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Lo cierto es que…, nunca dejáremos de hacernos preguntas.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Secretos del Universo ~ Comments (1)
¿Libre Albedrío? ¿Dónde está?
Pero lo cierto es que, no siempre pudimos hacer aquello que deseábamos, por uno u otro motivo estuvimos supeditados
¿Quién puede hacer, en todo momento, lo que se le venga en ganas? Nadie. Todos, por una u otra razón estamos supeditados a una serie de cuestiones que nos obligan y nos indican el camino a seguir en cada momento. En realidad no somos (totalmente) dueños de nuestros actos, y, a veces, no podemos detener impulsos, ideas y fenómenos que nos llevan a comportamientos que no sabemos (más tarde) EXPLICAR.
¿Libre Albedrío? ¿Donde?
Cuando una estrella masiva se queda sin combustible nuclear de fusión se colapsa y explota como Supernova. Aunque estas explosiones son muy poderosas, es posible, para una estrella compañera soportar los efectos de la misma. Un equipo de Astrónomos han encontrado a una de estas supervivientes.
« ¡Sabemos tanto de las estrellas!¡Nos queda tanto por saber!
En las estrellas se producen transiciones de fase que son las responsables de convertir, elementos sencillos como el Hidrógeno, en otros más complejos como el Helio, Carbono, Oxígeno, Nitrógeno…. Y, de todos esos materiales están hechos los mundos y la vida misma. Esa asombrosa verdad de lo que la materia es capaz de hacer, nos lleva a plantear algunas preguntas, tales como: ¿Qué será la materia en realidad? ¿Cómo puede crear objetos inertes y también seres vivos?, ¿Tiene memoria la materia?, ¿No es asombroso que un átomo y una galaxia, un ser vivo y un torrente de agua, las Nebulosas y los Cuásares, todo está hecho de la misma cosa… ¡Quarks y Leptones!
La discusión de las leyes de la Naturaleza es vieja y abstracta y lo habría seguido siendo si Einstein no llega a entrar en la escena y, con sus increíbles (pero ciertos) postulados, pudo poner las cosas en su justo lugar, y, sin desvelar totalmente los secretos del Universo, sí que nos dejó abiertas muchas puestas que nos permitirán seguir el largo camino que nos espera para conocer, totalmente, el Universo y las fuerzas que lo rigen.
Aunque es cierto que “sobre gustos no hay nada escrito”, los humanos nos sentimos más a gusto con las caras más simétricas. En la cultura popular, y salvo alguna rara excepción, las caras asimétricas están relacionadas con la maldad. Los biólogos encontraron rápidamente una explicación evolutiva: los individuos más evolucionados pueden mantener sus formas simétricas inclusive cuando están expuestos al estrés y las enfermedades. Es decir, cuando las partes del cuerpo que tienden a la simetría no lo son, costará más pasar esos genes porque será rechazado por potenciales parejas. De esta manera la evolución distingue a la simetría como una característica valiosa.
David (1501-1504), de Miguel Ángel, Galería de la Academia de Florencia
El desnudo de una figura presenta una simetría bilateral casi perfecta. Ciertamente, parte del atractivo del mismo, tanto en la realidad como en el arte, reside en la identificación de los lados derecho e izquierdo del cuerpo mediante mediante una simetría especular. La figura femenina raramente presenta asimetrías. La asimetría de un varón se rompe solamente por la curiosa circunstancia de que su testículo izquierdo cuelga más bajo que el derecho.
(1532), de Lucas Cranach el Viejo, Städelsches Kunstinstitut, Fráncfort del Meno, censurada por el Metro de Londres en 2008.
Evidentemente, cada cuerpo, considerado de forma individual, puede otras desviaciones menores de su simetría: un hombro más alto que otro, un pecho mayor que su pareja, una ligera desviación de la columna, una peca o un antojo en un costado…, pero tales anomalías, en su mayor parte, pueden encontrarse tanto a un lado como al otro.
La simetría bilateral se mantiene en el interior del cuerpo, en en los músculos y en el esqueleto, pero queda rota por la disposición fuertemente asimétrica de algunos órganos. El corazón, el estómago y el páncreas están desviados hacia la izquierda; el hígado y el apéndice, hacia la derecha. El pulmón derecho es mayor que el izquierdo. Los retorcimientos y vueltas de los intestinos son completamente asimétricos. El cordón umbilical humano, una magnifica hélice triple formada por dos arterias y una vena, puede enrollarse en cualquiera de los dos sentidos.
Los mellizos que se desarrollan por la fecundación simultánea de dos óvulos separados, pueden tener detalles asimétricos en un sentido en uno de ellos, y en el contrario en el otro, pero esto no ocurre con mayor frecuencia que la que cabría esperar como fruto del azar. Es una creencia generalizada que los gemelos (formados a partir de un único óvulo, que se divide inmediatamente después de la fecundación) tiene una marcada tendencia a aparentar especulares recíprocas. Por desgracia, las estadísticas al respecto son confusas y muchos expertos creen que los gemelos idénticos no se presentan como imágenes especulares uno de otro en mayor medida que cualquier otro tipo de hermanos.
“En química, los enantiómeros (del griego ‘ἐνάντιος’, enántios, “opuesto”, y ‘μέρος’, méros, “parte” o “porción”), también llamados isómeros ópticos, son una clase de estereoisómeros tales que en la pareja de compuestos la molécula de uno es imagen especular de la molécula del otro y no son superponibles. Cada uno de ellos tiene, en su nombre, la letra correspondiente: R (del latín rectus, derecho) o S (del latín sinister, izquierdo).1Los compuestos enantiopuros son muestras que poseen, dentro de los límites de detección, solo una de las dos moléculas quirales.”
En el caso de gemelos siameses (gemelos idénticos, unidos uno a otro a causa de un a partición tardía e incompleta del óvulo), el tema no ofrece duda alguna. Son exactamente enantimorfos en casi todos los detalles: si uno es diestro, el otro es zurdo; si uno tiene el remolino del pelo que va en el sentido de las agujas del reloj, el de su hermano/hermana irá en el sentido contrario. Diferencias en los oídos, los dientes…, aparecen en ambos como especulares unas respecto de otras (hasta en eso es perfecta la Naturaleza). Las huellas dactilares o de la palma de la mano derecha de uno serán muy parecidas a las correspondientes a la mano izquierda del otro.
Todavía más: un gemelo siamés tendrá “vísceras transpuestas”; sus órganos internos estarán colocados de manera inversa, el corazón a la derecha, el hígado a la izquierda. Esta transposición de órganos, o inverse situs, como se denomina a veces, se da siempre en cualquier par de gemelos siameses, pero puede aparecer también en no incluidas en estas circunstancias.
Merece la pena hacer notar que Lewis Carroll, en A través del espejo (Alianza Editorial, 1990), pretende tomar los gemelos idénticos Tararí y Tarará como imágenes especulares uno de otro. Cuando los hermanos Tara ofrecen enlazar sus manos con Alicia, uno de ellos alarga su derecha; el otro la izquierda. Si observamos detenidamente las ilustraciones de Tenniel, especialmente la que muestra los dos gemelos uno frente a otro, para la batalla, veremos que los ha dibujado como si fueran enantiomorfos.
Claro que, algunos rostros pueden denotar asimetrías
En el comportamiento y los hábitos de los seres humanos hay muchos ejemplos de marcada asimetría; los más evidentes son consecuencia de que la mayoría de las personas son diestras. La mano derecha está controlada por la parte izquierda del cerebro, y la parte derecha de éste controla la mano izquierda, por lo que la condición de diestro es, en realidad, un fenómeno de lateralidad izquierda del cerebro. Hubo un tiempo en el que se creía que los bebés nacían sin tendencia alguna de tipo genético que favoreciera el uso de una mano concreta, que la lateralidad de un niño era exclusivamente el resultado de las enseñanzas de sus padres. Platón era un notable defensor de esta opinión.
“En el uso de las manos estamos, y estábamos, viciados por las manías de nuestras intitutrices y madres -escribe Platón en sus Leyes-, pues aunque nuestros miembros están compensados por naturaleza, creamos una diferencia entre ellos como consecuencia de un mal hábito.”
Sabemos hoy en día que Platón estaba equivocado. Como hace notar Aristóteles con buen criterio. De todas las maneras, la tendencia innata para muchas personas de usar preferentemente la mano derecha es común desde que la puede constatarlo de manera evidente.
Los antropólogos culturales no han encontrado todavía ni una sola sociedad, o incluso una tribu , en la que la norma sea la lateralidad izquierda: los esquimos, los indios americanos, los maoríes y los africanos son todos diestros. Los antiguos egipcios, griegos y romanos eran diestros. Naturalmente, si retrocedemos todavía más en la Historia, la evidencia de la lateralidad diestra es ya escasa e indirecta y hay que dilucidarla a partir del estudio de la forma de sus utensilios y armas, así como de las pinturas que muestran los hombres trabajando o en la batalla.
Las propias palabras que se usan en muchas lenguas para designar la izquierda y la derecha dan testimonio de un sesgo universal hacia el lado derecho. En , ir a derechas es hacer las cosas correctamente, mientras que no dar una a derechas, es sinónimo de hacerlo todo mal.
Ser diestro en algo es lo mismo que poseer una habilidad especial para ello, mientras que una cosa siniestra (del latín sinester, izquierda) es una cosa hecha con mala intención. En otras lenguas el significado viene a ser más o menos el mismo. Los italianos, tan suyos ellos, llaman a la mano izquierda stanca, fatigada, o manca, la que no se tiene. Lo cierto es que, por lo , los zurdos son ambidiestros.
Para tener una buena visión histórica de malos prejuicios virulentos contra los zurdos en cualquier partedel mundo, veáse el séptimo capítulo de The Dragons of Eden, de Carl Sagan (Random House, 1977), y el delicioso de Jack Fincher, Sinister People (Putnam, 1977). Este último da una lista de más de cien personajes famosos que fueron zurdos.
Hasta donde sabemos, la especie humana tiene la tendencia a utilizar la mano derecha, aunque sabemos de casos de zurdos “muy diestros”. Claro que no lo sabemos todo. La mayoría de los mamíferos subhumanos son ambidiestros y, ¿cómo serán las especies que viven en otros mundos? El personaje de arriba, al menos, parece que es zurdo.
Lo cierto es que, poco importa si somos zurdos o no, la igualdad en lo esencial es casi idéntica. La verdadera diferencia está en el cerebro, en la manera de ver las cosas, en cómo cada cual enfoca los problemas y qué soluciones aplica a cada situación, en que perspectiva podamos tener de nuestra Sociedad, de nuestras leyes, de nuestros derechos, de la moral y la ética… Todo lo demás, son circunstancias anecdóticas que poco influyen en el devenir del mundo.
Claro que dentro de cada uno de nosotros llevamos muchos YOS, nadie puede saber como actuaría en un situación dada, si como un héroe o como un cobarde, la complejidad del cerebro humano es tan grande que… ¡No sabemos comprender los muchos secretos que allí están encerrados. Desde la noche de los Tiempos miramos hacia la Eternidad y caminamos cayendo una y otra vez tratando de llegar a ese fantástico lugar en el que todo será posible, allí donde nos darán respuestas a todas las preguntas, y, por el camino, formulamos Teorías y construimos Modelos tratando de saber, aunque la cruda realidad es que… ¡Siempre seguiremos planteando preguntas que nadie sabe contestar!
Emilio Silvera Vázquez
el 28 de septiembre del 2019 a las 8:14
La Humanidad ha hecho un largo y doloroso recorrido para llegar a poder lograr los conocimientos que actualmente tiene sobre cada una de las disciplinas del saber. Sin embargo, podemos decir, sin temor a equivocarnos que, ahora, estamos en el punto de partida para conseguir mayores logros.
Poco a poco, a lo largo de la Historia, siempre hemos estado haciendo preguntas y nuestra curiosidad nos llevó a querer saber el por qué de las cosas. De esa manera, a trompicones, a base de errar muchas veces, de sufrir grandes equivocaciones a veces de graves consecuencias, hemos podido llegar a un cierto nivel que, aunque no suficiente, sí podría ser el comienzo de algo mucho mayor.
La ignorancia, el no saber de éste o aquel tema, nos impide plantear la pregunta adecuada, y, el adquirir un conocimiento nuevo, es como encontrar la llave que abre la puerta dentro de la cual está la respùesta a la pregunta planteada pero, también, allí, residen múltiples cuestiones que nos hacen plantear nuevas preguntas.
Estamos confinados en un pequeño planeta (menos que un grano de arena de la inmensa playa) dentro de la inmensidad de un Universo “infinito”. Sí, lo se, infinito no hay nada pero, para nosotros se podría decir que lo es. Distancias inalcanzables entre estrellas y galaxias, miles de millones de años luz nos separan de objetos y mundos inalcanzables, nos encontramos ante la imposibilidad de burlar a la velocidad de la luz (c), que es la que nos marca el límite en el que podemos movernos en este Universo nuestro.
Y, no sólo estamos confinados en el planeta, además, estamos confinados en un eterno Presente del que no podemos huir. El Tiempo, nuestro Tiempo, es parte Pasado y parte Presente, nunca estaremos en el Futuro, ese Tiempo incierto y por venir, el que otros conocerán pero, para ellos, también será Presente.
¡Es todo tan complicado!