Siempre estamos hablando de que llevamos varias décadas buscando la vida en otros mundos sin resultado alguno, y, el Proyecto SETI ha destinado grandes medios tecnológicos y de material humano a lograrlo, sin que, hasta la fecha, se haya tenido el resultado que se esperaba por el enorme despliegue realizado para alcanzar el éxito.
Que existen mundos situados en las zonas habitables es un hecho
Ya sabemos (más bien podemos deducir) que seguramente hay vida más allá de la Tierra. La pregunta ahora es cómo hacemos para dar con ella y encontrarla entre las miles de estrellas y planetas que nos rodean.
Creer que estamos solos en tan inconmensurable Universo… ¡Sería un gran error!
El problema estriba en que los mundos que deben tener algunas formas de vida sobre su superficie, y sus océanos, están situados a distancias inalcanzables para nosotros. Y, solo nos podemos vales de Telescopios y otros aparatos de altas tecnologías para tratar de descubrir la existencia de vida en otros mundos.
Lo que nadie ha tenido en cuenta es el hecho cierto de que, la fracción del Espacio que ha sido estudiada en la búsqueda de vida extraterrestre, es ínfima, la que se podría comparar a una piscina olímpica con el océano pacífico.
De todas las maneras, ese día llegará. ¡El primer contacto! Y, dicho sea de paso, me gustaría que los visitantes fuésemos nosotros.
Así están buscando los científicos vida extraterrestre
Su despacho de la planta 17 del Edificio 54 del MIT, Sara Seager está todo lo cerca del espacio que se puede estar en Cambridge, Massachusetts. Desde su ventana alcanza a ver, por un lado, el centro de Boston en la otra orilla del río Charles, y por el otro, el campo de béisbol Fenway Park. Dentro, su perspectiva se extiende hasta la Vía Láctea y más allá.
Seager tiene 47 años y es astrofísica. Su especialidad son los exoplanetas, es decir, todos los planetas del universo excepto los que giran alrededor de nuestro Sol. En una pizarra ha apuntado la ecuación que ideó para calcular la probabilidad de detectar vida en un exoplaneta. Bajo otra pizarra repleta de ecuaciones se acumula un tesoro de recuerdos, entre ellos un frasquito que contiene una especie de esquirlas negras y brillantes.” Es una roca que fundimos”, apunta.
Supertierras ardientes
Me explica que existen unos planetas, conocidos como supertierras calientes, tan cercanos a sus respectivas estrellas que en ellos un año dura menos de un día. «Son planetas tan calientes que probablemente contienen lagos de lava gigantescos», dice. De ahí la roca que fundieron. “Queríamos testar la luminosidad de la lava”.
Cuando Seager empezó sus estudios de posgrado a mediados de los años noventa, no sabíamos que algunos planetas orbitan alrededor de sus estrellas en cuestión de horas y que otros tardan casi un millón de años en hacerlo. Ni que hay planetas que giran alrededor de dos estrellas y planetas errantes que no orbitan en torno a ninguna y vagan por el espacio. De hecho, ni siquiera sabíamos con seguridad que existiesen otros planetas más allá de nuestro sistema solar, y muchas de las cosas que suponíamos ciertas sobre los planetas resultaron ser falsas. El primer exoplaneta que se descubrió –51 Pegasi b, en 1995– fue en sí mismo una sorpresa: un planeta gigante muy pegado a su estrella, a la que orbitaba en tan solo cuatro días. “Con lo del 51 Peg ya debimos comprender que esto iba a traer sorpresa tras sorpresa –dice Seager–. Ese planeta no debería estar ahí”.
Hoy hemos constatado la existencia de unos 4.000 exoplanetas, pero todavía no tenemos manera de saber si alguno de ellos puede albergar vida.
Hoy hemos constatado la existencia de unos 4.000 exoplanetas. La mayoría fueron descubiertos por el telescopio espacial Kepler, lanzado en 2009. La misión del Kepler era averiguar cuántos planetas podía encontrar orbitando alrededor de unas 150.000 estrellas dentro de una zona minúscula del firmamento. Pero su objetivo último era averiguar si los entornos en los que podría surgir vida abundan en el universo o por el contrario son sumamente excepcionales, lo que significaría que en la práctica no tenemos la menor esperanza de llegar a saber si existe otro mundo con vida.
¿Cuántos planetas pueden tener vida?
La respuesta del Kepler fue categórica. Hay más planetas que estrellas, y como mínimo una cuarta parte de ellos son planetas del tamaño de la Tierra que se mueven en la llamada zona habitable de sus respectivas estrellas, donde no hace ni demasiado calor ni demasiado frío para que exista vida. Con un mínimo de 100.000 millones de estrellas en la Vía Láctea, solo en nuestra galaxia hay al menos 25.000 millones de entornos en los que resulta concebible que pudiese existir vida. Y como nuestra galaxia, hay billones más.
No es de extrañar que el Kepler, que se quedó sin combustible el pasado mes de octubre, sea venerado por los astrónomos. Ha cambiado nuestra manera de enfocar uno de los grandes misterios de la existencia. La pregunta ya no es si existe vida fuera de la Tierra. Es casi seguro que la hay. Ahora la pregunta es: ¿Cómo damos con ella?
Es raro el día que no surge algún nuevo planeta que parece tener las condiciones aptas para albergar la vida. En el Video de arriba nos hablan de K2-18B, que al parecer podría ser idóneo para ello.
emilio silvera