Dic
14
Nada muere… ¡Simplemente cambia y se transforma!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (3)
La casualidad quiso que la órbita de la Estación Espacial Internacional pasara por encima de la isla rusa de Matua, hev een el archipiélago de las Kuriles, instantes después de que el estratovolcán Sarycntrara en erupción. Las imágenes que fueron tomando los astronautas desde 350 Km de altura son impresionantes:
El Caos y la destrucción que nos puede dar la variedad de colores, olores y sabores que junto con la belleza destruida o construida cambiará el paisaje del lugar donde puedan ocurrir acontecimientos como este que observan los tripulantes de la Estación Espacial Internacional, como bien se dice, desde su privilegiada atalaya.
La actividad volcánica ha podido subyacer a todas las extinciones masivas de la Tierra. Arriba:
Erta Ale. El volcán más antiguo del mundo
Los volcanes han existido desde los inicios de la Tierra hace 4.500 millones de años. Si bien las erupciones volcánicas pueden destruir la flora y la fauna en su entorno, la lava enriquece el suelo con variados minerales. La mayor parte de los volcanes están situados a lo largo de los límites activos de las placas continentales. Los volcanes submarinos se hallan en regiones donde tienen lugar nueva formación de corteza terrestre, como en la dorsal oceánica. Estos volcanes pueden formar islas.
Los volcanes terrestres se encuentran, por lo general, en zonas de subducción, que se hallan especialmente en el Océano Pacifico. Los volcanes situados en las regiones costeras están distribuidos como una “sarta de perlas” y constituyen el anillo de fuego del Pacífico., en el que se encuentran más del 80% de los volcanes actuales. Además, los “puntos calientes” donde la fusión interna de la corteza crea magma, producen volcanes que son independientes de las placas continentales y sus limites. Un ejemplo de de este grupo lo constituyen los volcanes de Hawaii.
Los volcanes se alimentan de las cámaras magmáticas, una especie de bolsas de rocas fundidas, a más de 1 km bajo la corteza terrestre. Si la presión en la cámara sobrepasa un determinado nivel (que es que parece que ha ocurrido en el de la imagen), el magma asciende por fisuras y grietas y forma una chimenea volcánica.
En el interior de esas montañas están activos materiales en forma de gases, líquidos y sólidos, todo a altas temperatura y presión. Cuando se producen las explosiones las zonas circundantes son bombardeadas con materiales y enterradas bajo una gruesa capa de ceniza en poco tiempo. Es la erupción denominada piroclástica (como la ocurrida en el año 79 a.C. que sepultó la ciudad de Pompeya bajo una capa de cenizas de 25 cm. de espesor) y los materiales pueden llegar a formar una nube piroplástica de 1.000 Cº de temperatura que puede desplazarse a 1.000 Km/h.
Hay diferentes tipos de explosiones volcánicas y en cada una de ellas se producen diferentes acontecimientos pero, como sólo se trata de dejar una leve y sencilla reseña de lo que estamos viendo en la imagen, creo que con la explicación dada queda bien.
Hasta hace muy poco no podía predecir este tipo de fenómenos naturales y, la gente que vivía en poblaciones situadas cercas de las laderas volcánicas estaban en peligro auque raramente, se producían erupciones espontáneas sin avisos previos como los terremotos, los volcanes y sus actividades son controladas por sismógrafos.
Los cráteres volcánicos, como parece ser el caso, están frecuentemente llenos de agua de lluvia y freáticas, formando lagos. Suele ocurrir que, tras una erupción volcánica, sean destruidos miles de kilómetros cuadrados de terreno a su alrededor y cambien por completo la orografía de la zona. Parece imposible pensar que la Naturaleza pueda recuperarse tras un acontecimiento de este tipo, sin embargo, las primeras muestras de vida vegetal aparecen a unos escasos tres meses del acontecimiento en los campos cubiertos por las cenizas ricas en minerales. Poco tiempo después, vuelven los animales y la vida, se reanuda, como si allí, nada hubiese pasado.
Así es la Naturaleza, y, como tantas veces se dijo aquí, algo se destruye para que algo surja a la vida. ¿Esperanza después de la muerte?
emilio silvera
el 30 de junio del 2018 a las 13:27
Es cierto. Nada se pierde, cumple su ciclo con la forma y configuración que originalmente tenía, y, cuando llega su final, los restos se convierten en ·otra cosa” que, se unirán a otros objetos o a otras conformaciones pero, ahí seguirán sus partículas originales adoptando la forma que en cada caso proceda.
En los seres viviso inteligentes, además, perdurará el recuerdo del que se fue que, estará con ellos para la eternidad de sus vidas. Desde siempre, cuando descubrí el destino de las estrellas y en qué se convertían al final de sus “vidas”, me maravilló esa transformación espectacular que se producía en función de las masas de cada una de ellas:
Grandes Nebulosas creadoras de estrellas nuevas y nuevos mundos, estrellas enanas blancas, estrellas de neutrones, o, agujeros negros… ¡Qué maravilla! En cada uno de esos procesos se pueden observar parámetros que se repiten una y otra vez para que, lo que tiene que ser, se haga realidad. La Naturaleza de las cosas tienen un ritmo fijo y los caminos que recorre para conseguir sus fines son inamovibles y han perdurado a través de los tiempos.
Aquí, en nuestro planeta, los ciclos se repiten: Las estaciones, la rotación de la Tierra, su traslación alrededor del astro rey, los ciclos del agua, los minerales y combustibles fósiles formados durante millones de años por descomposición de materia carbónica…
¡Tenemos mucha suerte de no estar al margen de todo eso, y, de alguna manera, formar parte de ello.
el 14 de diciembre del 2023 a las 7:48
La Tierra tiene sus métodos para reciclarse mediante los eventos que nosotros llamamos catástrofes. Las placas oceánicas que provocan Tsunamis, y la Tectónica de plazas que crean cadenas montañosas, los terremotos y demás sucesos temibles para los seres vivos que, cambian la faz del planeta y no siempre para mal, ya que, en realidad depende de la perspectiva con que miremos todos estos hechos.
LA FERTILIDAD DE LOS VOLCANES
“Los volcanes son un peligro para los habitantes cercanos, pero también pueden ser un método de subsistencia.
Los volcanes proporcionan fertilidad a los campos, así como materiales de construcción y tecnología.
En el campo de la agricultura, las cenizas contienen nutrientes que convierten el suelo en lugares fértiles. Esto lo saben bien los agricultores de las laderas del Vesubio, frente a la bahía de Nápoles, donde pueden presumir de tener los mejores tomates del mundo.
Pero en zonas menos explotadas comercialmente como Italia, hay plantaciones de café o cacao, semillas y legumbres en Costa Rica, Guatemala, Colombia, México y otras regiones de Sudamérica, con producciones que asombran por su calidad y sabor.
Uno de los proyectos de la fundación es promover la agricultura volcánica tanto en Sudamérica como en África, esta última en una situación aún más crítica.
A nivel material, los volcanes proporcionan elementos muy útiles como la piedra pómez que se utiliza para hacer mortero en la construcción y para pulir metales.
La perlita se utiliza para hacer cerámica y en la horticultura.
La diabasa y el basalto triturado se utilizan en carreteras, como balasto para ferrocarriles, en gránulos para tejados o en rompeolas.
Cada zona y terreno volcánico se estudia para analizar las posibilidades de explotación, ya que cada parte del terreno es diferente, y al igual que tiene diferentes necesidades, también tiene diferentes posibilidades.”
el 14 de diciembre del 2023 a las 15:48
Bueno, en lo tocante a que nada muere… ¡Discrepo!
Cuando nosotros nos vamos, aunque aquí dejemos a nuestros descendientes, lo cierto es que nuestra Mente sí se fue para siempre.
Siendo cierto que aquí quedan nuestros genes y el resultado de nuestros hechos, también lo es que, nuestros sucesores no somos nosotros “ellos son otros” que llevan parte de lo que fuimos pero, son otros individuos distintos en lo físico y en las ideas, y, seguramente con sabia nueva que mejorará lo nuestro pero… ¡Otros al fin y al cabo!
Entonces, debemos convenir en que sí se muere y los cambios nos llevan a otros objetos distintos, a otras formas de vida (en lo tocante a los humanos),que como nuevo y más cerca del Futuro traeran nuevas formas, nuevas ideas y nuevas maravillas.