Ene
23
En el Centro de la Galaxia, nos acecha Sagitario A
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (1)
Imagen de la región en el centro galáctico en el que reside Sagitario A, el agujero negro monstruoso
Es fácil olvidarlo, pero en el centro de nuestra galaxia hay un gigantesco agujero negro; está constantemente tragando materia, constantemente en expansión. Si lo piensas, da mucho miedo, aunque por supuesto, no es algo de lo que tengamos que preocuparnos; aunque puede que cambies de opinión después de verlo mejor.
Pese a estar más cerca, eso no significa que conseguir imágenes del agujero negro de la Vía Láctea sea más fácil comparado con los del resto del universo. Los agujeros negros son tan compactos que para conseguir una observación directa haría falta un telescopio del tamaño de la Tierra.
Aunque esté relativamente cerca, fotografiar un agujero negro es difícil
Esa no es la única razón por la que Sagitario A*, la denominación que recibe el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, es un gran desconocido para la mayoría. La gran masa de materia que rodea al agujero negro, atraída por su enorme gravedad, actúa como ver a través de “cristal escarchado”, según los científicos. El resultado son lecturas que poco tienen que ver con la realidad.
Por eso, el último logro conseguido entre universidades y telescopios de todo el mundo es tan importante: la primera imagen clara del agujero negro de nuestra galaxia. Para conseguirlo, no les ha bastado con la observación directa, sino que los modelos computacionales han cobrado una gran importancia.
Los investigadores usaron 13 telescopios de todo el mundo, desde el polo sur hasta Europa, Sudamérica, África, Norteamérica y Australia. Juntos, tenían tanta resolución como para ver desde Londres una chincheta en el suelo de Nueva York. Para unir las mediciones obtenidas por todos los telescopios, se usó una técnica llamada interferometría, consistente en combinar los datos obtenidos de diferentes receptores para conseguir una imagen de mayor resolución.
Parte del mosaico del Chandra, con referencias. Sagittarius A corresponde a la zona del centro galáctico, donde se presume la existencia de un agujero negro …
La imagen del agujero negro de nuestra galaxia
Aún quedaba el problema de la “neblina” provocada por las masas que rodean al agujero negro. Eso se solucionó con un nuevo modelo computacional, que hizo la imagen más clara. El resultado es la imagen de mayor resolución que se ha obtenido hasta ahora de un agujero negro.
Gracias a esta imagen, ya se han detectado algunos detalles interesantes. Por ejemplo, este agujero negro no parece tener un “jet”, o “chorro”; una expulsión de materia a altas velocidades que se suele ver como resultado de muchos agujeros negros. Una posibilidad es que el chorro esté apuntando hacia la Tierra, y que por eso no lo podamos ver.
Por supuesto, no hay ningún peligro de que este agujero negro nos vaya a afectar. Está a casi 26.000 años luz, e incluso al ritmo al que devora materia, es muy probable que la humanidad se extinga y la Tierra sea destruida antes de tener que preocuparnos por nuestro agujero negro (qué raro suena eso).
Nov
11
Noticias que no dejan de sorprender
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (0)
Nuestro contertulio y amigo Kike, en uno de sus comentarios nos viene a comunicar la noticia que ha dado algún medio sobre un hecho insólito: “Un científico dice haber demostrado que dentro de los agujeros negros se forman grandes cantidades de estrellas”. La Incredulidad fue lo primero que sentí cuando leí tal cosa.
Si pensamos un poco en el interior de los agujeros negros, encontramos un lugar en el que, los físicos, han machacado sus sesos luchando con las ecuaciones de einstein de la Relatividad General, para buscar el secreto mejor guardado del Universo, ya que, nada que haya entrado en uno de estos exóticos objetos ha podido nunca salir para contarnos lo que allí pueda existir. Unos creen que podríamos encontrar un camino hacia otro universo y, lo más probable es que encontremos una singularidad con gravedad de marea infinita. Es decir, el fin del espacio y del tiempo, el nacimiento de la espuma cuántica.
“Recientemente, a partir de la observación del comportamiento de los fotones procedentes de los rayos cósmicos, se han obtenido límites para la granularidad del espacio-tiempo, y se ha encontrado que en escalas en las que ya deberían observarse trazas de la espuma cuántica, éste se muestra completamente suave. A la espera de más resultados de este tipo, pues aún son preliminares, surgen preguntas apasionantes. ¿De confirmarse la suavidad del espacio-tiempo implicaría que la mecánica cuántica no se aplica a los campos gravitatorios? ¿Es la escala de Planck inadecuada para resolver la espuma cuántica, y por qué es así, pues la deducción se basa en principios fundamentales bien establecidos? ¿Qué falla entonces en nuestros modelos?
Traspasar el horizonte de sucesos y entrar en las fauces del agujero negro, es el camino de irás y no volverás. Nadie estuvo nunca allí dentro y volvió para contarnos lo que existe en el lugar.
No sabemos en realidad lo que puede existir dentro de un agujero Negro. ¿cómo poder saberlo? sabemos que ninguna señal puede salir nunca de un lugar como ese para poder darnos la respuesta. sea lo que fuese que pudiera existir allí dentro, nunca podrá, ningún intrépido viajero, volver al exterior para contarnos tal maravilla, un lugar de infinita curvatura y densidad, allí donde el tiempo deja de existir, un lugar que lo que pueda contener nunca podrá influir en nuestro Universo, toda vez que allí estará confinado para siempre.
Está claro que la curiosidad que llevamos con nosotros, no puede quedar satisfecha con éstas sencilla explicaciones, necesita más argumentación para poder comprender, a ciencia cierta, lo que en el agujero negro se pueda esconder. sin embargo, John archibal wheeler nos enseñó la importancia de la búsqueda para comprender el “corazón” de un agujero Negro. Él creía que el estado final de la materia dentro del agujero Negro, lo que quedaba después de la Implosión de una estrella masiva, era el “Santo Grial” de la física teórica, un conocimiento tan valioso que nos podría llevar a la comprensión final de lo que la materia es.
Intenso campo magnético de agujero negro supermasivo
“Para conservar la “monogamia” cuántica, Polchinski sugirió que el enlazamiento agujero negro-fotón se rompe. Esto produce un muro de energía en el horizonte de sucesos del agujero negro que echa por tierra la relatividad debido a que cualquiera que caiga se quemaría en lugar de volverse espagueti. Bienvenido a la paradoja del muro de fuego (“firewall”) del agujero negro.
Abundan las posibles soluciones, pero ahora dos físicos, Juan Maldacena del Instituto de Estudio Avanzado en Princeton, y Leonard Susskind de la Universidad Stanford, California, han presentado una más audaz: una nueva clase de agujero de gusano en que el enlazamiento no necesita romperse. “
Nov
10
¡Extraños objetos del Universo!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (4)
Representación de un agujero negro que engulle materia (naranja) y libera energía (azul) – NASA/JPL-Caltech
Dicen haber descubierto un agujero negro capaz de hacer girar el espacio-tiempo.
En el sistema binario 4U 1630-47 hay un agujero negro que gira casi a la máxima velocidad permitida por la Relatividad Especial y que retuerce todo lo que hay a su alrededor.
Un equipo internacional de investigadores, liderados por la Indian Space Research Organization (Isro) y la NASA, acaban de descubrir en el sistema binario 4U 1630-47 un agujero negro que gira casi al máximo de la velocidad permitida por la teoría de la Relatividad General de Einstein. De hecho, su rotación es tan rápida que el objeto estaría obligando a que el propio espacio circundante rote junto a él.
Según los científicos, que utilizaron el satélite indio AstroSat y el Observatorio de rayos X Chandra, de la NASA, y cuyo trabajo se publicará próximamente en Astrophysical Journal, estudiar a los agujeros negros con altas velocidades de giro resulta de la máxima importancia para poner a prueba nuestras teorías sobre el Universo, entre ellas la propia Relatividad.
Todo comenzó en 2016, cuando el AstroSat descubrió un agujero negro en el sistema binario (dos objetos estelares orbitándose mutuamente) 4U 1630-47. Desde el primer momento, una serie de violentos estallidos en el rango de los rayos X llamaron poderosamente la atención de los investigadores. Poco después, el Observatorio Chandra confirmó los resultados y quedó claro que ese agujero negro en concreto no era como los demás.
Devoradores de materia
La emisión de rayos X de un agujero negro se produce a medida que la materia circundante (en su mayor parte gas y polvo) se precipita y es «devorada» por él. Esas emisiones permitieron que los investigadores se dieran cuenta de que el agujero negro en cuestión, cuya masa es diez veces la de nuestro Sol, estaba girando sobre sí mismo a una velocidad de vértigo. La tasa de rotación de un agujero negro puede oscilar entre dos valores, 0 y 1. Y el agujero negro de 4U 1630-47 mostraba una tasa de giro de 0,9, lo que equivale casi a la velocidad de la luz.
Un dato que dejó a los investigadores con la boca abierta, ya que la teoría de Einstein implica que si un agujero negro es capaz de girar tan rápido, entonces será capaz de hacer que el espacio mismo gire junto a él.
Hasta el momento, de los veinte agujeros que se conocen en nuestra galaxia, solo ha sido posible medir la tasa de rotación de otros cuatro. Y el del sistema 4U 1630-47 es, sin duda, el más rápido de todos. Los científicos creen que, si lo que sabemos de los agujeros negros es correcto, la combinación de factores como la velocidad de rotación, la materia que entra en ellos y las altas temperaturas reinantes podrían ser la clave para entender cómo se forman las galaxias.
¿Cómo se sabe lo rápido que giran?
La masa y la velocidad de rotación son las dos propiedades principales que caracterizan a un agujero negro. Pero mientras que la masa se puede calcular con facilidad, gracias a la gravedad que genera,averiguar la tasa de rotación es algo mucho más complicado.
En palabras de Mayukt Pahari, autor principal del estudio, «las mediciones de la velocidad de rotación son muy difíciles de realizar, y solo es posible llevarlas a cabo por medio de observaciones de rayos X de muy alta calidad de un sistema estelar binario, en el que el agujero negro está absorbiendo materia de su estrella compañera».
Si los cálculos son correctos, el agujero negro del sistema binario 4U 1630-47 podría ser la llave para averiguar cómo afectan al propio espacio estos extraordinarios objetos. Y desvelar, de paso, el desconocido proceso que llevó a la formación de las galaxias.
Nov
6
Al Borde de un Agujero Negro
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (0)
Noticia de prensa
Astrónomos llegan al borde del agujero negro más monstruoso de la Galaxia Vía Láctea
Vive en el centro de la Galaxia y engulle todo el material que lo circunda
Científicos han observado «nubes» de gas girando justo por encima del punto de no retorno de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia
En las profundidades del espacio, en un punto que en el cielo se puede encontrar detrás de la constelación de Sagitario, se esconde un monstruo. Un auténtico pozo negro que tiene la masa de 4,3 millones de soles y cuya gravedad es tan intensa que se traga la luz. Se trata de Sagitario A*, un agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea, a 26.000 años luz de la Tierra. En contra de lo que pueda parecer, esta bestia no es muy grande, en términos astronómicos: apenas mide seis horas luz. Tampoco es muy denso. Sin embargo, es capaz de tragarse el espacio-tiempo, de generar una singularidad de densidad infinita y de intrigar a los científicos. Tanto a aquellos que quieren entender la Relatividad como a esos otros que quieren estudiar la relación entre la gravedad y las partículas.
¿De qué está hecho Sagitario A*? ¿Qué secretos esconde sobre el Universo y la naturaleza de la materia y la energía? Resulta difícil averiguarlo, porque los agujeros negros son pequeños y lejanos y, sobre todo, porque se tragan la luz y apenas dejan entrever lo que ocurre dentro de ellos.
Los científicos están trabajando en resolver una imagen del horizonte de sucesos de Sagitario A*, el punto de no retorno a partir del cual nada sale del agujero. Poder verlo sería fabuloso para averiguar si las predicciones de Einstein se cumplen en estos objetos tan intrigantes.
Al margen de esto, un equipo de investigadores ha publicado recientemente un estudio en la revista Astronomy & Astrophysics con observaciones de cúmulos de gas girando en el entorno de este agujero negro supermasivo. Estos materiales se mueven a velocidades próximas a la tercera parte de la velocidad de la luz, y lo hacen justo por encima de este horizonte de sucesos. Esta ha sido la primera vez en que los astrónomos han podido observar algo tan cerca y con tanto detalle en las proximidades del punto de no retorno de un agujero negro. Se puede afirmar, sin duda alguna, que la materia observada está a un paso de la oscuridad sin fondo.
El centro galáctico no es un lugar pacífico
Los datos han sido obtenidos con el observatorio Very Large Telescope (VLT), situado en las instalaciones del Observatorio Europeo Austral (ESO) en el desierto de Atacama, Chile. En concreto, el trabajo es fruto del instrumento GRAVITY, que estudió varias llamaradas de radiación infrarroja procedentes del disco de acreción de Sagitario A* –el disco de acreción es una especie de cinta transportadora de gas que gira a gran velocidad y que se precipita hacia el interior del agujero negro–.
«Es realmente alucinante presenciar material orbitando un agujero negro al 30% de la velocidad de la luz», ha dicho en un comunicado Oliver Pfuhl, primer autor del estudio y científico del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE), Alemania. «La tremenda sensibilidad de GRAVITY nos ha permitido observar los procesos de acreción en tiempo real con un detalle sin precedentes».
Estallidos de electrones
Estallidos de electrones y rayos gamma
Las observaciones han confirmado, como ya se asume, que en el centro de la Vía Láctea hay un agujero negro supermasivo. Además, han proporcionado alucinantes detalles sobre lo que ocurre en el borde de estos extraños objetos. El material observado gira a una velocidad enorme, en la última órbita posible antes de quedar engullido, de una vez por todas, en el interior de sagitario A*.
La tremenda energía generada en este proceso se libera en forma de llamaradas de electrones, brillantes estallidos cuyo comportamiento observado coincide con lo predicho por modelos teóricos para agujeros negros de cerca de cuatro millones de masas solares. Se cree que dichas llamaradas se originan como resultado de las interacciones magnéticas entre gas muy caliente y cargado eléctricamente girando a velocidades de vértigo.
Estos investigadores son los mismos que este mismo año confirmaron las predicciones de la Relatividad de Einstein gracias al paso cercano de la estrella S2 por el campo gravitacional de Sagitario A*.
«Estábamos estudiando S2 muy de cerca (…) y tuvimos la suerte de detectar tres brillantes llamaradas en los alrededores del agujero negro», ha recordado Pfuhl.
Tal como ha resumido Reinhard Genzel, líder del estudio e investigador en el MPE, «el resultado es una confirmación impresionante del paradigma de los agujeros negros». Si para los científicos es una tranquilizadora confirmación de las teorías existentes, para el resto es un recordatorio de los impresionantes fenómenos astrofísicos que ocurren en la naturaleza y que nos pasan desapercibidos en nuestro día a día.
Oct
7
El Horizonte de los Agujeros Negros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Agujeros negros ~ Comments (0)
La técnica de la interferometría de muy larga base a longitudes de onda milimétricas (mm-VLBI) ha permitido obtener imágenes de los motores centrales de las galaxias activas con una resolución angular de decenas de microsegundos de arco. Para aquellos objetos más cercanos (M87, SgrA) se obtienen resoluciones lineales del orden de las decenas de Radios de Schwarzschild, lo que permite estudiar con detalle único la vecindad de los agujeros negros supermasivos.
Al sintonizar hacia el centro de la Vía Láctea, los radioastrónomos exploran un lugar complejo y misterioso donde está SgrA que…¡Esconde un Agujero Nefro descomunal! Las observaciones astronómicas utilizando la técnica de Interferometría de muy larga base, a longitudes de onda milimétricas proporcionan una resolución angular única en Astronomía. De este modo, observando a 86 GHz se consigue una resolución angular del orden de 40 microsegundos de arco, lo que supone una resolución lineal de 1 año-luz para una fuente con un corrimiento al rojo z = 1, de 10 días-luz para una fuente con un corrimiento al rojo de z = 0,01 y de 10 minutos-luz (1 Unidad Astronómica) para una fuente situada a una distancia de 8 Kpc (1 parcec = 3,26 años-luz), la distancia de nuestro centro galáctico. Debemos resaltar que con la técnica de mm-VLBI disfrutamos de una doble ventaja: por un lado alcanzamos una resolución de decenas de microsegundos de arco, proporcionando imágenes muy detalladas de las regiones emisoras y, por otro, podemos estudiar aquellas regiones que son parcialmente opacas a longitudes de onda más larga.
El Telescopio Espacio Hubble capta la Imagen de un chorro de 5000 años-luz de longitud que está siendo eyectado del núcleo activo de la galaxia M87 (una radiogalaxia). La radiación sincrotrón del chorro (azul) contrasta con la luz estelar de la galaxia albergadora (amarillo). Crédito: NASA/ESA.
Las galaxias activas tienen nucleos que brillan tanto, que pueden llegar a ser más luminosos que las galaxias que los alberga. Estas galaxias activas sae caracterizan porque en sus núcleos ocurren procesos no-térmicos que liberan enormes cantidades de energía que parece provenir de una región muy pequeña y brillante situada en el corazón de la galaxia.
Son muchos los indicios que favorecen la hipótesis de que tales objetos son agujeros negros muy masivos (del orden de 100-1000 millones de veces la masa del Sol), con un tamaño de 1 minuto-luz o varios días-luz. La enorme fuerza gravitatoria que ejercen estos agujeros negros atrae el gas y las estrellas de las inmediaciones, formando el denominado disco de acrecimiento que está en rotación diferencial en torno al objeto masivo.
El modelo de “Agujero Negro + disco de acrecimiento” es el más satisfactorio hoy día para explicar las propiedades de los núcleos activos de galaxias. Un aspecto muy destacado en la morfología de las regiones compactas de los núcleos activos es la presencia de una intensa emisión radio en forma de chorros (los denominados Jets relativistas), que están formados por un plasma de partículas relativistas que emanan del núcleo central y viajan hasta distancias de varios megaparsec.
Jet relativista de un AGN. Creditos: Pearson Education, Inc., Upper Saddle River, New Jersey
Estos Jets son los aceleradores de partículas más energéticos del Cosmos. Sin embargo, todavía se desconoce como se generan, aceleran y coliman, si bien a través de simulaciones magnetohidrodinámicas se conoce que el campo magnético juega un papel fundamental en estos procesos. La técnica de mm-VLBI proporciona imágenes directas y nítidas de las regiones nucleares de las galaxias activas y acotan tanto el tamaño de los núcleos como la anchura de los chorros en la vecindad del agujero negro supermasivo. De hecho, las resoluciones angulares proporcionadas por mm-VLBI corresponderían a escalas lineales del orden de miles, centenares y decenas de Radios de Schwarzschild dependiendo de la distancia y la masa del agujero negro.
Existen algunos casos espectaculares, las imágenes obtenidas con mm-VLBI trazán los chorros relativistas a escalas del subparsec, cartografiando los motores centrales de las fuentes compactas con una resolución lineal tal que nos permite acercarnos a la última órbita estable en torno al agujero negrosupermasivo. Podemos mencionar algunos casos espectaculares que han dejado asombrados a propiso y extraños.
Mrk 501: Es una radiogalaxia situada a un corrimiento al rojo de z = 0.oo34. La masa del agujero negrocentral es del orden de mil millones de masas solares, por lo que el tamaño del radio de Schwarzschild es de 0,12 días-luz. Las observaciones con mm-VLBI a 86 GHz, muestra que su núcleo es muy compacto. El tamaño del núcleo de la radiofuente se puede establecer en 0,03 pc.
M87: La galaxia M87 está situada a la una distancia de 16,75 Mpc tiene un agujero negro situado en la región nuclear con una masa del orden de los 3.000 millones de masas solares, lo que implica que el tamaño del Radio de Schwarzschild es de 0,34 días-luz, Las observaciones interferométricas a 45 y 43 GHz han mostrado la presencia de un chorro relativista, en la que se observan dos fenómenos muy relevantes: i) en la base del jet, el ángulo de apertura es muy grande, lo que indicaría que el chorro vuelve a recolimarse a una cierta distancia del Agujero Negro central; ii) el chorro presenta fuerte emisión en sus bordes (fenómeno conocido como “edge brightening”, mientras que presenta emisión muy débil en su interior.
Todo esto lleva consigo una serie de implicaciones y parámetros de tipo técnicos que no son al caso destacar aquí.
En el centro galáctico de la Vía Láctea ocurren fenómenos que han sido profundamente investigados y, allí habita un agujero negro que tiene 150 millones de kilómetros de diámetro. ¿Os podéis imaginar la cantidad de materia que la fuerza de gravedad que genera tal monstruo podrá engullir?
Las observaciones de VLBI a longitudes de onda centimétricas han mostrado que SgrA, la radiofuente compacta en el centro de nuestra Galaxia, tiene un tamaño angular que escala con la longitud de onda al cuadrado, resultado que se interpreta físicamente considerando que la estructura que detectamos para SgrA no es su estructura intrínseca sino la imagen resultado de la interacción de su emisión de radio con sus electrones interestelares de la región interna de la Galaxia (lo que técnicamente se conoce como el “disco de scattering”. Las observaciones con mm-VLBI a 86 GHz han permitido determinar por primera vez el tamaño intrínseco de SgrA que ha resultado ser de 1,01 Unidades Astronómicas.
Considerando que SgrA se encuentra a una distancia de 8 Kpc y que su masa es de 4 millones de masas solares, este tamaño lineal corresponde a 12,6 Radios de Schwarzschild. Con todo esto, vengo a decir que estamos ya en la misma vecindad de los agujeros negros y, lo único que tenemos que despejar es la incognita que nos pueda crear el efecto del que nos habla la Relatividad General cuando establece que la raqdiación proveniente de una superficie esférica a una cierta distancia del agujero negro, sufriría un proceso de lente gravitacional amplificadora dandonos un tamaño mayor que el real. Así, cualquier objeto emisor con un tamaño intrínseco inferior a 1,5 Radios de Schwarzschild tendría un diámetro aparente mayor que 5,2 R de Schwarzschild.
¡Es todo tan complejo!
emilio silvera