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¿Hacia dónde vamos?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Futuro incierto    ~    Comentarios Comments (4)

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El LHC se adentra en la materia del universo primigenio

Se supone que, en los comienzos del universo, justo después del Big Bang, existió un ‘plasma de quarks y gluones, dos partículas confinadas hoy en la materia pero que entonces vagaban libremente… Ahora hemos construído aceleradores de partículas que tratan de recrear aquellos momentos para poder “ver” lo que allí pasó y, buscamos el origen de la masa y partículas exóticas que nos digan algo sobre esa supuesta masa “perdida”, o, que no alcanzamos a ver.


Cuando se lee un buen libro, se saborean sus pasajes más interesantes y, al final, sientes un poco de pena porque aquello se termine tan pronto. Sientes que quieres más, te quedas algo insatisfecho de no haber podido llegar más lejos, de profundizar más en aquello que tánto llamó tu atención y despertó tu curiosidad. Saber sobre el enigma planteado por ekl autor y no desarrollado hasta el final dejando un estado en el lector  que lo preocupa,  es tan vital para la mente que, cuando no puedes desarrollar ciertos pemnsamientos por falta de conocimientos, te sientes frustado y, de alguna manera, sufres por no saber.

Habiendo finalizado la lectura de Las sombras de la Mente, de Roger Penrose, en la que nos habla de la posibilidad de comprender de forma científica lo que la conciencia es y, extrapola dicha conciencia, hasta ese otro mundo de la I.A., en el que, si nada lo remedia, estamos inmersos hasta tal punto que, en el futuro más o menos lejano, será lo que predomine tanto aquí en la la Tierra, como en los mundos y lunas que nos acompañan en el Sistema solar, e, incluso, mucho más allá. Ellos serán, los Robots, los que surquen los cielos y el espacio interestelar en busca de las estrellas.

Es posible que podamos llegar a los límites de la realidad pero… ¿No crearemos una nueva raza para que, sin nosotros saberlo nos suplante en el futuro?

La computación y el Pensamiento consciente

En los últimos tiempos, mucho es lo que se habla de la I.A., y, algunos, nos preguntamos: ¿Será posible que en un futuro más o menos lejano, eso que llamamos Inteligencia Artificial, nos pueda superar?

                                ¿Hasta dónde llegarán?

Hay corrientes en ese sentido que nos llevan a pensar y, ¿por qué no? A preocuparnos profundamente. Si hacemos caso de esas afirmaciones (quizá algo extremas pero, con visos de verdad) de los que defienden a capa y espada el futuro de la I.A., diciendo que, con el tiempo, los ordenadores y los robots superarán a los humanos en inteligencia al llegar a tener todas y cada una de las capacidades humanas y otras que, los humanos nunca podrán tener. Entonces, estos ingenios serían capaces de hacer muchísimo más que ayudar simplemente a nuestras tareas inteligentes.

De hecho, tendrían sus propias y enormes inteligencias. Podríamos entonces dirigirnos a estas inteligencias superiores en busca de consejo y autoridad en todas las cuestiones complejas y de interés que, por nosotros mismos, no pudiéramos solucionar; ¡y finalmente podrían resolver los problemas del mundo que fueron generados por la Humanidad!

Inteligencia artificial supera el test de turing

Alan Turing estaba convencido de que algún día, las máquinas serían tan inteligentes como los humanos. Y para demostrarlo, inventó el Test de Turing, en 1950. El Test de Turing se basa en la idea de que si no puedes distinguir las respuestas de un programa frente a las de un humano, entonces es porque la inteligencia artificial es tan inteligente como nosotros.

Resultado de imagen de Aquella primera computadora de A. Turing

                            Así se empieza pero… ¿Cómo se acaba?

La Nasa ha fabricado un robot que pesa 150 kilogramos, tiene aspecto humanoide y se llama Robonaut-2 (R-2 para los amigos). Este androide será lanzando al espacio y pronto será el nuevo compañero de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. Por algo se comienza y, nunca se sabe como todo terminará.

Pero, si todo eso fuera así (que podría llegar a serlo), podríamos extraer otras consecuencias lógicas de estos desarrollos potenciales de la I.A. que muy bien podría generar una cierta alarma muy justificada ante una situación tan atípica, en la que, unos “organismos” artificiales creados por nosotros mismos, nos superen y puedan llegar más lejos de lo que nosotros, podríamos ser capaces de llegar nunca. ¿No harían estos ordenadores y Robots, a la larga, que los Humanos fueran superfluos para ellos?

Imagen relacionada

            ¿Llegarán a ser dos “especies” amigas?

Si los Robots guiados por ordenadores insertados en sus cerebros positrónicos o espintrónicos, o, guiados por un enorme y potente Ordenador Central, resultaran ser muy superiores a nosotros en todos los aspectos, entonces, ¿no descubrirían que pueden dirigir el mundo sin necesidad alguna de nosotros? La propia Humanidad se habría quedado obsoleta. Quizá, si tenemos suerte, ellos podrían conservarnos como animales de compañía (como alguien dijo en cierta ocasión); o, si somos inteligentes, podríamos ser capaces de transferir las “estructuras de información” que somos “nosotros mismos” a una forma de robot (como han pensado algunos otros), o quizá no tengamos esa suerte y no lleguemos a ser tan inteligentes…

Investigadores de la Universidad de Bremen en Alemania dio a conocer el simio robot – un aparatito de cuatro extremidades que se tambalea a lo largo de su frente “nudillos” y patas traseras. El robot de 40 libras, que tuvo más de tres años en desarrollarse, puede moverse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados – todo ello sin un cable de control. Cuenta con sensores de presión en sus patas traseras, y puede incluso dar vuelta en torno a sí mismo.

Colonizar el espacio con robots es un antiguo argumento de obras de ciencia-ficción, algo que podrían hacer realidad en Japón en no demasiado tiempo. La imagen de arriba, a no tardar mucho, podría ser una realidad. De momento hemos enviado sondas y naves espaciales de todo tipo y rovers-laboratorios andarines pero, en el futuro cercano, la cosa irá en aumento de cantidad y calidad.

Red neuronal estructura disipativa

Red neuronal estructura disipativa
Todo efecto incide en su trama

Por otra parte, quiero pensar que, lo que hace y es capaz de realizar nuestro cerebro creador de pensamientos, nunca será del dominio de la I.A. que, nunca podrán describir o realizar funciones que de manera natural realizan nuestras mentes. ¿Llegarán a tener mentes de verdad los Robots del futuro? ¿Será posible que lleguen a tener sentimientos, a sentir miedo, a poder llorar? ¿Tiene algún sentido que hablemos de semejantes cosas en términos científicos? También podríamos pensar que, la Ciencia, no está capacitada para abordar ciertas cuestiones relacionadas con la complejidad de la Conciencia Humana.

Claro que, por otra parte, no podemos dejar de pensar en el hecho cierto de que, la propia materia parece tener una existencia meramente transitoria puesto que puede transformarse de una forma en otra, de una cosa en otra, e, incluso, puede llegar esa transformación ser tan compleja como para cambiar desde la materia “inerte” hasta el ser consciente.

                                    ¿Escena futura cotidiana?

 Incluso la masa de un cuerpo material, que proporciona una medida física precisa de la cantidad de materia que contiene el cuerpo, puede transformarse en circunstancias apropiadas en pura energía (E = mc2) de modo que, incluso la sustancia material parece ser capaz de transformarse en algo con una actualidad meramente matemática y teórica. Dejemos en este caso, la cuántica y otras teorías a un lado para centrarnos en el tema que tratamos de la I.A. y sus posibles consecuencias.

¿Permite la Física actual la posibilidad de una acción que, en principio, sea imposible de simular en un ordenador? Hoy esa respuesta no está disponible y, cuando eso vaya a ser posible, tendríamos que estar en posesión de una nueva Física mucho más avanzada que la actual.

No debemos apartarnos de un hecho cierto: Nuestra Mente, aunque está apoyada por un ente físico que llamamos cerebro y recibe la información del exterior a través de los sentidos, también es verdad que, de alguna manera, sale de nosotros, está fuera de nuestros cuerpos y, viaja en el tiempo y en el espacio, aprende y conoce nuevos lugares, nuevas gente, nuevos conocimientos de su entorno y de entornos lejanos y, a todos ellos, sin excepción, se puede trasladar de manera incorpórea con un simple pensamiento que, de manera instantánea, nos sitúa en este o aquel lugar, sin importar las distancias que nos puedan separar.

Así La parte física y la parte mental, aunque juntas, están separadas de una manera muy real y, desde luego, existe una clara divisoria entre lo físico y lo mental que ocupan distintos dominios de alcance también distintos y, hasta donde pueda llegar el dominio mental ¡No se conoce!

Circuitos y conexiones de infinita potencia. Ahí están encerrados otros mundos de inimaginable belleza, agujeros negros gigantes, púlsares y quásares, estrellas de neutrones y fantásticas nebulosas de increíbles figuras de las que surgen sin cesar nuevas estrellas y nuevos mundos. También ahí residen pensamientos y recuerdos y, hasta es posible rememorizar imágenes nunca vistas de universos paralelos… ¿Cómo son posible todas esas maravillas? Y, ante esa poderosa “herramienta”, me pregunto, podrá alguna vez, la Inteligencia Artificial hacer algo parecido.

El futuro es incierto

Quisiera pensar que, el humano, siempre prevalecerá sobre el “ser Artificial”, sin embargo, tal optimismo, si pensamos en hacerlo real, nunca podrá estar a nuestro alcance. La evolución de la Ciencia, las necesidades de nuestra especie, las exigencias de una Sociedad creciente que llena el planeta hasta límites insoportables…Todo eso, nos llevará a seguir procurando ayuda de ese “universo artificial” que, al fin y a la postre, es la única salida que tenemos para poder llegar a otros mundos en los que poder alojarnos para que, el planeta Tierra, no se vea literalmente asfixiado por la superpoblación. Así que, siendo las cosas así (que lo son), estamos irremisiblemente abocados a ese futuro dominado por la I.A. que, si tenemos suerte, nos dejará convivir con ella y, si no la tenemos… Muy cruda.

Así que, el día que los Robots sean equiparables a los Humanos, ese día, habrá comenzado el principio del fin de la especie que, tan tonta fue, que creó a su propio destructor.

                                      Hay escenarios que producen miedo

Claro que, para que todo esto llegue a pasar, podrían transcurrir siglos. No parece que sea muy factible que una simulación realizada por un Robot avanzado pueda ser semejante a lo que un Humano puede hacer hoy. Sin embargo, cuando los ordenadores y Robots hayan alcanzando la inteligencia de pensamiento y discurrir del cerebro Humano, ese día, amigos míos, no creo que sea un día para celebrar.

Claro que, la idea de poner unir nuestras mentes a esos “Seres”, podría ser una salida, una solución híbrida para paliar nuestras carencias de salir al espacio exterior por nosotros mismos y dentro de la frágil coraza humana que contiene a nuestras Mentes pensantes que, dentro de tan ligera y débil estructura, no tienen la seguridad suficiente para realizar ciertas tareas.

No quiero ser pesimista ni llevar a vuestro ánimo ideas intranquilizadoras. Sin embargo, si la cosa sigue adelante por el camino emprendido, el futuro que nos espera será ese: Convivir con los Robots, emitir leyes para su control, tratar de que hagan sólo aquellos trabajos y tareas encomendadas pero, ¿cómo podremos evitar que, algún día, más evolucionados al exigirle cada vez más complejidad en las ayudas que nos tendrán que prestar, comiencen a pensar por sí mismos?

Así que, como estamos dando a esos Robots el “Conocimiento”, la “Comprensión”, la “Consciencia” y, la “Inteligencia”, lo estamos haciendo partícipes y están tomando posesión, de los bienes más valiosos que podemos poseer y, tal dislate…¡Podríamos pagarlo muy caro!

  • “Un Robot no puede hacer daño a un ser humano o, mediante la inacción que un ser humano sufra daños”
  • “Un Robot debe de obedecer las ordenes dadas por los seres humanos, salvo que esto provoque un conflicto con la primera ley”
  • “Un Robot debe proteger su propia existencia, a no ser que provoque un conflicto con las dos primeras”

Estas leyes fueros enunciadas por Isaac Asimos con el objetivo de intentar que la finalidad inicial para la que se originó la robótica no fuera modificada y eso ocasionara problemas a la humanidad. Sin embargo…

voyager1

Nuestros sueños e conquistar el Espacio exterior y de poblar otros mundos, hace más de 50 años que se puso en marcha. Desde entonces, hemos enviado aparatos más o menos sofisticados lejos de la Tierra y, nos han enviado información de Mercurio, de Venus y Marte, de Saturno y Júpiter, de las Lunas que, como Io, Titán, Encelado, Ganímedes Europa y otras pueden tener algún interés científico para el futuro de la Humanidad. Estos “artilugios” guiados desde nuestro planeta, nos envían imágenes de lugares que nunca pudimos imaginar.

Así, las máquinas pueden hacer lo que nosotros no podemos y “ellas” no duermen ni comen y, cuando no puedan obtener energía del propio Sol, lo harán de pilas atómicas que durarán cientos de años. La radiación del espacio no les afecta y la falta de gravedad tampoco. Ellos tendrán todos los atributos que nos faltan para conquistar el espscio, y… ¿De nosotros que será?

La pregunta queda en el aire, toda vez que, en este momento, nadie la sabe contestar.

emilio silvera

 

  1. 1
    emiliosilvera
    el 14 de diciembre del 2016 a las 10:23

    Hay cosas que me cuestan asimilar, y, una de ellas, es que en el futuro puedan existir robots que tengan, no ya inteligencia, sino sentimientos. Tengo un sobrino Catedrádico de Universidad que está empeñado, desde hace años, en conseguirlo. Él quiere dotar a los Robots de Inteligencia y, además, que tengan sentimientos, algo que, por el momento, sólo está reservado (que sepamos)) a los seres vivos. Incluyo a todos los seres vivos aunque se que alfgunos no pueden ni tener consciencia de ser. Sin embargo, otros muchos, han demostrado tenerlos y, además, no estamos capacitados para evaluar hasta dónde llega su inteligencia aunque de muchos de ellos sabemos que son bastante inteligentes pero, otra cosa es que, unos “seres” artificiales, puedan algún día adquirir inteligencia.
    Sólo con pensar en esa posibilidad siento que un escalofrío me recorre todo el cuerpo. ¿Qué sería de nosotros con ese panorama? Seres artificiales más listos, más fuertes, dotados para realizar todo aquello que nosotros no podemos, exentos de enfermedades… ¡Qué locura!
    Prefiero un mundo de Seres Vivos y evolucionados que, poco a poco, se ganen el derecho a conseguir esa ansiada igualdad que, posibilite que en el futuro vivamos (me refiero a nuestra especie)), en un mundo mejor y con menos desproporción entre los seres de la misma especie, unos muriendo de hambre y otros derrochando a manos llenas. Tenemos que conseguir humanizarnos para ser dignos de tener el nombre de humanos.
    No quiero Robots con inteligencia propia (autónoma) y menos, con sentimientos.

     

    Responder
  2. 2
    emiliosilvera
    el 14 de diciembre del 2016 a las 10:40

    Dotar a los Robots de conciencia sería el mayor error que los humanos podríamos cometer. Una cosa es una máquina que haga cuanto se le ordene y tenga gravado en sus circuitos y otro muy distinta, ¡que pueda pensar por sí mismo y determinar qué hacer en cada situación? Si le dejamos que pueda elegir y tenga capacidad para ello, habremos creado una nueva raza, otra especie superior que, siendo tan distinta a la nuestra, finalmente, querrían ser independientes y, nosotros, no les valdríamos para nada.
    Bueno, si acaso, como animales de compañía.

    Responder
  3. 3
    Zephyros
    el 18 de diciembre del 2016 a las 2:43

    Emilio ya sabes que el ser humano además de ser curioso es altamente competitivo con los demás y consigo mismo, hasta tal nivel que se puede considerar un reto crear ingenios que nos puedan destruir o superar en cualquier ámbito y habrá personas que dediquen su vida a conseguirlos.

    Lo que comentas es un reto, y como reto habrá quien desee alcanzarlo y conseguirlo por negativo que sea. Como dijo el escorpión la rana: “lo siento pero es mi naturaleza”.

    En mi opinión, cierto grado de inteligencia está muy al alcance, pero conciencia de si mismo y sentimientos ya es otra cosa. Pero nunca se sabe. En principio creo que hay una barrera enorme que separa un “producto” creado en cientos de millones de años como es el cerebro de los seres vivos y con el cerebro humano a la cabeza, respecto un resultado de sólo décadas de investigación en tecnología hardware y software. Esa barrera, al margen de los millones de años de madurez, podría ser que el cerebro es analógico mientras la IA es digital. Que lo digital puede modelar muy bien lo analógico en cuanto a señales pero es mucho más limitada si lo comparamos con los procesos neuronales, al menos en espacio tan reducido como el tamaño de un cerebro y que funciona con muy poca energía. Así es actualmente. En un volumen tan reducido se conectan unos 100 mil millones de neuronas, cada una de ellas produce miles de conexiones sinápticas con neuronas adyacentes…

    Creo que la tecnología digital se queda corta para llegara estas cifras, aunque el software puede crear atajos y cuanta más potencia de cálculo ese software de red neuronal alcanzará niveles más altos. Pero pienso que lo digital no llega al nivel comentado para tener conciencia o sentimientos. El álgebra de Boole no es suficiente. Es muy posible que se necesite unas nuevas matemáticas, un álgebra superior y una tecnología que la implemente.

    Dos estados: 0 y 1 frente a infinitos niveles analógicos, creo que se me entiende lo que quiero decir.

    Pasará tiempo amigo Emilio pero creo que la IA para alcanzar esos atributos que a mi también me estremecen, tendrá que sufrir una revolución similar a la que hay entre un ábaco y un ordenador. Y ojo! no digo que ese momento no llegará, muy a mi pesar si no nos autodestruimos antes podremos crear a quien lo haga por nosotros (lo de destruirnos).

    Dile a tu sobrino que los retos son buenos, que las metas están para alcanzarlas, pero si no son buenos para la Humanidad no son retos que nos llevarán a un mundo mejor, muchas veces todo lo contrario y hay retos que simplemente no merecen la pena, cada uno debería pensar si está en este mundo para contribuir y/o crear cosas buenas o para contribuir en otros sentidos. Es un tema ético para debatir.

    Saludos!

     

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 18 de diciembre del 2016 a las 6:05

      Amigo Zephyros:
      Leo tus palabras y pienso que estoy oyendo mis pensamientos, muchos pensamos así. Es cierto que nuestra naturaleza es la de batir retos “imposibles” no pocas veces. Sin embargo, como bien dices, antes de acometer esos proyectos, habría que pensar en qué dirección van y qué destino les aguarda una vez llegados a la meta, ¿son buenos para nosotros o por el contrario, nos pueden destabilizar como especie?
      Con el listillo de mi sobrino tengo grandes debates en ese sentido y, me responde lo mismo que el escorpión a la rana. No creo que podamos impedir nada de lo que el ser humano pueda hacer, incluso aquello que le haga daño.
      Menos mal que, como bien apuntas, no es lo mismo (por muy bien construida que pueda estar), una conformación artificial que esa otra nuestra que llamamos cerebro y que, ¿quién lo puede negar? es la mejor “máquina” que en el Universo funciona.
      Esperemos que la cordura se imponga y, aunque continuémos adelante con la I.A., se pongan aquellas barreras que, de alguna manera, delimite los espacios para que todo siga su curso sin alterar los destinos.
      Un abrazo amigo.

      Responder

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