Estamos en esta maravilla de la Naturaleza que reúne todos los parámetros necesarios para la Vida. Los distintos ecosistemas hacen posible la variedad de especies que pueblan un planeta vivo.
La presión y el calor derriten protones y neutrones en un nuevo estado de la materia: el plasma de quarks y gluones.
(Gráficos de RHIC Physics )
Los quarks son los constituyentes de los nucleones (protones y neutrones). Por lo general, están confinados en grupos de tres para formar un nucleón. Bajo ciertas condiciones, debería existir una nueva fase en la que los nucleones se acerquen entre sí de modo que los quarks puedan volar libremente en el llamado plasma de quarks-gluones.
Necesitamos mucha presión y calor para producir el plasma de quarks y gluones (QGP). Esto suena fácil en principio. En la práctica, la transición de fase tiene lugar a temperaturas unas 100.000 veces la temperatura del núcleo del sol o (ya que nadie puede imaginar la temperatura del sol) unas 10.000.000.000 veces la temperatura de una sopa de tomate caliente.
En los comienzos del universo, justo después del Big Bang, existió un plasma de Quarks y Gluones, dos partículas confinadas hoy en la materia que entonces vagaban libremente… Ahora hemos construido aceleradores de partículas que tratan de recrear aquellos momentos para poder “ver” lo que allí pasó y, buscamos el origen de la masa y partículas exóticas que nos digan algo sobre esa supuesta masa “perdida”, o, que no alcanzamos a ver.
Esta nueva imagen muestra el anillo de polvo alrededor de la brillante estrella Fomalhaut visto por el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). La zona azul muestra una imagen anterior obtenida con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA. La nueva imagen de ALMA ha dado a los astrónomos una información fundamental para dar un paso adelante en el conocimiento de un sistema planetario cercano y ha proporcionado claves importantes sobre cómo este tipo de sistemas se forman y evolucionan. Véase que ALMA tan solo ha observado parte del anillo.
La imagen muestra el anillo de polvo de la estrella Fomalhaut, situada a 25 años luz de distancia de la Tierra. Fomalhaut está rodeada por un disco de polvo en forma de toroide con un borde interior muy agudo a una distancia radial de 133
UA (
unidades astronómicas), el disco está inclinado 24 grados con relación al plano del cielo. El polvo está distribuido en un cinturón de 25
UA de ancho, y el centro geométrico del disco está desplazado a unas 15
UA de Fomalhaut.
Se cree que el disco que rodea a Fomalhaut es un disco protoplanetario que emite una considerable cantidad de radiación infrarroja. Discos similares se han descubierto en Vega, β Pictoris y Denébola (β Leonis).
Disco protoplanetario
La galaxia NGC 2683 es una galaxia espiral que emula la clásica de las naves especiales en la ciencia ficción. NGC 2683 es una galaxia espiral que se encuentra a unos 25 millones de años luz de distancia en dirección a la constelación del Lince, en el límite con Cáncer. Se la ha llamado Galaxia UFO debido a su parecido con un platillo volante.
Es la imagen más detallada que existe de Messier 9, una conjunción de estrellas en el centro de la Vía Láctea. El cúmulo globular M9 (también conocido como Objeto Messier 9, Messier 9, M9 o NGC 6333) es un cúmulo globular de la constelación de Ofiuco. Pero para los astrónomos modernos, Messier 0 (M9) sí contiene estrellas, conocidas como un cúmulo globular con más de 300.000 estrellas dentro de un diámetro de unos 90 años luz. Se encuentra a unos 25.000 años luz de distancia, cerca del núcleo central de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Este primer plano del Telescopio Espacial Hubble muestra el denso enjambre de estrellas que hay en los 25 años luz centrales del cúmulo. Con al menos el doble de la edad del Sol y carentes de elementos pesados, estas estrellas muestran colores de acuerdo con sus temperaturas: más rojas significa más frías, más azules quiere decir más calientes. En esta nítida visión del Hubble, muchas de las estrellas gigantes rojas y frías del cúmulo presentan un matiz amarillento.
El Hubble produjo esta bella imagen de la galaxia espiral NGC 1483, Localizada en el sur de la constelación Mahi-mahi. La galaxia NGC 1483 es una galaxia con forma de espiral situada en la constelación austral del Dorado (en la que se encuentra la mayor parte de la Gran Nube de Magallanes) y que está situada a unos 40 millones de años luz de la Tierra. Tal y como se muestra en la imagen. la galaxia cuenta con una protuberancia central muy brillante de la que salen unos brazos con una luz algo más difusa y, en el fondo, se pueden distinguir algunas galaxias algo más lejanas (ya que el Dorado está compuesto por unas 70 galaxias y, de hecho, es algo más grande del Grupo Local en el que se encuentra la Vía Láctea y otras 30 galaxias más).
Las nubes asechan en un día de lluvia, el Hubble nos regala esta imagen de la galaxia Centauros A. La ingente cantidad de polvo que se puede observar en esta galaxia nos induce a pensar que está plagada de nebulosas en las que germinarán miríadas de estrellas azules nuevas que radiaran furiosas en el ultravioleta para ionizar todas esas regiones.
Esta imagen muestra la región central de la Nebulosa de la Tarántula. El cúmulo R136 se encuentra en la zona inferior. Crédito: ESA / NASA / Hubble.
Se descubrieron docenas de estrellas que excedían las 50 masas solares, sin embargo, el estudio reveló la existencia de un total de 9 estrellas monstruosas dentro del cúmulo, cada una con una masa que supera las 100 masas solares. Ninguna de ellas superó el récord de la estrella más masiva del Universo, conocida como R136a1, la cual es 315 veces más masiva que el Sol. Estas 9 estrellas no solo son extremadamente masivas, también son muy brillantes. Entre todas superan en brillo al Sol en un factor de 30 millones.
Las nueve estrellas gigantes del cúmulo estelar R136
Los científicos también pudieron estudiar las eyecciones de las 9 estrellas gigantes. Se descubrió que expulsan material equivalente a la masa de la Tierra cada mes, a velocidades que alcanzan el 1% de la velocidad de la luz, lo que provoca una pérdida de peso extrema, que se mantendrá a lo largo de sus cortas vidas.
EsteGigantesco grupo de jóvenes estrellas, llamado R136 está a sólo unos cuantos millones de años luz y reside en la galaxia Doradus Nebula, dentro de la gran Nube de Magallanes. En el centro de la región de formación estelar 30 Doradus hay un enorme cúmulo con las estrellas más grandes, calientes y masivas que se conocen. Está dentro de la galaxia vecina la Gran Nube de Magallanes a 170.000 años luz de distancia.
El Hubble captó imagen del sistema Eta Carinae. Tiene entre 120 y 150 masas solares. Eta Carinae es una estrella muy joven, con una edad entre los 2 y los 3 millones de años, y se encuentra situada en NGC 3372, también llamada la Gran Nebulosa de Carina o simplemente Nebulosa de Carina. Dicha nebulosa contiene varias estrellas supermasivas, incluyendo, además de Eta Carinae, la estrella HD 93129A.
Una región de la Nebulosa Carina
Un equipo de científicos ha recolectado suficientes fotos de alta resolución del Hubble durante 14 años. Esta es una de ellas y, como hemos podido comprobar en muchas ocasiones, algunas de las imágenes obtenidas por este magnifico Telescopio Espacial nos han maravillado y también, nos llevaron al asombro.
En la celebración del 21 Aniversario del Hubble, en abril de 2011, apuntaron hacia el grupo de galaxias llamado Arp 273 y rescataron bella imagen.
El telescopio espacial Hubble ha logrado captar la extrema violencia del proceso de formación de una estrella es su etapa final, en el que el objeto astronómico se rebela contra su nebulosa.
¿Qué nos querrá decir estas imagen de anillos, cómo se pudieron formar?
En el corazón de la Nebulosa Laguna
La nebulosa IRAS 05437+2502, una pequeñuela cercana a la constelación de Tauro.
¿Qué pintor podría plasmar la belleza creadora de las estrellas?
Los ingenios creados por nuestra civilización ha podido arrancar secretos de la Naturaleza que, ni soñar podrían nuestros abuelos
El Tiempo sigue su camino imparable, siempre hacia adelante, ese lugar que llamamos futuro en el que pensamos estará todo lo que buscamos , siempre tendremos preguntas que hacer y que nadie sabrá contestar pero, nuestro destino es seguir adelante y tratar de desvelar los secretos que la Naturaleza esconde…, ella, tiene todas las respuestas.
emilio silvera
Algunas veces, cuando a solas pienso más profundamente en nuestra presencia en el mundo que habitamos, en el recorrido que ha hecho nuestra especie hasta llegar hasta aquí, en la inmensa lucha contra los elementos y las circunstancias adversas que hemos tenido que superar, sobre todo, esa enorme carga que llevamos sobre nosotros: ¡la ignorancia!, que no pocas veces nos lleva a comportamientos irracionales y contrarios a nuestros propios intereses. ¡Tantas esperanzas y sueños! Cuando, en realidad, no somos dueño de nuestro destino como especie que siempre ha estado en poder de la Naturaleza que nos creó. Las estrellas brillan en el cielo, ajenas a nuestra presencia. En realidad estamos en manos del Azar y nada impide que en cualquier momento, un gran asteroide venido del espacio pueda acabar con nuestra especie y toda la vida que pulula sobre nuestro planeta.
En las actuales circunstancias, SOS ÁFRICA focaliza su acción en la región semiárida de Kenya donde la hambruna y la sequía condicionan la vida de miles de personas en esta y en otras muchas partes del mundo. No todo son grandes ciudades y abundancia.
“Con los avances tecnológicos de hoy parecería imposible que no sepamos cuándo va a hacer erupción un volcán…Pero cuando se trata de este ubicado en el noroeste de Wyoming, es exactamente el caso.
El supervolcán ubicado en el Parque Nacional Yellowstone conocido como la Caldera Yellowstone ha estado esperando a hacer erupción por los últimos miles de años… y nadie sabe cuándo se activará.
Los científicos están constantemente estudiando el volcán porque si hace erupción, podría ser un evento desastroso para millones de personas. Esto es lo que ocurriría en caso de una erupción en el futuro cercano.
Probablemente habría un terremoto, o varios, antes de la erupción. Todo el país se cubriría de cenizas. Para que el magma y la lava alcancen la superficie, muchas rocas deben romperse. Si el súper-volcán hiciera erupción, tendríamos señales de aviso con semanas y meses de antelación a la explosión.
La caldera se desmoronaría y abriría un inmenso hueco en la Tierra.
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos (¿racionales?) de extinguirse así mismos, agotar los recursos, propagar infecciones letales y venenos mortales, hacer pruebas nucleares con la propia Naturaleza y un sin fin de locuras más, lo cierto es que también, aparte de los peligros que aquí nos acechan, bien sean naturales o artificiales, lo cierto es que, las amenazas externas nos acechan.
Los movimientos de cometas y asteroides constituyen una seria amenaza para el desarrollo y la continuidad de la vida inteligente en sus primeras etapas. Los impactos no son infrecuentes y en el pasado lejano han tenido efectos catastróficos sobre nuestro planeta, la Tierra. Somos afortunados por estar doblemente protegidos de estos impactos: por nuestra pequeña y cercana vecina, la Luna, y por nuestro vecino lejano y gigante Júpiter que tiene una masa mil veces mayor que la Tierra y está situado en las afueras del Sistema solar donde su poderosa atracción gravitatoria puede capturar objetos errantes que se dirigen hacia el interior.
El Hubble pudo captar ésta imagen de los fragmentos del cometa Schumacher-Levy 9 que cayeron sobre Júpiter y tomaron la instantánea de las “heridas” producidas en la superficie del gigante.
En el siglo XX tuvimos dos impactos importantes en la Tierra, uno en América del Sur y el otro en Tunguska, al norte de Rusia. Hemos estado haciendo trampas con la ley de los promedios pero, un día, nuestra suerte cambiará. Y, aunque es cierto que algunos gobiernos están haciendo esfuerzos económicos en proyectos encaminados a seguir y vigilar las trayectorias de algunos grandes meteoritos sospechosos, lo cierto es que el paso del tiempo acerca, de manera inexorable, el acontecimiento hacia nosotros, dado que en última instancia será inevitable.
“Todavía hoy los científicos continúan dilucidar este misterioso impacto, o más bien explosión. Por que el objeto en cuestión explosionó a unos cinco kilómetros de altura sobre la tierra dejando su marca radial sobre los bosques rusos. Científicos italianos aseguran haber descubierto un posible cráter abierto por el objeto extraterrestre que chocó con la Tierra en la región siberiana de Tunguska en 1908. Los investigadores afirman, en la revista de geología ‘Terra Nova’, que el lago Cheko, situado a 8 kilómetros del epicentro de la explosión, llena el cráter producido por el choque de un fragmento de la roca.”
Cien años han pasado de la explosión de origen desconocido que arrasó una zona de 50 kilómetros de diámetro en Tunguska, una remota zona de Siberia, explosión que se conoce con el nombre de evento de Tunguska. Esta explosión fue tan potente que fue detectada por sismógrafos en toda Asia y Europa e incluso llegaron a medirse en Londres las variaciones de presión atmosférica que causó.
A la fecha (al menos que yo sepa), sólo una sonda ha visitado un Asteroide que se Acerca a La Tierra. Se trata de la sonda NEAR-Shoemaker (Near Earth Asteroid Rendezvous), NASA, USA. Fue lanzada el 17 de Febrero de 1996 con destino final en el asteroide de tipo orbital amor 433 Eros. Su peso total era de 805 kilogramos. En Febrero de 1998 pasó por Eros sin ponerse en órbita. El 14 de Febrero de 2000 entró en órbita alrededor de Eros y el 12 de Febrero de 2001 descendió (!!) suavemente sobre él.
La sonda sobrevivió al aterrizaje y transmitió una serie de imágenes desde la superficie de este AAT. Se observaban bloques de rocas en un suelo polvoriento semejante al de nuestra Luna. Esta sonda contaba con espectrógrafos ópticos, infrarrojos, de rayos X y Gamma, magnetómetros, una cámara óptica multiespectral y un radar láser.
Algunos de estas rocas llegan a tener más de mil kilómetros (Asteroide 1 Ceres. Algunos, como el conocido por el nombre de Ida llegan a tener hasta su propia pequeña luna llamada Dáctil. ¿Os imagináis lo que sería la caída de uno de estos monstruos sobre nuestras cabezas?
Curiosamente, estas intervenciones externas sobre la evolución de la Tierra tienen otra cara. Es cierto que pueden producir extinciones globales de una inmensa gravedad y retrasar la evolución de la complejidad en millones de años. Pero, en ciertas circunstancias pueden tener un efecto positivo y acelerador sobre la evolución de formas de vida inteligente.
El suceso que, según todos los indicios, dio lugar a la extinción de los dinosaurios por la caída de un objeto espacial en la provincia del Yucatán hace ahora 65 millones de años, al final de la Era Mesozoica. Lo cierto es que, la Tierra fue rescatada de un callejón sin salida evolutivo. Parece que los dinosaurios evolucionaron por una vía que desarrollaba el tamaño físico antes que el tamaño cerebral .
La desaparición de los dinosaurios, junto con otras muchas formas de vida sobre la Tierra en aquella época, hizo un hueco para la aparición de los mamíferos. Además limpió algunos nichos de competidores por los recursos naturales. Todo aquello estimuló una rápida aceleración del desarrollo de la diversidad. Quizás esos impactos desempeñen un papel vital en la puesta en marcha de nuevos mecanismos evolutivos cuando, las formas de vida se ven atascadas en caminos poco prometedores.
Si repasamos los desastres ocurridos en 2.017 podremos ver que, en algunas regiones, las cosas están cambiando. Hay que asumir esa realidad de que no podemos controlar la Naturaleza, estamos a su merced y no contamos con los medios que nos puedan preservar de éstos eventos.
¿Quién sabe? Pudiera ser que sin impactos, los procesos de desarrollo pueden establecerse en un camino estable pero poco prometedores y con extinciones sistemáticas se posibilitan mutaciones y cambios que, de otra manera, nunca llegarían a producirse. Hemos oído muchas veces esa expresión que dice: ¡La Naturaleza es sabia! Pero, por otra parte, se me hace muy cuesta arriba pensar que ninguna de las estrellas que titilan en el firmamento, se puedan preocupar de nuestra efímera existencia aquí en la Tierra.
La soledad no es buena para ningún Ser vivo, necesitamos de los demás
Resulta muy difícil imaginar un organismo con vida que logre sobrevivir completamente aislado de otras formas de vida. Las necesidades orgánicas de todos los seres vivos vuelve el contacto con otras especies una condición sine qua non para poder sobrevivir en lo que conocemos como ecosistemas, los cuales se definen, justamente, por la interacción de varias formas de vida.
La existencia de un ser vivo que logre vivir completamente independiente del resto de formas de vida es algo que podríamos a priori enmarcar en el contexto de la ciencia ficción. Sin embargo, un reciente descubrimiento que tuvo lugar en Sudáfrica ha dejado boquiabierta a la ciencia.
A ciencia cierta (aunque le adjudiquemos al meteorito caído en el Yucatán todo el “mérito”), no sabemos, con plena certeza el motivo de aquella extinción. Algunos estudios dicen que fue el cambio de la atmósfera, el oxígeno el que acabó con ellos. Lo cierto es que, su desaparición nos sacó de un callejón sin salida y otras especies pudieron prosperar.
Unas condiciones duras y rápidamente cambiantes podrían estimular la adaptación y acelerar los procesos evolutivos incrementando la diversidad que es el mejor seguro de vida que puede tener un planeta contra la extinción total de su biología por un impacto futuro. Claro que, no lo veríamos de la misma manera si fuéramos dinosaurios. Por otra parte, la vida es persistente y, como se puede leer debajo de la imagen de arriba, hasta aislada insiste en estar presente.
Por otra parte y de manera independiente de los posibles sucesos naturales que nos puedan amenazar, nuestra imaginación también crea otros que, según los rumores… pudieran ser ciertos. Tal es el caso del Planeta X, Hercóbulus, El 12º Planeta, Nibiru, son diferentes nombres que existen desde antiguo para designar a un extraño y destructor cuerpo celeste, que forma parte del Sistema Solar vecino de Tylo, pero que sin embargo su órbita tan elíptica y tan larga le lleva a cruzarse con nuestro Sistema Solar cada 3660 años.
El paso del planeta X, cruzándose por dentro de nuestro Sistema Solar, crearía unos efectos devastadores en La Tierra, encendiendo volcanes, terremotos, tsunamis, lluvias de fuego, etc… pues tendría que acercarse a unos 14 millones de millas de La Tierra, que astronómicamente se puede considerar como una distancia peligrosamente próxima.
La órbita elíptica de Nibiru, un planeta rojizo, más grande que Júpiter, le lleva a atravesar nuestro Sistema solar causando desequilibrios apocalípticos en la Tierra. Hercóbulus tiene un tamaño bastante grande, entre 2 y 5 veces mayor que Júpiter, con lo que la fuerza de este planeta gigante altera electromagnéticamente y gravitacionalmente, a todos los niveles, a nuestro planeta; su polo norte ejerce una gran infuencia magnética al acercarse al polo norte de La Tierra, momento en el que ambos cuerpos se repelen magnéticamente y se produce una gran sacudida geo-magnética que cambia los polos en La Tierra.
Esto explicaría que la civilización humana transcurre y evoluciona en el tiempo mediante periodos cíclicos, de aproximadamente cada 4 milenios, siendo una de las visitas indeseables de Nibiru la causante de la desaparición del continente de la Atlántida. según todas estas leyendas, se calcula que el paso de Nibiru cerca de La Tierra, hacia el año 2012 (decían), podría ocasionar la muerte de 2/3 de la población mundial. (Ya tenemos aquí “hecha realidad” la predicción maya).
¡Qué gente!
Lo cierto es que no tenemos que ir tan lejos para poder constatar in situ, los cambios que los desastres naturales pueden producir en nuestro entorno que, con cada suceso catastrófico se ve transformado y hay cosas que desaparecen para dejar pasos a otras nuevas… La vida incluida.
Los cráteres volcánicos, como parece ser el caso, están frecuentemente llenos de agua de lluvia y freáticas, formando lagos. Suele ocurrir que, tras una erupción volcánica, sean destruidos miles de kilómetros cuadrados de terreno a su alrededor y cambien por completo la orografía de la zona. Parece imposible pensar que la Naturaleza pueda recuperarse tras un acontecimiento de este tipo, sin embargo, las primeras muestras de vida vegetal aparecen a unos escasos tres meses del acontecimiento en los campos cubiertos por las cenizas ricas en minerales. Poco tiempo después, vuelven los animales y la vida, se reanuda, como si allí, nada hubiese pasado.
Así es la Naturaleza, y, como tantas veces se dijo aquí, algo se destruye para hacer posible que algo nuevo surja a la vida. Cuando una estrella muere crea las condiciones necesarias para que otras surjan a la vida. La eterna rueda de los ciclos del Universo que, una y otra vez, reproduce los acontecimientos para que todo siga igual pero… diferente. Y, aunque os parezca una paradoja, así es el ritmo del Universo en el que todo muere para que todo pueda seguir el ritmo evolutivo que la Naturaleza impone.
emilio silvera
En esto de divulgar la ciencia en los apartados de la física o la astronomía, así como el recordar sucesos e historias antiguas, me viene a la memoria aquel dicho de Edith Wharton:
“Hay dos maneras de difundir la luz: ser la vela encendida o el espejo que la refleja.”
En ese sentido, como nadie nace sabiendo, todos hemos recibido el reflejo del saber del mundo al leer los pensamientos de otros, al prestar atención a las enseñanzas escolares y académicas o universitarias y, también, no pocos conocimientos adquiridos son el fruto de la experiencia y de la vida que cada uno de nosotros hemos llevado y nos ha tocado vivir.
Las branas son entidades físicas conjeturadas por la teoría M y su vástago, cosmología de branas. En la teoría M, se postula la existencia de p-branas y d-branas (ambos nombres provienen parasintéticamente de “membrana”). Las p-branas son objetos de dimensionalidad espacial p (por ejemplo, una cuerda es una 1-brana). En cosmología de branas, el término “brana” se utiliza para referirse a los objetos similares al universo cuadri-dimensional que se mueven en un sustrato de mayor dimensión. Las d-branas son una clase particular de p-branas.
Aquí estaría representada la membrana y la “materia oscura“.
Según la teoría de cuerdas, las membranas existen en la undécima dimensión, en realidad son infinitas. Se dice que cada membrana corresponde a un un universo, por ejemplo a nuestro universo le corresponde una membrana y las otras membranas serían universos paralelos. Según algunos físicos el universo es una membrana esférica, los bordes de las membranas forman ondulaciones las cuales están en constante movimiento, se dice que estas membranas se mueven con “forma de olas” en esta dimensión (11ª). Esta dimensión es sumamente delgada e infinitamente larga, estas membranas están en movimiento como las olas en el mar, es decir, las membranas serían burbujas en olas de mar que al chocar inician el big Bang; es decir, el Big Bang es un fenómeno que ocurre una y otra vez.
En el marco de la teoría de cuerdas, la membrana(M) es un conjunto de dimensiones presente, ampliando sus límites. Se ha llegado a explicar la causa del “Big Bang”por el choque de dos membranas, así, la explosión producida sería la causa del nacimiento y expansión del universo. La materia y la energía sólo puede transmitirse a través de las cuatro primeras dimensiones excepto la gravedad, que puede difundirse en las once. La materia de una puede alterar el espaciotiempo de otra paralela. De hecho, fenómenos similares fueron los que indujeron la teoría.
Hiperbólico (silla de montar)
Las membranas podrían estar separadas por distancias pequeñísimas unas de otras, incluso, según resultados experimentales, a millonésimas de milímetro. Gracias a este hecho se intentaría explicar por qué la gravedad parece menos fuerte de lo que en realidad es. Las formas más postuladas son la de membranas planas y paralelas entre sí y la de paraboloide hiperbólico (silla de montar).
Si las membranas son planas y paralelas, la gravedad quedaría encajonada entre ambas, fluctuando entre una y la otra, pero siempre manteniéndose constante. Por el contrario, si las membranas adoptaran la forma de silla de montar, irían perdiendo paulatinamente energía y, por tanto, materia, hasta desaparecer sumido en la difusión por las once dimensiones.
El modelo Steinhardt–Turok
En este modelo cíclico basado en la cosmología de branas, rival del modelo inflacionario, dos láminas tridimensionales o 3-branas colisionan periódicamente. Según esta teoría la parte visible del universo de cuatro dimensiones representa una de esas branas, quedando la otra brana oculta a todas las fuerzas de la naturaleza excepto la gravedad. Cada ciclo consiste en que cada una de las branas dentro de un espacio-tiempo tetradimensional y separadas por una dimensión espacial muy corta y seis enrolladas chocan con cierta periodicidad creando condiciones parecidas a las del big bang del modelo inflacionario.
Según la teoría, después de millones de años, al aproximarse el final de cada ciclo la materia y la radiación se diluyen a casi cero debido a una expansión acelerada del universo alisando las dos branas pero con pequeños rizos o fluctuaciones cuánticas aún presentes que imprimirán en el próximo choque con no uniformidades que crearán grumos o cúmulos que generarán estrellas y galaxias.
Allí donde parece el final, se dan las circunstancias necesarias para que todo comience de nuevo
Pero sigamos con las dimensiones y las consecuencias más interesantes de añadir dimensiones espaciales extra que hacen posible que cambien las constantes de la Naturaleza observadas. Si el mundo tiene realmente cuatro dimensiones espaciales, entonces las verdaderas constantes de la Naturaleza existen en cuatro dimensiones. Si nosotros nos movemos sólo en tres de esas dimensiones, veremos y sentiremos sólo “sombras” tridimensionales de las auténticas constantes tetradimensionales.
En un lugar de más dimensiones que no vemos, el espacio y el tiempo pueden ser encubiertos y podría dar lugar a que se formen galaxias en un plano de sombras que no podemos alcanzar a ver en nuestro mundo tridimensional. sería como si un universo paralelo al nuestro estuviera llevando un ritmo en el que, las cosas podrían ser iguales pero distintas.
Claro que esas sombras de las que hablo, no tienen por qué ser constantes. Si la dimensión extra aumenta en tamaño, igual que se están expandiendo nuestras tres dimensiones del Universo, entonces nuestras constantes tridimensionales decrecerán al mismo ritmo. Esto nos dice inmediatamente que si algunas dimensiones extra están cambiando, deberán hacerlo de una forma bastante lenta; de lo contrario nosotros no las hubiéramos llamado “constantes” en absoluto.
La constante de estructura fina ha sido medida de mil manera
Tomemos una constante tradicional de la Naturaleza, como la constante de estructura fina, normalmente representada por el símbolo , es la constante física fundamental que caracteriza la fuerza de la interacción electromagnética. Es una cantidad sin dimensiones, por lo que su valor numérico es independiente del sistema de unidades usado.
La expresión que la define es:
donde es la carga elemental, la es la constante reducida o racionalizada de Planck, es la velocidad de la luz en el vacío, y psilon es la permitividad del vacío. Si el tamaño de la dimensión extra del espacio es R, entonces el valor de la “constante” de estructura fina tridimensional α, variaría en proporción a 1/R2 cuando cambia R.
Imaginemos que estamos en un universo en expansión de cuatro dimensiones pero sólo podemos movernos en tres de ellas. Las fuerzas de la electricidad y el magnetismo pueden “ver” las cuatro dimensiones y encontraremos que nuestra parte tridimensional de ellas se debilitará cuando la cuarta dimensión se haga mayor.
Sabemos que si la constante de estructura fina tridimensional está cambiando no puede hacerlo en ninguna parte tan rápido como se expande el Universo. Esto nos dice que cualquier cuarta dimensión debe ser muy diferentes de las otras. La idea de Klein consistía en que es a la vez muy pequeña y estática y que está confinada en el límite de Planck. Alguna fuerza extra atrapa las dimensiones extra y las mantiene pequeñas. Si no cambian de tamaño de forma significativa no tenemos por qué ver ninguna de nuestras constantes cambiando.
Un escenario posible imagina que el Universo empieza con todas sus dimensiones espaciales comportándose de una manera democrática, pero luego, algunas de las dimensiones quedan atrapadas y permanecen compactadas de manera tal que son infinitesimales, están el el límite de Planck y permanecen, como digo, estáticas y muy pequeñas desde entonces en ese lugar invisible al que no podemos llegar y que se denota con:
Lp = |
(Gh/c3) ½ = |
4’13 × 10-33 centímetros |
Las otras tres dimensiones que sí consiguieron expandirse, son las que vemos y en las que vivimos, las que forman y hacen de nuestro universo el que podemos observar hoy, en el que se han conformado las galaxias y los mundos que, en alguna ocasión, han podido surgir criaturas que, como ha pasado aquí en la Tierra, hablen de estas cuestiones complejas que no llegan a entender… del todo.
Como no dejamos de pretender alcanzar lo “inalcanzable”, allá por el año 1982, los teóricos de cuerdas sugirieron por primera vez una respuesta a un viejo problema: cómo casar la teoría cuántica con la teoría de la gravedad de Einstein. Todos los intentos previos habían fracasado miserablemente. Predecían invariablemente que alguna cantidad medida debería ser infinita. Estos “infinitos” plagaban todas las teorías con sólo tres dimensiones de espacio y una de tiempo. Sin embargo, en 1984 Michael Green y John Wchwarz demostraron que este problema podía subsanarse combinando dos ideas radicales.
Einstein, desde donde se pueda encontrar, estará sonriendo al comprobar con satisfacción que sus ecuaciones de campo de la relatividad general, sin que nadie las llame y como por arte de magia, surgen de la Teoría M de cuerdas en la que subyacen sus ideas. Y, al contemplar, no sin cierto grado de asombro cómo se pueden unir las dos teorías (la suya y la de Planck, la de lo muy grande y lo muy pequeño), los que le siguieron habían conseguido lo que él mismo persiguió, sin conseguirlo durante más de treinta años.
Green y Wchwarz sugerían que, si se abandona la idea de que las entidades más básicas son puntuales (se referían a las partículas subatómicas), con tamaño cero, y se permite que haya más de tres dimensiones espaciales, entonces los infinitos desaparecen milagrosamente, cancelándose. Como sucede con la anterior teoría de Kaluza-Klein. Es apasionante y misterioso el hecho de que, en esa escala tan pequeña de 10-33 cm, la longitud fundamental de Planck, se puedan encontrar “escondidas” las dimensiones que nos permiten unificar las dos teorías más importantes de nuestro tiempo.
¿Habrá un Universo en la sombra que no podemos ver?
Claro que, tendremos que poner los pies en el suelo y centrarnos en lo que “sabemos” y “vemos”: Neutrinos, fotones, quarks, leptones, hadrones: bariones y mesones, todos, en definitiva son lo mismo, distintos estados de la materia que conforman unos y otros en determinadas ocasiones, y, en cada momento, ocupan el lugar que les destina en Universo adoptando la forma que en ese preciso instante les corresponde. Claro que, todos estos, son objetos de nuestro Universo luminoso, el otro, el Universo en la Sombra, ni sabemos si puede estar realmente ahí.
Durante mucho tiempo, los físicos han sabido que toda reacción entre partículas elementales obedece a una simetría que llamamos CPT. Esto significa que si miramos la partícula de una reacción, y luego vemos la misma reacción cuando (1) la miramos en un espejo, (2) sustituimos todas las partículas por antipartículas y (3) hacemos pasar la partícula hacia atrás, los resultados serán idénticos. En este esquema la P significa paridad (el espejo), la C significa conjugación de carga (poner las antipartículas) y T la reserva del Tiempo (pasar la partícula al revés).
Claro que, todo lo anteriormente expuesto son sólo sugerencias del momento y que duran y tienen vigencia durante un tiempo impredecible, ya que, el tiempo sigue su marcha, el universo continúa expandiéndose y, nuestras mentes evolucionan para poder “ver” otras teorías y otros horizontes nuevos y más avanzados, complejos y profundos que nos acercan a la verdadera naturaleza del Universo que no comprendemos…, lo suficiente.
emilio silvera