Jun
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Misterios de la Naturaleza
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Relativista ~ Comments (49)
¿Por qué la materia no puede moverse más deprisa que la velocidad de la luz?
Fotones que salen disparados a la velocidad de c. ¿Qué podría seguirlos?
Para contestar esta pregunta hay que advertir al lector que la energía suministrada a un cuerpo puede influir sobre él de distintas maneras. Si un martillo golpea a un clavo en medio del aire, el clavo sale despedido y gana energía cinética o, dicho de otra manera, energía de movimiento. Si el martillo golpea sobre un clavo, cuya punta está apoyada en una madera dura e incapaz de moverse, el clavo seguirá ganando energía, pero esta vez en forma de calor por rozamiento al ser introducido a la fuerza dentro de la madera.
Albert Einstein demostró en su teoría de la relatividad especial que la masa cabía contemplarla como una forma de energía (E = mc2.) Al añadir energía a un cuerpo, esa energía puede aparecer en la forma de masa o bien en otra serie de formas.
A medida que aumenta la velocidad del cuerpo (suponiendo que se le suministra energía de manera constante) es cada vez menor la energía que se convierte en velocidad y más la que se transforma en masa. Observamos que, aunque el cuerpo siga moviéndose cada vez más rápido, el ritmo de aumento de velocidad decrece. Como contrapartida, notamos que gana más masa a un ritmo ligeramente mayor.
Al aumentar aún más la velocidad y acercarse a los 299.792’458 Km/s, que es la velocidad de la luz en el vacío, casi toda la energía añadida entra en forma de masa. Es decir, la velocidad del cuerpo aumenta muy lentamente, pero la masa es la que sube a pasos agigantados. En el momento en que se alcanza la velocidad de la luz, toda la energía añadida se traduce en masa.
El cuerpo no puede sobrepasar la velocidad de la luz porque para conseguirlo hay que comunicarle energía adicional, y a la velocidad de la luz toda esa energía, por mucha que sea, se convertirá en nueva masa, con lo cual la velocidad no aumentaría ni un ápice.
La luz está dentro de la materia y en el universo… ¡por todas partes!
En condiciones ordinarias, la ganancia de energía en forma de masa es tan increíblemente pequeña que sería imposible medirla. Fue en el siglo XX (al observar partículas subatómicas que, en los grandes aceleradores de partículas, se movían a velocidades de decenas de miles de kilómetros por segundo) cuando se empezaron a encontrar aumentos de masa que eran suficientemente grandes para poder detectarlos. Un cuerpo que se moviera a unos 260.000 Km por segundo respecto a nosotros mostraría una masa dos veces mayor que cuando estaba en reposo (siempre respecto a nosotros).
No un pulsar tampoco puede ser más rápido que la luz
La energía que se comunica a un cuerpo libre puede integrarse en él de dos maneras distintas:
- En forma de velocidad, con lo cual aumenta la rapidez del movimiento.
- En forma de masa, con lo cual se hace “más pesado”.
Objetos que viajan a velocidades cercanas a c, aumentan su masa
La división entre estas dos formas de ganancia de energía, tal como la medimos nosotros, depende en primer lugar de la velocidad del cuerpo (medida, una vez más, por nosotros).
Si el cuerpo se mueve a velocidades normales, prácticamente toda la energía se incorpora a él en forma de velocidad: se moverá más aprisa sin cambiar su masa.
A medida que aumenta la velocidad del cuerpo (suponiendo que se le suministra energía de manera constante) es cada vez menor la energía que se convierte en velocidad y más la que se transforma en masa. Observamos que, aunque el cuerpo siga moviéndose cada vez más rápido, el ritmo de aumento de velocidad decrece. Como contrapartida, notamos que gana más masa a un ritmo ligeramente mayor.
En gracia quizás podamos superarla pero, en velocidad…no creo, c es el tope que impone el Universo para la velocidad, es el límite al que podemos enviar información y también, al que nos podemos mover con las más rápidas naves que pudiéramos construir.
Todo esto no es pura teoría, sino que ha sido comprobado, una y mil veces en los grandes aceleradores de partículas, donde el muón, por ejemplo, aumentó su masa diez veces al acercarse a velocidades relativistas, es la realidad de los hechos.
Ninguna nave, por los medios convencionales, podrá nunca superar la velocidad de la luz
La velocidad de la luz es la velocidad límite en el universo. Cualquier cosa que intente sobrepasarla adquiriría una masa infinita, y, siendo así (que lo es), nuestra especie tendrá que ingeniarse otra manera de viajar para poder llegar a las estrellas, ya que, la velocidad de la luz nos exige mucho tiempo para alcanzar objetivos lejanos, con lo cual, el sueño de llegar a las estrellas físicamente hablando, está lejos, muy lejos. Es necesario encontrar otros caminos alejados de naves que, por muy rápida que pudieran moverse, nunca podrían superar la velocidad de la luz, el principio que impone la relatividad especial lo impide, y, siendo así, ¿Cómo iremos?
La velocidad de la luz, por tanto, es un límite en nuestro universo; no se puede superar. Siendo esto así, el hombre tiene planteado un gran reto, no será posible el viaje a las estrellas si no buscamos la manera de esquivar este límite de la naturaleza, ya que las distancias que nos separan de otros sistemas solares son tan enormes que, viajando a velocidades por debajo de la velocidad de la luz, sería casi imposible alcanzar el destino deseado.
De momento sólo con los Telescopios podemos llegar tan lejos
Los científicos, físicos experimentales, tanto en el CERN como en el FERMILAB, aceleradores de partículas donde se estudian y los componentes de la materia haciendo que haces de protones o de muones, por ejemplo, a velocidades cercanas a la de la luz choquen entre sí para que se desintegren y dejen al descubierto sus contenidos de partículas aún más elementales. Pues bien, a estas velocidades relativistas cercanas a c (la velocidad de la luz), las partículas aumentan sus masas; sin embargo, nunca han logrado sobrepasar el límite de c, la velocidad máxima permitida en nuestro universo.
Es preciso ampliar un poco más las explicaciones anteriores que no dejan sentadas todas las cuestiones que el asunto plantea, y quedan algunas dudas que incitan a formular nuevas preguntas, como por ejemplo: ¿por qué se convierte la energía en masa y no en velocidad?, o ¿por qué se propaga la luz a 299.793 Km/s y no a otra velocidad?
Sí, la Naturaleza nos habla, simplemente nos tenemos que parar para poder oír lo que trata de decirnos y, entre las muchas cosas que nos dice, estarán esos mensajes que nos indican el camino por el que debemos encontrar lo que buscamos para burlar a la velocidad de la luz, conseguir los objetivos y no vulnerar ningún principio físico impuesto por la Naturaleza.
La única respuesta que podemos dar hoy es que así, es el universo que nos acoge y las leyes naturales que lo rigen, donde estamos sometidos a unas fuerzas y unas constantes universales de las que la velocidad de la luz en el vacío es una muestra.
A velocidades grandes cercanas a la de la luz (velocidades relativistas) no sólo aumenta la masa del objeto que viaja, sino que disminuye también su longitud en la misma dirección del movimiento (contracción de Lorentz) y en dicho objeto y sus ocupantes – si es una nave – se retrasa al paso del tiempo, o dicho de otra manera, el tiempo allí transcurre más despacio.
A menudo se oye decir que las partículas no pueden moverse “más deprisa que la luz” y que la “velocidad de la luz” es el límite último de velocidad. Pero decir esto es decir las cosas a medias, porque la luz viaja a velocidades diferentes dependiendo del medio en el que se mueve. Donde más deprisa se mueve la luz es en el vacío: allí lo hace a 299.792’458 Km/s. Este sí es el límite último de velocidades que podemos encontrar en nuestro universo.
Fotones emitidos por un rayo coherente conformado por un láser
Tenemos el ejemplo del fotón, la partícula mediadora de la fuerza electromagnética, un bosón sin masa que recorre el espacio a esa velocidad antes citada. Hace no muchos días se habló de la posibilidad de que unos neutrinos hubieran alcanzado una velocidad superior que la de la luz en el vacío y, si tal cosa fuera posible, o, hubiera pasado, habríamos de relagar parte de la Teoría de la Relatividad de Einstein que nos dice lo contrario y, claro, finalmente se descubrió que todo fue una falsa alarma generada por malas mediciones. Así que, la teoría del genio, queda intacta.
¡La Naturaleza! Observémosla. De todas las maneras, como nuestra imaginación es casi tan grande como el mismo universo, ya se han postulado teorías para ir buscando la manera de poder desvelar si existe alguna posibilidad de que la velocidad de la luz sea superada.
En matemáticas se llama prolongación de una función a la extensión de su dominio más allá de sus singularidades, que se comportan como frontera entre el dominio original y el extendido. Normalmente, la prolongación requiere incluir algunos cambios de signo en la definición de la función extendida para evitar que aparezcan valores imaginarios puros u otros números complejos. La matemática de la teoría de la relatividad puede ser aplicada a partículas que se mueven a una velocidad mayor que la de la luz (llamadas taquiones) si aceptamos que la masa y la energía de estas partículas pueden adoptar valores imaginarios puros. El problema es que no sabemos qué sentido físico tienen estos valores imaginarios.
La Naturaleza a veces resulta extraña, y, nos muestra imágenes como esta especular, en la que el original está quieto mientras que la imagen reflejada se mueve al son que le marcan las pequeñas ondas del agua.
Emilio Silvera V.
el 3 de agosto del 2024 a las 8:01
En ingravidez el parámetro a considerar será la constante cosmologíca universal,un simple experimento y de forma empírica sabremos ese mínimo de energía a aplicar a tales relojes. Resuelta la cuestión al margen de si la nave se mueve mucho o poco. El caso es que la unidad de tiempo en todos ellos lo define ese mínimo de energía en función de la ubicación. Gravitatoria o ingravidez.
el 3 de agosto del 2024 a las 11:17
Ahora resolvamos todo con relojes de arena, tenemos tres relojes uno en tierra, otro en la luna y otro en marte, siendo los tres iguales, salvo el diámetro cuyo diámetro dependerá de la gravedad allí donde lo ubiquemos, el resultado será siempre el mismos en los tres planetas, y el número de giros será igual al mismo ritmo de tiempo en los tres relojes es decir en los tres planetas. Desaparecería todas las diparidades de unas Ubicaciones a otras. Confirmando que: “Tenémos una magnitud universal y no es posible un reloj universal”.
Entonces :¿Que lugar ocupa la tan cacareada dilatación temporal? Confirmando aquello mencionado en anteriores comenrariis” No hay paradojas temporales salvo lo paradójico de nuestra manera de pensar”.
el 3 de agosto del 2024 a las 11:32
Ahora rizemos el rizo, imaginemos un reloj de arena en un agujero negro, la velocidad de caída de los granos desconcertaria a la misma velocidad de la luz. Ni quiero pensar en el tapón que firmarían ¿Quién diría que el tiempo se este relentizando? Sino muy al contrario desbocado sin más.
el 3 de agosto del 2024 a las 12:12
Osea ¿cuán de rápido habría que dar la vuelta al reloj? Quien es el guapo que lo haga.
Conclusion : “En un hoyo negro no hay relentizacion del tiempo sino una imposibilidad de contar el mismo “. (Que son cosas muy distintas)
el 3 de agosto del 2024 a las 12:33
Un inciso en un agujero negro,¿donde ubicar el reloj? ya que al igual que caen los granos otro tanto ocurriría con el propio reloj u a saber.
el 4 de agosto del 2024 a las 7:05
Otra cuestión, si un reloj de arena la velocidad de caída de la arena depende de la gravedad del planeta, si tenemos planetas muy distinto diríamos que la velocidad de caída será muy distinta, utilizando una misma clase de reloj en todos ellos.
Pues ahora imaginemos esos mismos planetas pero con relojes de arena cuyo radio es en función de la gravedad de dichos planetas, entonces la velocidad de caída de dichos granos es igual en todos los casos tambien.
Osea a igualdad de velocidad en la caída de los granos y a igualdad del número de giros ambos relojes los segundos son el mismo.
Entonces en agujeros negros de muy distinta masa gravitacional cada uno con su reloj ¿ habría diferencia de caída de dicha arena o sería la misma en todos los casos.? Es obvio que el tipo de reloj nos daría una respuesta u otra. Por tanto tenemos un problema.
el 4 de agosto del 2024 a las 17:09
Frente al párrafo que afirma “planetas pero con relojes cuyo radio es en función de la gravedad…….. entonces la velocidad es igual en todos los casos”, es erronea ok
Corregirlo por :
Un inciso aquellos relojes de arena que tienen distintos radios, en todos ellos la velocidad de caída es diferente de unos a otros, pero esa disminicion de velocidad la compensan con mayor número de granos cayendo por tanto todos marcan por igual.
el 6 de agosto del 2024 a las 5:15
Paralelismo entre un reloj de arena y la tierra girando sobre si mismos ambos son un mero reflejo el uno del otro, salvo por el radio del cuello del reloj de arena es su piedra angular a diferencia de la tierra que carece del mismo, ambos con ayuda auxiliar la gravedad promueven su salud inercial.
lLa gravedad el salvo conducto que permite aquello que llamamos inexorabilidad.
Conclusion:”Todos los objetos en movimiento son una sola misma cosa relojes unos respecto de otros, por tanto que marquen por igual muy indicativo que el tiempo un enmascaramiento energético de unos respecto a otros”.
(Por tanto un objeto en reposo un reloj estropeado que ha perdido el ritmo sin mas ).
el 6 de agosto del 2024 a las 17:22
Más leña acerca de la dilatación temporal, resulta que viene Einstein y nos cacarea hasta la saciedad, dos relojes ultra precisos actuales, uno a la altura de nuestros pues y el otro en nuestra mismísima cabeza, el reloj de los pies su ritmo de tiempo más lento que el de nuestra cabeza.
Pues bien imaginemos dos relojes ultra precisos de arena cuyo radio de su cuello en función del la gravedad bien en los pies bien en la cabeza. Es obvio que ambos relojes marcarán un mismo ritmo, osea sus tic tac completamente iguales.
Me pregunto en qué estaría pensando el tal Einstein, con sus paradojas tan esperpenticas. No se sostiene de ningun modo lo mires por donde lo mires.
El GPS, opcion a) Si c es constante y todos los relojes marcan distintos tiempo es indicativo que el espacio de una onda electromagnetica que recorre es muy distinto.
Opción b) Si c es constante y todos los relojes marcan por igual el espacio que recorren una onda electromagnetica en todos los casos es el mismo.
Con una salvedad, perturbaciónes adicionales bien campos electromagnético, bien presión atmosférica, cargas eléctricas colindantes, etc.
el 6 de agosto del 2024 a las 18:26
Aún más pensemos en la paradoja del abuelo, el abuelo se sumerge en un viaje sideral mientras su nieto aquí en tierra contemplando las estrellas, resulta que en su regreso, vuolsn la segunda ley de la termodinámica. Más joven el abuelo que el nieto. Completamente absurdo.
el 7 de agosto del 2024 a las 4:36
Resulta que en la tierra sus tictac son más rápidos que en la luna, ya que su gravedad mayor, pues ahora dice con relojes ultra precisos todo lo contrario que allí donde hay mayor gravedad sus tic tac son pero que muy lentos a diferencia de la luna sus tic tac más rápidos. Contradiciendose a si mismo.
Conclusion :”Salvo en una ecuacion cualquier contradicción resulta unasumible”.
Dilatación temporal variaciones mínimas gravitatorias y más o menos gravedad aquí u allá ambas son lo mismo gravedad sin mas, por tanto si utilizas relojes atómicos o mecánicos ambos han de dar encaminados en la misma dirección. emismo resultado y no su contrario.
el 7 de agosto del 2024 a las 10:00
Se sabe que, los relojes que estén sometidos a campos gravitatorios mayores, como aquellos que se encuentren cerca de un planeta, marcan el tiempo más lentamente.
“La presencia del campo gravitatorio de una masa afecta al tiempo y al espacio. La gravedad hace que los relojes atrasen. Un reloj en la superficie de la Tierra atrasa con respecto a un reloj en la Luna ya que el campo gravitatorio en la superficie terrestre es mayor que el de la lunar.
Según predijo Einstein en 1911, en las regiones del espacio en las cuales el campo gravitatorio es más intenso, el tiempo transcurre más lento.
La dilatación del tiempo gravitacional es un concepto físico sobre los cambios en el paso del tiempo, causados por la relatividad general.
Un reloj en el espacio exterior se mueve más rápido que un reloj en la Tierra. Los objetos pesados, como los planetas, crean un campo gravitacional que ralentiza el tiempo en las inmediaciones.
¿Puede existir el tiempo sin masa? En física no relativista, el tiempo es un parámetro independiente que no depende de la masa . Sin embargo, nuestra teoría más fundamental de la estructura del espacio y el tiempo es la relatividad especial, y no es difícil argumentar que así es.
La relatividad general nos dice que lo que llamamos espacio es simplemente otra característica del campo gravitacional del universo, por lo que el espacio y el espacio-tiempo pueden existir y no existen aparte de la materia y la energía que crean el campo gravitacional . Esto no es una especulación, sino una sólida observación”
Por mi parte, algunas de estas aseveraciones me cuesta aceptarlas, sobre todo la que nos dice que una nave que viaje cerca de la velocidad de la luz… ¡Ralentiza el Tiempo!
Como nadie nos dice a qué velocidad se mueve el Tiempo, pienso que esa nave lo ha adelantado y, los viajeros, tienen la sensación de que el Tiempo se ha frenado, cuando son ellos los que van más rápidos.
el 7 de agosto del 2024 a las 10:10
Si la gravedad de la tierra es mayor muy indicativo que la arena cae antes que en la luna, por tanto no puede ir más lento que el reloj de la luna sino todo lo contrario.
el 7 de agosto del 2024 a las 11:50
Pues sí… ¿Terminaremos con la Mente hecha un lío?
el 7 de agosto del 2024 a las 13:53
Ahora lo comparemos con un reloj de arena en un avión y otro reloj de arena igual en tierra, pues resulta que como la gravedad es mayor en tierra que la gravedad del avión ocurre otro tanto si lo comparamos con la lunas y tierra.
Osea los relojes de arena la velocidad del avión es irrelevante, ya que el reloj no se mueve, osea esta amarado a la estructura. Y si queremos que los relojes de arena marquen tiempos por igual, solo con cambiar ar el radio en función de la intensidad del campo gravitatorios quedaría resuelto. En el caso de los relojes de arena tanto la velocidad de caída de la arena como el número de granos al unísono son los factores a considerar para que todos marquen por igual. Y dilataciones temporales meros espejismos.