Ago
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Estamos tratando de recrear la creación
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
Como es habitual, repasando boletines y revistas de la Real Sociedad Española de Física. Entre otras muchas noticias, me ha llamado la atención una que dice:
“Europa construirá un acelerador tres veces mayor que el LHC. Aunque el LHC seguirá funcionando por lo menos durante dos décadas más, Europa ya empieza a pensar en su sucesor: un enorme colisionador con una circunferencia de 100 km (frente a los 27 del LHC) y capaz de alcanzar una energía de 100 TeV, siete veces superior a los 14 TeV a los que puede llegar, como máximo, el LHC. Tras alcanzar el hito de detectar el bosón de Higgs.
Cuando salió esta noticia, el LHC estaba apagado para llevar a cabo tareas de mantenimiento y no volvería a funcionar hasta meses más tarde. El Modelo Estándar incluye a todos los componentes fundamentales de la materia ordinaria pero no dice nada de la “materia oscura” ni de la “energía oscura”.
Pero… ¿Existen en realidad la Materia y la Energía oscura? Hablan de ellas como si realmente estuvieran ahí, en el inmenso universo. A veces me da la sensación que son inventos que cubren la ignorancia de los cosmólogos que tratan de normalizarlas diciento cosas como estas:
No se debe confundir la energía oscura con la materia oscura, ya que, aunque ambas forman la mayor parte de la masa del universo, la materia oscura es una forma de materia, mientras que la energía oscura se asocia a un campo que ocupa todo el espacio.
“Tenemos muchas esperanzas de que cuando el LHC funcione de nuevo a su máximo nivel de energía podamos tener un primer atisbo de lo que es la “materia oscura”. Y a partir de ahí determinar los objetivos del próximo gran colisionador”, decía el Director del CERN.”
Diseñaron un nuevo experimento para localizar la “materia oscura”
“El CERN aprobó un nuevo experimento diseñado para buscar partículas ligeras y de interacción débil, asociadas con la elusiva “materia oscura”, en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC)”
Digamos que hasta el momento, todos los esfuerzos han sido vanos, no han hallado el menor indicio de la hipotética “materia oscura”, si es que finalmente se comprueba que realmente existe.
Nuestra imaginación no descansa y construimos escenarios en nuestras mentes que podrían ser, y, la única manera de comprobar esas ideas es la de intentar confirmarlas con experimentos y observación.
Está bien que no dejemos de avanzar y sigamos buscando aquello que desconocemos. La Naturaleza esconde muchos secretos que tratamos de desvelar y, la hipotética “materia oscura” es uno de ellos. Hablamos y hablamos sobre algo que no sabemos si será. Tampoco sabemos de que pueda estar conformada, de dónde surgió y por qué, si emite o genera fuerza gravitatoria no emite radiación. En fin, un misterio que sería bueno resolver.
¡100 TeV! ¡100 Km de diámetro!
Si cuando se acercaba la hora de la puesta en marcha del LHC salieron múltiples organizaciones planteando protestas de todo tipo, incluso alguna se atrevió a decir que el Acelerador tenía tanta energía que crearía un agujero negro que se tragaría a la Tierra. ¿Qué dirán ahora del futuro Acelerador? Seguramente, habrá mucha más algarabía, protestas y un sin fin de manifestaciones de todo tipo. Sin embargo, el futuro… ¡Es imparable!
Si nos retrotraemos en el Tiempo… ¡El asombro por lo logrado será grande!
A estas alturas pocas dudas podemos tener de que nuestra especie viaja desde el Pasado hacia el Futuro pasando por un inquieto Presente que trata de preparar el camino a los que vendrán de la misma manera que Demócrito y Empédocles balbucearon sobre el átomo y los elementos, ahora nosotros lo hacemos sobre cuerdas, materia oscura, universos paralelos y otros posibles escenarios que podrían ser confirmados.
Algunas veces el entusiasmo por alcanzar logros científicos nos puede poner en difíciles situaciones, la Ciencia debe tener un exquisito cuidado con lo que hace, no puede aventurarse a correr riesgos que, incluso, podrían destruir a la propia especie.
El futuro colisonador será cuatro veces más grande y diez veces más potente que el actual LHC, parece oportuno volver a preguntarse por la seguridad de esas gigantescas máquinas, las mayores jamás construidas por el hombre, capaces de triturar los componentes de la materia y de reproducir condiciones que no se conocían en el Universo desde el mismísimo Big Bang.
“Científicos han logrado la primera medición de una propiedad mecánica en partículas subatómicas: han medido la distribución de presión en el interior de un protón.”
“El modelo estándar de la física, el marco teórico usado por los científicos para explicar el comportamiento de la materia, dice que existen cuatro fuerzas o interacciones fundamentales: la nuclear fuerte, la electromagnética, la nuclear débil y la gravitatoria. La fuerza nuclear fuerte es, como su nombre indica, la más potente. Es capaz de mantener unidos a protones y neutrones, que se encuentran en el núcleo de los átomos, incluso a pesar de que los primeros tienen carga positiva y se repelen entre sí. Se puede decir que la fuerza nuclear fuerte es el pegamento que mantiene unidos los núcleos de los átomos, pero esta fuerza tiene una peculiaridad: su rango de acción es muy pequeño y a mayores escalas es superada por las otras interacciones.” ABC – Ciencia)
“Las estrellas de neutrones tienen densidades totales de 3,7×1017 a 5,9×1017 kg/m3 (de 2,6×1014 a 4,1×1014 veces la densidad del Sol), comparable con la densidad aproximada de un núcleo atómico de 3×1017 kg/m3. La densidad de una estrella de neutrones varía desde menos de 1×109 kg/m3 en la corteza, aumentando con la profundidad a más de 6×1017 u 8×1017 kg/m3 aún más adentro (más denso que un núcleo atómico). Esta densidad equivale aproximadamente a la masa de un Boeing 747 comprimido en el tamaño de un pequeño grano de arena.”
Volviendo al futuro colisionador, no son pocos los que creen que su puesta en marcha a esas energías de 100 TeV, se podrían producir agujeros negros que comenzarían a tragarse todo lo que tenga a su alrededor, iría creciendo más y más y, finalmente, se tragaría la Tierra entera.
Aunque parece conveniente no dejar de avanzar, así lo aconseja el futuro que nos espera con la “muerte” del Sol, también es cierto que falta mucho para que ese suceso comience su proceso (al menos 1.000 millones de años para que el Sol comience su proceso hacia estrella Gigante roja). Así que, en ese Tiempo, debemos trabajar en la buena dirección y tener en cuenta los riegos a los que nunca nos debemos exponer para provocar que seamos nosotros mismos los que iniciemos la propia destrucción.
Los peligros que nos asechan no son todos artificiales, algunos los provocan la Naturaleza misma
Otros podrían estar provocados por nuestra propia ambición sin límites de crear lo imposible, seres artificiales que tenga conciencia de Ser. Serían más fuertes e inteligentes que nosotros, no necesitaran comer ni dormir, no les afecta la radiación del espacio, nos superan en fuerza, no tienen enfermedades….
¿Para que nos necesitarían?
¿Ciencia? SÍ, siempre que se pongan algunos límites que nos preserven de consecuencias irreversibles,
Emilio Silvera V.
el 26 de diciembre del 2019 a las 11:18
Es cierto que si echamos una mirada hacia atrás en el Tiempo, podemos comprobar que, al principio de las primeras ciudades y sociedades que nuestra especie construyó, y, en la que surgieron hombres y mujeres preocupados por el saber de las cosas, mentes de profundos pensamientos que señalaron el camino a seguir a los que venían detrás.
Tuvieron que pasar muchos siglos para que nuestra especie pudiera decir que, que por fín, manejaba la Ciencia y las matemáticas y poseía los conocimientos básicos para seguir evolucionando en el saber del “mundo”, de la Naturaleza y del Universo en fin.
De hecho, en los últimos 200 años hemos podido adelantar más que en los miles de años anteriores, ya que, cuanto más sabemos, más rápidamente podemos avanzar. Un nuevo conocimiento es la llave que nos permite abrir nuevas puertas detrás de las que encontramos nuevas respuestas que nos posibilitan para plantear nuevas preguntas.
Y, de esa manera, nos vamos acercando a lo que llamamos Futuro, aunque lo cierto es que, el Futuro, nunca lo podremos conocer, solamente el Presente y el Recuerdo del Tiempo pasado está a nuestro alcance. El futuro, que es el Tiempo por venir, es una quimera, un lugar en el que nunca podremos estar, y, los que estén, estarán en el Presente. Nosotros, por ejemplo, estamos en el Futuro de Einstein que nunca pudo conocer.
Y es precisamente ahí, en el Futuro, el Tiempo en el que se harán realidad muchos sueños que no podremos conocer, esos sueños son teorías del Presente que, gracias a nuevos inventos, a nuevas tecnologías, a nuevas ideas, se podrán plasmar en realidad. Claro que, esa realidad, como digo más arriba en el trabajo, tendrá que ser alcanzada mediante una estrecha vigilancia de la Ciencia actual y futura que nos llevará a lugares que ahora, ni podemos imaginar.
Ahora desplazarnos a la estrella más cercana es un sueño irrealizable: 30.000 años para alcanzar Próxima Centauri, ya que, las velocidades de nuestros ingenios Espaciales son de unos 50/60.000 Km/h. Pensar en un viaje así, sin garantías de ninguna clase, es una locura. Creo que no iremos a Marte en viaje tripulado hasta dentro de 20 o 30 años, y, en esas tres décadas habremos podido solucionar problemas técnicos hoy irresolubles.
Mientras tanto, seguiremos avanzando (a base de equivocarnos y rectificar) en todas las disciplinas del saber Humano, de tal manera que, lo que hoy parece un “milagro”, mañana será lo cotidiano.
¡AH! eso sí, no podemos dejar que la Ciencia nos lleve a un callejón sin salida, y, lo que podamos inventar, se adueñe de nosotros, de nuestro destino y nos puedan postergar en un rincón. Me refiero a la Inteligencia Artificial.