Sep
26
¡Un Universo lleno de vida! ¿Cómo podría ser de otra manera?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (0)
Cada día podemos llegar más lejos
GN-z11, la galaxia más antigua y distante conocida en la actualidad, descubierta en 2016. UDFy-38135539, la galaxia que sucedió a A1689-zD1 como la más distante. IOK-1, la galaxia más lejana conocida hasta 2008. Abell 1835 IR1916, la galaxia más lejana conocida hasta 2007.
El pequeño clúster de estrellas llamado GN-z11, es el objeto más distante detectado por los astrónomos y existió cuando el universo tenía solamente 400 millones de años.
Venus tiene una atmósfera densa, llena de dióxido de carbono, que provoca el efecto invernadero, y de nubes compuestas de ácido sulfúrico. Los gases atrapan el calor y mantienen a Venus bien calentito. De hecho, hace tanto calor en Venus que metales como el plomo serían charcos de metal fundido.
La atmósfera de Júpiter.
Sin duda, uno de los aspectos más fascinantes de Júpiter es su atmósfera, principalmente compuesta de hidrógeno en más de uno 80% además de grandes proporciones de helio, metano, amoniaco y etano. Los fenómenos que suceden en la atmósfera de Júpiter son insólitos y muchos de ellos inexplicables.
La atmósfera de Titán es muy espesa y tiene lagos de metano
Tiene una atmósfera planetaria que es más densa que las de Mercurio, Tierra, Marte y Plutón. La presión atmosférica es de unos 1.6 bares, un 60% mayor que la de la Tierra. El aire de Titán está compuesto principalmente por nitrógeno con otros hidrocarbonos que dan a Titán su característico tono naranja.
Una característica sorprendente de nuestro retrato reconstruido del antepasado primitivo es su carácter moderno. Si este organismo lo encontráramos hoy, seguramente no delataría su inmensa antigüedad, excepto por sus secuencias de DNA. Tuvo que estar precedido, necesariamente, por formas más rudimentarias, estadios intermedios en la génesis de sistemas estructurales, metabólicos, energéticos y genéticos complejos que son compartidos por todos los seres vivos de hoy en día. Por desgracia, tales formas no han dejado descendientes igualmente primitivos que permitan su caracterización. Esta carencia complica mucho el problema del origen de la vida.
Como mujeres y hombres verdaderos hicimos acto de presencia hace ahora unos 300.000 años
Pasados por un buen baño, una peluquería y con un buen traje, podrían, sin duda alguna, pasar inadvertido por cualquier calle de una de las muchas bulliciosas ciudades del mundo. Los cambios en nuestro físico son lentos y las pequeñas mutaciones que se están produciendo con el paso del tiempo, son imperceptibles para el ojo humano. Es, según creo, nuestro cerebro el que más ha cambiado en los últimos milenios.
Una tierra ígnea que se enfrió y aparecieron los primeros signos de vida
La Tierra es el mayor de los planetas interiores y se creó como todos los planetas restantes del Sistema Solar, hace aproximadamente 4.6 miles de millones de años. La Tierra primigenia se formó por la colisión y fusión de fragmentos de rocas más pequeños, de los denominados planetesimales.
Sabemos que la Tierra nació hace unos 4.550 millones de años. Se condensó, junto con los otros planetas del sistema solar, a partir de un disco de gas y polvo que giraba alrededor de una joven estrella que iba a convertirse en nuestro Sol. Fenómenos de violencia extrema, incompatible con el mantenimiento de ningún tipo de vida, rodearon este nacimiento. Durante al menos quinientos millones de años, cometas y asteroides sacudieron la Tierra en formación, con lo que la hicieron incapaz de albergar vida durante todo este tiempo. Algunos impactos pudieron haber sido incluso suficientemente violentos como para producir la pérdida de toda agua terrestre por vaporización, después de lo cual los océanos se habrían vuelto a llenar con agua aportada por cometas y por la que había dentro de las rocas que fue expulsada por evaporación. Según esta versión de los acontecimientos, los océanos actuales de remontarían a la última oleada de bombardeo cometario intenso y a la intensa actividad volcánica, que los expertos creen que tuvo lugar hace unos cuatro mil millones de años. Existen señales de que había vida en la Tierra poco después de que dichos cataclismos llegaran a su fin. En las rocas que han sido datadas más antiguas del planeta (con 3.800 millones de años), se encontraron fósiles de bacterias.
Y la Tierra se hizo habitable
Algunos investigadores creen que el tiempo que pasó entre el momento en el que la Tierra se hizo habitable y aquel en el que apareció la vida, fue demasiado corto para que surgiera algo tan complejo como una célula viva. De ahí la hipótesis de que la vida pudo llegar desde otro lugar. ¿Qué debemos pensar de ello?
¿ Que la vida llegó del espacio exterior? Esporas venidas del Espacio
La teoría de que la vida es de origen extraterrestre ha tenido ilustres defensores. Entre ellos, el químico sueco Svante Arrhenius, ganador del premio Nobel de química de 1903 y recordado hoy por su concepción profética del efecto invernadero, acuñó el término “panspermia” para su teoría de que hay gérmenes de vida que existen en todo el cosmos y caen continuamente sobre la Tierra. Más recientemente, un célebre astrónomo inglés, sir Fred Hoyle, quien murió en 2001, afirmó, junto con un colega de Sri Lanka, Chandra Wickramasinghe, haber detectado pruebas espectroscópicas de la presencia de organismos vivos en cometas. Más adelante veremos cuáles son estas pruebas. Francis Crick, codescubridor con James Watson de la estructura en doble hélice del DNA, ha propuesto incluso, con otro científico de origen inglés, Leslie Orgel, que los primeros organismos vivos pudieron haber alcanzado la Tierra a bordo de una nave espacial enviada por alguna “civilización distante”. Ha dado el nombre de “panspermia directa” a esta hipótesis.
La Imaginación desbocada no deja de configurar escenarios que pudieron ser
Dejando a un lado la nave espacial, de la que hasta ahora no se ha encontrado señal alguna, un origen extraterrestre de la vida es perfectamente verosímil. La objeción que tantas veces se ha manifestado de que organismos vivos no podrían soportar las condiciones físicas que hay en el espacio, especialmente la intensa radiación ultravioleta, no se sostiene, porque rápidamente se advierte que cometas o meteoritos pueden ofrecer protección a los organismos. La destrucción por el calor durante su entrada en la atmósfera terrestre podría evitarse de forma similar. Además, la posibilidad de que la vida pueda ser un fenómeno extendido, que exista en muchos lugares del universo, es algo que tiene cada vez más adeptos. Así, la eventualidad de que organismos vivos viajen a través del espacio en varios “objetos voladores” está lejos de ser inverosímil. Pero…, ¿qué hay de las pruebas?
Bombardeo de cometas y asteroides sobre la Tierra ígnea primigenia
La argumentación de que no hubo tiempo suficiente para que la vida surgiera localmente en la Tierra se basa en una valoración puramente subjetiva y arbitraria, que no está corroborada por ningún elemento objetivo. No existe prueba alguna de que la aparición de la vida requiera cientos de millones de años, como algunos afirman, toda vez que, una vez que existen las condiciones para ello… Por el contrario, la visión esencialmente química y determinista que hay que tener del fenómeno de la vida lleva a creer, más bien, que la vida surgió de manera relativamente rápida, en un período de tiempo que con probabilidad hay que contar en milenios y no en millones de años, Según esta concepción, el margen de unos cien millones de años que permiten los datos actuales deja tiempo suficiente para que la vida naciera en la Tierra. Es incluso posible que la vida surgiera y desapareciera varias veces antes de establecerse de manera definitiva.
Buscar moléculas de azúcar en el espacio exterior, sería una manera de acercarnos a posibles formas de vida en las que, estas moléculas están presentes y, como sabéis (la imagen de arriba lo demuestra), han sido halladas tales moléculas por el potente radio-telescopio ALMA en el norte de Chile que permitió detectarlas moléculas en torno a una estrella joven, similar al sol, un inédito hallazgo para la ciencia, según el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Quedan todas esas observaciones, claramente innegables, que demuestran que los constituyentes elementales de la vida existen en cometas y otros objetos celestes. Pero, ¿estas sustancias son producto de la vida, como creen los defensores de la panspermia? ¿O bien son, por el contrario, el fruto de reacciones químicas espontáneas? la segunda explicación se considera la más probable de las dos.
“Alrededor de las nebulosas planetarias Tc-1 y M1-20, entre 600 y 2.500 años luz de la Tierra, un equipo de investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha hallado por primera vez evidencias de fullerenos complejos, denominados «cebollas de carbono», las moléculas más complejas observadas hasta el momento en el espacio exterior. Un hallazgo que tiene importantes implicaciones a la hora de entender la física y química del Universo y del origen y composición de las bandas difusas interestelares (DIBs), uno de los fenómenos más enigmáticos de la astrofísica.”
Es probable que los procesos que tienen lugar en el espacio exterior hayan llevado a que las moléculas biológicas se encuentren exclusivamente en forma destrógira o levógiro. Esta es la conclusión que arroja unos experimentos llevados a cabo en la instalación de sincrotrón SOLEIL cerca de París, en la cual se encontró que un número de moléculas simples en regiones de formación estelar expuestas a radiación polarizada creaban aminoácidos con un desequilibrio de moléculas dextrógiras y levógiras.
Las conocidas como m0léculas quirales pueden existir en dos formas, siendo una la imagen especular no superponible de una sobre la otra, incluso aunque ambas tienen la misma composición química. Si bien los experimentos de laboratorio tienden a producir cantidades iguales de las versiones dextrógiras y levógiras, muchas de las moléculas quirales encontradas en organismos vivos proceden de una de las variedades. Por ejemplo, los aminoácidos que forman las proteínas solo aparecen en la forma levógira, mientras que los azúcares del ADN sólo en la dextrógira.
Ahora se cree que es posible que moléculas como las encontradas en esta gigantesca nube, hayan sido de gran ayuda para crear la vida en la Tierra. Estamos en la inmensa Orión, ahí, el mayor Laboratorio químico que podamos imaginar harían las delicias de todos los químico/as de la Tierra y, no digamos de los astrónomos que darían “parte de su vida” por ver, in situ, como se forman las estrellas nuevas y los nuevos mundos. También ahí están presentes transformaciones maravillosas que van dejando a punto esos “ladrillos” constituyentes que darán lugar a que, en alguno de los mundo que pululan por estrellas nuevas, pueda surgir la vida.
Tenemos un amplio campo de complejas respuestas que tenemos que desvelar, descorriendo para ello el velo de ignorancia que cubre nuestras mentes. En este difícil tema de la Vida, aunque mucho es lo que hemos llegado a comprender, es mucho más lo que de ella ignoramos y, nadie, hasta el momento ha podido decir con palabras plenas qué es la Vida, cómo pudio surgir o de dónde llegó la semilla que gewrmininó en nuestro planeta. Sin embargo, aquí está, en mil formas y estados que nos producen asombro y hacen despertar nuestra curiosidad y nos empuja a querer llegar a comprender, lo que la vida es.
¡Desde una charca fangoza y caliente, hasta la copa de los árboles! Para seguir ese largo camino hacia los pensamientos y, una vez alcanzada la consciencia de Ser, tratar de llegar a las estrellas. No, no ha sido fácil ni corto el camino que hemos tenido que recorrer y, aunque sólo sea una fracción del tiempo del Universo, para nosotros, la especie humana, es muchísimo tiempo en el que, hemos podido llegar a comprender que, aún nos queda mucho por hacer.
Resolver el misterio de la biogénesis no es sólo un problema más en una larga lista de proyectos científicos indispensables. Como el origen del Universo y el origen de la consciencia, representa algo en conjunto mucho más profundo, puesto que pone a prueba las bases mismas de nuestra ciencia y nuestra visión del mundo. El misterio del origen de la Vida a intrigado a filósofos, teólogos y científicos durante más de dos mil quinientos años. Durante las próximas décadas, tenemos la oportunidad de hacer algunos descubrimientos importantes y llevar a buen término avances fundamentales en este campo, La Astrofísica nos puede dar algunos de los secretos mejor guardados que, de manera inesperada, podrían estar fuera de nuestro mundo.
Emilio Silvera Vázquez
Sep
26
El Tiempo que transcurre inexorable
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (0)
En la tumba de David Hilbert (1862-1943), en el cementerio de Gotinga (Alemania), dice:
“Debemos saber. Sabremos”.
Estoy totalmente de acuerdo con ello. El ser humano está dotado de un resorte interior, algo en su mente que llamamos curiosidad y que nos empuja (sin que en muchas ocasiones pensemos en el enorme esfuerzo y en el alto precio que pagamos) a buscar respuestas, a querer saber el por qué de las cosas, a saber por qué la naturaleza se comporta de una u otra manera y, sobre todo, siempre nos llamó la atención aquellos problemas que nos llevan a buscar nuestro origen en el origen mismo del universo y, como nuestra ambición de saber no tiene límites, antes de saber de dónde venimos, ya nos estamos preguntando hacia dónde vamos. Nuestra osadía no tiene barreras y, desde luego, nuestro pensamiento tampoco las tiene, gracias a lo cual, estamos en un estadio de conocimiento que a principios del siglo XXI, se podría calificar de bastante aceptable para dar el salto hacia objetivos más valiosos.
Fusión de dos estrellas de neutrones
Se fotografía el Horizonte de sucesos de un Agujero Negro
Un trabajador mide los anillos de piedra de la cueva de Bruniquel (Francia), que podrían haber sido obra de neandertales.
Enrollada en una bola de colores, esta avispa dorada o avispa cuco parece serena en esta imagen del fotógrafo Thorben Danke. Pero no te dejes engañar por su tranquila pose: igual que el pájaro con el que comparte el nombre, la avispa cuco pone sus huevos en los nidos de otros insectos. Cuando eclosionan, las larvas se alimentan de los bebés del constructor del nido o los matan de hambre devorando la comida almacenada.
La ceniza que emerge de los volcanes está compuesta por fragmentos de roca y vidrio. En algunos lugares de La Palma, la ceniza se ha acumulado tanto que ha sepultado árboles y casas, de las que sólo quedan chimeneas asomando por el manto volcánico.
Una pequeña semilla de arándano parece cubierta de escamas si se ve ampliada 300 veces. Cambios estacionales que traen nuevas plagas, climas extremos y una reducción de los polinizadores están afectando a los arándanos en todo el mundo.
Si ampliamos 700 veces la flor de girasol podemos ver como la recubre el polen. Los investigadores están interesados en explorar las virtudes del girasol y se acaba de crear un equipo internacional para estudiar el código genético de la planta. Descubrieron que el genoma del girasol es un 20 por ciento más largo que el genoma humano, con cerca del doble de genes. Esto permite una gran diversidad de combinaciones genéticas, que han desembocado en 70 especies de girasoles.
El cráneo de un falso gato de dientes de sable, un tipo extinto de carnívoro parecido a los felinos, es acunado por la conservadora jefe Xènia Aymerich, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont. El ejemplar es uno de los más de 70 000 fósiles encontrados en el Abocador de Can Mata, un vertedero cercano a Barcelona que se ha convertido en el paraíso de los paleontólogos.
Bajo la imagen nos decían;
“Tras un viaje de 8.000 kilómetros en barco desde Estados Unidos hasta la Guayana Francesa, el telescopio espacial James Webb se instala en su sala blanca temporal antes del lanzamiento. El elaborado telescopio espacial de infrarrojos proporcionará vistas asombrosas de los primeros días del universo, si se lanza con seguridad a finales de este mes y se desarrolla sin problemas. Si surge un problema, no hay forma de repararlo: El telescopio estará estacionado a aproximadamente un millón de kilómetros de la Tierra.”
Formar una sociedad civil con robots
Ilustración de un robot y un humano. (foto: XLSemanal)
Las relaciones humano-robot están entrando en la etapa de la “primera cita”. Ya estamos viendo personas en Japón que prefieren novias avatar a las reales. Hoy vivimos en un mundo donde mucha gente está sola y necesita de cuidados especiales. En el futuro eso no cambiará. Entre los avances de la inteligencia artificial y la robótica, la creación de asistentes personales inteligentes sería uno de los objetivos principales para los robots del futuro. Una de las empresas que empezará a trabajar en robots de asistencia personal es —sorpresivamente—Toyota, quien ya ha anunciado sus planes de construir robots enfocados en ayudar a las personas en el hogar.
Es mucho lo que hemos avanzado en los últimos ciento cincuenta años. El adelanto en todos los campos del saber es enorme. Las matemáticas, la física, la astronomía, la química, la biología genética, y otras muchas disciplinas científicas que, en el último siglo, han dado un cambio radical a nuestras vidas.
El crecimiento es exponencial; cuanto más sabemos más rápidamente avanzamos. Compramos ordenadores, teléfonos móviles, telescopios y microscopios electrónicos y cualesquiera otros ingenios e instrumentos que, a los pocos meses, se han quedado anticuados, otros nuevos ingenios mucho más avanzados y más pequeños y con muchas más prestaciones vienen a destituirlos.
¿Hasta dónde podremos llegar? La NASA desarrolla un plan para futuras misiones (incluso terra-formar otros mundos), con astronautas Robots de última generación. Prepararán otros planetas para nuestra posterior llegada sin peligro alguno.
Con el tiempo suficiente por delante… no tenemos límite. Todo lo que la mente humana pueda idear… podrá hacerlo realidad. A excepción, claro está, de las imposibilidades físicas que, en este momento, no tenemos la capacidad intelectual para enumerar. La verdad es que nuestra especie es inmortal. Sí, lo sé, a nivel individual morimos pero…, debemos tener un horizonte más amplio y evaluar una realidad más global y, sobre todo, a más largo plazo. Todos dejamos aquí nuestro granito de arena, lo que conseguimos no se pierde y nuestras antorchas son tomadas por aquellos que nos siguen para continuar el trabajo emprendido, ampliar los conocimientos, perfeccionar nuestros logros y pasar a la fase siguiente.
Este es un punto de vista que nos hace inmortales e invencibles, nada podrá parar el avance de nuestra especie, a excepción de nuestra especie misma.
Ninguna duda podemos albergar sobre el hecho irrefutable de que venimos de las estrellas* y de que nuestro destino, también está en las estrellas**.
La humanidad necesita más energía para continuar avanzando. Los recursos naturales fósiles, como el petróleo, el gas o el carbón, son cada vez más escasos y difíciles de conseguir. Se ha llegado a un punto en el que se deben conseguir otras energías.
Dentro de unos treinta años estaremos en el camino correcto. La energía de fusión sería una realidad que estará en plena expansión de un comenzar floreciente. Sin residuos nocivos peligrosos como las radiaciones de la fisión nuclear, la fusión nos dará energía limpia y barata en base a una materia prima muy abundante en el planeta Tierra.
Nuestro Sol fusiona hidrogeno en helio a razón de 4.654.000 toneladas por segundo. De esta enorme cantidad de hidrógeno, 4.650.000 toneladas se convierten en helio. Las 4.000 toneladas restantes son lanzadas al espacio en forma de luz y calor, energía termonuclear de la que, una parte, llega al planeta Tierra y hace posible la vida.
Resulta pues que el combustible nuclear de las estrellas es el hidrógeno que mediante su fusión hace posible que genere tal enormidad de energía. Así lleva el Sol unos 4.500 millones de años y se espera que al menos durante un período similar nos esté regalando su luz y su calor.
Pero ¿tenemos hidrógeno en el planeta Tierra para tal empresa de fusión nuclear?
La verdad es que sí. La fuente de suministro de hidrógeno con la que podemos contar es prácticamente inagotable…
¡El agua de los mares y de los océanos!
El reto: temperatura y presión
Para conseguir la fusión nuclear, uno de los desafíos es que mantener los elementos juntos requiere grandes cantidades de temperatura y presión.
Hasta ahora, ningún experimento ha conseguido producir más energía que la que se invierte para que funcione.
En el experimento del LLNL, los científicos pusieron una pequeña cantidad de hidrógeno en una cápsula del tamaño de un grano de pimienta.
Luego usaron un potente láser de 192 rayos para calentar y comprimir el combustible de hidrógeno.
El láser es tan fuerte que puede calentar la cápsula a 100 millones de grados Celsius, más caliente que el centro del Sol, y comprimirla a más de 100.000 millones de veces la atmósfera de la Tierra.
Bajo estas fuerzas, la cápsula comienza a implosionar sobre sí misma, obligando a los átomos de hidrógeno a fusionarse y liberar energía.
Al anunciar el resultado, el jefe adjunto de programas de defensa en la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de EE.UU., Marvin Adams, dijo que los láseres del laboratorio habían ingresado 2,05 megajulios (MJ) de energía al objetivo, que luego había producido 3,15 MJ de salida de energía de fusión.
Todos sabemos que el hidrógeno es el elemento más ligero y abundante del universo. Está presente en el agua y en todos los compuestos orgánicos. Químicamente, el hidrógeno reacciona con la mayoría de los elementos. Fue descubierto por Henry Cavendisch en 1.776. El hidrógeno se utiliza en muchos procesos industriales, como la reducción de óxidos minerales, el refinado del petróleo, la producción de hidrocarburos a partir de carbón y la hidrogenación de los aceites vegetales y, actualmente, es un candidato muy firme para su uso potencial en la economía de los combustibles de hidrógeno en la que se usan fuentes primarias distintas a las energías derivadas de combustibles fósiles (por ejemplo, energía nuclear, solar o geotérmica) para producir electricidad, que se emplea en la electrólisis del agua. El hidrógeno formado se almacena como hidrógeno líquido o como hidruros de metal.
Bueno, tantas explicaciones sólo tienen como objeto hacer notar la enorme importancia del hidrógeno. Es la materia prima del universo, sin él no habría estrellas, no existiría el agua y, lógicamente, tampoco nosotros podríamos estar aquí sin ese preciado elemento.
Cuando dos moléculas de hidrógeno se junta con una de oxígeno (H2O), tenemos el preciado líquido que llamamos agua y sin el cual la vida no sería posible.
Así las cosas, parece lógico pensar que conforme a todo lo antes dicho, los seres humanos deberán fijarse en los procesos naturales (en este caso el Sol y su producción de energía) y, teniendo como tiene a su disposición la materia prima (el hidrógeno de los océanos), procurar investigar y construir las máquinas que sean necesarias para conseguir la fusión, la energía del Sol.
En la Tierra, necesitamos temperaturas superiores a los 100 millones de grados Celsius y una intensa presión para conseguir que el deuterio y el tritio se fusionen, así como un confinamiento suficiente para retener el plasma y mantener una reacción de fusión durante un lapso lo suficientemente prolongado como para que se produzca la fusión
Esa empresa está ya en marcha y, como he dicho al principio de este comentario, posiblemente en unos treinta años sería una realidad que nos dará nuevas perspectivas para continuar el imparable avance en el que estamos inmersos.
Pero no me gustaría cerrar este comentario sobre la fusión sin contestar a una importante pregunta…
¿Y por qué la fusión?
Porque tiene una serie de ventajas muy significativas en seguridad, funcionamiento, medio ambiente, facilidad en conseguir su materia prima, ausencia de residuos peligrosos, posibilidad de reciclar los escasos residuos que genere, etc.
Esquema de un reactor nuclear de fusión tipo tokamak, como ITER
- Los recursos combustibles básicos (deuterio y litio) para la fusión son abundantes y fáciles de obtener.
- Los residuos son de helio, no radiactivos.
- El combustible intermedio, tritio, se produce del litio.
- Las centrales eléctricas de fusión no estarán expuestas a peligrosos accidentes como las centrales nucleares de fisión.
- Con una elección adecuada de los materiales para el propio dispositivo de fusión, sus residuos no serán ninguna carga para las generaciones futuras.
- La fuente de energía de fusión es sostenible, inagotable e independiente de las condiciones climáticas.
Para producir la energía de fusión sólo tenemos que copiar lo que hace el Sol. Tenemos que hacer chocar átomos ligeros de hidrógeno para que se fusionen entre sí a una temperatura de 15 millones de grados Celsius, lo que, en condiciones de altas presiones (como ocurre en el núcleo del Sol) produce enormes energías según la formula E = mc2 que nos legó Einstein demostrando la igualdad de la masa y la energía.
Ese estado de la materia que se consigue a tan altas temperaturas, es el plasma, y sólo en ese estado se puede conseguir la fusión.
Aunque en Europa la aventura ya ha comenzado, y para ello se han unido los esfuerzos económicos de varias naciones, la empresa de dominar la fusión no es nada fácil, pero…, démosle…
Siempre será la Naturaleza la que nops indique el camino a seguir. En las estrellas se “fabrican” los elementos mediante la fusión nuclear, los elementos sencillos se han cada vez más complejos a medida que avanza el proceso y, finalmente, son las explosiones supernovas las que nos traen los elementos más complejos como el Uranio, el nº 92 de la Tabla Periódica.
¡TIEMPO!
Sí, es el tiempo el factor que juega a nuestro favor para conseguir nuestros logros más difíciles, para poder responder preguntas de las que hoy no tenemos respuesta, y es precisamente la sabiduría que adquirimos con el paso del tiempo la que nos posibilita para hacer nuevas preguntas, más profundas que las anteriores y que antes, por ignorancia, no podríamos hacer. Cada nuevo conocimiento nos abre una puerta que nos invita a entrar en una nueva región donde encontramos otras puertas cerradas que tendremos que abrir para continuar nuestro camino. Sin embargo, hasta ahora, con el “tiempo” suficiente para ello, hemos podido franquearlas hasta llegar al momento presente en el que estamos ante puertas cerradas con letreros en los que se puede leer: fusión, teoría M, viajes espaciales tripulados, nuevas formas de materia, el gravitón, la partícula de Higgs, las ondas de energía de los agujeros negros, hiperespacio, otros universos, materia oscura, y otras dimensiones.
Siempre estaremos delante de puertas cerradas. La abrí llenó de inquietud ¿Qué habría dentro? Y, lo que encontré fue un gran salón lleno de puestas cerras que, encima de sus dinteles exhibían letrero
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Gravedad cuántica
Teoría de Cuerdas
Teoría del Todo
Universos paralelos
Hiperespacio
Agujeros de Gusano
Viajes en el Tiempo
Todas esas puertas y muchas más nos quedan por abrir. Además, tenemos ante nuestras narices puertas cerradas que llevan puesto el nombre de: genética, nanotecnología, nuevos fármacos, alargamiento de la vida media, y muchas más en otras ramas de la ciencia y del saber humano.
Aunque es mucho lo que se ha especulado sobre el tema, en realidad, el tiempo sólo transcurre (que sepamos) en una dirección, hacia delante. Nunca ha ocurrido que unos hechos, que unos sucesos, se pudieran borrar, ya que para ello habría que volver en el tiempo anterior al suceso para evitar que sucedieran. Está claro que en nuestro universo, el tiempo sólo transcurre hacia lo que llamamos futuro.
Siempre encontramos las huellas del paso del tiempo, aparecen sutiles efectos que delata el sentido del paso del tiempo, aunque es algo que no se puede ver ni tocar, su paso se deja sentir, lo nuevo lo va convirtiendo en viejo, con su transcurrir, las cosas cambian. La misma Tierra, debido a las fuerzas de marea, con el paso del tiempo va disminuyendo muy lentamente su rotación alrededor de su eje (el día se alarga) y la distancia media entre la Tierra y la Luna crece. El movimiento de un péndulo, con el tiempo disminuye lentamente en su amplitud por las fuerzas de rozamiento. Siempre está presente ese fino efecto delator del sentido del paso del tiempo que va creando entropía destructora de los sistemas que ven desaparecer su energía y cómo el caos lo invade todo.
Nos podríamos hacer tantas preguntas sobre las múltiples vertientes en que se ramifica el tiempo que, seguramente, este libro sería insuficiente para poder contestarlas todas (de muchas no sabríamos la respuesta).
El Tiempo pasa, o, ¿En realidad pasamos nosotros?
- ¿Por qué consideramos que el tiempo rige nuestras vidas?
- ¿Cómo explicarías “qué es el tiempo”?
- ¿Por qué unas veces te parece que el tiempo “pasa rápido” y otras veces “muy lento”?
- ¿Crees que el tiempo estaba antes del Big Bang? ¿Por qué?
- ¿En algún momento se acabará el tiempo?
- ¿Cómo el ser humano “fue consciente” de la existencia del tiempo?
- ¿Qué cosa es el tiempo?
- ¿Por qué no lo vemos ni tocamos pero notamos sus efectos?
- ¿Por qué la velocidad relativista puede frenar el transcurrir del tiempo?
En realidad, si nos detenemos a pensar detenidamente y en profundidad en el entorno en que nos encontramos, una colonia de seres insignificantes, pobladores de un insignificante planeta, de un sistema solar dependiente de una estrella mediana, amarilla, del tipo G-2, nada especial y situada en un extremo de un brazo espiral, en la periferia (los suburbios del Sistema Solar) de una de entre miles de millones de galaxias… si pensamos en esa inmensidad, entonces caeremos en la cuenta de que no somos tan importantes, y el tiempo que se nos permite estar aquí es un auténtico regalo. Ese tiempo, corto espacio de tiempo en relación al tiempo cosmológico, es por cierto un espacio suficiente para nacer, crecer, aprender, dejar huella de nuestro paso por este mundo a través de nuestros hijos y a veces (si somos elegidos) por nuestro trabajo, tendremos la oportunidad (casi siempre breve) de ser felices y muchas oportunidades para el sacrificio y el sufrimiento, y así irán pasando nuestras vidas para dejar paso a otras que, al igual que nosotros, continuaran el camino iniciado en aquellas cuevas remotas del pasado, cuando huyendo del frío y de los animales salvajes, nos refugiábamos en las montañas buscando cobijo y calor.
* El material de que estamos hechos se formó hace miles de millones de años en estrellas lejanas que explotaron en supernovas y dejaron el espacio regado de la materia que somos.
** El final del Sol, dentro de 4.000 millones de años, nos obligará a que antes tengamos que emigrar a otros mundos lejanos.
Y, de todas las maneras, habrá que prestar atención a las palabras de aquel pensador:
“Que no está muerto lo que duerme eternamente, y, con el paso de los Eones, hasta la misma muerte tendrá que morir”.
Emilio Silvera Vázquez
Sep
26
¿Otro mundo, sin salir de este?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Naturaleza ~ Comments (0)
Viajar – África
Danakil, el «valle extraterrestre» de la Tierra
Este desierto de África es conocido como el «lugar más cruel de la Tierra» por su terreno y altas temperaturas.
Dormir en el lugar más inhóspito del mundo
Si hay un lugar en la Tierra que se asemeje a la vida extraterrestre ese es sin duda el desierto de Danakil. Esta enorme extensión de tierra situada en el Cuerno de África, -en la depresión de Afar-, es conocido por su calor extremo con temperaturas que superan los 40 grados centígrados durante el día y donde formaciones de sulfuro, sal y azufre brotan de la tierra otorgando al terreno un color amarillento más propio de otro planeta.
Etiopía Depresión del Danakil
La región, situada a unos 60 metros por debajo del nivel del mar, es conocida además por la presencia de volcanes como el Erta Ale o el Dabbahu. El primero es todo un espectáculo al que los habitantes locales no se acercan por la creencia de que en ese lugar habitan espíritus malignos que se pasean en caballo.Lo cierto es que su cima está bañada por un lago de lava, una de las más duraderas del planeta, que ocasionalmente se desborda hacia la falda meridional. El Dabbahu, por su parte, ha entrado una única vez en erupción en 2005 pero al hacerlo creó una gran grieta en el suelo, conocida como la «fisura Dabbahu».
La depresion del Danakil, entre lagos de lava y de Azufre
Pero si algo caracteriza el paisaje del desierto de Danakil es el volcán Dallol, un cráter situado a 45 metros por debajo del nivel del mar y cuyas corrientes ascendentes crean asombrosos manantiales de azufre y sal.
Los intrépidos turistas que se atreven a entrar en esta inhóspita zona por sus temperaturas -este es el lugar que tiene el récord de media más alta en un lugar habitado en la Tierra- así como peligrosa por la situación política en Etiopía, descubrirán un impresionante paisaje donde la arena del desierto es sustituida por las fuentes de azufre y minerales que otorgan tonos amarillos, verdes o blanco al terreno.
En esta amplia zona de Etiopía conocida como el infierno en la tierra y a la que National Geographic nombró el «lugar más cruel» la vida se antoja muy complicada sin embargo es la patria del pueblo nómada afar conocidos por su capacidad para soportar el intenso calor y los vientos abrasadores y dedicados al comercio de la sal como forma de vida.
Cabe recordar que fue en estas mismas tierras fue descubierto en 1974, «Lucy», el famoso fósil de mujer adulta, fue descubierto en la región de Afar, con una aproximación de edad de 3,2 millones de años.
Sí, visitar otros mundos sin salir de este
Sep
26
La Vida es frágil… En nuestros primeros años… ¡Nos creemos...
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Sí, la Vida es un Regalo que no sabemos apreciar. ¡Aprovechar esos breves momentos!
No sabemos valorarla hasta que nos damos cuenta de que se nos va
Sep
26
La Inmensidad del Universo y, la “pequeñez” de los seres…
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y... ¿nosotros? ~ Comments (5)
En nuestro sistema solar la vida se desarrolló por primera vez sorprendentemente pronto tras la formación de un entorno terrestre hospitalario. Hay algo inusual en esto. Según todos los datos que tenemos la edad de la Tierra data de hace unos 4.500 millones de años, y, los primeros signos de vida que han podido ser localizados fosilizados en rocas antiguas, tienen unos 3.800 millones de años, es decir, cuando la Tierra era muy joven ya apareció en ella la vida.
Nuestro mundo se fue enfriando y su contenido de elementos químicos, su evolución, la formación de su atmósfera y de los océanos… Posibilitaron el surgir de la vida!
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno, CARBONO, etc.
Sinn cuatro; carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (CHON). Forman parte de la materia viva debido a sus propiedades físico-químicas.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema Solar habitado observado ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales el t(bio) –tiempo biológico para la aparición de la vida- algo más extenso.
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la foto-disociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
La imagen del cielo de Canarias nos puede servir para mostrar una atmósfera acogedora para la vida
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el Universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un Universo grande y frío en el que, es difícil la aparición de la vida, y, en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
Es cierto que la realidad puede ser mucho más imaginativa de lo que nosotros podamos imaginar. ¿Habrá mundos con formas de vida basadas en el Silicio? Aunque me cuesta creerlo, también me cuesta negarlo toda vez que, la Naturaleza nos ha demostrado, muchas veces ya, que puede realizar cosas que anosotros, nos parecen imposibles y, sin embargo, ahí está el salto cuántico… Por ejemplo.
Los biólogos, por ejemplo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de los estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotras que habiten en planetas parecidos a la Tierra y necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el Universo.
Hay una coincidencia o curiosidad adicional que existe entre el tiempo de evolución biológico y la astronomía. Puesto que no es sorprendente que las edades de las estrellas típicas sean similares a la edad actual del Universo, hay también una aparente coincidencia entre la edad del Universo y el tiempo que ha necesitado para desarrollar formas de vida como nosotros.
Para nosotros ha pasado mucho tiempo, y, sin embargo, para el Universo ha sido solo un instante
Si miramos retrospectivamente cuánto tiempo han estado en escena nuestros ancestros inteligentes (Homo sapiens) vemos que han sido sólo unos doscientos mil años, mucho menos que la edad del Universo, trece mil millones de años, o sea, menos de dos centésimos de la Historia del Universo. Pero si nuestros descendientes se prolongan en el futuro indefinidamente, la situación dará la vuelta y cuando se precise el tiempo que llevamos en el Universo, se hablará de miles de millones de años.
Brandon Carter y Richard Gott han argumentado que esto parece hacernos bastante especiales comparados con observadores en el futuro muy lejano.
Podríamos imaginar fácilmente números diferentes para las constantes de la Naturaleza de forma tal que los mundos también serían distintos al planeta Tierra y, la vida no sería posible en ellos. Aumentemos la constante de estructura fina más grande y no podrá haber átomos, hagamos la intensidad de la gravedad mayor y las estrellas agotarán su combustible muy rápidamente, reduzcamos la intensidad de las fuerzas nucleares y no podrá haber bioquímica, y así sucesivamente.
Hay cambios infinitesimales que seguramente podrían ser soportados sin notar cambios perceptibles, como por ejemplo en la vigésima cifra decimal de la constante de estructura fina. Si el cambio se produjera en la segunda cifra decimal, los cambios serían muy importantes. Las propiedades de los átomos se alteran y procesos complicados como el plegamiento de las proteínas o la replicación del ADN PUEDEN VERSE AFECTADOS DE MANERA ADVERSA. Sin embargo, para la complejidad química pueden abrirse nuevas posibilidades. Es difícil evaluar las consecuencias de estos cambios, pero está claro que, si los cambios consiguen cierta importancia, los núcleos dejarían de existir, n se formarían células y la vida se ausentaría del planeta, siendo imposible alguna forma de vida.
Las constantes de la naturaleza ¡son intocables!
Ahora sabemos que el Universo tiene que tener miles de millones de años para que haya transcurrido el tiempo necesario par que los ladrillos de la vida sean fabricados en las estrellas y, la gravitación nos dice que la edad del Universo esta directamente ligada con otros propiedades como la densidad, temperatura, y el brillo del cielo.
Puesto que el Universo debe expandirse durante miles de millones de años, debe llegar a tener una extensión visible de miles de millones de años luz. Puesto que su temperatura y densidad disminuyen a medida que se expande, necesariamente se hace frío y disperso. Como hemos visto, la densidad del Universo es hoy de poco más que 1 átomo por M3 de espacio. Traducida en una medida de las distancias medias entre estrellas o galaxias, esta densidad tan baja muestra por qué no es sorprendente que otros sistemas estelares estén tan alejados y sea difícil el contacto con extraterrestres. Si existe en el Universo otras formas de vía avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada.
La expansión del Universo es precisamente la que ha hecho posible que el alejamiento entre estrellas con sus enormes fuentes de radiación, no incidieran en las células orgánicas que más tarde evolucionarían hasta llegar a nosotras, diez mil millones de años de alejamiento continuado y el enfriamiento que acompaña a dicha expansión, permitieron que, con la temperatura ideal y una radiación baja los seres vivos continuaran su andadura en este planeta minúsculo, situado en la periferia de la galaxia que comparado al conjunto de esta, es solo una cuota de polvo donde unos insignificantes seres laboriosos, curiosos y osados, son conscientes de estar allí y están pretendiendo determinar las leyes, no ya de su mundo o de su galaxia, sino que su osadía ilimitada les lleva a pretender conocer el destino de todo el Universo.
Cuando a solas pienso en todo esto, la verdad es que no me siento nada insignificante y nada humilde ante la inmensidad de los cielos. Las estrellas pueden ser enormes y juntas, formar inmensas galaxias… pero no pueden pensar ni amar; no tienen curiosidad ni en ellas está el poder de ahondar en el porqué de las cosas, nosotros si podemos hacer todo eso y más. De todas las maneras, nosotros somos una parte esencial del universo: La que siente y observa, la que genera ideas y llega a ser consciente de que es, ¡la parte del universo que trata de comprender!
No pocas ideas de las aquí expuestas han sido tomada de hombres más sabios que yo.
Emilio Silvera Vázqiez