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¡La Humanidad! ¿Sabrá conservar lo que tiene?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y la Vida    ~    Comentarios Comments (4)

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Dicen que la mitad de las especies terrestres desaparecieron hace 200 millones de años por un conjunto de gigantescas erupciones de los gigantescos volcanes que poblaban el planeta por aquel entonces. Un estudio apunta que los dinosaurios herbívoros podrían haber tenido algo que ver con el calentamiento del planeta. Abruptos cambios climáticos hicieron imposible para algunas criaturas adaptarse y se extinguieron.

 

Resultado de imagen de Aquellos grandes dinosaurios herbívoros

 

La extinción abrió el camino de los dinosaurios para evolucionar y dominar el planeta durante los siguientes 135 millones años, antes de que ellos también fueran eliminados más tarde por un cataclismo planetario.

Esto pasará cuando el Megavolcán Yellowstone haga erupción

Se cree que esto es lo que pasará cuando el supervolcán ubicado en el Parque Nacional Yellowstone conocido como la Caldera Yellowstone, y que ha estado esperando para erupcionar los últimos miles de años, se decida a explosionar.

En los últimos años, muchos investigadores han sugerido que la llamada extinción del fin del Triásico y al menos otros cuatro episodios conocidos de exticiones fueron causados al menos en parte por megavolcanes y el resultante cambio climático. Sin embargo, no fueron capaces de relacionar estrechamente en el tiempo los depósitos dejados por las erupciones a los accidentes biológicos.

 

 

Resultado de imagen de Grandes extinciones

 

Este estudio, publicado en Science , proporciona el enlace más ajustado todavía, con una fecha precisa para la extinción del final del Triásico, 201.564.000 años atrás, exactamente al mismo tiempo que un flujo masivo de lava. “Esto no puede saciar todas las preguntas sobre el mecanismo exacto de la propia extinción. Sin embargo, la coincidencia en el tiempo con el vulcanismo es más o menos acorazada”, dijo el coautor Paul Olsen, geólogo del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia que investiga el límite desde la década de 1970.

 

 

“Parece muy probable que ayer hubo vida en otros planetas, en los que hoy no la hay. La idea de que la propia vida existente en el planeta Tierra fuera la que modeló las condiciones medioambientales, para ajustarlas a sus propias necesidades aparece ya en 1875, en un artículo publicado en la Scientific American. Ciertamente, existen indicios suficientes que apuntan a que la Tierra es lo que es, gracias a la vida que existió en ella”.

 

 

Causas de la primera extinción

 

 

Los científicos creen ahora que la primera gran extinción fue causada por una explosión Supernova que acabó con la mayoría de las especies, otras causas podrían estar en razones distintas y que las extinciones se produjeran en varias fases y que probablemente el responsable fue un periodo glacial o la disminución de la cantidad de oxígeno disponible para la supervivencia de las especies.

Causas de la tercera gran extinción

Un apocalípsis volcánico que casi acaba con la vida en la Tierra. Lo cierto es que hasta hace poco, los científicos no se ponían de acuerdo acerca de quién o qué fue el responsable de la masacre mundial. Se barajaban media docena de causas y, recientemente, avances en las técnicas de datación y nueva evidencia geológica han proporcionado lo que parece ser la prueba más firme: nuestro planeta sufrió una intensísima actividad volcánica hace casi un millón de años. El gran volumen de  gases de efecto invernadero provocado por los millones de kilómetros cúbicos de lava expulsados (se habla de 3 billones de toneladas de carbono, suficientes para desencadenar un cambio climático masivo), generaron un calentamiento global que derivó en tal desastre.

La Gran Mortandad

 

 

Resultado de imagen de La extinción de los pobladores del Océano y los ictiosaurios

 

 

Este es el nombre informal que recibe también la tercera gran extinción y es que casi acabó con la vida en la Tierra: fue la mayor extinción ocurrida en nuestro planeta. En este período murió el 70% de los vertebrados terrestres y el 90% de las especies en los océanos.

La extinción masiva del Pérmico-Triásico señalada como “Final P” en el gráfico.
“La extinción masiva del Pérmico-Triásico (PT), llamada también de manera informal la Gran Mortandad,​ fue una extinción masiva ocurrida hace aproximadamente 250 millones de años​ y define el límite entre los períodos Pérmico y Triásico. Ha sido la mayor extinción ocurrida en la Tierra. En ella desaparecieron aproximadamente el 95 % de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres.​ Con tan poca biodiversidad resultante, la vida tardó mucho tiempo en recuperarse. Numerosas ramas evolutivas del árbol de la vida fueron cercenadas, dejando muy pocos representantes disponibles para repoblar el planeta.3 Durante largo tiempo la Tierra solo fue un páramo desértico dominado por los hongos.”
Lo cierto es que nadie sabe, a ciencia cierta, las causas de tal catástrofe y, la ciencia sólo ha podido conjeturar sobre lo que pasó.

 

Quinta extinción masiva: entre el período Cretácico y Terciario

 

 

Resultado de imagen de El fin de los grandes reptiles

“La quinta extinción masiva, que tuvo lugar entre los períodos Cretácico y Terciario, 65 millones de años atrás, es la más famosa de todas porque en esta desaparecieron los dinosaurios. Aquí sí parece haber una causa probable: el impacto contra la Tierra de un asteroide de grandes proporciones que provocó el cráter de Chicxulub, en la Península de Yucatán. Un gran porcentaje de los géneros biológicos desapareció, incluyendo los reptiles gigantes.”

Resultado de imagen de Se está gestando la sexta extinción

Desde la “materia oscura” hasta la extinción de las especies, la humanidad siempre ha estado haciendo preguntas que la Ciencia ha tratado de responder, y, como la ignorancia es grande, cuando no sabemos contestar, teorizamos y nos valemos de las conjeturas para tratar de contestar a las preguntas planteadas que, no en pocas ocasiones, nos sobrepasan.

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Lo cierto es que nos encontramos solos ante tanta grandeza y, a veces, queriendo ser sinceros con nosotros mismos, reconocemos nuestra fragilidad (que no insignificancia), en cualquier momento un objeto venido del Espacio, o, nosotros mismos con nuestro irresponsable comportamiento de querer obtener beneficios como sea, podemos poner en marcha la Sexta y última extinción.

¡Cuidado con la Inteligencia Artificial!

emilio silvera

 

  1. 1
    FRANCISCO PONCE MORENO
    el 1 de octubre del 2018 a las 17:54

    Se habla muchas veces, y se ha hecho a través de las diversas épocas, tal vez desde que el ser humano ha podido hacerlo, de encontrar sentido a nuestra vida. Pero casi siempre se ha hecho desde un punto de vista religioso o filosófico. Como algo necesario para poder llenar espiritualmente nuestra existencia. Considero que el enfoque no es del todo correcto al no ser inevitable, a mi entender, una reflexión de ese tipo, inmaterial. Porque parece que se hace en relación con algún fin concreto, con un aspecto teleológico, como si no mereciera la pena existir sin saber cuál es la meta última. La forma en que lo analizo es ésta: nos damos cuenta, en un momento determinado de nuestra existencia probablemente diferente para cada individuo, de que estamos en un mundo que tiene unas características concretas, rodeados de otros seres como nosotros y de una Naturaleza que nos contiene a todos y nos preguntamos qué es lo que nos ha traído aquí y para qué. Hasta aquí nada es distinto a lo usual, pero ahora introduzco un aspecto que considero esencial: nos lo preguntamos simplemente porque tenemos la capacidad de hacerlo y porque, curiosos como somos, sentimos la necesidad de descubrir las causas, sin necesidad de que haya una finalidad concreta en esa búsqueda. Sencillamente lo hacemos porque no podemos evitarlo y, en todo caso, podemos concluir que el sentido de la vida es vivir. Así de elemental, sin hacer lucubraciones más o menos brillantes al respecto, sino, acaso, dándole sentido a cada momento sin que ello suponga pérdida de algo importante que por otra parte creemos intangible, cuando la experiencia diaria nos dice que nada hay más concreto que lo que estamos haciendo en ese momento y de poco sirve dar vueltas a algo tan inconcreto como cuál es la finalidad de nuestro existir distinta de eso: vivir.

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    • 1.1
      kike
      el 1 de octubre del 2018 a las 18:21

       Lo que dices lo he pensado más de una vez, pero generalmente respecto al resto del reino animal.

       Les veo moverse, alimentarase, procrear, en definitiva hacer lo mismo que nosotros; y suponiendo que ellos no dispongan de “espíritu”, sin querer me llega la pregunta: Porqué, para qué?. No parecen necesitar de ningún tipo de estímulo mental o espiritual para poder medrar perfectamente en su entorno.

       Supongo que realmente disponen del mismo “sentido de la vida” del que hablas. Quizás les falta algo de curiosidad y de imaginación, pero en el resto se nos parecen demasiado…

       Y dices bien, tras todas esas elucubraciones(en algunas ocasiones), de filosofía, humanismo, espiritualidad, etc.etc., lo que queda al final es la necesidad simple y llanna de vivir, puesto que por algo hemos nacido….

      Responder
      • 1.1.1
        Emilio Silvera
        el 2 de octubre del 2018 a las 4:20

        ¡Hola, amigo Kike!

        Muchos grandes filósofos han sido los que se han preocupado de todo ese tema, del sentido de la vida, ya Séneca se refería a todo eso en su obra “La brevedad de la vida”. Y dices bien, convivimos con una gran cantidad de especies pero, lo que se dice llegar a conocerlas… No hemos podido en el sentido profundo de saber lo que puedan sentir, si piensan y hasta donde llegan sus sentidos, o, si sólo responden al instinto de conservación. Es todo muy complejo y nosotros muy ignorantes para poder explicar ciertas cuestiones, y, precisamente por eso, como hago yo mismo en mis comentarios, nos dedicamos a conjeturar sobre lo que suponemos que podría ser.

        Un abrazo.

        Responder
    • 1.2
      Emilio Silvera
      el 2 de octubre del 2018 a las 4:32

      Práctico punto de vista el tuyo, y, posiblemente lleves toda la razón, el sentido de todo es vivir el tiempo que a cada criatura se nos ha dado para estar aquí, sin más motivos trascendentales, ya que, de lo que no podemos dudar es que, cuando nos vayamos, ninguna estrella dejará de brillar en el cielo. Todo seguirá igual, y, como se suele decir… ¡La vida sigue!

      Sin embargo, eso no impide que desde siempre, grandes pensadores se preocuparan de lo efímero de nuestras vidas y se preguntaban ¿Qué sentido tiene nuestra presencia aquí? No encontraban nada lógico que seres con unas mentes que evolucionaban continuamente y llegaban a comprender el sentido de las cosas, nacieran, vivieran y murieran sin más. Claro que, como nos dicen siempre, la Naturaleza, para conseguir sus fines, escoge siempre el camino más sencillo, y, seguramente, su único objetivo con nosotros es que (como nos decía Kike) vivamos y procuremos perpetuar la especie para que sigan ellos, el camino emprendido por los que estuvieron antes aquí. Seguramente no hay más explicación trascendente que esa pero, nos empeñamos en buscarla.

      Un cordial saludo.

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