Ene
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Autobiografía del Universo -Primera Parte
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
En la UNAM con el Dr. José Edelstein el 23 de noviembre de 2018
Cuando mencionamos la palabra autobiografía, a decir verdad, normalmente la relacionamos con personas que han hecho o quieren describir, lo más completo posible, la real historia de su vida, si es posible, desde sus principios. Pero…, cómo puede, el Universo, ¿establecer los datos de su propia autobiografía? Simple, sencillamente porque todos somos parte del Universo. Tan importantes, que gracias a nuestros cinco sentidos podemos decir y escribir lo que alcanzamos a saber de su estructura física, y de lo que en su
interior existe, moviéndose en una dinámica de evolución y desarrollo sin fin.
Aquí quiero mencionar, que originalmente intenté hacer algo que pareciera una biografía del Universo, pero caí en la cuenta de que más bien estarían implícitas dos autobiografías, la del propio Universo y la mía, pues los datos históricos que las estarían conformando, surgen de lo que he descubierto de mis investigaciones sobre el Universo cósmico, del cual soy parte, y no tan solo a partir de mis recuerdos personales en general, algunos de los cuales, más ampliamente se describen en mi trabajo Física del Todo
http://www.emiliosilveravazquez.com/blog/wp- content/uploads/F%C3%ADsica%20del%20Todo.pdf
En este tenor, y, para abrir boca, quiero empezar diciendo que uno de los fenómenos que se califican como misterios del Universo, lo es la materia de que estamos hechos, siendo misteriosa porque nadie en este planeta ha logrado dar una explicación, ni a su esencia ni a la mecánica que permite su construcción. Sin embargo, les adelanto que mis investigaciones me llevaron de manera inevitable a desvelar
este añejo problema.
Como verán a continuación, para entender este fenómeno físico y otros relacionados, estaré considerando un fragmento teórico que expreso en Física del Todo. Este se propone como un indicio teórico crucial, que permitirá que todo ser humano pueda, por primera vez en este planeta, asomarse hacia las áreas de explicación de la mayoría de los hasta ahora llamados incomprensibles misterios físicos del Universo,
entre ellos, los siguientes:
Origen de las partículas elementales electrón, protón y neutrón; el hidrógeno; las radiaciones electromagnéticas – fotones- y su intrínseca velocidad c; el espacio-tiempo relativista y su estructura gravitacional; explicación de la energía y la materia oscuras; el Big Bang.
Veamos este fragmento:
Física del Todo. Página 98. Capítulo 15. Apéndice.
15. Apéndice
En este apéndice, se pretende reforzar la tesis “Electrón, Protón, Origen Descubierto”. La disyuntiva principal pendiente de dilucidar en este trabajo radica en tratar de explicar cómo fue posible establecer las
primeras ideas a partir de las cuales arrancaría el proceso argumentativo correspondiente. Responder el siguiente interrogante, podría explicarlo: ¿Qué indujo a pensar cómo sería el desarrollo de las
hipótesis iniciales?
El interrogante tiene su fondo relacionado con la posible ley universal que estaría implicada en la base axiomática del trabajo en cuestión, la cual, para entenderla en un contexto explicativo, debe ser enunciada:
“Toda partícula y cuerpo material existente, debió originarse desarrollando crecimiento a partir de energía externa”
Esta es una ley natural que a ojos de todos parece inmutable. Nos invita a pensar cómo cualquier partícula o cuerpo pudo o puede desarrollarse en cualquier momento dado, a partir de energía externa, hasta constituirse plenamente.
La ciencia humana ha podido describir con lujo de detalles la construcción natural y artificial de gran parte de los diversos materiales existentes en su mundo. Nuestra tesis, pretende dar cuenta del desarrollo del material cuyo origen aún no ha podido ser desentrañado por la ciencia: el Hidrógeno. “La ley de la conservación de la energía afirma que la cantidad total de energía en cualquier sistema físico aislado (sin interacción con ningún otro sistema) permanece invariable con el tiempo, aunque dicha energía puede transformarse en otra forma de energía. En resumen, la ley de la conservación de la energía afirma que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra…” (32)
Llevando estas ideas a su mínima expresión energética (una máxima expresión energética conocida la constituye la creación del ser humano y su inteligencia en el universo a nivel local), en época pasada pude imaginar como una partícula subatómica podría iniciar crecimiento. Previamente encontré que, mediante el proceso de acrecimiento gradual de energía proveniente del exterior, ninguna de las partículas subatómicas electrón y protón o inclusive neutrón, podrían alcanzar desarrollo final si no existía algún mecanismo exterior que les obligara a detener su crecimiento, hasta quedar estabilizadas en algún tamaño particular.
Considerando un mecanismo exterior, propiciador de un crecimiento esférico uniforme (equilibrado) para cualquiera de estas tres partículas, se supone que nunca se podría detener tal proceso uniforme de evolución y desarrollo. Por lo tanto, se concluyó que debe existir un mecanismo físico externo no uniforme que obliga a las partículas subatómicas a obtener un tamaño final.
Según Pablo Cazau en La Teoría del Caos: “El equilibrio es por definición no evolutivo. En cambio, la evolución requiere inestabilidad, irreversibilidad y la posibilidad de dar sentido a los pequeños acontecimientos para que se produzca un cambio de estructuras.”
https://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=152
Paralelo a esta Teoría del Caos, en nuestra tesis se encontró que un mecanismo que por interacción propicie crecimiento no uniforme al protón, obligaría a este a mostrar en su superficie esférica una pequeña protuberancia durante su evolución y desarrollo. Dicha protuberancia debió presentarse llegando finalmente a desprenderse, su masa sería la correspondiente a la de un electrón. (Ver figura 4)
Plano de corte transversal del universo global esférico (UG) que exhibe mecanismo magneto interactivo que propicia formación de hidrógeno. Las líneas ortogonales internas representan el campo de gravedad primario (CGP), cuyo equivalente es el espacio-tiempo relativista.
Con estas ideas a la mano, asociándolas al conocimiento actual que se tiene sobre las partículas subatómicas, sea en condiciones aisladas como el magnetismo y/o la electricidad, o como las radiaciones electromagnéticas mismas, que manifiesta a ambas, no fue difícil establecer que el mecanismo que obliga a la energía electromagnética a convertirse en protones y electrones es un sistema físico de naturaleza
magnética.
El siguiente paso, sería encontrar formas geométricas posibles para un ente físico de naturaleza magnética que externamente estaría actuando como mecanismo a distancia, para interactuar con partículas de naturaleza eléctrica, pudiendo derivarles carga eléctrica, masa, forma y tamaño estable. Consideramos que una esfera hueca de naturaleza magnética compactada (sólida) con un agujero en su estructura, que derivara
campos de interacción asociados, sería el mecanismo magnético que a distancia propiciaría formación de protones y electrones. La energía para la formación de estas partículas subatómicas, en el pasado sería parte
constituyente de tal esfera.
Al parecer, un desprendimiento de energía magnética de la esfera habría dejado un agujero en ella. Esta energía de naturaleza magnética compactada, una vez desprendida (el GP) entraría en movimiento acelerado propiciado por la existencia de fuerza de gravedad central ,(magnética) ubicada en el centro geométrico de la misma, transformándose toda ella en energía electromagnética al llegar a ese punto. Una vez que este GP entró en caída libre durante algún tiempo preciso hasta alcanzar velocidad c, se convertiría en hidrógeno, el cual debió ser el detonante para producir el Big Bang, según así se ha explicado a lo largo del ensayo titulado Electrón, Protón, Origen Descubierto.
En esta autobiografía, quiero subrayar, que los conocimientos básicos y especializados que sobre este tema he adquirido, fueron hechos en calidad autodidacta y no académica. Bien hubiera querido estudiar medicina y convertirme en un profesional médico, pero, al no ser esto posible debido a situaciones circunstanciales fuera de mi esfera de control, me enfoqué en realizar estudios relacionados con la electrónica, hasta llegar a especializarme en esa rama de la física. Se puede decir que, trabajar con electrones durante mucho tiempo en todo tipo de circuitos electrónicos, me abrió el camino para preguntarme: ¿Qué es un electrón? ¿Cómo se formó? Estas preguntas quedaron incrustadas en mi mente para siempre, pero, de momento, ninguna idea me llegaba para entender las respuestas correctas.
José Germán Vidal Palencia
México, enero de 2023
Ene
21
Autobiografía del Universo – Parte II
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
La parte primera del trabajo terminaba así:
En esta autobiografía, quiero subrayar, que los conocimientos básicos y especializados que sobre este tema he adquirido, fueron hechos en calidad autodidacta y no académica. Bien hubiera querido estudiar medicina y convertirme en un profesional médico, pero, al no ser esto posible debido a situaciones circunstanciales fuera de mi esfera de control, me enfoqué en realizar estudios relacionados con la electrónica, hasta llegar a especializarme en esa rama de la física. Se puede decir que, trabajar con electrones durante mucho tiempo en todo tipo de circuitos electrónicos, me abrió el camino para preguntarme: ¿Qué es un electrón? ¿Cómo se formó? Estas preguntas quedaron incrustadas en mi mente para siempre, pero, de momento, ninguna idea me llegaba para entender las respuestas correctas.
Comienza la Segunda parte
playas de Manzanillo
Aquí quiero comentar, que ocurrió un acontecimiento lamentable en abril de 1974, por el fallecimiento accidental en playas de Manzanillo de un hermano menor llamado Jesús de 19 años (en ese mes cumplí 32 años). Este suceso que me devastó emocionalmente fue, sin embargo, un hecho que influyó para que yo realizara estudios intensivos sobre posibles capacidades mentales del ser humano, siendo más bien obligado a realizarlos por un poderoso instinto personal, para tratar de entender la muerte de este ser tan querido que se me fu
Transcurrieron cuatro años de estudios sobre este tema, lo cual elevó mi autoestima y voluntad en grado superlativo. Como resultado se optimizó grandemente mí mentalidad cuando alcanzaba 36 años en 1978. Esto principalmente se logró en base a una experimentación que realicé conocida como: Entrenamiento en la bio-información retroactiva (Biofeedback Training, en inglés). Pasados 30 días de experimentación aplicada con una nueva variante de esta técnica neurológica, que posteriormente publiqué con el nombre de Optimización Cerebral, mi mente de momento empezó a comportarse como una computadora en cuanto a la rapidez con que me daba respuestas o pautas de investigación, sobre cosas que yo pensara, o, me preguntara.
Los primeros seres unicelulares
La primera idea que se vino a mi mente, por cierto, ya más dinámica que lo normal gracias a este entrenamiento mental descrito, fue con relación al posible origen del hombre. De la divulgación correspondiente derivaron algunos interrogantes interesantes, los cuales fueron pauta para que mi mente empezara a trabajar rápidamente sobre ellos, ya que de antemano desconocía las respuestas correctas:
¿Cómo fueron los procesos químicos por los cuales se crearon seres unicelulares?
Estudios de Física y Química hasta llegar a comprender secretos de la Naturaleza antes ignorados
Inmediatamente mis nuevos procesos mentales me ayudaron para reflexionar sobre lo que ya sabía sobre el tema planteado, pero encontré que eran muy incompletos. Así que me enfoque en estudios de química y Física, incluso sobre astronomía y gravedad. A continuación de esto estudiado, consideré una pregunta crucial, pues además era un interrogante que desde años atrás tenía clavado en mi mente:
¿Qué es un electrón y cómo se forma?
La forma del electrón
La respuesta correcta para este interrogante la encontré varias semanas después, un 14 de marzo de 1979,coincidiendo con los 100 años del natalicio de Albert Einstein, el cual se llegó a convertir en mi héroe literario, pues previamente sentó bases científicas necesarias que me permitieron culminar satisfactoriamente esta investigación. Entre ellas permitió derivar un análisis más profundo sobre el efecto fotoeléctrico que permitió comprender que los fotones de cualquier tipo se subdividen en subfotones, cada uno de ellos con una energía igual a la constante de Planck, más conocida como cuanto de acción. Mientras que el cuanto de luz de Einstein, -fotón- se encuentra más bien asociado a la relación de Planck. Para más información revisar el capítulo 8, 9 y 10 del libro Electrón, Protón, Origen Descubierto,
integrado a Física del todo.
Transcurrieron 40 años antes de concluir este trabajo derivado de la respuesta que encontré para el interrogante antes mencionado, ya que surgieron muchos otros nuevos conocimientos afines que fue necesario ordenarlos. La argumentación para cada uno parecía no tener un final cercano por lo laborioso que fue editarlos bajo un centenar de títulos, los cuales se fueron registrando en derechos de autor a lo largo de todo ese tiempo.
Afortunadamente la investigación culminó, quedando registrado el trabajo completo un 18 de junio de 2018 bajo el título de Física del Todo (Física Global).
En este punto quiero expresar a los lectores, que este trabajo fue realizado de principio a fin con metodología de investigación cualitativa. Sin embargo, todavía queda por realizar una investigación exhaustiva por parte de la comunidad científica para contemplar que estudios pueden ser necesarios, para lograr una transición teórica que lleve a eliminar el axioma matemático llamado singularidad energética, el cual se estableció como paradigma desde tiempo atrás, para poder explicar, de algún modo, cómo fue posible la expansión de la materia a partir del Big Bang.
El nuevo paradigma para el origen del universo deberá contemplar el axioma físico nombrado en esta tesis como singularidad espacial. Debió ser alrededor de esta singularidad espacial, que el Universo gradualmente se fue construyendo de manera ordenada, utilizando como ladrillos primigenios, elementos energéticos caracterizados como dominios espacio-magnéticos, hasta llegar a constituirse el universo cósmico y el espacio-tiempo relativista, donde ahora se encuentran en evolución constante acompañados por una materia oscura fría -el UG y su estructura gravitacional-; una materia oscura caliente -la materia bariónica y su estructura gravitacional-; una energía oscura -la energía del espacio- tiempo relativista que muestra un gradiente gravitacional más denso a partir de su polo norte magnético el cual ejerce fuerza de gravedad central sobre el Universo cósmico, obligándolo a moverse alrededor. Para más información los invito a leer el libro: El Universo, Cometa lleno de Galaxias. Página 114 de Física del Todo.
José Germán Vidal Palencia
México, enero de 2023
Esquema de unificación física primaria del universo global
Plano de corte transversal del UG esférico. Muestra la etapa en que un GP se desprende e inicia camino rumbo al centro espacial del sistema CEUG). Su aceleración constante le lleva a alcanzar velocidad c en ese punto, formándose radiaciones electromagnéticas masivas, que simultáneamente llevarían al GP a convertirse en hidrógeno. La configuración simbólica mostrada evoluciona a partir de componentes magnéticos (frags) coloreados con negro y rojo los polos negativos y positivos respectivos.
Esquema de interacción magnética que provocó el Big Bang, al impactarse el GP en el polo norte magnético del universo global ubicado en el CEUG.
El trabajo completo de Física del Todo se puede encontrar en el siguiente enlace:
http://www.emiliosilveravazquez.com/blog/wp- content/uploads/F%C3%ADsica%20del%20Todo.pdf
Ene
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José Germán Palencia y la Fñisica
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
ELECTRÓN, PROTÓN, ORIGEN DESCUBIERTO
(Electron, Proton, Origin Discovered)
Investigador independiente
Germán Vidal Palencia
México, D.F., a 27 de septiembre de 2015
14. CONCLUSIÓN
La idea que actualmente se tiene sobre la constitución de la materia no permite vislumbrar cómo ésta se presentó en el cosmos. Solo se sabe que en el pasado remoto se encontraba reunida en una pequeña región del espacio universal. Expandiéndose violentamente a partir de un Big Bang. A continuación, poco a poco irían surgiendo las galaxias con sus estrellas. 10.000 millones de años después, se originan estructuras planetarias, entre ellas la que ahora forma al Sistema Solar, con sus planetas y demás astros. Debieron transcurrir otros 4.500 millones de años para que la vida apareciera en nuestro planeta. Y varios cientos de millones de años más tarde, también la vida humana inteligente sobre él. A partir de entonces, se inician intentos humanos por describir gradualmente el entorno planetario y cósmico en general, así como los fenómenos lumínicos relacionados con ellos.
El hombre descubre que la luz que nos inunda proveniente del Sol puede ser estudiada y analizada cada vez más profundamente. En 1678 Christian Huygens propone la Teoría Ondulatoria de la Luz. En ese entonces no existen indicios de que la luz pudiera estar formada por corpúsculos, sólo se sospecha que está constituida por ondas que se desplazan en el espacio.
Sobre la teoría corpuscular, “En 1704, Newton escribió su obra más importante sobre óptica, Opticks, en la que exponía sus teorías anteriores y la naturaleza corpuscular de la luz, así como un estudio detallado sobre fenómenos como la refracción, la reflexión y la dispersión de la luz.
Aunque sus ideas acerca de la naturaleza corpuscular de la luz pronto fueron desacreditadas en favor de la teoría ondulatoria, los científicos actuales han llegado a la conclusión (gracias a los trabajos de Max Planck y Albert Einstein) de que la luz tiene una naturaleza dual: es onda y corpúsculo al mismo tiempo. Esta es la base en la cual se apoya toda la mecánica cuántica.” (35)
Sin embargo, a pesar de los actuales avances en la mecánica cuántica, a partir de esta tesis hemos detectado errores de fondo en lo que se refiere al establecimiento de sus bases. En el Quinto Congreso Solvay que se celebró en octubre de 1927 en Bruselas, para dilucidar el tema “Electrones y Fotones”, se cometió un error fundamental al denominar fotón a la relación de Planck. Considérese que determinaron llamar fotón a una ecuación matemática (E=hv) y no a un posible corpúsculo. Por ejemplo, como el nombre que se adjudica a un electrón, un protón o un neutrón, o inclusive a un planeta o una estrella. Ellos no son ecuaciones, son entes físicos.
Sí los congresistas acordaron extraer la palabra fotón de la teoría referida a “Atomos de Luz” del físico-químico estadounidense llamado Gilbert Newton Lewis (1875-1946), quien “En 1926 acuñó el término “fotón” para la menor unidad de energía radiante.” (21), también debieron adjudicar este concepto al “cuanto de acción” de Planck, descrito a partir de su constante h, que es a la que se refería Gilbert, y no al “cuanto de luz” de Einstein, que es la relación de Planck.
Después de este congreso, en el futuro de la mecánica cuántica no pasó nada trascendente en cuanto al conocimiento adquirido desde aquella época, relacionado con lo que ahora se conoce como fotón. Lo relevante es que tal error ha significado un freno para el avance de la física cuántica moderna.
La comunidad científica presente en ese congreso donde acudieron los más renombrados personajes de la física y la química, “Fue una generación de oro de la ciencia, posiblemente como no ha habido otra en la historia. Diecisiete de los veintinueve asistentes eran o llegaron a ser ganadores de Premio Nobel, incluyendo a Marie Curie, que había ganado los premios Nobel en dos disciplinas científicas diferentes (Premios Nobel de Física y de Química).(36) Los científicos allí reunidos convinieron cambios necesarios para la física cuántica del momento. Sin embargo, como lo hemos visto en esta tesis, la confusión latente sobre las radiaciones electromagnéticas al definirse como fotón a cada frecuencia de radiación EM diferente, ha impedido ahondar en las propiedades que ellas tienen, dado que estas son parte constituyente de toda materia existente.
La recomendación a seguir derivado de este problema es actuar con la misma autoridad científica con que en aquella época aplicaron los congresistas para llamar fotón al “cuanto de luz” de Einstein. La comunidad científica contemporánea debe también tomar la decisión de dar marcha atrás y hacer como dijo Gilbert Newton Lewis: deben nombrar fotón al “cuanto de acción” de Planck, que es la menor unidad de energía radiante conocida. Su teoría fue publicada en octubre de 1926, exactamente un año antes de que se llevara a cabo el Congreso Solvay en octubre de 1927. Por cierto que Gilbert no fue invitado a ese importante evento científico.
Se demuestra, a partir de las ideas de Einstein sobre el “Efecto Fotoeléctrico” y el “Efecto Compton” descubierto por el físico Arthur Compton, que la luz se comporta como partícula además de como onda. Pero se especifica y concluye en esta obra, que las radiaciones electromagnéticas constituidas como ondas, cada una de ellas va asociada a una partícula de energía h, indistinguibles unas de las otras (todas iguales). Dicho esto, acogiendo las propias ideas de Planck: “…Su mente dio al fin con dos pasos en el campo de la estadística que hacían posible explicar perfectamente las observaciones de Rubens. El primero de ellos establecía que la energía emitida y absorbida sólo lo hacía en forma de paquetes pequeños pero finitos, y el segundo agregaba que tales paquetes eran indistinguibles uno del otro.” (7)
El caso es que el cosmos está inundado de partículas electromagnéticas discretas de energía h. Es a partir de estas partículas que la materia se encuentra formada. Durante los procesos radiantes pueden asociarse estas partículas separadas a diferentes distancias unas de las otras, pudiendo detectarse con instrumentos ópticos y electrónicos la frecuencia por segundo con que viajan a través del espacio, como ocurre con la luz roja, los rayos x, las ondas de radio, etc., etc.
Es claro que la separación diversa entre partículas EM con sus ondas asociadas, que se conoce por la frecuencia por segundo con que llegan a un detector, está determinada por el tipo de reacción nuclear o atómica de donde son emitidas, que puede darse en las estrellas, en las reacciones químicas, etc. Ello no quiere decir que dada la separación entre partículas determinándose frecuencias diversas en las diferentes radiaciones EM, cambie el estatus físico de cada partícula, inclusive tampoco las partículas energéticas consideradas en paquete, al que ahora mismo se le denomina fotón o cuanto de luz.
Nosotros llamamos subfotón a las partículas y sus ondas asociadas de radiación EM de energía h indicada por la constante de Planck. Todas energéticamente iguales, independientemente de si van separadas a mayor o menor distancia unas de las otras durante sus movimientos a través del espacio. Sin embargo, Fotón sería la palabra más apropiada para estas partículas de energía radiante.
Al paquete de energía al que ahora mismo se llama fotón, en su lugar simplemente se le debería denominar radiación electromagnética roja, azul, de rayos x, gamma, etc. De antemano cada una de ellas tiene una frecuencia y energía específica conocida y reconocible científicamente. No se requiere de alguna palabra adicional para conocer las características de las radiaciones EM, tal como lo es la palabra fotón, aplicada modernamente, pero que resulta obsoleta. Mientras esto no ocurra, el campo de la física teórica seguirá científicamente congelada, como ocurre desde que se celebró el V Congreso Solvay, hace 88 años.
Sin embargo, considerando plausible la aplicación de rigor científico para la determinación de los conceptos que utiliza la ciencia, es de confiarse que más tarde o más temprano estaremos llamando fotón a todos y cada uno de los corpúsculos que integran a las radiaciones electromagnéticas, sin importar cuál sea la frecuencia por segundo con que viajen a través del espacio, en cualquiera circunstancia con que éste se halle presente. La energía de cualquier tipo de radiación EM, siempre será conocida mediante la ecuación E=hv, reconocida como cuanto de luz de Einstein, y también como relación de Planck.
Para finalizar, queremos decir al lector que estamos conscientes de que todos estaríamos esperando una conclusión de la obra que se enfocara en el tema que sugieren los títulos de la compilación. Sin embargo, ha decir verdad, los elementos de investigación correspondientes han superado estas expectativas pues en el afán de ir adaptándolos a la física contemporánea, en esta se descubrieron inconsistencias que han impedido un avance fluido en las nuevas argumentaciones que estarían por construirse, sobre todo al intentar incrustar el contenido teórico de la tesis con el de índole estándar ya establecido. Preferimos concluir, enfatizando el resultado de la investigación teniendo en consideración los términos vistos en estos párrafos. Después de todo, el éxito que esperamos al presentar este trabajo, dependerá de que la comunidad científica valore nuestro aviso y considere una revisión de los puntos de conflicto señalados. Como trabajo paralelo, seguiremos desarrollando la tesis basándonos en los términos ya descritos, en cada uno de los capítulos realizados hasta el momento.
José Germán Vidal Palencia
REFERENCIAS
7.- Información recuperada el 2 de agosto de 2015 de: La nueva física cumple cien años. http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/3/usrn/lentiscal/2-CD-Fiisca-TIC/HistoriaCiencia-F/Cien%20a%C3%B1os%20de%20mec%C3%A1nica%20cu%C3%A1ntica.pdf
21.- Información recuperada el 6 de julio de 2015 de: Gilbert N. Lewis.
https://es.wikipedia.org/wiki/Gilbert_N._Lewis
35.- Información recuperada el 22 de septiembre de 2015 de: Isaac Newton
https://es.wikipedia.org/wiki/Isaac_Newton
36.- Información recuperada el 23 de septiembre de 2015 de: Congreso Solvay. https://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_Solvay