May
16
La Inmensidad del Universo y, la “pequeñez” de los seres…
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (0)
En nuestro sistema solar la vida se desarrolló por primera vez sorprendentemente pronto tras la formación de un entorno terrestre hospitalario. Hay algo inusual en esto. Según todos los datos que tenemos la edad de la Tierra data de hace unos 4.500 millones de años, y, los primeros signos de vida que han podido ser localizados fosilizados en rocas antiguas, tienen unos 3.800 millones de años, es decir, cuando la Tierra era muy joven ya apareció en ella la vida.
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno, CARBONO, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema Solar habitado observado ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales el t(bio) –tiempo biológico para la aparición de la vida- algo más extenso.
El vapor de agua presente en la atmósfera primitiva fue condensándose, cayendo a la superficie en forma de lluvia. El agua líquida que precipitaba se evaporaba ni bien tocaba la superficie debido a la alta temperatura de la roca, es decir que el agua volvía a la atmósfera en forma de vapor.
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la foto-disociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
La imagen del cielo de Canarias nos puede servir para mostrar una atmósfera acogedora para la vida
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el Universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un Universo grande y frío en el que, es difícil la aparición de la vida, y, en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
Es cierto que la realidad puede ser mucho más imaginativa de lo que nosotros podamos imaginar. ¿Habrá mundos con formas de vida basadas en el Silicio? Aunque me cuesta creerlo, también me cuesta negarlo toda vez que, la Naturaleza nos ha demostrado, muchas veces ya, que puede realizar cosas que a nosotros, nos parecen imposibles y, sin embargo, ahí está el salto cuántico… Por ejemplo.
Los biólogos, por ejemplo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de los estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotras que habiten en planetas parecidos a la Tierra y necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el Universo.
Hay una coincidencia o curiosidad adicional que existe entre el tiempo de evolución biológico y la astronomía. Puesto que no es sorprendente que las edades de las estrellas típicas sean similares a la edad actual del Universo, hay también una aparente coincidencia entre la edad del Universo y el tiempo que ha necesitado para desarrollar formas de vida como nosotros.
Para nosotros ha pasado mucho tiempo, y, sin embargo, para el Universo ha sido solo un instante
Si miramos retrospectivamente cuánto tiempo han estado en escena nuestros ancestros inteligentes (Homo sapiens) vemos que han sido sólo unos doscientos mil años, mucho menos que la edad del Universo, trece mil millones de años, o sea, menos de dos centésimos de la Historia del Universo. Pero si nuestros descendientes se prolongan en el futuro indefinidamente, la situación dará la vuelta y cuando se precise el tiempo que llevamos en el Universo, se hablará de miles de millones de años.
Brandon Carter y Richard Gott han argumentado que esto parece hacernos bastante especiales comparados con observadores en el futuro muy lejano.
Podríamos imaginar fácilmente números diferentes para las constantes de la Naturaleza de forma tal que los mundos también serían distintos al planeta Tierra y, la vida no sería posible en ellos. Aumentemos la constante de estructura fina más grande y no podrá haber átomos, hagamos la intensidad de la gravedad mayor y las estrellas agotarán su combustible muy rápidamente, reduzcamos la intensidad de las fuerzas nucleares y no podrá haber bioquímica, y así sucesivamente.
Hay cambios infinitesimales que seguramente podrían ser soportados sin notar cambios perceptibles, como por ejemplo en la vigésima cifra decimal de la constante de estructura fina. Si el cambio se produjera en la segunda cifra decimal, los cambios serían muy importantes. Las propiedades de los átomos se alteran y procesos complicados como el plegamiento de las proteínas o la replicación del ADN PUEDEN VERSE AFECTADOS DE MANERA ADVERSA. Sin embargo, para la complejidad química pueden abrirse nuevas posibilidades. Es difícil evaluar las consecuencias de estos cambios, pero está claro que, si los cambios consiguen cierta importancia, los núcleos dejarían de existir, n se formarían células y la vida se ausentaría del planeta, siendo imposible alguna forma de vida.
Las constantes de la naturaleza ¡son intocables!
Ahora sabemos que el Universo tiene que tener miles de millones de años para que haya transcurrido el tiempo necesario par que los ladrillos de la vida sean fabricados en las estrellas y, la gravitación nos dice que la edad del Universo esta directamente ligada con otros propiedades como la densidad, temperatura, y el brillo del cielo.
Puesto que el Universo debe expandirse durante miles de millones de años, debe llegar a tener una extensión visible de miles de millones de años luz. Puesto que su temperatura y densidad disminuyen a medida que se expande, necesariamente se hace frío y disperso. Como hemos visto, la densidad del Universo es hoy de poco más que 1 átomo por M3 de espacio. Traducida en una medida de las distancias medias entre estrellas o galaxias, esta densidad tan baja muestra por qué no es sorprendente que otros sistemas estelares estén tan alejados y sea difícil el contacto con extraterrestres. Si existe en el Universo otras formas de vía avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada.
La expansión del Universo es precisamente la que ha hecho posible que el alejamiento entre estrellas con sus enormes fuentes de radiación, no incidieran en las células orgánicas que más tarde evolucionarían hasta llegar a nosotras, diez mil millones de años de alejamiento continuado y el enfriamiento que acompaña a dicha expansión, permitieron que, con la temperatura ideal y una radiación baja los seres vivos continuaran su andadura en este planeta minúsculo, situado en la periferia de la galaxia que comparado al conjunto de esta, es solo una cuota de polvo donde unos insignificantes seres laboriosos, curiosos y osados, son conscientes de estar allí y están pretendiendo determinar las leyes, no ya de su mundo o de su galaxia, sino que su osadía ilimitada les lleva a pretender conocer el destino de todo el Universo.
Cuando a solas pienso en todo esto, la verdad es que no me siento nada insignificante y nada humilde ante la inmensidad de los cielos. Las estrellas pueden ser enormes y juntas, formar inmensas galaxias… pero no pueden pensar ni amar; no tienen curiosidad ni en ellas está el poder de ahondar en el porqué de las cosas, nosotros si podemos hacer todo eso y más. De todas las maneras, nsotros somos una parte esencial del universo: La que siente y observa, la que genera ideas y llega a ser consciente de que es, ¡la parte del universo que trata de comprender!
Emilio Silvera V.
May
16
CARTA AL DOCTOR “ X “
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Buenos Aires – Argentina – 15 de Mayo de 2024
Estimado doctor:
Agradezco su respuesta, como así su interés por conocer aspectos de la Teoría de la Planificación Universal, de la que fue autor el doctor Ovidio Pracilio.
Lo más importante de la Teoría resulta ser el descubrimiento de la Fórmula Única que la Naturaleza ha utilizado en la planificación del Universo Físico y de todas las creaciones que lo componen, con una Matemática Perfecta, basada únicamente en la Geometría Esferoidal y haciendo uso exclusivo del compás, si
queremos desentrañar del caos de las formas y movimientos aparentes la Realidad Perfecta de la Planificación Universal. La tarea fue la de combinar exclusivamente movimientos geométricos circulares y uniformes, como quería Platón, para explicar con ellos los movimientos de los cuerpos celestes (comenzando por los más cercanos y que tienen movimientos más perceptibles) y para explicar los movimientos de las partículas elementales que componen los átomos, como también la conformación de los organismos naturales.
La tarea es abrumadora, indudablemente. Quien tuvo la paciencia de afrontarla y ejecutarla, como la tuvo el doctor Pracilio, trazando decenas de millones de círculos sobre el papel en años y años de inacabable investigación, solo encuentra satisfacción a ese esfuerzo cuando un día logra combinar de tal modo los círculos, que los cuerpos celestes parecen someterse por fin a marchar con movimientos uniformes en órbitas circulares, logrando también hacer surgir del papel las formas de los organismos naturales con la sola aplicación de la Fórmula Única, que combinan trazos circulares marcados con el compás que se mueve uniformemente por sendas circulares, y constriñe a las partículas infinitamente pequeñas a girar de tal modo en órbitas circulares, que la composición de sus elementos combinados, transmitidos desde el microcosmos, surjan hasta la superficie de nuestra percepción como vibraciones, rayos, ondulaciones, etc. Pracilio consideraba que hablar de una “Teoría de la Planificación Universal” como fruto exclusivo de una mente humana, carecería de sentido, desde que todos los hombres de ciencia que ha tenido y tiene el mundo no han hecho ni hacen otra cosa que trabajar en ello, sea que lo manifiesten en forma expresa o que resulte implícitamente de sus obras científicas y de sus investigaciones.
Einstein dijo que trabajó 30 años de su vida en lo que consideró que debía ser la obra más perfecta: La Teoría del “Campo Unificado”, ecuación matemática que enlazaría entre sí a todas Las leyes Físicas del Universo, pero que no pudo demostrarla. Se considera que no pudo obtenerla porque usó los números aritméticos, y no la perfección de la Geometría Esferoidal.
¿No habrá llegado la hora de dar a conocer al mundo estos descubrimientos para consolidar las bases de la Nueva Ciencia?
¿Qué podemos hacer, usted –un hombre consagrado a la ciencia- y yo un humilde impulsor de estas formidables revelaciones científicas, para pronto darlas a conocer al mundo?
Luego de sus meditaciones sobre tan trascendental tema, quedo aquí a su entera disposición.
Le saludo muy cordialmente.
Dante Pracilio
dantepracilio@gmail.com