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Las Leyes del Universo… ¿Serán las mismas en todas partes?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (3)
Llamamos Mente a eso inmaterial que surge del cerebro, algo que ni la filosofía ha sabido explicar, y, como hacemos siempre, se acude a la metafísica para tratar de dar una torpe explicación de lo que, en realidad, no hemos llegado a comprender.
Está claro que el tiempo pasa y cada generación trata de saber lo que hicieron las que las precedieron. Los vestigios del pasado son muchos y, no siempre sabemos traducir sus mensajes pero, los estudiamos y procuramos llegar a explicaciones lógicas de lo que aquello pudo ser, y, para ello, nos transportamos a aquellos contextos del pasado, a las mentalidades de los pobladores que dejaron monumentos que, con una mezcla de lo religioso-astronómico, quería simbolizar lo que ellos creían.
Desde el Parque Nacional del Teide se puede conseguir una buena vista de nuestra Vía Láctea
La “infinitud” de la Vía Láctea, inconmensurable para nosotros, es sólo una más, de decenas de miles de millones que pueblan nuestro Universo. Así, nuestra Galaxia para nosotros “infinita”, es, sencillamente, un objeto más de los muchos que pueblan las regiones del Cosmos. Cientos de miles de millones de estrellas que brillan por todas partes, asombrosos enjambres de planetas repartidos por cientos de miles de sistemas planetarios, cuásares y púlsares, estrellas enanas blancas, marrones y negras, gigantes rojas, Nebulosas de increíbles dimensiones en las que nacen nuevas estrellas y mundos, explosiones supernovas y aguejros negros gigantes que engullen todo el material que pueda capturar… ¡El Universo! nunca dejará de asombrarnos, ni por su inmensidad, ni por su diversidad.
Utilizando una cámara nueva y más poderosa, el Telescopio Espacial Hubble, ha descubierto lo que parece ser el objeto más distante jamás observado, una proto galaxia pequeña a 13.200 millones -luz de distancia, que se remonta a tan sólo 480 millones de años después del nacimiento del universo o Big Bang. Es decir, nos ha traído una galaxia en formación a escaso tiempo del comienzo del tiempo.
Immanuel Kant llegó a la conclusión de que las galaxias eran universos-islas pero, él escribió primero que las nebulosas elípticas, ofrecían una visión que se podía asimilar a un “sistemade muchas estrellas” que se hallan a “enormes distancias”. Aquí, por primera vez se hizo un retrato del universo formado por galaxias a la deriva en la vastedad del espacio cosmológico. El libro de Kant, titulado Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, fue publicado -si esta es la palabra apropiada- en 1755, pero su editor quebró, los libros le fueron confiscados para sus deudas y la obra de Kant, cayó en el olvido.
Los entusiasmos galácticos de Kant, a pesar de todo, contribuyeron a sensibilizar la mente humana a la riqueza potencial y la vastedad del universo. Pero el arrobamiento por sí solo por muy perspicaz que sea, es, un fundamento inadecuado para fundamentar una cosmología científica. Determinar si el universo está constituido realmente por galaxias requería hacer un mapa del universo en tres dimensiones, mediante observaciones muy exactas, si no menos arrobadoras, que la contemplación meditativa de Lambert y Kant.
Entró en escena William Herschel, el primer astrónomo que llevó a cabo observaciones agudas y sistemáticas del universo más allá del Sistema solar, donde está la mayor parte de lo que existe. De hecho, en la primera parte del siglo XIX, miles de galaxias fueron identificadas y catalogadas por William y Caroline Herschel, y John Herschel. 1900, se han descubierto en exploraciones fotográficas gran cantidad de galaxias. Éstas, a enormes distancias de la Tierra, aparecen tan diminutas en una fotografía que resulta muy difícil distinguirlas de las estrellas. La mayor galaxia conocida tiene aproximadamente trece veces más estrellas que la Vía Láctea.
El observatorio espacial Herschel ha facilitado a un grupo de astrónomos observar cinco galaxias muy lejanas gracias al efecto lente gravitatoria. Así, de alguna manera, y en memoria de Herschel, el Telescopio que lleva su nombre continñua su que fue fundamental
En 1912 el astrónomo estadounidense Vesto M. Slipher, trabajando en el Observatorio Lowell de Arizona (EEUU), descubrió que las líneas espectrales de todas las galaxias se habían desplazado la región espectral roja. Su compatriota Edwin Hubble interpretó esto como una evidencia de que todas las galaxias se alejaban unas de otras y llegó a la conclusión de que el Universo se expandía. No se sabe si continuará expandiéndose o si contiene materia suficiente para frenar la expansión de las galaxias, de forma que éstas, finalmente, se junten de , parece que ésto último no sucederá nunca. La materia del Universo parece estar aproximadamente en la tasa del la Densidad Crítica. Si es así, el Universo se expandirá para siempre y tendrá una muerte térmica: El frío desolador del Cero Absoluto (–273 ºC) donde ni los átomos se mueven.
Es curioso como Herschel, encontró en su camino la plenitud siguiendo las huellas de Kepler y Galileo a través del puente que lo llevó de la Música a la Astronomía. La habilidad de Herschel como observador era también muy refinada; sabía utilizar los telescopios. Él decía: “Ver es un arte que es necesario aprender”.
“La luz de las estrellas fijas es de la misma naturaleza [que] la luz del Sol” nos decía Newton, mientras que E. Hubble, comentaba que: “Las observaciones siempre involucran una teoría”. Ambos llevaban razón. Surgieron dos escuelas de pensamiento sobre la naturaleza de las “nebulosas elípticas” que predominaron en el siglo XIX. Una de ellas, la teoría del universo-isla de Kant y Lambert- la expresión es de Kant-, sostenía qwue nuestro Sol es una de las muchas estrellas de una Galaxia, la Vía mLáctea, y que hay otras muchas galaxias, que vemos a través de grandes extensiones de espacio nebulosas espirales y elípticas. (como eran llamadas en aquel tiempo a las galaxias que, no se podían ver con la nitidez que nos proporcionan nuestras modernos telescopios.)
Einstein entra en escena. Nació en Ulm, donde Kepler antaño había deambulado en busca de un impresor, con el manuscrito de las Tablas Rudolfinas Bajo el brazo. Einstein como sabemos, fue un niño aislado y encerrado en sí mismo. No habló los tres años. Daremos un salto hasta 1905, año en el que comenzaron a cristalizar sus pensamientos pudiendo escribir cuatro artículos memorables que lo situaron en ese lugar de privilegio de los verdaderos maestros.
N0, Einstein no llegó a la Física y la Cosmología en bicicleta, él cogió una autopista mayor, esa que está conformada por los pensamientos y que nos pueden llevar más lejos, de lo que cualquier vehículo nos podrá llevar nunca. El primero de aquellos -ahora famosos- artículos, fue publicado tres días después de cumplir los veintiseis años, contribuiría a poner los fundamentos de la física cuántica. Otro modificó el curso de la teoría atómica y la mecánica estadística. Los otros dos enunciaron lo que se conoció como la teoría de la relatividad especial.
Cuando Planck, por aquel entonces director editorial de la Revista científica Annalen der Physik, levantó la mirada después de leer el artículo sobre la relatividad especial, sabiendo inmediatamente que el mundo había cambiado. La era Newton había terminado y había surgido una nueva ciencia reemplazarla.
La odisea que llevó a Einstein hasta la relatividad especial -y de ella a la relatividad general, que expresaría la cosmología de los espacios curvos- empezó cuando tenía cinco años y su padre le mostró una brujula de bolsillo para que estuviera entretenido pero, aquello, le fascinó y, no podía saber qué magia hacia que la aguja señalara siempre hacisa el mismo lugar sin tener en el movimiento. Al preguntar, le dijeron que la Tierra está envuelta dentro de un campo magnético que era el responsable de tal “milagro” y, aquello, al joven Einstein, le maravilló y despertó su curiosidad que nunca le dejó entonces. Él decía que detrás de las cosas debe haber algo profundamente oculto, que nos podría explicar el por qué se comportan de ciertas maneras.
Como antes decía, en el siglo XX hemos podido ser testigos de múltiples y maravillosos descubrimientos científicos que han cambiado la concepción que del mundo podíamos tener: La teoría de Planck del cuanto que nos llevó directamente a la Mecánica Cuántica, el Relatividad de Einstein que nos lleva a un espacio-tiempo de cuatro dimensiones, nos dijo que la luz marcaba el límite de transmitir la información y, también, que la masa y la energía eran una misma cosa, así como que, ¡el Tiempo!, era relativo y no absoluto. Más tarde, en su ampliación de la teoría en 1916, nos dijo que la presencia de grandes masas distorsionaba el espacio-tiempo.
Estos dos claros exponentes de aquella revolución científica nos abrieron los ojos y la mente a un Universo distinto que , después de dichas teorías, tenía más sentido. Otro de aquellos descubrimientos explosivos, fue la teoría cosmológica del big bang, que surgió como combinación de ambas, y, justo es que se diga, quienes fueron sus protagonistas que, no por sabido, estará demás dejar aquí un pequeño homenaje.
Cuando Einstein publicó en 1916 la teoría de la relatividad general era consciente de que ésta modificaría la universal de Newton: la solución a sus ecuaciones no sólo sustituyo el planteamiento dinámico de fuerza de atracción por otro geométrico de deformación del espacio-tiempo, sino que permitía explicar el universo en su conjunto.
El Puente de Einstein-Rosen es una teoría creada por Albert Einstein.
Fue él el primer sorprendido al encontrar que dicha solución global traía como consecuencia un mundo cambiante, un universo que inicialmente estimó en contracción. Como esto no le cabía en la cabeza introdujo un término en las ecuaciones que contrarrestara el efecto gravitatorio: una fuerza repulsiva, a la que llamó constante cosmológica (Λ) constante dotaba al espacio vacío de una presión que mantenía separados a los astros, logrando así un mundo acorde a sus pensamientos: estático, finito, homogéneo e isótropo.
“La ecuación que gobierna la aceleración de la expansión del Universo, incluyendo la constante cosmológica. El aspecto de la gravedad incluye densidad (p) y presión (ρ) de la materia y la enegía, el signo negativo significa que este aspecto ralentiza la expansión. La constante cosmológica, representada con Λ, tiene signo positivo, por lo tanto contribuye a la aceleración. El parámetro “a” es un factor de escala que mide el tamaño del Universo, y los puntos dobles indican la segunda derivación (aceleración) con respecto al tiempo.”
Más tarde, Einstein comentaría que la introducción de constante, había sido el mayor error de su vida, porque (con una mejor estimación de la densidad) podía haber predicho la expansión del universo antes de que fuera observada experimentalmente. Claro que, su excusa era admisible, cuando el introdujo la constante cosmológica, nadie sabía que el universo estaba en expansión. Sin embargo, estudios posteriores han venido a confirmarla.
La Cruz de Einstein
Con todo y a pesar de su enorme importancia, la teoría de la relatividad no llegó a tener verdadera importancia hasta que, en 1919, Arthur Eddintong confirmó la predicción del físico alemán con respecto a la curvatura de la luz, aprovechó el eclipse solar de Sol de ese año. De la noche a la mañana, Einstein se convirtió en el físico más popular del mundo al predecir con su ingenio y con su enorme intuición fenómenos que eran reales antes de que éstos fueran comprobados. Así, con carácter desenfadado, expresándose en términos sencillos y muy distintos ( estirados) que los de sus colegas, había dado respuesta a preguntas que habían sido formuladas pero, que nadie hasta entonces, había sabido contestar.
El astrónomo holandés Willem de Sitter obtuvo en 1917 una solución a las ecuaciones del sabio alemán, sugiriendo la posibilidad de que el universo fuera infinito, aparentemente estático y de densidad prácticamente nula en el que tan solo había energía. Por otro lado, el matemático ruso Alexander Friedmann consiguió en 1922 varias soluciones a las ecuaciones proponiendo universos que se contraían o que se expandían, según los valores que tomara la constante cosmológica. Cuando su se publicó en Alemania, Einstein respondió con una nota en la misma revista presumiendo un error matemático. El error resultó finalmente inexistente, pero Einstein tardó en rectificar, por lo que la respuesta de Friedmann quedó en un segundo plano.
Lo cierto es que Einstein, ha dado en el “blanco” con muchas de sus Ideas y, si pudiéramos coger una Gran Nave superlumínica y recorriéramos el espacio interestelar paseando por las distintas regiones del Universo, veríamos que – el vaticinó-, todo es igual en todas partes: Cúmulos y supercúmulos de Galaxias, Galaxias cuajadas de estrellas en cúmulos y sueltas con sus sistemas planetarios, púlsares de giros alucinantes, magnéteres creando inmensos capos electromagnéticos, agujeros negros que se tragan todo lo que traspasa el Horizonte de suscesos, Hermosas y brillantes Nebulosas de las que surgen las nuevas estrellas, nuevos mundos y, muy probablemente… nuevas formas de vida.
Está claro que pensar siquiera en que en nuestro universo, dependiendo de la región en la que nos encontremos, habrá distintas leyes físicas, sería pensar en un universo chapuza. Lo sensato es pensar como Einstein y creer que en cualquier parte del universo rigen las mismas leyes físicas, hasta que no se encuentre pruebas reales a de lo contrario, los científicos suponen con prudencia que, sea cual fueren las causas responsables de las pautas que llamamos “Leyes de la Naturaleza”, es mucho más inteligente adoptar la creencia de la igualdad física en cualquier parte de nuestro universo por muy remota que se encuentre; los elementos primordiales que lo formaron fueron siempre los mismos.
Arriba Satélite Gravity Probe B. Dedicado a medir la curvatura del campo gravitatorio terrestre debido a la teoría de la relatividad de Einstein. Abajo los científicos chinos comandados por Juan Yin crearon fotones entrelazados mediante la estimulación de un cristal con luz ultravioleta, que produjo un par de fotones con la misma longitud de onda, pero opuestos. Por separado, ambas teorías funcionan muy bien y se pueden medir y comprobar límites excepcionales. Sin embargo, si las juntamos…
Los “universos” de lo pequeño y lo grande parecen incompatibles. Sin embargo, en las cuerdas sí encajan
Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de las constantes en el dominio cuántico y explotar la nueva teoría de la gravedad de Einstein para describir el universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de casarlas. Y, entonces, en eso estamos pero, el casamiento, no se consuma.
Hay aspectos de la física que me dejan totalmente sin habla y quedan fuera de nuestra realidad que, inmersa en lo cotidiano de un mundo macroscópico, nos aleja de ese otro mundo misterioso e invisible donde residen los cuantos que con su comportamiento, me obligan a pensar y me transportan este mundo material nuestro a ese otro fascinante, donde residen las maravillas del universo, sus cimientos infinitesimales en los que residen las “ladrillos” de las estrellas y galaxias…también de los mundos y de los seres vivos. La materia es tan compleja que aún no hemos podido llegar a comprenderla…del todo.
emilio silvera
el 11 de mayo del 2018 a las 9:18
Un universo en sí mismo es único en cuanto a sus “reglas”, y estas no puede esperarse que varíen, que cambién.
Las fuerzas que lo rigen y su fundamento material no podrán cambiar de la noche a la mañana, como no sea en esos universos derivados como puedan ser los agujeros negros u otros especiales, que apurando podrían ser el inicio de otros. Excepciones.
Una vez “lanzado” el Big-Bang, como tal no podría volver en el tiempo, como el coche que inicia una carrera decidida hacia delante. Sin embargo alguna variabilidad podría ocurrirle, según con qué se tope en su camino… influencia de otros universos.
Fundamentalmente, los universos habrán de ser similares pues se les supone “hechos” del mismo material. Sus variaciones podrán ser teniendo en cuenta a la cantidad de materia puesta en juego, lo que les supone un tiempo para su principio, mayor, dependiendo a su vez del otro mas grande, del que proceda.
En el multiverso sería posible tal vez, y debido a las peculiaridades del “arranque” de cada uno (Condensación material de Big-Bang y su fragmentaria densidad) que su tiempo evolutivo sea mayor o menor. Que sus acontecimientos sean más lentos o más rápidos.
Son estos pensamientos lógicos, pero no reales, y como se dice “La realidad supera a la ficción”.
No comprendo la teoría de cuerdas, aunque sí pueda entenderla.
Por qué han de necesitarse branas para limitar unas cuerdas, ondas al fin y al cabo que más se parecen a un fotón. Qué branas necesita un fotón para avanzar en el espacio, o un protón, o un neutrón. Ellos llevan en si mismos su movimiento interno de subpartículas que en su avance, aparte de girar han de oscilar debido al impulso. Un fotón se mueve hacia cualquier sitio dependiendo de hacia donde sea lanzado por su fuente. Seguramente lo haga de una manera inercial sotenida porque en sí mismo es autónomo, aunque pueda ser desviado por las fuerzas presentes en su trayectoria
No puede negarse cierto éxito a la teoria de cuerdas, que más que nada se deba al enmarañamiento matemático para explicar cosas que por medios más simpes resultan claras. Es plausible su arduo intento por llegar más allá.
el 11 de mayo del 2018 a las 10:34
Amigo mío:
En ncuentro un artículo sobre el tema que, me parece bien exponer aquí.
La teoría M
“No he podido resistirme a la tentación de localizar las fuentes de información de Rafa López Guerrero. Uno de sus artículos más duros de digerir ha sido el relativo a los aspectos clave de la expansión supersimétrica de la onda. Después de leerlo, y tratar de entenderlo, y digo tratar porque no lo conseguí, tengo la certeza de que su objetivo no es el de difundir información, o el de formar a los más legos, sino el de abrumar a los neófitos para conseguir que se entreguen a una credulidad por su posición, presumiblemente más cerca del conocimiento que ellos.
No creo que sea algo razonable enfrentar a las personas sin la suficiente formación a unas teorías y formulaciones cuya comprensión está solo al alcance de una ínfima parte de la gente. Un valor muy importante de las personas, a todos los niveles en las relaciones humanas, es tratar de comunicarte con tus interlocutores de una manera que te puedan entender. En el caso de posicionarse a un nivel superior puedes recibir dos respuestas, la admiración o el rechazo, que es exáctamente lo que le ocurre a Rafa.
Uno de los temas recurrentes en la actualidad reciente de starviewer es la teoría M.
¿Y esto qué es?
En el verano pasado publiqué un artículo que incluía un documental sobre la teoría de cuerdas. Allí se definía esta teoría como un modelo que podría unificar la teoría de la Relatividad General de Einstein y la Mecánica Cuántica, la primera de ellas que rige el mundo macroscópico y la segunda el mundo subatómico. Cada una de estas teorías tienen suficientes evidencias empíricas como para aceptar su validez. Pero cada vez que se tratan de combinar para resolver los misterios más profundos del Universo se produce una catástrofe. Cosas perfectamente válidas en la Mecánica Cuántica como estar en dos sitios al mismo tiempo son impensables en el mundo macroscópico.
La teoría de cuerdas es un intento por unificar estos dos mundos en un modelo matemático que funcione en todas las escalas. Pero ocurrió algo no muy deseable. En un breve espacio de tiempo surgieron 5 versiones distintas del modelo, lo que le restó credibilidad. La Teoría-M es una nueva proposición postulada por Edward Witten que unifica esas cinco teorías de las Supercuerdas. Cada una de las versiones de la teoría de cuerdas serían una proyección del del modelo M, del mismo modo que un cilindro proyecta sombras de diferentes formas dependiendo de la dirección de la luz (perdiendo una dimensión).
En esta teoría se identifican 11 dimensiones, en donde la supergravedad interactúa entre membranas de 2 a 5 dimensiones (branas). Esto evidenciaría la existencia de infinitos Universos paralelos, algunos de los cuales serían como el nuestro con mayores o menores diferencias, y otros que serían impensables con 4 ó 5 dimensiones. Esto explicaría la debilidad de la gravedad, pues la partícula del gravitón sería la única que podría pasar por todas las membranas, perdiendo su fuerza.
La Teoría-M no está completa. Sin embargo, puede aplicarse a muchas situaciones. La teoría del electromagnetismo también se encontraba en el mismo estado a mediados del siglo XIX; había teorías separadas para el magnetismo y la electricidad y, aunque eran conocidas por estar relacionadas, la relación exacta no se clarificó hasta que James Clerk Maxwell publicó sus ecuaciones en su trabajo de 1864, Una Teoría Dinámica del Campo Electromagnético. Witten había sugerido que una fórmula general de la teoría-M probablemente requeriría del desarrollo de un nuevo lenguaje matemático. Algunos científicos han cuestionado los éxitos tangibles de la Teoría-M dado su estado incompleto y su poder limitado de predicción incluso después de años de intensas investigaciones.”
La Teoría del Universo Hipergeométrico
La Teoría M no es el único intento por la unificación de las leyes de la física. Esta otra teoría, la del Universo Hipergeométrico, no tiene tanta aceptación ni tanto eco como la Teoría M. De hecho prácticamente no hay información en castellano al respecto, y en inglés es muy escasa. Básicamente está defendida por un investigador que se llama Marco A. Pereira, y que tiene un sitio llamado hypergeometricaluniverse.com, donde publica esporádicamente sus investigaciones. También lo hace en otros sitios como en wbabin.net, que es un repositorio de documentos al estilo de arxives.org pero con un criterio más laxo para la aceptación de documentos, por lo que no es extraño que te puedas encontrar algún truño en su repositorio. De hecho hay varios autores que publican en wbabin y que dejan mucho que desear, habiendo protagonizado disputas importantes en foros científicos.
Según el propio Pereira dice:
el 11 de mayo del 2018 a las 11:07
Bellas terorías pendientes de que las podamos verificar, y, desde luego, se irán refirando de manera tal que, sus matemáticas no sean tan enrevesadas e incomprensibles para la mayoría de los físicos que, cuando se les habla de la Teoría de cuerdas, algunos sienten como se les ponen de punta los pelos de sus cejas.
Por otra parte, nos dicen que para llegar al “corazón” de la teoría de cuerdad, necesitaríamos al menos la energía de Planck, y, amigos m´ççios, dicha energía no podrá estar a nuestra disposición en mucho, mucho, muchísimo tiempo. Ni reuniendo todos los presupuestos del los Gobiernos de nuestro mundo la podríamos tener, y, como es lógico pensar, sólo es cosa del futuro que logremos trabajar con dichas energías mediante los nuevos conocimientos que, para entonces, sí podremos tener.
Siempre ha sido lo mismo, lo que hoy es “imposible”, mañana será cosa cotiadiana y, en ese campo de la física que no duerme… ¡Se dará con las respuestas más buscadas!