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¡El Amor! El sentimiento que nos hace mejor
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía, Los sentimientos ~ Comments (60)
Todos respiramos el mismo aire, venimos al mundo de la misma manera, y, de la misma manera nos vamos
Nosotros, los seres humanos, nunca vemos a nuestros semejantes como objetos o cuerpos neutros, sino que los miramos como personas con una riqueza interior que refleja su estado de ánimo o forma de ser, y de cada uno de ellos nos llegan vibraciones que, sin poderlo evitar, nos transmiten atracción o rechazo, no todos nos sentimos atraídos por todos, hay algo especial que escoge (No, no creo que sea cupido).
Con el Amor nos pasa como con el Tiempo, no sabemos explicarlo
Son muchos y diversos los signos sensoriales que, en silencio, nos llegan de los demás y son recogidos por nuestros sensores en una enorme gama de mensajes sensitivos que llamamos indistintamente simpatía, pasión, antipatía, odio, etc.
Junto a la persona amada el Tiempo pasa “volando”, es más rápido que la luz en el vacío
Está claro que cuando el sentimiento percibido es positivo, la satisfacción se produce por el mero hecho de estar junto a la persona que nos lo transmite, que con su sola presencia, nos está ofreciendo un regalo, y si apuramos mucho, a veces lo podríamos llamar incluso “alimento del alma”. Estar junto a quien nos agrada es siempre muy reconfortante, y según el grado de afinidad, amistad o amor, el sentimiento alcanzará un nivel de distinto valor.
Es la fuerza que mueve el “mundo”. la semilla que crece y se multiplica
“Donde tú vayas, iré yo. Donde tú habites, habitaré yo. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras, moriré yo también, y allí seré enterrada, y que Dios me castigue si algo que no sea muerte me separa de ti.”
Libro de Rut (Biblia)
C. S. Lewis, en su ensayo de Los cuatro amores, explica cómo el afecto ignora barreras de edad, sexo, inteligencia y barreras sociales. Son muchos los casos que jalonan la historia de parejas que de muy distintas edades han sido muy felices y otras que, siendo de condición muy diferentes, también lo fueron. El Amor(entendido en forma muy amplia y en distintos contextos) como se suele decir, no tiene barreras.
Lleva toda la razón; cada uno de los afectos ubicados en su justo nivel: el banquero todopoderoso irremisiblemente atado al cariño que le uno con su niñera ya anciana; el jefe de gobierno que no puede evitar visitar (en la menor oportunidad) a su compañero de infancia, el zapatero de su pueblo; el rico hacendado, unido a su humilde secretario, 30 años a su lado, con el que comparte sus íntimos problemas; el hombre de 40 años que se ve inevitablemente enamorado de su secretaria de 20 años.
En ese ámbito que llamamos Amor… ¡Todo es posible!
Son fuerzas irresistibles que invaden el interior de los seres humanos de toda edad o condición y les lleva a unir sus sentimientos a otras personas que, en ocasiones, parecen no tener ninguna afinidad con su situación social o cultural, pero así ocurre.
Aquí culmina todo
El vínculo más fuerte entre humanos es el de la familia: La madre con los hijos, los hermanos, el padre y los abuelos…Es el único grupo indestructible que hemos sabido crear…hasta el momento. Claro que, ese único grupo y su fortaleza no sería posible sin esa pareja inicial a la que el Amor ha unido, si el sentimiento es de verdad…para la eternidad de sus vidas. ¡Qué bonito!
Claro que, a veces, uno recuerda a los hijos de pequeños que entraban ganas de comérselos. Y. de mayores, a veces, nos arrepentimos de no habérnoslo comido
Mi mujer es 20 años más joven que yo. lleva a mi lado algo más de 40 años, y, aunque parezca mentira, cada día estamos más unidos, nos entendemos mejor, y, hasta podemos conversar sin palabras.
Nacemos para amar y ser amados; ¿Qué sería de nosotros si no? Todo lo malo que hacen los hombres está basado siempre en la falta de sentimiento. Cuando el amor o el afecto están presentes, nada malo podrá suceder. Por el contrario, el amor nos lleva, sin dudarlo, a sufrir y darlo todo por la persona amada. Ésa es la grandeza del amor verdadero, lo podemos dar todo sin pedir nada. Sin embargo, el mecanismo humano, en esos casos, hace que la persona que recibe tanto amor tenga también la necesidad de darlo.
El afecto es la primera forma, el primer escalón para amar, y la amistad es la segunda, un escalón más arriba. Tenemos muchos ejemplos de autores clásicos que nos hablan de la amistad: Homero, Platón, Aristóteles, Cicerón, Séneca o San Agustín.
La primera literatura occidental, desde que Homero saca a pasear a Ulises por Troya y el Egeo, ya elogia esa relación que se presta entre los seres humanos y que da a sus vidas un colorido especial. La Ilíada y La Odisea, esas maravillas escritas hace casi tres milenios, son un canto a la amistad. Al leer en ellas podemos ver cómo la muerte de Patroclo es profundamente sentida por Aquiles, que gime y exclama:
Aquiles lamenta la muerte de Patroclo
“¡Oh, Patroclo! Ya que yo he de bajar después que tú a la tumba, no quiero enterrarte sin haberte traído las armas y la cabeza de Héctor…”
Sigue su bárbara perorata que, en aquellos tiempos y lugares, sólo reflejaban su sentimiento.
La peor enfermedad es la soledad
Dice Eurípides que cuando Dios da bienes, no hay necesidad de amigos. Pero nadie querría poseer todas las riquezas y estar solo, pues el hombre, como todos sabemos, es eminentemente un animal social, y su naturaleza le exige convivir con los otros seres de su misma condición para compartir con ellos sus logros, sus esperanzas, sus sentimientos y sus penas y alegrías. Así somos los humanos.
El cualquier tratamiento de la amistad aparecen varios rasgos comunes en todos los casos: relación entrañable y libre, recíproca y exigente, desinteresada y benéfica, nacida de una inclinación natural por atracción y simpatía de las partes implicadas y que se alimenta y acreciente del convivir compartiendo. Así, en los malos momentos, nos refugiamos en los amigos que nos ofrecen consuelo y, con ellos, nos gusta compartir también las alegrías. Sí, es una verdadera suerte contar con amigos en los que, de verdad, podamos confiar.
No soy masoquista, sin embargo, siento profundamente que, en verdad, sufrir por algo que vale la pena, es una alegría. ¿Quién no está dispuesto a sacrificarse por el bien del ser amado?
Es una de las grandezas del ser humano, el amor es el que salva la especie de tantos y tantos defectos como tenemos… Ahí reside nuestra verdadera grandeza, lo damos todo, a veces hasta la misma vida, por el ser amado.
¿Cómo se puede explicar el amor? El materialismo no puede hacerlo. Ni los átomos, ni las moléculas, ni las células resuelven el problema. ¿Quién está capacitado para explicar el sentir de las neuronas? ¿Qué mecanismo nos mueve al amor? ¿Cómo es ese vínculo tan fuerte? Creo que la Química nos podría dar algunas respuestas. Finalmente dejaremos la explicación a esa rama de la Filosofía que llaman Metafísica.
Podemos estar en otro mundo sin salir de este
Al igual que la fuerza invisible y poderosa del electromagnetismo y la gravedad, la del amor también está ahí, y cuando es verdadero el sentimiento, la fuerza es mayor que las cuatro fuerzas de la naturaleza juntas. Si estamos dispuestos a entregar la vida, ¿hay algo más fuerte que eso en el universo? Creo que no.
¿Qué caricia explica su turbadora resonancia espiritual? Y, desde luego… ¡la satisfacción placentera de sentirnos amados!…
emilio silvera
el 20 de julio del 2011 a las 18:18
Hola, Cloe.
Está bien que te guste la visita, siempre es agradable saber que el visitante se marcha satisfecho de lo que aquí pueda encontrar.
Generalmente hablamos de Ciencia y, para variar, de vez en cuando, tratamos otros temas que, como el Amor, son cosas importantes para nosotros.
Encantado de tu visita.
el 23 de julio del 2011 a las 23:38
Hola muchachada.
Leonardo Boff, es un teólogo, filósofo y escritor brasileño, muy combatido por el poder eclesiástico, opositor al celibato sacerdotal, ex franciscano, que hoy vive en pareja.
Disfruten cómo habla del Amor, un teólogo (quién diría):
El amor entre Clara y Francisco de Asís
2011-03-11
Francisco (†1226) y Clara (†1253), ambos de Asís, son dos de las más queridas figuras de la cristiandad, de las cuales podemos realmente enorgullecernos. Los dos unían tres grandes pasiones: por Cristo pobre y crucificado, por los pobres, especialmente los leprosos, y del uno por el otro. El amor por Cristo y por los pobres no disminuía en nada el amor profundo que los unía, mostrando que entre las personas que se consagran a Dios y al servicio de los otros puede existir verdadero amor y relaciones de gran ternura. Hay entre Francisco y Clara algo misterioso que conjuga Eros y Ágape, fascinación y transfiguración. Los relatos que se conservan de la época hablan de los encuentros frecuentes entre ellos. Sin embargo, «regulaban tales encuentros de manera que aquella divina atracción mutua pudiese pasar desapercibida a los ojos de la gente, evitando rumores públicos».
Lógicamente, en una pequeñísima ciudad como Asís todos sabían todo de todos. Así, también del amor entre Clara y Francisco. Una leyenda antigua se refiere a esto con tiernísimo candor: «En cierta ocasión, Francisco había oído alusiones inconvenientes. Fue a Clara y le dijo: ¿Has oído, hermana, lo que el pueblo dice de nosotros? Clara no respondió. Sentía que su corazón se iba a parar y que si decía una sola palabra más, lloraría. Es tiempo de separarnos, dijo Francisco. Ve tú delante y antes de que caiga la noche habrás llegado al convento. Yo iré solo y te acompañaré de lejos, según me conduzca el Señor. Clara cayó de rodillas en medio del camino, poco después se repuso, se levantó y siguió caminando sin mirar hacia atrás. El camino atravesaba un bosque. De repente, ella se sintió sin fuerzas, sin consuelo y sin esperanza, sin una palabra de despedida antes de separarse de Francisco. Aguardó un poco. Padre, le dijo, ¿cuándo nos veremos de nuevo? Cuando llegue el verano, cuando vuelvan a florecer las rosas, respondió Francisco. Y entonces, en aquel momento, sucedió algo maravilloso: parecía que hubiera llegado el verano y miles y miles de flores irrumpían sobre los campos cubiertos de nieve. Tras el asombro inicial, Clara se apresuró a coger un ramillete de rosas y lo puso en las manos de Francisco». Y la leyenda termina diciendo: «A partir de ese momento Francisco y Clara nunca más se separaron».
Estamos ante el lenguaje simbólico de las leyendas. Son ellas las que guardan el significado de los hechos primordiales del corazón y del amor. «Francisco y Clara nunca más se separaron», es decir, supieron articular su mutuo amor con el amor a Cristo y a los pobres de tal forma que era un solo gran amor. Efectivamente jamás salió uno del corazón del otro. Un testigo de la canonización de Clara dice con grazie que a ella Francisco «le parecía oro de tal forma claro y luminoso que ella se veía también toda clara y luminosa como en un espejo». ¿Se puede expresar mejor la fusión de amor entre dos personas de excepcional grandeza de alma?
En sus búsquedas y dudas ambos se consultaban, y buscaban un camino en la oración. Un relato biográfico de la época cuenta: «Una vez, Francisco, cansado, llegó a una fuente de aguas cristalinas y se inclinó a mirar durante largos instantes esas aguas claras. Después, volvió en sí y dijo alegremente a su íntimo amigo fray León: Fray León, ovejita de Dios, ¿qué crees que vi en las aguas claras de la fuente? La luna, que se refleja ahí dentro, respondió fray León. No, hermano, no vi la luna, sino el rostro de nuestra hermana Clara, lleno de santa alegría, de suerte que todas mis tristezas desaparecieron».
Ahora en 2011 se celebran los 800 años de la fundación de la Segunda Orden, las Clarisas, por Clara. El relato histórico no podría estar más cargado de densidad amorosa. Francisco convino con Clara que, bellamente ataviada, la noche del domingo de Ramos huyese de casa y viniese a encontrarlo en la capillita que había construido, la Porciúncula. En efecto, ella huyó de casa y llegó a la iglesita donde estaban Francisco y sus compañeros con antorchas encendidas. Alegres, la recibieron con aplausos y con inmenso cariño. Francisco le cortó sus hermosos cabellos rubios. Era el símbolo de su entrada en el nuevo camino religioso. Ahora eran dos en un solo y mismo camino y hasta hoy «nunca más se separaron».
Leonardo Boff
Saludos cordiales para tod@s.
el 24 de julio del 2011 a las 7:02
Estimado Nelson:
Hermoso relato que nos habla de una bella historia de Amor que deja al descubierto la hipopcresía de la Iglesia en lo tocante a este tema. Es tal la irracionalidad de la postura de Roma que, para su verguenza, ha dado lugar a esos casos aberrantes que trataron de tapar y que, seguirán, mientras no cambien su política del celibato que va contra la naturaleza.
Francisco y Clarisa, dejaron la prueba de que no está reñido el amor hacia Dios (por quien lo sienta) con ese otro Amor entre los humanos. Leonardo Boff, lo tuvo claro y escogió el camino debido, no sacrificando ese bien infinito, ese Tesoro, del que los humanos podemos disfrutar y que conlleva una grandeza que no pocas veces va más allá de nuestro entendimiento…Es la Naturaleza que llevamos dentro y, tratar de impedirlo, no parece ni lógico ni conveniente.
Me ha gustado mucho el relato que ha dejado en este lugar un rastro de humanidad que, la Ciencia, agradece. ¿Cómo te podríamos pagar?
Con su voz marinera encantada
viene un viento inventor de avenidas
viene un cerro patrón de miradas
que va hundiéndose ahí en la bahía
vienen sueños
vienen pueblos
Con su voz de boliches y grillos
vienen soles de ropa tendida
ciudadelas de muros heridos
preguntando qué fue de la vida
vienen cielos
vienen fuegos
Viene amar
viene amar
viene amar a este Montevideo
Vienen los sombreros
llenos de tranvías
vienen los tambores
llenos de glicinas
Vienen las sirenas
la radio prendida
y en el medio del temporal
viene un tango en un estuche de malvón
a llorar porque ha perdido la ciudad
Viene amar
viene amar
viene amar a este Montevideo
Vienen navidades
gorriones antiguos
cantores de carnaval
La Canción a Montevideo es mucho más extensa pero, con la muestra basta. Agradezcamos a Mauricio Ubal, su autor, las bellas estrofas.
Un saludo amigo.
el 25 de julio del 2013 a las 19:54
mira este es un blog
el 24 de julio del 2011 a las 15:42
Gracias Amigo, Hermano, Maestro…eres fantástico…
Un fuerte abrazo, Emilio.
el 4 de noviembre del 2011 a las 12:51
Sí que lo es.
🙂
el 4 de noviembre del 2011 a las 17:51
Amigo Nelson, hoy tienes un concierto en el conservatorio de Montevideo, por si te apetece ir. No sé muy bien la hora; la tendrás en la página web.
¡Un saludo!
el 5 de noviembre del 2011 a las 1:01
Hola, amiga María.
Muchas gracias por avisarme. Eres muy amable. De todas maneras no podía concurrir.
¿A cuál Conservatorio te referías?, ¿al Municipal? Si quieres, pásame la página web.
No me digas que…tú brindabas el concierto!!!???…
Saludos cordiales para tí y para tod@s-
el 26 de julio del 2013 a las 5:12
Mi hija María desde Sevilla invita a un concierto a mi amigo Nelson en Montevideo… ¿Hasta dónde vamos a llegar? Es cierto que con este de Internet, las distancias han desaparecido y que, todos los rincones del mundo han quedado conectados por la Red. A estas alturas “casi” nadie tiene por qué sentirse sólo.
En cuanto a lo demás… El cariño y la amistad os ciega los sentidos.
Un abrazo a ambos.
el 25 de julio del 2011 a las 2:59
Si hay que creer en el amor, no hay mejor opción, es bien sabido que cuando lo tienes no lo dejas ir, y cuándo no lo tienes lo más buscado es volver a tenerlo, un sentimiento así, nunca jamás podría ser algo malo, porque es la fuerza más noble que surge desde lo más profundo de nuestro ser, si le vemos el lado científico al asunto, también habría que tener en cuenta el punto de vista de buscar e indagar en este tipo de energías, que es algo bien palpable por todos, algo que nos diferencia de las máquinas afortunadamente.
Hoy en día me siento completo, mi pareja de hoy en día ha llegado para quedarse, para compartir además del hijo que estamos esperando y este nuevo amor en mi vida, la mejor parte de mi existencia como ser humano.
Lindo artículo señor Emilio, y muchas gracias…
el 26 de julio del 2013 a las 5:16
¡Hola, amigo Franco!
Dices bien, el Amor, al contrario de lo que muchos creen, es lo que nos une y no lo que nos diferencia. Incluso los animales “menos racionales” que nos acompañan en el habitat de este planeta, demuestran un comportamiento especial “a su manera” cuando se trata del Amor que también, demuestran de alguna manera especial.
En cuanto a nosotros, es lo que nos hace mejor y saca de lo más hondo de nosotros, los sentimientos que nos hacen humanos. En Amor es, en realidad, la fuerza que mueve el mundo.
¡Que la felicidad os acompañe!
el 7 de agosto del 2011 a las 0:58
Me encanta su sitio web es mi favorita continuar con su trabajo impresionante
el 7 de agosto del 2011 a las 6:11
Hola, Boletos.
Se agradece el piropo.
Sigue vistándonos.
el 10 de agosto del 2011 a las 13:45
estas son citas hermoso amor que son muy inspiradores. Si te gusta las frases que hay muchos más enhttp://Frases.me
el 11 de agosto del 2011 a las 7:15
Gracias por la aportación.
el 12 de agosto del 2011 a las 13:48
!¿Qué hermosos sentimientos! Me encanta tu página y todos los puestos que publica. Por favor, mantenga venir. Si necesitas ideas para más poemas puedes echar un vistazo <a href=”http://www.frasesbonitas.ws”>este sitio web</a>
el 13 de agosto del 2011 a las 7:28
Gracias, amigo Juan, por la visita.
el 18 de agosto del 2011 a las 18:33
Esta es una gran página. También puedes ver
<a href=”http://www.poesias.me”>este sitio web</a>
el 19 de agosto del 2011 a las 7:05
Estimada Celia, para los que estamos aquí, es una alegría que la página te agrade. Atenderemos tu recomendación y daremos una vuelta por el lugar que nos recomiendas pero, sin olvidar que, además de ese mundo mágico de la poesía y el Amor, existe ese otro, el que nos recuerda que estamos aquí para luchar y avanzar en el conocimiento de las cosas, del mundo, del Universo y, eso sólo lo podemos conseguir mediante el estudio y la investigación, ahondando en las diversas disciplinas científicas que nos llevarán por el buen camino hacia el futuro y, mientras hacemos todos eso, nada impide que estemos atentos a nuestros seres queridos para atenderlos y cuidarlos, esa es nuestra principal tarea.
Sin dejar de lado la Ciencia, tan necesaria para nuestro porvenir, siempre tendremos presente que, el Amor, es el motor que mueve el Mundo. Sino, ¿por qué luchamos y nos sacrificamos? Son los seres queridos, nuestra amada, los hijos, los padres, los hermanos, los amigos…los mejores incentivos.
Un saludo cordial
el 4 de noviembre del 2011 a las 11:07
El amor es el motor de la vida. Es lo que nos hace querer avanzar, descubrir un mañana junto a esa otra persona. Querer ser siempre mejores para merecer estar a su lado. Una pena el amor no correspondido…
el 4 de noviembre del 2011 a las 11:58
¡Ay! Mi estimado amigo Juanma, si pudieran ser siempre las cosas tal y como las queremos, sería una maravilla. Sin embargo, no siempre dependen de nosotros y, cuando intervienen otras personas para que se pueda producir esa necesaria simbiosis, no siempre es posible.
Claro que, el mundo no se acaba ahí, nunca se puede saber lo que para cada cual tiene reservado el destino, y, no pocas veces, dónde creíamos que estaba el nuestro, no lo estaba, el verdadero aparece de manera inesperada, por sorpresa, y, desde ese primer momento, sentimos que nuestra vida ha cambiado, que a partir de ahí nada será igual, y, que por fín, hemos hallado esa mitad soñada que todos anhelamos y que no todos han podido encontrar. Sin embargo, en tu caso, querido amigo, el éxito está seguro. Son mucho los méritos que te adornan sobre todo como buen ser humano de profundos principios, y, en lo laboral, tu horizonte es inmejorable.
Así que, a esperar que llegue ese encuentro deseado que…sin duda alguna, llegará.
Un abrazo amigo mío.
el 4 de noviembre del 2011 a las 15:31
Muchas gracias por sus amables palabras. Se lo agradezco mucho.
Es muy distinto no haber conocido el verdadero amor a haberlo conocido y haberlo perdido, pero al final la madurez está en afrontar los reveses de la vida y aprender de ellos, no en compadecerse. No sé qué me deparará la vida, pero al menos he aprendido a tener ganas de descubrirlo, que no es poco.
Seguiré vigilante del blog en la sombra, como siempre 🙂
Un saludo
el 4 de noviembre del 2011 a las 15:12
Cuando el amor no se corresponde,
se siente como algo nos corrompe;
Si mi amor no me responde,
mi corazón es el que se rompe.
Hablar del amor,
no es sencilla labor;
Pues me revuelve el calor,
que tuvo un amargo sabor.
Si puedo sentir,
prefiero no omitir;
que es bello vivir,
con amor en mi existir.
el 23 de febrero del 2012 a las 7:19
Muchas fueron las voces que se alzaron aquí, cuando por primera ves se pudo este trabajo relativo al Amor que, como todos sabemos, es la energía interior que muve el mundo. Una persona sin amor está sóla, angustiada y vive, en la más horrenda soledad, el mayor castigo que se le podríam dar a un ser humano que, es, eminentemente un aninal social y, al ser inteligente, sin amor, se sentirá sólo, muy solo y desamparado, ya que, el calor que el Amor nos proporciona, con nada puede ser comparable. El y Ella conforman el todo y, por sepados, no son nada, sino simplemente una fuente de pesar y frustración, infelicidad y otros estados muy alejados de ese otro natural que el Amor nos proporciona.
¡Cuídemos el Amor! No sólo es lo más valioso que tenemos, sino lo mñás valioso que nunca jamás podamos tener. El Amor es como aquel jardin que se mantenía siempre hermoso gracias a los cuidados de su Jardinero, siempre pendiente de la poda, del riego,de poner las vitamas y de estar al acecho para que nada extraño y ajeno pudiera romper la armonía de tanta belleza. De la misma manera, tendremos que estar pendientes nosotros con juestro Amor que, como aquel jardin hermoso, debemos cuidar cada día con esmero.
¡El Amor! Ese fran Tesoro.
el 27 de febrero del 2013 a las 6:45
Después de darle vueltas y vueltas, he podido llegar a la conclusión de que, en el Universo todo cambia excepto un Amor verdadero que, perdura hasta la muerte. ¿Será el Amor la única verdad del mundo? Conocemos casos en los que, por amor, dieron la vida por la persona amada. Y, ¿Qué no haría una madre por un hijo?
¡El Amor!
Sin lugar a ninguna duda, es lo que nos hace mejores.
Saludos amigos y, procurad amar a vuestros semejantes.