de Información y Comunicaciones.
Entre estos temas, aparece la red de redes de gran velocidad y llegando a todas partes, mediante nuevos dispositivos, con nuevas formas de interaccionar con el mundo digital, acceso fácil e inteligente los diferentes tipos de contenidos con mención especial a 3D, y todo ello soportado por innovadores modelos de negocio adaptados a este nuevo panorama.
A los jóvenes no hay que convencerles de que Internet es imprescindible. El futuro para ellos es ya hoy. Una reciente encuesta pone de relieve la enorme vocación juvenil de tomar la red como bandera generacional. De hecho ellos, los jóvenes lo van a construir y modelar a su gusto y, probablemente, el Internet del futuro poco se parecerá al Internet que conocemos hoy. Alguien ha dicho: “Hoy, Internet está en su Prehistoria”. Lleva toda la razón
Estamos inmersos en un avance exponencial, imparable.
Se podría decir que, gracias a los Aceleradores de Partículas, podemos jugar con los átomos para mirar en su interior y saber, de qué está hecha la Materia que nos conforma a nosotros, a las estrellas y a los mundos de las galaxias del Universo.
Otro ejemplo de una idea “inverificable” la tenemos en la existencia del átomo. En el siglo XIX, la hipótesis atómica se reveló como el paso decisivo en la comprensión de las leyes de la química y la termodinámica. Sin embargo, muchos físicos se negaban a creer que los átomos existieran realmente, los aceptaban como un concepto o herramienta matemática para operar en su trabajo que, por accidente, daba la descripción correcta del mundo. Hoy somos todavía incapaces de tomar imágenes directas del átomo debido al principio de incertidumbre de Heisenberg, aunque ahora existen métodos indirectos.En 1.905, Einstein proporcionó la evidencia más convincente, aunque indirecta, de la existencia de átomos cuando demostró que el movimiento browniano (es decir, el movimiento aleatorio de partículas de polvo suspendidas en un líquido) puede ser explicado como colisiones aleatorias entre las partículas y los átomos del líquido.
Ejemplo en el que se observa la variación de los valores de la dimensión de masa y de la dimensión del contorno calculada por el método del compás en los siguientes DLA.
Otra posibilidad de crecimiento DLA es el vertical. Las partículas se lanzan desde lo alto y las partículas fijas se sitúan en el fondo del recipiente. Se puede observar en la siguiente figura como cuando una formación sobresale, las de sus lados dejan de crecer. Esto es debido a que las más grandes absorben los recursos de las más pequeñas e impiden su crecimiento, fenómeno que se da en la naturaleza cuando un árbol grande impide que crezcan los que están a su alrededor quitándoles los recursos de luz, agua…
Por analogía, podríamos esperar la confirmación experimental de la física de la décima dimensión utilizando métodos indirectos que aún ni se han inventado o descubierto. En lugar de fotografiar el objeto que deseamos, quizá nos conformaríamos, de momento, con fotografiar la “sombra” del mismo.
Bueno, con la imagen de la sombra podemos tener una idea, bastante acertada de la imagen original, el movimiento lo delata. Lo curioso del caso es que, si la miras, fijamente, comenzará a dar vueltas hacia el lado contrario.
También la existencia de los neutrinos, propuestos por Wolfgang Pauli en 1.930, para dar cuenta de la energía perdida en ciertos experimentos sobre radiactividad que parecían violar la conservación de la materia y la energía, también digo, era inverificable (en aquel momento).Pauli comprendió que los neutrinos serían casi imposibles de observar experimentalmente, porque interaccionarían muy débilmente y, por consiguiente muy raramente con la materia. La materia, toda la materia, si profundizamos en ella a niveles microscópicos, podremos comprobar el hecho de que, en un 99% está constituida de espacios vacíos y, siendo así, los neutrinos pueden atravesarla sin rozar siquiera sus átomos, de hecho, pueden atravesar la Tierra como si ni siquiera existiera y, al mismo tiempo, también nosotros somos atravesados continuamente por billones de neutrinos emitidos por el sol, incluso por la noche.
Unos quieren pesar planetas y otros neutrinos pero, todos quieren saber sobre los misterios del Universo
Hablando de neutrinos recuerdo cuando el experimento Opera de los neutrinos pusiera en tela de juicio la teoría de Einstein, la medición de la luz proveniente de las galaxias confirmaron por primera vez a escala cósmica la teoría de la relatividad del genio físico. Sin embargo, no en una, sino en varias ocasiones han querido quitarle al bueno de Einstein el honor de haber marcado el límite de velocidad en nuestro Universo
Pauli admitió: ”He cometido el pecado más grave, he predicho la existencia de una partícula que nunca puede ser observada”. Él predijo la existencia del neutrino para explicar “la masa perdida” en procesos de desintegración.
Pero incluso Pauli, con todos sus enormes conocimientos, se equivocaba, y el neutrino ha sido comprobado mediante distintos métodos que no dejan dudas de su existencia. Incluso producimos regularmente haces de neutrinos en colisionadores de átomos, realizamos experimentos con los neutrinosemitidos por reactores nucleares y, detectamos su presencia en enormes depósitos de agua pesada colocados en profundas minas abandonadas en las entrañas de la Tierra. Cuando una espectacular supernova de iluminó en el cielo del hemisferio sur en 1.987, los físicos registraron una ráfaga de neutrinos que atravesaron sus detectores situados, precisamente, en profundas minas.
El Enorme recipiente lleno de agua pesada (SNOLSB), delatará a los neutrinos que lo atraviesen.
Dentro de una antigua mina de Sudbury (Ontario, Canadá) está ubicado el complejo de investigación astrofísica SNOLAB. Una de sus instalaciones es el Observatorio de Neutrinos (ONS, en la imagen). Los neutrinos son partículas subatómicas con una masa tan ínfima —se ha calculado que menos de una milmillonésima parte de la masa de un átomo de hidrógeno— que pueden atravesar la materia ordinaria sin apenas perturbarla. La materia está “compuesta” en su mayor parte de vacío aunque nuestros ojos y nuestro cerebro (en primera instancia) no lo interpreten así.
Para evitar la interferencia de otras partículas cósmicas este peculiar observatorio no está situado en la superfície, sino nada menos que a dos kilómetros de profundidad en el interior de la corteza terrestre. La instalación ONS es básicamente un “cazador de neutrinos” capaz de detectar estas partículas producidas por las reacciones de fusión en el interior Sol y así poder analizar la composición del núcleo de nuestra estrella. La cubierta acrílica del ONS contiene un kilotón (1.000 toneladas) de agua pesada (D2O) que al reaccionar con los neutrinos hacen que se produzcan unos azulados destellos de radiación o luz Cherenkov, llamada así en honor del destacado miembro de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética Pável Alekséyevich Cherenkov (1904-1990), Premio Nobel de Física de 1958 por el descubrimiento e interpretación de este fenómeno. El primer detector orbital de partículas de estas características —Detector Cherenkov— fue uno de los equipos científicos instalados en el satélite Sputnik-3, lanzado por la URSS el mismo año en que Cherenkov recibiera el Nobel.
Si hablamos de la masa de Planck, lo hacemos de la masa de una partícula cuya longitud de onda Compton es igual a la Longitud de Planck, está dada por la ecuación de arriba, donde tenemos la constante de Planck racionalizada (la h cortada con ese palito arriba), c que es la velocidad de la luz y G la constante gravitacional, la descripción de una partícula elemental de esta masa.o partículas que interacionan con energías por partículas equivalentes a ellas a través de E = mc2, requiere una teoría cuántica de la Gravedad. Como la masa de Planck es del orden de 10-8 kg (equivalente a una energía de 1019 GeV) y, por ejemplo, la masa del protón es del ordende 10-27 Kg y las mayores energías alcanzables en nuestros aceleradores de partículas actuales son de un orden (aún pequeño) los efectos de gravitación cuántica no aparecen en los laboratorios de física de partículas. Sin embargo, en el universo primitivo se cree quen las partículas tenían ejnergías del orden de la energía de Planck (representada en la ecuación de abajo) que sería la energía necesaria para llegar hasta las cuerdas.
Echando una larga mirada a la historia de la ciencia, creo que existen motivos para un moderado optimismo. Witten está convencido de que la ciencia sería algún día capaz de sondear hasta las energías de Planck.
E. Witten, padre de la versión más avanzada de la teoría de supercuerdas, la teoría M, dice:
“No siempre es tan fácil decir cuáles son las preguntas fáciles y cuáles las difíciles. En el S.XIX, la pregunta de por qué el agua hierve a 100 grados era desesperadamente inaccesible. Si usted hubiera dicho a un físico del siglo XIX que hacia elS. XX sería capaz de calcularlo, le habría parecido un cuento de hadas…. La teoría cuántica de campos es tan difícil que nadie la creyó completamente durante veinticinco años.”
Lo mismo que otros muchos, no creo que tengamos que esperar un siglo antes de que nuestro ingenio y nuestras máquinas puedan sondear de manera indirecta la décima dimensión, alguien sabrá, durante ese periodo de tiempo, resolver esa teoría de campos de cuerdas o alguna otra formula no perturbadora. El problema es teórico, no experimental. Necesitamos alguien con el ingenio y la inteligencia necesaria (además de un enorme índice de observación), para saber “ver” lo que probablemente tenemos ante nuestras narices, utilizando para ello todos los datos e indicios existentes de gente como Einstein, Kaluza y Klein, Veneziano y Suzuki, el cuarteto de cuerdas de Princeton, Michio Kaku, Witten…, y tantos otros.
Suponiendo que algún físico brillante resuelva la teoría de campos de cuerdas y derive las propiedades conocidas de nuestro Universo, sigue existiendo el problema practico de cuándo seríamos capaces de aprovechar el poder de la teoría del hiperespacio. Existen dos posibilidades:
- Esperar que nuestra civilización alcance la capacidad para dominar energías millones de veces mayores que las de hoy.
- Encontrar civilizaciones extraterrestres que, más avanzadas, hayan dominado el arte de manipular el Hiperespacio.
Pero, si no son como esta…¡Mejor!
Antes de que Edison (robara las ideas de Tesla) y con sus otros colaboradores aprovecharan los descubrimientos de Faraday y las ecuaciones de Maxwell, sobre la electricidad y el magnetismo, para explotarlos de manera práctica, pasaron unos setenta años.
Claro que, el paso del tiempo lo va cambiando todo. Nuestros conocimientos también.
emilio silvera