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La Ciencia avanza

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (0)

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ABC Ciencia: Descifrando el genoma del pulpo, el primer ser inteligente del planeta. El hallazgo de investigadores de EE.UU. y Japón permitirá mejorar el diseño de brazos flexibles para robots.

 

Descifrado el genoma del pulpo, el primer ser inteligente del planeta

JUDIT PUNGOR

Un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma del pulpo de dos manchas de California («Octopus bimaculoides»). Tras los hallazgos, los investigadores están ahora más cerca de descubrir los genes implicados en la biología inusual de esta criatura, incluyendo su capacidad para cambiar de color de piel y de textura, y un cerebro distribuido que permite que sus ocho brazos se muevan de forma independiente.

La investigación corrió a cargo de científicos de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón y la Universidad de Chicago. Los resultados se publicarán en la edición del día 13 de agosto de la revista «Nature».

Las conclusiones arrojan diferencias notables entre los genomas de los pulpos y otros invertebrados, incluyendo reordenamientos generalizados de los genes y una expansión dramática de una familia de genes implicados en el desarrollo neuronal que se pensaba que era exclusiva de los vertebrados.

«El sistema nervioso del pulpo se organiza de una manera totalmente diferente a la nuestra: el sistema nervioso central rodea al esófago, algo típico en invertebrados, pero también tiene grupos de neuronas en los brazos que les permiten trabajar de forma relativamente autónoma, además de grandes lóbulos ópticos involucrados en la visión», señala Daniel Rokhsar, quien co-dirigió el proyecto, junto con Clifton Ragsdale, de la Universidad de Chicago. «La secuenciación fue una oportunidad para mirar el genoma y ver lo que podemos aprender sobre la morfología del pulpo y su cerebro único».

anatomía de un pulpo image

«Comprender cómo el cerebro distribuido del pulpo interactúa con sus ocho extremidades podría, por ejemplo, ayudar a los ingenieros a diseñar brazos prensiles flexibles para robots», añade Rokhsar. En algunos entornos, como el submarino, estos podrían funcionar mejor que los brazos y las piernas articuladas.

Rokhsar, profesor de Biología Molecular y Celular de la Universidad de Berkeley, y también de Física, dirige asimismo la Unidad de Genética Molecular del OIST como profesor visitante.

Mayor complejidad neuronal

Sus cerebros enormes, altamente desarrollados, demuestran que los cefalópodos son los invertebrados más inteligentes de la Tierra. «Pueden, incluso, resolver problemas complejos y aprender comportamientos», apunta Rokhsar.

«Hemos encontrado varios tipos de genes que se expanden de manera espectacular en el pulpo en relación con otros vertebrados, y creemos que juegan un papel crítico al permitir un nivel de complejidad neuronal jamás alcanzado en invertebrados», añade.

Las moléculas de adhesión pueden transmitir información en los dos sentidos: desde extracelular a intracelular (figura A, flecha verde).

Estos moluscos cuentan con una familia de moléculas de señalización llamadas protocadherinas que regulan las interacciones neuronales de desarrollo y de corto alcance entre las neuronas, y una familia de factores de transcripción llamados dedos de zinc, que se expresan principalmente en tejidos embrionarios y nerviosos y se cree que juegan un papel crucial en el desarrollo del cerebro.

«Desentrañar el genoma del pulpo hace más manejables los estudios sobre cefalópodos, siendo además determinante para los estudios evolutivos comparativos», señala Ragsdale, profesor asociado de Neurobiología, Biología Humana y Anatomía en la Universidad de Chicago. «Es un recurso increíble que abre puertas a nuevas cuestiones jamás planteadas sobre estos extraordinarios animales».

Fue el premio Nobel Sydney Brenner, el presidente fundador y un distinguido profesor del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST), quien puso en marcha este proyecto.

Descifrado el genoma del pulpo, el primer ser inteligente del planeta
Primera especie de pulpo al que se le ha secuenciado el genoma (Judit Pungor)

Primeros seres inteligentes de la Tierra

 

Los cefalópodos, que incluyen no sólo el pulpo sino también calamares, sepias y nautilus, surgieron como depredadores en los antiguos océanos hace más de 400 millones de años. Entre los más exitosos fueron los ammonites, que dominaron los océanos en el período Devónico y son fósiles comunes hoy en día. Se extinguieron hace 66 millones de años en la misma extinción que acabó con los dinosaurios.

«Fueron los primeros seres inteligentes del Planeta», comenta Brenner. En el futuro, OIST planea secuenciar varias especies de calamar y el pulpo de Okinawa, que Rokhsar espera que se convierta en un organismo modelo para el estudio de la biología en cefalópodos.

«La razón de indagar en varios tipos de cefalópodos es ver lo que se conserva de ellos», dice. «Lo que es similar entre todos los cefalópodos es probablemente importante para ser uno de ellos».

Los investigadores también utilizaron el genoma para localizar los genes implicados en la coloración de adaptación, que permite a los pulpos que cambian su color de piel y su textura para integrarse en su entorno y escapar de la depredación; esto es, para camuflarse.

«Hemos encontrado cientos de genes nuevos que no tienen homólogos en otros animales y que puedan participar en este proceso de camuflaje único», constata Rokhsar.

El genoma también podría ayudar a descubrir las bases genéticas de otras especies de pulpo, como sus elaborados brazos prensiles con ventosas que se utilizan para detectar sustancias químicas en el agua, así como sentir y comprender; su capacidad para regenerar sus extremidades; un sistema de propulsión que les permite moverse en el entorno subacuático; unos ojos-cámara más similares a los de los humanos que a otros invertebrados; y el hecho de que tienen tres corazones para mantener el bombeo de la sangre a través de sus branquias.

Nuevos avances en Medicina

 

 

El investigador del CSIC Ángel Guerra relata a ABC que los cefalópodos son unos moluscos –animales sin vértebras– «muy evolucionados», al haber desarrollado un cerebro y unos órganos sensoriales que les hacen «tan inteligentes» como un vertebrado inferior (por ejemplo, un ratón).

El cerebro de estos moluscos, constata Guerra, es capaz de desarrollar comportamientos «tan complejos» como el mimetismo, la memoria y el aprendizaje. «Esto siempre nos había impresionado a los biólogos y ahora tenemos más y mejores herramientas para entender cómo se ha producido», señala el investigador a propósito de este estudio que, según augura, «proveerá nuevos avances en biomedicina y biotecnología».

Y pone ejemplos: «Podría ayudar a entender mejor los procesos de las enfermedades a nivel molecular. De esa nueva información pueden extraerse nuevos tratamientos terapéuticos y extrapolarse a los humanos», detalla.

En definitiva, Guerra confirma que secuenciar el genoma de este pulpo «es un gran noticia», y recuerda que servirá de catalizador para otros grupos de científicos, pues todavía «queda mucho por conocer»sobre estos «intrigantes y espectaculares» moluscos marinos que son los cefalópodos.

¿Quién puede saber cómo seremos en el futuro?

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Vint Cerf

Vint Cerf

Padre de Internet y vicepresidente de Google

Debe resultar abrumador que siempre que mencionen tu nombre este venga acompañado de la coletilla “padre de Internet”, por más que sea una paternidad reconocida y hasta responsable. Aunque a estas alturas de la película Vinton Cerf tiene que estar más que habituado a que cada vez que dicta una conferencia, se sienta frente a un periodista y suponemos que incluso en las cenas familiares, se le repita “cuéntanos otra vez lo del día aquel en que se os ocurrió inventar el TCP/IP”. Las siglas de marras corresponden a “Transmission Control Protocol/Internet Protocol”, el conjunto de protocolos que hacen posible el intercambio de datos entre computadoras; es decir, lo que permite que ahora mismo usted pueda ver la entrevista a Vint Cerf desde cualquier lugar del Planeta, enviar un correo electrónico o compartir el último gin-tonic con cardamomo a través de Instagram.

Cerf fue el responsable, junto con Robert Kahn, de las investigaciones que concluyeron con la presentación en 1972 del TCP/IP cuando Internet todavía era un proyecto del Departamento de Defensa de Estados Unidos y muy pocos, tal vez únicamente los pioneros que trabajaban en ello, sospechaban la importancia del invento. Aquella criaturita que Cerf vio nacer se ha convertido más de 40 años después en uno de los avances tecnológicos más importantes de la Humanidad.

Ahora Cerf está centrado en el impulso de lo que será el nuevo paso en la red, lo que se denomina “Internet de las cosas”: un mundo absolutamente conectado a través de objetos cotidianos que serán manejables desde nuestros smartphones. A sus 72 años se atreve a imaginar cómo seremos en el 3.015, cuando hayamos conseguido colonizar otros planetas, nuestros ordenadores sean moleculares y nuestros cerebros estén interconectados a través de chips que nos permitan comunicarnos con el pensamiento.

La sorpresa salta en cualquier parte

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Photo published for rikardohj

 

 

            Ella, una niña gitana de 12 años, ha superado el coeficiente de Einstein

Hablar de Albert Einstein y Stephen Hawking es hablar de dos de las personas más brillantes de la historia. Dos científicos simplemente extraordinarios, que marcaron el siglo XX y que a menudo son señalados como ejemplos de inteligencia. Se cree que ambos tenían un cociente intelectual de 160, sólo dos puntos por debajo del máximo posible en el test de Mensa, sociedad fundada en 1946 que reúne a personas superdotadas de todo el mundo. Ese tope de 162 es la puntuación obtenida por Nicole Barr, una niña gitana de 12 años residente en el condado de Essex (Inglaterra).

Apenas un 1% de la población mundial puede presumir de tener una mente como la de Nicole, cuya historia hemos leído en el blog Inquisitr. Lo más asombroso es que la pequeña ni siquiera tenía previsto presentarse a la prueba. Era su padre, James, quien estaba interesado en medir su propia inteligencia; pero a última hora decidió que su hija le acompañase y se sometiese también al examen. Al fin y al cabo, desde muy joven había demostrado siempre una habilidad fuera de lo común para las matemáticas y los problemas de lógica.

James sabía que su hija era inteligente y despierta, pero no podía imaginar que iba a obtener la mejor nota posible en el test. Para que te pongas en situación, el cociente intelectual medio es de 100 y se considera superdotado a quien atraviesa la barrera de los 140 puntos. Sólo ese minúsculo grupo, aquellos con una inteligencia superior al 98%, es admitido en la sociedad Mensa. Los 162 puntos de Nicole Barr son un auténtico hito, algo conseguido por muy pocas personas desde que existe esta clase de pruebas.

Esta niña prodigio no procede de una familia de grandes estudiosos. Todo lo contrario. Su padre trabaja arreglando y limpiando carreteras y su madre se dedica a las tareas del hogar. Nicole vive con ellos y su hermanastra en una caravana, en un poblado gitano. «Esto demuestra que no importa cuáles sean tus orígenes. Cualquiera puede ser académicamente brillante», afirma orgulloso su progenitor. Espera que la fantástica noticia ayude a Nicole a cumplir su sueño: ir a la universidad y convertirse en pediatra.

Sólo 110.000 personas en todo el mundo han sido aceptadas en la exclusiva sociedad Mensa. De todas ellas, el 35% son mujeres y apenas el 8% son menores de 16 años. Según los expertos de esta organización, los niños superdotados suelen mostrar habilidades especiales en alguna materia concreta, tienen una memoria fantástica y prefieren pasar el tiempo con personas mayores que ellos. Si tienes en casa algún pequeño con estas características, ¿quién sabe? Tal vez estés criando al próximo Albert Einstein.

Fuente ABC

Los primeros seres complejos de la Tierra se reproducían como fresas

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (0)

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Biología

 

El principio, como suele pasar en todas las cosas, es siempre tosco y, con el tiempo, se van perfeccionando las cosas, la evolución va mejorando las formas, los caminos, las especies. Los procariotas, por ejemplo,  son los organismos unicelulares que incluyen las eubacterias y las arqueobacterias. Son más simples, pequeñas, primitivas ycarecen de nucleo celular. En las bacterias, su material genético. Pero veámos el trabajop expuesto en el diario El País.

 

Los ‘Fractofusus’, de hace 550 millones de años, proliferaban de forma asexual usando estrategias propias de las plantas

Recreación de una colonia de ‘Fractofusus’, seres complejos que vivieron en los lechos marinos hace más 500 millones de años. / C. G. Kenchington

A los primeros seres complejos que habitaron la Tierra no les interesaba el sexo. Un análisis de fósiles de hace más de 500 millones de años sugiere que los organismos pluricelulares más antiguos del registro fósil se reproducían como muchas de las actuales plantas: para las grandes distancias usaban propágulos, como las patatas o los lirios. Para las distancias cortas, proliferaban mediante estolones, como las fresas.

Hasta hace unos 635 millones de años, las bacterias y otros organismos unicelulares reinaban en el planeta. Pero, en un misterio aún por resolver, desde entonces el registro fósil recoge la presencia de una gran cantidad de seres vivos complejos. Los científicos aún discuten si eran animales o algún otro clado del árbol de la vida. No tenían huesos o alguna estructura ósea exterior, pero sí tienen claro que eran organismos multicelulares. Fue el principio de la vida compleja sobre la Tierra. Ahora, un grupo de investigadores británicos cree haber descubierto cómo se reproducían uno de aquellos extraños seres.

Los investigadores han estudiado una serie de fósiles encontrados en tres zonas sedimentarias de lo que hoy es Terranova (Canadá), pero entonces estaba cubierta por el mar. Los registros están datados en torno a 580-541 millones de años atrás, en la parte final de lo que es el periodo Ediacárico. Son los organismos complejos más antiguos descubiertos hasta la fecha. Se trata de poblaciones de dos especies de Fractofusus, pertenecientes al grupo de los rangeomorfos. Por su apariencia fosilizada, recuerdan a algunas plantas y por sus reconstrucciones asemejan a las lapas marinas, pero eran otra cosa. Muchos científicos sostienen que fueron los primeros animales, aunque otros se conforman con llamarles protoanimales y los más prudentes reconocen que no lo saben.

Estos macroorganismos eran lo que los biólogos llaman sésiles, es decir, que no se movían, se quedaban fijados en el lecho marino. Entonces, ¿cómo se reproducían y colonizaban nuevos territorios? Usando un enfoque original, apoyado en mediciones milimétricas por GPS de la posición en que las poblaciones de Fractofusus quedaron grabadas para la historia, los científicos han descubierto dos patrones que no pueden deberse a la casualidad.

Los ‘Fractofusus’ no eran ni animales ni plantas, pertenecían a un reino extinguido

Por un lado, los ejemplares más grandes, supuestamente los adultos, presentan una distribución aleatoria pero marcada por la orientación de las corrientes marinas. Sin embargo, a su alrededor, hay Fractofusus de tamaño medio y otros aún pequeños, que podrían ser una especie de crías. Aquí, la distribución espacial sigue un patrón propio de muchas plantas modernas. Tal y como explican en la revista Nature, los científicos creen que estos organismos usaban una estrategia doble de reproducción: algún mecanismo de propágulos (ya fueran esporas, bulbos, tubérculos…)  para las distancias mayores y, como hacen las fresas, estolones para las pequeñas.

“La reproducción por estolones o propágulos tienen patrones espaciales diferentes”, dice la investigadoras del departamento de Geología de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio, Emily Mitchell. “Hemos comprobado que la gran mayoría de los Fractofusus surgieron de estolones, estaban agrupados en radios muy pequeños y estas agrupaciones no presentaban un patrón de dirección. En cambio, los especímenes más grandes muestran un patrón muy diferente. No forman grupos, están distribuidos aleatoriamente en el lecho marino, pero sujetos a la direccionalidad de la corriente”, añade.

Esta combinación, explica Mitchell, “solo puede encajar con que los Fractofusus grandes se formaron de propágulos fuera de la columna de agua mientras que los medianos y más pequeños crearon agrupaciones por una reproducción de tipo estolón”. El hecho de que este doble patrón lo hayan comprobado en los tres yacimientos alejados entre sí por decenas de kilómetros, da más fuerza a sus conclusiones.

Usando un receptor propio de GPS, los investigadores pudieron establecer la distribución espacial de las colonias de ‘Fractofusus’. / EG Mitchell

El uso de propágulos o estolones son dos de las estrategias más usadas en el reino vegetal, junto a la de las semillas, para la reproducción. Pero en otros reinos, los ejemplos escasean. Sin embargo, usar dos estrategias de reproducción combinadas no es tan excepcional entre los seres vivos actuales. Las esponjas y los corales, por ejemplo, combinan la reproducción asexual por medio de fragmentos o brotes con la sexual por medio de esporas.

Sin embargo, a pesar de esta aparente ventaja adaptativa, los Fractofusus, como todos los rangeomorfos y el resto de la vida del Ediacárico se extinguieron hace unos 540 millones de años. No se sabe el porqué, pero Mitchell da algunas posibles pistas: “Debido a que la gran mayoría de los Fractofusus eran clones de sus padres, el resultado de una reproducción asexual por estolones, su capacidad para adaptarse con agilidad pudo ser menor que la de los animales cámbricos”

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Telescopio espacial Hubble

El telescopio espacial fotografía por primera vez una imagen múltiple de una supernova

 

 

            La galaxia está a una distancia de unos 5.000 millones de años luz de la Tierra.

 

El telescopio espacial Hubble ha fotografiado un sorprendente fenómeno: una lejana explosión de supernova multiplicada por cuatro debido a que su luz se curva por el efecto gravitatorio de una galaxia masiva, que está un grupo galáctico también masivo interpuesto en la línea de visión desde la Tierra. Es la primera vez que se capta este efecto, denominado la Cruz de Einstein, con una supernova, aunque se conocía ya en decenas de casos de cuásares y de galaxias, anuncia la Agencia Europea del Espacio (ESA).

(Esta forma causa un fenómeno denominado efecto de lente gravitatoria. Por suerte, entre la Tierra y un quásar situado a 8.000 millones de años luz hay una galaxia que está a 400 millones de años luz. La fuerza de la gravedad de la galaxia actúa como una lente enorme pero imperfecta que encamina en trayectorias diferentes la luz del quásar, que es como un punto; así se producen las cuatro imágenes que hay en torno a la galaxia.
En este caso el efecto lente gravitatoria produce una cruz simétrica porque la galaxia que actúa como lente se halla casi exactamente en nuestra linea de visión del quásar. Esta forma de cruz lleva el nombre de Albert Einstein, cuya teoría de la relatividad predecía este fenómeno. La imagen fue obtenida por el telescopio espacial Hubble.) -Esta explicación no forma parte del artículo ni la imagen tampoco-.

La galaxia que actúa como lente gravitacional para la supernova (bautizada por los científicos Refsdal) está a una distancia de unos 5.000 millones de años luz de la Tierra y la explosión estelar, a unos 9.500 millones de años luz. La gran masa galáctica curva el espacio-tiempo y, por tanto, la luz de la supernova lejana al pasar junto a ella, formándose así, para el observador terrestre, las cuatro imágenes separadas de la explosión estelar con su luz magnificada.

“Fue una completa sorpresa”, explica Patrick Kelly, investigador de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) y miembro del equipo GLASS que da a conocer el hallazgo esta semana en la revista Science, en una sección especial dedicada al centenario de la Teoría de la Relatividad General de Einstein. Kelly, en concreto, fue quien halló la supernova multiplicada por cuatro analizando datos tomados por el Hubble (de la NASA y la ESA) en noviembre de 2014. “Es un descubrimiento maravilloso: llevamos 50 años buscando una supernova con un fuerte efecto de lente gravitacional y ahora hemos encontrado una”, añade Alex Filippenko, de la Universidad de California en Berkeley. “Además de ser realmente genial, puede proporcionar mucha información astrofísica importante”, recalca.

La supernova se ve unas 20 veces más brillante que su brillo natural”

 

“La supernova se ve unas 20 veces más brillante que su brillo natural”, añade Jens Hjorth, del Dark Cosmology Centre (Dinamarca), otro de los autores de la investigación. “Eso se debe al efecto combinado de dos lentes superpuestas: el masivo grupo galáctico enfoca la luz de la supernova en tres rutas diferentes y una de ellas está precisamente alineada con una galaxia elíptica del grupo, y se produce un segundo efecto de lente gravitatoria”. Se crean así las cuatro imágenes.

En el proceso de curvatura del espacio-tiempo que desvía la luz está implicada la materia ordinaria de esas galaxias, pero también la enigmática materia oscura que supone el 27% del universo y que nadie sabe qué es, señalan los investigadores. Por ello, la imagen multiplicada de la supernova no solo es un hallazgo atractivo sino que puede ayudar a estimar la cantidad y la distribución de dicha materia oscura en el grupo galáctico.

Cruz de Einstein

 

La Teoría de la Relatividad de Einstein predice que las densas concentraciones de masa en el universo curvan la luz como una lente, magnificando los objetos que están detrás de dicha al ser observados desde la Tierra, explican los expertos de la Universidad de California en Berkeley. La primera lente gravitacional se descubrió en 1979.

Así, cuando la luz de objeto lejano pasa por una masa interpuesta, como una galaxia individual o un grupo galáctico, la luz se curva. En el caso de que el objeto del fondo, la masa interpuesta y el observador no estén perfectamente alineados, la luz del primero pasa lejos de la segunda y se produce una lente débil que distorsiona la imagen del objeto lejano. También sucede esto si la masa no es muy grande. Pero cuando el objeto del fondo es extenso, como una galaxia, y está justo detrás de la masa interpuesta, o casi, el efecto de lente gravitacional fuerte puede generar un aro luminoso, denominado Anillo de Einstein. La lente gravitacional fuerte y las fuentes luminosas puntuales a menudo producen múltiples imágenes, como la de la supernova que se ve cuatro veces formando una Cruz de Einstein ahora captada por el Hubble, concluyen los científicos de Berkeley.”

Fuente: El País