domingo, 19 de enero del 2025 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¡La Luna! Esa compañera inseparable

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

 « 

 »

 http://farm6.static.flickr.com/5175/5542386876_582b4a9251.jpg

La Luna es nuestra compañera en el espacio, Viaja junto a nosotros alrededor del Sol y es el más próximo de todos los cuerpos astronómicos naturales. No es de extrañar que tendamos de manera instintiva a concederle importancia y a considerarla como algo nuestro. Desde tiempos inmomoriales, nuestros ancestros, le concedieron a la Luna unos poderes mágicos sobre cosechas, embarazos…y otras cuestiones como las mareas entre ellas.

Hsi y Ho, dos astrólogos de la antigua China, no tuvieron tanta suerte como Einstein (gracias a un eclipse de Sol, pudo ver confirmada su teoría de la relatividad General). Su ignorancia les costó la vida a ambos por no predecir el eclipse total de Sol que se produjo en el año 2137 a. C., lo que causó las iras del emperador Tshung-Kong, que ordenó ejecutarlos.

Está claro que la Luna, ese plateado espejo que refleja nuestro mundo por las noches, le ha brindado a la ciencia la oportunidad de descifrar numerosos enigmas cada vez que oculta al Sol durante un eclipse. Si se analiza en detalle la historia podría comprobarse que la Luna se ha convertido en una maravillosa herramienta para los Astrónomos, que han sacado tanto partido científico de ella como belleza han podido percibir sus afortunados observadores.

Resultado de imagen de Enamorados a la luz de la Luna

¿Quién no ha representado alguna vez esta bonita escena? Con un testigo tan especial, el momento se hace sublime. Siempre hemos tenido símbolos de la Naturaleza que nos han acompañado en nuestras diferentes actividades. Como por ejemplo, la estrella Polar para los antiguos marinos.

La Luna es el astro más observado. En la antigüedad y hasta mediados del siglo XX, los principales astrónomos y los principales Observatorios centraron en ella una gran parte de sus observaciones e investigaciones de primera línea. Bien es cierto que, al ser tan conocida, salvo algunos proyectos específicos, en la actualidad ha quedado un poco relegada y, la verdad es, que aún le quedan cosas por decir.

Resultado de imagen de El hombre en la luna

                Hace más de 40 años que el mundo, asombrado, contempló  esta imagen

Allá por al año 1969, el hombre puso sus pies sobre la superficie lunar y pareció culminar una etapa de las exploraciones y, así, practicamente todo el mundo (pasados aquellos primeros momentos de excitación colectiva) empezó a olvidarse de ella. ¿Alguien podría pensar que quedara algo por descubrir en ese polvoriento satélite de apariencia inerte?

La Estación Espacial en la Luna

La respuesta llegó en 1996 gracias a la sonda Clementine de la NASA, cuyas fotografías dieron un inusitado vuelco a nuestra concepción lunar. La nave aportó pruebas de que en el cráter Aitkin, que se halla en el polo sur de la Luna, existe hielo. Esto es, que en el lugar más árido que se conoce del Sistema Solar hay agua. Aquello lo cambió todo y comenzaron a salir carpetas archivadas y llenas de polvo para retomar algunos proyectos olvidados.

Es verdaderamente sorprendente que, en la Luna, pueda haber agua. Tal hallazgo supone una buena baza para los futuros proyectos de la Base Lunar. No es despreciable la idea de poder  en la Luna un Gran Complejo Espacial, con Base de lanzamientos de Naves hacia otros mundos con el enorme ahorro en el coste que eso supondría, o, Laboratorios que podrían investigar en el vacío del espacio, o, Telescopios libres de contaminación que, al igual que el Hubble pudiera llegar a todos los rincones del Universo pero, con menor mantenimiento y, el que necesitara sería más cómodo y menos costoso.

Resultado de imagen de transient lunar phenomenon

Hace unos días se publicó el hallazgo del agua en la Luna

Entre los muchos enigmas que aún rodean a nuestra compañera Luna. De hecho, la Astronomía tiene pendiente allí otro de sus grandes enigmas, como es la naturaleza de los fenómenos transitorios lunares, que se denominan habitualmente con la abreviatura TLP, correspondiente a la desripción inglesatransient lunar phenomenon. Consite en repentinos cambios de brillo en la superficie o en llamaradas, y se cree que están causados fundamentalmente por erupciones internas que se producen de forma esporádica, en especial en algunos cráteres. No todos están de acuerdo con este dictamen pero, la verdad es que se han producido suficientes testimonios de TPL como para dudar de ello, y, aunque exista la Incertidumbre de la verdadera causa…Ahí están.

Las extrañas luces móviles de la Luna

Luces misteriosas aparecen en algunos cráteres de la Luna de manera inexplicable y, han sido observados con cierta frecuencia pero nunca se ha podido dar una explicación científica a los mismos. Lo cierto es que, en la Luna como en otros cuerpos celestes que nos circundan, se producen extrañas transiciones que nos son desconocidas y de cuyos orígenes quisiéramos saber.

 image

En el verano de 1178, varios monjes observaron desde la Catedral de Canterbury un espectáculo increíble: La Luna, que estaba en fase creciente, comenzó a arder en su borde, que escupió varias llamaradas y chispar enormes. Con toda probabilidad vieron las nubes igneas de polvo y roca desprendidas por el impacto de un gigantesco meteorito en la cara oculta, desde la que asomó el resplandor producido por la colisión.

Se ha sugerido que el impacto de 1178 formó el cráter Giordano Bruno, pero de lo que no cabe duda es de que la aparentemente mortecina quietud lunar se rompe de forma ocasional por suscesos como éste. Y, aunque el caso más famoso se ha centrado en aquellos monjes de la Catedral de Canterbury, la verdad es que, también encontramos entre los testigos a famosos astrónomos como el mismísimo Herschel, descubridor de Urano, que en 1783 creyó ver un repentino destello rojizo en el hemisferio no iluminado de la Luna. Los resplandores rojizos constituyen el aspecto más llamativo de la mayoría de las observaciones de este tipo de fenómenos.

                                          Los sentidos nos pueden confundir pero, ¡cuándo el río suena!

Muchos son los  que se han recogido sobre este tipo de fenómenos en la Luna, y, su diversidad y abundancia, nos lleva a pensar que, fenómenos hay, lo que hace falta es que despejémos las incognitas y podamos dar con los diversos orígenes de los mismos. El fogonazo del Cráter Alphonsus observado por Kozyrev en 1958 es uno de esos extraños fenómenos.

El artífice del espectáculo de las Leónidas es el cometa Temple- Tuttle, descubierto en 1865. La corriente de corpúsculos que este objeto celeste va dejando en el espacio al describir su órbita es atravesada todos los años por la Tierra en torno al 16-17 de noviembre, pero cada treinta y tres años el cometa se adentra en la partem interior del Sistema Solar y alcanza su perihelio, lo que da lugar a extraordinarias tormentas de “estrellas fugaces”, como las que se observaron en 1966 y 1999.

Merced a los escasos 384 000 Kilómetros de distancia que separan la Tierra de la Luna, puede considerarse que ambas viajan juntas por el espacio y, por tanto, atraviesan al mismo tiempo las corrientes meteóricas que dejan el Tempel-Tuttle y otros cometas. Era evidente que el mes de noviembre de 1999 se presentaba como una magnifica ocasión para analizar la incidencia de las Leónidas en la Luna, de esta forma, se han conseguido detectar, por primera vez los destellos luminosos causados por los impactos y fragmentos del Cometa sobre la superficie lunar. El Estudio fue realizado por:  El Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Centro Hispano-Alemán de Calar Alto (Almería), en colaboración con la Universidad de Monterrey (México).

Muchos son los instrumentos con los que podemos contar para realizar toda clase de observaciones del cielo profundo, y, la Luna, al estar más cerca y casi a nuestro lado (384 000 Km de distancia en el espacio…es bien poca cosa), nos abre la posibilidad de conocerla mejor.

El papel desempeñado por las colisiones meteóricas en la evolución de la Tierra y la Luna no ha dejado de sorprender a los científicos desde hace tres décadas, pero la teória más fascinante es la que ha obtenido una mayoritaria aceptación relativamente reciente tras décadas de discusión: El origen de la Luna es la consecuencia de una de las mayores catátrofes cósmicas ocurridas en el Sistema Solar, al chocar contra la Tierra un planetoide de varios miles de kilómetros de diámetro. Esa colisión, se cree que se produjo hace unos 4.500 millones de años, poco después de la formación de nuestro planeta, y el planetoide intruso, mezclado con la enorme masa de materiales que arranco del manto terrestre a causa del impacto, acabó transformándose en la Luna con el paso del Tiempo. La coincidencia de la composición lunar con los materiales pesentes en las capas exteriores de la Tierra concuerda con esa teoría, que es la mejor asentada en la actualidad acerca del nacimiento de la Luna.

Con certeza no podemos saber si en realidad ocurrió así. Sin embargo, es lo cierto que de haber sucedido de esa manera, aquél drámatico Caos en la joven Tierra, nos proporcionó una bonita compañera de viaje que nos acompañó y fue testigo callado de todas esas Civilizaciones perdidas de la Antigüedad.

Es bien conocida la interacción gravitatoria que la Luna intercambia con la Tierra y los fenómenos mareales que esa fuerza produce, y, de la misma manera, se cree que otros fenómenos también son producto de la proximidad del satélite de la Tierra que, los Humanos, desde tiempo inmemoriales, ha utilizado para muchas de sus de su actividades de todo tipo, atribuyéndo a sus rayos de plata unos  poderes que no siempre serían beneficiosos.

  Escapar del planeta Tierra, es difícil, costoso y peligroso. Sin embargo, de la Luna sería barato y fácil

El diámetro de la Luna es de 3 476 Km y su masa de 7,348 x 1022 Kg, su volumen es un 0,12% del de la Tierra, y, su velocidad de escape es de 0,02 Km/s, mientras que conseguir que una nave escape de la fuerza de Gravedad terrestre, nos hace tener que vencerla mediante una velocidad de 11 Km/s, con lo cual, las ventajas de una Base lunar serían enormes.

Mucho más podríamos estar hablando sobre la Luna y sus enigmas. Muchos de los datos que aquí han sido reseñados se tomaron del libro de Vicente Aupi: Los Enigmas del Cosmos. Otros, han sido rescatados de la Biblioteca, sección del espacio, y, algunos…de mi archivo mental.

Un saludo amigos.

emilio silvera

La Gravedad…Esa fuerza misteriosa.

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Dos nuevos estudios realizados por investigadores de Australia, Austria y Alemania han puesto en entredicho la en la que entendemos la física de la gravedad. Los descubrimientos, publicados en las revistas Astrophysical Journal y Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se basan en observaciones de galaxias enanas satélite o galaxias más pequeñas que se encuentran en el extrarradio de la gran galaxia espiral que es la Vía Láctea.

imagen de la Gran Nube de Magallanes

                 La Gran Nube de Magallanes, una pequeña galaxia satélite de la Vía Láctea

La Ley de la gravitación universal de Newton, publicada en 1687, sirve explicar cómo actúa la gravedad en la Tierra, por ejemplo por qué cae una manzana de un árbol. El profesor Pavel Kroupa del Instituto de Astronomía Argelander de la Universidad de Bonn (Alemania) explicó que «a pesar de que su ley describe los efectos cotidianos de la gravedad en la Tierra, las cosas que podemos ver y medir, cabe la posibilidad de que no hayamos sido capaces de comprender en absoluto las leyes físicas que rigen realmente la fuerza de la gravedad».

La ley de Newton ha sido puesta en entredicho por distintos cosmólogos modernos, los cuales han redactado teorías contradictorias sobre la gravitación que intentan explicar la gran cantidad de discrepancias que se dan las mediciones reales de los sucesos astronómicos y las predicciones basadas en los modelos teóricos. La idea de que la «materia oscura» pueda ser la responsable de estas discrepancias ha ganado muchos adeptos durante los últimos . No obstante, no existen pruebas concluyentes de su existencia.

En investigación, el profesor Kroupa y varios colegas examinaron «galaxias enanas satélite», cientos de las cuales deberían existir en la cercanía de las principales galaxias, incluida la Vía Láctea, según indican los modelos teóricos. Se cree que algunas de estas galaxias menores contienen tan sólo unos pocos millares de estrellas (se estima que la Vía Láctea, por ejemplo, contiene más de 200.000 millones de estrellas).

No obstante, a día de hoy sólo se ha logrado detectar treinta de estas galaxias alrededor de la Vía Láctea. Esta situación se atribuye al hecho de que, al contener tan pocas estrellas, su luz es demasiado débil como para que podamos observarlas una distancia tan lejana. Lo cierto es que este estudio tan detallado ha deparado resultados sorprendentes.

«En primer lugar, hay algo extraño en su distribución», indicó el profesor Kroupa. «Estas galaxias satélite deberían estar distribuidas uniformemente alrededor de su galaxia madre, no es el caso.»

 

Los investigadores descubrieron que la totalidad de los satélites clásicos de la Vía Láctea (las once galaxias enanas más brillantes) están situados prácticamente en un mismo plano que dibuja una especie de disco. También observaron que la mayoría de estas once galaxias rotan en la misma dirección en su movimiento circular alrededor de la Vía Láctea, de muy similar a como lo hacen los planetas alrededor del Sol.

                                              Grupo Local de Galaxias

La explicación de los físicos a estos fenómenos es que los satélites debieron surgir de una colisión galaxias más jóvenes. «Los fragmentos resultantes de un acontecimiento así pueden formar galaxias enanas en rotación», explicó el Dr. Manuel Metz, también del Instituto de Astronomía Argelander. Éste añadió que «los cálculos teóricos nos indican la imposibilidad de que los satélites creados contengan materia oscura».

Estos cálculos contradicen otras observaciones del equipo. «Las estrellas contenidas en los satélites que hemos observado se mueven a mucha más velocidad que la predicha por la Ley de la gravitación universal. Si se aplica la física clásica, esto sólo atribuirse a la presencia de materia oscura», aseveró el Dr. Metz.

Este enigma nos indica que quizás se hayan interpretado de incorrecta algunos de los principios fundamentales de la física. «La única solución posible sería desechar la Ley de la gravitación de Newton», indicó el profesor Kroupa. «Probablemente habitemos un universo no Newtoniano. De ser cierto, nuestras observaciones podrían tener explicación sin necesidad de recurrir a la materia oscura

Universo sin la materia oscura

Hasta , la Ley de la gravitación de Newton sólo ha sido modificada en tres ocasiones: incluir los efectos de las grandes velocidades (la teoría especial de la relatividad), la proximidad de grandes masas (la teoría general de la relatividad) y las escalas subatómicas (la mecánica cuántica). Ahora, las graves inconsistencias reveladas por los obtenidos sobre las galaxias satélite respaldan la idea de que hay que adoptar una «dinámica newtoniana modificada» (MOND) para el espacio.

[Img #1748]
Galaxia espiral UGC 2885. (Foto: Zagursky & McGaugh)

Según un nuevo análisis, unos datos recientes sobre galaxias ricas en gas coinciden exactamente con la predicción hecha por una teoría conocida como MOND, la cual constituye una modificación de la gravedad con respecto a los planteamientos teóricos más aceptados.

predicción, la última de varias hechas a la luz de esta teoría y que han tenido acierto, despierta nuevas dudas sobre la precisión del modelo cosmológico hoy vigente del universo.

La teoría MOND, propuesta en 1981, modifica la segunda ley de la dinámica de Newton para que con ella se pueda explicar la rotación a velocidad uniforme de las galaxias, que contradice las predicciones newtonianas que afirman que la velocidad de los objetos separados del centro será menor.

Resultado de imagen de La fuerza de Gravedad en nuestro Universo

Los nuevos descubrimientos poseen implicaciones de gran calado para la física fundamental y para las teorías sobre el Universo. Según el astrofísico Bob Sanders de la Universidad de Groningen (Países Bajos), «los autores de artículo aportan argumentos contundentes. Sus resultados coinciden plenamente con lo predicho por la dinámica newtoniana modificada, pero completamente contrarios a la hipótesis de la materia oscura. No es normal encontrarse con observaciones tan concluyentes.»

Claro que, todos estos nuevos derroteros y atisbos de teorías (hay algunas más circulando por ahí), no son más que demostraciones de la insatisfacción que algunos sienten al comprender que…, ¡falta algo! y, yo personalmente en mi modestia y con humildad, me decanto por el simple hecho de que aún, no conocemos a fondo eso que llamamos Gravitación que debe ser mucho más amplia de lo que nos dijo Einstein y, no me extrañaría que, incluso eso que llamamos “materia oscura” no sea otra cosa que un continuo de esa Gravedad, es decir, la desconocida y que, al ser ignorantes de su existencia, nos hemos inventado “la materia oscura que nos cuadren los números.

Para más información, consulte:

Instituto Argelander de Astronomía:
http://www.astro.uni-bonn.de

Astrophysical Journal:
http://www.iop.org/EJ/journal/apj

Monthly Notices of the Royal Astronomical Society:
http://www.wiley.com/bw/journal.asp?ref=0035-8711

La grasa del Universo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (9)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

 

Una molécula de grasa frente a un fondo del centro de la Vía Láctea

 

Una molécula de grasa frente a un fondo del centro de la Vía Láctea – D. Young (2011)

 

 

¿Está el espacio lleno de grasa?

 

Astrónomos han estimado la cantidad total de cadenas de carbono presentes en el espacio interestelar de la Vía Láctea

 

 

 

 

 

El 88 por ciento del espacio interlestelar, la región situada entre las estrellas, está compuesto de átomos de hidrógeno. El 10 por ciento está hecho de helio, y el restante dos por ciento de carbono y oxígeno, así como de otros elementos en menor proporción. La composición de esta sopa permite que se formen moléculas de etanol, agua, dióxido de carbono, metano y amoníaco. Eso sí, su concentración es extraordinariamente baja, así que en realidad no podríamos recoger estas moléculas. Pero, ¿en qué proporción están? ¿Cómo de abundantes son los ingredientes que pueden ser cruciales en la aparición de la vida?

Resultado de imagen de Moléculas de grasa en el Universo

Un estudio recientemente publicado en «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society» ha concluido que una gran parte de uno de estos elementos químicos presentes en el espacio interestelar, el carbono, está en forma de moléculas de grasa.

Los investigadores, encabezados por Gunay Banihan, investigador en la Universidad de Turquía, trataron de estimar el contenido de hidrocarburos en el polvo interestelar.

Resultado de imagen de Detectan hidrocarburos en el polvo interestelarImagen relacionada

Actualmente, se considera que la mitad del carbono del espacio interestelar está en forma pura, mientras que la otra mitad está en cadenas abiertas (alifáticas) o aromáticas (cerradas, en forma de anillos). Pero se desconoce en qué proporción dichas cadenas tienen una forma u otra.

Los investigadores trataron de crear un polvo con las mismas propiedades del polvo interestelar en el laboratorio. Para ello, recrearon su proceso de formación y sometieron estas moléculas al vacío y a las bajas temperaturas del espacio.

«Combinando nuestros resultados en el laboratorio con las mediciones de observatorios astronómicos, pudimos analizar la cantidad de carbono alifático entre nosotros y las estrellas», ha dicho en Universetoday.com Tim Schmidt, coautor del estudio e investigador en la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia).

Resultado de imagen de moléculas de carbono

A través de estas aproximaciones, los investigadores concluyeron que hay 100 átomos de carbono en forma de grasa por cada millón de átomos de hidrógeno. En la Vía Láctea, eso significaría que hay 10.000 millones de billones de billones de toneladas de grasa.

«¡Esta grasa espacial no es como la que te puedes untar en una tostada! Está sucia, es probablemente tóxica y solo se forma en el espacio interestelar (y en nuestro laboratorio)», ha dicho Schmidt. «Lo que realmente llama la atención es que el material orgánico de este tipo –que luego se incorpora en los sistemas planetarios– sea tan abundante».

A continuación, los investigadores tratarán de estimar la cantidad de carbono aromático, en forma de anillos, que puede existir en el espacio interestelar. En última instancia, estos cálculos permitirán saber cuántos de estos elementos están disponibles en nuestra galaxia y qué implicaciones puede tener esto en la aparición de vida.

Reportaje

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (1)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Cúmulo de galaxias MACS J1149.5 + 2223 tomadas con el Hubble.

Las primeras estrellas surgieron 250 millones de años después del Big Bang

El hallazgo, publicado en la revista ‘Nature’, representa además el oxígeno más distante jamás detectado en el universo.

E.E. / Agencias
 
 
 
Resultado de imagen de El Telescopio AlMA en Atacama
 
 
 

Un equipo internacional de astrónomos han utilizado observaciones de los telescopios ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y del VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Austral Europeo (ESO) han encontrado evidencias de estrellas formándose a 13.300 millones de años, tan solo 250 millones de años después del Big Bang, un hallazgo que representa además el oxígeno más distante jamás detectado en el universo.

Los científicos utilizaron ALMA para observar una galaxia lejana llamada ‘MACS1149-JD1’, donde detectaron un resplandor muy débil emitido por oxígeno ionizado de la galaxia. A medida que esta luz infrarroja viaja por el espacio, la expansión del universo la desplaza y, para cuando fue detectada en la tierra por ALMA, la longitud de onda era más de diez veces más larga que cuando se originó.

Resultado de imagen de El equipo infirió que la señal fue emitida hace 13.300 millones de años (o 500 millones de años después del Big Bang), convirtiéndolo en el oxígeno más distante jamás detectado por ningún telescopio. La presencia de oxígeno es una clara señal de que debe haber habido incluso generaciones anteriores de

El equipo infirió que la señal fue emitida hace 13.300 millones de años (o 500 millones de años después del Big Bang), convirtiéndolo en el oxígeno más distante jamás detectado por ningún telescopio. La presencia de oxígeno es una clara señal de que debe haber habido incluso generaciones anteriores de estrellas en esta galaxia, según informa ESO. Los resultados aparecen publicados este jueves en la revista Nature.

“Esta detección hace retroceder las fronteras del universo observable”, afirma el autor principal del artículo, Takuya Hashimoto, investigador de la Universidad Osaka Sangyo y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón. “Me emocionó ver la señal de oxígeno distante en los datos de ALMA”, indica.

Resultado de imagen de El equipo infirió que la señal fue emitida hace 13.300 millones de años (o 500 millones de años después del Big Bang), convirtiéndolo en el oxígeno más distante jamás detectado por ningún telescopio. La presencia de oxígeno es una clara señal de que debe haber habido incluso generaciones anteriores de

Además del brillo del oxígeno captado por ALMA, el VLT de ESO también detectó una señal más débil de emisión de hidrógeno. La distancia a la galaxia, determinada a partir de esta observación, es consistente con la distancia de la observación del oxígeno. Esto hace de ‘MACS1149-JD1’ la galaxia más lejana con una medición precisa de la distancia y la galaxia más lejana jamás observada con ALMA o con el VLT.

“Vemos esta galaxia en un momento en el que el universo sólo tenía 500 millones de años y, sin embargo, ya tiene una población de estrellas maduras”, explica el segundo autor del nuevo artículo e investigador de la University College de Londres (UCL), Nicolas Laporte. “Por lo tanto somos capaces de utilizar esta galaxia para estudiar un periodo anterior, completamente desconocido, de la historia cósmica”, asegura.

Tras el Big Bang, hubo un periodo durante el cual no hubo oxígeno en el universo; fue creado por los procesos de fusión de las primeras estrellas y luego liberado al morir estas estrellas. La detección de oxígeno en ‘MACS1149-JD1’ indica que estas generaciones anteriores de estrellas ya se habían formado y había expulsado oxígeno apenas 500 millones de años después del comienzo del universo.

Resultado de imagen de El equipo infirió que la señal fue emitida hace 13.300 millones de años (o 500 millones de años después del Big Bang), convirtiéndolo en el oxígeno más distante jamás detectado por ningún telescopio. La presencia de oxígeno es una clara señal de que debe haber habido incluso generaciones anteriores de

Así, para averiguar cuándo tuvo lugar esta formación temprana de estrellas, el equipo reconstruyó los inicios de la historia de ‘MACS1149-JD1’ utilizando datos infrarrojos tomados con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA y la ESA, así como del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. Los científicos descubrieron que el brillo observado de la galaxia puede explicarse con un modelo en el que el inicio de la formación estelar comienza tan solo 250 millones de años después del comienzo del universo.

La madurez de las estrellas en ‘MACS1149-JD1’ plantea la pregunta de cuándo surgieron las primeras galaxias de la oscuridad total, una época que los astrónomos denominan como el “amanecer cósmico”. Estableciendo la edad de ‘MACS1149-JD1’, el equipo ha demostrado, de forma efectiva, que hubo galaxias que existieron antes de las que se pueden detectar de forma directa en la actualidad.

Tal y como explica el astrónomo senior en la UCL y coautor del artículo, Richard Ellis, “determinar cuándo tuvo lugar el amanecer cósmico es el Santo Grial de la cosmología y el estudio de formación de galaxias”. “¡Con estas nuevas observaciones de MACS1149-JD1 nos acercando a la posibilidad de ser testigos directos del nacimiento de la luz de las estrellas! Puesto que todos estamos hechos de material estelar procesado, esto es realmente encontrar nuestros propios orígenes”, concluye Ellis.

Noticias del Universo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Representación de una enana blanca rápida disparada en una explosión de supernova

Representación de una enana blanca rápida disparada en una explosión de supernova – DAVID A. AGUILAR/CFA

Descubren varios invasores llegados de otra galaxia

 

Los últimos datos proporcionados por el gigantesco catálogo estelar de Gaia han permitido identificar estrellas procedentes de la Gran Nube de Magallanes y otras que viajan a velocidades de hasta 2.400 kilómetros por segundo

 

 

 

 

El pasado 25 de abril la Agencia Espacial Europea (ESA) publicó el descomunal catálogo de estrellas de la Vía Láctea cosechado por la misión Gaia. Este catálogo, elaborado después de 22 meses de observación, recoge con gran precisión la posición de 1.700 millones de estrellas, la trayectoria de más de 1.300 millones y muchos datos sobre colores y brillos, lo que habla sobre su naturaleza.

La Vía Láctea, vista por Gaia

 
 

La Vía Láctea, vista por Gaia – ESA

 

También asteroides

 

Otra de las misiones de Gaia es la de observar objetos en el interior de nuestro Sistema Solar. Por eso, entre los datos recién liberados también figuran las posiciones de más de 14.000 asteroides conocidos, lo que permitirá determinar con toda precisión sus órbitas y su potencial grado de peligrosidad para la Tierra.

En el Universo lejano, Gaia ha logrado también identificar las posiciones de cerca de medio millón de cuásares, galaxias extremadamente brillantes y activas, alimentadas por los agujeros negros supermasivos que residen en sus núcleos.

Resultado de imagen de Gaia descubre un enjambre de cuásares

La utilidad de esta masiva cantidad de información es que permite acercarse con una «lupa» a la Vía Láctea para mirar cómo se mueven las estrellas, por qué lo hacen o cómo ha evolucionado todo el vecindario galáctico. De hecho, apenas un par de semanas después de la publicación de este catálogo, decenas de científicos se han apresurado a observar estrellas especialmente interesantes. Tal como ha informado Sciencemag.org, gracias a ello los astrónomos están publicando varios artículos sobre estrellas ultra-rápidas catapultadas en explosiones de supernovas e incluso sobre algunas invasoras procedentes de fuera de la Vía Láctea.

Invasoras y estrellas catapultadas

 

 

 

Resultado de imagen de estrellas rápidas, que, según ha concluido, fueron expulsadas del agujero negro del centro de la Vía Láctea a velocidades de cerca de 1.000 kilómetros por segundo.

 

 

El equipo del astrónomo Tommaso Marchetti, de la Universidad de Leiden (Holanda) ha estudiado 28 estrellas rápidas, que, según ha concluido, fueron expulsadas del agujero negro del centro de la Vía Láctea a velocidades de cerca de 1.000 kilómetros por segundo. Aparte de estas, hay dos que son estrellas «invasoras» situadas en las afueras de nuestra galaxia y que proceden de la Gran Nube de Magallanes, una pequeña galaxia vecina.

El astrónomo Denis Erkal, de la Universidad de Surrey (Reino Unido) publicó un artículo en ArXiv el 26 de abril en el que hablaba de HVS3, una estrella descubierta en 2005 cerca de la Gran Nube de Magallanes, en el halo de la Vía Láctea (una vasta región donde hay estrellas dispersas, fuera del plano galáctico). Según los datos de Gaia, esta estrella viene tan rápido de la galaxia vecina que podría ser que hubiera sido expulsada de un agujero negro central no detectado hasta ahora.

Esto es bastante importante, porque si los astrónomos consideran que las grandes galaxias tienen grandes agujeros negros en su centro, no está claro si todas las pequeñas también los tienen.

 

 

Aparte de todo esto, el pasado 30 de abril el equipo de Ken Shen, astrofísico de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.) anunció el descubrimiento de tres estrellas enanas blancas que surcan el espacio a increíbles velocidades de miles de kilómetros por segundo, y que parecen provenir, según sostienen, de explosiones de supernovas. Una de ellas viaja a una velocidad de 2.400 kilómetros por segundo (8.640.000 kilómetros por hora), lo que le convierte en una de las estrellas más rápidas de la Vía Láctea.

Resultado de imagen de el descubrimiento de tres estrellas enanas blancas que surcan el espacio a increíbles velocidades de miles de kilómetros por segundo,

¿Cómo es posible que viaje tan rápido? El origen está, según sugiere Shen, en supernovas de tipo Ia. Estas ocurren cuando se produce una explosión termonuclear en una estrella enana blanca que le ha robado el gas a otra estrella compañera. Shen propone que esta compañera puede ser otra enana blanca y que, cuando este estallido ocurre, una de ellas sale disparada al espacio a velocidades que no se pueden ni imaginar.

Los investigadores han rebobinado el tiempo unos 100.000 años para observar la trayectoria de esas tres estrellas rápidas. Una de ellas les ha llevado hasta los restos de una supernova, ocurrida tiempo atrás.

«Es un resultado genial», ha dicho en Sciencemag.org Kris Stanek, astrofísica de la Universidad del Estado de Ohio en Columbus (EE.UU.). Según esta, la enana blanca «es probablemente parte de una explosión de supernova».