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Hasta podría ser que la Vida, fuese igual en todas partes (en lo esencial)
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (2)
Si el Universo es igual en todas partes (que lo es), al estar regido por cuatro fuerzas fundamentales y una serie de constantes universales, es lógico pensar que todo lo que pasa en un lugar pasará en otros muy alejados y regidos por las mismas fuerzas y constantes. Salvo pequeñas variaciones debido a la gravedad del planeta, la atmósfera y otros, las formas de vida podrían ser muy similares a las nuestras de la Tierra, y, sobre todo, estarían también basadas en el Carbono.
Las planetas similares a la Tierra serrían la mejor opción
Uno de los supuestos implícitos en pro de la inevitabilidad de un Universo grande y frío es que cualquier vida es muy parecida a la nuestra. Los biólogos parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el Carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencia extraterrestre en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas y necesiten agua, atmósferas gaseosas y todo lo demás. Merece la pena abrir un poco nuestra imaginación para pensar a qué podría parecerse la vida si radicara en el espacio en lugar de radicar en un planeta.
Buscando indicios de la vida, Rosetta estudia la composición del polvo y gas que lanza un cometa.
Rosetta
Debido a que es un fenómeno que por el momento permanece esencialmente fuera del alcance de la ciencia (al no disponer de datos, y por tanto de la posibilidad de experimentar y refutar las hipótesis), no existe una disciplina “formal” que estudie la vida extraterrestre, ni ningún currículo académico que forme expertos en ello. Aquellos que se han aproximado al tema de manera científica son por lo general expertos en áreas diversas, que por interés meramente personal han elaborado hipótesis sobre las posibilidades de vida en otros mundos, y han compartido sus puntos de vista a través de algún medio. Pese a ello, ha surgido una enorme cantidad de trabajos y publicaciones serias sobre el tema, de modo que puede hablarse de una cuasi-ciencia dedicada a estudiar y teorizar sobre este fenómeno, a pesar de la ausencia de evidencias. La proto-ciencia que estudia la vida extraterrestre se llama exobiología o astrobiología, y esencialmente se dedica a especular sobre los límites en los que, según nuestro conocimientos científicos, podría darse la vida.
En su momento el Herschel es el mayor telescopio jamás enviado al espacio. Su espejo de 3,5 metros de diámetro ofrecerá a los astrónomos una visión sin precedentes del Universo en las longitudes de onda de infrarrojo lejano y submilimétricas
Descripción Herschel es el mayor telescopio espacial en actividad. El espejo de 3,5 metros de diámetro de Herschel capta radiación infrarroja de longitud de onda larga de algunos de los objetos más fríos y alejados del Universo. El Herschel es el único observatorio espacial que abarca longitudes de onda desde el infrarrojo lejano hasta submilimétricas. Poco a poco, con estos sofisticados ingenios espaciales cada vez más precisos, nos vamos acercando al conocimiento del Universo y de los objetos que lo pueblan.
Herschel es un telescopio espacial que posee un impresionante espejo de 3,5 metros de diámetro (el mayor en telescopios espaciales de imagen). Fue lanzado al espacio en el 2007. Una de sus características es que puede “ver” un tipo de radiación que no ha sido detectado hasta ahora. Esta radiación cae dentro del espectro del infrarrojo lejano y de la luz con longitud de onda menor al milímetro, que son exactamente las radiaciones que es necesario detectar cuando se buscan compuestos químicos complejos como los de las moléculas orgánicas.
Las moléculas o compuestos orgánicos son todas aquellas que poseen el elemento carbono (C) en su constitución; en general son grandes, formadas por varios átomos de carbono, como los hidratos de carbono, los lípidos, las proteínas y los ácidos nucleicos.
Los astrónomos acaban de descubrir la primera molécula quiral en el espacio interestelar. El descubrimiento de óxido de propileno en una nube interestelar sienta las bases para que los astrónomos exploren los procesos químicos que derivaron en la preferencia de un enantiómero respecto a otro al formarse las biomoléculas de la Tierra
Detectan la formación de nuevos sistemas planetarios en Orión, y, como en esas nebulosas moleculares gigantes están presentes las moléculas e ingredientes esenciales para la vida… ¡Cuando los mundos evolucionen, en las condiciones adecuadas la Vida surgirá
Noticias como esta son ya continuadas y cada día se están descubriendo en el espacio interestelar, en las nubes de gas y polvo que dejan las estrellas al final de sus vidas y de donde surgen nuevas estrellas y nuevos mundos, materiales orgánicos que, miles de millones de años más tarde, hacen que en los mundos pueda surgir la vida.
“Hemos detectado la presencia de moléculas de antraceno en una densa nube en la dirección de la estrella 52 en Cernis Perseo, a unos 700 años luz del Sol “ – explicó Susana Iglesias Groth, una de las autoras del estudio-. “Y también hemos encontrado pruebas de la existencia de otra molécula orgánica, el naftaleno, en el mismo lugar, así que todo indica que hemos descubierto una región de formación estelar rica en la química prebiótica. Hasta ahora, el antraceno se había detectado sólo en los meteoritos y nunca en el medio interestelar. Las formas oxidadas de esta molécula son comunes en los sistemas vivos y son bioquímicamente activas. En nuestro planeta, el antraceno oxidado es un componente básico de la sábila y tiene propiedades anti-inflamatorias.
En las últimas décadas los científicos y el público en general han imaginado que se podría encontrar vida inteligente en el universo. Es probable que no seamos la única civilización en esta galaxia, que incluso podría contener docenas o centenares de civilizaciones dispersas entre sus 200.000 millones de estrellas. Si recibiéramos un mensaje complejo y detallado surgido de una de estas civilizaciones, o tuviésemos otra forma de contacto con ella, los efectos sobre nuestra civilización podrían ser intensos y profundos.
Muchos astrónomos, biólogos, filósofos, a los que se agrega ahora otra gente, creen que la existencia de la diversidad de la vida en el universo es un valor supremo. Es decir, en el universo entero, nada es de mayor valor, importancia o significación que las civilizaciones avanzadas y las especies inteligentes, incluyendo la nuestra, por supuesto. Si se preguntara “¿qué cosa o idea tiene más importancia o valor que la diversidad de la vida en el universo, incluyendo la civilización humana?” mucha gente contestaría: “Nada; el ser humano y cualquier otra vida inteligente son la cosa más importante del universo.
¿Tiene algo de especial nuestra Galaxia para que en ella pudiera surgir la Vida?
¿Será la situación en una región tranquila del Sistema solar a 30.000 a.l. del centro galáctico?
¿Cuán extensa y diversa es la vida inteligente que se ha desarrollado en nuestra galaxia? Se ha escrito una cantidad enorme de literatura científica sobre estas dos cuestiones. Estamos pensando aquí en las especies naturalmente desarrolladas que han alcanzado por lo menos nuestro nivel de inteligencia, penetración, conocimiento y cultura. Entre los científicos que han estudiado esta cuestión, el consenso general es que se deben haber desarrollado muchas especies inteligentes a través de nuestra galaxia, ahora y en otros tiempos, y que algunos de ellas pueden estar vivas hoy.
El revoltijo de complejidad que está presente en el Universo, nos lleva a pensar que, todo se ha fraguado a través de más de 13 mil millones de años, el tiempo necesario de evolución de la materia en las estrellas y en el propio universo para que, la vida, pueda surgir en sistemas con las adecuadas condiciones para acogerla. Hasta el momento, que sepamos, es el Carbono el material que la hace posible y la alternativa química sería el silicio que forma cadenas moleculares parecidas, pero por desgracia, tienden a ser , como el cuarzo y la arena, rígidas y poco interesantes como ladrillos para la biología.
Irónicamente, la revolución informática está demostrando que es la física del silicio más que la química del Carbono la que constituye la mayor promesa como alternativa para la vida artificial. Pero tales formas de vida e inteligencias no evolucionan espontáneamente como las nuestras sino que, deben ser fabricada por organismos basados en el Carbono para construir configuraciones altamente organizadas que, es probable quen un día de nuestro futuro, lleguen a poder auto-replicarse y, será entonces cuando podremos decir que ha nacido una nueva especie.
Está claro que hasta el momento todo ha sido especular pero, los hallazgos de moléculas orgánicas necesarias para la vida en el espacio exterior nos pone delante de los ojos un fuerte indicio de lo que puede ser, Todos esos materiales necesarios para la vida están esparcidos por el Universo, por los mundos y, cuando alguno de ellos, como la Tierra, está situado en la zona habitable de su estrella… ¡Vida a la vista!
La compartimos con otros muchos seres
“Un Universo tan vasto y complejo como el que sabemos que existe a nuestro alrededor, quizá haya sido absolutamente necesario…para producir un mundo que se adaptase de forma precisa en todo detalle al desarrollo ordenado de la vida que culmina con el hombre.”
Un poco provinciano el pensamiento al pensar que el hombre puede ser la cumbre de todo y, ciertamente, no podemos descartar la presencia de otros seres inteligentes y más avanzados que nosotros en otros mundos situados hasta en nuestra propia Galaxia. No digamos ya en los cien mil millones de galaxias que en el Universo son.
Hoy no podemos hacernos eco de ese sentimiento que resulta de la cortedad de pensamientos, de mirarnos el ombligo y, de no ver más allá de nuestras propias narices. El gran tamaño del Universo observable, con sus 1080 átomos, permite un enorme número de lugares donde puedan tener lugar las variaciones estadísticas de combinaciones químicas necesarias para el surgir de la vida. ¿Cómo la nuestra? ¿Quién puede saber eso?
Por mi parte creo que, en lo esencial, seres vivos organizados, donde quiera que puedan existir en el universo, deben ser fundamentalmente, y en su naturaleza esencial, también iguales y, si eso fuese así, creo que, sería muy beneficioso para nosotros cuando tengamos que tener encuentros futuros con la vida surgida en otros planetas de nuestra propia galaxia o de otras…¿Quién lo puede saber?
Emilio Silvera Vázquez
Nota aclaratoria: El Universo es muy grande para nosotros, y, nos empeñamos en hablar de otras formas de vida en otros mundos que, desde hace décadas estamos buscando con el programa SETI. Algunos critican el no haber logrado nada positivo a pesar del mucho tiempo y dinero invertido en ello.
Claro que, estos críticos hablan a la ligera, no tienen en cuenta la realidad:
Solamente nuestra Galaxia tiene un diámetro de 100.000 años luz, lo que significa que hay que estar 100 años buscando a la velocidad de la luz, para recorrerla buscando mundos que puedan tener la posibilidad de contener y acoger formas de vida.
Así las cosas, pongamos los pies en el suelo y veamos que es lo que ha buscado SETI:
Bueno, para hacernos una idea cabal de los hechos, hay que decir que SETI ha investigado una superficie del Espacio Interestelar similar a la de una Piscina Olímpica si le daños al Universo la superficie del Océano Pacífico.
Así las cosas, si comparamos una piscina olímpica con el océano pacífico, veremos que nos queda una inmensidad por investigar, y, desde luego, no es extraño que no hayan encontrado nada, es mucho lo que les queda por buscar, y, con los medios que tenemos… ¡Veremos que pasa! Creo que son más las ganas de que ese primer contacto se realice que las verdaderas posibilidades de que ocurra.
Además. en esta misión, nos encontramos con imposibilidades que retrasarían dicho logro.
Por ejemplo: Contactamos con una Civilización parecida a la nuestra. Ellos reciben el mensaje y ponen manos a la obra para descifrarlo, y, aunque estén inscrito en números y signos que sean entendibles para los científicos del lugar, se tardará un tiempo en descifrar el complejo mensaje.
Una vez resuelto, se disponen a contestarlo pero, aquí nos tenemos que parar al estudio de la situación:
El planeta localizado en el que moran esos seres inteligentes, está situado a 3.600 años luz de la Tierra, así que, ellos han tardado 3.800 años en recibirlo, y, cuando han dilucidado el jeroglífico y lo contestan, pasarán otros 3.800 años en que llegue a la Tierra. Así que Los que mandaron el mensaje habrían desaparecido unos 7.600 años atrás en el Tiempo. ¿Se acordarían los que reciban el mensaje de que iba todo aquello?
Suponiendo que sí, que los archivos les diera noción de los hechos, se dispondrían a contestar y habría que esperar otros 3.800 años en que la respuesta llegara.
No llego a alcanzar el desenlace final de todo esto, ya que, entre el Primer ¡Hola! y el tercero habrían pasado 11.400 años… ¡Qué locura!
Amiguitos… ¡Tendréis que esperar una Eternidad!
Emilio Silvera Vázquez
el 8 de noviembre del 2018 a las 12:58
En el tema de la vida, como nuestro conocimiento es limitado, y, en la érpoca en la que surgió y cómo lo hizo, no mhabía allí ningún cronista quer nois pudiera narrar los hechos… Todas las conjeturas podrían nser plausibles para poder vislumbrar esa verdad que buscamos. Sin embargo, hay que reconocer que, dentro del tema, una compleja baraja de parámetros están implicados y nos cueta ordenarlos para poder saber cómo pasó.
Los seres fotosintéticos:
Algas, plantas, cianobacterias, Protozoos euclena que transforman la energía solar en carbohidratos llamados autótrofos debido a que producen sus propios alimentos.
Mediante la fotosíntesis la energía solar de transforma en energía química.
Las plantas absorben el agua de la Tierra y respiran dióxido de carbono para crear sustancias químicas, como la glucosa, para ayudar al proceso de la clorofila.
En la Tierra, la energía radiada por el Sol es aprovechada por los seres fotosintético (1) que constituyen la base de la cadena trófica, siendo la principal fuente de energía de la vida. También aporta la energía que mantiene en funcionamiento los procesos climáticos.
Estos últimos párrafos los he sacado de la conferencia que daré, el pr-oximo día 5 de Diciembre en el salón de Actos de la Caja Rural de Huelva: Nacimiento, Vida y Muerte del Sol.
El tela de la vida en la Tierra está ligada a la energía que el Sol nos suministra a todos los seres que habitamos el planeta.
el 5 de octubre del 2024 a las 10:28
En cuanto a la posibilidad (muy lejana), de que algún día lejos aún en el Futuro, podamos contactar con seres inteligentes de otros mundos, lo cierto es que, aunque finalmente se pudiera conseguir… ¿Qué ventajas reales podría tener?
Las distancias que nos separan, el tiempo en llegar los mensajes y las respuestas, la imposibilidad física de encontrarnos para intercambiar ideas y conocimientos…
Si dicha Civilización fuese más inteligentes que la nuestra, y, suponiendo (que es mucho suponer), que pudieran venir a visitarnos… ¿En qué plan vendrían?
esa imagen idílica de que otros seres llegarán a la Tierra y nos darán información valiosa sobre las distintas ciencias en las que están mucho más adelantados que nosotros… Es un deseo más que una realidad.
Si para ellos no tuviera ventajas reales el visitarnos… ¿Por qué malgastarían su tiemp0? Y, si realmente les interesara algo de lo que nuestro mundo tenga… ¡Nos lo quitarían! Y, siendo tan adelantados no les costaría someternos.
Por mi parte voto para que cada cual se quede en su casa, donde mejor o peor vamos tirando y sólo nos tenemos que preocupar de los ciudadanos que se salten las Normas impuestas para todos.
¿Alienígenas?
No, gracias.