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¿Pueden llegarnos mensajes del futuro?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica ~ Comments (5)
Investigadores proponen una solución a algunos problemas de la Física Cuántica, y se refieren a los viajes en el tiempo o la paradoja del abuelo.
Las curvas temporales abiertas podrían resolver muchos problemas de la Física – NPJ QUANTUM INFORMATION
Un grupo internacional de investigadores, liderados por la Universidad de Singapur, acaba de demostrar que numerosos problemas de la Física Cuántica, hoy por hoy irresolubles, podrían solucionarse fácilmente con un ordenador cuántico que viajara a través de “curvas temporales abiertas”. El trabajo, que ha levantado gran expectación en la comunidad científica, se publica en la revista Nature Quantum Information.
IBM prepara el primer ordenador cuántico. La máquina podría resolver problemas que las computadoras actuales ni se pueden plantear. Cuando esté completada su configuración podrá dar millones de respuestas a un problema planteado en fracciones de segundo.
Hace ya una década que el físico Dave Bacon, que en la actualidad trabaja para Google, demostró que la mejor forma de resolver rápidamente todo un grupo de problemas de la Física (llamados NP-completo) y que traían de cabeza a los matemáticos, era utilizando un ordenador cuántico que se desplazara a través del tiempo. ¿La razón? El hipotético ordenador de Bacon podría moverse con libertad a través de una serie de “curvas cerradas de tiempo”, atajos en el tejido espaciotemporal que se curvan sobre sí mismos. La relatividad general en efecto, permite que dichos caminos puedan existir a través de las contorsiones en el espacio-tiempo que conocemos como agujeros de gusano.
¿Pero para qué enviar un mensaje en el tiempo y bloquearlo después para que nadie pueda leer su contenido? Sencillamente porque el procedimiento podría ser la clave que se necesitaba para resolver problemas que, actualmente, no tienen solución alguna. Y es que incluso un mensaje “sin abrir” puede resultar tremendamente útil, especialmente si los científicos “entrelazan” el mensaje con algún otro sistema antes de enviarlo.
Confirman el entrelazamiento cuántico gracias a la luz de una estrella
Como se sabe, el entrelazamiento cuántico es un efecto extraño que es posible solo en el mundo de la Física subatómica, y consiste en una suerte de “comunicación instantánea” entre partículas que, como si fueran hermanos gemelos diminutos, “saben” al instante lo que le ha sucedido a las demás partículas entrelazadas y reaccionan al instante, sin importar la distancia que las separe. Y lo que proponen los investigadores es precisamente eso, crear un entrelazamiento entre el mensaje enviado a través del tiempo y el sistema del laboratorio. Una correlación que podría alimentar y potenciar la computación cuántica.
Sin embargo, las curvas temporales cerradas conllevan no pocos problemas. En general, los físicos creen que, aunque son teóricamente posibles, algo debe de estar evitando que ese tipo de desplazamientos temporales se produzcan en la Naturaleza. De otra forma, argumentan, podrían darse todo tipo de paradojas, entre ellas la clásica de que alguien podría viajar al pasado y matar a su abuelo, impidiendo así su propia existencia.
Y no solo es la familia la que estaría amenazada por unos viajes así. En efecto, romper el flujo temporal, dejando a un lado el principio de causalidad (un acontecimiento causa otro, que causa otro, y otro…) también puede tener consecuencias para la propia Física cuántica. A lo largo de las dos décadas pasadas los investigadores han mostrado hasta la saciedad que los principios mismos sobre los que se basa la Física Cuántica se quiebran en pedazos ante la presencia de curvas temporales cerradas. Por ejemplo, se puede quebrar el principio de incertidumbre, que establece la imposibilidad de conocer al mismo tiempo determinados pares de magnitudes físicas de una partícula (como la velocidad y el momento). O incluso dejar a un lado el Teorema de no Clonación, que dice que los estados cuánticos no se pueden copiar y que constituye uno de los pilares más sólidos de la Mecánica Cuántica.
Evitar las paradojas
De Historias referidas a Viajes en el Tiempo hemos podido ver muchas en películas fantásticas
Sin embargo, el nuevo trabajo muestra que un ordenador cuántico sería capaz de resolver problemas hasta ahora irresolubles si en vez de por curvas cerradas, se desplazara a través de “curvas temporales abiertas”, que no crean los problemas de causalidad anteriormente descritos. Esto se debe a que dichas curvas no permiten la interacción directa con cualquier cosa en el propio pasado del objeto: las partículas viajeras del tiempo (o, para ser más exactos, los datos que contienen) nunca interaccionarían con sí mismas.
En la Teoría de la Relatividad se admite un espacio tetradimensional, con tres coordenadas espaciales y una temporal. Como no es posible representar en nuestra realidad semejante espacio de cuatro dimensiones, realizaremos una aproximación representando por un plano el espacio tridimensional, más una coordenada temporal. Las soluciones temporales abiertas para expresar la evolución de un punto sería una gráfica del tipo:
Para Mila Gu, de la Universidad de Singapur y director de la investigación, de esta forma “evitamos las paradojas clásicas, como la de los abuelos, aunque seguimos consiguiendo todos esos resultados extraños”.
“Cada vez que presentamos la idea -afirma por su parte Jayne Thompson, coautor de la investigación- todo el mundo dice que no hay forma de que esto pueda tener un efecto”. Pero sí que la hay. Las partículas enviadas de esta forma a través de un bucle temporal pueden, de hecho, ganar un enorme poder de “super computación”, incluso si jamás interactúan con nada del pasado. “La razón se debe a que algunos datos se almacenan en las correlaciones de entrelazado: y esto es precisamente lo que estamos aprovechando”, asegura Thompson.
Sin embargo, no todos los físicos piensan que estas líneas de tiempo abiertas tengan más posibilidades de manifestarse en el Universo físico que las líneas cerradas. Y pueden que tengan razón. Uno de los principales argumentos en contra de la existencia de curvas temporales cerradas es que nadie, que sepamos, nos ha visitado nunca desde el futuro. Un argumento que, por lo menos, no es válido con las curvas temporales abiertas, ya que en ellas cualquier mensaje procedente del futuro resultaría bloqueado.
emilio silvera
el 25 de julio del 2019 a las 6:44
En relación al título del trabajo y la pregunta que nos planteas… ¿Cómo contestar eso sin tener el conocimiento necesario para ello? Recibir mensajes del futuro se me hace muy cuesta arriba. Nosotros estamos en el presente y el futuro está por venir, no existe. Desde un lugar inexistente ¿cómo se puede recibir mensajes? En todo caso, lo único que se me ocurre es recibir mensajes del pasado. Por ejemplo; Enviamos un mensaje a una civilizacioón que vicve wen un planeta que orbita una estrella enana roja y situado a 30.000 años luz de nosotros. La tecnología nos permite que el mensaje viaje hacia ellaços a la velocidad de la Luz, asi, lo reciben y lo contestan, y, pasado 60,000 años, los humanos de la Tierra reciben un mensaje del pasado.
Esa posibilidad es real pero… ¡Del futuro! Se hace muy cuesta arriba el imaginarlo.
Claro que, nuestras Mentes, no dejan de elucubrar sobre posibles sucesos que no pocas veces caen en el terreno de lo fantástico. Claro que, también hace 100 años nos parecían fantásticas muchas cosas que hoy son y forman parte de la vida cotidiana… ¡No, np se…!
Sabemos tan poco
el 27 de julio del 2019 a las 7:41
Acerca del tiempo:resulta tenemos un planeta como la tierra girando alrededor del sol, ya que viaja a velocidad no relativista, pues no sufre la contracción de Lorentz. Bien.
Ahora imaginemos la misma situación, pero en este caso dicho planeta gira sobre si mismo proximo a c.
¿Donde quedaría la contracción de Lorentz? ¿Cuál sería el ritmo de tiempo a aplicar (el de traslación o el de giro sobr re si mismo) en el cual se mueve dicho supuesto planeta?.
Girar sobre sí mismo, incluso a c ¿lo podemos considerar movimiento?
Si no lo llamamos movimiento entonces no sufriría los efectos de la contracción de Lorentz.
Por cierto ¿Cuál es la máxima velocidad a la que puede girar una partícula sobre si mismo? Tiene algo que ver con c.
Saludos
el 27 de julio del 2019 a las 13:30
La invariancia de las leyes de la física en el tiempo, ahí está lo curioso. El trabajo de Emily Noether mostró que la pregunta adecuada no es ¿por qué se conserva la energía, el momento lineal o el momento angular?, sino: ¿por qué las leyes de la física son invariantes frente a traslaciones en el espacio o en el tiempo o frente a rotaciones?
Lo dicho, es muy poco lo que sabemos y como nos recordaba un día Nelson en palabras de Tao Chi… “Es bueno saber que no sabemos”. Eso facilita que hagamos preguntas y sintamos curiosidad por todo aquello que nos llama la atención y no sabemos a qué pueda obedecer o dónde está ek motivo de su comportamiento.
el 27 de julio del 2019 a las 15:55
Salvo en un tiempo con carácter retroactivo, si es esto posible, a pesar de lo estrambotico del mismo.
el 29 de julio del 2019 a las 10:08
Estimado contertulio, lo cierto es que, los datos que tenemos, los experimentos confirmados, nos abocan a tener quer aceptar lo ya demostrado y, todo lo demás son especulaciones de lo que podría ser. Claro está que, sino intentamos nuevos caminos nos quedaremos estancados pero, esos caminos a tomar, deben ser bien estudiados y no partir a una aventura a lo loco en la que nos podemos jugar muchas cosas.
Tengo decenas de amigos Físicos y Astrónomos y las dudas que tienen podrían llenar la mayor biblioteca que imaginarnos podamos. Saber, saber, lo que se dice saber… ¡Sabemos bien poqiuito y, las preguntas son más que las respuestas! Habrá que seguir buscando, observando, experimentando y utilizando la imaginación que aplica la intuición que se vale de los pocos datos que ya tiene para intentar buscar cosas nuevas.
Como nos decía Hilbert en su Tumbra, algún día sabremos.