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¿El Misterio? Persistirá, ¡como el Tiempo!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (6)
Los habitantes de este mundo hemos, hemos conseguido construir un cuadro plausible del Universo, de la Naturaleza que tratamos de comprender. Hemos llegado a ser conscientes de que, en ella, en la Naturaleza, están todas las respuestas que buscamos y, nosotros mismos no hemos llegado a conocernos por ese mismo hecho de que formando parte de la Naturaleza, somos parte del enigma que tratamos de desvelar.
Algo impensable hace algunos siglos. Sin embargo ahora podemos explicar objetos como los que arriba podemos contemplar y sabemos de los mecanismos que han llevado hasta ellos.
Parece que estamos entrando en la edad adulta, quiero significar que después de siglos y milenios de esporádicos esfuerzos, finalmente hemos llegado a comprender algunos de los hechos fundamentales del Universo, conocimiento que, presumiblemente, es un requisito de la más modesta pretensión de nuestra madurez cosmológica.
Sabemos, por ejemplo, dónde estamos, que vivimos en un planeta que gira alrededor de una estrella situada en el borde de la Galaxia espiral a la que llamamos Vía Láctea, cuya posición ha sido determinada con respecto a varios cúmulos vecinos que, en conjunto, albergan a unas cuarenta mil galaxias extendidas a través de un billón de años-luz cúbicos de espacio.
También sabemos más o menos, cuando hemos entrado en escena, hace unos cinco mil millones de años que se formaron el Sol y los planetas de nuestro Sistema Solar , en un Universo en expansión que probablemente tiene una edad entre dos y cuatro veces mayor. Hemos determinado los mecanismos básicos de la evolución de la Tierra, hallado prueba también de evolución química a escala cósmica y hemos podido aprender suficiente física como para comprender e investigar la Naturaleza en una amplia gama de escalas los Quarks saltarines en el “mundo” microscópico hasta el vals de las galaxias.
El Tiempo inexorable nunca dejó de fluir y mientras eso pasaba, nuestra especie evolucionaba, aprendía al observar los cielos y cómo y por qué pasaban las cosas. Hay realizaciones humanas de las que, en verdad, podemos sentirnos orgullosos. Aquellos habitantes de Sumer y Babilonia, de Egipto o China y también de la India y otros pueblos que dejaron una gran herencia de saber a los Griegos que pusieron al mundo occidental en el camino de la ciencia, nuestra medición del pasado se ha profundizado unos pocos miles de años a más de diez mil millones de años, y la del espacio se ha extendido desde un cielo de techo bajo no mucho mayor que la distancia que nos separa de la Luna hasta el radio de más de diez mil millones de años-luz del universo observable.
Tenemos razones para esperar que nuestra época sea recordada (si por ventura queda alguien para recordarlo) por sus contribuciones al supremo tesoro intelectual de toda la Humanidad unida al contexto del Universo en su conjunto por unos conocimientos que, aunque no suficiente, sí son los necesarios para saber dónde estamos y, , debemos buscar la respuesta a esa pregunta: ¿Hacia dónde vamos?
Claro que, el futuro es incierto… ¡Todo cambiará!
en la física, en el mundo y en nuestras vidas, también está presente el principio de incertidumbrey, de ninguna manera, podemos saber del mañana. Sin embargo, cuanto más sabemos del universo, tanto más claramente comprendemos lo poco que sabemos de él. La vastedad del Universo nos lleva a poder comprender algunas estructuras cósmicas y mecanismos que se producen y repiten como, el caso de la destrucción que nos lleva a la construcción. Es decir, una estrella masiva vieja explota y siembre el Caos y la destrucción en una extensa región del espacio, y, es precisamente ese hecho el que posibilita que, nuevas estrellas y nuevos mundos surgan a la vida. Sin embargo, la grandeza, la lejanía, esa inmensidad que se nos escapa a nuestra comprensión terrestre, nunca nos dejará comprender el universo en detalle y, siendo así, siempre tendremos secretos que desvelar y misterios que resolver.
Hasta llegar aquí, hicimos un largo recorrido, todos los pueblos aportaron alguna cosa al saber del mundo de hoy. Distintas creencias y pensamientos que nos trajeron hasta aquí.
BIBLIOTECA TRINITY COLLEGE DE DUBLÍN
Si añadimos a todo eso que, si poseyésemos un atlas de nuestra propia Galaxia y que dedicase una sola página a sistema estelar de la Vía Láctea (de modo que el Sol y sus planetas estuviesen comprimidos en una página), tal atlas tendría más de diez mil millones de volúmenes de diez mil páginas cada uno. Se necesitaría una biblioteca del tamaño de la de Harvard para alojar el Atlas, y solamente ojearlo al ritmo de una página por segundo nos llevaría más de diez mil años. Añádanse los detalles de la cartografía planetaria, la potencial biología extraterrestre, las sutilezas de los principios científicos involucrados y las dimensiones históricas del cambio, y se nos hará claro que nunca aprenderemos más que una diminuta fracción de la historia de nuestra Galaxia solamente, y hay cien mil millones de galaxias más.
Sabiendo todo todo esto, siendo consciente de que, realmente, es así, tendremos que convenir con el físico Lewis Thomas dijo: “El mayor de todos los logros de la ciencia del siglo XX ha sido el descubrimiento de la ignorancia humana”.
La ignorancia, como todo en el Universo, es relativa. Nuestra ignorancia, por supuesto, siempre ha con nosotros, y siempre seguirá estando, es una compañera con la que cargamos toda nuestra vida y que nos pesa. Algunos procuramos que pese lo menos posible para hacer más llevadero el viaje. Lo nuevo está en nuestras consciencias y de ellas, ha surgido nuestro despertar al comprender de sus abismales dimensiones, y es eso más que otro cosa, lo que señala la madurez de nuestra especie. El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final pero la aventura del aprendizaje siempre será interminable y eterno, quizá (no me he parado a pensarlo) pueda ser esa la única forma de eternidad que pueda existir.
La ciencia tiene límites. Foto CC-BY Galería de NASA Goddard and Video.
La dificultad de explicarlo todo no se debe a nuestra debilidad mental, sino a la estructura misma del universo. En los últimos siglos hemos descubierto que la trama del cosmos puede abordarse en varios niveles diferentes. Mientras no se descubre el siguiente nivel, lo que ocurre en el anterior no se puede explicar, sólo puede describirse. En consecuencia, para el último nivel que se conoce en cada momento nunca hay explicaciones, sólo puede haber descripciones.
La Ciencia es abierta y exploratoria, y comete errores todos los días. En verdad, ese será siempre su destino, de acuerdo con la lógica esencial del segundo teorema de incompletitud de Kurt Gödel. El teorema demuestra que la plena validez de cualquier sistema, inclusive un sistema científico, no demostrarse dentro del sistema. Es decir, tiene que haber algo fuera del marco de cualquier teoría para poder comprobarla. La lección que podemos haber aprendido es que, no hay ni habrá nunca una descripción científica completa y comprensiva del universo cuya validez pueda demostrarse.
No es que pertenezcamos al Universo, formamos de él
Y, a todo esto, debemos alegrarnos de que así sea, de que no podamos comprender el Universo en toda su inmensa dimensión y diversidad. Nuestras mentes necesitan que así sea y, tendrán, de esa manera, el escenario perfecto para seguir creciendo a medida que busca todas esas respuestas que nos faltan y, lo bueno del caso es que, respuesta que encontramos, viene acompañada de un montón de nuevas preguntas y, de esa manera, esa historia interminable de nuestra aventura del saber…llegará hasta la “eternidad” de nuestro tiempo que, necesariamente, no tiene por que ser el tiempo del universo.
emilio silvera.
el 20 de enero del 2021 a las 17:29
https://www.investigacionyciencia.es/noticias/por-qu-nuestra-improbable-existencia-no-apoya-la-idea-del-multiverso-19443
el 20 de enero del 2021 a las 17:42
Como siempre, aludiendo a narrativas mas plausibles.
Osea, ¿Que hace que se sustente el mundo?
a) Un demiurgo, tal vez.
b) Unas constancias y o relacion de magnitudes e interacciones fundamentales.
c) Aquello que llamamos mundo, una narrativa mas plausible sin mas.
d) Aquello que llamamos conciencia un alucinojeno, el hombre una perpectiva sin mas no muy distinta de la perpectiva de cualquier azar.
e) El azar, solemnidad o ruindad.
¿Hay magnitud fisica que describa, el guiño que un objeto hace a otro?
O bien, aquello que llamamos energia es un reflejo de un impetu risueño.
Los limites de la analitica:¿Hay ecuacion que explique su propia solucion?.
Conclusion:Si resulta que hay ecuaciones sin solucion posible, esto nos esta indicando, que no hay nada que se explique asimismo, por tanto todo se reduce a narrativas mas plausibles.”La realidad no se distingue en na de una terquedad”
el 20 de enero del 2021 a las 17:56
1+1=2,un convencionalismo, nohay ley fisica que lo explique. No hay otra narrativa posible
el 20 de enero del 2021 a las 18:29
1+1=2,no hay magnitud fisica que lo refrende.Todo un espejismo consensuado. Y gracias que nos pidamos servir de ello queno es poco
el 21 de enero del 2021 a las 5:43
“El físico teórico Lee Smolin ha estimado que la probabilidad de que, por puro azar, tales parámetros resulten compatibles con la existencia de vida es del orden de 1 en 10229.”ws
El señor Smolin emite su opinión en un sentido y otros tan reputados como él, la emiten en el contrario, y, los oyentes, no tenemos el medio necesario para saber qué opinión es la que se ajusta a la realidad. Sin embargo, a mi humilde parecer y aplicando la lógica, creo que Smolin está equivocado, ya que, como decía Einstein, el Universo es igual en todas partes y, en todas las regiones, por muy alejadas que estén, rigen las mismas fuerzas y las mismas contantes, así que, lo que pasa “aquí” también debe pasar “allí”.
La cuenta que hace sobre los parámetros necesarios para que la vida esté presente y que la probabilidad sea de 1 en 10229 es ridícula.
Sólo en nuestra Galaxia existen unos 30.000 millones de estrellas como el Sol, enanas medianas amarillas de la clase G2V, y, casi todas tienen planetas orbitándolas. Si sólo un 10% tiene un planeta en la zona habitable, tendríamos 3.000 mundos con la posibilidad de contener formas de vida.
En relación a la existencia de otros universos… ¿Por qué no? Muchos estudios y observaciones han confirmado que más allá del final del nuestro parece que existe “algo grande” que tira del nuestro.
¿Especulaciones? Sí, pero en los dos sentidos, con lo cual, ninguna de esas opiniones sale victoriosa, y, por mi parte, me quedo con la de otros mundos habitados y la existencia de otros universos.
el 21 de enero del 2021 a las 5:57
Está claro que nuestras mentes han evolucionado bastante y han logrado adquirir muchos conocimientos del medio que nos rodea y de ese otro más lejano que llamamos Espacio Interestelar, y, de la misma manera, en el extremo contrario, donde habita lo muy pequeño, también hemos sido capaces de “entrar” para “ver” lo que ocurre en el mundo atómico de las partículas infinitesimales y energías inconmensurables para esas limitadas medidas.
Así, estando en posesión de dichos conocimientos, nuestras mentes se dislocan y salen disparadas hacia lejanos territorios donde prevalece la especulación, y, allí, sin ninguna clase de freno que las limite, dejan volar sus ideas (no pocas de ellas peregrinas), que la mayor parte de las veces son imposibles de verificar y quedan ahí, pendientes del visto bueno que llegará en el futuro lejano, cuando las técnicas nos permitan comprobar lo que hoy queda fuera de nuestro alcance, y, mientras tanto, cada cual deja su opinión en función de lo que “cree” que debe ser, lo que no quiere decir que sea.
El mejor ejemplo de ello lo tenemos en la Teoría de Cuerdas, es prometedora y ofrece muchas cuestiones que ilusionan pero, se necesitan energías de 1019 GeV para poder verificarla, y, comprobar la existencia de vida en otros mundos o la existencia de multiversos… ¡No está en nuestras capacidades presentes! Así que… ¡A especular!