Dic
19
Enanas Blancas, estrellas misteriosas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (1)
Una enana blanca es una pequeña y densa estrella que es el resultado final de la evolución de todas las estrellas (por el ejmplo el Sol), excepto las muy masivas. Según todos los estudios y observaciones, cálculos, midelos de simulación, etc., estas estrellas se forman cuando, al final de la vida de las estrellas medianas, al final de sus vidas, cuando agotan el combustible de fusión nuclear, se produce el colapso de sus núcleos estelares, y quedan expuestas cuando las partes exteriores de la estrella son expulsadas al espacio interestelar para formar una Nebulosa Planetaria.
Ahí se ha formado ya una Nebulosa planetaria y en su centro, muy caliente y radiando en el ultravioleta más energético, la “nueva” estrella enana blanca, …
El Núcleo se contrae bajo su propia gravedad hasta que, habiendo alcanzado un tamaño similar al de la Tierra , se ha vuelto tan densa (5 x 108 Kg/m3) que sólo evista su propio colapso por la preseión de degeneración de los electrones (como sabeis los electrones son fermiones que estando sometidos al Principio de exclusión de pauli, no pueden ocupar niguno de ellos el mismo lugar de otro al tener el mismo número cuántico y, siendo así, cuando se cjuntan demasiado, se degeneran y comienzan una frenética carrera que, en su intensidad, puede, incluso frenar la implosión de una estrella -como es el caso de las enanas blancas).
Las enanas blancas se forman con muy altas temperaturas superficiales (por encima de los 10 000 K) debido al calor atrapados en ellas, y liberado por combustiones nucleares previas y por la intensa atracción gravitacional que sólo se ve frenada por la degeneración de los electrones que, finalmente, la estabilizan como estrella enana blanca.
Este tipo de estrellas, con el paso del tiempo, se enfrían gradualmente, volviéndose más débiles y rojas. Las enanas blancas pueden constituir el 30 por ciento de las estrellas de la vecindad solar, aunque debido a sus bajas luminosidades de 10-3 – 10-4 veces la del Sol, pasan desapercibidas. La máxima máxima posible de una enana blanca es de 1,44 masas solares, el límite de Shandrasekhar. Un objeto de masa mayor se contraería aún más y se convertiría en una estrella de neutrones o, de tener muha masa, en un agujero negro
Visión artística de una enana blanca, Sirio B – Crédito: NASA, ESA y G. Bacon (STScl)
Las enanas blancas son estrellas calientes y pequeñas, generalmente como del tamaño de la Tierra, por lo que su luminosidad es muy baja. Se cree que las enanas blancas son los residuos presentes en el centro de las nebulosas planetarias. Dicho de otra manera, las enanas blancas son el núcleo de las estrellas de baja masa que quedan después de que la envoltura se ha convertido en una nebulosa planetaria.
El núcleo de una enana blanca consiste de material de electrones degenerados. Sin la posibilidad de tener nuevas reacciones nucleares, y probablemente después de haber perdido sus capas externas debido al viento solar y la expulsión de una nebulosa planetaria, la enana blanca se contrae debido a la fuerza de gravedad. La contracción hace que la densidad en el núcleo aumente hasta que se den las condiciones necesarias para tener un material de electrones degenerados. Este material genera presión de degeneración, el cual contrarresta la contracción gravitacional.
Al ser estudiadas más a fondo las propiedades de las enanas blancas se encontró que al aumentar su masa, su disminuye. A partir de esto es que se encuentra que hay un límite superior para la masa de una enana blanca, el cual se encuentra alrededor de 1.4 masas solares (MS). Si la masa es superior a 1.4 MS la presión de degeneración del núcleo no es suficiente para detener la contracción gravitacional. Este se llama el límite de Chandrasekhar.
Debido a la existencia de este límite es que las estrellas de entre 1.4 MS y 11 MS deben perder masa para poder convertirse en enanas blancas. Ya explicamos que dos medios de pérdida de masa son los vientos estelares y la expulsión de nebulosas planetarias.
A esto puede dar lugar la unión de dos enanas blancas
Después de que una estrella se ha convertido en enana blanca, lo más probable es que su destino sea enfriarse y perder brillo. Debido a que las enanas blancas tienen una baja luminosidad, pierden energía lentamente, por lo que pueden permanecer en esta etapa en el orden de años. Una vez que se enfrían, se vuelven rocas que se quedan vagando por el Universo. Este es el triste destino de nuestro Sol.
La detección de enanas blancas es difícil, ya que son objetos con un brillo muy débil. Por otro lado, hay ciertas diferencias en las enanas blancas según su masa. Las enanas blancas menos masivas sólo alcanzan a quemar hidrógeno en helio. Es decir, el núcleo de la estrella nunca se comprime lo suficiente como para alcanzar la temperatura necesaria para quemar helio en carbono. Las enanas blancas más masivas sí llevan a cabo reacciones nucleares de elementos más pesados, es decir, en su núcleo podemos encontrar carbono y oxígeno.
Comparación de tamaños entre la enana blanca IK Pegasi B (centro abajo), su compañera de clase espectral A IK Pegasi A (izquierda) y el Sol (derecha). Esta enana blanca tiene una temperatura en la superficie de 35.500 K.
Allá por el año 1908, siendo Chandraskhar un avanzado estudiante de física, vivía en Madrás, en la Bahía de Bengala (En cuyo Puerto trabajó Ramanujan), y, estando en la aquella ciudad el célebre científico Arnold Sommerfeld, le pidió audiciencia y se pudo entrevistar con él que, le vino a decir que la física que estudiaba estaba pasada, que ahora se estaban estudiando nuevos caminos de la física y, sobre todo, uno a cuya teoría se la llamaba mecánica cuántica que podía explicar el comportamiento de lo muy pequeño.
Chandrasekhar
Cuando se despidieron Sommerfeld dio a Chandrasekhar la prueba de imprenta de un artículo técnico que acaba de escribir. Contenía una derivación de las leyes mecanocuánticas que gobiernan grandes conjuntos de electrones comprimidos en volúmenes pequeños, por ejemplo (para este caso) en una estrella enana blanca.
A partir de aquel artículo, Chandrasekhar buscó más información y estudió estos fenómenos estelares que desembocaban en enanas blancas. Este tipo de estrella habían descuibiertas por las astrónomos a través de sus telescopios. Lo misterioso de las enanas blancas era su densidad extraordinariamente alta de la materia en su interior, una densidad muchísimo mayor que la decualquier otra cosa que los seres humanos hubieran encontrado antes. Chandrasekhar no tenía forma de saberlo cuando abrió un libro de Eddintong que versaba sobre la materia, pero la lucha por desvelar el misterio de e4sta alta densidad le obligaría fibnalmente a él y a Eddintong a afrontar la posibilidad de que las estrellas masivas, cuando mueren, pudieran contraerse para formar agujeros negros.
De las enanas blancas más conocidas y cercanas, tenemos a Sirio B. Sirio A y Sirio B son la sexta y la seéptima estrellas en orden de proxomidad a la Tierra, a 8,6 años-luz de distancia, y Sirio es la estrella más brillante en nuestro cielo. Sirio B orbita en torno a Sirio de la misma manera que lo hace la Tierra alrededor del Sol, pero Sirio B tarde 50 años en completar una órbita a Serio y la Tierra 1 año al Sol.
Eddintong describía como habían estimado los astrónomos, a partir de observaciones con telescopios, la masa y la circunferencia de Sirio B. La masa era de 0,85 veces la masa del Sol; la circunferencia media 118.000 km. Esto significaba que la densidad media de Sirio B era de 61.000 gramos por centímetro cúbico, es decirm 61.000 veces mayor que la densidad del agua. “Este argumento se conoce ya desde hace algunos añis -nos decía Eddintong-” Sin embargo, la mayoría de los astróniomos de aquel tiempo, no se tomaban en serio tal densidad, Sin embargo, si hubieran conocido la vrdad que ahora conocemos: (Una masa de 1,05 soles, una circunferencia de 31.000 km y una densidad de 4 millones de gramos por cm3), la habrían considerado aún más absurda.
Arriba la famosa Nebuliosa planetaria ojo de Gato que, en su centro luce una estrella enana blanca de energéticas radiaciones en el ultravioleta y que, a medida que se vaya enfriando, serán de rayos C y radio hasta que, dentro de unos 100 millones de añosm vieja y fria, será más rojiza y se habrá convertido en eun cadáver estelar.
Aquellos trabajos de Chandraskar y Eddintong desembocaron en un profundo conocimiento de las estrellas de neutrones y, se llego a saber el por qué conseguian el equilibrio que las estabilizaba a través de la salvación que, finalmente encontraban, en la mecánica cuántica, cuando los electrones degenerados por causa del Principio de esclusión de Pauli, no dejaban que la fuerza gravitatoria continuara el proceso de contracción de la estrella y así, quedaba estabilizada como estrella de neutrones.
Enana blanca en formación y nebulosa planetaria en expansión. Este gas está impulsado por un superviento del que absorbe su radiación ultravioleta más intensa en la región interior y la reemite en la zona exterior en forma de radiaciones de menor frecuencia, ya en el visible, provocando hermosas combinaciones de colores y formas.
De la misma manera, se repetía el proceso para estrellas más masivas que, no pudiendo ser frenadas en su implosión gravitatoria por la degeneración de los electrones, sí que podia frenarse la Gravedad, mediante la degeneración de los Neutrones. Cuando esa estrella más masiva se contraía más y más, el Principio de exclusión de pauli que impide que los fermiones estén juntos, comenzaba su trabajo e impedía que los neutrones (que son fermiones), se juntaran más, entonces, como antes los electrones, se degeneraban y comenzaban a moverse con velocidades relativistas y, tan hecho, impedía, por sí mismo que la Gravedad consiguiera comprimir más la masa de la estrella que, de esta manera, quedaba convertida, finalmente, en una Estrella de Neutrones.
Al formarse la estrella de neutrones la estrella se colapsa hasta formar una esfera perfecta con un radio de tan solo unos 10 kilómetros. En este punto la presión neutrónica de Fermi resultante compensa la fuerza gravitatoria y estabiliza la estrella de neutrones. Apenas una cucharilla del material que conforma una estrella de neutrones tendría una masa superior a 5 x 1012 kilogramos.
Los modelos de estrellas de neutrones que se han logrado construir utilizando las leyes físicas presentan varias capas. Las estrella de neutrones presentarían una corteza de hierro muy liso de, aproximadamente, un metro de espesor. Debajo de esta corteza, prácticamente todo el material está compuesto por núcleos y partículas atómicas fuertemente comprimidos formando un “cristal” sólido de materia nucleica.
Son objetos extremadamente pequeños u densos que surgen cuando estrellas masivas sufren una explosión supernova del tipo II, el núculeo se colapsa bajo su propia gravedad y puede llegar hasta una densidad de 1017 Kg/m3. Los electrones y los protones que están muy juntos se fusionan y forman neutrones. El resultado final consiste solo en neutrones, cuyo material, conforma la estrella del mismo nombre. Con una masa poco mayor que la del Sol, tendría un diámetro de sólo 30 Km, y una densidad mucho mayor que la que habría en un terón de azúcar con una masa igual a la de toda la humkanidad. Cuanto mayor es la masa de una estrella de neutrones, menor será su diámetro. Está compuesta por un interior de neutrones superfluidos (es decir, neutrones que se comportan como un fluido de viscosidad cero), rodeado por más o menos una corteza sólida de 1 km de grosos compuesta de elementos como el hierro. Los púlsares son estrellas de neutrones magnetizadas en rotación. Las binarias de rayos X masivas tambioén se piensan que contienen estrellas de neutrones.
Todos aquellos argumentos sobre el comportamiento de las enanas blancas vinieron a desembocar en la paradoja de Edddintong que, en realidad, fue resulta por el Joven Chandrasekhar en el año 1925 al leer un artículo de R.H. Fowler “Sobre la materia densa”. La solución residía en el fallo de las leyes de la física que utilizaba Eddintong. Dcihas leyes debían ser reemplazadas por la nueva mecánica cuántica, que describía la presión en el interior de Sirio B y otras enanas blancas como debida no al calor sino a un fenómeno mecanocuántico nuevo: los movimientos degenerados de los electrones, también llamado degeneración electrónica.
La degeneración electrónica es algo muy parecido a la claustrofia humana. Cuando la materia es comprimida hasta hasta una densidad 10.000 veces mayor que la de una roca, la nube de electrones en torno a cada uno de sus núcleos atómicos se hace 10.000 veces más condensada, Así, cada electrón queda confinado en una “celda” con un volumen 10.000 veces menor que el volumen en el que previamente podía moverse. Con tan poco espacio disponible, el electrón, como nos pasaría a cualquiera de nosotros, se siente incómodo, siente claustrofobia y comienza a agitarse de manera incontrolada, golpeando con enorme fuerza las paredes de las celdas adyacentes. Nada puede deternerlo, el electrón está obligado a ello por las leyes de la mecánica cuántica. Esto está producido por el Primncipio de esclusión de Pauli que impide que dos fermiones estén juntos, así que, esta fuerza es, la que finalmente posibilita que la estrella que se comprime más y más, quede finalmente, constiruida estable como una enana blanca.
emilio silvera
Dic
15
Lo grande y lo pequeño, el saber y la ignorancia, El Universo y nosotros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (0)
“Todo estado presente de una sustancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado anterior, de modo que su presente está cargado de su futuro”.
“Quien ha visto las cosas presentes ha visto todo, todo lo ocurrido desde la eternidad y todo lo que ocurrirá en el tiempo sin fin: pues todas las cosas son de la misma clase y la misma forma.”
Lo que arriba vemos, un día fue como nuestro Sol
Claro que, si no existieran simetrías, en la Tierra habría días de 24 horas y otros de cinco minutos; viviríamos en un planeta deforme en la gravedad proyectaría objetos en todas direcciones; habría explosiones inexplicables. Sería un mundo peligrosamente caprichoso.
Por fortuna, hay simetrías, hay reglas que nos dicen que los planetas son esféricos, que los rostros son simétricos, que todos los días duran lo mismo, que hay frío y calor, día y noche, que hay positivo y negativo, que todo en el universo se rige por el equilibrio que se consigue en la igualdad de fuerzas contrapuestas, y, de esa manera, se llega a la simetría que nos rodea y podemos contemplar por todas partes. Sin embargo, nuestro Universo es el de simetrías rotas.
Tres Físicos recibieron el Nobel por las “simetrías rotas de la Naturaleza” Dos japoneses y un Yanqui (bueno, Estadounidense) ganaron el Premio Nobel de Física del 2008 por cosas que ayudan a explicar el comportamiento de las partículas más pequeñas de materia.
Makoto Kobayashi, Toshihide Masukaway el japonés nacido estadounidense, Yoichiro Nambu
En física, la idea de simetría refiere a un tipo de igualdad o equivalencia en una situación. En el nivel subatómico, por ejemplo, no deberías poder decir si estás viendo desplegados directamente en un espejo, o si una película de esos eventos está corriendo adelante o atrás. Y las partículas deberían comportarse justo como sus alter egos, llamadas antipartículas.
Si cualquiera de estas reglas es violada, la simetría se rompe.
Una gran simetría rota surgió inmediatamente después del Big Bang, cuando sólo una infinitesimal fracción más de materia que antimateria fué creada. Debido a que estos dos tipos de partículas se aniquilan entre sí al encontrarse, ese exceso de materia fue de sembrar el Universo. En el suceso, sucedió la rotura de la simetría de la “fuerza única” que contenía todos los mecanismos y leyes de aquel primer universo.
Nadie pudo estar allí para tomar una instantánea de aquel Universo primitivo
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron los primeros quarks para y formar protones y neutrones los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos. Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y galaxias. Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
El Universo está lleno de información que debemos buscar para tratar de entender qué mensajes nos envía, lo que nos quiere decir. Sabemos que el Universo es todo lo que existe desde la materia, las fuerzas que con ella interaccionan y el Espacio y el Tiempo pero, seguimos preguntándonos ¿qué hacemos nosotros aquí?
La materia evolucionada llegó hasta nosotros valiéndose del Carbomo, ese elemento esencial para la vida que conocemos
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, de los elementos más ligeros a los más pesados. Avanza creando en el termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados. Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de nuevo el proceso de fusión llevando consigo materiales complejos de aquella supernova.
Puesto que el peso promedio de los protones en los de fisión, como el cesio y el kriptón, es menor que el peso promedio de los protones de uranio, el exceso de masa se ha transformado en energía mediante E = mc2. Esta es la fuente de energía que subyace en la bomba atómica.
¿Qué sabemos de la Energía ? ¿La sabemos utilizar?
Así pues, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos ahora aquí y, muy posiblemente, será también el factor determinante para que, lejos de aquí, en otros sistemas solares a muchos años luz de distancia, puedan florecer otras especies inteligentes que, al igual que la especie , se pregunten por su origen y estudien los fenómenos de las fuerzas fundamentales del universo, los componentes de la materia y, como nosotros, se interesen por el destino que nos espera en el futuro.
Cuando alguien oye por vez primera la de la vida de las estrellas, generalmente, no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. ¿Cómo puede vivir una estrella 10.000 millones de años? Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para ser testigo de su evolución.
En cualquier Nebulosa podemos cúmulos de estrellas
Cuando mentalmente me sumerjo en las profundidades inmensas del universo que nos acoge, al ser consciente de su enormidad, veo con claridad meridiana lo insignificante que somos en realidad con relación al universo. Como una colonia de bacterias que habitan en una , allí tienen su mundo, lo más importante para ellas, y no se paran a pensar que puede llegar un niño que, de un simple puntapié, las envíe al infierno. Y, sin embargo, por otra parte, al pensar en la Mente de la que somos poseedores, me paso a otro pensamiento que es, totalmente opuesto y me dice que, algo más que simples seres vivientes sí que somos. El simple hecho de ser conscientes del Universo que nos da cobijo, es ya un síntoma de una más elevada categoría.
Igualmente, nosotros nos creemos importantes de nuestro cerrado y limitado mundo en el que, de momento, estamos confinados. Podemos decir que hemos dado los primeros pasos para dar el salto hacia otros mundos, pero aún nos queda un largo recorrido por delante. Uno de los principales problemas con los que tenemos que luchar, es el hambre en el mundo, la igualdad de los pueblos, y, seguidamente, tendremos que pensar en nuevas fuentes de energías que cubran las exigencias de una población creciente y exigente.
En todo este galimatias de conocimientos restringidos por una enorme ignorancia, sería poder saber lo que realmente son los fotones y los electrones, esas dos minúsculas partículas elementales de las que sospecho, que pueden encerrar las verdades del mundo, es decir, los secretos más profundos de la naturaleza. (137 que enlace con e, h, y c, donde pueden estar escondidas las a lo que no sabemos: ahí está la esencia de la relatividad, también nos habla de cuanto de acción de Planck y, por si fuera poco, el electromagnetismo está representado pro el electrón.
¿Sabremos alguna vez? Hilbert, en su tumba, tiene grabado que sí, en su epitafio nos dice: Tenemos que , ¡sabremos!
Me gustaría que tal predicción fuera cierta.
emilio silvera
Feb
14
Cúmulo abierto M67
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (0)
Planetas mayores que Júpiter orbitan algunas de sus estrellas
M67 (también conocido como NGC 2682) es un cúmulo abierto situado en la constelación de Cáncer.
M67 tiene aproximadamente 500 componentes. Contiene 11 estrellas gigantes de tipo espectral K con magnitud absoluta entre +0.5 y +1.5, así como algunas estrellas en la zona más azul de la Secuencia Principal, la más brillante de ellas de tipo espectral B8 o B9. También posee 200 enanas blancas (esto quiere decir que doscientos soles murieron para que ellas existieran) y 100 estrellas parecidas a nuestro sol. La magnitud aparente de sus estrellas más brillantes es alrededor de 10ª.
Debido al alto número de estrellas, de tipos tan distintos, ha sido estudiado intensamente: Harlow Shapley (1917) realizó los primeros trabajos sobre sus colores y magnitudes, Barnard (1931) midió la posición de sus principales componentes (para determinar sus movimientos propios), Popper (1954) los espectros de sus brillantes estrellas, mientras que Johnson y Sandage (1955) elaboraron el primer Diagrama HR preciso de alrededor de 500 estrellas, descubriendo su elevada edad y su estado tan evolucionado.
Estas binarias se pueden fusionar para formar una estrella de Neutrones
Hasta la fecha (2.016) se han descubierto la presencia de 45 fuentes de Rayos X en el cúmulo, la mayoría de ellas estrellas binarias ellas (presumiblemente del tipo RS CVn), con períodos orbitales de 10 días o menos.
En su parte sur, prácticamente en la zona occidental, aparece un pequeño agrupamiento de nueve estrellitas conocido como Dipper: tiene forma de pequeña cometa con la cola curvada; una de sus estrellas componentes es la variable S 999.
Contiene bastantes variables del tipo binaria eclipsante y binaria espectroscópica; algunas de estas estrellas, fácilmente visibles para telescopios de aficionado dotado de cámara CCD son:
- AH Cnc: de magnitud 13.33, es una binaria del tipo UW UMa descubierta en 1960; su período es igual a 0.360452 días, su amplitudes próxima a 0.40 magnitudes.
- EV Cnc: de magnitud 12.78, también es una binaria de tipo UW UMa; fue descubierta en 1991, tiene un período igual a 0.44144 días y una amplitud igual a 0.18 magnitudes.
- AG Cnc: con magnitud 13.77 presenta un período igual a 2.84 días y una amplitud de 0.20 magnitudes.
- S 999: de magnitud 12.60 es una variable de largo período (9.2 días) que presenta una amplitud fotométrica igual a 0.07 magnitudes; está situada en la parte norte del Dipper.
- S 1063: también conocida como NSV 4274, es un astro de magnitud 13.79 con un período de variación muy largo, comprendido entre los 17 y 18 días (hasta el año 2006 no está bien determinado), con una amplitud de 0.18 magnitudes.
- ES Cnc: con magnitud 11.19 es una de las más brillantes del cúmulo; se trata de una estrella del tipo blue straggler (errante azul) que resulta ser también una variable eclipsante con un período igual a 1.0677978 días.
En 2004 se publicó un estudio del cúmulo en el que se midieron las magnitudes de sus estrellas con una precisión de diezmilésimas de magnitud: (0.0001 magnitud).
Fuente de datos de Wikipedia.
Ene
15
¡Física! ¡Astronomía! Tienen tántos secretos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (0)
Estaba pensando escribir un poco sobre cuestiones generales de la Física, y, de pronto, sin saber el por qué, me vino a la memoria que, el deuterón, resultó ser una partícula muy valiosa para bombardear los núcleos. En 1.934, el físico australiano Marcus Lawrence Edwin Oliphant y el austriaco P.Harteck atacaron el deuterio con deuterones y produjeron una tercera forma de hidrógeno, constituído por un protón y 2 neutrones. La reacción de planteó así:
Hidrógeno2 + Hidrógeno2 → Hidrógeno3 + Hidrógeno1
Como con cierta frecuencia me pasa, me desvió del tema en un principio elegido y, sin poderlo evitar, mi ideas (que parecen tener vida propia), cogen los caminos más diversos. Basta con que se cruce en el camino del trabajo que realizo, un fugaz recuerdo, lo sigo y me lleva a destinos distintos de los que me propuse al comenzar, así, en este caso, me pasé a la química que, también me gusta mucho y está directamente relacionada con la física, de hecho son hermanas, la madre, las matemáticas, la única que, finalmente, lo podrá explicar todo.
“Puesto que el electrón posee una carga eléctrica (negativa), cualquier movimiento del mismo puede generar un pequeño campo magnético capaz de hacerlo interactuar con un campo magnético externo no homogéneo. Y una manera en la cual el 47avo electrón solitario pueda comportarse como un pequeño imán dándole de este modo al átomo de plata un momento magnético es girando sobre su propio eje como si fuese un trompo”
Estamos hablando de las partículas y no podemos dejar a un lado el tema del movimiento rotatorio de las mismas. Usualmente se ve cómo la partícula gira sobre su eje, a semejanza de un trompo, o como la Tierra, o el Sol, o nuestra Galaxia o, si se me permite decirlo, como el propio Universo. En 1.925, los físicos holandeses George Eugene Uhlenbeck y Samuel Abraham Goudsmit aludieron por primera vez a esa rotación de las partículas. Estas, al girar, genera un minúsculo campo magnético; tales campos han sido objeto de medidas y exploraciones, principalmente por parte del físico alemán Otto Stern y el físico norteamericano Isaac Rabi, quienes recibieron los premios Nóbel de Física en 1.943 y 1.944, respectivamente, por sus trabajos sobre dicho fenómeno.
Esas partículas (al igual que el protón, el neutrón y el electrón), que poseen espines que pueden medirse en número mitad, se consideran según un sistema de reglas elaboradas independientemente, en 1.926, por Fermín y Dirac. Por ello, se las llama y conoce como Estadísticas Fermi-Dirac. Las partículas que obedecen a las mismas se denominan fermiones, por lo cual el protón, el electrón y el neutrón son todos fermiones.
Hay también partículas cuya rotación, al duplicarse, resulta igual a un número par. Para manipular sus energías hay otra serie de reglas, ideadas por Einstein y el físico indio S.N.Bose. Las partículas que se adaptan a la “estadística Bose-Einstein” son “bosones”. Por ejemplo, la partícula alfa, es un bosón.
Las reglas de la mecánica cuántica tienen que ser aplicadas si queremos describir estadísticamente un sistema de partículas que obedece a reglas de ésta teoría en vez de las de la mecánica clásica. En estadística cuantica, los estados de energía se considera que están cuantizados. La estadística de Bose-Einstein se aplica si cualquier número de partículas puede ocupar un estado cuántico dado. Dichas partículas (como dije antes) son los bosones que, tienden a juntarse.
Los bosones tienen un momento angular n h/2p, donde n es cero o un entero y h es la constante de Planck. Para bosones idénticos, la función de ondas es siempre simétrica. Si solo una partícula puede ocupar un estado cuántico, tenemos que aplicar la estadística Fermi-Dirac y las partículas (como también antes dije) son los fermiones que tienen momento angular (n+½) h/2p y cualquier función de ondas de fermiones idénticos es siempre antisimétrica.
La relación entre el espín y la estadística de las partículas está demostrada por el teorema espín-estadística.
En un espacio de dos dimensiones es posible que haya partículas (o cuasipartículas) con estadística intermedia entre bosones y fermiones. Estas partículas se conocen con el nombre de aiones; para aniones idénticos la función de ondas no es simétrica (un cambio de fase de+1) o antisimétrica (un cambio de fase de -1), sino que interpola continuamente entre +1 y -1. Los aniones pueden ser importantes en el análisis del efecto Hall cuántico fraccional y han sido sugeridos como un mecanismo para la superconductividad de alta temperatura.
Debido al principio de exclusión de Pauli es imposible que dos fermiones ocupen el mismo estado cuántico (al contrario de lo que ocurre con los bosones).
Esta imagen fue proporcionada por JILA, Universidad de Colorado, Boulder. Está específicamente acreditada a Mike Matthews, del equipo de investigación JILA.
“Un condensado de Bose–Einstein es un estado de la materia en el que ciertas partículas (bosones) pierden sus características individuales para colapsar en un único estado colectivo y en el cual los efectos cuánticos se manifiestan en una escala macroscópica. Ésta condensación fue predicha por Bose y Einstein en 1924-25. A finales de los años 30 se observó que, a muy bajas temperaturas (-271 ºC = 2.17 grados Kelvin) cerca del cero absoluto, el helio-4 se comportaba como un nuevo fluido con propiedades inusuales tales como la ausencia de viscosidad (fluir sin disipar energía) y la existencia de vórtices (pequeños remolinos indestructibles) cuantizados. A este nuevo estado se le conoce como superfluido. L. Landau obtuvo el Premio Nobel en 1964 por su teoría fenomenológica que explica la superfluidez como una consecuencia de un condensado de bosones interactuántes.”
La condensación de Bose-Einstein es de importancia fundamental para explicar el fenómeno de la superfluidez. A temperaturas muy bajas (del orden de 2×10-7k) se puede formar un condensado de Bose-Einstein, en el que varios miles de átomos forman una única entidad (un superátomo). Este efecto ha sido observado con átomos de rubidio y litio. Este efecto (condensación Bose-Einstein), como ya habréis podido suponer, es llamado así en honor al físico Satyendra Naht Bose (1.894-1.974) y de Albert Einstein.
Así que, el principio de exclusión de Pauli tiene aplicación no sólo a los electrones, sino también a los fermiones; pero no a los bosones.
Si nos fijamos en todo lo que estamos hablando aquí, es fácil comprender como forma un campo magnético la partícula cargada que gira, pero ya no resulta tan fácil saber por qué ha de hacer lo mismo un neutrón descargado. Lo cierto es que ocurre así. La prueba directa más evidente de ello es que cuando un rayo de neutrones incide sobre un hierro magnetizado, no se comporta de la misma forma que lo haría si el hierro no estuviese magnetizado. El magnetismo del neutrón sigue siendo un misterio; los físicos sospechan que contiene cargas positivas y negativas equivalentes a cero, aunque por alguna razón desconocida, lograr crear un campo magnético cuando gira la partícula.
Particularmente creo que, si el neutrón tiene masa, si la masa es energía (E=mc2), y si la energía es electricidad y magnetismo (según Maxwell), el magnetismo del neutrón no es tan extraño, sino que es un aspecto de lo que en realidad es, ¡materia! La materia es la luz, la energía, el magnetismo. En definitiva, la fuerza que reine en el Universo y que esté presente, de una u otra forma en todas partes (aunque no podamos verla). ¡Es Curioso! Sea como fuere, la rotación del neutrón nos dé la respuesta a esas preguntas:
¿Qué es el antineutrón? Pues, simplemente, un neutrón cuyo movimiento rotatorio se ha invertido; su polo sur magnético, por decirlo así, está arriba y no abajo. En realidad, el protón y el antiprotón, el electrón y el positrón, muestran exactamente el mismo fenómeno de los polos invertidos.
Es indudable que las antipartículas pueden combinarse para formar la “antimateria”, de la misma forma que las partículas corrientes forman la materia ordinaria.
La primera demostración efectiva de antimateria se tuvo en Brookhaven en 1.965, donde fue bombardeado un blanco de berilio con 7 protones BeV y se produjeron combinaciones de antiprotones y antineutrones, o sea, un “antideuterón”. Desde entonces se ha producido el “antihielo 3″, y no cabe duda de que se pudiera crear otros antinúcleos más complicados aun si se abordara el problema con más interés.
Pero, ¿existe en realidad la antimateria? ¿Hay masas de antimateria en el Universo?
Si las hubiera, no revelarían su presencia a cierta distancia. Sus efectos gravitatorios y la luz que produjeran serían idénticos a los de la materia corriente. Sin embargo, cuando se encontrasen las masas de las distintas materias, deberían ser claramente perceptibles las reacciones masivas del aniquilamiento mutuo resultante del encuentro. Así, pues, los astrónomos observan especulativamente las galaxias, para tratar de encontrar alguna actividad inusual que delate dichas interacciones materia-antimateria.
No parece que dichas observaciones fuesen un éxito. La única materia detectada ha sido siempre la Bariónica, la que podemos ver y emite radiación y luz. De todas las demás formas de materia de la que tanto hemos hablado (materia oscura, antimateria, o, sustancia cósmica… ¡ni la más mínima pista! Al menos hasta el momento.
¿Es posible que el Universo este formado casi enteramente por materia, con muy poca o ninguna antimateria? Y si es así, ¿por qué? Dado que la materia y la antimateria son equivalentes en todos los aspectos, excepto en su oposición electromagnética, cualquier fuerza que crease una originaria la otra, y el Universo debería estar compuesta de iguales cantidades de la una y de la otra.
Se trata de núcleos de Antihelio 4 formados por dos antiprotones y dos antineutrones
Este es el dilema. La teoría nos dice que debería haber allí, en el espacio interestelar, antimateria, pero las observaciones lo niegan, no lo respaldan. ¿Es la observación la que falla? ¿Y qué ocurre con los núcleos de las galaxias activas, e incluso más aún, con los quásares? ¿Deberían ser estos fenómenos energéticos el resultado de una aniquilación materia-antimateria? ¡No creo! Ni siquiera ese aniquilamiento parece ser suficiente, y los astrónomos prefieren aceptar la noción de colapso gravitatorio y fenómenos de agujeros negros, como el único mecanismo conocido para producir la energía requerida.
Con esto de la antimateria me ocurre igual que con el hecho, algunas veces planteado de su composición en lugares muy lejanos del Universo.
“Ha caído una nave extraterrestre y nuestros científicos han comprobado que está hecha de un material desconocido, casi indestructible.”
El comentario de arriba se ha podido oír en alguna película de ciencia ficción. Podría ser verdad ¡un material desconocido! Sin embargo, no porque la nave esté construida por una materia distinta a la que aquí existe, sino porque, de los mismos materiales que pueblan todo el Universo, esos extraterrestres han sabido manipularlos para conseguir una aleación distinta. El Universo es igual en todas partes y, por muy lejos que un mundo pueda estar situado, siempre estará compuesto, en mayor o menor proporción, por los elementos conocidos de la Tabla Periódica. Otra cosa será el nivel tecnológico que ese pueblo pueda tener para conseguir aleaciones inusuales en la Tierra.
Lo único que puede diferir, es la forma en que se utilice, el tratamiento que se le pueda dar, y, sobre todo el poseer el conocimiento y la tecnología necesarios para poder obtener, el máximo resultado de las propiedades que dicha materia encierra. Porque, en última instancia ¿es en verdad inerte la materia?
Está claro que, dentro de lo que ya sabemos, lo único que podemos asegurar es el hecho de que, a partir de la materia, lo podremos conseguir todo y, está claro que, aún encierra muchos secretos que no hemos podido desvelar.
emilio silvera
Ago
12
Resuelto el misterio del neutrino estéril
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astrofísica ~ Comments (0)
Los datos de un Observatorio en la Antártida descartan casi por completo la posibilidad de que exista un neutrino que podría ayudar a explicar la materia oscura.
Los neutrinos son como los hobbits de la física de partículas. Prefieren estar en sus cosas, sin meterse en los líos políticos de los poderosos elfos o los ambiciosos humanos, y parecen insignificantes a su lado. Sin embargo, tienen algo, quizá fruto de esa autonomía respecto a otras partículas más poderosas, que les hace poder cambiar el mundo desde su posición aparentemente humilde.
Igual que un hobbit salvó a la Tierra Media del dominio del mal absoluto de Sauron, cuentan los físicos que pudieron ser los neutrinos quienes inclinaron la balanza hacia la antimateria en la lucha que se inició contra la materia en los orígenes del tiempo. Tras el Big Bang se había creado la misma cantidad de las dos sustancias y cada vez que una partícula con una carga chocaba contra su opuesta ambas se desintegraban dejando tras de sí un rastro de radiación. Si esa igualdad en la guerra hubiese perdurado, hoy no habría ni galaxias ni Tierra, ni humanos ni libros sobre hobbits.
Los neutrinos estériles podrían explicar por qué hay más materia que antimateria
Como los hobbits, que se dividen en tres razas, los neutrinos se agrupan en tres sabores, asociados a otros tres leptones de distintas masas: el electrón, el muón y el tau. Estas partículas se crean cuando protones de alta energía, producidos en cataclismos cósmicos como las supernovas, chocan contra la atmósfera terrestre y desencadenan una lluvia de partículas diversas entre las que se encuentran los neutrinos. En su camino a través de la Tierra, fluctúan cambiando de sabor, un fenómeno cuyo descubrimiento fue premiado con el Nobel de Física en 2015.
Estos hallazgos ya habían ayudado a reconfigurar el Modelo Estándar de física de partículas, que sirve para organizar nuestro conocimiento sobre cómo funciona la materia en su nivel más fundamental, pero en los últimos años, algunos científicos, a la vista de resultados experimentales difíciles de explicar con las partículas conocidas, habían planteado la posibilidad de que existiese un tipo de neutrino más. El neutrino estéril, como lo bautizaron, sería aún menos sociable que sus hermanos y solo trataría con el resto de la materia a través de la fuerza de gravedad. Su presencia habría ayudado a explicar si realmente los neutrinos desempeñaron un papel clave en el enfrentamiento entre materia y antimateria y podrían ayudar a entender qué es la materia oscura.
Sin embargo, un artículo publicado esta semana en la revista Physical Review Letters indica que tras mucho buscar no hay rastro de esta cuarta especie de neutrinos. Los autores llegan a esta conclusión después de analizar miles de neutrinos detectados por el Observatorio de Neutrinos IceCube del Polo Sur. Este particular telescopio está formado por 5.160 sensores congelados en el hielo antártico y distribuidos a una profundidad de entre 1,5 y 2,5 kilómetros en un espacio de un kilómetro cúbico. Esas dimensiones descomunales son necesarias para lograr atrapar las señales producidas por estas escurridizas partículas. Los neutrinos que intenta capturar IceCube se producen en la atmósfera sobre el Polo Norte y llegan a la Antártida después de atravesar toda la Tierra.
El telescopio IceCube cuenta con 5.160 detectores que ocupan un kilómetro cúbico bajo el hielo antártico
Los científicos esperaban que, si existiese, el neutrino estéril dejaría una señal clara en un determinado rango energético de un electronvoltio. Planteaban que este cuarto neutrino podría aparecer durante las fluctuaciones cuánticas que producen los cambios de sabor de la partícula. Pero esa señal no se ha encontrado. Además, los autores del trabajo han excluido la posibilidad de que se les haya escapado algo calculando la cantidad de neutrinos de cada clase generados en la atmósfera del Polo Norte. “Podemos detectar la cantidad de neutrinos muónicos, electrónicos y de tau y no hay nada que falte en la ecuación, así que la conclusión es que los resultados de IceCube debilitan la posibilidad de que este cuarto neutrino exista”, ha afirmado Jason Koskinen, investigador de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio.
Este resultado es una muestra más de las posibilidades del telescopio de neutrinos antártico, una infraestructura que requirió una inversión de 271 millones de dólares. En noviembre de 2013, se publicó que durante los meses anteriores los detectores de IceCube habían atrapado 28 neutrinos procedentes de fuera del Sistema Solar. Entonces, los científicos anunciaron que la capacidad para detectar a aquellos mensajeros, capaces de viajar imperturbados por todo el espacio con información clave sobre la naturaleza del cosmos, como el hobbit que pudo entrar en Mordor sin ser detectado, abría una nueva era en la astronomía.