Ago
25
Nunca podremos saberlo todo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Descubrir y aprender ~ Comments (4)
Hemos demostrado tener mucha imaginación y las historias y leyendas que nos llegan desde el pasado está mezclada con la Mitología de los pueblos que, en todos los rincones del mundo crearon sus propios mitos que nos dibujan escenarios que hablan de la inmensa diversidad. Siempre hemos buscado algo pero nunca logramos encontrarlo todo. ¡La búsqueda continúa!
Conectados con el Universo, nuestra única misión: ¡Desvelar sus secretos!
Al menos de momento, tenemos que admitir que es así. No creo que nunca podamos adquirir un conocimiento pleno de todas las cosas. Siempre nos quedarán secretos que desvelar y misterios por descubrir, y, la inmensa variedad y la vastedad compleja de la Naturaleza, tendrá siempre para nosotros, algunos rincones oscuros en los que moran respuestas que deseamos , y que sin embargo, es posible, que nunca las podamos atisbar.
¿Oiremos alguna vez que han encontrado los restos de la Atlántida?
“De todos los misterios que andan por el mundo, ninguno puede competir con las historias de tierras pérdidas y civilizaciones que ya no existen, y entre todas ellas, destaca sobremanera una: la desaparición de la Atlántida, un continente entero, que existió más allá de las Columnas de Hércules (Gibraltar) o quién sabe dónde. A la Atlántida, se la tragó la tierra, en día y una noche, sin dejar rastro ni de ella ni de la floreciente civilización que poseía. “
Mime con Sigfrido niño
Al hombre por naturaleza le ha intrigado aquellos sucesos a los cuales no encuentra una explicación lógica, y cuando sus respuestas no son las adecuadas, las ha convertido en misterios, leyendas o mitos pero, con el del tiempo, poco a poco, fue dejando de lado la mitología y a las divinidades para emplear la lógica y la observación del mundo, y, más tarde, llegó el experimento: la Ciencia había nacido.
Uno de los misterios más grandes se refieren a nosotros mismos, de manera fidedigna no sabemos lo que pasó para que ahora podamos estar aquí. El cráneo de Lucy y unos huesos diminutos , cuidadosamente dispuestos en una vitrina del museo para su exhibición al público, nos pueden transportar hasta la cálida sabana africana en la que, según todos los indicios, se gestó la Humanidad hace unos tres millones de años.
El Universo se expande, las estrellas mueren
Las estrellas, como todo en el Universo, no son inmutables y, con el del Tiempo, cambian para convertirse en objetos diferentes de los que, en un principio eran. Por el largo trayecto de sus vidas, transforman los materiales simples en materiales complejos sobre los que se producen procesos biológico-químicos que, en algunos casos, pueden llegar hasta la vida. Nebulosas hacedoras de mundos en las que, nacen estrellas nuevas y se transmutan los elementos sencillos en complejos, en ellas y en las estrellas surge el CHON (Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno) que son materiales esenciales para la vida.
Si viajamos hacia atrás en el tiempo, por ejemplo, unos tres millones de años, podríamos contemplar, con asombro, a nuestros primeros antepasados. Los dinosaurios nos llevan a un tiempo de setenta veces más antiguo, a unos bosques mezosoicos por los que discurren bestias prodigiosas. El mundo, nuestro mundo, ha ido cambiando a medida que el tiempo transcurría y, por ejemplo, el oxígeno que hoy respiramos no estaba presente hace algunos millones de años. De hecho, hay quien defiende la hipótesis de que los dinosaurios no cayeron por el meteorito sino que, el cambio de nuestra atmósfera los eliminó.
Y, 65 millones de años más tarde…
¿Qué habría pasado en la historia de la evolución si no hubiera caído aquel meteorito? ¿Habríamos podido nosotros llegar hasta aquí?
Claro que es mucho lo que aún desconocemos de la historia de la vida y, de la misma manera, se podrán expresar nuestros nietos, no es una asignatura de fácil comprensión, ya que, no teníamos aquí a un historiador recopilando todo lo que pasó, ni el tiempo que ha transcurrido nos permite obtener las huellas necesarias (eliminadas por los movimientos tectónicos, la erosión, y demás catástrofes naturales del planeta) que nos impiden encontrar una respuesta completa.
Claro que, a pesar de todo, incluso con esos enormes inconvenientes de la falta de pruebas, la historia de la Vida, es una narración tan apasionante que, seguimos y seguiremos buscando indicios del pasado que nos hablen de lo que pasó, de nosotros y de otros seres que, como nosotros mismos, surgieron a la vida tras un complejo proceso evolutivo del que, al parecer, sólo nosotros alcanzamos un nivel de conscienciatras un larguisimo proceso evolutivo que comenzó en las estrellas y siguió con la transmutación de los diversos materiales cada vez más complejos para crear sustancias que formaron aquelñ caldo primordial o protoplasma vivo que se organizó para que de él, surgieran aquellas primeras células replicantes. Algunos miles de millones de años más tarde, llegaron nuestros más antiguos antepasados que desembocaron en lo que hoy llamamos Humanidad.
La historia de la vida solemos relatarla al estilo de la genealogía de Abraham: las bacterias engendraron a los protozoos, los protozoos engendraron a los invertebrados, los invertebrados engendraron a los peces…y, así, sucesivamente, Claro que tales listas de conocimientos adquirido pueden ser memorizadas pero, no dejan mucho espacio para pensar que, en lugar de recitar como un papagayo o esas cuestiones, es mejor, salir a espacios abiertos y a lugares remotos del planeta en los que, los vestigios e indicios nos digan que allí pasó algo, donde podamos rocas viejas y fósiles que sí, de manera fehaciente, nos hablaran de ese pasado que queremos conocer.
Los actuales descubrimientos de la Paleontología, la más tradicional de las científicas, se entrelazan con nuevas ideas nacida de la biología molecular y la geoquímica. Los huesos de los dinosaurios son grandes y espectaculares y nos llevan al asombro. Pero, aparte del tamaño de sus habitantes, el Mundo de los dinosaurios se parecía mucho al nuestro. Contrasta con él la historia profunda de la Tierra, que nos cuentan fósiles microscópicos y sutiles señales químicas y que es, pese a ello, un relato dramático, una sucesión de mundos desaparecidos que, por medio de la transformación de la atmósfera y una evolución biológica, nos llevan hasta el mundo que conocemos hoy.
En Australia fueron descubiertos los fósiles de bacterias más antiguas de la Tierra. Las rocas australianas se han convertido en el lugar más idóneo del planeta para buscar indicios del origen de la vida en la Tierra. Ha sido en la formación Strelley Poll, al oeste del país, en Pilbara, donde un equipo de científicos, australianos en su mayoría, ha descubierto los fósiles microscópicos de unas bacterias que vivieron hace 3.400 millones de años y que aparecen asociados a diminutos cristales de pirita.
Pero, ¿cómo podemos llegar a comprender acontecimientos que ocurrieron hace unos miles de millones de años? Una cosa es que en las llanuras mareales de hace mil quinientos millones de años vivían bacterias fotosintéticas, y otra muy distinta entender cómo se infiere que unos fósiles microscópicos pertenecen a bacterias fotosintéticas, cómo se averigua que las rocas que los rodean se formaron en antiguas llanuras mareales y cómo se estima su edad en mil quinientos millones de años.
En tanto que empresa humana, esta es también la historia de la exploración que se extiende desde el interior de las moléculas al espacio literalmente exterior del espacio interestelar y de los planetas como Marte y lunas como Europa, Encelado, Titán, Io y Ganímedes. En todos esos pequeños mundos pueden exitir sorpresas biológicas que ni podemos sospechar.
El cañón natural más grande del sistema solar está en Marte
Muchas de las imágenes del planeta Marte, nos hablan de secretos que… ¿De dónde sale el metano allí detectado? ¿Lo producen metanógenos? Esos inmensos escenarios que las naves allí enviadas nos han podido mostrar. El Olimpus Mont con el cañón fluvial más grande del Sistema solar de miles de kilómetros de largo oradado por las aguas turbulentas que en el pasaso, vertiginosas discurrían por allí dejando esa descomunal huella. Y, ¿que habrá en las entrañas del planeta, en el subsuelo rico en galerias dejadas por los ríos de lava que la actividad volcánica del pasado fueron creando a lo largo de los años. ¿A qué lugar fue a parar todo el agua de los acéanos de Marte?
Muestras recogidas en Marte nos podrán hablar de qué aspectos de nuestra biología terrestre se pueden encontrar allí donde existe la vida, existió la vida o, ¿quién sabe? existirá. Seguramente en Marte podremos encontrar, para nuestro asombro, productos específicos de nuestra particular historia que yacen allí para darnos una respuesta pero, el camino que hemos de seguir para la vida en el Universo dependerá, en gran medida, de lo que podamos encontrar en nuestro “barrio”: Marte, Encelado, Europa, Titán, Ganímedes y otros pequeños mundos que, cuando les dedicamos una profunda mirada, nos envían promesas que, no podemos desatender.
El humano y el chimpancé tienen un ancestro común que no era ni Mono ni Pan, y, no sabemos la razón pero, mientras uno sigue en la rama de los árboles, el otro… ¡Trata de llegar a las estrellas!
Uno de los temas más claros en la evolutiva es el carácter acumulativo de la diversidad biológica. Las especies individuales (al menos la de los organismos nucleados) aparecen y desaparecen en una sucesión geológica de extinciones que ponen de manifiesto la fragilidad de las poblaciones en un mundo de competencia y cambio ambiental. Pero la historia de las asociaciones -de formas de vida con una morfología y fisiología características- es una historia de acumulación. La visión de la evolución a gran escala es indiscutiblemente la de una acumulación en el tiempo gobernada por las reglas del funcionamiento de los ecosistemas. La serie de sustituciones que sugieren los enfoques al estilo de la genealogía de Abraham no consigue captar este atribuito básico de la historia biológica.
Otro de los grandes temas es el de la coevolución de la Tierra y la Vida. Tanto los organismos como en Ambiente han cambiado drásticamente con el tiempo, a menudo de forma concertada. Los cambios del clima, la geología e incluso la composición de la atmósfera y de los océanos han influido en el de la evolución, del mismo modo que las innovaciones biológicas han influido, a su vez, en la historia del medio ambiente.
Los científicos saben que, la Vida, nació por mediación de procesos físicos -tectónicos, oceanográficos y atmosféricos- estos mismos procesos antes mencionados, sustentaron la vida era tras era al tiempo que modificaban continuamente la superficie de la Tierra. Por fin la vida se expandió y diversificó hasta convertirse en una fuerza planetaria por derecho propio, uniéndose a los procesos tectónicos y físico-químicos en la transformación de la atmósfera y los océanos. Creo que, el surgimiento de la vida como una característica definitoria de nuestro planeta es algo que, no podemos calificar con una plabra a la de un hecho extraordinario. Sin embargo, creo, que para que surja la vida sólo se necesita “un sol” y “un planeta” que estén a la adecuada distancias, ya que todos los materiales necesarios estarán allí dispuestos para que se conformen… ¡de tántas maneras!
¿Cuántas veces habrá ocurrido en la vastedad del Universo, que la vida surgió y se extingiuió para volver a surgir en otros lugares ?
El próximo vehículo robótico para explorar Marte en 2025 deberá investigar mas intensamente que nunca la superficie del planeta rojo en busca de señales de vida pasadas, anunció un equipo de na NASA hace poco tiempo. Sin embargo, vuelven a equivocarse en una cosa, la vida en el planeta hermano, no la encontraran en la superficie del planeta. Ellos saben que si hay alguna posibilidad de encontrar la vida allí, ésta estará en el subsuelo pero, como no dispone de medios para enviar una misión tripulada por humanos… ¡Sigue jugando con el Azar! Si suena la campana… de la suerte.
Emilio Silvera V.
el 9 de diciembre del 2017 a las 8:44
Emilio…muchas gracias por tus interesantes analisis de la vida, porque hasta este ultimo tema habla de la vida y más allá de lo que suponenos conocer. Siempre atenta a tus escritos. Una feliz navidad 2.017 y un venturoso año nuevo.! Una vez más…gracias..!!!
el 9 de diciembre del 2017 a las 18:39
Doña Rosa Lampinen, se agradece que nos acompañe en la travesía del saber sobre lo complejo del mundo y sobre todo el sistema en el que está inmerso en este inmenso Universo. Creo sinceramente que, el saber sobre todo lo que nos rodea, sobre nuestro entorno más cercano y, también, sobre ese otro que aunque alejado a distancias que ni podemos comprender, refleja simplemente, cuan “pequeños” somos en ese contexto superior si del Universo hablamos, y, desde luego, dentro de toda esa grandeza, ¿como no? destaca el milagro de la Vida, la parte consciente del Universo.
¿Qué sería un Universo sin vida?
Creo sinceramente que la Vida es el mayor logro alcanzado en este Universo, nada se la puede comparar, ni estrellas enanas blancas, de neutrones o púlsares o agujeros negros, todos esos objetos exóticos no tienen punto de comparación con la transformación máxima de saber como, la “materia inerte”, pudo evolucionar hasta la consciencia de Ser, alcanzando así el poder de rememorar el pasado, idear en el presente para imaginar el futuro.
¿Hasta donde podremos llegar? Eso sólo la Naturaleza lo sabe y, si nos da tiempo para ello, seguro que nuestra especie, si no “saca los pies del plato” y quiere jugar con lo que no se debe, provocando nuestra propia destrucción, si es así, entonces los que detrás de nosotros vengan, verán como colonizamos otros mundos viajando a otras estrellas distintas del Sol, habiendo conseguido por fín, haber encontrado la manera de burlar a la velocidad de la Luz y hacienda posible esos viajes espaciales que ahora sólo son un sueño.
Mientras tanto, lo único que pido para todos en general es que la salud esté con nosotros y que, la cordura, predomine en las Mentes (ahora) descarriadas (que son muchas). Sí queremos ser Humanos, tendremos que comprender que todos somos uno, es decir, todos hemos venido a este mundo de la misma manera y del mismo lugar y, tenemos que lograr esa igualdad mínima que nos de a todos la dignidad que ahora no tenemos.
Ver como un padre no puede dar a su familia lo que esta necesita… ¡Es el mayor dolor!
Un cordial saludo amiga mía, y, que estas fiestas sean tranquilas y sin sobresaltros en compañía de tus seres queridos.
el 10 de diciembre del 2017 a las 20:55
Es cierto que la teoría que dice que el causante de la desaparición de los dinosaurios fue el meteorito de Yucatán tiene bastantes detractores.
Sobre todo porque si eso hubiera ocurrido, en las capas del terreno correspondiente a la caida del meteorito, donde se puede iobservar sus efectos, se hubieran encontrado grandes cantidades de restos de dinosaurios, y parece que no ha sido hallado casi ninguno,
Por ello parece casi más probable que haya sido otra causa la culpable de su desaparición, siendo lo del oxigeno una bastante lógica. De todas formas su desaparición parece haber ocurrido en un periodo de tiempo muy largo, miles de años, y a la llegada del meteorito, quizás la especie estuviera ya condenada y bastante meremada, siendo entonces la puntilla que la naturaleza dió a una especie que dominó el planeta durante millones de años.
el 11 de diciembre del 2017 a las 6:35
En ese oscuro apartado del pasado, las cosas no resultan estar lo bastante esclarecidas como para asegurar que, esa extinción masiva de los grandes lagartos, se produjera por una u otra razón pero, lo cierto es que, según todos los datos de los que se disponen, las causas pudieron ser muy bien las que apuntas del oxígeno y que, el Iridio encontrado en las capas superficiales del evento meteórico, tuvieran una relación indirecta en el suceso que, se podía haber estado gestando durante mucho tiempo antes de la caída del pedruzco.
En este caso, como en tantos otros, los datos son remotos y las certezas también, lo que pasa es que, como es costumbre en nuestra especie, cuando no sabe sobre alguna cosa… ¡Se inventa el cómo pudo suceder! Y, a base de contarlo una y otra vez, al final el relato prevalece como si, en realidad, eso hubiera sido lo que pasó.
¡Cómo somos!