Sep
15
La fragilidad de la vida
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (2)
Se define a la vida como la capacidad de nacer, respirar, desarrollarse, procrear, evolucionar y morir. Además para considerar que haya vida desde esta óptica, es necesario que haya un intercambio de materia y energía.
Lo cierto es que podríamos exponer aquí muchas definiciones. Sin embargo, una manera de no complicarse “la Vida”, es decir que es… ¡La evolución de la materia “inerte” hasta los pensamientos”
Como éste de Ortega:
Se ha discutido, argumentado y teorizado sobre la vida durante siglos, quizás milenios. Lo que conocemos como vida es ni más ni menos que una estructura formada de átomos que se han organizado y que lograron crear mecanismos que les permiten mantener esa organización. Decir que los átomos “se han organizado” es una locura. En el mundo material no hay nada más básico que un átomo, y algo tan básico no es capaz de hacer algo tan complejo como “organizarse”.
¿O sí?
La realidad es que sí. Los átomos, en cumplimiento de leyes físicas simples, se organizan en estructuras. La más sencilla es una molécula, que puede estar formada por algunos átomos, pero se llega a estructuras bastante complejas y ordenadas, como los cristales y fibras naturales y maravillosas formas como las buckyballs.
Hallan en el espacio interestelar una molécula que puede ser diestra o zurda
|
Claro que nada de esto se aproxima al nivel de organización que implica la vida. Recordemos ahora la parte de la frase sobre los átomos que dice “lograron crear mecanismos”, lo cual jamás puede ser cierto… al menos no en la forma directa que uno se imagina al primer momento. Un virus, por ejemplo, es una especie de “máquina” capaz de propagarse. No de reproducirse, al menos no en el sentido que se le da a la palabra en biología, pero sí de activar un mecanismo que permite obtener copias de sí mismo.
Antes de seguir quiero hacer una salvedad: todo lo que diga encontrará alguien para discutirlo. Los conceptos básicos que se aplican a la vida aún no están del todo definidos. Por ejemplo, sé que hay corrientes de pensamiento para las cuales lo virus no son seres vivos. De acuerdo, sólo es cuestión de definiciones, y no es necesario —ni posible— discutirlas aquí. Yo prefiero incluir a los virus en este análisis porque son algo así como el primer nivel de estructura a discutir (sí, sé que existen estructuras menores, pero no con tanta entidad).
Ahora sabemos distinguir entre la “materia inerte” y la materia viva
Siguiendo en la línea que venía, la cuestión es que parece haber una barrera entre el nivel de organización que pueden alcanzar los átomos por leyes simples de la física y la estructura que presenta la vida. ¿Es esto cierto? Da para discutir mucho, pero creo, en base a muchas líneas de investigación y descubrimientos que se vienen presentando, que no.
La estructuración de la vida es gradual. De un evento físico no surge una célula ni, mucho menos, un ratón, pero la realidad es que cada uno de los pasos intermedios que llevan desde un amasijo de átomos a una de estas formas de vida son dados por fenómenos que tienen que ver con la física, la química y… la propia orientación de lo que es la vida. Digamos que la vida, una vez aparecida, crea un entorno de leyes propias que impulsan su desarrollo. ¿Cómo y por qué se crean estas leyes, en base a qué voluntad? Ninguna. (Y aquí surgirán de nuevo las discusiones.) Simplemente, no puede existir la vida sin esas leyes. El hecho de que estemos en un planeta que tenga vida por doquier, y muy desarrollada, es porque la vida, cuando existe, sigue estas reglas que le permiten desarrollarse, y si no las sigue desaparece. Es como decir que hay leyes físicas, leyes básicas del universo, que han sido puestas especialmente para la vida. De hecho, considerando la vida una forma de la materia, creo que es así. Es decir, la vida —cumpliendo los requisitos— sería algo inevitable en el Universo…
Desde este mismo momento, el Universo comenzó a organizarse para que la Vida pudiera venir
Me estoy extendiendo fuera del tema. No pretendo estudiarlo filosóficamente, sino usar un poco de lógica para llegar a una respuesta para una pregunta que se hacen los científicos, y que nos hacemos todos, excepto aquellos que quieren creer en entidades superiores que se ocuparon de ello (lo cual es, simplemente, pasar el problema a otro nivel, sin resolverlo): ¿Cómo es que la vida evolucionó desde átomos, moléculas, células, seres simples, a una especie como la nuestra, tan tremendamente compleja y capaz de, como lo estoy haciendo yo, reflexionar sobre sí misma, transmitirlo y, además, cambiar el mundo como lo estamos cambiando?
Algunos hablan de la receta del caldo primigenio del que puedo surgir la Vida
Es la teoría del bioquímico ruso Alexander I. Oparin conocida desde 1924. En ella propuso que los primeros seres vivos se originaron a partir de la llamada “sopa primitiva”, constituida por elementos orgánicos procedentes de la atmósfera y los mares de la Tierra recién formada.
Yo creo en una cosa, y esto puede desatar miles de discusiones: llegar desde materiales básicos a la creación del ser humano se basó en juntar los materiales (átomos), tener las leyes físicas actuando y a la casualidad (o azar). ¿Qué quiero decir con “casualidad”? Que la existencia de la vida está ligada a un sorteo permanente. Que hay una enormidad de cosas que son necesarias para que pueda haber vida (es innegable que se han dado en este planeta) y para que pueda continuar una vez producida.
Cuando el planeta se estaba enfriando, cuando se formaron los océanos y la atmósfera, cuando hizo acto de presencia el Oxígeno, en presencia de la Química necesaria y de la radiación del Sol, pudo surgir aquella célula que se replicaba así misma, y, evolucionada, pudo llegar a una diversidad de seres que son los que hoy pueblan nuestro mundo.
No son piedras son colonias de bacterias: Estromatolitos
Que fue necesario un transcurso determinado de hechos y situaciones para que los microorganismos aparecieran, se propagaran, compitieran y se fueran haciendo más y más complejos. Que se debieron dar infinidad de circunstancias para que estos organismos se convirtieran en estructuras multicelulares y para que estas estructuras se organizaran en órganos ubicados dentro de seres complejos. Y que se necesitaron enormidad de coincidencias y hechos casuales para que las condiciones llevaran a algunos de estos seres terrestres, vertebrados, pequeños mamíferos (por los cuales durante una enormidad de tiempo ningún juez cósmico hubiese apostado), a evolucionar para convertirse en los animales que más influimos en este mundo: nosotros.
Está claro que no siempre fuimos como ahora nos podemos ver en el espejo. El paso de algunos cientos de miles de años nos hizo evolucionar a medida que cambiaban las condiciones del mundo que nos acoge al que nos adaptamos. Otras especies no supieron adaptarse y se quedaron por el camino.
Corre el rumor de que el Chimpancé y el Hombre tuvieron un ancestro común que no era ni Homo ni Pan. Las dos ramas divergieron y, sin saber el por qué. mientras que uno sigue en la copa de los árboles… ¡El otro sueña con viajar a las estrellas!
Sabemos por la Historia de la terrible “Peste Negra” que se llevó a cientos de miles de criaturas. En aquellos tiempos era una cosa normal dado el desconocimiento que se tenían de las enfermedades. Sin embargo, asombra el poder ser testigo en el Presente, de este llamado Covi19 al que no hemos sabido hacer frente, unas veces por ignorancia, otras por no haber sabido atajarlo a tiempo y, las más, por anteponer la política a la realidad acuciante.
La cantidad de circunstancias, situaciones y condiciones en juego es enorme. En un libro muy interesante de Carl Sagan, anterior a Cosmos, llamado Vida inteligente en el Cosmos (junto a I. S. Shklovskii), se plantea muy bien este tema. Se puede encontrar allí una enumeración de las condiciones que requiere la vida y una especie como la nuestra para existir. Desde las características de nuestra galaxia, su edad, composición, situación, forma; a las de nuestro Sol, su sistema de planetas, la ubicación de la Tierra, su tamaño, su rotación, su inclinación, su composición, los vecinos que tiene… y mucho más.
“GRANDES EXTINCIONES ¿Qué sabemos de ellas?● La tercera extinción fue la mayor de todas, es más, es conocida como La Gran Mortandad. Tuvo lugar entre los períodos Pérmico y Triásico, límite de la primera y segunda era, hace 250 millones de años.● Se extinguieron el 90% de las especies, 96% de las marinas y 70% de las terrestres, incluyendo a nuestro amado trilobite. Te echaremos de menos.”
Yo voy a agregar algunas cosas que me parecen significativas, que han surgido de los últimos descubrimientos y observaciones. Enumero algunas, aunque ya verán que hay más. Extinciones y cambios físicos producidos por impactos de asteroides; influencia de estrellas cercanas, fijas y viajeras; el “clima” interestelar; el “clima” galáctico; las circunstancias que han sufrido los otros planetas; nuestras circunstancias, nada comunes…
Extinciones
Grandes rocas errantes pululan por el Sistema Solar. Los asteroides no son ni cosa del pasado ni riesgos de muy baja probabilidad. Hay pruebas muy concretas sobre diversos impactos de consideración sobre nuestro mundo. Encima, hasta parecen tener una regularidad. No es sólo que tenemos la suerte de que en los últimos 10 millones de años no haya caído un gran asteroide en la Tierra, lo que nos hubiese hecho desaparecer incluso antes de que apareciéramos, sino que tenemos la suerte de que antes de eso sí cayeron de esos asteroides, y de que cambiaran las cosas a nuestro favor. ¿Estaríamos aquí si no hubiese impactado un cuerpo de unos 10 km de diámetro en el Caribe, más precisamente sobre el borde de la península de Yucatán, y hubiese producido una hecatombe para quienes reinaban en el mundo en esa época, los dinosaurios? ¿Quién puede saberlo? ¿Y si no hubiesen ocurrido las extinciones anteriores, fueran por las causas que fueran, estaríamos aquí? Quizás un día se sepa lo suficiente como para simular en computadoras una ecología planetaria entera y ver qué hubiera pasado. Será muy interesante.
Los asteroides cayeron, es un hecho. Y forman parte de las condiciones necesarias —algunos discutirán que no— para que estemos aquí… Veamos algunas nuevas informaciones:
|
Hace 380 millones de años se produjo una importante extinción entre los animales que poblaban el mar, en especial de los amonites, unos moluscos emparentados con los pulpos y calamares pero cubiertos con una concha espiralada y de tamaños a veces gigantescos. Nunca se supo por qué fue. Ahora surgen pistas de que esta mortalidad estuvo relacionada —igual que hace 65 millones de años, en el momento en que los dinosaurios dominaban nuestro mundo— con el impacto de un cuerpo extraterrestre.
Algunos geólogos dicen que hace unos 380 millones de años, un asteroide llegado desde el espacio golpeó contra la Tierra. Creen que el impacto eliminó una importante fracción de los seres vivos. Esta idea puede fortalecer la discutida conexión entre las extinciones masivas y los impactos. Hasta ahora, el único candidato para hacer esta relación era el meteoro que habría causado el exterminio de los dinosaurios, caído en la península de Yucatán, en México.
Brooks Ellwood, de Louisiana State University en Baton Rouge, Estados Unidos, dice que los signos de una antigua catástrofe coinciden con la desaparición de muchas especies animales. “Esto no quiere decir que el impacto en sí mismo haya matado a los animales; la sugerencia es que tuvo algo que ver.” Y agregó que hoy, aunque no se puedan encontrar rastros del cráter de una roca del espacio, se puede saber dónde ha caído.
Otros investigadores coinciden en que hubo un impacto más o menos en esa época, pero creen que la evidencia de que produjo una extinción masiva es muy débil.
El equipo de Ellwood descubrió rocas en Marruecos que fueron enterradas alrededor de 380 millones de años atrás bajo una capa de sedimento que parece formada por restos de una explosión cataclísmica. El sedimento tiene propiedades magnéticas inusuales y contiene granos de cuarzo que parecen haber experimentado tensiones extremas.
Más o menos para esa época se produjo la desaparición del registro fósil de alrededor del 40% de los grupos de animales marinos.
El geólogo Paul Wignall, de la Leeds University, Reino Unido, dice que hay una fuerte evidencia del impacto. Si se lo pudiese relacionar con una extinción masiva sería un gran hallazgo. Si fuera cierto, el potencial letal de los impactos crecería enormemente.
Pero no está claro cuántas desapariciones se produjeron en la época del impacto. Wignall dice que la mortalidad puede haber sido mucho menor que lo que sugiere el equipo de Ellwood. Él piensa que los paleontólogos deberían buscar las pistas que les den una mejor imagen de lo que pasó en aquella época.
El paleontólogo Norman MacLeod, que estudia las extinciones masivas en el Natural History Museum de Londres, coincide en que aunque 40% es el valor correcto para aquel período de la historia de la Tierra, no es una extinción masiva, sino parte de una serie de sucesos mucha más extensa. MacLeod duda de que las extinciones masivas sean resultado de intervenciones extraterrestres. “Los impactos son un fenómeno bastante común”, dice. “Pero no coinciden significativamente con los picos de extinción.”
Proto-hombres
|
Estamos en el plioceno (hace unos 5 millones de años) y unos proto-hombres, los australopitecos, caminan por la Tierra. La evolución ha necesitado mucho, mucho tiempo, para llegar desde los átomos hasta ellos. Una nube interestelar viajera pasa “cerca” de nuestro Sistema Solar, a unas decenas de años luz. ¿Qué es exactamente esta “nube” interestelar? Se trata de gases y materiales en los que se forman grumos a partir de los que nacen estrellas masivas que duran muy poco tiempo y estallan en supernovas. Esta nube viajera ha seguido su camino y se halla ahora a 400 años luz de la Tierra, donde sigue desplazándose. Es muy probable que los australopitecos hayan visto alguna supernova que se encendió y colapsó en esta nube, a unos 130 años luz de nosotros. Si una de esas estrellas hubiese estallado a menor distancia, digamos a 25 años luz, la historia hubiese sido otra: no estaríamos aquí. Y quizás tendíamos una vida muy básica en el planeta, o nada de ella (más detalles en Las Supernovas impactan la Tierra).
|
El llamado Grupo Local de galaxias al que pertenecemos es, afortunadamente, una agrupación muy poco poblada, sino podríamos ser, en cualquier momento (o haber sido aún antes de existir como especie) destruidos en catástrofes cósmicas como las que ocurren en los grupos con gran población de galaxias. Los astrónomos comprenden cada vez más el porqué de las formas de las galaxias, y parece que muchas (incluso la nuestra) han sufrido impactos contra otras para llegar a tener la figura que tienen. Gracias al telescopio espacial Hubble se están viendo en los últimos tiempos muy buenas imágenes de colisiones entre galaxias.
El “clima” interestelar
|
Vivimos dentro de una burbuja. El planeta, el Sistema Solar, nuestro grupo local. El estallido de una supernova ha dejado un resto fósil en nuestro entorno: creó una enorme burbuja en el medio interestelar y nosotros nos encontramos dentro de ella. Los astrónomos la llaman “Burbuja local”. Tiene forma de maní, mide unos trescientos años luz de longitud y está prácticamente vacía. El gas dentro de la burbuja es muy tenue (0,001 átomos por centímetro cúbico) y muy caliente (un millón de grados), es decir, mil veces menos denso y entre cien y cien mil veces más caliente que el medio interestelar ordinario. Esta situación tiene influencia sobre nosotros, porque estamos inmersos dentro. ¿Qué pasaría si nos hubiese tocado estar dentro de una burbuja de gases ardientes resultantes de una explosión más reciente o de otro suceso catastrófico? ¿O si estuviésemos en una zona mucho más fría del espacio? No estaríamos aquí.
El “clima” galáctico
La Galaxia en que vivimos podría tener una mayor influencia en nuestro clima que lo que se pensaba hasta ahora. Un reciente estudio, controvertido aún, asegura que el impacto de los rayos cósmicos sobre nuestro clima puede ser mayor que el del efecto invernadero que produce el dióxido de carbono.
|
Según uno de los autores de este estudio, el físico Nir Shaviv de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel, el dióxido de carbono no es tan “mal muchacho” como dice la gente. Shaviv y el climatólogo Ján Veizer de la Universidad Ruhr, de Alemania, estiman que el clima terrestre, que exhibe subas y bajas de temperatura global que al graficarse forman una figura de dientes de sierra, está relacionado con los brazos espirales de nuestra galaxia. Cada 150 millones de años, el planeta se enfría a causa del impacto de rayos cósmicos, cuando pasa por ciertas regiones de la galaxia con diferente cantidad de polvo interestelar.
Los rayos cósmicos provenientes de las estrellas moribundas que hay en los brazos de la Vía Láctea, ricos en polvo, incrementan la cantidad de partículas cargadas en nuestra atmósfera. Hay algunas evidencias de que esto ayuda a la formación de nubes bajas, que enfrían la Tierra.
Shaviv y Veizer crearon un modelo matemático del impacto de rayos cósmicos en nuestra atmósfera. Compararon sus predicciones con las estimaciones de otros investigadores sobre las temperaturas globales y los niveles de dióxido de carbono a lo largo de los últimos 500 millones de años, y llegaron a la conclusión de que los rayos cósmicos por sí solos pueden ser causa del 75% de los cambios del clima global durante ese período y que menos de la mitad del calentamiento global que se observa desde el comienzo del siglo veinte es debido al efecto invernadero.
La teoría, como es normal en la ciencia, no es del todo aceptada. Los expertos en clima mundial están a la expectativa, considerando que algunas de las conexiones que se han establecido son débiles. Se debe tener en cuenta, dicen los paleontólogos, que se trata de una correlación entre la temperatura, que es inferida de los registros sedimentarios, de la cantidad de dióxido de carbono, que se deduce del análisis de conchas marinas fosilizadas, y de la cantidad de rayos cósmicos, que se calculan a partir de los meteoritos. Las tres técnicas están abiertas a interpretaciones. Además, uno de los períodos fríos de la reconstrucción matemática es, en la realidad, una época que los geólogos consideran caliente. De todos modos, también hay muchos otros que están muy interesados e intrigados.
Una protuberancia solar es una gran estructura gaseosa situada sobre la superficie del Sol, a menudo en una forma de bucle. Dichas protuberancias emergen de la superficie del Sol, la fotosfera, y se extienden hasta alcanzar la corona solar.
Actividad solar
Las manchas son el lugar donde se concentran fuertes campos magnéticos. La razón por la cual las manchas solares son frías no se entiende todavía, pero una posibilidad es que el campo magnético en las manchas no permite la convección debajo de ellas.
La actividad solar se manifiesta y se puede observar de diversas formas: manchas, protuberancias o llamaradas y viento solar.
El Sol es un astro activo. Como todas las estrellas, consume materia y produce energía. Pero esta explosión energética varía según las zonas y también a lo largo del tiempo. ¿Cómo y por qué ocurre?
Manchas Solares
Las manchas solares tienen una parte central oscura conocida como umbra, rodeada de una región más clara llamada penumbra. Las manchas solares son obscuras ya que son más frías que la fotosfera que las rodea.
Lo cierto es que, el público en general (a pesar de la mucha importancia que tiene el Sol para la Vida en el Planeta Tierra), desconoce, o, lo desconoce casi todo de esta estrella que nos manda su luz y su calor para hacer posible la fotosíntesis y la vida.
Tiene más del 99% de toda la masa del Sistema solar, y, cada segundo, fusiona o convierten 700 millones de toneladas de hidrógeno en helio. En el proceso se liberan 5 millones de toneladas de materia en forma de energía. Así, el Sol pierde cada año cerca de 160 billones de toneladas y en su interior se consumen alrededor de 22 mil billones de toneladas de hidrógeno.
Una vez el Sol haya quedado convertido en una gigante roja (al agotar todo su combustible nuclear de fusión), y, se acercará tanto a la Tierra que los mares y océanos se evaporarán, la vida tal como la conocemos desaparecerá. Así permanecerá así en torno a 500 millones de años y posteriormente se transformará en una enana blanca. Es el nombre que recibe una estrella cuando agota por completo su energía nuclear y reduce su tamaño notoriamente.
En esa segunda transformación, eyectará sus capas exteriores al Espacio Interestelar formando un a Nebulosa planetaria cuyo material será ionizado por la radiación ultravioleta de la joven enana blanca.
Claro que, para cuando esto vaya a suceder, habrán pasado unos 5.000 millones de años, y, si nosotros seguimos por aquí… ¡Ya sabremos buscar un nuevo acomodo para la Humanidad!
Emilio Silvera V.
el 15 de marzo del 2010 a las 23:46
De un primer analisas probalistico se concluye que la vida es un hecho cierto en muchos lugares del universo y a menor escala en nuestra galaxia, pero cuando comenzamos a profundisar en las condiciones necesarias para la vida y más aún, para la vida inteligente las probabilidades se reducen enormemente con lo que la densidad de vida inteligente tambien baja.
Al día de hoy podremos estimar cual es la densidad de vida y de vida inteligente?
Ciertamente en los últimos 150 años hemos incrementado nuestro conocimiento sibre la vida, sobre la inteligencia y sobre todo sobre el universo. Seguramente con los instrumentos de observación desarrollado y puestos en funcionamiento a partir del Huble y los que vienen, varios en el corto plazo nuestra adquisición de conocimientos se ha acelerado enormemente y lo seguira haciendo.
Me pregunto sí la velocidad de estos desarrollos, nos permitarán romper la barrera de las grandes distancias astronomicas como para morir con la certeza de si estamos solos o no.
Nesecitaremos que la medicina tambien avance a gran velocidad para que nos mantega vivos por otro montón de años.
el 31 de mayo del 2011 a las 19:12
Hola a todos.
Hablando de la luna, Si el calendario anual es de 365 días, rotación de la tierra sobre el Sol, y los meses y semanas nos lo marcan los ciclos de la luna, que tanto influye en nosotros, ¿por que utilizamos el calendario gregoriano de 12 meses, semiadaptado a los cilclos lunares?
Los mayas tenían un calendario con 13 lunas de 28 días, que se ajustan con exactitud a los ciclos lunares, y fúe destruido e impuesto el gregoriano ahora existente por la “buena” Iglesia ¿Tiene como objetivo la imposición del calendario gregoriano, la desviación de nuestra consciencia cósmica? Por que entonces estamos viviendo en un tiempo que no es real, manipulado, ¿influye esto en que vivamos perdidos? Si los periodos ciclicos de menstruación de las mujeres son de 28 días exactos, y tan importantisima es la luna para nuestra existencia, y por tanto, nuestra mente, está desconcienciada de este ciclo ¿que interés hay en desnaturalizar el ciclo del tiempo?
Quizás sea real lo que leí de “Quien posee tu tiempo, posee tu mente.”