Ago
15
Sí, es posible que la vida sea igual en todas partes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (0)
El Universo es grande, para nosotros… ¡casi infinito! Está lleno de mundos, unos tendrán presente la bvida y otros no pero, el que la tenga, creo que, como en la Tierra, estará basada en el Carbono que es, el elemento más idóneo para hacerla posible y, aunque no podamos negar cualquier otra posibilidad, esa es, amigos míos, la que lleva la mayor ventaja.
Uno de los supuestos implícitos en pro de la inevitabilidad de un Universo grande y frío es que cualquier vida es muy parecida a la nuestra. Los biólogos parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el Carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencia extraterrestre en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas y necesiten agua, atmósferas gaseosas y todo lo demás. Merece la pena abrir un poco nuestra imaginación para pensar a qué podría parecerse la vida si radicara en el espacio en lugar de radicar en un planeta. Las formas de vida diferentes a la nuestra y con otros metabolismos están también aquí con nosotros y pertenecen a minúsculos seres que, son necesarios en el ecosisitema terrestre para que el conjunto funcione en una simbiosis general y efectiva.
Buscando indicios de la vida, Rosetta estudia la composición del polvo y gas que lanza un cometa. No hemos dejado de observar y estudiar los fenómenos y objetos del espacio para poder saber que, lo que allí está pasando, es lo mismo que está pasando aquí. Las leyes que lo gobiernan todo son las mismas en todas partes, así que, en nuestro Universo, no existen lugares privilegiados.
¿La vida fuera de la Tierra? Debido a que es un fenómeno que por el momento permanece esencialmente fuera del alcance de la ciencia (al no disponer de datos, y por tanto de la posibilidad de experimentar y refutar las hipótesis), no existe una disciplina “formal” que estudie la vida extraterrestre, ni ningún currículo académico que forme expertos en ello. Aquellos que se han aproximado al tema de manera científica son por lo general expertos en áreas diversas, que por interés meramente personal han elaborado hipótesis sobre las posibilidades de vida en otros mundos, y han compartido sus puntos de vista a través de algún medio. Pese a ello, ha surgido una enorme cantidad de trabajos y publicaciones serias sobre el tema, de modo que puede hablarse de una cuasi-ciencia dedicada a estudiar y teorizar sobre este fenómeno, a pesar de la ausencia de evidencias. La proto-ciencia que estudia la vida extraterrestre se llama exobiología o astrobiología, y esencialmente se dedica a especular sobre los límites en los que, según nuestro conocimientos científicos, podría darse la vida.
Herschel es un telescopio espacial que posee un impresionante espejo de 3,5 metros de diámetro (el mayor en telescopios espaciales de imagen). Fue lanzado al espacio en el 2007. Una de sus características es que puede “ver” un tipo de radiación que no ha sido detectado hasta ahora. Esta radiación cae dentro del espectro del infrarrojo lejano y de la luz con longitud de onda menor al milímetro, que son exactamente las radiaciones que es necesario detectar cuando se buscan compuestos químicos complejos como los de las moléculas orgánicas.
En las últimas décadas los científicos y el público en general han imaginado que se podría encontrar vida inteligente en el universo. Es probable que no seamos la única civilización en esta galaxia, que incluso podría contener docenas o centenares de civilizaciones dispersas entre sus 200.000 millones de estrellas. Si recibiéramos un mensaje complejo y detallado surgido de una de estas civilizaciones, o tuviésemos otra forma de contacto con ella, los efectos sobre nuestra civilización podrían ser intensos y profundos.
¿Quién puede decir ahora lo que en otros mundos nos podríamos encontrar: Un planeta como nuestra Tierra de hace 200 millones de años, un mundo menos denso que el nuestro y situado en zona habitable con seres inteligentes gigantes… ¡Quién podría decirlo! Al respecto sólo cabe especular.
Muchos astrónomos, biólogos, filósofos, a los que se agrega ahora otra gente, creen que la existencia de la diversidad de la vida en el universo es un valor supremo. Es decir, en el universo entero, nada es de mayor valor, importancia o significación que las civilizaciones avanzadas y las especies inteligentes, incluyendo la nuestra, por supuesto. Si se preguntara “¿qué cosa o idea tiene más importancia o valor que la diversidad de la vida en el universo, incluyendo la civilización humana?” mucha gente contestaría: “Nada; el ser humano y cualquier otra vida inteligente son la cosa más importante del universo.
¿Cuán extensa y diversa es la vida inteligente que se ha desarrollado en nuestra galaxia? Se ha escrito una cantidad enorme de literatura científica sobre estas dos cuestiones. Estamos pensando aquí en las especies naturalmente desarrolladas que han alcanzado por lo menos nuestro nivel de inteligencia, penetración, conocimiento y cultura. Entre los científicos que han estudiado esta cuestión, el consenso general es que se deben haber desarrollado muchas especies inteligentes a través de nuestra galaxia, ahora y en otros tiempos, y que algunos de ellas pueden estar vivas hoy. La amalgama de seres formados por multitud de espcies llenaran esos mundos remotos que, en la explosión inicial de la supernova que creo la Nebulosa de la que surgieran, los situara en el lado habitable de la estrella. Allí, en esos planetas con agua corriente y atmósfera, estarán situados, en los adecuados habitats, seres de distintas especies que, tendrán sus sistemas propios en el árbol de la vida que, lo más seguro, será muy parecido al nuestro.
El revoltijo de complejidad que está presente en el Universo, nos lleva a pensar que, todo se ha fraguado a través de más de 13 mil millones de años, el tiempo necesartio de evolución de la materia en las estrellas y en el propio universo para que, la vida, pueda surgir en sistemas con las adecuadas condiciones para acogerla. Hasta el momento, que sepamos, es el Carbono el material que la hace posible y la alñternativa química sería el silicio que forma cadenas moleculares parecidas, pero por desgracia, tienden a ser , como el cuarzo y la arena, rígidas y poco interesantes como ladrillos para la biología.
Mundos
Mundos habitables, si nos guiamos por las probabilidades, solo en nuestra propia Galaxia podrían existir más de diez mil planetas con vida
Urónicamente, la revolución informática está demostrando que es la física del silicio más que la química del silicio la que constituye la mayor promesa como alternativa para la vida. Pero tales formas de vida e inteligencias no evolucionan espontáneamente como las nuestras sino que, deben ser fabricada por organismos basados en el Carbono para construir configuraciones altamente organizadas que, es probable quen un día de nuestro futuro, lleguen a poder auto-replicarse y, será entonces cuando podremos decir que ha nacido una nueva especie.
Robot del futuro auto replicantes de inteligencia superior
Está claro que hasta el momento (aunque no todos), el pensamiento sobre la vida inteligente ha sido provinciano y lo demuetran pensamientos como este:
“Un Universo tan vasto y complejo como el que sabemos que existe a nuestro alrededor, quizá haya sido absolutamente necesario…para producir un mundo que se adaptase de forma precisa en todo detalle al desarrollo ordenado de la vida que culmina con el hombre.”
Más exacto sería decir que, culmina con la especie Humana aquí en nuestro planeta pero que, las posibilidade squedan abiertas para otros mundos de los millones que son en esas galaxias que a cientos de miles de millones llenan el espacio hasta regiones situadas a más de 13.ooo años-luz de nuestra región y, en tanta vastedad de mundos ¿Qué nos podremos encontrar?
Hoy no podemos hacernos eco de ese sentimiento que resulta de la cortedad de pensamientos, de mirarnos el ombligo y, de no ver más allá de nuestras propias narices. El gran tamaño del Universo observable, con sus 1080 átomos, permite un enorme número de lugares donde puedan tener lugar las variaciones estadísiticas de combinaciones químicas necesarias para el surgir de la vida. ¿Cómo la nuestra? ¿Quién puede saber eso?
Por mi parte creo que en lo esencial, seres vivos organizados, donde quiera que puedan existir en el universo, deben ser fundamentalmente, y en su naturaleza esencial, también iguales y, si eso fuese así, creo que, sería muy beneficioso para nosotros cuando tengamos que tener encuentros futuros con la vida surgida en otros planetas de nuestra propia galaxia o de otras…¿quién lo puede saber?
Esperemos que cada vez sepamos construirnos ciudades más habitables y humanas, menos metálicas y frías en las que pululen los robor, ciborg y replicantes como una parte de una población decadente en la que, son ellos, los seres artificiales los que predominan y están -para nuestra mal entendida comodidad- a cargo de todo aquello que es vital en nuestras vidas. Todo eso, algún día, se podría volver contra nosotros y llegado el momento hasta podríamos ser sometidos por seres artificiales creados por nosotros.
No necesitamos, por muy buen aspecto que pudedan tener, de replicantes inteligentes que nos suplan en aquellas funciones vitales para la Sociedad. Al final del camino, “ellos” los replicantes, seres sofisticados y pensantes, terminarían tomando el mando y, la Humanidad, simplemente serían sus esclavos y, dejarían de ser. Así que, el miedo a otras especies, posiblemente lo tengamos aqueí mismo, en nuestras mentes que no siempre idean lo mejor.
“Este átomo puede formar cuatro enlaces y da lugar a muchas y muy distintas moléculas diferentes en una cadena muy larga, que formará millones de compuestos, entre ellos todas las moléculas esenciales para la vida: glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. El nitrógeno también es un elemento fundamental ya que con el se forman las proteínas.”
Una Cosa está bien clara, todos los seres de la Tierra, sin excepción, tienen su principal base estructural en el Carbono… ¿Por qué será? Son millones y, ni siquiera uno está basado en otro elemento. Creo que la Naturaleza es sabia y sabe, como tiene que hacer las cosas y, precisamente por eso creo que, la vida en otros mundos, será igual o parecida a la nuestra aquí en la Tierra.
Se puede ver que la glucosa se compone de seis átomos de carbono (Carbo…) y los elementos de seis moléculas del agua (…hidrato). La glucosa es un azúcar simple, en el sentido de que a nuestra lengua su sabor es dulce. Hay otros azúcares simples que también habrás escuchado:
- Fructosa
- Galactosa
- Lactosa
- Sacarosa
- Maltosa
La glucosa, fructosa y galactosa se conocen como monosacáridos. Lactosa, sacarosa, maltosa y son llamados disacáridos (que contienen dos monosacáridos).
El silicio es, después del oxígeno (O) el segundo elemento más abundante en la tierra: la corteza terrestre está formada en aprox. 28 % de silicio. Cada átomo de silicio central puede enlazarse adicionalmente con dos átomos de carbono, normalmente en grupos metilo (CH3). En los átomos de silicio de los extremos se suelen enlazar tres grupos metilo. El silicio es un elemento tetravalente, es decir, que puede formar 4 enlaces covalentes. En la tabla periódica se encuentra en el grupo IV, justo debajo del carbono (C). El silicio presenta una gran afinidad con el oxígeno.
El silicio se parece mucho al carbono y también puede unirse a un máximo de cuatro átomos diferentes en cuatro direcciones distintas. El átomo de silicio, sin embargo, es mayor que el de carbono, con lo cual las combinaciones silicio-silicio son menos estables que las de carbono-carbono. La existencia de largas cadenas y anillos de átomos de silicio es mucho más improbable que en el caso de carbono. Lo que sí es posible son largas y complicadas cadenas de átomos en las que alternan el silicio con el oxígeno.
Se trata de una molécula de Silicio. Se ha especulado con la posibilidad de encontrar vida en Titán, la luna de Saturno. Sin embargo los científicos creen que de existir sería una vida de tipo microbiana basada probablemente en el silicio debido a las bajas temperaturas, escasez de agua y la falta de oxígeno de su entorno. No creo que nos podamos encontrar por ahí fuera seres de cristal.
Suponen también que su hábitat serían los hidrocarburos que se encuentran en Titán en forma líquida y que sus procesos biológicos serían muy distintos a los que conocemos, al ser el silicio más pesado que el Carbono. Son muchas las cosas que desconcemos y, de nada de lo que podamos encontrar, en el vasto universo, podremos sorprendernos.
Los Cristales de Cuarzo son una sorprendente creación de la Naturaleza, con dos moléculas de Silicio y una de Oxigeno (Si2 O) en su configuración química, podría decir que son agua fosilizada, su particularidad se podría explicar como catalizadora ya que enfoca, almacena, aumenta y transforma cualquier forma de energía. Muchas son las bellas formas que en la Naturaleza se pueden configurar con Silicio pero… la vida…
Yo, de momento, apuesto por el Carbono y, algo me dice que, aunque existan seres distintos a nosotros (que existirán), estos, como nosotros, también estarán basados en el Carbono. Pienso que la mecánica del universo se rige por las leyes que conocemos y, siendo así (que lo es), todo lo que aquí ha ocurrido también podrá ocurrior en cualquier lugar lejano. La materia está conformada de la misma manera en todas partes y, sus transiciones de fase, tanto aquí como allí, siempre serán las mismas y, si es así…La Vida, será también la misma en todas partes independientemente de las formas que puedan adoptar en función de otros factores como gravedad del planeta, lejanía de su estrella, campo electromagnético, y otros parámetros incidentes.
emilio silvera