Abr
19
La idea persiste… ¡Como el Tiempo!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
Comments (0)
Viendo este Video se me ocurre preguntar: ¿Si la muerte no existiera, cuantos miles de millones seríamos hay en el Mundo? ¿Lo podría soportar el planeta? Y, de dónde se obtendrían los recursos para mantener las necesidades de tantas criaturas, y… ¡También las demás especies serían inmortales?
¿Qué nos falta mucho por saber? Sin duda.
¿Qué la inmortalidad va en contra de un principio del Universo? Sin duda.
¿Qué sería de nuestras Mentes si realmente la inmortalidad existiera? ¿No caerían en el Tedio?
Y, lo más importante: ¿Esa inmortalidad sería acompañada de la falta de envejecimiento?
¿Dónde quedaría la Entropía que ejerce sobre todas las cosas su función a medida que pasa el Tiempo?
Si vamos a ser inmortales y envejecemos… ¿Qué sentido tendría?
No creo que algún día lejano en el futuro, podamos alcanzar la inmortalidad que traería una gran cantidad de problemas para la Sociedad Mundial en general. No sería una cosa buena, sino que muy negativa para todos, e, incluso podría ser el fin de la especie. El principio del Universo es que todo tiene un principio y un final, no existe nada Eterno, todo nace y todo muere. Como decía aquel pensador:
“…Con el paso de los Eones, hasta la muerte tendrá que morir.”
Alguna vez dejé un relato corto de un hombre (que no sabía el por qué), no envejecía. Veía que todos a su alrededor envejecían y morían, mientras que el, no sabia como, permanecía joven. Perdió a todos sus seres queridos y a sus amigos, vivía en un mundo muy distinto al suyo, la Sociedad había cambiado, las costumbres eran otras, no tenía el menor interés por seguir allí.
Perdió el interés por todo, no tenía curiosidad por nada, todo lo era ajeno, y, se sentía inmerso en un “mundo” que no era el suyo. Estaba viviendo en un Infierno ¿Cómo podría morir?
¿La Inmortalidad?
¡No, Gracias!
Emilio Silvera Vázquez
Abr
19
¿Mundos habitados? ¡cientos de miles, millones!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en otras formas de vida ~
Comments (0)
Es imposible abstraerse de la posibilidad de pensar en cuántos mundos de nuestra propia Galaxia, y, del resto de las galaxias del Universo, podrían estar habitados por seres inteligentes o no (dependiendo de la fase en la que se encuentre en su evolución planetaria). Si lo más normal es que las estrellas tengan sus propios sistemas planetarios y, sólo en la Vía Láctea existen cien mil millones de estrellas… ¡Cuántos planetas no estarán en la zona habitable!
Es cierto que los esfuerzos realizados hasta el momento por hallar vida en otros mundos, ha sido infructuosa. Sin embargo, no nos debe extrañar tal resultado si pensamos que, siendo difícil hallar esos mundos, mucho más resultarán las dificultades de saber si contienen vida y si ésta es inteligente. Las distancias que nos separan de ellos hacen “casi” imposible que pueda existir una comunicación si pensamos que, la velocidad a la que se puede transmitir la información es de 1.080 millones de Km por hora, y, si esos planetas están situados a decenas o miles o millones de años luz de nosotros…
Sabemos que existen planetas de todo tipo, algunos poseen condiciones casi imposibles para la vida. Sin embargo, no podemos asegurar nada, toda vez que, aquí mismo en la Tierra, la Vida, se abrió paso en regiones y situaciones “imposibles”, sabemos de las proezas de esas diminutas formas de vida que llamamos extremófilas y que consiguen vivir en lugares extremos que nunca pudimos imaginar que pudieran existir. Sin embargo, ahí están.
Es difícil saber lo que en otros mundos pueda estar presente
Nuestra imaginación no0s llevar a recrear mundos que pudieran ser, y criaturas que estarían, como nosotros en la Tierra, habitándolos y tendrían sus propias normas sociales y costumbres y ciudades que se adaptarían al clima, al terreno y a las condiciones atmosféricas del lugar. Incluso no habría que descartar mundos en los que, la vida, esté en el subsuelo del planeta.
Como nunca pudimos estar en ninguno de esos planetas que imaginamos, tendemos a dibujar escenarios que en ellos podrían ser reales, nos inventamos lugares y situaciones, y, también, a los seres que allí podrían vivir. Eso siempre ha estado con nosotros, el poder inventar partiendo de lo que imaginamos, así que, los mundos, no han sido una excepción y desde hace mucho que los hemos plasmado en comics y películas, o, en novelas de ciencia ficción que, al fin y al cabo, serán las precursoras del futuro.
Muchas son las sorpresas que nos podremos encontrar llegado el momento tantas veces soñado de ese primer contacto. ¿Cómo serán ellos? Bueno, eso dependerá de mil factores que no podemos prever. Si nos fijamos en la cantidad de especies que existen en la Tierra, podemos imaginar las que pueden estar presentes en planetas de otros sistemas planetarios distintos al nuestro.
Es cierto que en el Universo, por lo general, todo se repite una y otra vez: Las estrellas, los mundos, las galaxias… De la misma manera (creo), también la vida, será una repetición en cualquier mundo de la que vemos aquí en la Tierra. Seguramente, estará basada en el Carbono como la nuestra y la de todos los seres que pueblan la Tierra. Sin embargo… ¡Nunca se sabe!
En cuestión de mundos extraterrestres y la vida que en ellos pudiéramos encontrar, nada debería asombrarnos y tenemos que mantener la Mente bien dispuesta a cuaqlquier cosa por muy extraña que nos pueda parecer.
Civilizaciones adelantadas a la nuestra en miles de años, otras que aún no han salido de la Edad de Piedra, y, algunas que, estarán en la fase de la vida incipiente que evoluciona hacia los pensamientos, es decir, hasta la conciencia de Ser.
Una cosa no debemos dejar de lado:
Estrellas como nuestro Sol son muy comunes en el Universo, en la Vía Láctea se han calculado que existen unos 30.000 millones. De esa ingente cantidad de “soles”, un gran porcentaje tiene sus propios sistemas planetarios, y, de esos planetas que orbitan a la estrella, no pocos están situados en la zona habitable.
Como nuestro Universo es igual en todas partes, y, en todas sus regiones ()por lejos que estén), están regidas por las cuatro fuerzas fundamentales y las constantes universales. Lo que pasó “Aquí”, habrá pasado !Allí”.
Pensar que la Vida solo está presente en la Tierra… ¡Es dejar de lado la lógica y sumergirse en la ignorancia!
Emilio Silvera Vázquez
Abr
19
El valle del Indo
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Rumores del Saber ~
Comments (0)
La misteriosa escritura del Valle del Indo que todavía no ha sido descifrada
Escritura Pictográfica del Valle del Indo

Ofrecen premio de un millón de dólares a quien descifre esta escritura
Ha habido más de 100 intentos por descifrar la escritura del Indo desde los años 20 del siglo pasado, y lo más discutido son cuántos signos tiene. No tan conocida por el gran público pero tan importante como la antigua Mesopotamia o el antiguo Egipto, la civilización de Valle del Indo es una de las más antiguas y más interesantes de la Antigüedad.
Ocupaba una extensión de unos 1.300.000 kilómetros cuadros a lo largo del río del que toma nombre y sus afluentes en el noroeste de Pakistán e India. Se calcula que tendría unos 1.000 asentamientos urbanos de los que al menos 5 de ellos serían grandes ciudades como Mohenjo-Daro y Harappa, que florecieron en su época de mayor esplendor, es decir, entre el 2600 y 1900 AC.
Estas ciudades de la civilización del Valle del Indo tenían un plano complejo de calles, sistemas de alcantarillado cubiertos y los baños públicos más antiguos del mundo.
Las relaciones comerciales con otras civilizaciones próximas como la mesopotámica han sido puestas de relieve por los arqueólogos. Una tienda de Harappa se encontró en la ciudad de Eshunna, a unas 20 millas de Bagdag, y objetos de lujo de la propia Harappa han sido hallados en excavaciones en ciudades como Ur.
Ur la capital de Mesopotamia
Pero esta civilización del Valle del Indo nos ha dejado una herencia que es todavía una incógnita: su escritura no ha podido ser descifrada como la que aparece en los jeroglíficos cretenses o la escritura Rongorongo de la Isla de Pascua.
La encontramos en tablillas de barro, objetos de metal y piedras lisas utilizadas como sellos. Se trata de una escritura en parte pictográfica que muestra motivos humanos y animales, pero su significado y organización es todo un misterio.
No tenemos a día de hoy información sobre la lengua subyacente de esta escritura. Algunos investigadores hindús creen que la escritura se podría leer como una forma ancestral del sánscrito, pues el Hindi, uno de los idiomas oficiales de la India, se basa en él.
Sin embargo, la escritura del Indo podría estar relacionada con otras familias de idiomas de la India, lo mismo que la familia del dravidiano meridional, que incluye también el tamil.
La escritura no hace referencia a ningún personaje o líder que aparezca en otros textos históricos de otra civilización como ocurre con el faraón Ramsés II, que lo encontramos en textos griegos que hablan de los antiguos egipcios.
Además, a día de hoy, no se cuenta con un epígrafe como la piedra de Rosetta, que fue clave pare descifrar los jeroglíficos egipcios, para la escritura del Indo.
En 1982 el arqueólogo indio Shikaripura Ranganatha Rao publicó un estudio en el que afirma que la escritura está basada en el sánscrito y contiene solo 62 signos. No obstante, en 1994, el investigador finlandés Asko Parpola describió 425 signos; fue secundado por Iravatham Mahadevan, el más destacado investigador de esta escritura.
La misteriosa escritura del Valle del Indo
Andrew Robinson, de Nature, apunta que la mayoría de los investigadores creen que hay demasiados signos en la escritura del Indo para que sea un alfabeto o un silabario, en el que los signos representan sílabas. Por el contrario, lo más probable es que sea una escritura logo silábica, que mezcla cientos de símbolos por palabras y conceptos, y un menor número de signos que representan sílabas.
La evidencia se inclina por que esta escritura está escrita en un idioma proto-dravidiano. Algunos investigadores han sido capaces de descifrar el significado de algunos grupos de signos usando el viejo tamil.
Se espera que la excavación de más enclaves arqueológicos en el valle del río Indo, no llega al 10 por ciento los lugares excavados, revele a la comunidad científica el misterio de esta escritura.
La sequía y la bajada del caudal del río de la India Shamala revela una arqueología secreta y desconocida.








Abr
19
¿Destruye la Ciencia la Belleza? ¿O, por el contrario nos la enseña?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en La Belleza y la Ciencia ~
Comments (0)
“Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato, en silencio perfecto a las estrellas.
Igual que la niña mira ensimismada hacia las estrellas lejanas del cielo, tratando de escoger la más hermosa, ponerle un nombre y hacerla suya. También muchas personas han tratado de hace los mismo cuando, en soledad, en espacios abiertos y en plena Naturaleza, ha podido estar en simbiosis plena con aquellos cuerpos celestes que, mediante invisibles hilos de plata, tienen atada la Tierra para que, nunca, podamos dejar de verlas.
Para los amantes de la belleza, el Universo supo muy bien crear sus obras y, mediante su dinámica y su ritmo de movimiento y energía, ha sabido traernos las estrellas y los mundos que, inundados de luz, pudieron hacer posible que surgiera la vida. Los antiguos filósofos, los artistas y los poetas otorgaban a la luz una posición especial entre los fenómenos del mundo natural.
Platón comparaba al Sol y sus rayos con el bien -la idea más elevada- que todo lo nutre e ilumina. Quienes le siguieron en la tradicción platónica, como san Agustín, Dante, Grosseteste y san Buenaventura, veían un vínculo especial entre luz y belleza; la luz era el principio de toda belleza sensual y visible, y bella ella misma. Iluminaba el mundo que nos acogía y, nos daba la luz y el calor para que pudiéramos vivir, calentaba las aguas y hacía posible que no muriéramos de frío-
La luz, naturalmente, ocupaba un lugar especial para los pintores que, con la colaboración de “ella” podían conseguir los más bellos reflejos cuando se expandía y avivaba para hacer del mundo y de las bellas mujeres, algo esplendoroso.
Todo gana con la luz, sea cual pudiera ser su estado en relación al movimiento planetario, todos los escenarios que su inmensa miríada de fotones hacen incidir sobre las cosas, las hace más mucho más atractivas y son expuestas con luz cegadora o mortecina, cenicienta o medio en brumas pero, siempre, dejará ver la Naturaleza en su presencia.
Claro que la Ciencia moderna, y en especial la obra de Newton, cuestionaba esta concepción. De un solo golpe la luz había perdido su posición privilegiada. El mundo había dejado de iluminarse así mismo, a través de la luz, en beneficio de los humanos; ahora era la mente humana la que proyectaba la luz para iluminar al mundo. La se había convertido en un fenómeno más gobernado por las leyes mecánicas y matemáticas susceptibles de ser conocidas. Lo que escribieron los poetas sobre lo que había hecho Newton con ese tesoro de los colores, el arco iris, nos da la medida de su respuesta a esta nueva ciencia.
…¿No se desvanecen los encantos
sólo con que los toque la gélida filosofía?
Antes había en el cielo un sobrecogedor arco iris:
hoy conocemos su urdidumbre, su textura: forma parte
del aburrido catálogo de las cosas vulgares.
La filosofía recorte las alas del ángel,
conquista los misterios con reglas y líneas,
despoja de embrujo el aire, de gnomos las minas;
desteje el arco iris…
Muchos fueron los poetas que, a partir de Newton vieron como se rompía el encanto de algunos fenómenos naturales que, como el de la luz, había tenido mucho encanto y ensoñación, era algo mágico que invitaba a imaginar “cosas” y, con la venida de la Ciencia, todo aquello se fue al garete, Ahora la luz, era un conocido fenómeno natural.
En lo que a la luz concierne… ¡Nos deja un buen margen para seguir imaginando!
Claro que, aún nos queda un b un margen para soñar, toda vez que, saber lo que es la luz…¡Sólo a medias lo sabemos!
La brecha entre poetas románticos de los siglos XVIII y XIX sigue viva y con nosotros en las mentes imaginaticas hasta extremos inimaginables, y que, tienen la sensación de que la Ciencia, destruye la Belleza, claro que, actualmente son muchos más los que creen que la investigación profunda de la Naturaleza , sólo se limita a sacar a la Luz la verdadera Belleza del Universo que está encerrada en los más profundos enigmas del Universo.
En este punto, recordaremos aquella anécdota del Físico Richard Phillips Feynman con este tema:
Al Físico Richard Feynman lo interpeló en este sentido un amigo poeta que afirmaba que mientras que los artistas ven la belleza en una flor, los científicos la diseccionan hasta convertirla en un objeto sin vida. El físico sabía que contestar y le contestó que como científico era capaz de ver en la flor más belleza y no menos. Podía apreciar, por ejemplo, las bellas y complejas acciones del interior de sus células, de su ecología, de su papel en los procesos evolutivos. “El conocimiento de la Ciencia”, prosiguió Feynman, “sólo agranda el interés, el misterio y el asombro que puede producir una flor cuando se sabe todo lo que hay en ella, cosa que los poetas, por su profesión “de otro mundo”, nunca podrán ver.
El poeta ve en la rosa lo que quiere ver, el físico ve en la rosa lo que es
Claro que, en realidad, los dos, el físico y el poeta, llevaban su parte de razón: No sólo de Pan vive el Hombre y, alguna vez, se necesita tener un refigio situado en ese mundo mágico de la irrealidad para que, nos cure las heridas producidas en esa realidad que llamamos mundo y que, no siempre resulta fácil de sobrellevar.
Pero, ¿dónde está la Belleza real”
¿Aquí, en Nebulosas creadoras de estrellas?
¿O, está aquí? Cuando la especie se perpetúa
¿Pudiera ser esta la belleza que alienta nuestro mundo?
¿La belleza que hace posible la fotosíntesis, los elementos, que tengamos luz y calor?
También aquí está presente la belleza, es la fuerza que mueve el mundo
Tampoco esta estaría mal elegida como símbolo de la belleza y de… La Vida
¿Y la belleza y complejidad de lo que arriba vemos?
A todo estos ejemplos anteriores, podríamos añadir una bonita sinfonía que nos eleva fuera de este mundo hacia lugares soñados que nos llenan de felicidad, o, también podríamos poner en la lista de las bellezas una buena historia leida al calor de la lumbre en el crudo invierno, o, también podríamos añadir a la Belleza una mirada tierna o una caricia del ser Amado…
También aquí hay belleza: Con tan pocos signos, nos dice que la masa y la energía son la misma cosa con distintos aspectos. ¿Cómo se le pudo ocurrir tal cosa?
¡Son tantas las bellezas presentes en el Universo que, nunca podremos elegir…una sola ellas…son muchas las que ocupan nuestros corazones y nuestras mentes.
Estamos inmersos en un Universo cuajado de Belleza que, no siempre sabemos valorar en su justa medida. Todo lo que nos rodea en el ámbito familiar del sistema solar, como situado en regiones lejanas, sin importar la función que cada “cosa” pueda tener encomendada por la Naturaleza, son estructuras muy sofisticadas que, cuando nos detenemos a ver el significado de su presencia… ¡Nos quedamos asombrados de los caminos que recorre la Naturaleza para conseguir sus fines!
Sí, a pesar de todo lo que hemos podido descubrir… ¡Seguimos siendo muy jóvenes! Nos queda mucho pro aprender. Si no somos conscientes de que aún, no sabemos… ¡estamos perdidos!
Hace tan poco tiempo que estamos aquí que, en el contexto temporal del universo, sería el tiempo que tarde el ojo en parpadear. Sin embargo, hemos podido avanzar en el conocimiento del mundo que nos rodea y de ese otro Espacio que está mucho más allá, inventamos máquinas y tecnología que supliera nuestras carencias para llegar más lejos en los ámbitos delo muy pequeño y de lo muy grande, lo que está tan cerca que no se deja ver, y, de la misma manera, lo que situado a miles de millones de años luz de nosotros, se escapa a nuestra visual.
Algunas ideas tenemos sobre donde podría estar nuestros orígenes. Sin embargo, seguridad… ¡Ninguna!
Venimos tratando de descifrar los secretos que la Naturaleza esconde, y, el final de todo ese afán por saber, está realmente en la búsqueda de una respuesta a la pregunta ¿Quiénes somos en realidad? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Ese es, amigos míos, el verdadero esfuerzo de la incansable búsqueda de nuestro origen que, hasta el presente, no hemos podido descubrir.
Emilio Silvera Vázquez