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IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¿Existe el libre Albedrío?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La realidad humana ¿es realidad?    ~    Comentarios Comments (61)

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La libertad es una ficción cerebral

Estamos determinados, como el resto del Universo, por las leyes naturales

La libertad es una ficción cerebral, según confirman las últimas investigaciones sobre neurociencias. Estas investigaciones han determinado que la actividad cerebral previa a un movimiento, realizado por el sujeto en un tiempo por él elegido, es muy anterior (hasta 10 segundos) a la impresión subjetiva del propio sujeto de que va a realizar ese movimiento. Y aunque la falta de libertad es algo contraintuitivo, los experimentos indican que estamos determinados por las leyes de la Naturaleza. Por eso en Alemania algunos especialistas están reclamando la revisión del código penal para adecuarlo a los resultados de la neurociencia. Y aunque sigamos encarcelando a los que violen las leyes, cambiará la imagen que tenemos tanto de esos criminales como de nosotros mismos. Así nos lo cuenta D.Francisco J. Rubia.

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No pocas veces, nuestras mentes se ven abocadas a tener que retener, ese primer impulso, esa iniciativa de libertas, o, de libre albedrío. La complejidad en la que estamos inmersos nos prohibe, en la mayor parte de las ocasiones, poder desarrollar y poner en práctica ese libre albedrío que parece nos fue dado pero que, en realidad, es muy restringido.

La libertad, la voluntad libre o el libre albedrío es una ficción cerebral. Eso es el resultado de experimentos realizados recientemente en neurociencia que indican que la actividad cerebral previa a un movimiento, realizado por el sujeto en un tiempo por él elegido, es muy anterior (350 ms) a la impresión subjetiva del propio sujeto de que va a realizar ese movimiento (200 ms antes del movimiento). Esto quiere decir que la impresión subjetiva de la voluntad no es la causa del movimiento, sino que, junto con éste, es una de las consecuencias de una actividad cerebral que es inconsciente.

Los experimentos fueron realizados por Benjamín Libet en California hace más de 20 años; luego han sido confirmados sus resultados por un grupo de neurocientíficos en Inglaterra, y este mismo año, 2008, han vuelto a realizarse en Berlín con técnicas modernas de imagen cerebral, llegando a la conclusión que el cerebro se pone en marcha mucho antes que en los experimentos de Libet, a saber, que la actividad cerebral del lóbulo frontal tiene lugar hasta 10 segundos antes de la impresión subjetiva de voluntad.

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El propio Libet intentó salvar su hipótesis de la existencia de la libertad diciendo que en los 200 ms que separan la impresión subjetiva del propio movimiento el cerebro podría ejercer un veto, es decir, inhibir el movimiento. Los críticos de esta hipótesis argumentaron que si el cerebro se tenía que activar de nuevo para ejercer el veto se emplearía de nuevo el mismo tiempo y eso era demasiado para los 200 ms que quedaban.

Frente a estos resultados se puede argumentar que todos y cada uno de nosotros tiene la impresión subjetiva, la intuición, la firme creencia, que somos libres para elegir entre varias opciones o que podemos hacer algo distinto a lo que hacemos en cualquier momento.

Antecedentes de creencias falsas

Pero las impresiones subjetivas, intuiciones o firmes creencias han resultado ser a veces falsas, como ha ocurrido a lo largo de la historia de la Humanidad.

Recordemos la creencia en la teoría geocéntrica, planteada por Aristóteles en el silgo IV a. C. y refrendada por Ptolomeo en el siglo II de nuestra era. Tuvieron que pasar nada menos que 20 siglos, hasta el siglo XVI, para que esta teoría fuera refutada por la teoría heliocéntrica de Copérnico y Galileo.

No siempre es todo como creemos verlo, ni siempre estamos en disposición de elegir. Nada es lo que nos dicen nuestros sentidos que es. Y, lo que entendemos por libre albedrío, de la misma manera, está distorsionado por mil parámetros ajenos a nosotros que, sólo podemos ejercelo en soledad y dentro de nuestros pensamientos.

Nuestra impresión subjetiva estaba basada en la experiencia que todos tenemos de que el sol sale por Oriente y se pone por Occidente, un lenguaje que aún conservamos. Si le hubiésemos hecho caso a Aristarco de Samos, quien en el siglo IV a.C. ya había planteado que la tierra se movía alrededor del sol, no hubiera sido quemado Giordano Bruno en la Piaza Campo dei Fiori en Roma en 1600.

Por otro lado, que hayamos tardado 20 siglos en corregir esa impresión subjetiva falsa de que el sol giraba alrededor de la tierra la debemos, sin duda en parte, a la Sagradas Escrituras. En la Biblia (Josué 10, 13) se dice que Yahvé “paró el sol” para permitir que los israelitas terminasen de masacrar a los amorreos. Por tanto, si Dios paró el sol es porque este se movía y no la tierra.

Hay otros ejemplos de impresiones subjetivas que terminaron siendo falsas, como la teoría de la que la tierra es plana, que todavía hoy algunos desinformados sostienen. También la esfericidad de la tierra, sostenida por Eratóstenes (siglo III a. C.) chocó con las Sagradas Escrituras, tal y como sostenía el obispo de Salzburgo Virgilio o nuestro Isidoro de Sevilla.

Estamos determinados

No podemos, pues, fiarnos de nuestras impresiones subjetivas porque pueden ser falsas. A veces, como en este caso, la falta de libertad es algo contraintuitivo, como suele expresarse en inglés, pero los experimentos indican que, efectivamente, estamos determinados, como el resto del Universo, por las leyes deterministas de la Naturaleza.

Alejandro Jodorowsky: Si tenemos un cuerpo imaginario, es también necesario que nos demos cuenta que tenemos una mente imaginaria. Tenemos pensamientos inconscientes, percepciones olfativas, audiciones, tactos, visiones, sabores mucho más desarrollados que los que creemos “reales”. Vemos más de lo que creemos ver, oímos más de lo que creemos oír, gustamos más de lo que creemos gustar, olfateamos más de lo que creemos olfatear, percibimos con el tacto mucho más de lo que creemos percibir, pensamos más de lo que creemos pensar. No sentimos por completo nuestras sensaciones, tenemos pensamientos de los que no nos damos cuenta, vivimos dentro de limites perceptivos, provocados desde que nacemos por nuestra familia y luego por la sociedad. Nos sumergen en prejucios y concepciones anquilosadas de la realidad y de nosotros mismos. Debemos aprender a pensar con libertad, (no digo con “inteligencia”, digo con “libertad”). El trabajo mágico consiste en disolver los límites de nuestra inteligencia y de nuestras percepciones. Estos limites nos encierran en calabozos irreales que nos impiden acceder a la conciencia suprema. La llave para lograr esto es la atención.

Si asumiésemos, como hacen los dualistas, la existencia de un alma inmaterial que interacciona con la materia, en este caso el cerebro, entonces no habría ningún problema. Ese dualismo, que se remonta a los órficos, que consideraban que el cuerpo (soma) era ‘sema’ (la tumba) del alma, y que influyeron decisivamente sobre Pitágoras y Platón, dando lugar a un dualismo que ha durado hasta nuestros días, hoy día la neurociencia lo ha superado.

Las facultades mentales, antes anímicas, son consideradas hoy por la inmensa mayoría de neurocientíficos producto del cerebro. El gran problema del dualismo es que no ha habido posibilidad de explicar cómo es posible que un ente inmaterial, el alma, interaccione con la materia.

La razón es que para interaccionar con la materia se requiere energía y un ente inmaterial, por definición, no tiene energía. Por tanto, esa interacción violaría las leyes de la termodinámica. Además, no se ha descubierto en el cerebro ninguna región de la que pueda decirse que se activa por algún factor externo al cerebro, como sería el caso si fuera activada por el alma. Por tanto, el alma no es ninguna hipótesis neurocientífica.

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Sólo el pensamiento nos hace libres

Algunos filósofos, llamados compatibilistas, aceptan el determinismo del Universo y también del hombre, pero lo compatibilizan con el libre albedrío, que, según ellos, tiene el ser humano. La mayoría confunde lo que en biología llamamos ‘grados de libertad’ con la liberta propiamente dicha.

Todos los animales poseen diferentes grados de libertad, es decir, posibilidades de elegir entre varias opciones. El número de opciones depende del grado de encefalización del animal en cuestión. Nosotros tenemos muchos más grados de libertad que un perro, y éste más que un lagarto, y éste, a su vez, más que una ameba. Pero la posibilidad de escoger entre varias opciones no nos dice por qué elegimos la que elegimos, o, con otras palabras, si esta elección es voluntaria y consciente. En suma, poseer grados de libertad no significa ser libres.

El problema de la libertad es que está íntimamente ligada a la responsabilidad, la culpabilidad, la imputabilidad y el pecado. Este último es la base de las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo. El concepto de culpabilidad es también la base del derecho penal internacional.


Neurociencias y Derecho

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Esto explica por qué en Alemania, algunos especialistas en derecho penal están reclamando la revisión del código penal para adecuarlo a los resultados de la neurociencia. Evidentemente no vamos a cambiar los castigos que hay que infligir a aquellos que transgredan las reglas que la propia sociedad se ha impuesto a sí misma. Seguiremos encarcelando a aquéllos que violen esas reglas. Pero lo que sí va a cambiar será la imagen que tenemos tanto de esos criminales como de nosotros mismos.

Que la libertad pueda ser una ficción no nos llama mucho la atención. Hace tiempo que sabemos que los colores no existen en la Naturaleza. En ella encontramos diversas longitudes de onda del espectro luminoso. Estas longitudes de onda inciden sobre fotorreceptores que poseemos en la retina y los impulsos nerviosos, llamados potenciales de acción, que son exactamente iguales que los provenientes del oído o del tacto, llegan a la corteza visual y allí se les atribuye una determinada cualidad, como la de rojo, azul o verde. Los colores, pues, son atribuciones de la corteza cerebral, pero no cualidades que existan en la Naturaleza. Algo que ya sabía Giambattista Vico, filósofo napolitano del siglo XVII, o el propio Descartes.

Para terminar quisiera citar a dos personalidades: un filósofo, Baruch Spinoza que sobre este tema decía: Los hombres se equivocan si se creen libres; su opinión está hecha de la consciencia de sus propias acciones y de la ignorancia de las causas que las determinan.

Y la de un científico, Albert Einstein: “El hombre puede hacer lo que quiera, pero no puede querer lo que quiera”. Y también: El hombre se defiende de ser considerado un objeto impotente en el curso del universo, pero, ¿debería la legitimidad de los sucesos, tales como se revela más o menos claramente en la naturaleza inorgánica, cesar su función antes las actividades de nuestro cerebro?.

Un psicólogo alemán, Wolfgang Prinz ha acuñado la frase: No hacemos lo que queremos, sino que queremos lo que hacemos.

F. J. Rubia es Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y también lo fue de la Universidad Ludwig Maximillian de Munich, así como Consejero Científico de dicha Universidad. Este texto fue leído por su autor en el encuentro de bloggers de Tendencias21, celebrado en Madrid el pasado 21 de noviembre. F.J. Rubia es el editor del blog Neurociencias de Tendencias21

¡Hay tantas cosas de las que tratar y de las que, en realidad, sabemos tan poco!

Hablamos, hablamos y no dejamos de hablar de teorías y modelos que nos hemnos buscado para tener un fiel reflejo de la Naturaleza que tratamos de conocer. Sin embarfgo, no siempre nuestros modelos y teorías caminan de la mano de la Naturaleza y, lo que se observa difiere de lo que esos modelos nos dicen. ¿Cómo podemos hablar, por ejemplo, de la materia oscura si nho tenemos idea de lo que pueda ser y, ni siquiera si puede ser?

Pués, así somos los humanos: Descarados y osados, nos atrevemos con todo e, incluso, con la Naturaleza que dibujamos y coloreamos sin saber si, el cuadro que de ella hacemos es el cuadro que en realidad la Naturaleza refleja.

emilio silvera

 

  1. 1
    daniel zevallos
    el 7 de junio del 2012 a las 6:31

    amigos, hermanos, semejantes y todos los terminos a los que nos podemos referir al relacionarnos y comunicarnos entre seres humanos, debo de creer de que el libre albedrio existe mientras uno tenga accion y reaccion conciente frente a los estimulos de la realidad que nos rodea, mientras se pueda llegar a comprender todos los fenomenos que nos rodean, mientras tengamos idea y sentimiento espiritual frente a teorias o dogmas de tipo religioso, sea este la de cualqier culto o creencia, aun los agnosticos, pues ellos tambien al negar, tiene conciencia de esto, pero que pasa cuando perdemos la razon? cuando estamos en estado vegetativo o cataleptico?o mas alla, cuando dejamos esta existencia, todo acaba?, donde quedan nuestras ideas, experoiencias, hechos y sentimientos, todo el amor que generamos i/o todo el odio que sentimos, como quedan? y al final, el libre albedrio del que supuestamente tubimos durante la existencia, a donde nos llevo? cual es su consecuencia? si la hay?
    Me paraece de que el hombre esta aun muy lejos de alcanzar a comprender la verdadera magnitud de la existencia, y con ello, el valor del libre albedrio que supuestamente nos permite llevar adelante el desarrollo de nuestra vida, creemos que sabemos, pero sabemos lo superficial, lo existencial dentro de la realidad, pero acaso nos rodea la misma realidad a todos?, acaso no es muy diferente la realidad de un americano o europeo promedio frente a la realidad de un africano o un asiatico? o la realidad de un mistico frente a la de un asesino? y es mas, acaso es igual la realidad de un hombre frente a la realidad de una mujer?
    se podran sostener miles de teorias, bajo principios filosoficos o cientificos supuestamente solidos, pero de la unica realidad de la que no podremos escapar es que quie se quiera o no todos somos parte de una realidad que no comprendemos su origen ni llegaremos a saber su fin.

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 7 de junio del 2012 a las 8:29

      Amigo daniel:
      Dentro del batiburrillo que has conformado en forma de comentario amplio y complejo (por los temas que tocas) es de justicia teconocer que algunas de las cuestiones por tí planteadas, son verdades como puños… Sobre todo cuando dices:
      “… pero de la unica realidad de la que no podremos escapar es que se quiera o no todos somos parte de una realidad que no comprendemos…”
      Claro que, algunos, sí que están más cerca que otros de esa realidad que mencionas. Por otra parte, y, de la misma manera, también hay muchas diferencias entre unos y otros a la hora de dilucidar sobre el libre albedrío que, para unos tiene un margen mayor de elección que para otros que, supeditados al entorno, a la familia, a la falta de conocimientos, a la miseria…tienen pocas posibilidades para elegir algo mejor.
      Por otra parte, en algún lugar de tu comentario te refieres al libre albedrío en términos de pregunta: “…a dónde nos llevó…” Y, la cosa está clara, a cada cual sus decisiones, le llevan al lugar que éstas determinen, y, si eligió bien o mal, cuando el resultado les llega, nada pueden hacer para cambiarlas. Esa oportunidad pocas veces dan lugar a poder repetirlas: La chica que dejastes, aquel trabajo magnifico que te ofrecieron y no quisites aceptar, la postura equivocada de no decirle a tu amada lo que la quieres cada día (además de palabras con hechos), y, un sin fin de cuestiones que tenemos que decidir continuamente durante toda nuestra vida. Eso es, a lo que llamamos libre albedrío y que, no siempre está en nuestras manos aplicar.
      Así, el libre albedrío al que tenemos acceso, en no pocos casos, está restringido por circunstancias a nosotros ajenas: La Naturaleza, la Sociedad, el Dinero, la Imposibilidad Física, el desconocimiento…y, cuando hablas de personas impedidas física o mentalmente, deben quedar fuera de este coloquio, toda vez que, de partida, no pueden elegir o decidir sobre ciertas o ninguna situación de sus vidas que, en algunos casos, ni saben que están ahí.
      Así que, el libre Albedrío, siempre será limitado pero, algunos lo podrán ejercer con mayor eficiencia, con mejor conocimiento de causa, con más aciertos que otros que, por los motivos expuestos, lo tienen muy reducido.
      En un primer momento, nos puede parecer que sí, que estamos en plena posesión del libre Albedrío pero, en realidad, la impresión es engañosa, nadie puede, al cien por cien, decidir en todos los momentos de su vida, siempre habrá algunos en los que entren cuestiones ajenas a tí que te impedirán ejercer esa teórica “potestad” que se les presupone a todos los humanos.
      En cuanto a lo que dices:
      “…cuando dejamos esta existencia, todo acaba?, donde quedan nuestras ideas, experoiencias, hechos y sentimientos, todo el amor que generamos i/o todo el odio que sentimos, como quedan? y al final, el libre albedrio del que supuestamente tubimos durante la existencia, a donde nos llevo? cual es su consecuencia? si la hay?”
      ¡Hombre! dependiendo de lo que hayamos podido construir aquí, de su importancia, se estará hablando de nosotros más o menos tiempos pero, al final, todos olvidados y, de lo que tuvimos, hicimos o sentimos sólo quedan las huellas de lo que pudimos dejar aquí, nuestros genes que siguen vivos en otros seres y…nada más.
      Así es el mundo y el universo que conocemos, Una estrella nace, vive y muere mediante una explosión supernova descomunal y, a partir de sus restos, nacerán otras estrellas y surgirán otros mundos, de esa manera, la Naturaleza lucha contra la entropía destructora, y, nosotros, los seres humanos, luchamos de la misma manera al poder reproducirnos y dejar aquí, nuevas mentes que, con sus libres Albedríos limitados, también, como lo hicimos nosotros, tomarán decisiones más o menos acertadas que le llevarán al destino que ello y sus circunstancias le permitan.
      Así son las cosas.
      Un saludo cordial.

      Responder
  2. 2
    José Luis
    el 17 de junio del 2012 a las 14:20

    Estimado  Emilio;
    Precisamente en tu comentario #30 haces mención a lo que se entiende por libre albeldrío, capacidad que solamente tiene el ser humano, entre elegir el bien del mal o el mal del bien , ya que cualquier otra decisión binomial es situacional y no corresponde al libre albeldrío, aunque habra muchas personas que lo niegen, solamente que esto si hace plenamente felíz a cualquier individuo, manteniendo su conciencia tranquila, sin recuerdos de remordimiento, y en nada tiene que ver el conocimiento, el dinero, la posición social,la edad, etcetera, es una condición y actitud humana hacia el proximo.

    Saludos desde México 

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 18 de junio del 2012 a las 5:51

      Hola, amigo José Luis.
      Ya sabes bien cómo podemos llegar a ser los humanos y, como bien dices, algunos, tienen memoria y conciencias acomodaticias, sólo les funciona en una dirección: la que les viene bien a ellos mismos y a sus intereses particulares, ya que, el bien general, les importa un bledo. Precisamente por eso hago mención muchas veces a que, nuestro proceso de humanización no ha terminado, aún nos querda mucho de ese estado animal que es capaz de matar por conseguir lo que quiere.
      Sin embargo y, por otra parte, alguna vez me pregunto sino será esa una condición esencial para que podamos seguir adelante a pesar de todos los inconvenientes? El tema es complejo y se presta a muchas dudas.
      En cuanto a ese libre albedrío al que de vez en cuando nos referimos, en la mayor parte de las situaciones…resulta ser una ilusión, son muchos los condicionantes que nos rodean y presionan para que, en verdad, podamos elegir según nuestros deseos y nuestras conciencias. ¡Cuántas cosas tenemos que hacer o soportar en contra de nuestra voluntad!
      La Vida amigo José Luis, es dura, más dura de lo que muchos creen y, desde luego, no se nos da de manera gratuita, la tenemos que pagar…¡de tántas maneras!
      Un abrazo.

      Responder
  3. 3
    kike
    el 23 de junio del 2012 a las 15:58

    Es verdad que normalmente, cuando elegimos algo (sea lo que sea), pensamos que estamos ejerciendo esa bonita libertad del libre albedrío, pero según los más modernos estudios parece comprobado que nuestra mente nos engaña vilmente; cuando por ejemplo, estando en edad de reproducción conocemos a varias hembras, pensamos que nos decantamos por la más  hermosa, la que mejor nos podría comprender y cuidar,con diversas cualidades que nos atraen;  en fin nuestra media naranja; pero parece ser que, como digo, nuestra mente, nuestro subsconsciente ya antes casi de que nos fijemos en esa hembra (los mecanismos de las hembras son parecidos pero con bastantes diferencias),  ya ha determinado que ese “especimen” es el que más nos conviene en aras de la preservación de nuestros genes con las mayores garantías posibles.  Su cuerpo(anatomía por la que la mente determina su capacidad de reproducción óptima), su cara, sus dientes, sus ojos,(Indicativos de la perfección del ser y su ausencia de enfermedades). su carácter, sus conocimientos. todo ello ha sido estudiado previamente por nuestra mente subsconsciente, a veces incluso a través de enlaces químicos, para llegar a ese “libre albedrio” de escoger una compañera sentimental para unirse y procrear.

     Lo que pasa es que nuestro subconsciente nos engaña tan finamente que incluso nos hace opinar que estamos actuando libremente entre muchas oportunidades, cuando en realidad la decisión ya está tomada por nuestro mecanismo de superevivencia de la especie, uno de los más poderosos, si no el más que existen en la vida.

     En ese engaño, y para que no nos quede duda ninguna, lo enmascara con sentimientos como el amor “a simple vista”, que no es otra cosa que la premura que imprime nuestra escondida subconsciencia a nuestra mente consciente para que actuemos rápidamente y no desaprovechemos la oportunidad.

     Claro que después de eso, y como todo tiene un precio, quizás resulte que pretendemos conseguir algo que se encuentra demasiado alto en relación a lo que podemos ofrecer, y entonces nuestro subconsciente va rebajando esas exigencias hasta conseguir un mínimo de efectividad para los fines deseados, pereo algunas veces bastante alejado de la intención primera.

     Vamos, que eso no queda muy lejos de ese chaval que primero quiere ser novio de la más guapa del pueblo, pero que al no conseguir su objetivo, va bajando en sus exigencias, y acabando algunas veces por quedarse “para vestir santos”, que se decía antes.  

     Debemos fijarnos que todo esto en el fondo no es nada más que uno de los mecanismos de la evolución de las especies, ya que siempre triunfan los especímenes mejor preparados en detrimento de ls que contienen algún tipo de error más o menos ostensible, porque convendreis conmigo en que las “guapas” se casan siempre con los “guapos” o con los “adinerados”, ya que eso del dinero es otra garantia como la que más de preservación de los genes. 

     Para comprobación de todo ello, solo basta que echeis un vistazo a cualquiere revista del corazón…..;C            

     Así que si (dirigido a la gente jóven), si quereis asegurar vuestra descendencia, y no teneis un “cuerpo 10”, más os vale ganar mucho dinero….;D

     PD: Lamento ser tan prosaico, pero eso son cosas de la veteranía.     

    Responder
  4. 4
    emilio silvera
    el 24 de junio del 2012 a las 5:22

    ¡El Libre Albedrío! La gran falacia que deambula entre nosotros y es, sin duda, como aquella que dice: ¡El dinero no lo es todo! Sin embargo, ¡ayuda tánto! Y eso, nos lleva de nuevo al comentario del amigo y contertulio Kike que en su comentario se ciñe a la dura y pura realidad. Puede resultar suro admitirlo pero…así resultan ser las cosas.
    Lo que entendemos por Libre Albedrio está muy condicionado ¡por tántas cosas! que, se podría decir sin temor a equivocarnos que, en realidad, ¡no existe!
    Nadie consigue y hace lo que quiere, sino que, se tiene que conformar con “lo que puede”.
    Claro que, nuestras consciencia, como bien apunta Kike, no ese tema sino en otros muchos, nos lleva a “creer” de esta o aquella manera para nuestro propio bien, de otra manera, viviríamos “amargados” al darnos cuenta de la cruda realidad que, no siempre, es la realidad que nos hubiera gustado.
    Kike nos pone el ejemplo del Amor y, en realidad, se podrían poner tántos…
    Claro que, somos animales adaptativos y por eso, precisamente, podemos superar muchas situaciones que, aunque nos contrarían, podemos superar y seguir adelante. ¿Cuántos momentos malos hemos podido superar a lo largo de nuestras vidas? los que tenemos más edad, ¡muchos! y, los jovenes, los irán superando a medida que el tiempo pase.
    Nadie, sinexcepción, tiene munca todo aquello que desea o le gustaria, ya que, la Vida, no se desarrolla como uno quiere sino como la determina (digamos, por ejemplo) el destino o el azar, y, en eso, amigos míos, no podemos intervenir, dado que está en manos de la Naturaleza y no de nosotros.
    De la misma manera, hablar de Libre Albedrío es una ilusión con la que vivímos para que, seguir adelante, nos sea más fácil y llevadero porque, la realidad…¡es tan distinta!
    Un saludo cordial.

    Responder
  5. 5
    Fandila
    el 24 de junio del 2012 a las 23:40

    Total, que nos movemos por ouro instinto. Nuestra mente superior, auquella que evolucionara sobre la instintiva sigue siendo tan determinista como la límbica. Tantos millones de años de evolución para seguir siendo  igual que simples bacterias o animales primitivos. La naturaleza,  las circunstancias, determinan nuestros actos. No existe el héroe o la “irracional” vocación de darlo todo. No podemos elegir entre la luz  y las sombras, sencillamente porque nuestra parte somática es la que nos conduce (¿?). El ideal o el espiritu no existen. Simples máquinas.
    Me niego a admitirlo, como me niego a admitir la perfección. Como dije en otra comentario no hay libertad sin cadenas o seríamos espiritus. Y vaya usted a saber. El libre albedrío es libre, pero no del todo, como ocurre en cualquier esfera de lo humano. El pertenecer a la materia nos limita. Mejor fuera decir, “el encadenado albedrío”.
    çSaludos

    Responder
    • 5.1
      emilio silvera
      el 25 de junio del 2012 a las 6:42

      ¡Hola, amigo Fandila!
      Atinadamente has puesto el “dedo en la llaga” o “el tiro en la diana” cuando dices:
      “El pertenecer a la materia nos limita. Mejor fuera decir, “el encadenado albedrío”. ¡Cuánta razón llevan esas palabras. En otro caso, como también apuntas, seríamos espíritus y, todavóa, no hemos llegado a eso.
      Pero, yo también como tú, me resisto a admitir que seámos simples máquinas, sin más. Veo en nosotros otro potencial que va más allá del simple mecanicismo, es algo que trasciende y de vez en cuando, se deja ver en esos actos en los que, en situaciones muy especiales, dejamos de ser simples humanos para ser esos héroes que mencionas, dado que, llegado el momento, sabemos darlo todo a cambio de nada y, eso, amigo mío, algo querrá decir.
      Pese a todo, es cierto que, no somos ni perfectos ni lo podemos saber todo, y, en nosotros existe esa debilidad que llamamos humana, que nos lleva a ser frágiles y sentir el gozo y el dolor, también la pena y la alegría y otros muchos sentimientos que, de alguna manera, nos enaltece y separa de otros animales pero, con todo y con eso, seguiremos siendo, de alguna manera, ignorantes de la Naturaleza y nuestro sino es seguir buscando siempre esas respuestas que nunca llegan.
      ¿El Libre Albedrío?
      _ Un poco resfriado pero, va tirando.
      Un abrazo amigo mío.

      Responder
  6. 6
    kike
    el 25 de junio del 2012 a las 10:55

    Pareciera que para poder optar por ese libre albedrio nos debiéramos apartar de aquello que se considera lógico, correcto y procedente; solo realizando actos que vayan en contra de nuestra “impronta” mental podríamos utilizar esa libertad.

     Lo que ocurre es que muchas veces esos actos “libres” son o al menos están considerados como locuras, excentricidades, etc.; como podría ser el suicidio, la aceptación de un riesgo de muerte cierta sin recibir nada a cambio, la vida contemplativa, etc. 

     Así deberíamos admitir que por ejemplo esos deportistas extremos, que realizan actividades rallanas en el suicidio, en el fondo lo que les atrae es precisamernte ese ejercimiento del libre albedrio.

     Lo de los héroes no vale, pues el sacrificio en aras del beneficio de la sociedad ya lo tiene asumido nuestro instinto de supoervivencia de la especie; así que podría ser que solo las “locuras” sean el verdadero ejercicio de libre albedrio. ¿Será entonces que esos locos no son nada más que personas deseosas de obtener una verdadera libertad?    

    Responder
    • 6.1
      emilio silvera
      el 25 de junio del 2012 a las 16:36

      ¡Que no te quepa la menor duda!
      Esa es, y no otra, la única prueba que veo de ejercer el libre albedrío, lo demás…¡es otra cosa.!
      Un abrazo amigo

      Responder
  7. 7
    Ramon Marquès
    el 5 de julio del 2012 a las 18:43

    Hola Emilio, hola a todos:

    Yo también creo que así de entrada, el libre albedrío no existe. Pero… nos topamos con los VALORES de profundas y trascendentes raices que son influencianciables a lo que en el fondo deseamos, por lo que de este modo influimos en el resultado de la balanza que no está tan deteminado ni  tan al azar como pudiera parecer ignorando el peso de estos valores y nuestra influencia sobre ellos.

    Y ahora, coincidiendo con el hallazgo del LHC, creo que toca  ¡hablar del campo de Higgs y de la masa! ¿qué es la masa?

    Amigo Emilio, amigos todos, un fuerte abrazo, Ramon Marquès   

    Responder
    • 7.1
      emilio silvera
      el 6 de julio del 2012 a las 6:18

      Ramón, amigo, siempre es grato “verte” por aquí, dónde, no lo dudes, tienes buenos amigos.
      Lo del Libre Albedrío es un tema complejo y, en realidad, creo que es algo que “se inventó” para darnos la impresión de que tenemos ese poder de decidir siempre y en cualquier momento y ocasión, lo cual, es engañoso y, siendo cierto que podemos decidir en “algunos casos” son muchos otros en los que deciden por nosotros, o, simplemente, estamos omposibilitados para poder decidir sobre nada.
      El Libre Albedrío, algo que nunca será, por completo, una de nuestras potestades.
      En cuanto al Campo de Higgs y el dichoso Bosón…¡Queda tánto por hablar! y, también por saber que, tardaremos años en asimilar (si realmente resulta ser el Bosón de Higgs la partícula detectada) lo que realmente viene a suponer las incidencias que en el conocimiento de la Naturaleza tendrá este nuevo hallazgo.
      Un abrazo amigo.

      Responder
  8. 8
    andres
    el 18 de octubre del 2012 a las 12:44

    creo que la vida biologica tal y como la conocemos no solo esta predispuesta por leyes cosmicas sino que la propia vida tiende a esas leyes ,como si un atomo tendiera a juntarse con otros por la misma gravedad mistica encaminandose a comvertirse en estrella en agujero negro o en un universo en definitiva , la vida tal cual seria un proceso similar limitado por la masa del orgnismo y condicionado por las organizaciones galacticas ya creadas algo asi como la propia evolucion pero puramente fifica…

    Responder
    • 8.1
      emilio silvera
      el 19 de octubre del 2012 a las 8:44

      Una idea es….Pero ¿dónde dejamos la Química?
      Un saludo

      Responder
  9. 9
    antonio
    el 20 de marzo del 2013 a las 18:26

    la ciencia confirma la predestinación. 

    Responder
    • 9.1
      emilio silvera
      el 21 de marzo del 2013 a las 3:46

      Amigo Antonio, la Ciencia confirma muchas cosas y, sin duda, marcará nuestro destino.
      Saludos.

      Responder
  10. 10
    Felipe García
    el 10 de agosto del 2014 a las 23:22

    Lo que hay ed conciencia del momento presente,, nada más, dice advaita, la conciencia impersonal, que observa. A. Los personajes que creen tener libre. Albedrío.

    Responder
  11. 11
    Emilio Silvera
    el 11 de agosto del 2014 a las 6:48

    Lo que conocemos como libre Albedrío, es limitado en todos nosotros y, a veces, tenemos esa engañosa sensación de poder hacer, de elegir, de decidir nuestros destinos y, lo cierto es que, estamos muy limitados por… ¡tántas cosas! Una parte limitada de las decisiones, sí que podemos hacerla nosotros y escoger el camino a seguir en ciertas situaciones que, no pocas veces, marcan nuestro futuro. Si a esa pequeña parte le llaman libre Albedrío… ¡Pues vale!

    Claro que, es una sensación engañosa y ninguno de nosotros podrá nunca hacer lo que quiera.

    Saludos.

    Responder

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