May
12
¿Qué relación tenemos con el Universo?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida, El Universo y... ¿nosotros? ~ Comments (2)
Nuestra percepción y la realidad: Dos cosas distintas
Nuestra realidad es la que cada uno de nosotros percibimos, entendemos y actuamos de manera diferente en la vida. Cada uno poseemos nuestra propia realidad del mundo y de nosotros mismos. Estamos construidos a base de creencias, y esas creencias son las que influyen de manera decisiva en nuestra realidad y en nuestra conducta, por lo tanto, son las culpables de que consigamos o no nuestros objetivos. Básicamente nuestra realidad está formada por nuestras creencias.
Cada persona está modelada por su entorno, por lo que vio y vivió en su niñez, por lo que aprendió en la casa materna y la educación que pudo recibir.
Lo que pasó siempre deja rastros que nos cuentan la historia, parece que el Universo sí tiene memoria. Lo que arriba contemplamos es el resultado del rastro dejado por una estrella moribunda que, antes de morir, quiso dejarnos la huella en forma de bonita nebulosa.
Hemos podido llegar a saber qué es lo que allí pasó y que, esa nebulosa bipolar planetaria en tiempos pasados fue una estrella como nuestro Sol que al final de su vida se transmutó en Nebulosa y se convirtió en una estrella enana blanca después de pasar por distintos procesos fascinantes.
El Tiempo transcurre inexorable y las cosas van cambiando, la Entropía hace estragos en los Sistemas Cerrados, nada permanece y todo se transforma, y, en esas transiciones de fase, van quedando las huellas que los científicos estudian para saber lo que pasó.
Así, en cierta manera, el Universo tiene y conserva (como ocurre en la Tierra), las reliquias de su pasado. A lo largo y a la ancho del Cosmos podemos encontrar muestras de objetos que nos cuentan lo que antes pasó en el Universo. Una supernova es el momento de la explosión de una estrella masiva, debido a que la presión para mantener todos los átomos nucleares es insostenible. “La simetría es la armonía de posición de las partes o puntos similares unos respecto de otros, y con referencia a un punto, línea o plano determinado. Una estrella tiene forma esférica, por lo tanto se espera que si la explosión es en todas las direcciones, su remanente también presente la misma apariencia simétrica. Sin embargo los remanentes de las supernovas no son simétricos. Una posible causa de asimetría en remanentes de supernovas consiste en la variación de masas de los elementos de la estrella
Hay momentos en nuestras vidas que, no habiéndonos costada nada, nunca lo hubiéramos podido pagar
Puede que al final del camino que tenemos que recorrer, nos demos cuenta de que lo único importante sea el Amor. Y, mientras tanto, nuestra naturaleza llena de curiosidad e imaginación, va desvelando secretos del pasado y también, inventando el futuro.
Lo cierto es que, a veces, no sale a la superficie nuestra racionalidad, y, pasan inadvertidos por nuestras vidas, esos momentos de impagable valor que nunca volverán.
Max Planck nos decía:
“La ciencia no puede resolver el misterio final de la Naturaleza. Y esto se debe a que, en el último análisis, nosotros somos parte del misterio que estamos tratando de resolver”.
Y, desde luego, no parece que fuese muy desencaminado, nuestra complejidad es tan grande que, llegar a comprendernos, no será nada fácil. Aunque eso sí, sólo una cosa está clara: ¡Somos parte del Universo!
Las respuestas está en nuestras Mentes, sólo hay que saber buscar
¿Quién no ha tenido alguna vez, la sensación de que sabe la respuesta ? ¿De que todo está ahí, en su mente, escondido y a punto de salir a la superficie? Esas sensaciones que parecen querer hablarnos, contarnos ese secreto tan largamente perseguido por muchos y no desvelado por ninguno. Sin embargo, ese momento es efímero y, lo mismo que llegó, se fue. La frustración que deja en nostros esa sensación de tener ese algo a mano y de que se nos esfume y desaparezca sin más, es verdaderamente…dolorosa.
Bueno, a mí me pasa continuamente, siento que de un momento a otro, mi mente, me daría respuestas a preguntas que no han sido contestadas. El tiempo inexorable pasa y, las respuestas no llegan. ¡Qué impotencia! Parece como si una gran Nebulosa ocupara nuestra mente y todo lo tuviera envuelto en una espesa niebla que no nos deja ver lo que buscamos.
Desde nuestro pequeño mundo, miramos asombrados hacia la inmensa Galaxia que nos acoge y que, en realidad resulta ser una más, de entre los cien mil millones de galaxias que en el Universo son. El sentido de lo pequeño y de lo grande debe medirse en el ámbito local, ya que, para nosotros (por ejemplo) nuestra propia ciudad puede ser inmensa, y, en relación con nuestro mundo es ínfima, no digamos si la comparamos con la Galaxia. Sin embargo, para nosotros, tiene una gran importancia que en otro contexto sería insignificante.
Para no saber, no sabemos, a ciencia cierta, en qué clase de universo estamos: ¿Será plano, abierto o cerrado? Bueno, eso dependerá de la cantidad de materia que pueda contener. Y, mientras tanto, para tapar los huecos en los que nada vemos y las cuentan cuadren… ¡Ahí tenemos a la buena “materia oscura” que, ninguna protesta hace del mucho traqueteo que se le da!
Imagino que, de vez en cuando, la niebla se ve despejada por alguna especie de “viento solar” dejando ver lo que allí está presente. En algunas mentes, entonces, saltan esas respuestas (Newton, Planck, Einstein y otros) y son ofrecidas al mundo para que puedan continuar avanzando.
Los aspectos inconscientes de la actividad mental, como las rutinas motoras y cognitivas, así como los recuerdos, intenciones y expectativas inconscientes, las preocupaciones y los estados de ánimos, desempeñan un papel fundamental a la hora de conformar y dirigir nuestras experiencias conscientes. Todo está siempre estrechamente relacionado, nada ocurre en nosotros que no esté unido a lo que pasa en nuestro entorno, somos una parte de un todo que se llama Universo, y, aún cuando somos autónomos en el pensamiento y en la manera de obrar, existen condicionantes exteriores que inciden, de una u otra manera en nosotros, en lo que somos.
Sin la fuerza de Gravedad, nuestras mentes serían diferentes (o no serían), estamos estrechamente conectados a las fuerzas que rigen el Cosmos y, precisamente, somos como somos, porque las fuerzas fundamentales de la Naturaleza, son como son y hacen posible la vida y la existencia de seres pensantes y evolucionados que son capaces de tener conciencia de SER, de hacer preguntas tales como: ¿de donde venimos? ¿Hacia donde vamos?
La qualia y la discriminación, correlatos neuronales de la percepción del color, ¿un grupo neuronal, un quale?, los gualia y el núcleo dinámico, los qualia en el tiempo neuronal, el desarrollo de los qualia: referencia al propio yo, lo consciente y lo inconsciente, los puertos de entrada y de salida, los bucles largos y rutinas cognitivas, aprendizaje por el estudio y la experiencia, rupturas talamocorticales: posibilidades de núcleos escindidos, la observación, el lenguaje, el pensamiento, los mensajes exteriores, la unificación de datos y la selección lógica de respuestas, y, por fin: el significado último de las cosas (las preguntas de la filosofía), la metafísica.
Sí, por todas estas fases del estudio y del pensamiento he tenido que pasar para llegar a una simple conclusión:
La Naturaleza, a veces, nos engaña para que no seámos infelices
No pocas veces, la imagen de nuestra imaginación nos juega malas trastadas y nos hace ver… ¡Lo que ya no somos! Los espejos, por ejemplo, son inventos crueles y, muchas veces al mirarme allí, me he podido preguntar: ¿Pero quien será ese viejo? Mientras no te vea y tu mente funcione bien, estás en esa especie de irrealidad que te dice que nada ha cambiado. Sin embargo, cuando te ves…
“No somos la imagen de nadie” y, simplemente, como seres que evolucionamos, sin que nos demos cuenta, mutamos y nos adaptamos al medio cambiante y, mientras eso ocurre, llegan mensajes que no comprendemos a la primera. No, no exagero, dentro de esa imagen de frágil físico y de escasa capacidad para poder dar respuesta a ciertas preguntas, en realidad, se esconden cualidades y potenciales que, no sabemos ni podemos medir. En realidad, somos una compleja estructura de pensamientos que puede llegar…muy lejos.
Dentro de nuestro ser están todas las respuestas y solo necesitamos tiempo para encontrarlas. Nuestra mente, es la energía del Universo, aún no sabemos utilizarla y pasaran, posiblemente, millones de años hasta que estemos preparados para saber lo que en realidad, es la conciencia. Algunas veces encontramos el camino y comenzamos a subir en busca de ese saber que se nos escapa, que presentimos. Sin embargo, llegamos a un punto en el que la escalera se queda sin peldaños y, aunque al final veámos la luminosidad de esa verdad que buscamos,,, ¡No la podemos alcanzar! Al parecer, no ha llegado el Tiempo para ello.
Mientras eso llega, algunos curiosos como yo, con más voluntad que conocimientos, tratan de especular con ideas y conceptos que nos puedan dar alguna luz sobre tan complicado problema. A veces vemos las cosas con tanta claridad que, parece que las podemos tocar con la punta de los dedos de la Mente, y, en un instante, se difuminan y desaparecen, no nos deja tiempo para que, esa visión sea plasmada en una realidad escrita que podamos desarrollar.
Nuestra mente es una maravilla de la Naturaleza, algo tan grande que, a pesar de los muchos avances y conocimientos alcanzados, no podemos explicar… aún. En alguna ocasión me ha llegado la intuición (certera) de que conseguiremos “saber”, en el momento adecuado, si nos adelantamos al tiempo de las cosas, nosotros mismos (como niños con juguetes peligrosos), nos podríamos causar daño, y, siendo así, la Naturaleza sabia ella, sólo nos deja acceder a esos conocimientos que vamos pudiendo dominar, aquello que no se nos pueda ir de las manos y nos envíe al garete… ¡Con el tiempo le costó al Universo traernos aquí!
Está claro que, como me ha comentado un amigo, la materia tiene memoria y, es precisamente esa memoria, la que hace posible el avance de nuestros conocimientos a través de la mente que, sin duda, está directamente conectada con el resto del Universo y las fuerzas que lo gobiernan que son las que hacen posible su funcionamiento tal como acontece.
Aprendemos mediante la observación
La curiosidad y la sabiduría, esas gotas del transcurrir del tiempo que salpican el río de la vida a través de la experiencia y nos hace saber… ¡Algunas cosas! Por lo general, la curiosidad se le supone a los pequeños que comienzan su andadura y todo lo quieren saber. El Saber y la Experiencia a los ancianos que, a vuelta de muechas cosas, la vida les enseñó cómo y por qué suceden los hechos que vemos a nuestro alred4edor, la candición humana incluida. Sin embargo, La curiosidad, siempre está con nostros, sin importar la edad ni lo que hallamos podido vivir. Siempre surgen preguntas, cosas nuevas que nos maravillen, enigmas y misterios que despertarán nuestras mentes y querremos saber. Cuando eso deje de estaqr con nosotros, el declive habrá llegado y, la vida… ¡Dejará de tener sentido!
Y, poco a poco, vamos aprendiendo
Pero nada es tan sencillo ni podemos hablar de lo sensorial sin tener en cuenta el plano más simple y cotidiano que está referido a la materia, a nuestro cuerpo, las sensaciones, las experiencias vivídas, lo que aprendemos, el estudio y la profundqa observación que nos lleva de la mano de la curiosidad hasta la fuente de la que mana el agua de la sabiduría.
Dicen que lños pilares de la sabiduría son: El Orden, la Constancia y la Voluntad, la Motivación, una atenta Observación, y, sobre todo, estar dispuesto a pagar el precio que todo ello conlleva.
Entender las claves que explican el devenir de la vida sobre este planeta, con la idea en el horizonte de aspiraciones intelectuales a que nos aboca la conciencia del SER, no resulta fácil, la complejidad de la empresa exige tener en cuenta múltiples factores que no siempre estamos preparados para comprender, y, sobre todo, debemos ser muy conscientes de que formamos parte de un Universo inmenso, y, estamos supeditamos a las fuerzas que lo rigen. Lo mejor para hacer nuestras vidas más fáciles, es tratar de comprender la Naturaleza de ese Universo nuestro.
Sí, el Universo podría ser considerado como la mayor Obra de Arte que, a su vez, es capaz de generar otras Obras de Arte que, en alguna ocasión, dan mucho que pensar, ya que, el surgir de la vida partierndo del simple hidrógeno que evoluciona en las estrellas del cielo…es ¡Increíble! pero, sin embargo, nada más cierto hay.
¡La Vida! Siempre me llamó la atención y elevó en mí el grado de curiosidad. Ese gran misterio que llamamos ¡vida!, ¿de dónde surgío? ¿Cómo fue posible que la materia se pudiera estructurar de manera tan compleja para que, partiendo de la “materia inerte”, llegara hasta los pensamientos?
emilio silvera
el 12 de mayo del 2017 a las 9:57
La relación que tenemos con el Universo no podía estar más clara: ¡Somos una parte de él! La que piensa. El universo que tiene ahora unos 13.750 millones de años, ha hecho que la materia evolucione hasta el nivel de consciencia, ese lugar del que surgen las ideas y se generan los pensamientos y los sentimientos, todo eso que nos hace poseedores de un algo superior en tan vasto contexto.
Sí, podemos ser una mínima parte del Universo en el contexto global pero, quizás podamos ser la parte más elaborada, la más completa conseguida hasta el momento por el Universo, por la Naturaleza de las cosas que en él están presentes, y, a partir del material “fabricado” en las estrellas, una vez “regada por los mundos” allí pudo evolucionar en forma de células replicantes hasta que, pasados algunos miles de millones de años, podemos decir, sin lugar a ninguna duda de que, a partir de aquellos acestros vinimos nosotros a través de la evolución: Somos la materia evolucionada hasta su más alto nivel… ¡Hasta el momento!
Así que, el Universo y nosotros… ¡Somos una misma cosa! Cada cosda en su lugar para llevar a buen término la misión encomendada y, nosotros, como las estrellas, también tenemos la nuestra.
Claro que, nos falta por comprender si tenemos asumida y, sobre todo comprendida, qué misión tenemos predestinada en el contexto del Universo. Algunas veces confundimos las cosas y nos podemos desviar de nuestros verdaderos objetivos, ya que, no hemos llegado a poder asumir que… ¡Todos somos uno!
¿Cuando dejaremos de lado el egoismo y algunas rémoras que nos afean? Otras, situadas en la parte buena y positiva también están con nosotros y, al final, espero que prevalezcan sobre las no deseables.
el 12 de mayo del 2017 a las 18:16
Eso que comentas amigo Emilio, puede que sea verdad; de hecho es uno de los pilares del principio antrópico:
Según Wikipedia:
“”Los proponentes del principio antrópico sugieren que vivimos en un universo cuidadosamente ajustado, es decir, un universo que parece haber sido meticulosamente adaptado para permitir la existencia de la vida que conocemos. Si cualquiera de las constantes físicas básicas hubiese sido diferente, entonces la vida tal como la se conoce no habría sido posible. En este sentido, se han escrito diversos artículos que indican que este principio podría explicar la necesidad de diversas constantes físicas tales como la constante de estructura fina, el número de dimensiones del Universo y la constante cosmológica. A modo de ejemplo se puede citar que si no existiera estrellas ligeras como el sol, y por ejemplo todas las estrellas fueran tres veces más pesadas, solo vivirían unos 500 millones de años y la vida pluricelular no habría tenido tiempo para desarrollarse. Si la velocidad de expansión del universo un segundo después del Big Bang hubiera sido sólo una cienmilbillonésima parte más pequeña, el universo habría vuelto a colapsarse en un Big Crunch, si hubiera sido más rápida electrones y protones no habían llegado a formar átomos. Y pueden citarse otros hechos similares.””
No obstante, particularmente creo que todo se debe a pura casualidad, no causalidad; y ello por varios motivos.
Uno de ellos podría ser la evidente y magnífica diversidad que posee la naturaleza. En todo lo existente se puede hallar múltiples variaciones; de hecho no parece que haya nada igual en todo el universo; todo tiene su diferencia; ni una gota de agua, un grano de arena, una planta o animal, nada, aunque muchas cosas son comunes y los procesos muy parecidos, así que al igual que nosotros existimos, debieran existir otras muchas especies bastante parecidas, únicamente con pequeñas diferencias.
Por otra parte, si bien es cierto que hasta ahora no conocemos nada más avanzado que el ser humano, muy posiblemente sea por nuestra aún grande ignorancia del cosmos. Recién salidos del cascarón del huevo/Tierra, estamos en la fase de ver por primera vez lo que hay por ahí fuera; estamos habituando nuestros “sentidos” a ver el mundo exterior, y de seguro que nos esperan grandes sorpresas, y muy posiblemente cada vez más extrañas y alejadas a nuestro antropocentrismo. Por pura lógico veremos alguna vez seres mucho más avanzados que nosotros; hasta pudiera ser que por el gran problema de las tremendas distancias nunca llegáramos a conocer lo que pueda haber, lo que no significaría su no existencia.
Otro motivo podría ser que si bien el ser humano tiene muchas virtudes, no debemos olvidar que también tiene muchos defectos y taras, por lo que pensar que seamos el sumun de la creación del cosmos se me antoja como una especie de fracaso colosal de la naturaleza; debe de haber algo mejor; aunque seamos nosotros mismos en el futuro.
Un abrazo Maese.