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¿Podría ser el valor de G decreciente?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (8)
Estas son a modo de muestra de otras muchas que existen
Pero, ¿Qué son en realidad las constantes? Aunque apenas hemos comenzado a profundizar sobre este tema, ahora que tenemos más clara la identidad de algunas constantes será más fácil definirlas. Una constante física es el valor de una magnitud que permanece invariable en los procesos físicos a lo largo del tiempo. Las magnitudes pueden variar, cosa que tiene sentido, o estaríamos ante un universo muerto. Sin embargo, como veíamos, existen valores que no lo hacen, convirtiéndose en auténticas piedras de toque existenciales.
Si algunas de estas constantes variara, probablemente el universo dejaría de ser como es. Los valores son muy finos, verdaderamente delicados, lo que ha llevado a numerosas cuestiones filosóficas: ¿por qué justo estos valores? Unas cifras constantes que permiten la existencia. Pero dejando de lado las hipótesis y cábalas más díscolas, lo cierto es que por el momento no concebimos que el universo pudiera ser de otra forma. Los valores son lo que tienen que ser, sin más.
Nadie ha sabido responder a la pregunta de si las constantes de la naturaleza son realmente constantes o llegará un momento en que comience su transformación. Hay que tener en cuenta que para nosotros, la escala del tiempo que podríamos considerar muy grande, en la escala de tiempo del Universo podría ser ínfima. El Universo, por lo que sabemos, tiene 13.750 millones de años. Antes que nosotros, el reinado sobre el planeta correspondía a los dinosaurios, amos y señores durante 150 millones de años, hace ahora de ello 65 millones de años. Mucho después, hace apenas 2 millones de años, aparecieron nuestros antepasados directos que, después de una serie de cambios evolutivos desembocó en lo que somos hoy.
Mucho tiempo ha pasado desde que esta imagen era el presente, y, sin embargo, para el Universo supone una ínfima fracción marcada por el Tic Tac Cósmico de las estrellas y galaxias que conforman la materia de la que provenimos.
Max Planck con su amigo Albert
“La ciencia no puede resolver el misterio final de la Naturaleza. Y esto se debe a que, en el último análisis, nosotros somos parte del misterio que estamos tratando de resolver”.
Max Planck
De acuerdo con su perspectiva universal, en 1.899 Planck propuso que se construyeran unidades naturales de masa, longitud y tiempo a partir de las constantes más fundamentales de la naturaleza: la constante de gravitación G, la velocidad de la luz c y la constante de acción h, que ahora lleva el nombre de Planck. La constante de Planck determina la mínima unidad de cambio posible en que pueda alterarse la energía, y que llamó “cuanto”. Las unidades de Planck son las únicas combinaciones de dichas constantes que pueden formarse en dimensiones de masa, longitud, tiempo y temperatura. Se conocen como las Unidades de Planck.
Mp = | (hc/G)½ = | 5’56 × 10-5 gramos |
Lp = | (Gh/c3) ½ = | 4’13 × 10-33 centímetros |
Tp = | (Gh/c5) ½ = | 1’38 × 10-43 segundos |
Temp.p = | K-1 (hc5/G) ½ = | 3’5 × 1032 ºKelvin |
Estas formulaciones con la masa, la longitud, el tiempo y la temperatura de Planck incorporan la G (constante de gravitación), la h (la constante de Planck) y la c, la velocidad de la luz. La de la temperatura incorpora además, la K de los grados Kelvin.
“Estas cantidades conservarán su significado natural mientras la Ley de Gravitación y la de Propagación de la luz en el vacío y los dos principios de la termodinámica sigan siendo válidos; por lo tanto, siempre deben encontrarse iguales cuando sean medidas por las inteligencias más diversas con los métodos más diversos.”
Planck, en sus palabras finales alude a la idea de observadores en otro lugar del Universo que definen y entienden estas cantidades de la misma manera que nosotros, ya que, al ser números naturales que no inventaron los hombres, todos los seres inteligentes del Universo tendrían que hallar el mismo resultado.
La creciente distancia entre la imagen del mundo físico y el mundo de los sentidos no significa otra cosa que una aproximación progresiva al mundo real.” Nos decía Planck. Su intuición le llevaba a comprender que, con el paso del tiempo, nosotros estaríamos adquiriendo por medio de pequeñas mutaciones, más amplitud en nuestros sentidos, de manera tal que, sin que nos diéramos cuenta nos estábamos acercando más y más al mundo real.
Una de las paradojas de nuestro estudio del Universo circundante es que a medida que las descripciones de su funcionamiento se hacen más precisas y acertadas, también se alejan cada vez más de toda la experiencia humana. Nuestros sentidos nos traicionan y nos hacen ver, a través de nuestras mentes, un mundo distinto al real, es decir, nosotros configuramos nuestra propia “realidad” de esa otra realidad verdadera que está presente en la Naturaleza y que no siempre podemos contemplar.
No debemos descartar la posibilidad de que seamos capaces de utilizar las unidades de Planck-Stoney para clasificar todo el abanico de estructuras que vemos en el universo, desde el mundo de las partículas elementales hasta las más grandes estructuras astronómicas. Este fenómeno se puede representar en un gráfico que recree la escala logarítmica de tamaño desde el átomo a las galaxias. Todas las estructuras del universo existen porque son el equilibrio de fuerzas dispares y competidoras que se detienen o compensan las unas a las otras; la atracción y la repulsión. Ese es el equilibrio de las estrellas donde la repulsión termonuclear tiende a expandirla y la atracción (contracción) de su propia masa tiende a comprimirla; así, el resultado es la estabilidad de la estrella. En el caso del planeta Tierra, hay un equilibrio entre la fuerza atractiva de la gravedad y la repulsión atómica que aparece cuando los átomos se comprimen demasiado juntos. Todos estos equilibrios pueden expresarse aproximadamente en términos de dos números puros creados a partir de las constantes e, h, c, G y mprotón.
Grandes cúmulos de galaxias
La identificación de constantes adimensionales de la naturaleza como a (alfa) y aG, junto con los números que desempeñan el mismo papel definitorio para las fuerzas débil y fuerte de la naturaleza, nos anima a pensar por un momento en mundos diferentes del nuestro. Estos otros mundos pueden estar definidos por leyes de la naturaleza iguales a las que gobiernan el universo tal como lo conocemos, pero estarán caracterizados por diferentes valores de constantes adimensionales. Estos cambios numéricos alterarán toda la fábrica de los mundos imaginarios. Los átomos pueden tener propiedades diferentes. La gravedad puede tener un papel en el mundo a pequeña escala. La naturaleza cuántica de la realidad puede intervenir en lugares insospechados.
Lo único que cuenta en la definición del mundo son los valores de las constantes adimensionales de la naturaleza (así lo creían Einstein y Planck). Si se duplica el valor de todas las masas no se puede llegar a saber, porque todos los números puros definidos por las razones de cualquier par de masas son invariables.
Extraños mundos que pudieran ser
Después llegó Dirac (el que predijo la existencia del positrón) y, por una serie de números y teorías propuestas Eddintong en aquellos tiempos, decidió abandonar la constancia de la constante de gravitación de Newton, G. Sugirió que estaba decreciendo en proporción directa a la edad del universo en escalas de tiempo cósmicas. Es decir, la Gravedad en el pasado era mucho más potente y se debilitaba con el paso del tiempo.
Así pues, en el pasado G era mayor y en el futuro será menor que lo que mide hoy. Ahora veremos que la enorme magnitud de los tres grandes números (1040, 1080 y 10120) es una consecuencia de la gran edad del universo: todas aumentan con el paso del tiempo.
“La hipótesis de los números grandes de Dirac (en inglés, Dirac large numbers hypothesis, o LNH) es una observación realizada por Paul Dirac en 1937 que relaciona las proporciones de escalas de tamaño en el Universo con las escalas de fuerza. Las proporciones constituyen números muy grandes y sin dimensiones: unos 40 órdenes de magnitud en la época cosmológica actual. De acuerdo con la hipótesis de Dirac, la similitud aparente de estas relaciones podría no ser una mera coincidencia, sino que podría implicar una cosmología con estas características inusuales:
- la fuerza de la gravedad, representada por la constante gravitacional, es inversamente proporcional a la edad del universo: ;
- la masa del universo es proporcional al cuadrado de la edad del universo: ;
- las constantes físicas en realidad no son constantes. Sus valores dependen de la edad del Universo.”
La propuesta de Dirac provocó un revuelo entre un grupo de científicos vociferantes que inundaron las páginas de las revistas especializadas de cartas y artículos a favor y en contra. Dirac, mientras tanto, mantenía su calma y sus tranquilas costumbres, pero escribió sobre su creencia en los grandes números cuya importancia encerraba la comprensión del universo con palabras que podrían haber sido de Eddington, pues reflejan muy estrechamente la filosofía de la fracasada “teoría fundamental”.
“¿No cabría la posibilidad de que todos los grandes sucesos presentes correspondan a propiedades de este Gran Número [1040] y, generalizando aún más, que la historia entera del universo corresponda a propiedades de la serie entera de los números naturales…? Hay así una posibilidad de que el viejo sueño de los filósofos de conectar la naturaleza con las propiedades de los números enteros se realice algún día”.
La propuesta de Dirac levantó controversias entre los físicos, y Edward Teller en 1.948, demostró que si en el pasado la gravedad hubiera sido como dice Dirac, la emisión de la energía del Sol habría cambiado y la Tierra habría estado mucho más caliente en el pasado de lo que se suponía normalmente, los océanos habrían estado hirviendo en la era precámbrica, hace doscientos o trescientos millones de años, y la vida tal como la conocemos no habría sobrevivido, pese a que la evidencia geológica entonces disponible demostraba que la vida había existido hace al menos quinientos millones de años.
El eufórico George Gamow era buen amigo de Teller y respondió al problema del océano hirviente sugiriendo que podía paliarse si se suponía que las coincidencias propuestas por Dirac eran debidas a una variación temporal en e, la carga del electrón, con e2 aumentando con el tiempo como requiere la ecuación.
Por desgracia, la propuesta de Gamow de una e variable tenía todo tipo de consecuencias muy negativas soportables para la vida sobre la Tierra. Pronto se advirtió que la sugerencia de Gamow hubiera dado como resultado que el Sol habría agotado hace tiempo todo su combustible nuclear, no estaría brillando hoy si e2 crece en proporción a la edad del universo. Su valor en el pasado demasiado pequeño habría impedido que se formaran estrellas como el Sol. Las consecuencias de haber comprimido antes su combustible nuclear, el hidrógeno, hubiera sido la de convertirse primero en gigante roja y después en enana blanca y, por el camino, en el proceso, los mares y océanos de la Tierra se habrían evaporado y la vida habría desaparecido de la faz del planeta.
Gamow tuvo varias discusiones con Dirac sobre estas variantes de su hipótesis de G variable. Dirac dio una interesante respuesta a Gamow con respecto a su idea de la carga del electrón, y con ello la constante de estructura fina, pudiera estar variando.
Recordando sin duda la creencia inicial de Eddington en que la constante de estructura fina era un número racional, escribe a Gamow en 1.961 hablándole de las consecuencias cosmológicas de su variación con el logaritmo de la edad del universo.
“Es difícil formular cualquier teoría firme sobre las etapas primitivas del Universo porque no sabemos si hc/e2 es constante o varía proporcionalmente a log(t). Si hc/e2 fuera un entero tendría que ser una constante, pero los experimentadores dicen ahora que no es un entero, de modo que bien podría estar variando. Si realmente varía, la química de las etapas primitivas sería completamente diferente, y la radiactividad también estaría afectada. Cuando empecé a trabajar sobre la gravedad esperaba encontrar alguna conexión entre ella y los neutrinos, pero esto ha fracasado.”
Dirac no iba a suscribir una e variable fácilmente, como solución al problema de los grandes números. Precisamente, su trabajo científico más importante había hecho comprensible la estructura de los átomos y el comportamiento del electrón, y dijo que existía el positrón. Todo ello basado en la hipótesis, compartida por casi todos, de que e era una verdadera constante, la misma en todo tiempo y todo lugar en el universo, un electrón y su carga negativa eran exactas en la Tierra y en el más alejado planeta de la más alejada estrella de la galaxia Andrómeda. Así que Gamow pronto abandonó la teoría de la e variable y concluyo que:
“El valor de e se mantiene en pie como el Peñón de Gibraltar durante los últimos 6×109 años.”
El Peñón de Gibraltar
Pero lo que está claro es que, como ocurre siempre en ciencia, la propuesta de Dirac levantó una gran controversia que llevó a cientos de físicos a realizar pruebas y buscar más a fondo en el problema, lo que dio lugar a nuevos detalles importantes sobre el tema.
Alain Turing, pionero de la criptografía, estaba fascinado por la idea de la gravedad variable de Dirac, y especuló sobre la posibilidad de probar la idea a partir de la evidencia fósil, preguntando si “un paleontólogo podría decir, a partir de la huella de un animal extinto, si su peso era el que se suponía”.
El gran biólogo J.B.S. Haldane se sintió también atraído por las posibles consecuencias biológicas de las teorías cosmológicas en que las “constantes” tradicionales cambian con el paso del tiempo o donde los procesos gravitatorios se despliegan de acuerdo con un reloj cósmico diferente del de los procesos atómicos (¿será precisamente por eso que la relatividad general – el cosmos –, no se lleva bien con la mecánica cuántica – el átomo –?).
Tales universos de dos tiempos habían sido propuestos por Milne y fueron las primeras sugerencias de que G podría no ser constante. Unos procesos, como la desintegración radiactiva o los ritmos de interacción molecular, podrían ser constantes sobre una escala de tiempo pero significativamente variables con respecto a la otra. Esto daba lugar a un escenario en el que la bioquímica que sustentaba la vida sólo se hacía posible después de una particular época cósmica, Haldane sugiere que:
“Hubo, de hecho, un momento en el que se hizo posible por primera vez vida de cualquier tipo, y las formas superiores de vida sólo pueden haberse hecho posibles en una fecha posterior. Análogamente, un cambio en las propiedades de la materia puede explicar algunas de las peculiaridades de la geología precámbrica.”
Este imaginativo escenario no es diferente del que ahora se conoce como “equilibrio interrumpido”, en el que la evolución ocurre en una sucesión discontinua de brotes acelerados entre los que se intercalan largos periodos de cambio lento. Sin embargo, Haldane ofrece una explicación para los cambios.
Lo que tienen en común todas estas respuestas a las ideas de Eddington y Dirac es una apreciación creciente de que las constantes de la naturaleza desempeñan un papel cosmológico vital:
Existe un lazo entre la estructura del universo en conjunto y las condiciones locales internas que se necesitan para que la vida se desarrolle y persista. Si las constantes tradicionales varían, entonces las teorías astronómicas tienen grandes consecuencias para la biología, la geología y la propia vida.
No podemos descartar la idea ni abandonar la posibilidad de que algunas “constantes” tradicionales de la naturaleza pudieran estar variando muy lentamente durante el transcurso de los miles de millones de años de la historia del universo. Es comprensible por tanto el interés por los grandes números que incluyen las constantes de la naturaleza. Recordemos que Newton nos trajo su teoría de la Gravedad Universal, que más tarde mejora Einstein y que, no sería extraño, en el futuro mejorará algún otro con una nueva teoría más completa y ambiciosa que explique lo grande (el cosmos) y lo pequeño (el átomo), las partículas (la materia) y la energía por interacción de las cuatro fuerzas fundamentales.
¿Será la teoría de Supercuerdas ese futuro? En las 11 dimensiones de la Teoría M, con toda comodidad, se instalan las dos teorías incompatibles en el Modelo Estándar de la Física de Partículas, es decir, la Mecánica cuántica y la Relatividad General, parece que en esta teoría (sin verificar) subyace una Teoría cuántica de la Gravedad.
¡Ya veremos!
emilio silvera
el 3 de enero del 2012 a las 12:42
Mi opinión es favorable para la variabilidad de las constantes pero no para la combinación “alfa”.
En tanto que un espacio tiempo determinado sea curvo, las constantes universales “serán las mismas”. Sólo variaran para según que dimensiones, en sus factores de escala, de no tratarse de singularidades. Es la fuerza de la gravedad la responsable de la geometría curva y de la conformación esférica o esferoidadl de los elementos, que se repite por acumulación en las macromasas.
Las constantes G, h, K… quedan definidas para los relativos elementos menores, y se acumulan. En todas ellas aparece de una forma u otra el valor de “pi”, como relación entre el radio y la supercie curva, circunferencia, volumen…
En un espacio no curvo, donde la gravedad fuera inexistente, los valores fundamentales para dichas constantes diferirían notablemente y dejarían de ser congruentes entre sí. ¿Pero la gravedad, será, o habrá sido inexistente alguna vez?. ¿Cómo sería posible la necesaria expansión-concentración sin gravedad? Sin gravedad el universo no existiría.
Las constantes fundamentales ha de variar necesariamente según varien las fuerzas que las originan. Lo que no es probable que la conjunción de todas ella (adimensional alfa) pueda variar, pues alfa significa el cuantificado elemental de lo existente, o todo sería de otra manera. Alfa nos da idea de la forma constante de evolución y el combinado y acumulación de elementos, de forma que hay una proporcionalidad entre las constantes que la definen. Realmente su combinación ha de constituir una función invariable. Uno o algunos de sus términos pueden cambiar, y de hecho cambian según las dimensiones (estados temporales de evolución distintos), pero no en su conjunto.
Felices fiestas, aunque sea con efecto retroactivo.
el 4 de enero del 2012 a las 6:21
Hola, amigo Fandila:
¡Tan lúcido como de costumbre!
Tienes bien claro lo que son las constantes y, sobre todo, la importancia de la gravedad y de alfa, de la que Heisenberg decía: “Cuando sepamos todo lo que encierra alfa (α), ese día, se habrán secado las fuentes de nuestra ignorancia”. Y, otros muchos también están de acuerdo con el hecho de que alfa encierra los secretos del electromagnetismo (Maxwell), de la relativdad y la luz (Einstein) y del cuanto y la mecánica cuántica (Planck). Es decir, e, h y c están ahí inmersos en alfa como si del cofre del tesoro se tratara en el que se guardan los más profundos secretos del Universo.
Si que estoy de acuerdo con todo lo que señalas y, desde luego, la importancia de G para nuestro “mundo” es de vital importancia para que el Universo sea tal como lo podemos contemplar. Lo defines bien cuando adirmas que: “Es la fuerza de la gravedad la responsable de la geometría curva y de la conformación esférica o esferoidal de los elementos, que se repite por acumulación en las macromasas.”
Feliz nuevo año amigo mío, y, como dijo aquel: “Nunca es tarde cuando la dicha es buena”
el 22 de abril del 2012 a las 11:28
No puedo saber, no tengo lo necesario para ello, si el valor de G, con el tiempo será variable. Particvularmentecreo que no y que, la fuerza de Gravedad seguirá siendo siempre la misma. Sin embargo si creo que, el problema está en que, hasta la fecha y a pesar de Newton y de la Relatividad General, aún no hemos llegado a conocer lo que es la Gravedad.
Si supiéramos a ciencia cierta lo que la Gravedad es, seguramente, no se estaría hablando de esa “materia oscura” que, nadie sabe donde estáni lo que es, simplemente se utiliza como un objeto que nos sirve para ocultar la ignorancia que sobre el tema tenemos.
el 22 de abril del 2012 a las 18:32
Estimado amigo Emilio, de nuevo me pongo en contacto con usted. El espacio la inercia y la gravedad. Yo creo que la teoría general de la relatividad, se quedó corta.
Quiero explicarle algunos razonamientos a tener en cuenta.
Imaginemos un giróscopo o peonza girando, donde uno de sus puntos señale al sol,
y el punto contrario señale al centro de la tierra, quitemos el sol, y la peonza seguirá inmutable con respecto al centro de la tierra, quitemos la tierra y el giróscopo seguirá girando en una posición fija en el espacio. resistiendose a torsionarse aún quitemos todas las galaxias.
Razonando el espacio tiene un ENTE propio.
Otro ejemplo.
A una velocidad constante en el universo sin puto de referencia, dos cohetes que pasasen juntos uno con respecto al otro, nunca sabremos cual de los dos se mueve.
Diferente es, ese mismo cohete que empiece a acelerar, entonces sabremos que nos movemos
y en que dirección con respecto al espacio o vacío.
EL VACIO CUENTA, Y LO ESPLICO.
Imaginemos el espacio como un globo de 10 centímetros, tiene una capacidad x
otro de 20 centímetros, la capacidad no es el doble creo es elevada al cubo
otro de 20 centímetros elevada al cubo del cubo, y así sucesivamente.
En el espacio sucede lo mismo, pero no en volumen sino en VACIO.
El vacío no es constante, y es una aceleración hacia mas vacío.
Si el cohete se aceleraba en un espacio acelerado, crea el efecto de inercia en sentido opuesto
a la disección donde se acelera en el espacio.
Si es el espacio el que se acelera al rededor de un cuerpo fijo, creará el mismo efecto pero en
todos sus puntos, pero hacia el centro de cada maza.
Es solo un razona miento, supongo y espero que sea así, que el espacio vacío va en aumento a razón de la velocidad de la luz como lo explico en este mismo escrito. del 6 de diciembre 2010 Es Es el mismo principio que la ley de Pascal, pero al revés, la ley de las presiones o (depresiones)
Sinceramente pienso que con los principios heredados de los grandes, tenemos argumentos, para demostrar la ley de la gravedad.
Julián Luque c/escuelas 24 c/escuelas 24
montilla cp14550 (Córdoba) España
teléfono 957 651734 móvil 638017324
Si es de su interés puedo explicarle mucho mas Gracias por su atención
el 23 de abril del 2012 a las 4:54
¡Hola, amigo julián!
Agradezco sus explicaciones y, estamos totalmente de acuerdo en un hecho: Nos queda aún camino que recorrer en cuanto a la comprensión de la Gravedad, al menos a mí, me queda la sensación de que nos hemos dejado algo por detrás, que está incompleta la R. G. y que, alguna cuestión importante se nos escapó y que podría darnos cumplida cuenta de esa expansión del universo que no hemos llegado a comprender bien y, para tapar nuestra verguenza, hemos echado mano de la “materia oscura”.
Hasta Newton y Einstein…todo bien pero, a partir de ahí, las cosas no están tan claras y algunos conceptos no han sido incluídos en esas teorías y, espero que en la próxima se complete y lleguemos a una comprensión total de lo que la Gravedad es. Ya sabe…¡A la tercera va la vencida!
Un saludo cordial.
el 22 de abril del 2012 a las 22:35
Según la teoría del Universo Eléctrico, la gravedad podría ser una fuerza dipolar eléctrica, y G sería una variable eléctrica.
La idea es que todas las subpartículas podrían formar dipolos, y que la propagación de esta fuerza dipolar se llevaría a través del fondo de neutrinos a una velocidad infinita a efectos prácticos en la escala planetaria.
La configuración eléctrica de los planetas, como la de condensadores esféricos, en la que la carga negativa se concentra en la superficie, haría que estos dipolos subatómicos se alinearan radialmente, formando así un campo dipolar eléctrico radial, responsable del efecto gravitatorio.
Como se conoce de la física Newtoniana, el Sistema Solar debería ser inestable si no hubiera algún tipo de realimentación negativa en las órbitas de los planetas. Esta realimentación sería como sigue en dos planetas de órbita cercana:
El planeta interior transfiere carga negativa al planeta exterior (esto puede ocurrir si la plasmasfera del interior entra en contacto con la del exterior), esa carga se acaba transfiriendo, mediante procesos meteorológicos (rayos, tornados, huracanes, remolinos de polvo como los marcianos…) a la superficie del planeta exterior, lo que hace que su gravedad aumente. De este modo la órbita del planeta exterior aumentaría, proporcionando un mecanismo de estabilidad y separación de órbitas. Es conocido que la plasmasfera de Venus toca a veces la de la Tierra en las alineaciones con el Sol. De hecho, y dada la actividad solar este año, no me extrañaría que ocurriera este mismo proceso este verano.
Una gravedad creciente a saltos por transferencia de carga de otros cuerpos más negativamente cargados, de hecho explicaría las grandes extinciones en masa que casi siempre se ceban con los animales de mayor tamaño, y la controversia que existe sobra la viabilidad de la estructura corporal y la capacidad de movimiento de los grandes dinosaurios.
Estoy traduciendo el artículo de Wal Thornhill que explica esto en más detalle, te lo haré saber cuando lo termine.
Un saludo.
el 23 de abril del 2012 a las 5:45
Bueno, amigo Roberto, ya lo dice el autor de la Teoría que mencionas:
“Desde la partícula más pequeña a la más grande de la formación galáctica, una red de circuitos eléctricos conecta y unifica toda la naturaleza, la organización de las galaxias, estrellas energizante, dando nacimiento a los planetas y, en nuestro propio mundo, controlando el clima y la animación de los organismos biológicos.
No hay islas aisladas en un Universo Eléctrico “.
Y, para que te puedas esplayar a gusto, hoy mismo he dejado en una de las páginas del Blog, la Teoría que con tanta fuerza esgrimes, así, puedes comentar aquellos puntos que creas más conveniente para convencer a los lectores de que la teoría está en lo cierto.
Entre otras cosas, cuestiona el big bang y la teoría de la relatividad especial…
Un saludo cordial.
el 31 de enero del 2021 a las 10:22
Una cosa debemos tener clara:
Las constantes Universales son parámetros que hacen que nuestro Universo sea tal como lo podemos observar. Si dichas constantes cambiaran, también cambiaría el Universo. Si vamos más allá en la determinación de dichas constantes, hasta podríamos pensar que son de esa manera para que nosotros estemos aquí. A veces uno está tentado a pensar que se pusieron de esa manera para pe5rmitir que la vida hiciera acto de presencia y evolucionara para poder, entonces, hablar y pensar sobre estas complejas cuestiones.
La gravedad que mantiene unidos los planetas alrededor del Sol, a las estrellas y galaxias en cúmulos, en las Nebulosas moleculares gigantes producen anomalías gravitatorias para que se formen nuevas estrellas y nuevos mundos, la velocidad de la luz en el vacío, la carga del electrón, la masa del protón y tantas otras constantes para que el “mundo” funcione en la manera precisa que haga posible un Universo de Luz y energía que posibilita la Vida.
Hablamos de ellas, le hemos asignado números, sabemos como funcionan, hemos constatado que están ahí. Sin embargo, no sabemos su realidad última y si además de lo que de ellas podamos conocer, existen otras cuestiones que se nos escapan.
¿Os imagináis un Universo sin Gravedad?
¿O que los electrones tuvieran una carga menor y no pudieran contrarrestar la positiva de los protones en el átomo?
¿O que la luz en el vacío se moviera a velocidades aleatorias y diferentes según la región?
Si la constante de Planck fuera variable no existiría la Mecánica cuántica que tantos réditos nos ha reportado.
Si la igualdad masa energía fuera diferente… ¡Qué sabríamos de la materia?
En definitiva, las constantes universales son las señas de nuestro Universo, sin ellas, no sería el Universo que conocemos.
¿Qué será lo que sabremos de ellas cuando pase un milenio?