Feb
25
¡Siempre imaginando, sin dejar de avanzar!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Ciencia y Vida ~
Comments (2)
¿Tiene algún sentido nuestra presencia en el Universo?
¡Los pensamientos! Nos hacen saber y crear
¿Pueden llegarnos mensajes del futuro?
¿Quién puede saber los paisajes que encontrar3emos en otros mundo?
El Universo es mucho más grande de lo que podemos imaginar, y contiene muchas más cosas de las que conocemos. Precisamente por esa razón, nunca deja de asombrarnos al mismo tiempo que nos produce fascinación todo lo que podemos ir descubriendo a medida que avanzamos en la técnica que nos permite acceder a las escalas de muy grande y también, al ámbito vertiginoso y exótico de la mecánica cuántica, allí donde los pequeños objetos nos enseñan un “extraño mundo” muy alejado de este otro de los objetos grandes. En realidad, se trata del mismo “mundo” que se construye a partir de lo infinitesimal para poder llegar a las macro estructuras que conocemos como los cúmulos y super-cúmulos de galaxias.
Lo cierto es que, si preguntamos:
¿Qué amaño tiene el universo?
Nos dicen tiene unos 93 000 millones de años luz de diámetro. Sin embargo, lo cierto es que poco se conoce con certeza sobre el tamaño del universo. Por otra parte, expresamos esas inmensas distancias con números que, en realidad, no podemos comprender, nuestras mentes no están preparadas para tales escenarios.
Imaginando el universo “observable” ¿Un radio de 14.000 millones de años luz?
El universo observable, horizonte del universo u horizonte cosmológico constituye la parte visible del universo total, la cantidad de luz que puede llegar a la Tierra respecto a la velocidad de expansión del universo. Parece tener un espacio-tiempo geométricamente plano. Tiene un radio de 4.40 × 1026 m (4.65 × 1010 años luz), un volumen de 1.08 × 1079 m³ y una masa de 9.27 × 1052 kg, por lo que la densidad masa-energía equivalente es de 8.58 × 10-27 kg/m³. La densidad media de sus constituyentes primarios es de un 68.3 % de un 26.8 % de sustancia cósmica fría fría y un 4.9 % de materia ordinaria, según datos recogidos por la sonda Planck.
La sonda Planck
Así, la densidad de los átomos está en el orden del núcleo de hidrógeno sencillo para cada cuatro metros cúbicos. La naturaleza de la llamada “energía oscura” y la “materia oscura fría” (a mí me gusta llamarla sustancia cósmica), sigue siendo un misterio. Aunque se han propuesto diferentes candidatos para ambas cosas (como partículas y fuerzas ya existentes o nuevas, o modificaciones de la relatividad general) no existe confirmación experimental sobre ninguna de las propuestas.
Uno de los hallazgos más notables en astronomía fue el descubrimiento de que el universo era ya viejo cuando aparecieron el Sol y sus planetas. Más de la mitad de las estrellas del universo son miles de millones de años más viejas que el Sol. Planetas parecidos a la Tierra giran alrededor de esas estrellas más viejas y, no sería de extrañar que seres inteligentes puedan haber hecho su aparición en algunos de esos planetas parecidos al nuestro mil millones de años, o más, antes de que la Humanidad se presentará sobre el nuestro.
Nos hemos preguntado: ¿¿Es viejo el Universo?
A nosotros nos lo podría parecer en relación a nuestra mentalidad de las edad de las cosas en relación a la nuestra, y, cuando pensamos en los 13.800 millones de años (que creemos) tiene el Universo, nos parece una inmensidad. Sin embargo, también podría ser muy joven, si penamos que está confirmado que las estrellas viven miles de millones de años. Según nuestros cálculos:
= 1.616255(18)×10−35 m (es la distancia o límite de Planck).
= 2.176434(24)×10−8 kg (es la masa de Planck).
= 5.391247(60)×10−44 s. (El Tiempo de Planck).
= 1.416784(16)×1032 K. (La Temperatura de Planck).
En esa delicada situación de emitir un veredicto sobre lo que nos sabemos con certeza, hemos llegado a concluir que:
La edad actual del Universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el Universo es un reflejo del hecho de que:
Densidad actual del Universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto, es, por tanto
Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la Planck
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el Universo está estructurado en una escala sobre humana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los balances de su propia construcción.
Si, sabemos que las medidas del universo no son humanas. Sin embargo, seguimos dando nuestro diagnóstico
Ésta es una situación en donde resulta especialmente apropiado utilizar las unidades “naturales” la masa, longitud y tiempo de Planck, las que ellos introdujeron en la ciencia física para ayudarnos a escapar de la camisa de fuerza que suponía la perspectiva centrada e el ser humano.
Es fácil caer en la tentación de mirarnos el ombligo y no hacerlo al entorno que nos rodea. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos dejado el ego a un lado y, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
Independientemente de las característica de sus mundos… ¿Cómo serán los seres inteligentes de otros mundos?
¿Cómo serán aquellos seres inteligentes?
¿Cómo serán nuestros propios descendientes dentro de mil millones de años si para entonces, seguimos aquí?
Los primeros humanos inteligentes aparecieron sobre la Tierra hace ahora –posiblemente- unos 300.000 años; el hombre moderno está aquí hace unos cincuenta mil años (al menos eso es lo que nos aconseja creer todos los indicios que hemos podido reunir de nuestro paso por este mundo y las huellas en él dejadas); y muchos de los inventos de los que depende actualmente nuestra especie, en buena medida, tienen relativamente poco tiempo, están situados a partir del momento en que nació la verdadera ciencia experimental. Y, muchas veces lo hemos comentado, nuestra presencia aquí, valorada en tics del tiempo del universo, sería simplemente, ese ínfimo tiempo que tardamos en chascar los dedos si lo comparamos, no ya con el universo “infinito”, sino simplemente con la vida de una estrella.
Los avances en los distintos campos ocupan una larga relación
Si consideramos el ritmo de los nuevos inventos durante durante los últimos cien años…, vemos con asombro cómo eran las cosas hasta hace relativamente poco tiempo y como son en el presente. A cada paso que hemos dado en el campo de la tecnología, hemos añadido un toque mágico que, no pocas veces nos parecen de fantasía pero, que realmente están incorporados a nuestras vidas cotidianas. Mirad las dos imágenes de arriba en las que se muestra como eran las comunicaciones de nuestros abuelos y lo que son hoy día que, con un pequeño y fantástico artilugio, podemos hacer verdaderas maravillas que hace tan sólo unas décadas eran impensables.
Un análisis de la historia de la tecnología muestra que el cambio tecnológico es exponencial, al contrario de la visión ‘lineal intuitiva’ del sentido común. Así que no experimentaremos cien años de progreso en el siglo XXI, sino que serán más como 20.000 años de progreso (al ritmo de hoy).
Si conforme a todo lo que ha pasado y el progreso que podemos contemplar, nos ponemos a imaginar que estamos contemplando los próximos mil años de progreso acelerado… ¿Qué podremos conseguir si tenemos en cuenta que, el avance es exponencial y cada vez podremos lograr cosas, más maravillosas que la anterior? ¿Imagináis lo que habrán podido lograr esas posibles civilizaciones inteligentes de otros mundos que sean mucho más antigua que la nuestra?
Claro que, también podría depender de los derroteros que esas civilizaciones hayan podido tomar en su evolución y hacia donde han dirigido sus inteligencias que, es posible que, simplemente estén centradas en una simbiosis total con la Naturaleza de sus mundos de los que pueden llegar a ser una parte del todo que conforma el conjunto Mundo-vida y Naturaleza-Mente. “Ellos”, podrían tener una visión distinta de su estancia en el universo y en el mundo que los acoge que sería considerado como un ente vivo más.
Cualquiera sabe lo que nos podríamso encontrar por ahí fuera si pudiéramos viajar a otros mundos
Claro que también, podría tratarse de civilizaciones muy avanzadas conocedoras de técnicas que nosotros ni podemos imaginar. Para ellos, cuya historia podría datarse en muchos millones de años atrás, la física de la materia y del espacio-tiempo no tendrían secretos y podrían dominar cosas en las que nosotros, sólo podemos pensar como inalcanzables. El viaje por el Hiperespacio, la transmutación instantánea, la conversión de energía en materia… estarían en posesión de los secretos de la vida y sabrían lo que la mente es.
Simplemente imaginar que seres así puedan existir en otros muchos mundos… ¡Produce desasociego e inquietud! Sin embargo, si nos paramos a pensar detenidamente y aplicamos la lógica, nos invade la tranquilidad, toda vez que, seres de tal capacidad sabrán valorar la vida y tendrán un inmenso respeto hacia otros que estando muchos estadios por detrás, son, sin embargo, un fiel reflejo de lo que ellos mismos fueron en el pasado y, nos mirarían con curiosidad y asombro al ver las incomprensibles tonterías que podemos hacer.
Es viejo ya, el sueño de la Humanidad por hacer ese primer contacto con esos seres que presentimos en otros mundos lejanos. Lo ideal sería, una vez conseguido ese sueño y que, esos posibles seres más avanzados se dejen “ver”, poder establecer una Red Galáctica que permita, no sólo las comunicaciones, sino también los desplazamientos físicos a través de caminos que ni podemos imaginar que puedan existir y que, la física avanzada de otras civilizaciones han llegado a dominar.
Como todo es posible, no sería extraño que esos seres avanzados, realmente nos puedan estar observando y no se dejen ver mientras vean que, la Humanidad, no está madura en su proceso evolutivo de humanización que no podrá finalizar hasta que cada uno de nosotros no sienta como propio, el dolor de los demás. Entonces y solo entonces, se dejarán ver al considerar que estamos preparados para empresas mayores y objetivos más nobles.
Ahora sabemos de la existencia de otros muchos mundos que orbitan otros “soles” que, como el nuestro, les procurará la luz y el calor necesarios para la vida. Ahora hemos llegado a comprender que, a pesar de todo, no estamos tan avanzados como a simple vista pudiera parecer, ya que, esas tecnologías de la que antes os hablaba, simplemente serían la punta del Icebergs de lo que se nos viene encima en ese futuro que vislumbramos.
Muy lejos estamos aún de poder conseguir esos sueños que nos llevarían al espacio exterior, a visitar otros mundos, otras estrellas, otras galaxias. Nuestra capacidad actual es tan limitada que, hasta salir de la Tierra hacia los objetos vecinos, lo hacemos con medios muy rústicos y con un alto riesgo de perder la vida. Lo cierto es que, ni sabemos como poder salvaguardar nuestra integridad física y ponerla a salvo de los muchos riesgos que viajar por el espacio conlleva.
La Constelación de Orión, ese maravilloso conjunto de gases, polvo de estrellas, estrellas nuevas, las primeras semillas del surgir de nuevos sistemas planetarios…
¿Cómo podríamos evitar la radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes presentes en las Nebulosas a las que querríamos ir para poder estudiar los mecanismos de cómo se crean las estrellas y los mundos? ¿Qué clase de naves y con qué materiales tendrían que ser construidas para poder recorrer tan inmensas distancias y evitar que esa peligrosa radiación nos alcanzara?
Hablamos de cuestiones que no están a nuestro alcance y, como siempre decimos, nuestra imaginación va siempre muy por delante nuestra realidad. Sentimos que somos parte del universo y algo dentro de nosotros nos empuja hacia ese futuro que, de momento, no podemos alcanzar. Estamos confinados en un planeta hermoso de dimensiones adecuadas para los seres que en él están presentes y, su privilegiada situación dentro del sistema al que pertenece, le permite dar cobijo a una rica diversidad de seres de entre los que, una de las especies, tiene el don de ser conscientes y ha llegado a pensar que podrían, conseguir mucho más de lo que hasta el momento han podido conseguir, sus mentes se han abierto al universo que han llegado a conocer y, no les parece tan inalcanzable a pesar de su vasta e “infinita” grandeza.
Hemos podido llegar a coger cosas que hasta hace muy poco tiempo nos parecían inalcanzables, y, sin embargo, las hemos podido conquistar. Puede parecer paradójico pero, el día que fuímos conscientes de nuestra enorme ignorancia, ese día, dimos el primer paso hacia el saber, hacia la maravillosa aventura de descubrir y desvelar los secretos de la Naturaleza que nos llevarán, en volandas, hacia el futuro presentido. ¿Lo imposible? No hay nada imposible si nos dan tiempo suficiente para demostrarlo.
¿Infinit0? No, nada es infinito ni Eterno y, nosotros que lo sabemos, tenemos mucha prisa por saber todo lo que se oculta a nuestro entendimiento, somos conscientes de nuestra limitada existencia y, presentimos que nuestra especie desaparecerá para dar paso a nuevas formas de vida que, muy probablemente, seamos nosotros mismos los que pongamos los medios para que pueda surgir a la “vida” en un nuevo orden que, para nosotros, estará vedado al estar situados en ámbitos a los que nunca podremos acceder ¿o sí?
No perdamos la esperanza de poder ser testigos de ese día en el que, el Universo se haga más pequeño. Claro que esa pequeñez a la que me refiero no sería consecuencia de que ha encogido el Universo, se hará más pequeño porque nosotros, habremos expandido nuestras mentes hasta los últimos confines de ese (esos) universo/s que presentimos.
Emilio Silvera Vázquez
el 22 de abril del 2013 a las 9:31
No estoy de acuerdo con que nada es infinito: las partículas son infinitas, eternamente han estado ahí; su forma de enlazarse les ha supuesto transformarse en distintas “materias” a lo largo del infnito tiempo y así seguirá siendo. Nosotros tenemos una espíritu (¿energía? ¿materia?) que seguirá existiendo (¿en otros Universos?, ¿en éste?,¿otras dimensiones?), y no hay fin. Así como matemáticamente no existe el 0, tampoco existe el último número.
el 22 de abril del 2013 a las 11:29
Bueno, amigo José Luis, correr mucho es…peligroso y, algunas de tus afirmaciones, además de atrevidas, son inciertas. Las partículas tienen su vida media que nosa dice cuanto duran y, sabemos que, por ejemplo un protón, tiene una vida de aproximadamente un cuarto de hora. No se si es a eso a lo que te refieres o a qué otra cuestión cuando mencionas a las partículas que, en estado libre, como todo, tienen un final.
Por otra parte, el Tiempo que dieces infinito, estará aquí hasta que, el Universo llegue a su fin y quede, congelado junto con la materia y el tiempo que dejará, para entonces, de discurrir. Parece que en ese final todo se paralizará y quedará estático y presa de un frío en el que, ni los átomos se podrán mover y, si los componentes de la materia no se mueven, la materia tampoco y, por lo tanto, ni se crea espaciotiempo.
Hablar aquí de espíritu es pasarse al campo de la metafísica y, ese nos queda muy lejos y lo que podemos vislumbrar es vago e incierto… Todo lo demás son conjeturas e imaginaciones.
Y, lo que pueda haber o no en otros universos, aún está por ver, y, desde luego, antes tendremos que saber sobre este universo nuestro que, esconde muchos secretos que tenemos que desvelar y, sin embargo, ya piensas en esos otros universos. ¡La Imaginación!
En lo que al cero se refiere, tiene una bonita historia que aquí se ha contado y, desde luego, Sí que existe, sin él, amigo mío, no sería posible muchas de las cosas que podemos plasmar, otras muchas a las que podemos llegar y, desde luego 0 y 1 somn primordiales para ¡tántas cosas!
DEspués de todo eso, tengo que estar a tu lado en lo relativo al número último que, seguramente, nadie lo podrá decir, dado que podemos contar y contar toda la vida sin que podamos terminar y, aín dejando a otros ese trabajo, ellos tampoco podrán así que, en eso rte daré la razón de manera parcial, ya que, sólo podremos contar mientras que, así lo quiera la Naturaleza, el Universo que tuvo un principio y tendrá un final que nos impedirá seguir contando…
SAludosa.