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Fluctuaciones de vacío, D-Branas, Dimensiones extra: ¿Será nuestro..
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (8)
Fluctuaciones del vacío no pueden ser frenadas eliminando su energía
¡Las fluctuaciones de vacío! que, al igual que las ondas “reales” de energía positiva, están sujetas a las leyes de la dualidad onda/partícula; es decir, tienen tanto aspectos de onda como aspectos de partícula. Las ondas fluctúan de forma aleatoria e impredecible, con energía positiva momentáneamente aquí, energía negativa momentáneamente allí, y energía cero en promedio. El aspecto de partícula está incorporado en el concepto de partículas virtuales, es decir, partículas que pueden nacer en pares (dos partículas a un tiempo), viviendo momentáneamente de la energía fluctuacional tomada prestada de regiones “vecinas del espacio”, y que luego se aniquilan y desaparecen, devolviendo la energía a esas regiones vecinas. Si hablamos de fluctuaciones electromagnéticas del vacío las partículas virtuales son fotones virtuales; en el caso de fluctuaciones de la Gravedad en el vacío, son gravitones virtuales.
Claro que, en realidad, sabemos poco de esas “regiones vecinas” de las que tales fluctuaciones toman la energía pero, insistimos en querer verlas para saber y no dejamos de preguntarnos… ¿Qué es lo que hay allí? ¿Estaba en esa región la tan buscada partícula de Higgs? En realidad sabemos que las fluctuaciones de vacío son, para las ondas electromagnéticas y gravitatorias, lo que “los movimientos de degeneración claustrofóbicos” son para los electrones que, al ser fermiones están supeditados al Principio de exclusión de Pauli (como demuestra su comportamiento en el fenómeno de creación de las estrellas enanas blancas).
Si confinamos un electrón a una pequeña región del espacio, entonces, por mucho que un trate de frenarlo y detenerlo, el electrón está obligado por las leyes de la mecánica cuántica a continuar moviéndose aleatoriamente, de forma impredecible. Este movimiento de degeneración claustrofóbico que produce la presión mediante la que una estrella enana blanca se mantiene contra su propia compresión gravitatoria o, en el mismo caso, la degeneración de los neutrones, mantiene estable a la estrella de neutrones que, obligada por la fuerza que se genera de la degeneración de los neutrones, es posible frenar la enorme fuerza de gravedad que está comprimiendo a la estrella.
De la misma forma, si tratamos de eliminar todas las oscilaciones electromagnéticas o gravitatorias de alguna región del espacio, nunca tendremos éxito. Las leyes de la mecánica cuántica insisten en que siempre quedarán algunas oscilaciones aleatorias impredecibles, es decir, algunas ondas electromagnéticas y gravitatorias aleatorias e impredecibles. Estas fluctuaciones del vacío no pueden ser frenadas eliminando su energía (aunque algunos estiman que, en promedio, no contienen energía en absoluto).
Ver ambos lados del nivel de Fermi es importante porque, cuando convertimos un material en superconductor, es una energía que rodea al vacío. Con una perfecta simétrica (espaciados por igual encima y por debajo del nivel de Fermi) es una fuerte indicación de que los electrones están vinculados hacia arriba. El vacío superconductor existe en y por debajo de la temperatura de transición, siempre y cuando un material actúe como un superconductor.
Claro que, como antes decía, aún nadie ha podido medir de ninguna manera la cantidad real de energía que se escapa de ese supuesto “vacío”, como tampoco se ha medido la cantidad de fuerza gravitatoria que puede salir de ese mismo espacio “vacío”. Si la energía es masa y si la masa produce gravedad, entonces ¿Qué es lo que hay en ese mal llamado “espacio vacío”?
No puedo contestar de momento esa pregunta, sin embargo, parece que no sería un disparate pensar en la existencia allí, de alguna clase de materia que, desde luego, al igual que la bariónica que sí podemos ve, genera energía y ondas gravitacionales que, de alguna manera que aún se nos oculta, escapa a nuestra vista y solo podemos constatar sus efectos al medir las velocidades a que se alejan las galaxias unas de otras: velocidad de expansión del Universo que no se corresponde en absoluto, con la masa y la energía que podemos ver. ¿Tendrá algo que ver la energía de vacío con todo eso?
Cuando lleguemos a saber lo que realmente es la energía de vacío, podremos utilizarla en nuestro beneficio y, provocar la aprtura de agujeros de gusano para viajar a las estrellas, a otras galaxias, o, incluso, ¿a otros universos? Algunas veces no podemos dejar sorprendernos al leer cosas como:
“Así, como entramos en una nueva era para comprender el tiempo, también hemos entrado a una nueva era de comprender el espacio. Se ha descubierto que lo que llamamos espacio vacío, el vacío, en realidad está repleto de inmensa energía potencial. La conclusión ordinaria de considerar el espacio como la nada, el lugar donde se sitúa la materia, evidentemente se ha convertido en nuestro espacio. Pero el vacío tiene más energía que la materia que está en ese vacío y de hecho, la materia y el vacío son una misma cosa, hay una continuidad. Se ha descubierto que hay más energía en un centímetro cúbico de vacío que en todo el Universo manifiesto.”
Lo cierto es que estamos en un momento crucial de la Física, las matemáticas y la cosmología, y debemos, para poder continuar avanzando, tomar conceptos nuevos que, a partir de los que ahora manejamos, nos permitan traspasar los muros que nos están cerrando el paso para llegar a las supercuerdas, a la posible “materia oscura” o a una “teoría cuántica de la gravedad” que, también está implícita en la teoría M.
Con la incertidumbre de no saber lo que nos podamos encontrar en ese sendero desconocido, estamos obligados a emprender el camino, la aventura merecerá la pena si, al final, encontramos lo que andamos buscando. ¿Que sería de nuestro mundo si, aquellos viajeros aventureros del pasado nunca hubieran osado cruzar los océanos, los desiertos y montañas y las grandes llanuras?
Estamos anclados, necesitamos nuevas y audaces ideas que puedan romper las cadenas “virtuales” que atan nuestras mentes a ideas del pasado que, como la relatividad y la mecánica cuántica llevan cien años predominando sobre la física. ¿No es tiempo ya de andar otros caminos que nos lleven más lejos, que nos enseñen otros horizontes? Sí, creo que hablar de la Teoría del todo, las cuerdas vibrantes, universos paralelos… podría ser un comienzo.
En su momento, esas ideas eran perfectas y cumplieron su misión (y siguen cumpliendo). Sin embargo, ahora no nos dejan continuar y debemos preparar nuestras mentes para evolucionar hacia nuevos conceptos y ahondar en aquellos que, aún estando ahí presentes, no somos capaces de utilizar, como por ejemplo, el Hiperespacio de tan enorme importancia en el futuro de la Humanidad. ¿Será cuándo sepamos “ver” dimensiones más altas que todo nos resultará mucho más sencillo y encontraremos las respuestas a los problemas que hoy, no sabemos resolver?
El gráfico representa un modelo de manguera de un espacio-tiempo de dimensiones más altas de tipo Kaluza-Klein, donde la longitud, o mejor, la dimensión a lo largo de la longitud de la manguera representa el 4-espacio-tiempo normal, y la dimensión alrededor de la manguera representa la dimensión extra “pequeñas” (quizá escala de Planck). Imaginemos un “ser” que habite en este mundo, que rebasa estas dimensiones extra “pequeñas”, y por ello no es realmente consciente de ellas.
Es posible que, de la misma manera, también nosotros estémos imposibilitados para ver esas dimensiones extra que, sin embargo, nos permita ver más allá de las matemáticas topológicas, más allá de las fluctuaciones de vacío, más allá de los quarks, más allá de las singularidades y… ¿Por qué no decirlo? ¡Más allá de nuestro propio Universo! No podemos olvidarnos de que dentro de varios eones, nuestro Universo podría morir. Estamos obligados a buscar la manera (si existe), de escapar de ese destino fatal.
Si el final del universo es convertirse en una singularidad, entonces, de ella, nacerá otro universo y todo comenzará de nuevo. Estaríamos entonces en un Universo cíclico como pensaban algunos de los pueblos de la Antigüedad-
Si el Universo, finalmente, se convierte en una singularidad que es una región donde (según las leyes de la relatividad general) la curvatura del espacio-tiempo se hace infinitamente grande, y el espacio-tiempo deja de existir, toda vez que, la singularidad es también una región de gravedad de marea infinita, es decir, una región donde la gravedad ejerce un tirón infinito sobre todos los objetos a lo largo de algunas direcciones y una compresión infinita a lo largo de otras.
Después de crear un horizonte de agujero negro a su alrededor, dicen las ecuaciones que describen este fenómeno, la materia toda que compone nuestro Universo, continuará implosionando, inexorablemente, hasta alcanzar densidad infinita y volumen cero, creándose así la singularidad que estará fundida con el espacio-tiempo.
Si eso ocurre (cosa poco probable), seguramente, de esa “nada” que se ha formado, más pronto o más tarde surgirá, mediante una enorme explosión, un nuevo Universo que, no sabemos si será igual, con las mismas fuerzas y las mismas leyes que el que ahora tenemos. Por otra parte, en el mismo inmenso tiempo, el Universo en lugar de contraerse sobre sí mismo, al no contener la materia suficiente, se expandirá para siempre y, llegará a la muerte térmica del cero absoluto (-273 ºC) Así que, si todo esto resulta ser así ¿No sería una irresponsabilidad, el no hacer nada? ¡Claro que sí!
Tenemos que continuar, cada uno en la medida de sus posibilidades, procurando avanzar hacía un futuro de profundos conocimientos que nos permitan, algún día lejano escapar de ese escenario de destrucción. Precisamente por eso, se buscan nuevas teorías y se piensa en otros universos y, nos hacemos preguntas sobre branas y dimensiones extra.
Sí, siempre estamos tratando de llegar a sitios… ¿Imposibles?, o, simplemente se trata de que nuestra intuición “sabe” que están ahí y trata de alcanzarlo
¿Qué son las D-Branas? ¿Por qué las requiere la teoría de cuerdas? La respuesta básica a la segunda pregunta es que dan sentido a las cuerdas abiertas que intervienen en la teoría tipo I: cada uno de los dos extremos de una cuerda abierta debe residir en una D-brana.
La mayoría de las versiones de la teoría de cuerdas implican dos tipos de cuerda: cuerdas abiertas con puntos finales desligados y cuerdas cerradas que forman lazos cerrados. Explorando las consecuencias de la acción Nambu-Goto, queda claro que la energía puede fluir a lo largo de una cuerda, deslizándose hasta el punto final y desapareciendo. Esto plantea un problema: la conservación de la energía establece que la energía no debe desaparecer del sistema. Por lo tanto, una teoría consistente de cuerdas debe incluir lugares en los cuales la energía pueda fluir cuando deja una cuerda; estos objetos se llaman D-branas. Cualquier versión de la teoría de cuerdas que permite cuerdas abiertas debe incorporar necesariamente D-branas, y todas las cuerdas abiertas debe tener sus puntos finales unidos a estas branas. Para un teórico de cuerdas, las D-branas son objetos físicos tan “reales” como las cuerdas y no sólo entes matemáticos que reflejan un valor.
Se espera que todas las partículas elementales sean estados vibratorios de las cuerdas cuánticas, y es natural preguntarse si las D-branas están hechas de alguna modo con las cuerdas mismas. En un sentido, esto resulta ser verdad: entre el espectro de las partículas que las vibraciones de la cuerda permiten, encontramos un tipo conocido como taquión, que tiene algunas propiedades raras, como masa imaginaria. Las D-branas se pueden imaginar como colecciones grandes de taquiones coherentes, de un modo parecido a los fotones de un rayo láser.
¿Tendrá el Universo más dimensiones de las que podemos ver?
Esto tiene implicaciones en la cosmología, porque la teoría de cuerdas implica que el universo tienen más dimensiones que lo esperado (26 para las teorías de cuerdas bosónicas y 10 para las teorías de supercuerdas) tenemos que encontrar una razón por la cual las dimensiones adicionales no son evidentes. Una posibilidad sería que el universo visible es una D-brana muy grande que se extiende sobre tres dimensiones espaciales. Los objetos materiales, conformados de cuerdas abiertas, están ligados a la D-brana, y no pueden moverse “transversalmente” para explorar el universo fuera de la brana. Este panorama se llama una Cosmología de branas. La fuerza de la Gravedad no se debe a las cuerdas abiertas; los gravitones que llevan las fuerzas gravitacionales son estados vibratorios de cuerdas cerradas. Ya que las cuerdas cerradas no tienen porque estar unidas a D-branas, los efectos gravitacionales podrían depender de las dimensiones adicionales perpendiculares a la brana.
Los dos extremos de la cuerda abierta residen en un subespacio (q+l)- dimensional de género tiempo llamado una D-brana, o D-q-brana que es una entidad esencialmente clásica (aunque posee propiedades de súpersimetría=, que representa una solución de la teoría de la supergravedad 11 dimensional.
Las teorías de dimensiones extra permiten transitar por otros caminos que, el mundo tetradimensional prohibe
En respuesta a la primera pregunta, una D-Brana es una estructura de genero tiempo, como más arriba indico, 1+q dimensiones espaciotemporales. (Invocando una de las dualidades de la teoría M, alternativamente podemos considerar una D-Grana como una solución de las ecuaciones de alguna otra versión de la teoría M de cuerdas.)
Las D-branas aparecen en muchas discusiones modernas relacionadas con las cuerdas (por ejemplo, en la entropía de los agujeros negros). Suelen tratarse como si fueran objetos clásicos que yacen dentro del espaciotiempo completo 1+9 (° 1+10) dimensiones. La “D” viene de “Dirichlet”, por analogía con el tipo de problema de valor de frontera conocido como un problema de Dirichlet, en el que hay una frontera de género tiempo sobre la que se especifican datos (según Meter G. Lejeune Dirichlet, un eminente matemático francés que vivió entre 1805 y 1859.)
Con la introducción de tales “D-branas” varios teóricos han expresado una “filosofía de cuerdas” que parece representar un profundo cambio respecto a lo anterior. En efecto, se afirma con cierta frecuencia que podríamos “vivir en” esta o esa D-brana, lo que significa que nuestro espaciotiempo percibido podría yacer realmente dentro de una D-brana, de modo que la razón de que no se perciban ciertas “dimensiones extra” se explicaría por el hecho de que “nuestra” D-brana no se extiende a esas dimensiones extra.
La última posibilidad sería la postura más económica, por supuesto, de modo que “nuestra” D-brana (una D-3 brana) sería de 1+3 dimensiones. Esto no elimina los grados de libertad en las dimensiones extra, pero los reduce drásticamente. ¿Por qué es así? Nuestra perspectiva ahora es que somos “conscientes” de los grados de libertad que están implicados en el interior profundo del espacio de mayores dimensiones entre los D-branas, y es en esto donde se está dejando sentir la excesiva libertad funcional.
Solo vamos a ser conscientes de dimensiones extra allí donde inciden directamente sobre las D-brana en la que “vivimos”. Más que una imagen de tipo “espacio cociente” que evoca la analogía de Kaluza-Kleinoriginal:
Pero ¿Cuántas dimensiones existen en realidad?
Así, nuestro espaciotiempo observado aparece ahora como un subespacio 4-dimensional del espacio real de dimensiones más altas. Con algo de imaginación, lo podemos visualizar en nuestra mente. ¿Cuánta libertad funcional esperamos ahora? La situación es ahora algo parecida a la imagen geométrica que hemos adoptado en el gráfico para obtener una perspectiva más convencional con respecto a la “supergeometría”.
Puesto que ahora estamos interesados solo en el comportamiento en la D-brana (que suponemos que es geométricamente una (1+3)-superficie ordinaria), podemos imaginar que nuestra libertad funcional se ha convertido en una aceptable αMα3, aunque para un M bastante grande. Sin embargo, incluso esto supone que la restricción de la dinámica en el 10-espacio (u 11-espacio) completo nos proporciona ecuaciones dinámicas dentro de “nuestra” D-brana 4-dimensional que son del tipo convencional, de modo que bastará los datos iniciales en una 3-superficie para determinar el comportamiento en todo el 4-espacio. Esto es difícilmente probable, en general, de modo que aún cabe esperar un excesivo αMα3.
¡El problema no ha desaparecido todavía! y, seguiremos investigando al mismo tiempo que nuestra imaginación, teoriza y conjetura… ¡De tantas maneras! que, será casi imposible que no demos, algún día, con la verdad que el Universo esconde.
emilio silvera
el 8 de mayo del 2018 a las 6:01
El telescopio Hubble ha medido recientemente la densidad del vacio que es de 5.96*10^-27 kg/m3, por lo que existe algo que no podemos detectar actualmente, yo lo llamaría la textura del espacio y es precisamente el medio en el que se transmiten las energías, como la luz, suena mucho al antiguo eter pero es lo que me parece. Un saludo.
el 8 de mayo del 2018 a las 6:28
¡Hpla, amigo José!
A mi me gusta llamarlo “sustancia cósmica”. ese algo que existe ahí, en ese medio y que, algún día, sabremos de su importancia real para la existencia de la materia, que las galaxias se pudieran formar… Y muchas cosas más, Ese algo que permea todo el espacio y que no sabemos lo que es, que no lo podemos ver, y, tampoco, conocemos sus propiedades reales, y, sin embargo, intuimos que está ahí y que es de tanta importancia que, sin ese “ingrediente” nuestro Universo sería muy distinto.
el 8 de mayo del 2018 a las 8:36
En esto como es lógico existen opiniones diversas, pues no es posible comprobar fehacientemente algo tan alejado de nuestra dimensión.
Las dimensiones más allá de la cuatro “comunes”, por las que nuestros sentidos y nuestra mente pueden vagar, constituirán el resto de esas dimensiones matemáticas ocultas. ¿Qué hay o puede haber en el interior de esas partículas invibles u oscuras que solo trasciende a la materia normal en la forma de energía-matera cuando se destruyen entre sí y se asocian, para formar partículas macro?
Esas dimensiones invisibles serían las que trascienden a nuestros sentidos o intrumentos macro, según la energía que son capaces de desarrollar, y que solo lo podrán manifestarse en la forma de cuantos, es decir unidades geometrica y matematicamente posibles, de lo contrario no llegarán a constituir estructuras macro, no tendrán la cohesión precisa y vuelven al fracionamiento según la fluctuación, que se repite y se repite, en una probabilidad interactiva muy aleatoria (Según se estipula, solo un 5% tiene exito, lo que depende de muchos factores). Matemáticamente no es difícil establecer tal porcentaje si se supone una forma de distribución o red del vacío, no complicada.
Las dimensiones extra no podrán limitarse solo a las interioridades del vacío, sino a todas aquellas encriptadas o no, en la materia, pero que solo trascienden a nuestra dimensión en forma fraccionaria-energética, es decir reaccionando los elementos comparativamente como en una reacción química. si esta es factible.
Saludos cordiales
el 8 de mayo del 2018 a las 18:17
Acerca de la frase “las ondas fluctúan de forma aleatoria e impredecible, con energía positiva momentáneamente aquí, energía negativa momentáneamente alli y energía cero prometió. ”
Haber si me aclaro, se supone que toda onda propaga energía, ¿Cómo puede ser su energía promedio cero? No habría propagación de tal energía.
Salvo que se cancelen unas contra otras.(osea entre dos frentes de onda en contra fase, pero igual amplitud y frecuencia).
Osea la expresión “energía negativamente allá” no es apropiada. O bien algo se me escapa.
el 8 de mayo del 2018 a las 18:39
Energía negativa esto no es posible en una onda. Así como tampoco en una fluctuación, solamente cero pero nunca negativa.
el 11 de mayo del 2018 a las 0:29
No sé a que comentario te refieres.
Una onda, referencialmente, posee una parte positiva y una parte negativa en su oscilación, dependiendo del “punto de observación” cero, pues el campo electrico también es energía, o el magnético.
Fuera de onda propiamente dicha, su energías pueden ser positivas o negativas según, también, desde donde se observen. Naturalmente que estos signos son ficticios, pues la energía es energía a secas. Sin embargo dos energías pueden enfrentarse de forma que como solución será positiva o negativa en atención al resultado obtenido, al punto de vista en la aplicación final
Esta claro que la energía puede resultar en cero para dos ondas que se enfrentan si su valor es el mismo. Aunque eso sí se tratará de un resultado práctico, pues se transformarán (Por la inexactitud natural) en energía muy fragmentada, que es a lo que se llama aniquilación, un concepto que puede llevar a confusiones.
En resumen una energía puede ser positiva o negativa según su sentido de aplicación respecto a otras, y según nos aprovechen.
el 11 de mayo del 2018 a las 21:15
Me refería a una frase al principio de este mismo articulo, en las primeras lineas. No obstante con este comentario aclarado.ok Acerca de los archivos .PDF Pensé que eran articulos sin mas y
resulta todo una enclicopedia del saber de cuantica toda una grata sorpresa, ya veremos hasta donde llegamos. Ahora otra cuestión:recuerdo un comentario tuyo en Francisco Villatoro,(16 marzo 2017) materia oscura, acerca de axiones, particulas camaleonicas, fotones pesados, hacías mención a que las cargas +/- de las partículas se debían a componentes pares o impares de las mismas, creo también recordar especulabas acerca de si los electrones sus componentes ciertos fotones pesados.Me pareció leer en algún articulo que las cargas de las partículas las determina el espín. ¿Entonces eso de las componentes pares o impares exactamente a que se refiere?
No obstante El epígrafe cuántica fácil, han faltado las comillas, ser sarcástico tiene su morbo.
Saludos cordiales
el 11 de mayo del 2018 a las 21:54
Ya hace tiempo de eso. Si que recuerdo a que te refieres.
Partículas pares o impares se refiere a su número de componentes, suponiendo que posea elementos positivos y negativas (Sin predilección), si el numero de subpartículas de igual carga y de distinta carga coesisten
la carga total vendrá dada por aquella que no se anule por las del otro signo, número impar cuando se trata de una sola carga, lo que requiere que al menos una queda sin emparejar. Esa sería la impar, y viceversa.
Lo de que las cargas al cabo las determine el espín significa, a mi en entender, que al final es el espín el que hace que las direcciones de garga, como vectores, debido al espin la sumatoria vectorial es distinta de la suma aritmética. Así, por ejemplo el neutrón, que se supone neutro no lo es del todo, aunque su carga, negativa, sea muy pequeña.
Siempre he intentado exponer a mi manera una cuántica que pueda ser entendida, ausente de tanto misterio. La matemática no es complicada en absoluto. El inconveniente tal vez sea que todo viene a ser un conjunto escalonado, por lo que si se pretende entender solo una parte resulta incompleto.
Gracias Pedro.