Feb
20
el futuro Incierto
por Emilio Silvera ~ Clasificado en I. A. ~ Comments (1)
Por Maruxa Ruiz del Árbol
Nick Bostrom
Bautizado como “el filósofo del fin del mundo” por el New Yorker, Nick Bostrom no tiene aspecto de loco apocalíptico. Es más bien la imagen de la mesura y la reflexión, aunque sus ideas desaten polémicas cada vez que las expone y gane acérrimos enemigos con la misma facilidad con que consigue fervorosos defensores. Entre estos últimos se encuentran mentes tan brillantes como las de Stephen Hawking o visionarios de las nuevas tecnologías como Bill Gates o Elon Musk.
Lo que ha llamado la atención de este filósofo sueco, director y fundador del Future of Humanity Institute en la universidad de Oxford, son sus desarrollos acerca de los peligros que acechan a nuestra especie detrás de la inteligencia artificial. Frente al optimismo ingenuo de quienes ven en las máquinas pensantes la solución a todos nuestros problemas, Bostrom advierte que debemos tener cautela. O, dicho en sus propias palabras, dejar de comportarnos como “niños pequeños jugando con una bomba”.
La posibilidad de que los ordenadores o los robots que estamos construyendo nos superen en inteligencia algún día no es descabellada. Lo que hasta hace muy poco era terreno de la ciencia ficción debe observarse ahora como un horizonte muy probable: “creo que si hay algo que puede cambiar fundamentalmente la naturaleza de la vida en la Tierra, eso es la transición hacia la era de la inteligencia de las máquinas. No tenemos otra opción que enfrentar este desafío.
La super-inteligencia de las máquinas es como un portal que la humanidad debe atravesar obligatoriamente, pero debemos asegurarnos de no chocar contra el muro cuando lo hagamos”. Aunque pudiera parecer lo contrario, el de Bostrom no es un mensaje desesperanzador ni predica -como si fuera una versión digital de los luditas que destrozaron las máquinas durante la primera revolución industrial- una guerra contra las nuevas tecnologías. De hecho su confianza en las posibilidades de la ciencia le llevó a fundar en 1998 la Asociación Mundial Transhumanista, que defiende potenciar las capacidades humanas a través de una hibridación con la tecnología.
En una entrevista con El País, Bostrom incidía en que su función es llamar a una reflexión profunda, no demonizar las máquinas: “hay muchas cosas que no van bien en este mundo: gente que se muere de hambre, gente a la que le pica un mosquito y contrae la malaria, gente que decae por el envejecimiento, desigualdades, injusticias, pobreza, y muchas son evitables. En general, creo que hay una carrera entre nuestra habilidad para hacer cosas, para hacer progresar rápidamente nuestra capacidades tecnológicas, y nuestra sabiduría, que va mucho más despacio. Necesitamos un cierto nivel de sabiduría y de colaboración para el momento en que alcancemos determinados hitos tecnológicos, para sobrevivir a esas transiciones”.
Como defiende en su libro Super-inteligencia: Caminos, Peligros, Estrategias, publicado en 2014 (y que entró rápidamente en la lista de los más vendidos del New York Times Book Review) el verdadero reto no está tanto en la inteligencia que sean capaces de alcanzar las máquinas, sino en el desarrollo moral de nuestra especie. Al final, como ya postuló Jean-Paul Sartre, estamos condenados a ser libres. Y eso puede ser peligroso, pero también una excelente oportunidad para dar otro salto evolutivo. (http://www.nickbostrom.com)
el 20 de febrero del 2021 a las 8:26
A pesar de todos estos fundados temores de muchos (yo entre ellos), la escalada hacia adelante de la Inteligencia Artificial continuará imparable. Nada podrá impedir que se construyan Robots cada vez más sofisticados y que posean mayor entendimiento, la meta está en que lleguen a tener consciencia de SER.
No creo que puedan llegar a tener sentimientos (aunque algunos lo pretenden). Sin embargo, si llegan a tener el poder de razonar de manera autónoma e independiente de los programas que le sean insertados en el cerebro positrónico… ¡La cosa se pondrá fea!
Seres artificiales (¿Una nueva especie?), dotados de mucha más fuerza que nosotros los humanos, que no necesitan comer ni dormir, no contraen enfermedades y sus averías se reparan fácilmente, son inmunes a la radiación y a cualquier pandemia que a los humanos los materia…
Tienen todas las condiciones necesarias para viajar al Espacio Interestelar en largos viajes hacia nuevos mundos y hacia otras estrellas. Ellos serán finalmente los que cumplan nuestros sueños y podrán terraformar planetas para nosotros que, cuando llegue el momento de abandonar la Tierra, necesitaremos otos mundos que nos acojan para poder comenzar de nuevo.
La Inteligencia Artificial, si alcanza esos niveles, finalmente, serán conscientes de que no nos necesitan y… ¿Quién sabe lo que harán con nosotros? Sus mentes frías adoptarán las medidas más prácticas para ellos que serán…
¡Mejor no pensarlo!