Nov
4
¡Increíbles estructuras!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (0)
Recreación artística de un agujero negro. /NASA/JPL-Caltech
Un enorme agujero negro, cien mil veces más masivo que el Sol, se ha encontrado detrás de una nube de gas tóxico que flota alrededor del corazón de la Vía Láctea. Este gigante invisible sería el segundo más grande que se ha visto en nuestra galaxia después de Sagitario A, el agujero negro super-masivo ubicado en su centro. El nuevo descubrimiento, publicado en Nature Astronomy es la mejor evidencia de una clase de agujeros negros de masa intermedia, cuya existencia podría explicar cómo crecen los agujeros negros super-masivos.
En el centro galáctico se observan estrellas que llevan más de 20 años dando vueltas alrededor del Agujero Negro que allí habita.
Imagen del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, donde hay un agujero negro. Un agujero más masivo tendrá un mayor horizonte de sucesos (la frontera a partir de la cual nada, si siquiera la luz, puede escapar). Un agujero de 10.000 millones de soles en el centro de la Vía Láctea tendría un horizonte inmenso.
Los dos agujeros negros más masivos que se encontraron hasta la fecha fueron hallados en el corazón de dos galaxias gigantes, situadas a varios cientos de millones de kilómetros de la Tierra. Los agujeros negros tienen una masa más de 10 mil millones de veces mayor a la del Sol, un récord, indica un artículo publicado en la revista científica Nature.
Casi siempre la unión de dos agujeros negros gigantes vienen de la mano de la colisión de las galaxias que los contienen en su centro galáctico. Y, además de que la galaxia se transmuta en una sola mayor, el agujero también.
Localizan cientos de agujeros negros gigantes que no paran de crecer (Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/55686-localizan-cientos-agujeros-negros-gigantes-paran-crecer) La noticia nos dice que la nueva concentración está tan alejada de la Tierra que está literalmente situada “al borde del Tiempo”, ya que algunos se encuentran a una distancia de varios miles de millones de años luz de la Tierra.
La estrella, bautizada como SO-102, está orbitando cerca del agujero negro situado en el centro de la Vía Láctea cada 11 años y medio terrestres, mucho más rápido que los 60 años o más que normalmente les lleva al resto de las estrellas orbitar alrededor del mismo. Esta es la segunda estrella descubierta que presenta una órbita tan corta, -la otra, SO-2, gravita alrededor del agujero negro cada 16 años- gracias a nuevas técnicas mejoradas de imagen.
Esta ilustración muestra las órbitas de los objetos en el sistema estelar triple HR 6819. El sistema consta de una estrella interior (órbita en azul) y un agujero negro (órbita en rojo), así como una tercera estrella en una órbita más amplia (también en azul).
Oct
23
Pululando por la Red
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros, General ~ Comments (0)
Bienvenidos a mi sitio, soy Abdel Majluf, cosmólogo, investigador y divulgador científico. Durante el último tiempo, me he dedicando a investigar y encontrar respuesta a los misterios del Universo. Hoy que he aprendido a conocerlo un poco mas, quiero compartir esa información.
Una cosa debemos tener clara: Aún sabiendo muchas cosas sobre los Agujeros negros y de su procedencia, como funcionan, su “singularidad” y el Horizonte de sucesos, de cómo atrae a la luz y engulle a las estrellas vecinas… ¡Nos quedea mucho por saber.
Jun
21
Sagitario A
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (0)
MADRID, (EUROPA PRESS)
Los agujeros negros “no devoran todo lo que es lanzado hacia ellos”, según un estudio publicado en la revista ‘Science’ que se basa en la observación de Sagitario A, un agujero negro con 4 millones más de masa que el sol, situado a 26.000 años luz de la Tierra en la Vía Láctea.
“Contrariamente a lo que piensan algunas personas, los agujeros negros no devoran todo lo que es lanzado hacia ellos. Sagitario A* está aparentemente encontrando mucha comida difícil de engullir”, explica gráficamente Feng Yuan, investigador del Observatorio Astronómico de Shanghai y coautor del estudio.
Utilizando el teslescopio Chandra de rayos X de la NASA, los investigadores han descubierto que menos de un 1 por ciento del gas que rodea al agujero negro llega a alcanzar el punto de no retorno, también conocido como horizonte de sucesos, el lugar en el que es atrapada cualquier materia.
En lugar de eso, una gran cantidad de gases es expulsado antes de alcanzar el punto de no retorno. “La mayoría del gas debe ser lanzado fuera para que una pequeña parte pueda alcanzar el agujero negro”, explica Feng Yuan.
Este nuevo descubrimiento es el resultado de una ambiciosa campaña de observación con el teslescopio Chandra de rayos X que ha permitido a los investigadores recoger datos durante cinco semanas del agujero negro, el único descubierto hasta ahora los suficiente cerca de la Tierra como para poder observar en detalle lo que sucede a su alrededor.
Los investigadores captaron durante estas semanas imágenes de rayos X del gas supercaliente presente cerca del agujero negro. Según han podido observar los científicos, el agujero negro captura gas expulsado por estrellas cercanas y lo proyecta más allá de su punto de no retorno para que se enfríe y pueda ser absorbido.
El gas que tiene cerca Sagitario A* está muy caliente y difuso, por lo que es difícil para el agujero negro capturarlo y engullirlo, lo que convierte a este agujero negro de la Vía Láctea en “uno de los más fríos” vistos por el coautor del estudio Sera Markoff, de la Universidad de Amsterdam. Los agujeros negros capaces de activar cuásar y producir grandes cantidades de radiación tendrían a mano reservas de gases más fríos y densos que Sagitario A*, de acuerdo a la teoría de los investigadores.
La NASA ha señalado que el estudio tiene “importantes implicaciones en la comprensión de los agujeros negros”. Así por ejemplo, podría ayudar a enteder la sombra que se ve en el horizonte de sucesos que rodea a Sagitario A* y que contrasta con el brillo de la materia que envuelve al agujero negro.
May
14
¿Caer en un Agujero Negro? ¡Es la muerte!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (5)
Kip Thorne posa frente a la sede de la Royal Society de Londres antes de la entrevista / CARMEN VALIÑO (EL PAÍS)
Kip Thorne (Logan, EE UU, 1940) es uno de los mayores expertos mundiales en agujeros negros. Hace algún tiempo también se convirtió en una estrella de la divulgación como asesor de Interstellar, la película que plantea una expedición humana a un agujero de gusano, seguida de una caída en un agujero negro, seguida de un viaje hacia la quinta dimensión. En su momento, este físico teórico del Instituto Tecnológico de California acudió a Londres para la presentación de la medalla Stephen Hawking (Un gran amigo suyo), impulsada por el Festival Starmus. Después de la ceremonia, el físico explicó a Materia sus próximos proyectos.
Pregunta. ¿Por qué cree que los agujeros negros son tan atractivos para la gente?
Respuesta. Bueno, son misteriosos, son extraños, llevan la marca personal de Stephen Hawking… Para los científicos, son únicos. Aunque se crearon por la implosión de una estrella, la materia desaparece en la singularidad en el centro del agujero negro. Por eso están hechos solo de tiempo y espacio curvos, no tienen materia, son completamente diferentes de ti y de mí.
P. Para Interstellar hizo cálculos reales de qué sucede si caes en un agujero negro. ¿Qué es lo más interesante que descubrió?
R. Lo más excitante fue ver cuál sería el aspecto de Gargantúa, el agujero negro. Es maravillosa, con ese halo alrededor y el disco que lo cruza. Otra cosa muy interesante es cuando Cooper [Matthew McConaughey] entra en el agujero negro. En ese momento dice: estoy cruzando el horizonte de sucesos [el punto de no retorno en un agujero negro]. Claro, nada escapa de un agujero negro, ni siquiera la luz, por lo que de frente no verías nada, pero, si miras atrás y ya estás dentro de él, sí verías el universo exterior. Y es una imagen maravillosa en la que el disco de gas caliente en torno al agujero negro es un anillo en el cielo que contiene al universo.
Los agujeros negros están hechos de tiempo y espacio curvo, no tienen materia, son completamente diferentes de ti y de mí”
P.¿Y qué pasa después?
R. Pues sabemos que hay tres singularidades diferentes dentro de un agujero negro. Una singularidad es un punto en el que la curvatura del espacio-tiempo se hace infinitamente fuerte. Hay una singularidad descubierta por tres físicos teóricos rusos alrededor de 1970.
Si caes en esa, estás totalmente destruido, te haces trizas de forma caótica y salvaje. Una segunda singularidad está hecha de todas las cosas que caen al agujero negro después de ti. Este material cae durante miles de millones de años, pero el tiempo va tan lento dentro de un agujero negro que todo ese material se te cae encima en una fracción de segundo, como si fuera una plancha. No me gustaría que eso me pasase. Cooper encuentra la tercera singularidad, que es la más débil de todas. Esta singularidad la causa todo lo que cayó al agujero negro antes que tú. Una fracción pequeña de todo ese material rebotará como si fuera una piedra que da saltos sobre el agua de un estanque. Esa pequeña fracción de toda la materia que cayó al agujero negro sale despedida y saca con él a Cooper en una fracción de segundo. Así que hay una posibilidad de que sobrevivas a un agujero negro.
P. ¿Qué será lo siguiente para usted en este campo?
May
12
¿Qué es un Agujero Negro?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (9)
Representar un Agujero negro no resulta nada fácil y, se hace de manera que aparezca en la imagen lo que se cree que podríamos ver en el caso de estar allí cerca, contemplando a uno de ellos, y, como existen varias formas teóricamente posibles de agujero negro, las representaciones que podemos contemplar pueden ser distintas las unas de las otras.
La NASA realizó la primera imagen animada digital de un agujero negro
Según sean estrellas medianas como nuestro Sol, grandes o muy grandes, lo que antes era una estrella, cuando finaliza el derrumbe o implosión, cuando la estrella es aplastada sobre sí misma bajo su propio peso, cuando finalice su ciclo y consuma todo el combustible nuclear que la hace brillar, tendremos una estrella enana blanca, una estrella de neutrones o un agujero negro.
Alrededor del agujero negro puede formarse un disco de acreción cuando cae materia sobre él desde una estrella cercana que, para su mal, se atreve a traspasar el horizonte de sucesos. Es tan enorme la fuerza de gravedad que genera el agujero negro que, en tal circunstancias, literalmente hablando se come a esa estrella compañera próxima. En ese proceso, el agujero negro produce energía predominantemente en longitudes de onda de rayos X a medida que la materia está siendo engullida hacia la singularidad. De hecho, estos rayos X pueden ser detectados por satélites en órbita. Se ha localizado una enorme fuente de rayos X en el centro mismo de nuestra galaxia. En realidad han sido varias las fuentes localizadas allí, a unos 30.000 años luz de nosotros. Son serios candidatos a agujeros negros, siendo el más famoso Cygnus X-1.
Existen varias formas teóricamente posibles de agujeros negros. En el centro de la Galaxia existe uno
- Un agujero negro sin rotación ni carga eléctrica (Schwarzschild).
- Un agujero negro sin rotación con carga eléctrica (Reissner-Nordström).
En la práctica es más fácil que los agujeros negros estén rotando y que no tengan carga eléctrica, forma conocida como agujero negro de Kerr. Los agujeros negros no son totalmente negros; la teoría sugiere que pueden emitir energía en forma de radiación Hawking.
La estrella supermasiva, cuando se convierte en un agujero negro se contrae tanto que realmente desaparece de la vista, de ahí su nombre de “agujero negro”. Su enorme densidad genera una fuerza gravitatoria tan descomunal que la velocidad de escape supera a la de la luz, por tal motivo, ni la luz puede escapar de él.
En la singularidad, dejan de existir el tiempo y el espacio; podríamos decir que el agujero negro está fuera, apartado de nuestro universo, pero en realidad deja sentir sus efectos ya que, como antes dije, se pueden detectar las radiaciones de rayos X que emite cuando engulle materia de cualquier objeto estelar que se le aproxime más allá del punto límite que se conoce como horizonte de sucesos.
Con la explicación anterior he querido significar que, de acuerdo con la relatividad de Einstein, cabe la posibilidad de que una masa redujera sin límite su tamaño y se autoconfinara en un espacio infinitamente pequeño y que, alrededor de esta, se forme una frontera gravitacional a la que se ha dado el nombre de horizonte de sucesos. He dicho al principio de este apartado que en 1.916, fue Schwarzschild el que marca el límite de este horizonte de sucesos para cualquier cuerpo celeste, magnitud conocida como radio de Schwarzschild que se denota por:
Donde M es la masa del agujero negro, G es la constante gravitacional de Newton, y c2 es la velocidad de la luz elevada al cuadrado. Así, el radio de Schwarzschil para el Sol que tiene un diámetro de 1.392.530 Km, sería de sólo tres kilómetros, mientras que el de la Tierra es de 1 cm: si un cuerpo con la masa de la Tierra se comprimiera hasta el extremo de convertirse en una singularidad, la esfera formada por su horizonte de sucesos tendría el modesto tamaño de una bolita o canica de niños. Por otro lado, para una estrella de unas 10 masas solares el radio de Schwarzschild es de unos 30 kilómetros. Que para nuestro Sol, como he dicho antes, se quedaría en sólo tres kilómetros, tal es su grado de encogimiento sobre sí mismo.
Por otra parte, los acontecimientos que ocurren fuera del horizonte de sucesos en un agujero negro, tienen un comportamiento como cualquier otro objeto cósmico de acuerdo a la masa que presente. Por ejemplo, si nuestro Sol se transformara en un agujero negro, la Tierra seguiría con los mismos patrones orbitales que antes de dicha conversión del Sol en agujero negro.
Ahora bien, y en función de la fórmula anteriormente descrita, el horizonte de sucesos se incrementa en la medida que crece la masa del agujero a medida que atrae masa hacia él y se la traga introduciéndola en la singularidad. Las evidencias observacionales nos invitan a pensar que en muchos centros de galaxias se han formado ya inmensos agujeros negros supermasivos que han acumulado tanta masa (absorciones de materia interestelar y estrellas) que su tamaño másico estaría bordeando el millón de masas solares, pero su radio de Schwarzschil no supera ni las 20 UA (unidad astronómica = 150 millones de Km), mucho menor que nuestro sistema solar.
Comprender lo que es una singularidad puede resultar muy difícil para una persona alejada de la ciencia en sí.
Es un asunto bastante complejo el de la singularidad en sí misma, y para los lectores más alejados de los quehaceres de la física, será casi imposible aceptarla. En el pasado, no fue fácil su aceptación, a pesar de las conclusiones radicales que expuso Kart Schwarzschild en su trabajo inspirado en la teoría y ecuaciones de Einstein. De hecho, hasta el mismo Einstein dudó de la existencia de tales monstruos cosmológicos. Incluso durante largo tiempo, la comunidad científica lo consideró como una curiosidad teórica. Tuvieron que transcurrir 50 años de conocimientos experimentales y observaciones astronómicas para empezar a creer, sin ningún atisbo de duda, que los agujeros negros existían realmente.
El concepto mismo de “singularidad” desagradaba a la mayoría de los físicos, pues la idea de una densidad infinita se alejaba de toda comprensión. La naturaleza humana está mejor condicionada a percibir situaciones que se caracterizan por su finitud, cosas que podemos medir y pesar, y que están alojadas dentro de unos límites concretos; serán más grande o más pequeñas pero, todo tiene un comienzo y un final pero… infinito, es difícil de digerir. Además, en la singularidad, según resulta de las ecuaciones, ni existe el tiempo ni existe el espacio. Parece que se tratara de otro universo dentro de nuestro universo toda la región afectada por la singularidad que, eso sí, afecta de manera real al entorno donde está situada y además, no es pacífica, ya que se nutre de cuerpos estelares circundantes que atrae y engulle.
En el Universo existen aún muchos misterios que debemos desvelar
La noción de singularidad empezó a adquirir un mayor crédito cuando Robert Oppenheimer, junto a Hartlan S. Snyder, en el año 1.939 escribieron un artículo anexo de otro anterior de Oppenheimer sobre las estrellas de neutrones. En este último artículo, describió de manera magistral la conclusión de que una estrella con masa suficiente podía colapsarse bajo la acción de su propia gravedad hasta alcanzar un punto adimensional; con la demostración de las ecuaciones descritas en dicho artículo, la demostración quedó servida de forma irrefutable que una estrella lo suficientemente grande, llegado su final al consumir todo su combustible de fusión nuclear, continuaría comprimiéndose bajo su propia gravedad, más allá de los estados de enana blanca o de estrella de neutrones, para convertirse en una singularidad.
Los cálculos realizados por Oppenheimer y Snyder para la cantidad de masa que debía tener una estrella para terminar sus días como una singularidad estaban en los límites másicos de M =~ masa solar, estimación que fue corregida posteriormente por otros físicos teóricos que llegaron a la conclusión de que sólo sería posible que una estrella se transformara en singularidad, la que al abandonar su fase de gigante roja retiene una masa residual como menos de 2 – 3 masas solares.
Oppenheimer y Snyder desarrollaron el primer ejemplo explícito de una solución a las ecuaciones de Einstein que describía de manera cierta a un agujero negro, al desarrollar el planteamiento de una nube de polvo colapsante. En su interior, existe una singularidad, pero no es visible desde el exterior, puesto que está rodeada de un horizonte de suceso que no deja que nadie se asome, la vea, y vuelva para contarlo. Lo que traspasa los límites del horizonte de sucesos, ha tomado el camino sin retorno. Su destino irreversible, la singularidad de la que pasará a formar parte.
Ni el mismo Einstein creyó la predicción que surgió de sus ecuaciones de la Relatividad General, no podía dar crédito a que, en el Universo pudieran existir tales “monstruos”.
Desde entonces, muchos han sido los físicos que se han especializado profundizando en las matemáticas relativas a los agujeros negros. John Malher (que los bautizó como agujeros negros), Roger Reyrose, Stephen Hawking, Kip S. Thorne (que recibió el Nobel por las Ondas gravitacionales), Kerr y muchos otros nombres que ahora no recuerdo, han contribuido de manera muy notable al conocimiento de los agujeros negros, las cuestiones que de ellas se derivan y otras consecuencias de densidad, energía, gravedad, ondas gravitacionales, etc, que son deducidas a partir de estos fenómenos del cosmos.
Se afirma que las singularidades se encuentran rodeadas por un horizonte de sucesos, pero para un observador, en esencia, no puede ver nunca la singularidad desde el exterior. Específicamente implica que hay alguna región incapaz de enviar señales al infinito exterior. La limitación de esta región es el horizonte de sucesos, tras ella se encuentra atrapado el pasado y el infinito nulo futuro. Lo anterior nos hace distinguir que en esta frontera se deberían reunir las características siguientes:
– debe ser una superficie nula donde es pareja, generada por geodésicas nulas;
– contiene una geodésica nula de futuro sin fin, que se origina a partir de cada punto en el que no es pareja, y que
– el área de secciones transversales espaciales jamás pueden disminuir a lo largo del tiempo.
Dicen que esta es la primera foto de un agujero negro
Todo esto ha sido demostrado matemáticamente por Israel, 1.967; Carter, 1.971; Robinson, 1.975; y Hawking, 1.978 con límite futuro asintótico de tal espaciotiempo como el espaciotiempo de Kerr, lo que resulta notable, pues la métrica de Kerr es una hermosa y exacta formulación para las ecuaciones de vacío de Einstein y, como un tema que se relaciona con la entropía en los agujeros negros.
No resulta arriesgado afirmar que existen variables en las formas de las singularidades que, según las formuladas por Oppenheimer y su colaborador Snyder, después las de kerr y más tarde otros, todas podrían existir como un mismo objeto que se presenta en distintas formas o maneras.
Ahora bien, para que un ente, un objeto o un observador pueda introducirse dentro de una singularidad como un agujero negro, en cualquiera que fuese su forma, tendría que traspasar el radio de Schwarzschild (las fronteras matemáticas del horizonte de sucesos), cuya velocidad de escape es igual a la de la luz, aunque esta tampoco puede salir de allí una vez atrapada dentro de los límites fronterizos determinados por el radio. Este radio de Schwarzschild puede ser calculado usándose la ecuación para la velocidad de escape:
Para el caso de fotones u objeto sin masa, tales como neutrinos (que tienen poca masa), se sustituye la velocidad de escape por la de la luz c2.
“En ausencia de resistencia de fricción, un objeto lanzado desde la Tierra puede escapar de ella, cuando su energía cinética iguala en magnitud a su energía potencial.”
La velocidad de escape está referida a la velocidad mínima requerida para escapar de un campo gravitacional. El objeto que escapa puede ser cualquier cosa, desde una molécula de gas a una nave espacial. Como antes he reflejado está dada por , donde G es la constante gravitacional, M es la masa del cuerpo y R es la distancia del objeto que escapa del centro del cuerpo del que pretende escapar (del núcleo). Un objeto que se mueva a velocidad menor a la de escape entra en una órbita elíptica; si se mueve a una velocidad exactamente igual a la de escape, sigue una órbita parabólica, y si el objeto supera la velocidad de escape, se mueve en una trayectoria hiperbólica.
Así hemos comprendido que, a mayor masa del cuerpo del que se pretende escapar, mayor será la velocidad que necesitamos para escapar de él. Veamos algunas:
Objeto |
Velocidad de escape |
La Tierra | ………….11,18 Km/s |
El Sol | ………….617,3 Km/s |
Júpiter | ……………59,6 Km/s |
Saturno | ……………35,6 Km/s |
Venus | ………….10,36 Km/s |
Agujero negro | ….+ de 299.000 Km/s |
Como se ve en el cuadro anterior, cada objeto celeste, en función de su masa, tiene su propia velocidad de escape para que cualquier cosa pueda salir de su órbita y escapar de él.
Para escapar de la atracción de un agujero negro se necesita ir más rápido que la luz, y, como sabemos, la velocidad de la luz, c, es el límite que marca el universo para poder desplazarse. así que,,, ¡Nada escapa de un agujero negro una vez traspasado el horizonte de sucesos·
La excepción está en el último ejemplo, la velocidad de escape necesaria para vencer la fuerza de atracción de un agujero negro que, siendo necesario superar la velocidad de la luz 299.792’458 Km/s, es algo que no está permitido, ya que todos sabemos que conforme determina la teoría de la relatividad especial de Einstein, la velocidad de la luz es la velocidad límite en nuestro universo; nada puede ir más rápido que la velocidad de la luz, entre otras razones porque el objeto sufriría la transformación de Lorentz y su masa sería infinita.
Podría continuar explicando otros aspectos que rodean a los agujeros negros, pero estimo que el objetivo que perseguía de hacer conocer lo que creemos que es un agujero negro y el origen del mismo, está sobradamente cumplido. De todas las maneras, no sería yo el que me presentara voluntario para visitar a uno de estos monstruos estelares de cuyas inmediaciones…hay que mantenerse alejados.
emilio silvera