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¡Los cuantos! II
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Pero para los electrones todo es muy diferente. Su comportamiento parece estar envuelto en misterio. Es como si pudiera “existir” en diferentes lugares simultáneamente, como si fuera una nube o una onda, y esto no es un efecto sin importancia. Si realizamos experimentos con suficiente precisión, se puede determinar que el electrón parece capaz de moverse simultáneamente a lo largo de trayectorias muy separadas unas de otras. ¿Qué puede significar todo esto?
Niels Bohr consiguió contestar a esa pregunta de forma tal que con su explicación se pudo seguir trabajando y muchos físicos siguen considerando su respuesta satisfactoria. Se conoce como la “interpretación de Copenague” de la mecánica cuántica. En vez de decir que un electrón se encuentra en un punto X o un punto Y, nosotros hablamos acerca del estado de un electrón. Ahora no sólo tenemos el estado “X” o el estado “Y”, sino estados “parcialmente X y también parcialmente Y”. Un único electrón puede encontrarse, por tanto, en varios lugares simultáneamente. Precisamente lo que nos dice la mecánica cuántica es cómo cambia el estado del electrón según transcurre el tiempo.
Para que las reglas de la mecánica cuántica funcionen, es necesario que todos los fenómenos naturales en el mundo de las cosas pequeñas estén regidos por las mismas reglas. Esto incluye a los virus, bacterias e incluso a las personas. Sin embargo, cuanto más grande y más pesado es un objeto más difícil es observar las desviaciones de las leyes del movimiento “clásicas” debidas a la mecánica cuántica.
Está claro que, el todo es la suma de las partes, pero sólo se puede hacer la suma si todas las partes obedecen a las mismas leyes. Por ejemplo, la constante de Planck , h = 6,626075… x 10ˉ³⁴ julios segundo, debe ser exactamente la misma para cualquier objeto en cualquier sitio, es decir, debe ser una constante universal.
Las reglas de la mecánica cuántica funcionan tan bien que refutarlas resulta realmente difícil. Los trucos ingeniosos descubiertos por Werner Heisenberg, Paul Dirac, Feymann y muchos otros mejoraron y completaron las reglas generales. Pero Einstein y otros pioneros tales como Erwin Schrödinger, siempre presentaron serias objeciones a esta interpretación. Quizá funcione bien, pero ¿Dónde está exactamente el electrón, en el punto X o en el punto Y? En definitiva, ¿Dónde está en realidad?, cuál es la realidad que hay detrás de nuestras fórmulas? Si tenemos que creer a Bohr, no tiene sentido buscar tal realidad. Las reglas de la mecánica cuántica, por sí mismas, y las observaciones realizadas con detectores son las únicas realidades de las que podemos hablar.
A la derecha; MOSCÚ, el monumento a Einstein y Bohr
Todos sabemos de las controversias entre Einstein y Bohr en relación a todo esto, y, veremos, si finalmente, no vuelve el punto de vista de Einstein, ya que, según todos los indicios, en el punto de vista de la “interpretación de Copenhague” parece faltar algo, ya que, al tratar de formular la mecánica cuántica para todo el Universo (donde las medidas no se pueden repetir) y cuando se trata de reconciliar las leyes de la mecánica cuántica con las de la gravitación, surgen serios problemas.
¿Son antagónicas? ¿Por qué no se quieren juntar? La Gravedad no está en el Modelo Estandar
Podemos finalizar este comentario diciendo que, la realidad lo que se impone es buscar una teoría cuántica de la gravedad que nos pueda explicar, todas las cuestiones que, de momento, ignoramos, y, tal ignorancia, desemboca en especulaciones y conjeturas de las que, algún día, surgirán las respuestas.
¡La Física! ¿Cuántos misterios nos guarda?
emilio silvera