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 Resultado de imagen de El Universo y nosotros

 

 A veces nos creemos que podemos modelar la Naturaleza y, nuestro Ego, no nos deja ver la realidad que tenemos ante nuestros ojos: La Naturaleza nos deja adentrarnos en ella de manera parcial, sólo hasta ese punto en el que no podamos hacernos daño, y, a medida que adquirimos nuevos conocimientos, nos deja avanzar un poco más. Siempre en la medida exacta y sin que podamos sobrepasar los límites impuestos por “ella”. Nos dejará ir al Espacio cuando, de verdad, estemos preparados para ellos.

 
Hay algunas historias que merecen ser contadas y de ellas, podemos obtener información valiosa de cómo surgieron algunos nombres y qué hicieron algunos personajes, y, precisamente aquí que hablamos tanto de la Tierra, de Marte y de la Vida dentro y fuera del planeta, creo que está bien dejar el siguiente trabajo que resulta aleccionador y que, he podido entresacar de las ideas originales de John Gribbin en su magnifico libro: Así de Simple.

  

 

 

 

File:Artist Concept Planetary System.jpg

 

Aun no hemos podido tomar una instantánea de nuestro Sistema Planetario y, nos tenemos que conformar con alguna concepción artística del mismo que nunca podrá reflejar la realidad, sino que tan sólo será una triste aproximación de lo que realmente es este complejo equilibrio que llamamos sistema solar.

 

 

Resultado de imagen de El Sistema solar y su equilibrio

 

 

No siempre sabemos ver… lo que el Tiempo es. Algunos quieren olvidar su pasado para comenzar a escribir su futuro, y, no son conscientes de que, nunca podrán hacerlo, estamos condenados a vivir en un perpetuo presente en el que elaboramos un futuro que nunca podremos conocer.

Hablamos del pasado y del futuro estando en el presente pero, por lo general, el pasado lejano se nos muestra como si estuviera retratado por la cámara fotográfica que sostenía una mano temblorosa, todo aparece movido, confuso, sin claridad. Los espacios oscuros en los que nada podemos ver, tendemos a rellenarlos con conjeturas, hipótesis y teorías de lo que fue, de lo que pasó. Otras veces, sin embargo, se alza ante nosotros inmenso, sostenido por un fuerte pedestal y nos habla de su magnificencia mientras nos muestra las hazañas del pasado y el transcurrir de la Naturaleza en aquel tiempo pretérito. También, en ocasiones ocurre que, lo que vemos, nos parece increíble.

Bueno, al menos del pasado podemos buscar vestigios, huellas y señales que nos hablen de lo que pasó. Otra cuestión muy distinta es eso que llamamos futuro y que está más allá del presente, es lo que aún no ha pasado, lo que no tiene historia, lo que tiene que llegar. Es en ese plano de lo que podrá ser, donde entra de lleno nuestra imaginación que, haciendo un ejercicio de inventiva, trata, con los datos del pasado y del presente, construir una imagen de lo que podrá ser ese imaginado futuro.

                         Pero hombre… ¡No te das cuenta de que eso, no puede ser!

Claro que, somos grandes animales con algo de racionalidad y, nuestra tendencia, es magnificar todo lo nuestro y, en la mayoría de los casos, nuestra perspectiva resulta ser errónea, ya que, el sentido que tenemos de la “realidad”, no siempre concuerda con la realidad de la Naturaleza que no hemos llegado a comprender. La mejor demostración de ello es que, ni sabemos explicar lo que el Tiempo es. ¡El Tiempo!, ahí están encerrados esos conceptos de pasado, presente y futuro que, en realidad, hemos inventado poder ubicar nuestro paso por este mundo.

Algunas veces me sorprendo a mí mismo pensando en esa abstracción que llamamos Tiempo, en su transcurrir, en lo caro que nos resulta a todos tenerlo y disfrutar de él, toda vez que, mientras pasa, nosotros estamos consumiendo nuestra estancia aquí que está marcada por un “tiempo” limitado que debemos aprovechar para desarrollar lo que seremos. Desde el primer momento, desde que nacemos, comenzamos a caminar hacia nuestro destino: La Muerte. Claro que, mientras exista la muerte hay esperanzas. ¿Os imagináis un mundo como el nuestro habitado por seres inmortales? Dónde meteríamos a Atila, Calígula, Nerón  o Hittler… Además, aparte de los problemas de súper-población, estarían aquellos otros de estancamiento en las ideas. Necesitamos sangre nueva.

Somos animales eminentemente sociales, tendemos a explicar nuestras ideas y tratamos de que, todo lo nuestro quede, de alguna manera, para la posteridad. Los hechos destacados quedaron grabados, primero en rústicos dibujos en las paredes de las cuevas, más tarde en las piedras y en los muros de las construcciones, en papiros y finalmente en los libros de historia y, más modernamente, en grabaciones filmadas en películas que nos permiten visualizar la historia.

Claro que, del futuro, como aún no ha llegado, sólo podemos imaginar. Tenemos los medios tecnológicos construir los futuros que podrían ser, y, representamos historias inventadas que nos llevan a ese futuro soñado. Unas veces será idílico y perfecto y otras, por el contrario, será un futuro en el que, la misma tecnología que hemos creado, se apodera del mundo y trata de destruirnos.

En ese futuro imaginario, nuestra tendencia es la de representar el escenario que, según creemos, se podría producir dentro de…más o menos tiempo que está por venir. En el espacio están muchas de esas historias futuras, pues pensamos que entonces, seremos los señores, no ya del espacio, sino del hiperespacio mismo, es decir, estaremos en posesión de conocimientos que nos permitirán burlar el muro que hoy tenemos delante, ¡la velocidad de la luz! Infranqueable en este tiempo presente para nosotros.

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                     En todo caso, sería burlar la velocidad de la luz, no superarla

¿Será científicamente posible superar la velocidad de la Luz?  “Los motores de curvatura que impulsaban a la nave Enterprise en sus  escarceos por el espacio pueden convertirse en una realidad y permitirnos superar la velocidad de la luz”. Han declarado unos científicos de los que no recuerdo sus nombres. Sin embargo, si la velocidad de la luz puede ser superada, antes de que dicha proesa la puedan conseguir los hombres, creo que vendrá de la mano de la misma Naturaleza que, teniendo todas las respuestas, nos señalará el camino para lograr esa proesa por inconcebible.

Como decía al principio, el pasado no siempre está claro y es diáfana su lectura, y, de lo que hemos podido recuperar y conservar, aprendimos y nos señaló el camino a seguir, aunque no por ello, dejamos de repetir algunos errores y de caer en las mismas trampas. La sabiduría de los antiguos queda al descubierto: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Bueno, en realidad, el tropiezo se reproduce una y otra vez, sólo tenemos que mirar hacia atrás en el tiempo para comprobar las muchas torpezas repetidas.

El transcurso del tiempo, a pesar de todo nuestro empeño, termina por enseñarnos y adquirimos eso que llamamos experiencia y que nos más sabio: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

mujer calle

Ella camina y, por muy rápida que pueda ir, este movimiento no implica cambio alguno al no ser relativista, es un simple desplazamiento de lugar. Nosotros, en nuestra vida cotidiana no hacemos que el tiempo se ralentice o se agilice, transcurre a la velocidad que el ritmo del Universo ha impuesto nosotros. Una estrella vive diez mil millones de años y, nosotros, de momento no pasamos de los cien.

No pocos piensan que el futuro y el pasado no existen, que son irreales y que estamos en un continuo presente. Claro que, el pasado sí existió, recuerdo pasajes de mi infancia junto a mi padre que fueron muy reales. Del futuro, no puedo recordar nada por mucho que me quiera esforzar, sólo puedo representar pasajes que mi imaginación dibuja en mi mente y que, al contrario de aquellos otros del pasado que son inamovibles, éstos, pueden ser cambiados a voluntad. Claro aquellos del pasado fueron y estos del futuro, nunca tuvieron realidad.

El futuro será el presente de nuestros hijos con los que, , compartimos el presente que, para entonces, para ellos será el pasado, cuando nosotros no estemos y formemos parte de la historia.

El futuro, a pesar de que no ha llegado aún, es “leído” por algunos que dicen tener ese don, “pueden ver lo que no ha ocurrido” y, con ello, llevan al convencimiento a los crédulos de que, “su futuro” será de ésta o aquella manera. ¡Cómo somos! En todos los tiempos y lugares, siempre existieron espabilados que se aprovecharon de esa abstracción que llamamos tiempo, para, de una u otra manera, obtener beneficios y posiciones privilegiadas haciendo creer a otros que ellos conocían lo que nadie conoce.

 

         Parece mentira que alguien pueda creer en estos…

Desde que nacemos, comienza “nuestro tiempo” que, como regla universal y para nuestro bien, es algo secreto, nadie conoce la duración de su tiempo que, por otra parte, no pocas veces está en manos del azar. Si todo transcurre con normalidad y no somos atacados por ninguna enfermedad, accidente, ataque , etc., nuestro tiempo será el de la vida media de una persona sana que, hoy en día, está en los 80 años. Conocer la duración de nuestro tiempo sería, en muchos casos, motivo más que suficiente para vivir angustiados y, en algunos casos, nadie sabe qué reacciones o comportamientos podríamos tener en qué casos concretos.

                          Su tiempo transcurre lleno de felicidad

El Tiempo, es algo tan subjetivo que, siendo el mismo para todos, en la realidad, no lo es. Cómo puede transcurrir el tiempo igual y de la misma manera para el que todo lo tiene, que goza de una inmejorable, que ama y es amado, que vive en la tranquilidad y certidumbre de que ningún problema podrá venir a perturbar su paz, con aquel otro que, viviendo en la más grande de las pobrezas, carece de todo, la vida le ha negado cualquier alegría, vive debajo de un puente, enfermizo y en la más completa incertidumbre. Para él, la vida es de una dureza tal que, no pocas veces pensó en acabar con ella. El primero puede “ver” y sentir como el tiempo transcurre con normalidad, todo se desarrolla a su alrededor al ritmo que marca el tic tac del reloj de oro que lleva bien abrazado a su muñeca. El otro, puede sentir en lo más profundo de sus pensamientos como el “tiempo” transcurre lento, como un martirio que nunca acaba, como algo que se ensaña y se regodea de su sufrimiento.

                    ¿Qué tiempo es el suyo?

No todos podemos sentir, el transcurso del tiempo de la misma manera. Todos tenemos “nuestro propio tiempo”.

Yo, por ejemplo, tengo muchas clases de tiempo, ese que no deja sentir su transcurrir cuando estoy leyendo o escribiendo sobre temas de ciencia, y, aquel otro, que se me hace eterno, cuando tengo que cumplir con algún compromiso social. En aquel tiempo primero de cuyo transcurrir ni me entero, mi “espíritu” está gozando al bucear en los misterios de la Naturaleza que nos asombra y, al mismo tiempo, nos explica, el por qué de las cosas. En el “otro tiempo”, el que transcurre lentamente y no acaba nunca de pasar, las horas se hacen interminables, escuchar a la señora que te lo listo que su nieto es, oír al joven que lo sabe todo, al jubilado que se queja de todo, o, simplemente escuchar banalidades de esta o aquella “famosa”…hace que, el transcurso del tiempo me resulte interminable.

 

Otro tiempo, diferente del nuestro cotidiano es aquel que, podríamos vivir si tuviéramos la suerte de ser pasajero de una nave cuya velocidad se acercara o fuese próxima a la de la luz. Nuestro tiempo, se ralentizaría y su transcurrir, sería mucho más lento que el tiempo de nuestros familiares y amigos que se quedaron en la Tierra. Claro que, también eso sería antinatural y, dependiendo de a dónde fuésemos, se podría dar el caso de que, a nuestro regreso, no estarían aquí ninguno de nuestros seres queridos. Así que, renuncio a ese tiempo y, prefiero el mío propio en el que, salvo sorpresas inesperadas, transcurrirá según lo previsto.

           Dan un poco de miedo, tan fríos y faltos de sentimientos

Algunos pintan el porvenir (es decir, el futuro) de manera tal que, lo que hemos construido nos sobrepasará, se harán los dueños del mundo y de los mundos a los que nosotros, pobres humanos, nunca podremos llegar. El futuro tiene muchos nombres, y, como en realidad nadie sabe lo que será, para los imaginativos es como una gran página en blanco en la que pueden escribir cualquier cosa que se les pueda ocurrir, y, lo increíble del caso es que, cualquiera de ella, podría ser posible.

Resultado de imagen de El Big Bang

Si la Teoría del Big Bang es cierta, el Tiempo comenzó en aquella gran explosión cuando el espacio se expandió. Desde entonces, nunca ha dejado de transcurrir y habiendo pasado miles de millones de años, han pasado muchas cosas: Surgieron de la radiación las partículas de la materia para formar átomos, el universo se hizo transparente con los fotones que nos trajeron la luz, se formaron las primeras estrellas, galaxias y mundos y, en alguno, pudieron surgir y evolucionar, a partir de la materia inerte, algunos seres vivos que, en alguna especie, pudo alcanzar la consciencia y llegar a construir teorías que, de manera asombraso, han demostrado que el Tiempo, no transcurre de la misma manera para todos, que es relativo y dependen del observador y de la velocidad del movimiento…

Imagen relacionada

El Tiempo, como el agua del Manantial, se nos escurre de los dedos y no lo podemos atrapar.

Sobre esto del “tiempo” hemos construido muchas frases:

– “Vive el presente de manera tal que, en el futuro, tengas un bonito pasado”.

– “El futuro estará siempre, construido por tu presente”.

– “El presente está cargado del pasado y, el futuro, será lo que determine el presente”.

– “Todo lo que será, causa en lo que es”.

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” . Según Víctor Hugo.

Woody Allen, lo mira desde otra perspectiva: “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”.

En realidad, él ya no estará, su vida se habrá marchado y, la frase ingeniosa que pretendía ser… es sólo una perogrullada.

         El Tiempo, ese Tic Tac que, como una gota de agua que eternamente cae, transcurre

En realidad, quiso construir una frase inteligente y se queda en perogrullada, ya que, el resto de su vida siempre será presente, el resto al que se refiere…estará muerto y, tendría que haber dicho: No me interesa el futuro porque no se en que lugar podrán estar mis restos y, sobre todo, mi consciencia. Y, a todo esto, ¿qué piensas tú sobre lo que el Tiempo es, cómo ves el pasado, el presente y el futuro? ¿Será todo una misma cosa dividida por tramos todos, de una u otra manera conexos? ¿Será que, para los seres vivientes sólo existe el eterno presente y que, el pasado sólo pertenece a los muertos y el futuro a los que nop han llegado a vivir todavía? ¿Cómo clasificarías tú el Tiempo?

emilio silvera

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 7 de agosto del 2017 a las 6:18

    ¡El Tiempo! No lo podemos ver pero está ahí, su transcurrir cambia las cosas, nada permanece y, a medida que el Tiempo transcurre, todo cambia, se producen los nacimientos de todo lo nuevo, desde estrellas ha conocimientos, y, también, llega el final de todo lo que es, nada permanece. El Tiempo, cuando “nació”, no venía sólo, con el también llegó su “hermana” La Entropía que, a medida que su hermano camina hacia un futuro incierto, ella, la Entropía, hace estragos en todos los Sistemas cerrados, y, nosotros o el mismo Universo son Sistemas cerrados que se rec ienten con el transcurrir del Tiempo.

    Es un preciado bien que nunca supimos aprovechar, y, cuando queremos darnos cuenta… ¡No nos queda Tiempo para nada! ¿Cuánto pagaría cualquiera por retrotraerse en el Tiempo 20 años atrás? Una cosa es cierta, si vamos rápido, lo aprovechamos mejor, ya que, como nos enseñó Einstein en su relatividad especial, lo ralentizamos.

    Claro que el Tiempo es mucho más que todo eso, y, además, no es igual para todos, cada cual tiene su propio Tiempo, y, también cada cual, lo aprovecha a su manera.

    Una estrella llega a vivir miles de millones de años y, nosotros, sólo unas decenas de años. Sin embargo, ellas no saben que están y, nosotros sentimos y somos conscientes de Ser. ¿Te cambiaría por una estrella para vivir más? Desde luego… ¡Yo no!

    Responder
  2. 2
    kike
    el 7 de agosto del 2017 a las 14:06

    El tiempo siempre ha sido incompresible para el humano; no para otros seres, ya que pareciera que lo entienden mejor que nosotros (Seguramente porque no tratan de comprenderlo).
     Desde que Einstein nos demostró que el tiempo forma parte de una unidad indivisible junto con el espacio, tenemos una nueva herramienta para poder conocer lo que el tiempo es.
     El problema es que el tiempo del cosmos no se parece en nada al tiempo según nuestra percepción, pero es que nuestra percepción seguramente es adecuada a nuestro pensamiento, pero eso no significa que sea la realidad.
     Para poder entender el tiempo, al menos en parte, creo que debieramos abandonar toda nuestro razonamiento intuitivo, pues no nos sirve de nada para ello.
     Si el tiempo forma una unidad con el espacio, quizás habría que mirar las circunstancias espaciales en cada masa, pues la masa, a través de la gravedad afecta tanto al  tiempo como al espacio;  eso está demostrado en varias circunstancias,  casi todas relacionadas con la velocidad, pero posiblemente aún no sepamos casi nada de esa correspondencia, que bien pudiera tener otros diferentes conceptos.
     Así que por una parte tenemos el tiempo absoluto(Aunque realmente no exista), que sería el movimiento de las manecillas del reloj.  De otra parte tenemos nuestra percepción del tiempo, que suele ser bastante diversa en su medición; y por otra el tiempo  digamos cósmico, que pareciera que no sirve, o más bien que sirve de poco ante las inmensas distancias; pero no olvidemos que tratamos de tiempo/espacio.
     Si supieramos conjugar esas diferencias, quizás llegáramos a entender algo más sobre lo que es el tiempo.
     
     O tal vez no….

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 8 de agosto del 2017 a las 6:30

      Amigo mío.

      Oyendo tu larga perorata sobre lo que el tiempo es, o, pudiera ser, me viene a la memoria a un gran físico amigo que, lo mismo que tú haces en este momento de escribir tus pensamientos sobre el Tiempo-Espacio, le daba mil vueltas al tema y, finalmente, acababa reconociendo que no sabía, en realidad, lo que el Tiempo era.

      Es algo que verdaderamente nos ha traído de cabeza desde la noche de los tiempos, y, en realidad, nos creamos nuestro “propio” tiempo construyendo máquinas que al Tic Tic de las agujas de su mecanismo nos valíamos para regular un sin fin de cuestiones que, de otra manera, hubiera sido un cáos entre nosotros: La hora para comenzar el trabajo y abrir las oficinas y comercios, de comer, de quedar con la novia para ir al cine, o de cualquier actividad humana que, de otra manera, hubiese sido imposible controlar.

      Claro que hay muchas clases de tiempo según a qué lo estemos aplicando y, no es el mismo tiempo para todo ni para todos, ya que, desde la relatividad especial, sabemos que el tiempo es único para cada cual, dependiendo de como se esté movimiento, donde esté o, simplemente, su situación mental y física en las que se puede experimentar tiempos distintos dentro del mismo tiempo.

      Y, siendo cierto que el Tiempo va irremediablemente unido al Espacio, no debemos olvidar que también, de alguna manera, está unido a la Entropía que con el transcurrir del Tiempo, va dejando sus huellas en todo y en todos.

      El Tiempo desde siempre, ha disparado nuestra imaginación hasta el punto de “hacer” viajes por él que nos llevó a “Tiempos” del lejano pasado para cazar un dinosaurio, ver la belleza de la reina de Saba, contemplar como construyeron las pirámides, o, simplemente, ser testigo de algún acontecimiento famoso.

      Además, el Tiempo se encarga de regular muchas cosas, y, su transcurrir no deja que nada pueda “vivir” más de lo que la Naturaleza le tiene determinado (aparte de sucesos imprevistos, accidentes o catástrofes), el Tiempo determina la Vida de todo y de todos.

      Nosotros, hemos jugado con el Tiempo desde todas las perspectivas posibles y, hemos llegado a comprender que sólo existe el tiempo pasado (que recordamos y dejamos registrado en la Historia) y, el Tiempo presente en el que desarrollamos nuestras vidas y somos testigos de los acontecimientos que puedan ocurrir en nuestro mundo (nuestro ámbito local), o, que podamos detectar en regiones lejanas del Espacio. En relación a ese otro Tiempo que vendrá y que llamamos futuro… ¡Nunca lo podremos ver! Nuestro futuro será el presente de otros.

      Todo lo que pueda tener consciencia está condenado (confinado) en el presente que antes pasó por el pasado que podemos recordar, no así con el futuro que, sólo podemos imaginar.

      ¡El Tiempo! Qué dolor de cabeza.

      Un abrazo amigo.

      Responder

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