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¡El futuro incierto!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Futuro incierto    ~    Comentarios Comments (19)

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                                        ¿Qué papel jugaremos nosotros para cuando esto llegue?

A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.

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                                                                  Robots que superen a los humanos

Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegarán a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismas? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.

La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.

      No saber donde está el límite… ¡Qué peligro!

Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.

Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para  funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos

    Nuevas generaciones de robots que…, ¿comienzan a ser peligrosos? Tienen cerebros positrónicos

Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.

Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!

Resultado de imagen de Robot en el Espacio

Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.

El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.

Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.

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Imágenes que serán del pasado, la manera pionera de visitar otros mundos

… pusieron en marcha el proyecto Ptinto por el Centro de Astrobiología y el proyecto Snorkel por la NASA consistente en probar en dicho río varios robots subacuaticos que buscarían la presencia de vida … Aguas con un PH imposible que, sin embargo, contenía una rica diversidad de vida.

Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.

Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.

Robot 'Curiosity'

    Incluso en otros planetas a millones de distancia de la Tierra, realizan los trabajos programados

Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).

Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.

                                                   Los Androides del futuro. ¿Tendrán autonomía de pensamiento?

La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.

Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!

  Pronto nos costará distinguirlos

Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando la tarea en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.

Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.

Resultado de imagen de Inteligencia artificial de última generación

             ¡El día que tengan consciencia de Ser! Cuando puedan pensar y decidir por sí mismos…

Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.

Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.

Imagen relacionada

            Esta simpática imagen ya ha sido superada

Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros.  Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?

Resultado de imagen de Los robots de Asimov y sus leyes

  1. Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.

Pero, ¿quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia! No siempre hemos sabido cuando nos teníamos que parar, y, estamos hablando de crear una nueva especie con inteligencia que nos podría desbancar.

 

Ciertamente hemos imaginado mundos futuros en los que, no parece que las tres leyes de la robótica puedan preservar la integridad física de los humanos. Si los robots alcanzan ese nivel autónomo de pensamiento… Sería, ¡la rebelión de las máquinas! tantas veces vista en la ficción del cine.

¿Que puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos?

“Investigadores españoles han realizado un estudio sobre el impacto que tendrán los robots en la sociedad del futuro. Los resultados son inquietantes: según sus descubrimientos para el año 2020 los robots serán tan “inteligentes” y su interacción con los humanos será tan grande que existirá un desequilibrio tecnológico enorme entre quienes posean o no una estas herramientas.

Parece mentira que, alguna vez, lleguen a sentir… llorar o reir. El día que puedan tomar decisiones por sí mismos… ¡Mal futuro espera a la Humanidad!

Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo ésto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplanten a la Humanidad y cumplan finalmente los sueños de ésta, que harán suyos?.

¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.

 

    Ciudades que surcan el hiperespacio y que se pueden situar en los fondos marinos

Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.

Resultado de imagen de las especies en el árbol de la vida

Nosotros sólo representamos una pequeña ramita en el árbol de la vida

Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seámos la más inteligente.

      La vida pudo llegar del Espacio porque, por todo el Espacio están sembrados sus ingredientes

Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos pueden superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.

                                 No podemos saber lo que vendrá. ¡Es tan grande el Universo!

Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.

Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y, la Naturaleza? En Japón hemos visto estos días de lo que es capaz y, desde luego nada puede ser descartado.

                     Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!

Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.

Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.

 

El destino, ¡tiene tantas bifurcaciones! Parece un laberinto de espejos que lo hace incierto. ¿Cómo evolucionaremos? ¿Crearemos a nuestros destructores? Tenemos que ser consecientes de que jo somos nada especiales, de que la vida prolifera en el Universo por infinidad de mundos, que no podemos tirar por la borda lo que tanto trabajo nos costó conquistar, y, antes de dar algún paso de consecuencias irreversibles… ¡Debemos contar hasta un millón, para que nos dé tiempo a recapacitat!

Pero lo cierto es que, ilusos y tranquilos -de otra manera sería horrible la vida-, seguimos avanzando y, a veces, creyéndonos más de lo que en realidad somos. No podemos negar nuestros éxitos, en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo. Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años. Siendo eso así (que lo es), habrá que ser más humildes y jugar a ser dioses.

Resultado de imagen de Colonias extraterrestres de RobotsResultado de imagen de Colonias extraterrestres de Robots

Tal población de robots sería inicialmente controlada de forma remota desde la Tierra, según los autores del estudio. La colonia luego se iría convirtiendo en habitable otros mundos

También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales espintrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?

Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo: ¡el Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!

emilio silvera

 

  1. 1
    Pedro
    el 7 de febrero del 2019 a las 20:16

    Acerca de los enlaces atómicos :Una curiosidad acerca de la formación de las distintas moléculas: resulta que los electrones son de carga negativa, siendo negativa en teoría no deberían formar compuestos con otros elementos donde sus electrones son  carga negativa. Ya que cargas negativas en fermiones se repelen.

    El electromagnetismo interviene en la relación electrón-protón,  entre electrón y sus distintos orbitales dentro del átomo.(efecto túnel) , también entre electrón y electrón (efecto túnel) mediando un fotón.

    Enlaces iónicos, covalentes y metálicos, y o fuerzas de Van der Vaals.(captan unos atomos a otros algúnos de sus electrones)

         ¿Como se forman moléculas si resulta que todos los átomos sus electrones son de carga negativa y son átomos neutros? Y las distintas moléculas se forman por electrones de Valencia, y estos son siempre negativos?.
    Tenemos el agua:H2O.
    Dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, bien ahora cuantos electrones, dos de los dos atomos del hidrógenos y 8 de un solo átomo de oxígeno.(2,6)
    En total una molécula de agua: num protones 10 ,num electrones 10.osea neutra.
    Como los átomos naturales osea nuetros.
    Algo se me escapa, si son los electrones llamados de Valencia, y estos son todos negativos , no entiendo cómo pueden formar compuestos. Y por otra parte si los átomos son neutros no hay ninguna razón para querer interaccionar con otros. En teoría se bastan a si mismos, (Salvo que haya por allí cerca un fotón tocando los pies y verse obligados a interactuar perdiendo su identidad original). Y resuelta la cuestión. ¿Correcto?

    Responder
  2. 2
    nelson
    el 8 de febrero del 2019 a las 0:50

    Hola muchachada.
    Si no recuerdo mal, la moléculaa de agua tiene 10 protones, pero 8 electrones; los dos electrones de los dos átomos de hidrógeno, son compartidos en el segundo nivel del átomo de oxígeno. Hay molécula de agua por eso mismo; si fuera simplemente la suma de dos átomos de hidrógeno más un átomo de oxígeno (dos protones + dos electrones+ ocho protones+ ocho electrones) serían tres átomos distintos, juntos pero independientes como seguramente respiramos a cada momento, pero no agua. Justamente lo que hace que la unión de la molécula de agua sea tan poderosa es el enlace covalente que le permite realizar ese compuesto y tantos otros en otras combinaciones. 
    Saludos.

    Responder
    • 2.1
      nelson
      el 8 de febrero del 2019 a las 1:06

      Bueno, parece que recordé mal. Estaba completamente equivocado.
      De todos modos, creo que aquí hay una explicación para lo que plantea Pedro. http://www.middleschoolchemistry.com/espanol/capitulo5/leccion1/
      Saludos cordiaales.

      Responder
      • 2.1.1
        Fandila Soria
        el 11 de febrero del 2019 a las 18:20

        Que tal Nelson

        Me viene a la memoria, como el neutrón posee una exigua carga negativa. Leyendo la cita de internet sobre la cierta bipolaridad del agua, caigo en la cuenta de que el oxígeno posee neutrones no así los hidrógenos que sólo poseen un protón.  Es decir, de por sí ya existiría físicamente una diferencia de polaridad entre oxígeno e hidrógenos.
        ¿Cómo se daría el enlace covalente? ¿Hacia adónde se acumarian mayor cantidad los electrones? Hacía el oxígeno que es positivo.  El resultado es equivalente, pero el inicio de la bipolaridad ya permanecía desde el principio. Nada extraordinario

        Responder
    • 2.2
      Pedro
      el 9 de febrero del 2019 a las 0:26

      Supongo que es como indicas, voy a enredar más la cuestión:
      Sí un átomo se une a otro átomo, resulta que comparten electrones de valencia entre ellos, bien ok. De hay las moleculas. Entoncés donde queda la exclusión de Pauli, que dice que dos electrones no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo.
      Si son atomos neutros, y los electrones se repelen, hay una fuerza exterior que les obliga a ello, electromagnética-Van ser Vaalls o bien el carácter neutro de los distintos atomos no es cien por cien, de hay formar infinidad de moléculas.
      Por otro lado si todo se reduce a compartir electrones de valencia, en teoria todos los atomos podrían relacionarse con todos los demás atomos. Sin embargo un hidrógeno no interactúa con el oro. O un oxígeno tampoco con el argón. (Supongo que estos dos ejemplos no interactúan en realidad). 

       
      ¿Que determina que un átomo interactúe con unos si y otros no? Al margen de los electrones de valencia y o números de orbitales?. Si todo se reduce a protones, neutrones y electrones. Y ya no digamos la disparidad de propiedades de cada ellos. Solo distinguibles por el num.de sus componentes, tantos protones, tantos neutrones, tantos electrones de valencia.

      Responder
      • 2.2.1
        nelson
        el 10 de febrero del 2019 a las 2:26

        Hola muchachada.

        En general, los átomos inestables son los que tienen el nivel exterior de electrones incompleto. Si tiene el nivel exterior completo se dice que son estables. Los átomos inestables “buscan” completar ese nivel con otros átomos. El primer nivel de un átomo tiene un máximo de dos electrones; el segundo nivel tiene un máximo de ocho electrones, etc.
        El hidrógeno (inestable) al tener sólo un electrón en su único nivel, se complementa consigo mismo (otro átomo de hidrógeno) y alcanza una molécula compuesta de dos átomos de hidrógeno con dos protones y dos electrones en su nivel (ahora completo). por eso el hidrógeno que conocemos, abundante en la naturaleza, es una molécula (H2).
        En realidad los elementos inestables tienden a completar su último nivel o a desembarazarse de un electrón siguiendo la mayor economía de energía. Por ejemplo el litio, el elemento 3, tiene un sólo electrón en su segundo nivel, por lo que le resulta más económico librarse de él, mediante reacciones químicas, que completar ese nivel consiguiendo siete electrones. Pero esto es mucho más complejo y entro en un terreno resbaladizo puesto que ya hemos visto que ando flojo. De cualquier modo, hay una llamada “regla del octeto” que todos los elementos cumplen y que contesta tu pregunta: “¿Qué determina que un átomo interactúe con unos sí y otros no?

        Saludos.

        Responder
        • 2.2.1.1
          Pedro
          el 10 de febrero del 2019 a las 8:58

          Gilbert Newton Lewis, dice que los iones de los elementos del sistema periódico tienen la tendencia a completar sus últimos niveles de energía con una cantidad de 8 electrones, de tal forma que adquieren una configuración muy estable. 
          Mi pregunta va encaminada en otro sentido, resulta que los electrones tienen aversión a si mismos, se respeten entonces porque tanto afán por interactuar.si los átomos nos dicen que son neutros, y la interacción es por captura de electrones de Valencia. Ya sé que todo es por captura de electrones pero esto va en contra del principio de exclusión de Pauli. Es lo que me parece a mí.

  3. 3
    nelson
    el 8 de febrero del 2019 a las 2:26

    No puedo haber estado equivocado casi 60 años… máxime que no andaba mal en química… 
    Supongo que confundí  con los enlaces iónicos…. estuve buscando y parece que es eso… La otra explicación es que el Alzheimer avanza… 
    Saludos cordiales.

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 8 de febrero del 2019 a las 5:16

      ¡Extraña Naturaleza!

      Si nos introducimos en el “mundillo” de la mecánica cuántica y de la química, nos podemos encontrar con los “imposibles” caminos que recorre la Naturaleza para conseguir sus fines. De otra manera, nuestro Universo no podría ser tal como lo podemos observar, sería otro Universo, ty, en ese caso… ¿Estaríamos nosotros aquí?

      LO cierto es que, son muchas más las preguntas que las respuestas.

      Responder
      • 3.1.1
        Fandila Soria
        el 11 de febrero del 2019 a las 18:36

        ¿Tiene fallos la Naturaleza, o es que esta hecha a base fallos?

        Qué puede salir de algo tan aleatorio como el vacío, según se dice. Para que hablar de la bomba del big-bang.
        Tanta catástrofe y tanto desacierto.
        ¿Será que lo realmente bueno está por venir? O tal vez no, sino que “no somos nadie” y la materia que nos anima,  no da más de sí.  ¿Tan pobre será nuestro universo?.

        Responder
        • 3.1.1.1
          emilio silvera
          el 12 de febrero del 2019 a las 5:22

          El Universo, amigo Fandila, es, la Destrucción para la creación. Todo se destruye para que surja algo nuevo, es la dinámica de nuestro UNiverso: materia y energía en perpetuo cambio.

  4. 4
    nelson
    el 11 de febrero del 2019 a las 15:35

    Hola muchachada.

    Históricamente el principio de exclusión de Pauli fue formulado para explicar la estructura atómica y la organización de la tabla periódica, y consistía en imponer una restricción sobre la distribución de los electrones en los diferentes estados cuánticos. Posteriormente, el análisis de sistemas de partículas idénticas llevó a la conclusión de que cualquier estado debía tener una simetría bajo intercambio de partículas peculiar, lo cual implicaba que existían dos tipos de partículas: Fermiones, que satisfarían el principio de Pauli, y bosones, que no lo satisfarían.
    El principio de exclusión de Pauli estipula que dos Fermiones no pueden ocupar el mismo estado cuántico dentro del mismo sistema al mismo tiempo, mientras que para el caso de los electrones estipula que es imposible para 2 electrones en un mismo átomo tener los mismos 4 valores para los números cuánticos, donde esos 4 números incluyen el número cuántico principal, el número cuántico de momento angular, el número cuántico magnético y por último, el número cuántico de espín. Como se ha dicho, el principio de exclusión de Pauli solo es aplicable a Fermiones , esto es, partículas que forman estados cuánticos antisimétricos y que tienen espín semientero. Son Fermiones, por ejemplo, los electrones y los quarks (estos últimos son los que forman los protones y los neutrones). En cambio, partículas como el fotón, y el (hipotético) gravitón, no obedecen a este principio, ya que son bosones, esto es, forman estados cuánticos simétricos y tienen espín entero. Como consecuencia, una multitud de fotones puede estar en un mismo estado cuántico de partícula, como en los láseres.
    Es sencillo derivar el principio de Pauli, basándonos en el teorema espín-estadístico aplicado a partículas idénticas. Los Fermiones de la misma especie, forman sistemas con estados totalmente antisimétricos, lo que para el caso de dos partículas significa que:
    {\displaystyle |\psi (x)\psi ‘(x’)\rangle =-|\psi ‘(x)\psi (x’)\rangle }
    La permutación de una partícula por otra, invierte el signo de la función que describe al sistema. Si las dos partículas ocupan el mismo estado cuántico {\displaystyle |\psi \rangle }, el estado del sistema completo es {\displaystyle |\psi \psi \rangle }. Entonces:
    {\displaystyle |\psi (x)\psi (x’)\rangle =-|\psi (x’)\psi (x)\rangle =0\;{\hbox{(ket nulo)}}}
    En este caso, no puede darse porque el ket anterior no representa un estado físico. Este resultado puede generalizarse por inducción al caso de más de dos partículas.
    Consecuencias[editar]
    El caso más conocido, por su amplia utilización en el campo de la química y la física atómica, es el sistema cuántico del átomo de Schrödinger, siendo los Fermiones los electrones. Por ello es la versión más conocida de este lema:
    Dos electrones en un átomo no pueden tener los mismos números cuánticos.
    Otro fenómeno físico del que es responsable el principio de Pauli, es el ferromagnetismo, en el que el principio de exclusión implica una energía de intercambio que induce al alineamiento paralelo de electrones vecinos (que clásicamente se alinearían antiparalelamente)./(•)(•)\
    (Wikipedia).

    Además:

    La mecánica cuántica es una teoría física en la que el proceso de medida no es determinista, esto significa que dados dos sistemas físicos con el mismo estado cuántico, al medir sobre ellos una cierta magnitud no tiene por qué obtenerse el mismo valor. Esto contrasta fuertemente con la noción de medición en la mecánica clásica. La mecánica cuántica es una teoría que da cuenta de la naturaleza probabilista del proceso de medida y tanto su formalismo, como la noción de estado cuántico, son abstracciones para poder explicar el hecho experimental de indeterminación de la medida.
    En el formalismo de la mecánica cuántica los sistemas físicos se representan matemáticamente por un vector de estado para estados puros o mediante una matriz densidad para estados mixtos. Equivalentemente el vector de estado es representable también como función de ondas (en representaciones de base continua). Tanto el vector de estado como la matriz densidad permiten predecir valores posibles de los experimentos asociados a la medición de observables físicos.
    El estado cuántico es una representación matemática abstracta, por lo que existe una fuente de dificultades al tratar este formalismo de la teoría por primera vez ya que no existen buenos análogos clásicos que resulten intuitivos. Especialmente, que el estado cuántico no es el estado en el que se puede encontrar, ya que al observar un objeto cuántico se obtiene siempre un valor propio para ese observable, aunque el estado del sistema no sea un estado propio para ese observable.

    Saludos cordiales.

    Responder
    • 4.1
      emilio silvera
      el 12 de febrero del 2019 a las 5:28

      Una buena explicación nunca está demás. En relación a ese Principio de exclusión, hay que decir que gracias a él se degeneran los electrones y neutrones (que son fermiones) cuando la masa de la estrella moribunda se comprime más y más y frena a la fuerza gravitatoria dejando como resultado una estrella enana blanca, en el caso de estrellas como nuestro Sol y de neutrones en estrellas más masivas.

      Responder
  5. 5
    nelson
    el 11 de febrero del 2019 a las 16:02

    Bueno, las fórmulas copipegadas no salen bien, pero de todos modos serían de difícil comprensión para un lego. Igualmente, están disponibles en la Wiki.

    Disculpen que aburra con tanta explicación técnica que afea esta esforzada página de divulgación para todo público, pero Pedro insiste en preguntas muy finas que ya tienen su respuesta en páginas especializadas, preguntas que ponen en tela de juicio todas las leyes, postulados, ecuaciones, etc. adelantando que son mamarrachos esperpénticos y cosas parecidas si no se le contesta prestamente, preguntas al fin tendientes a desacreditar a la Ciencia en cuánto no sepamos nosotros, simples aficionados, contestárselas en el momento.

    Intentaré no pronunciarme más sobre este tema.

    Saludos.

    Responder
  6. 6
    nelson
    el 11 de febrero del 2019 a las 16:21

    Hola Amigo Emilio.
    Hay un comentario previo pendiente de moderación. No se si es porque son enlaces.
    Gracias por todo.

    Responder
  7. 7
    Fandila Soria
    el 13 de febrero del 2019 a las 12:29

    .

    Responder
  8. 8
    Fandila Soria
    el 13 de febrero del 2019 a las 20:06

     Afín de cuentas es el spin el responsable del principio de exclusión de Pauli.
     El spin, su  línea real viene a indicarnos un eje de giro de la partícula.

    El spin 1, o entero, indicará un giro en la misma dirección de desplazamiento del bosón.
    El spin 1/2, o fraccionario de 2 en general, nos está indicando un baile de la partícula, como el de trompo.
    No cabe duda que la interacción entre fermiones, debida a dicho baile, es tan amplia que se estorban unos a otros. Las características de estos (emisiones y fuerzas) se desparraman en el espacio ocupado por ambas ondas partículas, en el nivel común ocupado, por lo que solo puede permanecer una de ellas en su nivel de distribución.
    Los bosones no presentarán tal exclusión porque ambas partículas, aunque giran se desplazan el la misma dirección, por lo que el estorbo entre ambas no existe ya que pueden deslizarse incluso imbricadas entre sí, como dos muelles entrelazados.

    Responder
    • 8.1
      emilio silvera
      el 13 de febrero del 2019 a las 22:05

      Y precisamente por eso, los bosones pueden ir juntos y los fermiones no. La explicación que se nos da: 

      “Todas las partículas elementales son bosones o fermiones, dependiendo de si su espín es entero o semientero. En física de altas energías y de partículas se dice que los bosones son los mediadores de fuerza o partículas portadoras de las interacciones fundamentales, puesto que los campos eléctromagnético, electrodébil, fuerte y presumiblemente el gravitatorio están asociados a partículas de espín entero.

      De hecho, la descripción cuántica de las interacciones fundamentales mencionadas consiste en el intercambio de una partícula que será siempre un bosón virtual. Así la interacción de dichos bosones virtuales con fermiones reales es lo que da lugar a dichas interacciones o fuerzas fundamentales. El alcance de dicha interacción en general viene dado por la masa de la partícula intercambiada.”

      “Mientras que los fermiones están obligados a cumplir el principio de exclusión de Pauli: “no puede haber más de una partícula ocupando un mismo estado cuántico”, no existe dicha exclusión para los bosones, ellos pueden ocupar estados cuánticos idénticos. El resultado de esto es que el espectro de un gas de fotones a cierta temperatura de equilibrio posee un espectro de Planck (ejemplos de ello son la radiación del cuerpo negro o la radiación del fondo cósmico de microondas, testigo que nos remonta al universo temprano). El trabajo con láseres, las propiedades de superfluido del helio-4 y la reciente formación del condensado de Bose-Einstein son todos consecuencia de la estadística de los bosones.

      Las diferencias entre las estadísticas bosónica y fermiónica es solo apreciable en grandes densidades, cuando las funciones de onda se superponen. A bajas densidades, ambos tipos de estadísticas se aproximan a la estadística de Maxwell-Boltzmann, donde ambos tipos de partículas se comportan clásicamente.”

      Responder
  9. 9
    emilio silvera
    el 13 de febrero del 2019 a las 22:07

    Estsría bien poder contemplar a ojo desnudo todo lo que pasa en ese “mundo” cuántico y maravillarnos del comportamiento de las partículas y de cómo se comportan para poder conseguir los fines que la Naturaleza les tiene encomendado a cada una de ellas.

    Responder

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