La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.

 Saludos amigo Emilio.Por diferentes causas…ya sabes los avatares de la vida…pues ya estaba un tiempito sin poder pasar por la maravillosa
“lámpara Mágica” que es tu página…y fijate con lo que me encuentro…El Amor”…ja,ja,ja
¿Quien y como mueve sus hilos?
En libro Negro de Giovanni Papini,que yo no recomiendo,excepto uno de sus “cuentos”.Creo recordar que se llamaba algo así como “El poeta enamorado”.
Un tal Señor Gog un excéntrico  millonario iva comprando ideas,música…lo que el llamaba Arte Extraordinario.
Un día en una ciudad le comentan que tienen un poeta muy especial.
El Señor Gog pregunta:¿Qué tiene de especial un poeta?
Oh…Señor si le escucharais veríais que es algo que no se puede explicar.Cuando habla del Amor…
Bah! No sé que puede tener de extraordinario su historia.Y se marchó sin conocerle.
A lcabo de un par de años tubo que pasar por aquella villa  le vino al recuerdo .
¿Que habrá sido de él?
Pregunto a unos paisanos que encontró cerca de la casa del poeta
-Oigan por favor por aquí no vive un poeta ?
-Vivia,Señor.
-Ha triunfado y se marchó a la capital?
-Oh no Señor,se enamoró y se hizo un poeta extraordinario…pero su amor fue creciendo y paso a enamorarse de todo lo hermoso que le rodeaba y tanto y tanto creció su amor que su enchido pecho no pudo contener su enorme corazón enamorado.Fué muy triste su entierro
No es una historia brillante y como hace mil años que la leí…ja,ja,ja…espero que Papini me perdone.
Moraleja:Pues ponedla vosotros yo no sé ,después de tantos años, que decir 😉
Besoss virtuales para tí y para tod@s

Aunque el amor despierta en todos nosotros unas fuertes sensaciones, que dominan a menudo a la propia mente, ofuscándola y no dejándola ver la realidad; pese a ser el sentimiento por antonomasia y dominar muchos actos del ser humano, debemos de consentir en admitir que en el fondo es solo otra manifestación de la sabia naturaleza, que a través de diferentes compuestos químicos nos “induce” a tener amor por alguien; en el fondo a la naturaleza lo que le importa es la conservación de la especie, y a través de esos compuestos químicos nos obliga a querer a una determinada mujer (Que inconscientemente hemos designado la mejor), con el último y verdadero fin de tener descendencia y asegurar la especie. Lo mismo srve para tener amor por los hijos; pero lo que no me cuadra es el amor homosexual, ya que ahí no creo que valga el “leitmotiv” de la naturaleza; supongo que por eso a veces se designan esos amores como “desviaciones contranatura” (Que conste que no trato de criticar a nadie, solo expongo una opinión).

 Creo que está claro que existen otros tipos de amores no tan primarios e importantes para la vida, pero que no obstante nos producen tanto placeres como dolores; como el amor fraternal, el del amigo, etc.; entonces quizás esos amores sean incluso más puros que el amor a la pareja, ya que entonces la naturaleza no nos obligue tanto en esas circunstancias.

  Es que hasta el amor es bastante complicado…..

Una opinión más calificada:
 
Modo diferente de hablar del Amor
 

Con frecuencia soy invitado a hablar sobre el amor. Siento cierto reparo, porque esta palabra, amor, es una de las más desgastadas de nuestro lenguaje. Y como fenómeno interpersonal, uno de los más desmoralizados. Para no repetir lo que todo el mundo sabe y escucha, acostumbro a abordar el tema inspirado en uno de los mayores biólogos contemporáneos, el chileno Humberto Maturana. En sus reflexiones, el amor es contemplado como un fenómeno cósmico y biológico. Expliquemos lo que él quiere decir.
El amor se da dentro del dinamismo de la propia evolución, desde sus manifestaciones más primarias, de miles y miles de millones de años atrás, hasta las más complejas en el nivel humano. Veamos cómo el amor entra en el universo.
En el universo se dan dos tipos de acoplamientos (encajes) de los seres con su medio, uno necesario y otro espontáneo. El primero, el necesario, hace que todos los seres estén conectados unos a otros y acoplados a los respectivos ecosistemas, para asegurar su supervivencia. El otro acoplamiento se realiza espontáneamente. Los topquarks -primera densificación de la energía en materia- interactúan sin razones de supervivencia, por puro placer, en el fluir de su vivir. Se trata de encajes dinámicos y recíprocos entre todos los seres, no entre vivos y vivos. No hay justificación para ello. Ocurre porque ocurre. Es un acontecimiento original de la existencia en su pura gratitud. Es como la flor que florece por florecer.
Cuando uno se relaciona con otro (digamos dos protones) y así se crea un campo de relación, surge el amor como fenómeno cósmico. El amor tiende a expandirse y a alcanzar formas cada vez más inter-retro-relacionadas en los seres vivos, especialmente en los humanos. En nuestro nivel es más que simplemente espontáneo como en los demás seres: se hace proyecto de libertad que acoge conscientemente al otro y crea el amor como el más alto valor de la vida.
En esa deriva, surge el amor ampliado que es la socialización. El amor-relación es el fundamento del fenómeno social y no su consecuencia. En otras palabras: es el amor-relación el que da origen a la sociedad; ésta existe porque existe el amor, y no al contrario, como convencionalmente se cree. Si falta el amor-relación (el fundamento) se destruye lo social. Sin el amor, lo social adopta la forma de agregación forzada, de dominación de violencia, viéndose todos obligados a encajarse. Por eso siempre que se destruye el encaje y la congruencia entre los seres, se destruye el amor-relación, y con ello, la sociabilidad. El amor-relación es siempre una apertura al otro y una convivencia y co-munión con el otro.
No fue la lucha por la supervivencia del más fuerte lo que garantizó la persistencia de la vida y de los individuos hasta los días actuales, sino la cooperación y el amor-relación entre ellos. Los ancestros homínidos pasaron a ser humanos en la medica en que más y más compartían entre sí los resultados de la cosecha y de la caza y compartían sus afectos. El propio lenguaje que caracteriza al ser humano surgió en el interior de este dinamismo de amor-relación. La actual crisis se originó, en parte, por la excesiva competición y por la falta de cooperación. Está bien una sociedad con mercado, pero no sólo de mercado.
¿Cómo se caracteriza el amor humano? Responde Maturana: «lo que es especialmente humano en el amor no es el amor, sino lo que hacemos con el amor en cuanto humanos; es nuestra manera particular de vivir juntos como seres sociales en el lenguaje; sin amor nosotros no somos seres sociales.
Como se desprende, el amor es un fenómeno cósmico y biológico. Al llegar al nivel humano, se revela como un proyecto de la libertad, como una gran fuerza de unión, de mutua entrega y de solidaridad. Las personas se unen y recrean por el lenguaje amoroso el sentimiento de benevolencia y de pertenencia a un mismo destino.
Sin el cuidado esencial, el encaje del amor-relación no se da, no se conserva, no se expande, ni permite la consorciación entre los demás seres. Sin el cuidado no hay atmósfera que propicie el florecimiento de aquello que verdaderamente humaniza: el sentimiento profundo, la voluntad de compartir y la búsqueda del amor.
Creo que hablar así del amor tiene sentido, porque nos hace más humanos.
 
Leonardo Boff

Saludos cordiales.
 

 
Saludos

…Quien lo probó lo sabe.

Don Lope de Vega

Amigo mío, está claro que sobre el Amor hay mucho que decir y que, quizás nosotros no estemos preparados para erxpresar toda la amplia gama que dicho concepto abarca en la vida de los seres conscientes como nosotros que, sometidos a unos sentimientos que no siempre podemos dominar, nos vemos abocados a sentir ese Amor que nunca será correspondido por mil circunstancias distintas que serían tediosas de exponer aquí.

Ese desamor al que te refieres, mayormente, se ha dado y se sigue dando en personas que son muy sensibles y valoran el amor en un alto grado, y, no pocas veces son amores platónicos e imposibles, aunque, como dices, también están los Amares que realmente se quieren alcanzar y nunca se consiguen, lo cual, amigo mío, es de una crueldad indescriptible para el afectado que, ha sufrido en sus propias carnes el trance (seguramente, en alguna ocasión, todos hallamos podido pasar por esos tristes momentos que, ahora, en la lejanía del tiempo, se mira como una experiencia más).

Los que hemos podido tener la suerte de conseguir ese “Amor soñado” y, somos conscientes de ello, lo cuidamos día a día, ya que, el Amor, como cualquier árbol o planta, necfesita de esos cuidados y ese cariño que todo ser vivo sabe apreciar. Después de más de treinta años con mi compañera, lo que puedo llegar a sentir por ella, es de una tal belleza que, ni la más bonita de las galaxias, o, el más bello paisaje, se la puede comparar.

Ella lo es todo para mí y, siento que, también lo soy yo para ella. Es tal la simbiosis, es tal el alto grado de unión conseguido que, con tan solo una mirada nos podemos comunicar y, cuando ella sufre, más sufro yo. El Amor, amigo Kike, también es dolor, un profundo dolor al sentir las contrariedades del ser amado con más intensidad que la misma afectada.

Sí, es muy complejo el Amor, y, desde luego, son muchas las clases en las que se podrían encuadrar las distintas “formas” pero, cuando digo AMOR, con mayúscula, siempre tengo en la mente a un hombre y una mujer. Es algo diferente a lo que se siente por los hijos, digamos que otra clase de Amor. En cuanto a los amigos, se puede sentir amistad, estima y, si me apuras, hasta cierta clase de cariño pero, lo que se dice Amor, no creo.

Tampoco creo en ese otro Amor entre hombres o entre mujeres (que se entienda, no creo al no sentirlo yo para mí) que, no comprendiéndo como la Naturaleza lo hizo posible, se me hace difícil de entender que pueda pasar. Sin embargo, todas las criaturas tienen sus derechos que debemos respetar y, aunque en ese ámbito nunca me podré encontrar, no impide que, de alguna manera, sienta que también ellos puedan expresar, a su manera, ese Amor del que hablamos.

En fin, es demasiado complejo todo este tema para despacharlo en tres palabras, y, cuando antes decía que lo dicho por todos ustedes lo dejaba todo claro, lo hacía en el ámbito coloquial de una tertulia distendida que no es ninguna Cátedra, que no quiere ni pretende sentar nada y que, en realidad, es un simple cambio de impresiones de unos buenos amigos que, como nosotros, hablamos de todo un poco y, esta vez, le tocó al Amor.

¡El Amor! Que palabra tan corta y cuánto lleva consigo. Me recuerda, de alguna manera, a la fórmula de Einstein E=mc2 que, con escasos guarismos…¡nos dice tánto!

Un saludo estimado amigo.