Jun
21
¿La Conciencia? ¡Qué complejidad!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Cerebro y Mente ~ Comments (0)
No todos tenemos, ante el mismo paisaje, una visión igual. Lo que vemos depende de muchos factores: La inteligencia personal, la preparación y conocimientos que tengamos, la imaginación, tener la capacidad de discernir sobre lo que vemos…
¿El misterio más profundo? ¡La Mente!
Desde que tuvimos entendimiento nos hemos preguntado: ¿Quiénes somos? ¿De donde venimos? ¿Hacia donde vamos? ¿Qué es la Mente y la consciencia? ¿Surgimos a partir de la “materia inerte” evolucionada?
“Nada es tan difícil como evitar el autoengaño”
Ludwig Wittgestein
Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquellas que todos los estados conscientes comparten. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad. La integración se refiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Esta propiedad está relacionada con nuestra incapacidad para hacer consciente-Mente dos cosas al mismo tiempo, como por ejemplo, estar ahora escribiendo este trabajo para ustedes y al mismo tiempo mantener una conversación sobre el Universo con otros amigos.
De la decisión que tomemos dependerá nuestro Futuro” (que en realidad… ¡Será Presente!
Muchas y variadas son las opciones que tenemos a nuestro alcance. No pocas veces nos encontramos ante una encrucijada entre la razón y el corazón y nos perdemos sin saber cuál es la decisión correcta. No siempre resulta fácil elegir el camino a seguir y… ¡Es tan importante acertar!
No siempre acertamos
Otra propiedad clave de la experiencia consciente, y una que aparentemente contrasta con la anterior, es su extraordinaria diferenciación o informatividad: En cada momento podemos seleccionar uno entre miles de millones de estados conscientes posibles en apenas una fracción de segundo. Nos enfrentamos, pues, a la aparente paradoja de que la unidad encierra la complejidad: el cerebro tiene que afrontar la sobreabundancia sin perder la unidad o coherencia. La tarea de la ciencia consiste en mostrar de qué manera la consigue.
Los últimos pensamientos sobre la mente y la conciencia están centrados en el constructivismo y nos viene a decir que cada cual, se fabrica su propia realidad, y, al hilo de ese pensamiento se me vienen a la mente algunas lecciones de neuropsicología y lo que es la integración bajo tensión, me explico:
Algunas de las indicaciones más sobresalientes de la ineludible unidad de la experiencia consciente provienen del examen de ciertos fenómenos patológicos. Muchos trastornos neuropsicológicos demuestran que la conciencia puede doblarse o encogerse y, en ocasiones, incluso dividirse, pero que nunca tolera que se rompa la coherencia. Por ejemplo, aunque un derrame cerebral en el hemisferio derecho deja a muchas personas con ese lado del cuerpo paralizado y afectado por una pérdida sensorial completa, algunas personas niegan su parálisis, un fenómeno que se conoce como anosognosia.
“Aunque esta palabreja difícil de pronunciar os pueda sonar bastante extraña, y nunca o casi la halláis leído o escuchado, su significado es muy, pero que muy conocido entre los familiares y cuidadores de las personas que sufren demencia tipo alzhéimer.
Y es que la anosognosia es la incapacidad del enfermo para reconocer su propia enfermedad. Ellos consideran que no les pasa nada, que están sanos, que no se despistan ni se olvidan de las cosas, que lo hacen todo en casa, que cuando hay algún fallo la culpa siempre es de los demás.”
El ser conscientes de que, a partir de la “materia inerte”, con el paso del Tiempo se evolucionó hasta aquella primera célula viva replicante que dio comienzo a la fascinante historia de la Vida… ¡Es asombroso!
Lo cierto es que, aunque no pensamos en ello, aunque nos creemos invencibles, lo cierto es que, nuestra fragilidad es grande, estamos expuestos a mil peligros que nos acechan tanto venidos del exterior como de nuestro interior, cualquier fallo de uno de los muchos mecanismos que nos sostienen… ¡Puede acabar con nosotros!
Mejor ser conscientes de ello, y, de la misma manera, será conveniente tener muy claro que “no sabemos”, que las preguntas ganan a las respuestas, y, como decía el gran filósofo Popper:
“Cuanto más profundizo en el conocimiento de las cosas, más consciente soy de lo poco que se. Mis conocimientos son limitados, mi ignorancia infinita”.
Y, además, no perder de vista el transcurso del Tiempo.
“Que no está muerto lo que duerme eternamente, con el paso de Eones, hasta la misma muerte tendrá que morir”.
Howard Phillips Lovecraft
Emilio Silvera V.