Feb
2
¿Lo que pasó? ¿Lo que pasará? o, simple imaginación
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (0)
Fotograma de la película del movimiento de un par de electrones en el átomo de helio
La Causalidad fue la que hizo que el estudiante mayor y el físico se sentaran juntos, y, el suceso le cayera en gracia al Premio Nobel que le hizo la tarea.
¿Cómo podríamos resolver la estructura del Universo?
“Imaginaos ahora este instante en que los murmullos se arrastran discretamente y las espesas tinieblas llenan el navío del Universo.”
Esas palabras de Chakesperare en Enrique V (acto IV, esc. 1), nos podría valer ahora a nosotros para estrapolarlas a este tiempo y haciendo un ejercicio de imaginación, convertir esas tinieblas en la “materia oscura”, esa clase de materia que postulan los cosmólogos, que no podemos ver, que no emite radiación, que no sabemos de qué está hecha y, en realidad, tampoco sabemos donde está (sólo lo suponemos) pero, nos soluciona, de un plumazo, todos los problemas de la estructura del Universo. Esa clase de materia “transparente” que sí emite la fuerza gravitatoria podría explicar el ritmo a grandes escalas que hemos podido observar en el comportamiento de nuestro universo y que antes de la llegada de la “materia oscura”, no sabíamos, a qué era debido… “¡ahora sí lo sabemos!”. Bueno, al menos, eso dicen algunos pero, lo tienen que demostrar.
Sitios como este, en nuestro planeta, los tenemos en multitud de lugares
No pocas veces me encuentro mirando al cielo nocturno estrellado desde la orilla del Atlántico cuya superficie brilla con millones de luces titilando al reflejar el resplendor de la Luna, la inmensidad del océano que se pierde en el horizonte y, la infinitud del firmamento me podrían hacer sentir insignificante. Sin embargo, no es así como lo siento. He dicho alguna vez que todo lo grande está hecho de cosas pequeñas, y, esa afirmación, nos dá la respuesta. Formamos parte de algo muy grande: El Universo.
Estamos en un punto, o en un nivel de sabiduría aceptable pero insuficiente, es mucho el camino que nos queda por recorrer y, como dijo el sabio, la energía necesaria para explorar la décima dimensión es mil millones de veces mayor que la energía que puede producirse en nuestros mayores colisionadores de átomos. La empresa resulta difícil para seres que, como nosotros, apenas tenemos medios seguros para escapar del débil campo gravitatorio del planeta Tierra.
A veces, a solas con mis pensamientos, no puedo dejar de cabilar sobre esa idea que rige como Modelo “inamovible” al que llaman Big Bang, nos cuentan de a partir de un punto de densidad y energías “infinitas”, surgió nuestro Universo, y, en el momento del suceso, no existían ni el Espacio ni El Tiempo. El desarrollo del Modelo nos habla de energías inconmensurables y de cómo se fueron formando, a partir de las partículas elementales, otras más complejas que formaron átomos y más tarde cuerpos.
Nada puede surgir de la “nada”, si surgió, es porque había
Energías del tal calibre, que sepamos, solo han estado disponibles en el instante de la creación del Universo, en su nacimiento, en eso que llamamos Big Bang. Solamente allí estuvo presente la energía del Hiperespacio de diez dimensiones y, por eso se suele decir que, cuando se logre la teoría de cuerdas sabremos y podremos desvelar el secreto del origen del Universo.
A los físicos teóricos siempre les resultó provechoso introducir dimensiones más altas para fisgar libremente en secretos celosamente escondidos.
Según esa nueva teoría, antes del Big Bang nuestro cosmos era realmente un universo perfecto de diez dimensiones, decadimensional, un mundo en el que el viaje interdimensional era posible. Sin embargo, ese mundo decadimensional era inestable, y eventualmente se “rompió” en dos, dando lugar a dos universos separados: un universo de cuatro y otro universo de seis dimensiones.
El Universo en el que vivimos nació en ese cataclismo cósmico. Nuestro Universo tetradimensional se expandió de forma explosiva, mientras que nuestro universo gemelo hexa-dimensional se contrajo violentamente hasta que se redujo a un tamaño casi infinitesimal.
Surgió la sustancia cósmica de la que, miles de millones de años más tarde, nacería la consciencia
Eso podría explicar el origen del Big Bang, y, si la teoría es correcta, demuestra que la rápida expansión del Universo fue simple consecuencia de un cataclismo cósmico mucho mayor, la ruptura de los propios espacio y tiempo. La energía que impulsa la expansión observada del Universo se halla entonces en el colapso del espacio-tiempo de diez dimensiones. Según la teoría, las estrellas y las Galaxias distantes están alejándose de nosotras a velocidades astronómicas debido al colapso original del espacio y el tiempo de diez dimensiones.
Esta teoría predice que nuestro Universo sigue teniendo un gemelo enano, un universo compañero que se ha enrollado en una pequeña bola de seis dimensiones (en la escala de Planck) muy pequeña para ser observada.
Ese Universo decadimensional, lejos de ser un apéndice inútil de nuestro mundo, podría ser en última instancia, nuestra salvación. Claro que, si las galaxias siguen alejándose las unas de las otras, será la muerte térmica del universo, y, en ese escenario, ni los átomos se moveran.
Todo quedará quieto, congelado en los -273 ºC, la Densidad Crítica que se vislumbra nos habla de la muerte térmica del Universo
Para el cosmólogo, la única certeza es que el Universo morirá un día. Algunos creen que la muerte final del Universo llegará en la forma del big crunch. La gravitación invertirá la expansión cósmica generada por el big bang y comprimirá las estrellas y las galaxias, de nuevo, en una masa primordial. A medida que las estrellas se contraen, las temperaturas aumentan espectacularmente hasta que toda la materia y la energía del universo están concentradas en una colosal bola de plasma ardiente que será el resultado final de la destrucción del Universo tal como lo conocemos. Esta teoría parece que ha dejado de tener “creyentes” y, casi todos los expertos se decantan por la muertetérmica. Las Galaxias se alejan las unas de las otras, el universo está en continua expansión y, el frío, se apodera más y más de todo el Cosmos, así, cuando se alcancen los -273 ºC… ‘Todo se acabará!
Todas las formas de vida serán borradas de la faz de los mundo que las pudieran contener: evaporadas por las enormes temperaturas o aplastadas, ¡qué más da! No habrá escape. Y, sabiendo lo que ahora sabemos, conociendo la historia del universo mismo que, durante miles de millones de años ha estado fabricando materiales en las estrellas para que los seres vivos conscientes pudieran venir, ¿Cómo imaginar un final así? ¿Para qué tánto trabajo y tanto tiempo perdido? Seguramente, para cuando eso puede ir llegando, si es que la inteligencia sigue aquí, habrá buscado ya la manera de escapar a tal desastre y, las especies inteligentes se salvarán saltanto a otros universos, o, incluso, ¿por qué no? viajando hacia atrás en el Tiempo, hacia otras épocas de tiempos más benignas para tener otros miles de millones de años por delante y hacer las cosas, de manera diferente. ¡Una segunda oportunidad!
Bertrand Russell
Científicos y filósofos, como Charles Darwin y Bertrand Russell, han escrito lamentándose de la futilidad de nuestras míseras existencias, sabiendo que nuestra civilización morirá inexorablemente cuando llegue el fin de nuestro mundo. Las leyes de la física, aparentemente, llevan la garantía de una muerte final e irrevocable para todas las formas de vida, inteligente o no, del Universo.
Yo, como Gerald Feinberg, físico de la Universidad de Columbia (ya desaparecido), creo que sí puede haber, quizá sólo una esperanza de evitar la calamidad final. Ese atisbo de esperanza está en nosotros mismos, es decir, si somos capaces de no destruirnos antes, si procuramos comprender los mensajes que el universo nos envía continuamente, si desvelamos secretos de la Naturaleza que nos posibilitarán para hacer cosas, ahora inimaginables, entonces y solo entonces, habrá alguna esperanza.
Poder escapar a universos conexos que, como el nuestro, nos de cobijo
Gerald Feinberg especuló que la vida inteligente, llegando a dominar los misterios del espacio de más dimensiones (para lo que contaba con un poderoso aliado, el Tiempo de miles de millones de años), sabría utilizar las dimensiones extras para escapar de la catástrofe del Big Crunch. En los momentos finales del colapso de nuestro Universo, el Universo hermano se abriría de nuevo y el viaje interdimensional se haría posible mediante un túnel en el Hiperespacio hacia un Universo alternativo, evitando así la pérdida irreparable de la inteligencia de la que somos portadores.
Si algo así es posible, entonces, desde su santuario en el espacio de más dimensiones, la Humanidad, podría ser testigo de la muerte del Universo que la vio nacer y florecer.
Son muchas las cosas que no sabemos
Aunque la teoría de campos demuestra que la energía necesaria para crear estas maravillosas distorsiones del espacio y el tiempo está mucho más allá de cualquier cosa que pueda imaginar la civilización moderna, esto nos plantea dos cuestiones importantes:
¿cuánto tardaría nuestra civilización, que está creciendo exponencialmente en conocimiento y poder, en alcanzar el punto de dominar la teoría de hiperespacio?
¿Y qué sucede con otras formas de vida inteligente en el Universo, que puedan haber alcanzado ya este punto?
Lo que hace interesante esa discusión es que científicos serios han tratado de cuantificar el progreso de la civilización en un futuro lejano, cuando los viajes por el espacio sean una rutina en los sistemas estelares o incluso las galaxias vecinas hayan sido colonizadas. Aunque la escala de energía necesaria para manipular el Hiperespacio es astronómicamente grande, estos científicos señalan que el crecimiento del conocimiento científico aumentara, sin ninguna duda, de forma exponencial durante los siglos y milenios próximos, superando las capacidades de las mentes humanas para captarlo (como ocurre ahora con la teoría M, parada en seco, esperando que alguien vea las matemáticas necesarias para continuar su desarrollo).
Colaboré con el Año Internacional de la Astronomía y, por aquellos días, pude aprender muchas cosas
Somos conscientes de que el Tiempo inexorable sigue su implacable caminar y la Entropía, que sabe hacer bien su trabajo, lo transforma todo, lo que ayer era una cosa, hoy se ha convertido en otra distinsta, irreconocible, y, sin embargo, ese deterioro natural no es algo perdido, sino que, por el contrario, hasta que llega ese final, se hizo un trabajo que dará sus frutos en la mente de otros seres, en las cosas mismas que, transformadas, servirán y tendrán cometidos nuevos. Nada se pierde y todo tiene su por qué. La Naturaleza no hace nada porque sí, todo está programado y tiene un fin. Y, si eso es así (que los es), ¿que nos deparará el destino a nosotros? Habiendo llegado al nivel de cpomprensión alcanzado, no creo que el final sea el de la desaparición sin más, algo más debe estar oculto en los designios de la Naturaleza que no llegamos a comprender.
Ahora, sin temor a equivocarnos, podemos decir que tenemos en Mundo en las manos. No existen ningún rincón de la Tierra que se nos escape y con el que no podamos contactar en unos instantes. Tampoco existen aquellas largas separaciones de seres queridos en largos viajes, ni existe ningún problema para saber de alguna cosa que, incluso con imágenes podemos obtener al instante con sólo preguntar. En cuanto a los nuevos métodos de trabajo en la computación, es algo de increíblñe eficacia e impensada realidad hace sólo unos pocos años. ¿Qué decir de los nuevos materiales? La medicina ha dado un salto cualitativo gracias a los avances del CERB y el mismo LHC, los viajes espaciales ha mejorado nuestr0 confort en la vida cotidiana y del hogar…
Con el LHC queremos llegar muy lejos, tanto como al corazón del Big Bang. Sin embargo, no tiene energía suficiente para ello, y, de momento, dicen haber descubierto un Pentaquark que, vaya usted a saber que es eso. De todas las maneras, hoy por hoy, es lo mejor que tenemos para profundizar en el corazón de la materia y… ¡En algún secretillo más del Universo!
Cada 10/15 años el conocimiento científico se doblará, crecerá el cien por ciento, así que, el avance superará todas las previsiones. Tecnologías que hoy solo son un sueño (la energía de fusión o en robótica, los cerebros positrónicos), serán realidad en un tiempo muy corto en el futuro. Quizá entonces podamos discutir con cierto sentido la cuestión de si podremos o no ser señores del Hiperespacio.
Viaje en el tiempo. Universos paralelos. Ventana dimensional.
¡Sueños! Claro que, si echamos una atenta mirada a la Historia veremos que, muchos sueños se hicieron realidad.
Emilio Silvera Vázquez
Feb
2
“El ser humano está detonando la sexta gran extinción”
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Entrevista, Extinciones ~ Comments (0)
ENTREVISTA
Georgina Mace, catedrática de Ecología del University College de Londres
Georgina Mace entrevistada en el Diario El Mundo
Georgina Mace es una referencia mundial en el estudio de la vida. En la actualidad es Catedrática de Biodiversidad y Ecosistemas en el University College de Londres y directora del Centro para la Investigación de la Biodiversidad y el Medioambiente de esta misma institución. Pero su labor investigadora también la ha llevado a dirigir el área científica de la Sociedad Zoológica de Londres, a ser miembro de la Royal Society británica o a presidir la Sociedad para la Biología de la Conservación con sede en Washington. Además, su trabajo ha sido clave para establecer los criterios que utiliza la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) para incluir especies en su Lista Roja de especies amenazadas. Acaba de visitar Madrid para presidir el jurado del Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación de la Fundación BBVA, concedido la semana pasada al ecólogo finlandés Ilkka Hanski.
- ¿Está el planeta sufriendo su sexta gran extinción?
- Es una pregunta interesante. Yo creo que todas las evidencias indican que estamos a punto de la sexta gran extinción. Todas las cinco extinciones previas del pasado estuvieron causadas por el sistema terrestre o por efectos extraterrestres, pero esta que estamos viviendo está causada por nosotros, por la gente. Si miras a la tasa de extinción de especies se está acercando a lo que definimos como una extinción en masa. Si seguimos por el mismo camino que llevamos en la actualidad, entraremos definitivamente en una extinción en masa, en la sexta gran extinción, pero es una elección de las personas que vivimos en el planeta hoy en día que podamos contener o incluso revertir esa tendencia.
- ¿Todavía estamos a tiempo?
- Creo que tenemos tiempo de contener la extinción en masa. En este momento, la tasa de pérdida de biodiversidad está aumentando año a año. En mi opinión, lo que podemos hacer es mantener ese nivel actual, de modo que habría que frenar la tasa de aumento y quizá en un par de décadas podamos revertir la tendencia. Porque lo que no podemos hacer es devolver a la Tierra especies que ya se han extinguido.
- Seremos 9.000 millones de personas en 2050. ¿Es preciso frenar la superpoblación?
- El impacto del ser humano sobre el medio ambiente es una combinación de dos cosas: el número de personas y la forma en la que viven sus vidas. Importa cuántos somos y cómo consumimos. Si miramos el equilibrio entre estas dos cosas, la vía más rápida de revertir la forma en la que la gente impacta en la Tierra es deteniendo nuestra destructiva forma de consumo. Y no es algo muy complicado de hacer. Vivimos vidas realmente derrochadoras e ineficientes desde un punto de vista medioambiental. Si somos capaces de separar la calidad de vida y un desarrollo basado en el crecimiento de nuestro impacto sobre el medio ambiente, entonces podremos mantener a más personas en la Tierra. Actuar sobre cómo vivimos nuestras vidas es para mí la primera prioridad. Por supuesto, a largo plazo también necesitamos abordar el problema del número de personas sobre la Tierra. No hay ninguna duda de que todos y cada uno de los problemas ambientales sería más sencillo de solucionar si hubiese menos gente en el planeta. Pero ese es un problema muy difícil de abordar rápidamente. Tiene que ver con las decisiones individuales, con las libertades, valores culturales,… No creo que tengamos que meternos inmediatamente con el tamaño de la población mundial, sería mejor comenzar con el consumo y con aspectos culturales muy sencillos: educar a las mujeres, luchar contra la pobreza, eliminar subsidios perversos que fomentan la destrucción de la naturaleza. Serían medidas fáciles y baratas que se podrían hacer, pero a largo plazo sí habría que reducir la tasa de crecimiento de la población de todas formas.
- Ciudades masificadas en todo el mundo
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¿Qué pasa con los países en desarrollo que quieren vivir como los ciudadanos de EEUU o de Europa?
- Hay muy buenas evidencias de que las mejoras en nuestra calidad de la vida, como el aumento de ingresos o el acceso a la educación a un sistema de salud, han ocurrido mientras la tasa de nacimientos descendía. Así que esta transición demográfica que ha vivido Europa en los últimos 50 años está provocada por una mejora de las condiciones sociales. Abordando el problema a través de la justicia social, reducción de la pobreza o igualdad de derechos probablemente tenga un impacto a largo plazo para reducir la superpoblación.
- ¿Sería partidaria de un gran acuerdo global sobre la biodiversidad similar al que se ha alcanzado en París para frenar el cambio climático?
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- Hay una Convención sobre la Diversidad Biológica auspiciada por las Naciones Unidas, no tiene la misma consideración que la de Cambio Climático, pero la mayoría de los países son miembros. Y tiene una serie de objetivos para la biodiversidad que deberían cumplirse por todos los países para el año 2020, como educación ambiental u otros más específicos como frenar el crecimiento de la tasa de extinción o aumentar las superficies protegidas. Creo que hay objetivos que están bien, pero desafortunadamente todo indica que no se van a lograr. Pero también tenemos los Objetivos para el Desarrollo Sostenible firmados en Nueva York en 2015, es el sustituto de los Objetivos de Milenio. Es mucho más amplio que el de la biodiversidad, aborda todo lo referente al desarrollo sostenible. Y para mi este es el trabajo más importante que tenemos por delante para los próximos cinco años, establecer ese puente entre el desarrollo y la defensa del medio ambiente.
- ¿Necesitamos objetivos vinculantes?
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- En los últimos 20 o 30 años, desde la primera Cumbre de la Tierra de 1992, ha habido muchos intentos de hacer objetivos internacionales vinculantes, pero todos ellos se han ido a pique en la fase política. Ahora, mi impresión es que este problema se está agravando, que las posibilidades de que los políticos se vuelquen con estos objetivos vinculantes es menor hoy que en 1992. Soy más optimista con algo como lo que ha sucedido en París: un reconocimiento global de todos los países del mundo de que el cambio climático es un problema que tenemos que limitar. Eso permite comenzar procesos nacionales y movimientos en la sociedad civil para actuar.
- ¿El acuerdo de París afectará positivamente a la biodiversidad?
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- Eso espero. Aunque no creo que haya sido un documento especialmente bueno para la biodiversidad. Estoy un poco preocupada por que se haya focalizado sólo en el clima y se haya olvidado del resto del medio ambiente. Y el acuerdo tiene implícita la idea de la geoingeniería, que tendrá un efecto sobre las especies. Necesitamos pensar en la biodiversidad junto con el clima.
- Se acaba de votar en el Parlamento Europeo la revisión de las directivas clave para la biodiversidad, ¿se está retrocediendo en la ambición de la UE?
- Hay dos narrativas diferentes. La primera es que la UE ha sido muy buena para la conservación de la biodiversidad, que ha puesto en marcha una batería legislativa muy potente para proteger el medio ambiente. Y yo creo que ha sido genial. Pero está habiendo un gran retroceso, en Reino Unido lo hay. Parece que la defensa del medio ambiente se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento económico. Necesitamos ver el medio ambiente como necesario para un crecimiento justo e igualitario y no como un obstáculo. Europa es un continente muy poblado. Tenemos que encontrar nuevas formas para hacer sostenibilidad ambiental más allá de las áreas protegidas.
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¿Sabe cuál será el coste económico que podría tener no actuar contra la pérdida de biodiversidad?
- Mucha gente lo ha intentado estimar, pero es muy difícil porque muchos de los costes son complicados de transformar en valores monetarios. Los cálculos indican que el coste de esa pérdida de biodiversidad pueden ser desde el doble hasta 100 veces lo que pagamos por ella.
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Hablamos de biodiversidad y pensamos en ballenas y tigres, pero, ¿la crisis de biodiversidad afecta a otras especies ‘invisibles’?
- ¡Claro! ¡Los polinizadores! Y toda la red de plantas e invertebrados que permiten mantener ese equilibrio entre las plagas agrícolas, vida salvaje, polinizadores… Damos eso por asegurado, pero en la actualidad ese sistema está muy perturbado. En parte porque los insecticidas también afectan a especies salvajes de plantas e insectos. La otra cosa que es muy importante y que nadie piensa en ello es la biodiversidad del suelo. Ellos son los causantes de la descomposición de la materia orgánica que aporta todo los nutrientes. Hemos añadido a los suelos tantos aditivos químicos en las últimas décadas que hemos cambiado radicalmente esa biota. Es un tema muy importante que no nos estamos tomando suficientemente en serio.
- ¿Cómo de importante es esta sexta gran extinción comparada con las previas cinco?
- Es muy importante para la gente, porque en las anteriores los seres humanos aún no existían.
- ¿Cuántas especies podrían desaparecer?
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- Hay unas 7 millones de especies en la Tierra, la gran mayoría invertebrados y microorganismos de los cuales no se sabe demasiado. Si nos centramos en las especies en las que la gente suele pensar, los vertebrados: pájaros, mamíferos, reptiles, anfibios…, unas 60.000 especies de ellos han sido evaluadas por la IUCN por su riesgo de extinción. En esos grupos, el 10% de las cerca de 10.000 especies de aves que hay en todo el mundo está en peligro de extinción; en mamíferos, que hay unas 5.000 especies, el 25% está amenazado de extinción y en anfibios, de los que hay 5.000 especies, el 30% está en riesgo de desaparecer. El total es una cifra enorme de especies en la cuerda floja. Cuando miramos a los invertebrados, las plantas, los microorganismos… es muy difícil llegar a una estimación rigurosa. Solemos fijarnos sólo en el peligro de extinción, pero en muchas ocasiones el problema más importante es la pérdida de abundancia de estas especies. Estamos perdiendo vida salvaje mucho más rápido de lo que estamos perdiendo especies y es debido a que las estamos arrinconando en áreas cada vez más pequeñas.
Fuente: Noticias de Prensa
Feb
2
¿La masa perdida? ¿O no entendemos nada?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (6)
La masa del Universo (la Densidad Crítica – -), parece según todos los estudios que está cercana a la ideal (Universo plano). Sin embargo, eso no impide que algunos nos hablen de la exis5tencia de una masa “perdida”.
La idea de la masa perdida se introdujo porque la densidad observada de la materia en el universo está cerca del valor crítico (10-29 g/cm3). Sin embargo, hasta comienzo de los ochenta, no hubo una razón teórica firme para suponer que el universo tenía efectivamente la masa crítica. En 1981, Alan Guth, publicó la primera versión de una teoría que desde entonces se ha conocido como “universo inflacionista”. desde entonces la teoría ha sufrido cierto número de modificaciones técnicas, pero los puntos centrales no han cambiado. Lo cierto es que la idea del universo inflacionista, estableció por primera vez una fuerte presunción de que la masa del universo tenía realmente el valor crítico.
Diagrama de las tres posibles geometrías del universo: cerrado, abierto y plano, correspondiendo a valores del parámetro de densidad Ω0 mayores que, menores que o iguales a 1 respectivamente. En el universo cerrado si se viaja en línea recta se llega al mismo punto, en los otros dos no. ( Ω es lo que los cosmólogos llaman el Omega Negro, es decir, la cantidad de materia que hay en el Universo).
La predicción de Guht viene de las teorías que describen la congelación de la fuerza fuerte en el segundo 10-35 del Big Bang. Entre los muchos otros procesos en marcha en ese tiempo estaba una rápida expansión del universo, un proceso que vino a ser conocido como inflación. Es la presencia de la inflación la que nos lleva a la predicción de que el universo tiene que ser plano.
Se ha tratado de medir la Densidad Crítica del Universo para poder saber en qué clase de universo estamos y, parece que es plano
Universo cerrado
Si Ω>1, entonces la geometría del espacio sería cerrada como la superficie de una esfera. La suma de los ángulos de un triángulo exceden 180 grados y no habría líneas paralelas. Al final, todas las líneas se encontrarían. La geometría del universo es, al menos en una escala muy grande, elíptico.
En un universo cerrado carente del efecto repulsivo de la energía oscura, la gravedad acabará por detener la expansión del universo, después de lo que empezará a contraerse hasta que toda la materia en el universo se colapse en un punto. Entonces existirá una singularidad final llamada el Big Crunch, por analogía con el Big Bang. Sin embargo, si el universo tiene una gran suma de energía oscura (como sugieren los hallazgos recientes), entonces la expansión será grande.
Universo abierto
Si Ω<1, la geometría del espacio es abierta, p.ej., negativamente curvada como la superficie de una silla de montar. Los ángulos de un triángulo suman menos de 180 grados (llamada primera fase) y las líneas paralelas no se encuentran nunca equidistantes, tienen un punto de menor distancia y otro de mayor. La geometría del universo sería hiperbólica.
Incluso sin energía oscura, un universo negativamente curvado se expandirá para siempre, con la gravedad apenas ralentizando la tasa de expansión. Con energía oscura, la expansión no sólo continúa sino que se acelera. El destino final de un universo abierto es, o la muerte térmica” o “Big Freeze” o “Big Rip”, dónde la aceleración causada por la energía oscura terminará siendo tan fuerte que aplastará completamente los efectos de las fuerzas gravitacionales, electromagnéticas y los enlaces débiles.
Universo plano
Si la densidad media del universo es exactamente igual a la densidad crítica tal que Ω=1, entonces la geometría del universo es plana: como en la geometría euclidiana, la suma de los ángulos de un triángulo es 180 grados y las líneas paralelas nunca se encuentran.
Sin energía oscura, un universo plano se expande para siempre pero a una tasa continuamente desacelerada: la tasa de expansión se aproxima asintóticamentre a cero. Con energía oscura, la tasa de expansión del universo es inicialmente baja, debido al efecto de la gravedad, pero finalmente se incrementa. El destino final del universo es el mismo que en un universo abierto, la muerte caliente del universo, el “Big Freeze” o el “Big Rip”. En 2005, se propuso la teoría del destino del universo Fermión-Bosón, proponiendo que gran parte del universo estaría finalmente ocupada por condensado de Bose-Einstein y la quasipartícula análoga al fermión, tal vez resultando una implosión. Muchos datos astrofísicos hasta la fecha son consistentes con un universo plano.
La teoría del Big Crunch es un punto de vista simétrico del destino final del Universo. Justo con el Big Bang empezó una expansión cosmológica, esta teoría postula que la densidad media del Universo es suficiente para parar su expansión y empezar la contracción. De ser así, se vería cómo las estrellas tienden a ultravioleta, por efecto Doppler. El resultado final es desconocido; una simple extrapolación sería que toda la materia y el espacio-tiempo en el Universo se colapsaría en una singularidad espaciotemporal adimensional, pero a estas escalas se desconocen los efectos cuánticos necesarios para ser considerados -se aconseja mirar en Gravedad-Cuántica-..
Este escenario permite que el Big Bang esté precedido inmediatamente por el Big Crunch de un Universo precedente. Si esto ocurre repetidamente, se tiene un universo oscilante. El Universo podría consistir en una secuencia infinita de Universos finitos, cada Universo finito terminando con un Big Crunch que es también el Big Bang del siguiente Universo. Teóricamente, el Universo oscilante no podría reconciliarse con la segunda ley de la termodinámica:
la entropía aumentaría de oscilación en oscilación y causaría la muerte caliente. Otras medidas sugieren que el Universo no es cerrado. Estos argumentos indujeron a los cosmólogos a abandonar el modelo del Universo oscilante. Una idea similar es adoptada por el modelo cíclico, pero esta idea evade la muerte caliente porque de una expansión de branas se diluye la entropía acumulada en el ciclo anterior.
Como podéis comprobar por todo lo anteriormente leído, siempre estamos tratando de saber en qué universo estamos y pretendemos explicar lo que pudo pasar desde aquel primer momento que no hemos podido comprender de manera exacta y científicamente autosuficiente para que sea una ley inamovible del nacimiento del universo. Simplemente hemos creado modelos que se acercan de la mejor manera a lo que pudo ser y a lo que podría ser.
Emilio Silvera Vázquez
Feb
2
La Limpia y Pulcra Vecina Galáctica de la Vía Láctea
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (0)
Muchas galaxias están cargadas de polvo, mientras que otras, a veces, tienen rastros oscuros de opaco hollín cósmico arremolinándose entre el gas y las estrellas. Sin embargo, el objeto de esta nueva imagen, captada con la cámara Omega CAM (instalada en el Telescopio de rastreo del VLT de ESO, en Chile) es poco común:
La pequeña galaxia IC 1613, ¡es una maniática de la limpieza! IC 1613 contiene muy poco polvo cósmico, permitiendo a los astrónomos explorar su contenido con gran facilidad. Esto no es sólo una cuestión de apariencias: la limpieza de la galaxia es vital para comprender el universo que nos rodea.
IC 1613 es una galaxia enana irregular en la constelación de la Ballena, situada cerca de la estrella 26 Ceti. Situada a 2,38 millones de años luz de la Tierra, se aproxima a nosotros a 234 km/s. Su magnitud aparente es 9,9. Fue descubierta en 1906 por Max Wolf.
IC 1613 es una galaxia enana de la constelación de Cetus (el monstruo marino). Esta imagen del VST muestra, con gran detalle, la poco convencional belleza de esta galaxia, con todas sus estrellas y el gas rosa brillante esparcidos.
El astrónomo alemán Max Wolf descubrió el débil resplandor de IC 1613 en 1906. En 1928, su compatriota, Walter Baade, utilizó un telescopio más potente, el Telescopio de 2,5 metros del Observatorio del Monte Wilson (California), para distinguir con éxito sus estrellas individuales. De estas observaciones, los astrónomos dedujeron que la galaxia debía estar muy cerca de la Vía Láctea, ya que sólo es posible resolver estrellas individuales en galaxias muy cercanas a nosotros.
Desde entonces, los astrónomos han confirmado que IC 1613 es, de hecho, un miembro del Grupo Local, una colección de más de 50 galaxias que incluye a nuestra galaxia, la Vía Láctea. La propia IC 1613 se encuentra a poco más de 2,3 millones de años luz de nosotros. Ha sido bastante estudiada debido a su proximidad y los astrónomos la han clasificado como una galaxia enana irregular que no cuenta con muchas de las características de otras galaxias enanas, como, por ejemplo, un disco estrellado.
Sin embargo, lo que le falta en forma, IC 1613 lo compensa en orden. Conocemos la distancia a IC 1613 con una gran precisión, en parte debido a los niveles inusualmente bajos de polvo que encontramos tanto dentro de la galaxia como a lo largo de la línea de visión desde la Vía Láctea – algo que permite hacer observaciones mucho más claras.
La galaxia enana IC 1613
Image Credit: NASA/JPL-Caltech
La segunda razón por la que conocemos la distancia a IC 1613 con tanta precisión es que la galaxia tiene una notable cantidad de dos tipos de estrellas: estrellas variables Cefeidas y estrellas variables RR Lyrae. Ambos tipos de estrellas pulsan rítmicamente, creciendo de forma característica y aumentando su brillo a intervalos fijos.
Como sabemos por nuestra experiencia cotidiana en la Tierra, los objetos brillantes, como las bombillas o la llama de una vela, se ven más débiles cuanto más lejos están de nosotros. Los astrónomos pueden utilizar esta simple lógica para averiguar exactamente a qué distancia están las cosas en el universo -siempre y cuando sepan cuál es su brillo real, lo cual se denomina brillo intrínseco.
Las variables Cefeidas y RR Lyrae tienen la propiedad especial de que su período de brillo y oscurecimiento está relacionado directamente con su brillo intrínseco. Por lo tanto, midiendo la rapidez con la que fluctúan, los astrónomos pueden deducir su brillo intrínseco. Luego, pueden comparar estos valores con el brillo aparente medido y extrapolar a qué distancia deben estar para verse tan tenues.
Las estrellas con brillo intrínseco conocido pueden actuar como candelas estándar, como dicen los astrónomos, igual que una vela con un brillo específico actuaría como un buen indicador de intervalos de distancia basándonos en el brillo observado del parpadeo de la llama.
Usando candelas estándar (como las estrellas variables de IC 1613 y las explosiones de supernova de Tipo Ia, menos comunes, pero que pueden verse a mayores distancias cósmicas) los astrónomos han reconstruido una escala de distancias cósmicas, alcanzando zonas cada vez más profundas del espacio.
Hace décadas, IC 1613 ayudó a los astrónomos a deducir cómo utilizar estrellas variables para trazar la gran expansión del universo. No está mal para una galaxia pequeña y sin forma.
Fuente: Noticias de Prensa