sábado, 11 de enero del 2025 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




El dichoso Big Bang y otros

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (13)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Como cada día, hoy dejaremos aquí algunas cuestiones que nos acercarán más al Universo que, comenzó (supuestamente) con el Big Bang, esa explosión que según la teoría surgió a partir de una singularidad de densidad y energías enormes.

Más tarde, con la expansión, se produjo el enfriamiento gradual que finalmente produjo la rotura de la simetría reinante. Lo que era una sola fuerza se dividió en cuatro. El plasma, al perder la temperatura necesaria para conservar su estado, se trocó en quarks que formaron protones y neutrones que se unieron para formar núcleos. De la fuerza electromagnética, surgieron los electrones cargados negativamente y que, de inmediato, fueron atraídos por los protones de los núcleos, cargados positivamente; así surgieron los átomos que, a su vez, se juntaron para formar células y éstas para formar los elementos que hoy conocemos. Después se formaron las estrellas y las galaxias que sirvieron de fábrica para elementos más complejos surgidos de sus hornos nucleares hasta completar los 92 elementos naturales que conforma toda la materia conocida. Existen otros elementos que podríamos añadir a la Tabla, pero estos son artificiales como el plutonio o el einstenio.

Estos conocimientos y otros muchos que hoy posee la ciencia es el fruto de mucho trabajo, de la curiosidad innata al ser humano, del talento de algunos y del ingenio de unos pocos, todo ello después de años y años de evolución pasando los descubrimientos obtenidos de generación en generación.

Leer más

Se amplian los conceptos que llegamos a comprenmder

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

A diferencia de la Química, la Física o la Biología, la Astronomía no parece ser una ciencia práctica, los Astrónomos no pueden experimentar sobre los objetos de su estudio. Pero, sin embargo, los avances y la tecnología están cambiando las cosas, las sondas espaciales enviadas a otros mundos están contribuyendo a que todo eso cambie. Ahora mismo la sonda Cassini está oteando los alrededores de Saturno y nos envía datos y fotografías de incalculable valor, la Mars Phoenix está posada en Marte y estudia la atmósfera del planeta y la posibilidad de vida pasada o presente.

Pero las estrellas nos quedan aún algo lejos y las galaxias de las que forman parte sólo las podemos observar con ingenios que a distancia y sirviendose de una sofisticada tecnología moderna, nos pueden informar de muchos de estos objetos estelares que a miles y millones de a.l. de la Tierra, vamos conociendo gracias a maravillas como el Hubble.

Hace ya mucho tiempo que los Astrónomos se tenían que conformar con estudiar la luz visible proveniente de los objetos celestes; hoy, se dedican a desvelar los secretos de la historia del Cosmos mediante lo que nos cuentan las radiaciones de las ondas electromagnéticas de radio, de rayos gamma o de microondas.

La electrónica y la informática ha revolucionado también la manera de tratar los datos recibidos desde las distancias siderales. Actualmente, los científicos disponen de información del Universo que, hasta hace unos pocos años era impensable.

Después de ésta pequeña introducción, continuémos con las explicaciones que, del Universo, y los objetos y fuerzas que allí están presentes, estábamos ayer.

Leer más

Debemos saber

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Día tras día, cumplimos nuestro compromiso con los lectores de este lugar y,  aunque no siempre resulta facil, procuramos dejar la entrega diaria y diversa que sobre Fisica, Astronomia, o Ciencia en general, se nos pueda ocurrir en ese dia. Tenemos la obligación de saber sobre el mundo y el Universo que nos acoge, tenemos que adquirir los conocimientos necesarios sobre nuestro entorno y, sobre todo, procurar que nuestras mentes comprendan que foremamos parte de un todo.

En la tumba de David Hilbert (1862-1943), en el cementerio de Gotinga (Alemania), dice: Debemos saber. Sabremos.

Estoy totalmente de acuerdo con ello, el ser humano está dotado de un resorte interior, algo en su mente que, llamamos curiosidad y que nos empuja, (sin que en muchas ocasiones pensemos en el enorme esfuerzo y en el alto precio que pagamos), a buscar respuestas, a querer saber el por qué de las cosas, a saber por qué la naturaleza se comporta de una u otra manera y, sobre todo, siempre nos llamó la atención aquellos problemas que nos llevan a buscar nuestro origen en el origen mismo del Universo, y, como nuestra ambición de saber no tiene límites, antes de saber de donde venimos, ya nos estamos preguntando hacia donde vamos.  Nuestra osadía no tiene límites y, desde luego, nuestro pensamiento tampoco lo tiene, gracias a lo cual, estamos en un estadio de conocimiento que, a principios del siglo XXI, se podría calificar de bastante aceptable para dar el salto hacia objetivos más valiosos.

La humanidad necesita más energía para continuar avanzando, los recursos naturales fósiles, como el petróleo, el gas o el carbón, son cada vez más escasos y difíciles de conseguir.  Se ha llegado a un punto en el que se deben conseguir otras energías. Y, tal solución, sólo puede venir por el conocimiento del Universo a través de la Astronomía. Si copiamos a la Naturaleza misma, tendremos la solución a todos los problemas.

Dentro de unos treinta años estaremos en el camino correcto, la energía de fusión sería una realidad que estará en plena expansión de un comenzar floreciente.  Sin residuos nocivos peligrosos como las radiaciones de la fisión nuclear, la fusión, nos dará energía limpia y barata en base a una materia prima muy abundante en el planeta Tierra.

Leer más

SUPERNOVAS

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios


Las estrellas más masivas acaban su vida con una gigantesca explosión, una supernova. Las capas exteriores de la estrella salen proyectadas al espacio y durante unos días puede llegar a brillar más que una galaxia entera.

Nosotros podemos ver los restos incandescentes de estrellas muertas hace cientos o miles de años. Las supernovas escasean (dos o tres por siglo en nuestra Galaxia), y muchas de ellas quedan ocultas por el polvo interestelar. La última que se ha visto en la Vía Láctea data de 1604, sin embargo, hemos encontrado muchas más fuera de nuestra Galaxia.

IMPLOSIÓN DE UNA ESTRELLA

Cuando una estrella con una masa ocho veces superior a la de nuestro Sol consume todo su hidrógeno, se hincha y se convierte en una supergigante. Al contrario que las gigantes rojas, su núcleo está suficientemente caliente como para usar el carbono y el oxígeno creados en la combustión del helio y producir elementos más pesados como el hierro.

La supernova más brillante del cielo terrestre, en los últimos cuatro siglos, apareció el 23 de febrero de 1987 en la Gran Nube de Magallanes, pequeña galaxia satélite de la Vía Láctea.

Una supergigante puede tener un diámetro más de mil veces superior al del Sol. El núcleo creado formado de capas de elementos diferentes recuerda a una cebolla. La fusión nuclear no puede crear elementos más pesados que el hierro. Así que el núcleo que se forma es de hierro que, puede alcanzar 1,4 veces la masa del Sol y no puede soportar su propio peso. Se colapsa sobre sí mismo, se diría que implosiona, provocando la creación de elementos más pesados que el hierro. Y, a partir del núcleo implosionado, se crea una estrella de neutrones o un agujero negro.

Leer más

Año Internacional de la Astronomía. En España (AIA-IYA2009)

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

KIRCHHOFF Y LA QUÍMICA DE LAS ESTRELLAS

Los cambios se estaban produciendo a una velocidad cada vez mayor. Al siglo de Newton también pertenecieron, entre otros, el matemático Fermat; Römer, quien midió la velocidad de la luz; Grimaldi, que estudió la difracción; Torricelli, que demostró la existencia del vacío; Pascal y Boyle, que definieron la física de los fluidos…La precisión de los telescopios y los relojes aumentó notablemente, y con ella el número de astrónomos deseosos de establecer con exactitud la posición de las estrellas y compilar catálogos estelares cada vez más completos para comprender la Vía Láctea.

La naturaleza de los cuerpos celestes quedaba fuera de su interés: aunque se pudiera determinar la forma, la distancia, las dimensiones y los movimientos de los objetos celestes, comprender su composición no estaba a su alcance. A principios del siglo XIX, William Herschel (1738-1822), dedujo la forma de la Galaxia, construyó el mayor telescopio del mundo y descubrió Urano. Creía firmemente que el Sol estaba habitado.

Al cabo de pocos años, nacía la Astrofísica, que a diferencia de la Astronomía (ya llamada -“clásica o de posición”-), se basaba en pruebas de laboratorio. Comparando la luz emitida por sustancias incandescentes con la recogida de las estrellas se sentaban las bases de lo imposible: descubrir la composición química y la estructura y el funcionamiento de los cuerpos celestes. Estaba mal vista por los astrónomos “serios” y se desarrolló gracias a físicos y químicos que inventaron nuevos instrumentos de análisis a partir de las demostraciones de Newton sobre la estructura de la luz.

En 1814, Joseph Fraunhofer (1787-1826) realizó observaciones básicas sobre las líneas que Wollaston había visto en el espectro solar: sumaban más de 600 y eran iguales a las de los espectros de la Luna y de los planetas; también los espectros de Póux, Capella y Proción son muy similares, mientras que los de Sirio y Cástor no lo son. Al perfeccionar el espectroscopio con la invención de la retícula de difracción (más potente y versátil que el prisma de cristal), Fraunhofer observó en el espectro solar las dos líneas del sodio: así se inició el análisis espectral de las fuentes celestes.

Leer más