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¿Metafísica? ¿Filosofía?… ¡Humanidad!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Filosofía    ~    Comentarios Comments (5)

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Teseo se preguntaba si cuando, en su paradoja de reemplazo, cuando a un objeto se le cambian todas las piezas, seguía siendo el mismo objeto. De la misma manera, nosotros, a medida que vamos evolucionando a lo largo de nuestras vidas, nos vamos transformando en otro muy diferente, toda vez que, las experiencias vivídas, nos cambian y nuestra mente de hoy, no es la mente de ayer. Ya lo decía Heráclito, el gran filósofo griego:
“Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.”
¿La metafísica? Una escalera que no hemos podido subir y una puerta, que tampoco hemos sabido cruzar. Es lo que está más allá de lo material, incluso sobrepasa el mundo filosófico de los pensamientos que se pueden constatar para adentrarse en ese otro “mundo” en el que la mente divaga y quiere llegar mucho más lejos  de lo que le está permitido.

 

 

 

Desde la metafísica el símbolo más representativo es el cubo de Metatrón, ya que contiene la réplica tridimensional de cuatro de los cinco sólidos platónicos, a los que Pitágoras llamaba sólidos perfectos. En las Escuelas de Egipto, a estas cinco formas, más la esfera se les consideraba originarias de los cinco elementos primordiales: tierra, fuego, aire, agua y éter.

En el tratado filosófico de Aristóteles, a los que los comentaristas llamaron Filosofía primera y también Teología, aparecen referencias a la Metafísica como la ciencia del Ser, y trata de indagar las primeras causas y principios de las cosas, la naturaleza íntima y el destino de los Seres. De ellos podemos deducir que, todavía andamos en ese camino buscando nuestra propia identidad.

La metafísica, Wolf, se ha dividido en autología o doctrina del Ser, y metafísica especial, que se subdivide en cosmología, que trata de la naturaleza, causa y origen del mundo; psicología racional, que hace el mismo estudio en relación al alma humana, y teología natural o teodicea, cuyo objeto es la demostración de la existencia de Dios, la naturaleza divina y sus relaciones con el mundo. Ha sido combatida por los empíricos, naturalistas y agnósticos. En especial Kant y los sistemas positivistas modernos son los que tuvieron más empeño en negar su posibilidad y su carácter científico.  Las escuelas kantianas han sustituido la metafísica por la teoría del conocimiento, las positivistas, por la filosofía general o de las ciencias.

Tanto Kant como Hegel  son dos pensadores que han dejado una impronta de enorme importancia para la filosofía, y ejercido una gran influencia en pensadores contemporáneos como sucesivos a ellos. Aún cuando no se acepte todas las afirmaciones, tanto de Kant como de Hegel, se debe admitir que en la actualidad es casi imposible filosofar sin tener en cuenta sus ideas y conclusiones

Es interesante; profundicemos algo más. (Ta meta ta physika) Obra de Aristóteles, dada a conocer por su discípulo Andrónico de Rodas h. 70 a. de C. Su autor se centra en el estudio del Ser en tanto Ser, es decir, del Ser en un sentido eminente, sin materia o acto puro. Aborda la metafísica a partir de una crítica de los sistemas precedentes, en especial el de Platón.

Resultado de imagen de metafísica

Imagen típicamente utilizada en los talleres de metafísica y similares. Lo que los filósofos occidentales llaman metafísica, por más diferencias que haya entre unos y otros, nada tiene que ver con esto.

Aristóteles abordó el saber empírico, techné y ciencia, la metafísica en particular, el método estudiar metafísica, análisis de ciertos axiomas como el principio de no-contradicción, claves y conceptos de metafísica, la sustancia y el movimiento, de lo uno y lo múltiple, del primer motor inmóvil (la divinidad) y sobre las ideas.

Fue el primer filósofo que escribió un tratado sistemático de metafísica y definió el objeto de esta disciplina. Andrónico, como antes decía, se topó con unos manuscritos del maestro, situados más allá de los libros de la física (Ta meta ta physika), de ahí el : metafísica. No es de extrañar, por lo tanto, que esta palabra que connota un de conocimiento transfísico, haya sido utilizada por numerosas doctrinas ocultistas de toda índole.

El término tuvo excelente acogida y fue utilizado en adelante para denominar a aquella parte de la filosofía que versa sobre el Ser (to ón), es decir,  Ousía: la sustancia, la esencia. Desde hace mucho tiempo hemos podido intuir que en nosotros puede haber más de lo que llegamos a reconocer, y ese pensamiento, sale de nuestras mentes y vaga por el “mundo” que está situado mucho más allá de lo material, en ese extraño lugar donde moran las ideas y los pensamientos sin nada tangible que los pueda molestar.

El problema de definir el objeto y el método de la metafísica surge de la dificultad inherente al problema del ser (to ón), cuya multiplicidad de sentidos (todas las cosas son, pero no de la misma manera) se deduce de un análisis de las oraciones copulativas, en las que un predicado se atribuye a un sujeto de dos maneras radicalmente distintas sí: afirmando aquellas características que definen esencialmente al sujeto (esencia, sustancia, que es algo) o a una cualidad o característica inherente al sujeto y en ningún modo definitoria de su esencia (accidentes).

Estas maneras de decirse el Ser se corresponden, según el estagirita, con las diez categorías de formas de ligarse un predicado a un sujeto: esencia o sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión.

No pocas veces me paro a pensar y me he preguntado: ¿Cómo es posible que a partir de la materia puedan surgir pensamientos?

En cuanto al método de conocimiento utilizado por la metafísica, este no es experimental (a posteriori) o empírico, sino que se basa en deducciones anticipadas, es decir, independiente de la experiencia. Aristóteles, ¿qué duda nos caber?, fue un pilar de la filosofía y el pensamiento que ha llegado a nuestros días con múltiples variantes de la evolución lógica de los tiempos.

“Todas las cosas son, pero no de la misma manera.”

 

La frase tiene más de lo que a primera vista pueda parecer. En tan simple expresión está encerrada la verdad del universo. Nosotros hablamos de “Ser” y queremos referirnos a lo que piensa y siente, a lo que tiene conciencia. En la frase, a las cosas (la materia), se le concede la categoría de Ser.  Si lo pensamos detenida y profundamente, es así. Todo en cada momento ocupa su lugar en el tiempo que le ha tocado estar presente o vivir. La ley de la conservación de la masa es muy significativa. ¿Dónde estaba la materia que conforma mi ser hace 3.000 millones de años? Posiblemente estaba a miles de millones de grados de temperatura en el núcleo de una estrella situada a 9.500 años luz de nuestro  Sistema Solar.

Pero esa materia era, y a su manera tenía su propia conciencia, en aquel momento y en aquel lugar, le tocó ser aquella cosa. Todo ES. La metafísica es lo que trasciende, lo superior, el ser supremo, el universo de lo sensorial, tener el conocimiento sin saberlo. Cuando se rebasan los límites de la razón, las ideas entran en el mundo de lo ilusorio, sin embargo, dónde está ese límite.

El cuerpo y el alma: heterogéneos e incluso incompatibles entre sí. El mundo material, el cuerpo humano es una máquina que se comporta siguiendo las estrictas leyes del mecanismo. La mente, sin embargo, no puede ser reducida a lo puramente mecánico, rigiéndose por otros principios absolutamente diferentes, divergentes, superiores.

Por lo tanto, dependiendo de si lo que existe se concibe como una entidad material o una entidad puramente espiritual, la metafísica genera dos concepciones radicalmente distintas: el materialismo (Demócrito, Epicuro, Hobbes, Marx y Engels, etc) y el idealismo (Platón, Berkeley, Hegels, etc). Concepciones que se reflejan no sólo en el ámbito estrictamente filosófico, sino en la propia ciencia que, como sabemos, no está al margen de presupuestos metafísicos.

Muchas veces, como el balbuceo de un niño, hablamos de cosas que no entendemos, es simplemente una maraña de ideas que nos ronda por la cabeza y nosotros, osados como siempre, decimos lo que se nos ocurre sobre ellas, y lo sorprendente es que a veces hasta acertamos y, nuestras palabras reflejan parte de esa verdad que buscamos.

Lo actual, y pese a las críticas que ha recibido esta disciplina a lo largo del pasado siglo y del anterior, la metafísica no ha desaparecido de la investigación filosófica que denuncia, precisamente, el “olvido del Ser”.  El proyecto siempre está abierto y también inconcluso, y sitúa al Ser humano en el centro de la reflexión metafísica.

emilio silvera

 

  1. 1
    Arturo
    el 1 de abril del 2016 a las 11:31

     
    Hola, me ha gustado mucho el artículo pues, como dice el artículo, la metafísica está más allá de lo material y me apasiona divagar y profundizar en la mente humana. Aristóteles es fundamental para poder entender la metafísica, de hecho me apasiona leer sus obras. Es una pena que los nuevos estudios filosóficos no profundicen esta materia y se dediquen a cosas más banales. Recientemente he leído un libro que considero que merece la pena leer, se lo recomiendo a todos aquellos que se interesen en el tema, en esta página podéis encontrar un completo análisis de este libro metafísico: http://www.queebook.com/metafisica/
     
    Un saludo y hasta pronto!!
     

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    • 1.1
      emilio silvera
      el 2 de abril del 2016 a las 7:38

      ¡Hola, Arturo!
      Nos alegramos de que te gustara el trabajo aquí presentado.
      Gracias por la recomendación del libro.
      Aquí te esperamos.
       

      Responder
      • 1.1.1
        Emilio Silvera
        el 22 de agosto del 2018 a las 8:44

        Como podréis comprobar, de vez en cuando, merece la pena reponer algún que otro trabajo que, habiendo pasado por aquí en fechas anteriores, es positivo que se vuelva a exponer para aquellos que no tuvieron la oportunidad de leerlo.

        El pensamiento de los hombres y mujeres de este mundo, desde que tuvimos consciencia de Ser, quisieron ir mucho más allá de lo estrictamente material. La Mente vislumbraba que tenía que existir algo más de lo que a simple vista podemos ver, y, la intuición nos llevó a traspasar esa barrera filosófica para adentrarnos en el “mundo” misterioso de la Metafísica, ese lugar misterioso que nestá más allá del mundo físico y que, según los grandes pensadores, puede contener todos aquellos secretos que no alcanzamos a comprender, lo esencial de la Vida y también de la Muerte.

         

        Responder
  2. 2
    magointerior33
    el 4 de abril del 2016 a las 19:31

    Buenas tardes,la filosofia..es la posibilidad de unir lo espiritual,lo metafisico y la fisica,en la folosofia se tratan todos estos conceptos como probabilidades de unificacion,es un conjunto de princiopios que fundamentan un todo.

    Un saludo queridos Amigos y compañeros 

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 6 de abril del 2016 a las 4:20

      Estimado magointerior33:
      La Filosofía siempre ha tratado de ahondar en la verdad de las cosas, es la disciplina que nunca se conforma con nada y espera desvelar lo que, posiblemente, existe más allá de lo que podemos ver y comprender, y, precisamente por eso, cuando se tocan algunos temas delicados, como por el ejemplo el SER, se adentra en terrenos metafísicos, es decir, que van más allá de la meramente físico y perecedero, la metafísica quiere llegar hasta lo inalcanzable, hasta la eternidad de ese ente inmaterial que creemos está ahí y que nunca hemos sabido explicar.
      Un abrazo.

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