Dic
29
¡Nuestras Mentes! ¿Estarán predestinadas?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (4)
Bajo los hielos de la Antártida hay vida en abundancia. Lo acaba de demostrar una expedición norteamericana, llamada Wissard (Whillans Ice Stream Subglacial Access Research Drilling), formada por investigadores de varias universidades y que esta semana ha publicado en Nature sus primeras conclusiones. Bajo una capa de hielo de más de 800 metros de grosor, los científicos han encontrado todo un ecosistema viviendo en un lago subterráneo al que la luz y el aire no han llegado en millones de años.”
¡Aquellos primeros momentos!
Muchas son las
Muchas son las sorpresas que nos podríamos encontrar en el universo primitivo, hasta la presencia de agua ha sido detectada mediante la técnica de lentes …
Todo en el Universo tiene un principio y un final y, el mismo universo tuvo que nacer y evolucionar para que hoy podamos contemplar, mediante nuestros sofisticados telescopios, un universo en expansión lleno de galaxias que contienen estrellas nuevas y viejas estrellas, muchas de ellas rodeadas de mundos que, aún no hemos podido determinar de qué criaturas estarán poblados muchos de ellos.
Vivimos en un mundo que parece hecho para la Vida
Algunas veces, mirando la historia evolutiva de la vida, uno tiende a pensar que, de todas las estructuras complejas producidas por la biología terrestre (es lo único que conocemos), ninguna es más importante que el cerebro, el más complejo de todos los órganos. Lo que nos lleva a plantearnos una pregunta: ¿Son los cerebros sólo accidentes aleatorios de la evolución, o son los un evitables productos derivados de un proceso de complejificación que sigue unas leyes? Una hipótesis muy generalizada es que si surge la vida en otros planetas, ésta tendrá un desarrollo muy similar al de la vida en nuestro planeta, la Tierra. Los defensores de SETI, la búsqueda de inteligencia extraterrestre, argumentan que en el curso de miles de años la vida extraterrestre se hará más compleja para formar plantas y animales, y finalmente descubrirá su cognición y la inteligencia, como sucedió aquí. Eso en los planetas que estén en evolución y, en otros, evolucionados como la Tierra, la vida ya estará presente.
Hablamos del cerebro humano por ser el “desconocido” mejor conocido, muchas son las inteligencias que están presentes en nuestrto planeta y que, no hemos podido llegar a conocer. De algunos animales, podemos haber vislumbrado alguna clase de inteligencia y, si me apuran, hasta de sentimientos pero, lo que se dice conocer lo que se puede fraguar en sus cerebros…, es una gran incognita para nosotros que, somos los seres predominantes en el planeta y, además de ser conscientes hemos llegado a presentir que tenemos “Alma”, algo tan complejo que, siendo portadora de los sentimientos y los pensamientos, es, sin embargo, inmaterial y etérea. Eso que llamamos Alma es en realidad la sabiduría, la que nos lleve a comprender sobre las cosas, sobre el mundo, sobre el Universo y, también sobre la misma condición humana. Es el símbolo de nuestra evolución, es la Mente que trasciende lo material y entra en otro espacio-tiempo que, todavía, no hemos podido comprender. No pocas veces hemos oído decir: “Sólo utilizamos el diez por ciento de nuestro cerebro”, lo cierto es que utilizamos el cien por cient pero, lo que realmente queremos decir es que, hasta el momento, sólo hemos desarrollado el diez por ciento del total. ¡Qué seremos cuando podamos utilizar el cien por cien totalmente desarrollado?
El cerebro es de una complejidad tal que, no hemos podido llegar a comprender toda su grandeza, y, sabemos que rige todo lo que acontece en nuestros cuerpos, desde él se emiten las ordenes necesarias para hacer los precisos movimientos, para hablar o correr, o, en otros casos, para pensar y generar pensamientos y…
También sentimientos que, en realidad y a través del Amor y la Familia, es el verdadero motor que mueve el mundo en el que vivimos, es el mayor incentivo que tenemos para luchar y seguir adelante en la dura batalla que, la Naturaleza y la Vida, nos plantea cada día.
Decíamos que en otros planetas (al menos en una fracción de todos los planetas presentes en las galaxias), también habrá surgido y evolucionado la vida inteligente que, como la nuestra, habrá avanzado y desarrollado su propia tecnología, e incluso algunas de esas comunidades tecnológicos pueden estar en este preciso momento tratando (como hacemos nosotros) de entrar en contacto con nosotros y con otras inteligencias dispersas a lo largo y a lo ancho del vasto Universo. Así pues, los investigadores de SETI suscriben generalmente la idea de la escala de progreso, al aceptar que no sólo la vida, sino también la mente, están en cierto sentido predestinadas a aparecer en el universo.
Será por imaginar, cualquier cosa podría ser posible pero, lo más probable es que los cerebros alinígenes sean parecidos a los nuestros si son de configuración humanoides sus portadores. En otras especies, cualquier cosa que nos podamos imaginar sería posible.
Así, el recipiente puede ser diferente pero, el cerebro portador de la mente, será parecido o similar al nuestro y se regirá por los mismos parámetros y funciones. Un inmenso entramado de neuronas y cogniciones que reciben, controlan y envían información que procesa para conocer el mundo exterior y comprender, su lugar en el Cosmos.
La Mente está con nosotros, es la compañera del cerebro, Se genera a partir del entramado sin fin neuronal
Claro que, este punto de vista, aunque dominante, esconde de nuevo una hipótesis enorme acerca de la naturaleza del Universo. Significa aceptar, de hecho, que las leyes de la naturaleza están “amañadas” no sólo a favor de la complejidad, o sólo a favor de la vida, sino también a favor de la Mente. Dicho de otra manera, creo que la Naturaleza misma es MENTE, de otra manera a mí me resulta muy difícil comprender que la mente no esté inscrita de una forma fundamental en esas leyes naturales que todo lo rigen y hacen que las cosas ocurran como vemos que pasan. Es ,así, altamente significativo, por supuesto, que los productos de la tendencia de complejificación de la naturaleza -seres inteligentes como el Homo Sapiens- sean capaces de entender las propias leyes que han dado lugar al “entendimiento” si, esos sujetos, fueran totalmente ajenos a ella.
En cierta manera, tales pensamientos son visiones inspiradoras. Pero, ¿es verosímil? ¿Podemos que creer que el universo no sólo es bio-amigable, sino también mente-amigable. ¿Son tantos los mundos que, como la Tierra, tendrán las condiciones precisas para la vida? y, ¿Será la vida, toda la vida del Universo, basada, como la de la Tierra en el Carbono?
Claro que, en este apartado del saber humano, son muchas las versiones que, a lo largo de nuestra historia han sido vertidas. En 1964, el biólogo George Simpson escribió un artículo escéptico titulado “Sobre la no predominancia de los humanoides”, en el que relataba la futilidad de la búsqueda de vida extraterrestre avanzada. Lo calificaba como “una apuesta contra las probabilidades más adversas de la historia”. Señalando que los seres humanos son el producto de innumerables incidentes históricos especiales, concluía:
Este es el Robot Humanoide más avanzado del mundo ¿Lo encontraremos por ahí fuera también?
“La hipótesis hecha tan abiertamente por astrónomos, físicos y algunos bioquímicos, según la cual una vez que la vida se pone en marcha en alguna parte, los humanoides aparecerán final e inevitablemente, es lisa y llanamente falsa”. En un famoso debate con el defensor de SETI Carl Sagan, el Biólogo Ernst Mayr se hacía eco del escepticismo de Simpson: “En la Tierra entre millones de linajes u organismos y quizá 50.000 millones de sucesos de especiación, sólo uno condujo a una alta inteligencia; eso me hace creer en su completa improbabilidad”.
En todas sus regiones encontramos las mismas cosas
Claro que el hombre, cuando pronunció esas palabras, no pensaba en el hecho cierto de que, el Universo, es igual en todas partes y en todas sus regiones rigen las mismas leyes. Existen miles de millones de planetas como la Tierra, con las condiciones ideales para que surja en ellos en la vida (y, de hecho, así habrá pasado), no podemos creer que somos algo especial y único, en el universo son más de cien mil millones de galaxias, mucho más abundante es el número de estrellas y, no digamos de mundos… ¿Por qué no sería también de la misma manera con seres inteligentes?
Cuando podamos visitarlos ¿sabremos algún día como son?
¿De qué manera podría ser la vida en otros mundos? De haberla, podría ser ¡de tantas maneras! que no debemos descartar aquella que teniendo la condición de vida, incluso esté fuera de nuestro alcance de visión y, estando a nuestro lado, sea totalmente ajena a nuestros sentidos. Las formas que la vida pueda tomar (aquí mismo en la Tierra somos testigos), son de múltiples facetas, de diversas maneras y, hasta desconocidas. ¿Quién conoce a todos los seres vivos que conviven con nosotros en el Tierra?
La Inteligencia está presente en más lugares de los que podemos imaginar
El especialista Jay Gould denuncia análogamente la idea de que la vida está destinada a producir mente. Imaginemos, dice él, que una catástrofe barriera toda la vida avanzada sobre la Tierra, dejando sólo microbios. Si se repitiera el drama evolutivo, ¿Qué sucedería? ¿Cabría esperar una pauta de desarrollo básicamente similar, en la que volverían a emerger peses, vertebrados, mamíferos, reptiles y bípedos inteligentes? Nada de eso, concluye él. La historia de la vida sobre la Tierra es una loteria gigantesca, con muchos más perdedores que ganadores.
Muchas formas de vida pasada, ya no están aquí con nosotros. De hecho, sólo el 1% de las especies que han poblado la Tierra viven actualmente y, tenemos que tener claro que, la única manera de evolucionar es mutar, sin mutaciones no hay evolución, dado que la dinámica del planeta es cambiante y nos exige una adaptación, aunque a lo largo de miles de años, nosotros y otros seres vivos mutan para sobrevivir.
La vida contiene tantos accidentes del destino, tantas carambolas arbitrarias que la pauta de cambio es esencialmente aleatoria. Los millones de pasos fortuitos que construyen nuestra propia historia evolutiva nunca sucederían por segunda vez, ni siquiera en lineas generales. La historia recorrería “otro camino” , de modo que, “la enorme mayoría de las repeticiones nunca produciría…una criatura con autoconsciencia… La probabilidad de que este escenario alternativo (por ejemplo, repetición) contenga algo remotamente parecido a un ser humano debe ser prácticamente nula”.
Claro que, las Posibilidades de vida en otros planetas es grande
Si eso fuera así (que lo podría ser, ningún dato tenemos a favor de lo contrario), ¿Qué seres surgirían a la vida? o, quizás, no surgiera ninguno. Es difícil refutar la lógica del argumento de Simpson y Gould. Si la evolución no es otra cosa que una lotería, una caminata de borracho, entonces hay pocas razones por las que la vida debiera ir más allá del nivel de los microbios, ninguna expectativa que avanzara obligatoriamente hacia la inteligencia, el cerebro, la conciencia y al “Alma” y, mucho menos, que pudiera desarrollar características humanoides. Nos veríamos entonces obligados a coincidir con la melancólica conclusión de Monod: “El hombre sabe que finalmente está solo en la inmensidad del universo, del que ha emergido sólo por azar”. Sólo si hay más que azar en ello, , sólo si la Naturaleza tiene un sesgo ingeniosamente incorporado hacia la vida y la muerte, esperaríamos ver repetido en otros mundos, lo que con la vida ocurrió en el nuestro.
La búsqueda de la vida en otros lugares del Universo es, por consiguiente, el terreno de prueba para dos visiones del mundo diametralmente opuestas. Por una parte, está la ciencia ortodoxa, con su filosofía nihilista del universo sin sentido, leyes impersonales carentes de finalidad, un cosmos en el que la vida y la mente, la ciencia y el arte, la esperanza y el miedo son sólo embellecimientos accidentales y casuales en un tapiz de corrupción cósmica irreversible.
Creo que todo lo que podamos imaginar… será menos que la realidad que ahí fuera nos podemos encontrar cuando, de verdad, salgamos al espacio. Existen mundos que reciben la luz y el calor de enanas rojas ¿Cómo serán sus posibles habitantes?
Por otra parte, hay una versión alternativa innegablemente romántica, pero posiblemente cierta de todas formas, la visión de un universo auto-organizador y auto-complejificador, gobernado por leyes ingeniosas que animan a la materia para que ésta alcance una evolución predeterminada que la lleva hacia la consciencia y la mente. Un Universo en el que la emergencia de seres pensantes sería una parte fundamental e integral del esquema global de las cosas. Es decir, un Universo en el que no estamos solos y en el que, esa misma complejidad de la que hablamos, nos lleva a través de la mutación hacia la evolución necesaria para la adaptación al ritmo que el Universo nos marca.
También está la materia inanimada ausente de vida
Particularmente me quedo con la segunda opción. De no ser así, si el Universo nos trajo por razones fortuitas y sólo se debe al azar nuestra presencia aquí, entonces, ¿para qué tantos mundos?, ¿para qué tanto sufrimiento y dolor?, ¿para qué, en definitiva, tanto Amor y sacrificio? ¡Sería todo un sinsentido tan grande!
emilio silvera
PD. Doy las gracias a Paul Davies por escribir “El Quinto Milagro”, de cuyas páginas pude sacar algunas de estas ideas.
el 23 de septiembre del 2017 a las 6:09
A pesar de nosotros mismos (Donald Trump y Putin, por ejemplo -también el irresponsable coreano-), nadie podrá parar que lleguemos a nuestro destino que está, muy lejos de nuestra cuna, la Tierra que nos vio nacer. Los avances son imparables, los pensamientos avanzan hacia otros mundos, otras regiones del Universo en las que, en el futuro, podremos desarrollar todos nuestros potenciales. Sólo hemos comenzado, estamos dando ahora, los primeros pasos de un largo camino que nos queda por andar.
Según las leyes de la Naturaleza, el tiempo que nos queda para poder disfrutar nuestro planeta madre, aunque es largo, en el contexto temporal de un Universo inconmensurable, es sólo un instante. Para nuestra medida del Tiempo, es posible, que tengamos más que suficiente para prepararnos para lo que se nos avecina.
La Tierra “morirá” cuando el Sol, agotado su combustible nuclear de fusión, se agigante hacia la estrella roja que será, y, seguidamente, arrojará sus capas exteriores al Espacio interestelar para formar una Nebulosa planetaria de bonita figura, la masa del Sol, en su mayor parte, en ausencia de la fusión nuclear que la hacia expandirse, quedará a merced de la Fuerza de Gravedad y, la ingente masa, se contraerá más y más hasta convertir nuestro Sol de 1.500 km de diámetro, en una enana blanca de sólo 30 km de diámetro, una gran densidad.
La gigante roja habrá engullido al planeta Mercurio y a Venus, seguramente quedará rosando la Tierra que, inmersa en esas grandes temperaturas verá como sus mares y océanos se evaporarán, y, la vida, tal como la conocemos, no será posible a partir de esos momentos.
La Humanidad, nosotros, habremos tenido Tiempo más que suficiente para preparar nuestra escalada ocupacional de otros planetas que, como antes la Tierra, nos de cobijo, son muchos los planetas que tienen un habitats confortable para nosotros, y, para aquel entonces del futuro, estaremos preparados para situarnos en ellos.
Como nada es Eterno, el Sol no lo será y la Tierra tampoco, y, como la Humanidad (no pocas veces) a pesar de ella sabe pensar, para cuando ese tiempo llegue, estaremos preparados y la especie pervivirá.
En ese sentido quizás sí, seamos una especie privilegiado o elegida… ¿Quién sabe?
el 23 de septiembre del 2017 a las 23:04
Hola muchachada.
No comparto tampoco que el decurso evolutivo de la Vida sea tan aleatorio, una “lotería”.
Este especialista, Gould, parece obviar que ya hubieron varias extinciones masivas y que la Vida salió airosa desarrollando su diversidad desde las especies sobrevivientes. Incluso el género homo se desarrolló en múltiples ramas, algunas de las cuales alcanzaron un nivel de inteligencia similar a la nuestra antes de extinguirse.
Parece evidente que hay una relación progresiva y bastante proporcional entre el grado de complejidad biológica y el nivel de inteligencia. Toda la Vida actual con toda su diversidad procede de un ancestro común universal (LUCA), por lo que en la hipótesis que plantea (extinción masiva en la que sobrevivieran sólo microbios) es muy posible que volviera a “crecer” el Árbol de la Vida, probablemente con otras formas, que la adaptación al medio y otras variables irían determinando. Y sería cuestión de tiempo que la Vida alcanzara formas desarrolladas e inteligentes, tal vez con características inimaginables y tal vez, porqué no, superiores a las actuales.
Un Abrazo.
el 24 de septiembre del 2017 a las 4:53
Amigo Nelson, así, posiblemente, sería el devenir de la vida en nuestro mundo que, en los miles de millones de años que le quedan con la posibilidad de contener la vida, en las formas que, en cada momento se requiera para que pueda existir, ya que, como bien apuntas, es la adaptación al medio la que marcará en cada momento esas formas y maneras que, pocas dudas nos pueden caber, en algún tiempo futuro podrían alcanzar cotas superiores a las actuales. Creo que lo principal y más importante es que, en el Universo, están presentes los materiales que lo hacen posible, esos elementos creados durante miles de millones de años en las estrellas y que, como todo lo demás, se moldea y adapta a las condiciones reinantes, como se ha demostrado en moléculas encontradas en las grandes nebulosas que, son los ingredientes primordiales para la vida.
Un abrazo.
el 24 de septiembre del 2017 a las 5:04
Por otra parte, amigo Nelson, llevas toda la razón cuando apuntas a la posibilidad de que, la Vida, en el futuro pueda tener un nivel más alto de inteligencia, toda vez que, a medida que alcanzamos nuevos conocimientos también vamos descubriendo la manera de alargar nuestra existencia aquí y de luchar contra los problemas que se van presentando incluidos los naturales.
A veces, mis pensamientos van más lejos y, al pensar que somos pura luz, pudiera ser que, los seres inteligentes del futuro también, volviendo a los orígenes, pudieran ser luminosos y hasta poder prescindir del cuerpo mortal… ¿Quién sabe lo que está por venir?
Dicen que el Universo y la vida es mucho más de lo que podamos imaginar. ¿Qué sabemos nosotros?