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Ciencia

Polvo espacial y asteroides. Se cree que son cápsulas que transportan moléculas necesarias para el origen de la vida

 

 
 

 

Polvo espacial y asteroides. Se cree que son cápsulas que transportan moléculas necesarias para el origen de la vida – NASA/JPL-Caltech

 

Hallan en la Tierra ingredientes para la Vida que vinieron del “planeta enano” Ceres.

 

El planeta enano Ceres podría albergar vida extraterrestre

 

Científicos han encontrado, por primera vez, los dos elementos necesarios, el agua líquida y las moléculas orgánicas complejas, en un mismo meteorito. Su origen parece estar en ese pequeño mundo

 

 

 

 

 

 

Uno de los mayores misterios posibles es el de cómo apareció la vida en el Universo, y de si esta es única en la Tierra o si es una realidad presente en infinidad de planetas. Después de décadas de investigación, los científicos han ido poco a poco reconstruyendo la posible historia de sus orígenes. Parece claro que la vida surgió en unas condiciones muy especiales cuando se combinaron ciertas moléculas orgánicas (formadas por esqueletos de átomos de carbono e hidrógeno), que se pueden encontrar hoy en asteroides, cometas o incluso polvo espacial. Además se considera que para ello fue clave la presencia de agua, una molécula que también se crea en el espacio. Entre las muchas dudas que aparecen aquí está la de dónde ocurrió todo esto: ¿las semillas para la vida llegaron a la Tierra gracias al impacto de cometas y asteroides? ¿O bien ya estaban en el planeta? ¿Puede ser, incluso, que la vida viniera de más allá?

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Para responder a estas preguntas, los científicos buscan huellas de vida en otros planetas. También reconstruyen las reacciones químicas que la pudieron crear y, a veces, tienen la oportunidad de analizar directamente sus ingredientes esenciales en asteroides y cometas, los restos «arqueológicos» de los orígenes del Sistema Solar. De hecho, un estudio publicado este miércoles en Science Advances ha publicado el hallazgo, por primera vez, de los dos ingredientes esenciales para la vida, el agua y las moléculas orgánicas complejas, en un meteorito. En concreto, han detectado moléculas orgánicas y agua en cristales presentes en dos meteoritos que cayeron en la Tierra en 1998. Quizás lo más curioso es que su origen parece estar en Ceres, un planeta enano del cinturón de asteroides.

«Esta es la primera vez que hemos encontrado materia orgánica abundante asociada con agua líquida», ha dicho en un comunicado Queenie Chan, primera autora del estudio e investigadora en The Open University, en Reino Unido. Según ella, esto «es realmente crucial para entender el origen de la vida y de las moléculas orgánicas complejas en el espacio».

Fotografía ampliada de un pequeño cristal rico en moléculas orgánicas. Se encontró en un meteorito caído en Marruecos en 1998

 

 
 

Fotografía ampliada de un pequeño cristal rico en moléculas orgánicas. Se encontró en un meteorito caído en Marruecos en 1998-Queenie Chan/The Open University, UK

 

 

Científicos del Departamento de Energía del Laboratorio Nacional de Berkeley (EE.UU.)., de la Open University y de la Universidad Nacional de Yokohama (Japón) han llevado a cabo un detallado estudio químico de unos pequeños cristales presentes en esos meteoritos, a través de sofisticados análisis de rayos X.

Moléculas creadas en Ceres

 

 

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Este gráfico muestra el camino teórico de las moléculas de agua en Ceres. Algunas moléculas de agua caen en las ‘trampas frías’.

                                                               Ceres, planeta enano. ( NASA)
 

“Estos estudios apoyan la idea de que el hielo se separó de la roca a principios de la historia de Ceres, formando una capa crustal rica en hielo, y que el hielo se ha mantenido cerca de la superficie durante la historia del sistema solar”.

indicó Carol Raymond, investigador principal de la misión Dawn de la NASA.

El agua congelada en los cuerpos planetarios es importante porque es esencial en la vida como la conocemos. “Al encontrar cuerpos que fueron ricos en agua en el pasado, podemos descubrir pistas sobre si existió vida en la infancia de nuestro Sistema Solar”, indicó Raymond.

 

 

HIELO EN TODO CERES

 

La superficie más alta de Ceres es rica en hidrógeno, con concentraciones más altas en las latitudes medias a altas, consistente con grandes extensiones de hielo de agua, según un nuevo estudio en la revista Science.

 

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Así han detectado moléculas orgánicas complejas y trazas de agua líquida cuyo origen se remonta al nacimiento del Sistema Solar. Quizás lo más interesante es que hay pistas de que los cristales comenzaron a formarse gracias al agua expulsada con la actividad volcánica de Ceres, un planeta enano del cinturón de asteroides.

«Es como encontrar una mosca conservada en ámbar», ha dicho en un comunicado David Kilcoyne, coautor del estudio e investigador en el Laboratorio de Berkeley (EE.UU.). Es cierto que los autores del estudio no han encontrado un fósil de insecto de otra era, pero sí que han dado con un fuerte indicio de que los meteoritos pueden ser como cápsulas capaces de preservar y transportar los ingredientes de la vida a través del espacio.

Fotografía de Ceres, un planeta enano del cinturón de asteroides que no llega a los 1.000 kilómetros de diámetro

 

 
 

Fotografía de Ceres, un planeta enano del cinturón de asteroides que no llega a los 1.000 kilómetros de diámetro-NASA/JPL

 

 

Además, los análisis mostraron cosas muy sorprendentes. Parece ser que ambas rocas provenían de dos asteroides que cruzaron su camino en el pasado. De hecho, sospechan que en algún momento un asteroide pequeño chocó contra uno mayor, y que acabaron intercambiando materiales.

«Las cosas no son tan sencillas como pensábamos que eran», ha resumido Chan. Pero lo positivo es que lo encontrado indica que en un simple meteorito puede haber una gran variedad de moléculas orgánicas y de agua. «Todo apunta a la conclusión de que el origen de la vida es realmente posible en cualquier parte», ha dicho la investigadora.

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Los dos meteoritos cayeron en la Tierra en 1998, pero en distintas fechas. Uno impactó cerca de una pista de baloncesto de Texas, Estados Unidos, en marzo. El otro cayó cerca de Marruecos en agosto. En su superficie, los investigadores encontraron minúsculos cristales, de apenas dos milímetros de largo, que contenían moléculas orgánicas y trazas de agua.

Yoko Kebukawa, investigador de la Universidad Nacional de Yokohama (Japón), que también ha participado en el estudio, ha dicho que los análisis revelaron que la materia orgánica encontrada en esos recientes meteoritos era más o menos similar a la encontrada en meteoritos primitivos (que impactaron contra la Tierra mucho tiempo atrás). Sin embargo, había algunas diferencias: «Nuestros resultados sugieren que la materia orgánica se originó en algún cuerpo rico en agua, un mundo oceánico de los comienzos del Sistema Solar, posiblemente Ceres». Como ocurre con los grandes misterios, con cada descubrimiento aparecen preguntas más intrigantes. ¿Los ingredientes de la vida en la Tierra venían de Ceres? ¿Podrían haber llegado esas moléculas a Marte? ¿Este tipo de cosas ocurren en otros sistemas solares?

 


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