Feb
5
Sí, todo cambia pero…, ¡algunos pensamientos perduran!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Naturaleza misteriosa ~ Comments (1)
Nos empeñamos en recordar a nuestra amada que se fue para siempre ¿Es que ahí se acabó nuestra Vida?
No es poder recordar, sino todo lo contrario, la condición necesaria para nuestra existencia en paz. Si el recuerdo es de la amada que se fue, tendremos la tristeza. Si el recuerdo nos trae momentos amargos, tendremos dolor. Pero, si podemos olvidar, retomaremos una vida en paz. Sin embargo, y, a pesar de todo, yo prefiero el dolor que me trae ese recuerdo, de otra manera, ¿Qué vida sería la mía? No sería mi vida. ¡La Vida! amigos míos, no se nos ha regalado, la vida la tenemos que pagar…¡De tantas maneras! Y, los recuerdos, si son los nuestros, con nosotros tienen que estar para siempre.
Más de siete mil millones de criaturas y ninguna es igual a otra
Siempre será de la misma manera. A pesar de nuestras similitudes, ninguno de nosotros seremos nunca exactamente igual a otro. Con los mundos pasa otro tanto de lo mismo, serán parecidos, coincidirán en muchos de sus parámetros pero, siempre tendrán detalles grandes o pequeños que los diferenciaran a los unos de los otros.
Creo que, lo único que podemos decir que son iguales, está situado en el mundo microscópico de las partículas: dos protones son exactos al igual que dos electrones o dos Quarks dowm. Ni las Nebulosas ni las Galaxias son nunca de la misma manera aunque ambas, puedan contener los mismos elementos.
El cambio es un desafío. Vivimos en el período de mayor velocidad del movimiento de la historia humana. El mundo que nos rodea está impulsado por fuerzas que hace nuestras vidas cada vez más sensibles a cambios pequeños y respuestas repentinas. El desarrollo de Internet y los tentáculos de la Red Mundial nos ponen inmediatamente en contacto con ordenadores y con sus propietarios en cualquier parte del mundo. Los riesgos del progreso industrial desenfrenado han provocado daños ecológicos y cambios medioambientales de los que no tenemos idea de qué repercusión futura tendrá en el devenir del planeta y, de nosotros mismos. Todo está sucediendo a una velocidad que, a veces, parece que se nos puede escapar de entre los dedos de la mano, sin que nada podamos hacer por frenar tal desvarío.
Los ecosistemas no permanecen si no se cuidan
Todo parece diferente. Hasta los niños parecen crecer antes y, son más listos a edades más tempranas, ¿dónde quedó aquella candidez de los niños? Ellos, ahora no te hacen preguntas, te corrigen. Los políticos, para ir a la velocidad de los tiempos, cambian de signo y de alineaciones políticas que hoy es una y mañana otra dependiente de sus intereses partículas (nunca de los generales que, en realidad, les importa un pito). Incluso los seres humanos y la información que llevan incorporada se enfrentan a la intervención editorial que supone la ambiciosa cirugía de sustitución o la re-programación de parte de nuestro código genético. Muchas formas de progreso se están acelerando y cada vez más fragmentos de nuestra experiencia se han entrelazado con el afán de explorar todo lo que sea posible.
Los cambios climáticos son intrínsecos del planeta que se recicla de distintas maneras
En el mundo de la exploración científica, reconocer el impacto de cambio no es tan nuevo. Hacia finales del s. XIX se había llegado a saber que hubo un tiempo en que la Tierra y nuestro Sistema Solar no existían; que la especie humana debía haber cambiado en apariencia y en el promedio de su capacidad mental a lo largo de enormes períodos de tiempo; y que, en cierto sentido, amplio y general, el Universo debería estar degradándose, haciéndose un lugar menos hospitalario y ordenado. Durante el s. XX hemos revestido de “carne” esta imagen esquelética de un Universo cambiante.
Tectónica de placas
Crean cadenas montañosas
Terremotos y Tsunamis
Erupciones volcánicas
El clima y la topografía de nuestro planeta varían continuamente, como las especies que viven en él. Y lo más espectacular, hemos descubierto que todo el Universo de estrellas y galaxias está en un estado de cambio dinámico, en el que grandes cúmulos de galaxias se alejan unos de otros hacia un futuro que será diferente del presente.
Las galaxias se alejan unas de otras con una tasa constante, también tienen pequeñas velocidades adicionales llamadas “velocidades peculiares” que les permite a las galaxias moverse lateralmente a la expansión principal. En los llamados grupos locales, en los que las galaxias están más juntas, la Gravedad les impide expandirse y, al contrario de lo que ocurre para lo general, aquí se produce lo contrario, toda vez que cada vez están más cerca por la fuerza de atracción que tiende a unirlas.
Hemos empezado a darnos cuenta de que vivimos en un tiempo prestado. Los sucesos astronómicos catastróficos son comunes; los mundos colisionan, legiones de asteroides cercan las inmediaciones de nuestro planeta, así han sido descubiertos por la NASA. Tenemos las huellas del pasado en el que, la Tierra, recibió muchas visitas exteriores en las que, no siempre salieron bien paradas las especies que en aquel momento estaban presente. Un día de estos, nuestra suerte cambiará, se acabará;el escudo que tan fortuitamente nos proporciona el enorme planeta Júpiter, que guarda los confines exteriores del Sistema Solar, no será suficiente para salvarnos.
Sagitaria A es el Agujero Negro que “vive” en el Centro de la Galaxia
Al final, incluso nuestro Sol morirá. Nuestra Vía Láctea será engullida por un enorme agujero negro central que, en Sagitario A, cada día se hace mayor. La vida, tal como la conocemos terminará. Los supervivientes tendrán que haber cambiado su forma, sus hogares y su Naturaleza en tal medida que nos costaría llamar “vida” según nuestros criterios actuales, a su existencia prolongada. Todo cambia, nada permanece y, nosotros, si queremos seguir viviendo, debemos adaptarnos a lo que vendrá y, como todo, debemos cambias. ¿Y, nuestros recuerdos?
La llegada de un peligroso imprevisto, nos pone contra las cuerdas
Hemos reconocido los secretos simples del Caos y de la Impredecibilidad que asedian tantas partes del mundo que nos rodea. Entendemos que nuestro clima es cambiante pero no podemos predecir los cambios. Hemos apreciado las similitudes entre complejidades como ésta y las que emergen de los sistemas de interacción humana -Sociedades, economías, ecosistemas- y, también algo hemos podido aprender del interior de la propia mente humana. Sin embargo y a pesar de todos esos conocimientos acumulados, no son aún lo suficientemente amplios como para poder decir que sabemos, nuestro ignorancia es grande y, a pesar de todas las cosas grandes que hemos podido realizar, dentro de nosotros está presente esa parte oscura, ancestral y salvaje que nos aparta de lo racional. ¡Mirémos lo que ahora mismo pasa en el mundo!
Si miramos esta misma Nebulosa dentro de algunos miles de años, podremos contemplar que todo ha cambiado, no parecerá la misma. Ahí habrán surgido semilleros de nuevas estrellas, se habrán creado nuevos mundos en otros tantos nuevos sistemas planetarios. También habrán podido formarse moléculas esenciales para la vida.
Lo cierto es que todo cambia y nada permanece y hasta algunos recuerdos se esfuman en nuestras mentes pero, hay algunos… ¡Imperecederos! Y, menos mal, eso nos hace más humanos.
Lo cierto es que, estamos en un Universo dinámico y cambiante
Todas estas sorprendes complejidades tratan de convencernos de que el mundo, es como una montaña rusa desbocada, rodando y dando bandazos; que todo lo que una vez se ha tenido por cierto podría ser derrotado algún día. Algunos incluso ven semejante perspectiva como una razón para sospechar de la Ciencia, como si produjera unos efectos corrosivos sobre los fundamentos de la Naturaleza humana y de la certeza, como si la construcción del Universo físico y el vasto esquema de las Leyes debiera haberse establecido pensando en nuestra fragilidad psicológica.
Pero hay un sentido en el que todo este cambio e impredecibilidad es una ilusión. No constituye toda la historia sobre la Naturaleza del Universo. Hay tanto un lado conservador como un lado progresista en la estructura profunda de la realidad. A pesar del cambio incesante y la dinámica del mundo visible, existen aspectos de la fábrica del Universo misteriosos en su inquebrantable constancia, Son esas misteriosas cosas invariables que hacen de nuestro universo el que es y se distingue de los otros que pudiéramos imaginar.
El Cinturón de Orión formado por las estrellas Alnitak, Alnilam y Mintaka
Hay un hilo dorado que teje una continuidad a través del tiempo que siempre acompaña a la Naturaleza en su devenir. Todo eso, nos lleva a esperar que ciertas cosas sean iguales en otros lugares del espacio además de la Tierra, necesitamos tener, al menos, alguna esperanza y, esa igualdad, nos trae la tranquilidad de que, también allí, en aquellos remotos lugares de los confines del Cosmos, tenemos hermanos con los que, algún día podremos estar. Así, las cosas serán las mismas en todas partes y, en todas partes y en otros tiempos, también pudieron pasar las cosas que aquí pasaron; que para algunos casos, ni la historia ni la geografía importan. De hecho, quizás sin un substrato semejante de realidades invariables no podrían haber corrientes superficiales de cambio ni ninguna complejidad de mente y materia.
Si, somos universo, estamos conectados por los hilos invisibles de los pensamientos
Nuestras Mentes, lo mismo que toda la materia del Universo, están estrechamente conectadas con la memoria del “mundo” en el que están inmersos y del que, irremediablemente forman parte. El que cada una de ellas, Mente y Materia, estén en determinados momentos ocupando un estado diferente, no desvirtúa que, de cualquier manera, siguen siendo la misma cosa: Quarks y Leptones que, derivan en pensamientos cuando alcanzan su más alto estadio evolutivo.
¿Y, nuestros recuerdos? Bueno, a pesar de que me puedan causar dolor…¡Yo los quiero! Son parte de mi historia, parte de mí.
emilio silvera
el 5 de febrero del 2024 a las 14:48
Es hasta cierto punto lógico que, acontecimientos dolorosos de nuestras vidas los que queramos enterrar para siempre, que su recuerdo ni se atreva a aparecer por nuestra Mente.
Oros en cambio, como por ejemplo cuando los fines de semana metía a mi mujer y a los niños en el coche y los llevaba al campo, a mi santa esposa, llevaba preparada la comida abundante para todos y las bebidas como agua, refrescos, leche, un poco de cerveza…
Yo me encargaba de la parrilla que ponía a las brasas del fuego que antes había preparado para poder, dejarlos en las brazas y azar la carne de cerdo ibérico comparada al efecto. Además de tortillas de patatas, carne empanada, salchichón, queso, jamón… Alguna fruta y un buen termo de cafe, y, para los chicos algunos dulces de Moguer.
Ellos, desde que llegábamos, corrían y se subían a los árboles, se acercaban al regajo de agua transparente corría entre grande piedras, y, de vexz en cuando, cogían alguna rana o tortuga, se lo pasaban bomba.
¿Cómo olvidar aquellos momentos? _Además, algunos los tengo gravados y, de vez en cuando los veo con cierta nostalgia, ya los niños se hicieron mayores.
Pero (al menos en mi caso), tampoco quiere olvidar sucesos que no fueron tan felices, la muerte de mis padres, el viejo marinero que me contaba mil hisotiras fascinantes, y, mi santa madre toda la vida dedicada a sus cuatro hijos.
Los recuerdo como si de ayer se tratara y, sus caras, están ante mí nítidas y claras como lo estuvieron siempre, de mis dos hermanos fallecidos, tampoco quiero olvidarme, ya que siendo yo el mayor de los hijos, tuve que mirar por ellos hasta que fueron hombres que pudieron valerse por sí mismos.
Todo esto son recuerdos inolvidables, y, habiendo comendo a trabajar de aprendiz a los 9 años, me enseñó la dureza de la vida, que nada se te regala y, si quieres algo tienes que ir a por ello y estar dispuesto a pagar el precio (el sacrificio) que dicho sueño te pueda pedir.
BUeno, no era mi intención constar mi historia que, es larga y dura, y, hasta llegar a la meta tuve que pasar por muchas pruebas que no todos están dispuestos a pasar.
Lo dejaré aquí.
Tambiñen se habla en el trabajo de que estamos qquí un poco de prestado, y, lo cierto es que es la pura realidad: No podemos saber lo que pasará “mañana”, el Futuro es incierto, y hoy puede ser un día luminoso lleno de cosas agradables y, mañana, presentarse un día aciago, lleno de cosas malas.
En realidad somos seres débiles y que tienen un Tiempo efímero para realizar sus sueños en el Tiempo que tenemos asignado en este mundo y, muy pocos lo pueden conseguir.
Así las cosas, quiere tener todos mis recuerdos, sin imporetas si son buenos, o, más o menos agradables, son mis sueños y los quiero.
Por lo demás y siendo consciente de lo poco que aqui podemos estar, simplemente tratar de tener un comportamiento adecuado de respeto a los demás, conseguir lo que necesites a base de trabajo e inteligencia, procurar dar a los tuyos aquello que puedan necesitar, y, al final del camino…
¡Quedarte con la incertidumbre de lo que será de tus seres queridos, ya no estarás aquí para socorrerlos en los apuros!
Pero así resultan ser las cosas.