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El panorama en España… ¡Es insoportable!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (5)

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Estamos perdiendo la dignidad. Una familia sin casa está desamparada y, llegar a esos extremos, cualquier Gobierno responsable tiene la obligación de evitarlo mediante los múltiples mecanismos que tiene a su alcance, dándo así, cumplimiento al art. 47  de la CE: “Todos los ciudadanos tirnen el derecho a disfrutar de una Vivienda digna…”

Es un bochorno para todos el contemplar como arrojan de sus casas a familias enteras que, al haberse quedado sin trabajo, no pueden hacer frente al recibo de la Hipoteca, y, la única solución que han encontrado es la de arrojarlos de sus casas. ¡Malditos hipócritas!

Billetes de 500 euros

Los Bancos ven como la actual crisis les llena sus bolsillos de dinero, las ganancias son insultantes y, sus directivos (los que ordenan los desahucios), se llevan inmensas cantidades en función de resultados y, mientras tanto, padres de familia que llevan años en el paro, pasan literalmente hambre y ven, como su esposa e hijos no tienen ese mínimo sustento que les permita llevar una vida digna dentro de una Sociedad justa. Ha desaparecido la moral y muchos valores que nuestros ancestros nos inculcaron. Ahora, desgraciadamente, prevalecen los intereses particulares caiga quien caiga y a costa de lo que sea. Nunca pudimos caer más bajos.

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La única sensación que percibe el ciudadano corriente es la de que, el Gobierno, trabaja a favor de los Bancos, y, procura éstos de mantengan a costa de lo que sea: Subvenciones y ayudas de todo tipo. En Bankia tenemnos un buen ejemplo. Además se han permitido operaciones que son verdaderas “estafas” a las que el Gobierno en lugar de poner trabas, ayudó a imponer aunque los ahorradores perdieran “su vida” en ello. Cláusulas de suelo irregulares que sólo están a favor de una de las partes que firman la Hipoteca y que, nos llevan a soportar una gran injusticia a favor del más poderoso. Bancos que nadaban en la abundancia y fueron obligados a recoger a cajas arruinadas para después, tener que ser el Gobierno el que las capitalizara, y, tal comportamiento nos lleva a todos los ciudadanos a ser los que pagamos todas esas barbaridades.

Algunas veces se nos quiere hacer creer que las cosas pueden cambiar pero, a poco que mirémos y profundicemos en cómo se desarrollan las cosas… ¡La ley no es igual para todos! Para algunos, es más igual que para otros que, a pesar de la Constitución, al no tener la posibilidad de pagar un buen Abogado, está perdido.

Aquella fantasía de la ¡Igualdad de opoetunidades! Ha quedado muy atrás, los hijos de los padres que no tienen ingresos o que sólo cuentan con el mísero sueldo que hoy pagan las empresas, ven como sus hijos no pueden ir a la Universidad, y, sin importar su valía, quedan postergados a ser peones o simples auxiliares en cualquier actividad aunque tengan capacidad para el estudio.

Solo se colocan aquellos que tienen buenos padrinos y, los demás, a pesar de que con gran esfuerzo de sus padres (que se tuvieron que sacrificar para pagar sus costosos estudios), y, del esfuerzo propio en terminar sus carreras de los hijos responsables, resulta que, el panorama que encuentran al salir de la Universidad con sus recientes títulos en la mano, es desalentador:

Rompen sus zapatos visitando mil empresas y haciendo entrevistas y, si al fín, alguna de ellas los contrata, a pesar de sus Licenciaturas, lo hacen como Becarios primero y a prueba después, los tienen enredados varios años con sueldos miserables y sin esperanzas de subir en el escalafón que, esos puestos, estarán reservados para inútiles hijos de consejeros o sus novias. Generalmente, se reparten entre unos pocos el beneficio mientras que, una reducida parte de los beneficios se destinan a los sueldos de miles de empleados eficientes pero que tienen trabajos precarios en los que tienen que demostrar su valía y trabajar 10/12 horas al día para no ser despedidos.

Sentados en cómodos despachos se reparten subvenciones que no se sabe a dónde van destinadas y, cuando nos llegamos a enterar… ¡Vaya robo! No siempre el destino del dinero que se otorga para un hecho concreto se destina a ese menester y, se malversan fondos para vergonzosos asuntos o, peror todavía, para uso particular de los que lo pueden manejar.

Aquí se pide mucho esfuerzo para todos y, en el mayor de los casos, “ese todos”, se reduce a los de siempre, a los que trabajan y a los pequeños empresarios que todo lo aguantan, los sufridos ciudadanos de los que sólo se acuerdan cuando les quieren sacar el dinero que ellos derrochan a manos llenas.

Congresos y reuniones de los Partidos Políticos en los que los podemos ver felices y encantados de haberse conocido. Todos tienen su puesto seguro y sus ingresos blindados. Mientras que el resto de los mortales, precisamente aquellos que hace posible que vivan así, quedan marginados y postergados a unas migajas que, en realidad, les quita la dignidad de vida que merecen.

A tal punto hemos llegado que la gente, amparados en la oscuridad de la noche, cuando creen que nadie los ve, cogen comidas caducadas de los contenedores y utensilios que puedan aprovechar por no tener medios para comprarlos. Hasta aquí nos han traído esta panda de sinverguenzas que dicen trabajar por el bien general. Eso sí, ellos están todos bien abrigados y cubiertos con pagas que les asegura vivir de manera confortable el resto de sus vidas, mientras que muchos, pasan hambre por lo que hicieron.

En una película de Sidney Lumet, su título creo recordar que era Un mundo implacable, en el que uno de los protagonistas, Peter Finch,  instaba a la gente a salir de sus casas y gritar:    “¡Estoy más que harto y no quiero seguir soportándolo!”. De la misma manera, de seguir las cosas como van y si el Gobierno no lo remedia (que no tiene visos), llegará un momento en el que la buena genete no pueda más y, alguna solución habrá que buscar para este desatino.

¿Cómo nuestros dirigentes nos son conscientes de esta cruda realidad en la que estamos inmersos?

Si esta es la Sociedad que hemos construido, nos podríamos preguntar si, verdaderamente, ésto es una Sociedad propiamente dicha, toda vez que, cuando hablamos de Sociedad todos pensamos en una estructura dinámica en la que todos, sin excepción, tienen su función y dentro de esa dinámica, todos también reciben la recompensa de su trabajo para vivir con cierta dignidad.

Llegar a los extremos de desigualdad a los que estamos llegando, sobrepasa el límite de lo que pudiera considerar admisible. Quiero para mis hijos lo mismo que tienen los hijos de los ex Presidentes y demás políticos, los hijos de los Banqueros y los hijos de todos aquellos que medran (a costa de lo que sea) por tener más que los demás y, lo triste es que lo consiguen en detrimento de la Justicia y de la igualdad de oportunidades que sólo es una palabra sin sentido como tantas otras.

No nos equivoquemos, si hablamos de esclavitud todos pensamos en el Tercer Mundo, pero la realidad es que la tenemos aquí, con nosotros mismos en las grandes ciudades, donde las grandes Empresas, con sueldos miserables, amasan los millones de beneficios mientras que gente joven y licenciada hacen un inmenso trabajo que nunca le es recompensado y, con sueldos de miseria, por el temor a perder el trabajo, siguen aguantando esa “moderna esclavitud” que nadie, ni Gobiernos, ni Inspección de Trabajo, ni Sindicatos (que miran para otro lado), quieren remediar y, ¡así nos va!

Si las cosas no fueran tan serias como son, algunos de los escenarios que podemos ver y nos enseñan los medios, son de una desverguenza tal que, no sabemos si reir o llorar cuando vemos, como políticos y sindicalistas, se han confabulado para “robar” dinero de los parados en eso que llaman “Eres” y de los que todos cobran comisiones, o se incluyen a gente que nunca trabajó. ¿Cómo puede estar ocurriendo ésto? Y, ¿pagarán los culpables por sus comportamientos fuera de la Ley?

La Humanidad está perdiendo el rumbo. Mientras muchas familias están sin hogar o no tienen ni luz para poder vivir decentemente o calentarse de los rigores del invierno. Los Gobiernos construyen inmensos campos de Futbol para celebraciones que no quitarán el hambre del Pueblo menos favorecido. Estamos todos tan contentos de que futbolistas de este o aquel equipo, sea fichado por decenas de millones de euros y, aunque ellos no tengan la culpa de que eso sea así, no por ello, deja de ser inmoral si pensamos en lo que ahora mismo está pasando.

Seguuir hablando de lo que estamos pasando, hacer un reflejo de la Sociedad de hoy, nos llevaría mucho tiempo y, a pesar de ello, nunca podríamos reflejar la realidad de lo que está pasando. No son pocos que, con piel de cordero, medran en toda esta vorágine del mal, sin levantar un dedo por arreglar lo que ellos mismos contribuyeron a construir.

¿Hasta cuando estaremos así? ¿Podremos aguantar tal situación?

emilio silvera

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 11 de febrero del 2014 a las 12:11

    No soy persona propensa a la política, siempre me llamaron la atencxión otros temas que creía más interesantes, sin embargo, las cosas que están pasando, hacen hablar a las piedras.

    Responder
  2. 2
    Daniel
    el 11 de febrero del 2014 a las 17:09

    Emilio,
    Agradezco a Dios por la estabilidad de mi país y le pido que otorgue sensatez y patriotismo a los gobernantes del tuyo para poder defender a la población, mucho de esto se pudo gracias a que Evo Morales hizo a un lado el miedo a los poderes tradicionales liderizados por los bancos, te sugiero puedas leer la Ley de Servicios Financieros que se sancionó en Bolivia (Ley 393 de agosto de 2013), entiendo que son paises muy diferentes según su economía pero las necesidades a nivel de ser humano son las mismas. Te aclaro que no tengo ninguna inclinación partidaria.
    Abrazos.

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 12 de febrero del 2014 a las 1:47

      ¡Hola, amigo Daniel!

      Esperémos que todo, finalmente tome otro rumbro.

      Saludos.

      Responder
  3. 3
    odiseo
    el 11 de febrero del 2014 a las 23:53

    Estamos de acuerdo, pero el colmo del cinismo de estos tipos que se dicen políticos y que están ahí para solucionar nuestros problemas, está cuando legislan y deciden que el salario mínimo sea de 645 €, me pregunto, si creen que se puede vivir con esa cantidad, ¿porqué no se ponen ellos ese salario? ¡total,para lo que hacen…!
    En fin amigo, prefiero no seguir, pues se me empieza a calentar la sangre y puedo terminar diciendo cosas que puedan comprometer tu página.
    Un fuerte abrazo.
     

    Responder
  4. 4
    emilio silvera
    el 12 de febrero del 2014 a las 0:50

    ¡Hola, amigo Carlos!
    Cuando decir la verdad puede traer consecuencias… ¡Malo! Eso no pasa en una Democracia que presume de ser un ÇEstado de Derecho. Sin embargo, así están las cosas y, penosamente esa es la cruda realidad. Y, además, de ese salario miserable que mencionas, incluso algunos jubilados tienen que estar dando de comer a su gente en paro.
    ¡Qué verguenza!
    En cuanto a lo de renunciar a sus prebendas… ¡olvidaló! El apretarse el cinturón es sólo para los demás, mientras que ellos, continúan a todo trapo gastando a manos llenas y sin privarse de nada. ¿Qué importa que los demás sufran mientras ellos estén calentitos, con los sueldos asegurados y sus hijos en buenos colegios extranjeros y buenos puestos de trabajo esperando para cuando finalicen sus carreras?
    Un saludo cordial amigo.

    Responder

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