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¡El Terremoto de Japón!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Catástrofes Naturales    ~    Comentarios Comments (21)

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Todo el planeta Tierra, sus habitantes, están llenos de tristeza y horror por la sacudida que la Naturaleza ha propinado al Territorio de Japón y la desgracia que ha llevado a todos sus habitantes que, de una u otra manera, han sido directamente afectados. Los habitantes del resto del mundo, aunque en la lejanía del suceso, también estamos muy afectados y seguimos con interés las noticias que continuamente son emitidas para dar cuenta de los últimos acontecimientos con el Terremoto relacionados y sus nefastas secuelas.

La Agencia Meteorológica japonesa revisó y elevó a 9 grados en la escala abierta de Richter el terremoto devastador ocurrido el 11 de marzo en la costa nororiental de Japón, que se convierte en uno de los de mayor magnitud de la historia, según informó la agencia española EFE.

Cuando la Naturaleza tiembla, poco podemos hacer los mortales por evitarlo, estamos a su merced y, sucesos como este han ocurrido a lo largo de la Historia en muchas ocasiones y siempre, con un resultado de muerte y desolación.

Las derivaciones y daños colaterales que un susceso de esta magnitud conlleva, son terroríficos, de una fuerza inusitada que destruye y arrasa con todo. El Tsunami ha sido una buena prueba de ello. Pueblos enteros desaparecidos y miles de muertos, la destrucción generalizada, ese es el resultado de un Caos que, durante muchísimo tiempo será recordado y que, no sólo ha traído la muerte y la desolación, sino que, una vez pasado, viene lo peor para los que han quedado y tienen que seguir adelante sin sus seres queridos, sin sus bienes que ganaron luchando durante toda una vida, regiones enteras inmersas en la más horrible escacez de medios de todo tipo, y, todo ello, debido a un simple desperezar geológico del planeta contra el que nada podemos hacer, y, a pesar de nuestros muchos adelantos, ni sabemos como detectarlo con la debida antelación que tantas vidas podría salvar.

La inmensa mayoría de los terremotos se originan en los procesos geotectónicos a gran escala que crean, hacen chocar y hunden en las zonas de subducción, las placas oceánicas. No menos del 95 por ciento de todos los terremotos se concentran a lo largo de los bordes de las placas y cerca de nueve décimas partes de éstos se localizan en el cinturón Circum-Pacífico, donde las placas, que son relativamente rápidas, están colisionando o deslizándose contra las placas continentales más pesadas. La mayor parte del resto de terremotos están asociados a los puntos calientes, generalmente señalados por volcanes en actividad.

En conjunto, los terremotos representan una fracción muy pequeña de la energía liberada por los procesos tectónicos de la Tierra. Desde 1900, en los mayores terremotos se han liberado anualmente una energía media cercana a los 450 PJ, que no supone más del 0’03 por ciento del flujo total de calor terrestre. La liberación anual de energía sísmica de todos los terremotos que se han medido alcanza unos 300 GW, que sumada a la energía de esfuerzo invertida en deformaciones irreversibles y al calor generado por fricción a lo largo de las fallas, daría un total próximo a 1 TW, lo cual representa solamente un 2’5 por ciento del flujo de calor global.

Pero este recuento total nos dice poco de la liberación de energía y de la potencia de un solo terremoto. Aunque la mayoría son tan débiles que pasan desapercibidos para las personas, cada año se producen terremotos terriblemente destructivos, que durante el siglo XX han causado más víctimas mortales que las inundaciones, ciclones y erupciones volcánicas juntas. Este de ahora, ocurrido en japón, alcanzando 9 en la escala, es uno de los mayores conocidos en la Historia, y, a pesar de lo bien equipada que contra ellos está la Sociedad japonesa, sus efectos a la vista están.

La energía de estos terremotos se puede calcular a partir de la energía cinética de las ondas sísmicas generadas por la energía liberada en el esfuerzo de la deformación del suelo, pero rara vez se realizan estos cálculos directamente. Lo más frecuente es deducir la energía del terremoto a partir de la medida de su magnitud o de su momento. La medida típica de la magnitud de un terremoto fue establecida por Charles Richter en 1935, como el logaritmo decimal de la máxima amplitud (en micrómetros) registrada con un sismómetro de tensión estándar (Word-Anderson) a 100 Km de distancia del epicentro del temblor.

Desde que en 1942, Richter publicó la primera correlación entre la magnitud de energía sísmica liberada en un temblor, su trabajo (como por otra parte, es de lógica) ha sufrido numerosas modificaciones. La conversión sigue la forma estándar log10 E = a + bM, donde E es la energía liberada en forma de ondas sísmicas (en ergios), M es la magnitud de Richter, y a y b son los coeficientes empíricos que varían entre 6’1 – 13’5 y 1’2 – 2 respectivamente. Otras conversiones alternativas permiten obtener la energía liberada a partir del momento del terremoto, que se define como el producto de la rigidez por el desplazamiento medio de la falla y por la superficie media desplazada.

Los mayores terremotos registrados tienen magnitudes Richter comprendidas entre 8 y 8’9, con liberación de energía sísmica entre 48 PJ y 1’41 EJ. Todos hemos oído en alguna ocasión algún comentario sobre el terremoto de San Francisco de 1906, donde los cálculos basados en tres métodos utilizados en el esfuerzo dieron valores tan distintos como 9’40 y 175 PJ, y con método cinético se obtuvo 2’5 PJ.

Los terremotos, por ser a la vez de breve duración y estar limitados espacialmente, desarrollan potencias y densidades de potencia extraordinariamente altas. La potencia de un temblor de magnitud 8 en la escala de Richter que durase solamente medio minuto, sería de 1’6 PW, y si toda esta potencia estuviera repartida uniformemente en un área de 80 Km de radio, la densidad de potencia sería tan elevada como 80 KW/m2. Y, eso traducido en daños, es de una magnitud devastadora.

Obviamente, tales flujos pueden ser terriblemente destructivos, pero ni las pérdidas de vidas humanas ni los daños materiales que ocasionan los temblores están correlacionados de una manera sencilla con la energía liberada. La densidad de población o de industrias, así como la calidad de las construcciones, constituyen un factor muchísimo más importante para determinar la mortandad o el impacto económico de los mismo. Por ejemplo, el coste en vidas humanas del gran terremoto japonés que en 1923 arrasó Tokio, donde existía una alta densidad de casas de madera, fue unas 200 veces más elevado que el terremoto de San Francisco de 1906 en el que se liberó cuatro veces más energía. También aquí salen perdiendo, como siempre, los pobres.

Por otra parte, no podemos olvidar que la superficie del globo terrestre está dominada por las aguas, y los seres humanos viven en la Tierra seca. Sin embargo, vienen los tsunamis. La predicción de estas catástrofes continúa siendo imposible. Se tienen datos, se localizan las zonas de más frecuencia, y conocen las fallas de desgarre y las inversas, los ciclos, etc., pero el conocimiento es aún escaso para prevenir dónde y cuándo se producirán temblores.

Las olas sísmicas que se pueden provocar por terremotos submarinos se propagan durante miles de kilómetros a velocidades de 550 – 720 Km/h, perdiendo en su viaje muy poca potencia. Estas olas, prácticamente invisibles en el mar, se levantan hasta una altura de 10 metros en agua poco profundas y pueden llegar a golpear las costas con intensidades de potencia en superficie vertical de hasta 200 – 500 MW/m2, y con impactos horizontales de intensidad y potencia entre 10 – 100 MW/m2. Son, pues, mucho más potentes que los ciclones tropicales y causan grandes daños tanto materiales como en pérdida de vidas humanas.

Todos debemos estar de luto, como se ha dicho tantas veces aquí “Toda la Humanidad es una” y, nuestros hermanos de Japón, han soportado una terrible prueba de la que les costará salir. Estemos junto a ellos en estas horas de tristeza y dolor y, todos los Gobiernos del Mundo, sin excepción, que se pongan a disposición del Gobierno de Japón para coordinar las ayudas de todo tipo que en estos momentos son tan necesarias.

El pueblo Japones es fuerte, su coraje está más que demostrado, ahí está su Historia para comprobarlo. Su idiosincracia, su cultura, su fuerza de voluntad, les hará salir de todo este “mal sueño” del que deseamos salgan pronto.

¡Estamos con Japón y con su Gente!

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 13 de marzo del 2011 a las 11:08

    He podido comprobar que, algunos medios de comunicación no pueden resistirse a plantear posibles consecuencias agoreras del Terremoto, y, sin encomendarse a la providencia, han llegado a decir que, el Eje de la Tierra se ha desplazado hasta el 10% como consecuencia de terremoto.
    Si miramos en cualquier lugar documentado, pongamos WikipediA, podremos leer que la rotación:

    “Es un movimiento que efectúa la Tierra girando sobre sí misma a lo largo de un eje imaginario denominado Eje terrestre que pasa por sus polos. Una vuelta completa, tomando como referencia a las estrellas, dura 23 horas con 56 minutos y 4 segundos y se denomina día sidéreo. Si tomamos como referencia al Sol, el mismo meridiano pasa frente a nuestra estrella cada 24 horas, llamado día solar. Los 3 minutos y 56 segundos de diferencia se deben a que en ese plazo de tiempo la Tierra ha avanzado en su órbita y debe de girar algo más que un día sideral para completar un día solar.
    La primera referencia tomada por el hombre fue el Sol, cuyo movimiento aparente, originado en la rotación de la Tierra, determina el día y la noche, dando la impresión que el cielo gira alrededor del planeta. En el uso coloquial del lenguaje se utiliza la palabra día para designar este fenómeno, que en astronomía se refiere como día solar y se corresponde con el tiempo solar.
    Como se observa en el gráfico, el eje terrestre forma un ángulo de 23,5º respecto a la normal de la eclíptica, fenómeno denominado oblicuidad de la eclíptica. Esta inclinación produce largos meses de luz y oscuridad en los polos geográficos, además de ser la causa de las estaciones del año, causadas por el cambio del ángulo de incidencia de la radiación solar.
    Véanse también: Eje terrestre, Día sidéreo, Día y Oblicuidad de la eclíptica

    Que se sepa después del Terremoto nadie ha notado cambio alguno en el comportamiento del planeta, y, de ser cierto que el eje se hubiera desplazado el 10%, de alguna manera se notarían los cambios producidos.

    Sería conveniente que los medios, antes de dar una noticia tan alegremente, se centraran en confirmar que las fuentes sean todo lo fiable que sería de desear, toda vez que, estas noticias sólo puede traer más oscuridad y desaliento al pueblo llano.

    Seámos sensatos en momentos como éste.

    Responder
  2. 2
    emilio silvera
    el 13 de marzo del 2011 a las 13:06

    La Zona es muy propensa a este tipo de catástrofes, y, si miramos hacia atrás, la Historia nos habla de ello:
     

    08-12-1946
    X
    Shiho-Ku, Japón
    Japón
    2.000 muertos

    02-06-1948
    X
    Fuku-i, Japón
    Japón
    Aprox. 5.100 muertos

    04-03-1952
    X
    Hokkaido, Japón
    Japón
    Aprox. 8.233 muertos

    15 de junio de 1896 en Riku-ugo (Japón) fueron 22.000 muertos
    01/09/1923 Fuerza 8,3 en Tokio, los muertos ascendieron a 140.000 y más de la mitad de la ciudad destruida.
    02/03/1923, con fuerza 8,9 en la costa noroeste de Japón con unos 3.000 muertos
    04/03/1952, en Hokkaido, Japón, con 8.500 muertos.
    04/06/1964, fuerza 4,6 en Nigata (Japón), con 26 muertos y unos 500 heridos.

    Responder
  3. 3
    Francisco
    el 14 de marzo del 2011 a las 0:24

    Sr. Emilio, me he enterado que el sismo que sacudió a Japon, pudo haber desplazado el eje de la Tierra unos 10 cms, en que influye al planeta que el eje de rotación se desplaze de esta manera?..

    Saludos…

    Responder
  4. 4
    DJamil
    el 14 de marzo del 2011 a las 2:38

    Muchas gracias Sr. Emilio…
     
    Estamos Uno, Estamos con la gente de Japon…
     
    Saludos,
     
    DJamil

    Responder
  5. 5
    francisco mendoza
    el 14 de marzo del 2011 a las 4:16

    Pregunta: por fa, puedes decirme, con palabras sencillas, en que consiste la liberacion de la energia que provoca los terremotos?  Que tipo de energia es? Como me puedes ilustrar ese concepto? Te hago las preguntas porque formo parte de un programa de radio en California y necesitamos informar de la manera mas clara y didactica al auditorio sobre este fenomeno.
    Ademas, te invito a participar para entrevistarte.
    Yo vivo en Los Angeles, California. Te agradezco seas tan gentil de responderme tan pronto puedas, porque nuestro programa es manana a las 8:00 de la noche.
    Muchisimas gracias
     

    Responder
    • 5.1
      nelson
      el 14 de marzo del 2011 a las 14:40

      Ese programa, ¿se podrá escuchar “on line”? Estaría bueno…
       
      Saludos desde Montevideo.
       

      Responder
  6. 6
    emilio silvera
    el 14 de marzo del 2011 a las 7:10

    D. Francisco Mendoza:
    Le agradezco la invitación que me hace para hablar en el programa de Radio, allí en los Ángeles. Sin embargo, no parece que sea muy factible llevarlo a buen término. Ahora mismo son las 6,49 h, y estoy en Huelva (España) contestandote a tu amable iniciativa que me gustaría aceptar pero que no es posible por variadas razones.
    En cuanto a la pregunta sobre “qué clase de energía se libera en un Terremoto…” te diré que, se liberan dos clases de energías: 1) potencial elástica, 2) Energía mecánica (potencial y cinética).
    La energía es clasificada por conveniencia en dos formas: la energía potencial que es la energía almacenada en un cuerpo o sistema como consecuencia de su posición, forma o estado (ésta incluye la energía gravitacional, eléctrica, nuclear o química); la Energía Cinética es la energía del Movimiento y es usualmente definida como el trabajo que será realizado sobre un cuerpo que posee esa energía cuando es llevado al reposo.
    La energía interna de un cuerpo es la suma de la energía potencial y la energía cinética de sus átomos y moléculas componentes. De todas las maneras, mejor de lo que te lo pueda explicar yo, aquí te dejo sitios en los que tienes amplia información:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto
    http://revistas.ucm.es/fis/02144557/arti…
    .
    http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto
    http://revistas.ucm.es/fis/02144557/arti…
    Un saludo cordial amigo.

    Responder
  7. 7
    nelson
    el 14 de marzo del 2011 a las 14:33

    Hola muchachada.
     
    Tremendo y doloroso recordatorio por parte de la Naturaleza, de nuestra verdadera dimensión. Imperturbable, continuará su proceso evolutivo, buscando o restableciendo sus equilibrios, ignorando la vanidad y la ambición humanas, vacuas, fútiles, y la soberbia desmedida de una raza que juega a ser dios, que manipula irresponsablemente fuerzas que no es capaz de controlar si se les van de las manos, que contraviene el orden natural en vez de respetarlo.
    De todos modos la Naturaleza seguirá adelante. Con nosotros o sin nosotros.
     
    Saludos cordiales.

    Responder
    • 7.1
      kike
      el 14 de marzo del 2011 a las 14:56

      Precisamente hoy he leido en la prensa un artículo sobre el tema, del que saco una frase lapidaria que decía más o menos:

      ” La Naturaleza no discrimina en absoluto a un hombre respecto a una hormiga.”

       Y es que en la realidad la naturalza es un ejemplo de lo que debiera ser la justicia, “sabia y ciega”

       Aprovecho para solidarizarme con el pueblo nipón en sus tristes momentos; no dudo que su demostrada valía y entereza les sacarán una vez más de los desastres, a los que están ciertamente algo acostumbrados.

      Responder
  8. 8
    Abdel Majluf
    el 14 de marzo del 2011 a las 17:25

    Bueno, como todos saben soy de Chile, una zona tremendamente telúrica, donde hemos tenido los mas grandes terremotos y devastadores de la historia, al menos moderna, El de valdivia, 9.5, arica 9.0, maule 8.8 ( el año rec ien pasado)

    Vivir en zonas tan teluricas es algo complicado, uno siempre debe estar atento y mas si al frente tenemos al oceano pacifico, esta vez tuvimos que evacuar toda la costa, pues desde japon la linea es directa.
    saludos.

    Responder
  9. 9
    nelson
    el 16 de marzo del 2011 a las 21:20

    Hola muchachos.
     
    Leo con dolor que, en la madrugada local de hoy, luego de una segunda explosión de hidrógeno en el reactor nº 4 de Fukushima, se desató un incendio importante. Ha descendido el nivel del agua de la piscina de almacenamiento de combustible gastado, y dejado al descubierto las barras. El recalentamiento de las varillas y la alta radiación impiden a los operarios acercarse a reponer el agua.  No se descarta el reinicio de reacciones de fisión del combustible con consecuencias impredecibles  Ya habían sido evacuados 730 de los 800 trabajadores de la planta; quedan 70 sacrificados para luchar contra los accidentes en curso, ( ¿los “liquidadores” de Fukushima?).
    Como dijo el Dr Thomas Neff de Instituto Tecnológico de Massachusetts sobre la situación: “Es una pesadilla en cámara lenta”.
     
    Yo he escuchado personalmente en un evento a una técnica especializada, aseverar que la posibilidad de un accidente como el de Chernóbyl, con los nuevos reactores, mucho más “seguros”, es de uno en un millón de años, y que… ¡¡ya había ocurrido!!
    ¿ Alguien tiene noticia de si alguna de estos promotores que dan conferencias o escriben artículos y libros pontificando sobre las ventajas de los reactores nucleares, se han ofrecido como voluntarios para ayudar a los heroicos obreros y bomberos, que están arriesgando sus vidas por sus semejantes?
     
    Solidaridad con el sufrido pueblo nipón, que parece signado para las hecatombes.
     
    Saludos cordiales para tod@s.

    Responder
    • 9.1
      nelson
      el 16 de marzo del 2011 a las 21:43

      Error en la redacción: el tramo que dice: “con los nuevos reactores, mucho más seguros,” no corresponde.
       
      Saludotes.

      Responder
  10. 10
    Mª José Pérez (Nik : anadelagua)
    el 17 de marzo del 2011 a las 1:20

    Saludos.
    Y dando gracias que al menos por ahora…no se ha cumplido la predicción de un segundo terremoto, también “severo”.Aunque las replicas son numerosas y dañinas.Como Nelson admiro a esos héroes capaces de enfrentarse a la muerte a cambio de salvar a los demás,sean cuales sean sus motivos.
    Paz

    Responder
  11. 11
    Filosofo Contemporáneo
    el 17 de marzo del 2011 a las 2:56

    La única sabia es la naturaleza, el porqué de esta razón, es simplemente por ser la que mejor entiende al Tiempo.

    Responder
    • 11.1
      emilio.silvera
      el 17 de marzo del 2011 a las 9:46

      La Naturaleza (nosotros somos una parte de ella) tiene su ritmo, no es más o menos sabia, simplemente se trata de que todo en ella está regido por unos mecanismos que son los responsables del reciclaje y transiciones de fases que, en cada momento corresponden.
      Lo mismo en un planeta como la Tierra, que en una estrella como nuestro Sol, las funciones están bien determinadas y los sucesos cíclicos (algunos a plazo fijo y otros no) llegan en el momento adecuado para el planeta, la estrella, o, éste o aquel objeto situado en cualquier región del Universo. Todo está predeterminado a esas escalas (de lo grande o lo pequeño) en que las reglas, las impone la Naturaleza.
      Mucho ha sido lo que hemos podido avanzar y muchos los descubrimientos acerca del mundo que nos rodea. Sin embargo, una cosa que hemos aprendido muy bien es que, estamos imposibilitados para impedir sucesos de magnitud planetaria y de otros mayores, ni pensar siquiera.
      Somos simplemente, una ínfima parte de la Naturaleza. Una parte consciente y lógica que, ha llegado a comprender su verdadero lugar dentro del orden universal: Una simple muestra de la evolución de la materia que, por medio de la química y la biología, ha podido alcanzar ese estadio al que llamamos ¡vida! pero, que sin embargo, en poco podemos incidir en el transcurso del mundo. Sobre todo, cuando seguramente nosotros, contribuimos (no pocas veces) a que se produzcan situaciones que se podrían haber evitado con una conducta más “racional”.
      En fin amigo filósofo, no se trata de la sabiduría de la Naturaleza ni de que esta sea la mejor que entienda el “Tiempo”, habrá que tener en cuenta que, el Universo es todo lo que existe: la materia, el espacio y el tiempo, y, dentro de todo eso, nos encontramos inmersos los humanos, rodeados de fuerzas que no siempre llegamos a comprender.
      Nuestra colonia en la Tierra ha sido agredida por una sacudida de las entrañas del planeta que, ha desatado fuerzas y energías que han provocado en forma de Terremoto y posterior Tsunami, una debacle en la plácida y tranquila vida cotidiana de cientos de miles de personas a las que ha dejado, en el mejor de los casos, sin hogar. Otros, menos afortunados, perdieron la vida.
      Pues bien, ese es nuestro sino. Nuestra relación con la Naturaleza que nos trajo aquí, será siempre de ese orden. Sus reglas serán cumplidas cuando llegue el momento y, desde luego, nada existe que se pueda preocupar por lo que le ocurre a las especies que viven en el planeta. Así son las cosas.
      Muchos son los sucesos de este tipo sucedidos a lo largo de la Historia, y, ninguno queremos ser testigos directos de alguno de ellos. Esperemos que, se espacien lo más posible en el tiempo, y, que al menos, nos podamos recuperar de éste último en Japón que, por su peligrosidad extrema, tiene en vilo a todo el mundo.
      Esperemos que todo se vaya arreglando y que los sucesos negativos decaigan poco a poco hacia la normalidad de tantas y tantas personas que se han visto afectadas por tan grave situación.
       

      Responder
      • 11.1.1
        Filosofo Contemporáneo
        el 17 de marzo del 2011 a las 14:00

        Cuándo se habla de Evolución, se suele decir cosas como “Dentro de cientos o miles de años la evolución del ser humano será posible al adquirir una consciencia más profunda que nos permita comprender lo que aún no entendemos”. Esa no es toda la verdad; la lógica dice que para que exista una Evolución es necesario un Cambio, ese cambio debería manifestarse ahora, no dentro de cientos o, miles de años.

        Responder
        • 11.1.1.1
          emilio silvera
          el 17 de marzo del 2011 a las 14:44

          Si hablamos en esos términos es, aconsejados por lo que nos cuenta la historia, los cambios no han sido nunca de hoy para mañana. Miles o Millones de años han tenido que pasar para obsevar cambios de cierta consideración, y, si eso es así (que lo es), no pueden producirse cambios a nuestra conveniencia. La Naturaleza trabaja de otra manera. Su “tiempo” no es nuestro “Tiempo”.
           

        • 11.1.1.2
          Filosofo Contemporáneo
          el 17 de marzo del 2011 a las 14:57

          Somos parte de la Naturaleza, por este motivo debemos ir con el Tiempo, no en contra. Los cambios son posibles solamente si hay decisión de Cambio.
          Dejar los problemas para que el Tiempo los solucione, es como seguir tirando la pelota hacia adelante, y al que le caiga se haga responsable de la situación, eso, es una práctica habitual de los políticos, no de los científicos.
          Si en realidad somos parte de la Naturaleza, ¿porque no se hace un esfuerzo mayor para entenderla mejor?, ya que si estamos en ella, tendríamos que haber aprendido algo del Tiempo.

  12. 12
    nelson
    el 17 de marzo del 2011 a las 3:57

    Hay que agregar a este panorama, la erupción del Shimoedake, ocurrida el domingo, y poco difundida; no sé cual será la situación allí al día de hoy, no encontré nada.
    La Naturaleza parece ensañarse, y el drama, no tener fin: http://www.taringa.net/posts/noticias/9672686/Erupcion-de-volcan-japones-Shimoedake.html
     
    Un saludo afectuoso para tod@s.
     
     

    Responder
  13. 13
    emilio silvera
    el 17 de marzo del 2011 a las 7:56

    Es verdaderamente encomiable que, en situaciones extremas como la que se vive en Japón, aparezca en algunos seres lo mejor de la Humanidad. No dudo ni por un momento que, si se pidieran voluntarios (en contra de lo que muchos puedan creer) aparecerían decenas de miles dispuestos a dar su vida por los demás.
    En la situación que estamos viviendo, poco a poco, se irá dejando de lado la verdadera causa del fatídico suceso (el terremoto y el Tsunami), y, serán denostadas las Centrales Nucleares que, desde luego, no digo que no tengan muchísimopeligro en “casos muy especiales e inesperados” pero, tenemos que convenir que, en circunstancias de normalidad, éste tipo de instalaciones (precisamente por ser peligrosas) tienen sistemas de seguridad muy rígidos.
    El elemento transuránico metálico, radiactivo, denso y plateado que está causando el enorme problema, debe ser el Plutonio 239 con una vida media de 2,44 x 104 años (sobre algo más de 24.000 años), y, “Trabajadores expuestos al plutonio han desarrollado cáncer del pulmón, el hígado y los huesos.
    El plutonio abandona el cuerpo muy lentamente en la orina y las heces. Si una cantidad de plutonio entrara al cuerpo hoy día, la mayor parte todavía estaría en el cuerpo 30 a 50 años más tarde.”
    Dado que los combustibles fósiles cada día son más difíciles de encontrar (hemos esquilmado el planeta), la necesidad de la población nos ha llevado a buscar otras fuentes de energías y, dado que las llamadas energía limpias (Eólicas, hidroeléctricas, etc.) son poco rentables, se ha desembarcado en la derivada de la Fisión Nuclear, la más peligrosa de todas que, en ciertas situaciones, nos puede abocar a desenlaces como el que en el presente se vive.
    ¡Veremos a ver en que termina todo ésto! Me temo que nada bueno podemos esperar y cada día que pase las noticias serán mucho más trágicas.
    No puedo saber en este momento hasta que punto se han estado esforzando los Gobiernos en obtener la energía de fusión que, de momento, es la solución más óptima que veo en el horizonte. Las últimas noticias sobre el tema situaba ese logro para dentro de unos 30-40 años en el futuro y, la verdad, será un camino muy largo y duro.
    Esperemos todos que el desenlace de Japón, finalmente no sea tan grave como estamos temiendo.

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