Ene
14
¡El Universo! Esa Historia Interminable
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (2)
Algunas escenas de 2001 Una Odisea del Espacio, son inolvidables
Quizás lo más recordado de esta película sea su banda sonora, donde aparece esa magnífica composición titulada Así habló Zaratustra de Richard Strauss. Los acordes rotundos se van escuchando mientras un supuesto precursor del homo sapiens aprende a manejar un hueso, golpeándolo violentamente contra otros huesos esparcidos por el suelo. Entre tanto, la escena está siendo contemplada por un misterioso monolito que ha venido de no se sabe dónde y que se convierte después en el núcleo de la película.
El monolito negro y enigmático aparece en ese momento en que comienza el despertar de la raza humana. Resulta ser una especie de guía, un instructor, un objeto cuya presencia es el punto de partida del desarrollo del hombre. No se sabe quién lo colocó allí, pero evidentemente se trata de una inteligencia superior que quiere que el ser humano evolucione, y que en esas épocas de fragilidad para la especie humana viene a ayudar en el desarrollo de destrezas inteligentes que permitirán a los homínidos tomar ventaja frente al ecosistema y las demás especies competidoras.
Desde entonces, desde que esta posible escena fue el presente de la Tierra, los movimientos de los cuerpos celestes se han registrado, anotado y comentados en una variedad infinita de maneras, pero la serie continua de observaciones astronómicas ha sido consecuente a través de las distintas culturas que, siempre buscaban el por qué de las cosas y, debido a ello, un día se preguntaron quiénes eran y qué hacían aquí.
Pero, por su curiosidad, volvamos al monolito que aquellos monos miraban asombrados sin llegar a comprender su significado:
Una curiosa, y quizás poco importante, característica del bloque, había provocado discusiones interminables. El monolito tenía 11 pies de alto, y 1¼ por 5 pies en su sección transversal. Cuando sus dimensiones se midieron con gran cuidado, se descubrió que estaban en la proporción exacta 1 – 4 – 9, los cuadrados de los tres primeros números enteros. Nadie podía sugerir ninguna explicación convincente para esto, pero difícilmente podía ser una coincidencia, porque las proporciones se mantenían hasta los límites de la precisión de las medidas. Era humillante pensar que toda la tecnología terrestre no era capaz de dar forma a un bloque, aunque fuera inerte, de ningún material, con tan fantástico grado de precisión. A su forma, esta pasiva pero casi arrogante muestra de perfección geométrica era tan impresionante como cualquiera de los demás atributos del monolito.
Así, pues, cada uno de los bloques es un ortoedro perfecto con unas dimensiones exactas. Si consideramos el ancho como 1 unidad, el largo serían 4 unidades y el alto 9 unidades, es decir, sus dimensiones son proporcionales a los números 1, 4 y 9.
Ene
14
Simples pensamientos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Hacia el futuro ~ Comments (0)
¡Física! Compendio de profundos pensamientos que nos hablan…¡de tantas cosas!
Habitualmente aceptamos que la física es la ciencia que estudia la estructura y propiedades de la materia y la energía, las formas de existencia de las mismas en el espacio y el tiempo, así como las leyes de rigen sus interacciones. En este definición no hay limitaciones precisas entre la naturaleza viviente e inanimada, y aunque ello no implica la reducción de todas las ciencias a la física, se deduce que las bases teóricas finales de cualquier dominio de las ciencias naturales tienen una naturaleza física. También se acepta que la biología es la ciencia que trata sobre la naturaleza viviente, incluyendo los aspectos morfológicos, fisiológicos y moleculares.
Nuestro entorno está conformado por seres u organismos vivientes, así como por materia inanimada. Los seres vivos lo componen las miles de especies de plantas y animales que existen en nuestro mundo. La materia inanimada o inerte es todo aquello que no tiene vida: el viento, las rocas, el agua, el suelo, etc. Los seres vivos pasan por un ciclo de vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren. La materia inerte no tiene este proceso, aunque puede transformarse. Entre los seres vivientes y la materia inanimada existen grandes diferencias que los distinguen.
“Los seres vivos: son aquellos que tienen vida, nacen, crecen, se reproducen y mueren; Ejemplo: seres humanos, animales y plantas. La materia inerte: es aquella cosa que no tienen vida, es decir no nacen, no se alimentan, es el caso de las rocas, agua, juguetes, entre otros.”
Al ser ésta mucho más compleja que la inerte, la metodología utilizada para establecer los fundamentos de los fenómenos biológicos y sus leyes es, en general, bastante diferente a la utilizada para el estudio de los fenómenos físicos. Podríamos decir que la física biológica, o biofísica, es la física de los procesos biológicos estudiados a todos los niveles, comenzando por las moléculas y las células y terminando por la biosfera en su conjunto.
Ene
14
DOS MUNDOS
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
En el Universo existen mundos que se suponen habitados, o no, que conforman las infinitas Galaxias, y que se perciben a través de nuestro sentido visual, y que aún con los lentes de los más poderosos telescopios nos demuestran que esas fulgurantes estrellas, muchas que pueden ser soles, se encuentran a distancias inconmensurables, sin límites que puedan
indicar un final en el espacio y en el tiempo.
El mundo de las formas
“El cuerpo etérico, un nombre dado por la neo-Teosofía a un cuerpo vital o cuerpo sutil, propuesto en filosofías esotéricas como la primera o más baja capa en el “campo de energía humano” o aura. Se dice que está en contacto inmediato con el cuerpo físico, para sostenerlo y conectar él con los cuerpos más “elevados”.
Pero…en nuestro planeta Tierra, donde vivimos los seres humanos, podemos imaginar, razonar y percibir, la existencia de dos mundos, a los que llamaríamos, el mundo de la forma y el mundo de la idea. El mundo de la forma sería todo lo que se refiere a la composición de las estructuras materiales del planeta, es decir, a este inmenso “hogar” que se nos ha asignado para nuestra temporal habitación, donde existimos transitando por distintos caminos, algunos con diferentes anfractuosidades. Dentro de nuestro planeta se encuentran también las ondas electromagnéticas, elementos sutiles no perceptibles a simple vista y que llegan a conformar ese mundo etérico, en el que viven, y se agitan, y se interpretan, y vuelan con la rapidez espantosa de la luz, esos mensajeros invisibles y fidelísimos de nuestros pensamientos, mundo que se hace tangible a nuestros sentidos de la vista y del oído, por medios tecnológicos.
En los cerebros humanos la ciencia ha estudiado los procesos llamados creativos, y han logrado establecer que existen dos cerebros en cada individuo, uno “que hace nuestro trabajo”, y el otro que se encarga de generar ideas creativas.
¿Es igual el cerebro de una persona creativa que de otra que no lo es? ¿
La capacidad de generar ideas creativas
Ya Platón fue el primero en postular que había dos distintos aspectos en la mente humana. Uno era la parte racional del ser, el otro la parte intuitiva. Si al mundo en que habitamos lo consideramos material, el otro Universo es el de las ideas, y lo llamamos así porque los pensamientos comprenden campos infinitos que no poseen límites. Sabemos que en el cerebro se imprimen las ideas.
Cuando se genera una idea se encienden los puntos del cerebro que la transportan para que salgan al mundo. Son señales fugaces que no siempre se pueden retener, y, a veces, pasan y se van antes de que las podamos atrapar para exponerlas
¿Dónde se generan las ideas que recibe la mente y vuelca al cerebro? ¿Quién se encarga de generar las llamadas ideas creativas? No será, como decía Platón que se encarga de ello la parte intuitiva? Pero, la intuición, de donde proviene para la formulación de las ideas? He allí lo que muchos creen en un misterio insondable. Pues bien, ese misterio ha sido develado por las Ciencias del Espíritu. De allí emanan como torrentes intangibles todas las ideas.
¿Crees que somos solo cuerpos físicos en los que funciona una conciencia, o si tenemos una parte etérea llamada alma o espíritu? Intuimos que está ahí. Sin embargo la Ciencia no tiene una respuesta, esa verdad trascendente está lejos de su alcance
Es el Espíritu, o Alma, o Yo, o Individualidad, que la Creación Divina ha gestado en la formación de todos los seres. Dos mundos, el de la Forma y el de la Idea. Dos aspectos, el material y el espiritual, se entrelazan para llevarnos por el sendero que conduce en una curva evolutiva, a la eternidad del devenir humano.
Dante Pracilio