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¡El Universo y la Mente! Una prueba de la evolución de la materia hasta...
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo dinámico ~ Comments (12)
“¿Dónde estabas tú cuando yo puse los cimientos de la Tierra? Dilo si tienes entendimiento?”
Claro que a esta pregunta, lo único que podríamos contestar sería:
¿Quién sabe realmente?
La especulación sobre el origen del universo es una vieja actividad humana que está sin resolver, ya que, pretendemos saber algo que no sabemos si llegó a ocurrir, toda vez que incluso, podría ser, que el universo esté aquí desde siempre. Y, si llegó como algo nuevo, tampoco sabemos, a ciencia cierta, cómo y de dónde lo hizo. Pero, nosotros, los humanos, no dejamos de especular con esta cuestión de compleja resolución y dejamos volar nuestra imaginación en forma de conjeturas y teorías que, no siempre son el fiel reflejo de lo que pudo pasar que, de momento, permanece en el más profundo anonimato.
Las galaxias más hermosas del universo
La única explicación posible para la formación de las galaxias, a pesar de la expansión de Hubble, es que allí, existía una especie de sustancia cósmica que generaba Gravedad, y, de esa manera, pudo ser retenida la materia para conformarlas.
Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.
Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.
Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.
Es cierto que siempre hemos querido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la “materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, no sabemos explicar como pero, nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!
Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corría y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.
Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?
Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.
Y, llegará un día en el que todo será abrirá ante nosotros, aparecerán en tropel ante nosotros cientos de miles de respuestas que hoy nadie sabe contestar. La Mente, como el Universo también se expansiona.
El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el surgir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).
Puede estar representada de muchas maneras pero, materia es
“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”
El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.
El Universo se contempla a través de nuestros ojos y de otros muchos que en los mundos están observando su evolución.
Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar, lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?
Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.
Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.
De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.
Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nos impone nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabíamos todo… ¿para qué seguir buscando?
Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva. Todo lo grande está hecho de cosas pequeñas
El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espacio-tiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.
Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?
“Todas las cosas son”
Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoria la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.
Y, en todo ese aparente maremágnum, apareció la vida. “La Vida, una cúpula de vidrio multicolor, mancha el blanco resplandor de la eternidad.” De la misma manera que no llegamos a comprender el Universo, tampoco conocemos lo que la vida es, y, hasta las definiciones que hemos encontrado para explicarla, ni se acercan a la realidad, a la grandiosidad, a la maravillosa verdad que el universo nos muestra a través de la vida, en la que, a veces, subyacen los pensamientos y los mejores sentimientos.
Emilio Silvera V.
el 21 de junio del 2024 a las 19:36
Si el tiempo que marcan los relojes es relativo y dependen del sistema de referencia allí donde estén ubicados. ¿Podemos afirmar lo mismo acerca del mismísimo origen del universo?.
SI aritméticamente dos más dos son cuatro, esto mismo es lo mismo aplicado en cualquier otro sistema de referencia, llámese hoyo negro u estado de superposición cuántico.
¿En el origen del universo fue posible en estado de superposición cuántica del mismo? Ya que así se explicaría que muy distintos observadores su edad actual fuera muy dispar, al margen de la metodología aplicada?.
Conclusion:”Cual de todos los relojes pisibles es el más exclusivo? Aquel que no contamine ninguna ley física”.
el 22 de junio del 2024 a las 19:39
Una cuestión, acerca de la fabricación de los relojes, tenemos dos coronas de dientes una pequeña y otra más grande, cada vez que la rueda pequeña pasa por todos los dientes de la rueda grande, a dicho intervalo de tiempo lo llamaremos un segundo.
Pregunda ¿Dicho reloj funcionaria por igual tanto en tierra como en otro planeta más denso?. En principio el intervalo de tiempo sería equivalente entre ambos, (pregunto) otra cosa muy distinta seria la energía implicada en mover dichas coronas. (en ningún caso cambia el perímetro de dichas ruedas, por tanto el espacio que recorren por vuelta es siempre el mismo). Osea tendríamos un reloj universal para cualquier contexto. ¿Correcto? Al margen de cuales quiera de teorías que nos pudiéramos imaginar. Y tenemos un reloj universal que no contamina ninguna ley fisica. Y aquello que llamamos dilatación temporal una mera entelequias u factor de Lorentz o como lo quieran llamar.
el 22 de junio del 2024 a las 20:10
La cuestión pendiente sería la energía minima necesaria para mover la rueda pequeña bien en tierra bien cualesquiera de otros objeto. Como calcular el tiempo de un solo giro de la rueda pequeña, si sabemos que en función de su ubicación la energía será muy distinta no obstante la duración de cada uno de sus giros serán iguales en unas ubicaciones que en otras.
el 24 de junio del 2024 a las 9:46
Osea eso que llamamos un segundo no sería más que una relación de proporcionalidad entre dos componentes respecto a sus número de vueltas uno respecto al otro.
Y obviamente no hay ni una posibilidad de que dicha relación entre ambos números de vueltas uno respecto a la otra cambie u se dilate y menos aún dependa de si se mueve o no u están ubicado aquí u allá.
el 22 de junio del 2024 a las 8:20
El Tiempo nació con el BIg Bang (al menos eso es lo que la comunidad científica tiene asumido. Es lógico pensar que “ese Tiempo”, al ser un parámetro natural. tenga un comportamiento uniforme, es decir, su transcurrir sea siempre en mismo en las mismas circunstancias, y, esos cambios que dicen haber observado en función del medio, l velocidad del objeto, la cercanía de una fuente poderosa de Gravedad… ¡La cambia todo!
Puede que en circunstancias especiales la velocidad del Tiempo pudiera variar en función de la presencia de fuentes intensas de Gravedad, de la velocidad del objeto, y, de otros factores que, sí parece que puedan incidir en el resultado final.
Yo, ignorante de casi todo, aunque intento asimilar todas esas posibles situaciones que hacen que el Tiempo, según qué casos, pueda viajar más o menor rápido.
Creo, de todas las maneras que, la velocidad del Tiempo en el Vacío es una Constante de la Naturaleza, y, si es así (Que lo es), no veo que una nave que viaje a velocidad relativista pueda cambiar esa velocidad, es decir, hacer que el transcurrir del Tiempo se ralentice.
el 22 de junio del 2024 a las 9:12
Acerca de la última afirmacion:”La velocidad del tiempo en el vacío es una constante”, en principio suena bien otra cuestión aparte es: ¿dicha velocidad en el vacío respecto a que? , un segundo respecto a otro segundo, de una ubicación respecto a otra de dicho vacío, u estado de superposición del mismo? No hay forma de distinguir dos segundo uno del otro, salvo lo que acontece intrínsecamente en cada uno de ellos.
Osea no hay un tiempo y al margen del mismo tal evento, u contenido que lo colme.
el 24 de junio del 2024 a las 10:14
Por esa misma regla de tres podríamos definir un segundo de Planck como el tiempo implicado en que una corona cuyo radio una longitud de Planck, cuya masa una masa de planck de un giro sobre si mismo.
el 24 de junio del 2024 a las 10:39
A este respecto y sin tener ni puñetera idea, mira lo que acabo de leer:La **masa de Planck** es una cantidad extremadamente pequeña que se relaciona con las propiedades fundamentales del universo. Se define como la masa (aproximadamente **21,7644 microgramos**) que, incluida en una esfera cuyo radio es igual a la **longitud de Planck**, generaría una densidad del orden de **10^93 g/cm³**. Según la física actual, esta habría sido la densidad del Universo cuando tenía unos **10^-44 segundos**, en lo que se conoce como el **tiempo de Planck**¹². Es importante destacar que la masa de Planck también está relacionada con los agujeros negros primordiales y representa el límite donde entran en conflicto las descripciones clásica y cuántica de la gravedad¹
el 28 de junio del 2024 a las 5:40
Y para más inri:Si f=mgh, osea la gravedad en la superficie es cero otra cosa muy distinta a un ctm del suelo , ambos relojes bien en tierra bien en jupiter, si ritmo de tiempo es el mismo.
el 28 de junio del 2024 a las 17:25
Y ya ni cuento si aplicamos f=g(Mm) /r2, 1/0 ¿Que fuerza gravitatoria es posible entre un reloj en la superficie y el objeto propiamente dicho.Aún más ubique os dicho reloj en el mismísimo centro del objeto planetario, si r=0,llegariamoz a la conclusión que el reloj adquiera tinta esquizofrenicos.
el 9 de julio del 2024 a las 6:44
Es curioso, resulta que definen el tiempo de Planck como el tiempo implicado en que un foton recorra una longitud de Planck. Hasta aquí todo coherente. Bien ahora apliquemos una definición supuestamente equivalente, por ejemplo:¿Podríamos llamar también al tiempo de Planck como el tiempo implicado en que una esfera de radio una longitud de Planck y cuya masa una masa de planck gire sobre si misma en un segundo de placnk? Ossa tendríamos una velocidad angular de Planck.
Aparentemente parecería correcta, y aquí surge un hándicap,¿Cuantas longitudes de Planck hay en el perímetro de una esfera cuyo radio es una longitud de planck y cuya masa una masa de planck?
Acaso, no sería más factible definir un segundo de Planck como el tiempo implicado en que una esfera de perímetro una longitud de Planck girará sobre mismo en un segundo de Planck? Definiendo de velocidad angular de Planck y si tendríamos dos ecuaciones equivalentes con un denominador común igual esto es un mismo segundo de plan con una misma representación guaritmica. Diríamos lo tenemos resuelto, y para nuestra sorpresa un dilema:No es posible un radio menor a una longitud de Planck.
Conclusiin:”No hay un tiempo de Planck que soporte tanto desconcierto sin par”. .
el 9 de julio del 2024 a las 10:35
Verdaderamente, la Física nos lleva, no pocas veces, a callejones sin salida, afirmaciones poco convincentes, hechos inexplicables, paradojas asombrosas y, en definitiva, todo eso nos lleva a preguntarnos:
¿No estaremos equivocados en muchas de las cosas que creemos y que, realmente, serán de otra manera que no hemos llegado a comprender?