miércoles, 12 de marzo del 2025 Fecha
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Venus (un planeta imposible)

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (2)

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El planeta Venus que es con diferencia el planeta más brillante del Sistema solar, está cubierto completamente de Nubes, su atmósfera está compuesta (en volumen) en un 96,5% de dióxido de carbono y un 3,5% de nitrógeno, con trazas de dióxido de azufre, vapor de agua, argón, hidrógeno y monóxido de carbono. Como no se deja ver por nuestros telescopios al estar oculto por esa atmósfera enrarecida, se han tenido que enviar ingenios espaciales a su superficie para que nos enviaran imágenes de cómo era en realidad.

Es un mundo abrasador, con temperaturas medias que rondan los 475 Cº que le convierten en el planeta más caliente del Sistema Solar, por delante incluso de Mercurio, pese a que este último se encuentra más cerca del Sol…, envuelto en una sofocante atmósfera, atrapa la mayor parte de la radiación solar, generando un efecto invernadero fuera de control , y aplasta la superficie con presiones equivalentes a 90 veces la que se registran en La Tierra a nivel del mar, todo en Venus parece estar sometido al calor más extremo, o, casi todo.

                Tiene una cubierta de nubes blancas sin fracturas que ocultan la superficie

A 125 Kilómetros de altura, como desvelan ahora los datos acumulados por la Venus Express, encontramos lo impensable…una capa atmósférica extremadamente fría, con temperaturas que podrían situarse en los -175°C, o lo que es lo mismo 650 Grados centígrados inferior a las que se registran a nivel de la superficie. Tan gélida que incluso es posible que en ella exista, lo que es aún más sorprendente, nieve carbónica, Dioxido de Carbono helado como el que podemos ver en Marte. Pero Marte esta lejos de ser el “infierno planetario” que es Venus.

                   La Venus Express enviada para estudiar el planeta

A Venus han sido enviada muchas  misiones por las distintas Agencias Espaciales de la Tierra: Sputnik 7, Venera 1, 2, 3, 4, 5. 6. 7,   Mariner 1, 2, 5,   Sputnik 19, 20, 21, Cosmos 27,  96, 167 y otras. No todas fueron un éxito y, la mayoría, dejaron de transmitir datos a los pocos minutos de su aterrizaje, otras fallaron en el lanzamiento y algunas sobrevolaron el planeta y tomaron datos valiosos.

Venera 9 fue el primer satélite artificial de Venus en órbita, desde donde descendió un Lander que aterrizó y recabó datos de temperatura y presión atmosférica, 50 min después se perdió contacto.  Venera 10 Se puso en órbita y descendió un vehículo que recopiló datos 53 minutos después de aterrizar. Pionner Venus Orbiter (Pionner 12) Entró en órbita elíptica. Observó 6 cometas entre ellos el Halley. Recopiló datos de Venus. En 1992 se desintegró en la atmósfera. Pionner Venus Multiprobe (Pionner 13) Entró en órbita. Desde el orbitador descendió una sonda que a su vez portava 3 sondas más, entrando a la atmósfera las 4, una de ellas recabó datos 45 min después del aterrizaje.

Las misiones Venera 13 y 14: la 13 Aterrizó y tomó las primeras fotografías de la superficie de Venus. Taladró la superficie. Se perdió contacto 127 min después del aterrizaje. La 14 Aterrizó y estudió la composición química de la superficie de Venus, tomó fotografías y se perdió contacto 57 min después de haber aterrizado.

Venera 15  Creó un mapa de Venus por medio de radar en conjunto con Venera 16. Sonda Magallanes Lanzada desde el Transbordador Espacial Atlantis (STS-30). Recabó datos sobre el impactos de meteoritos, vulcanismo y tectonismo. La Sonda Galileo En su misión a Júpiter sobrevoló venus a 16,000 km de la superficie aumentando su velocidad por el tirón gravitacional. Hizo algunos estudios sobre Venus. 
Aunque su misión era Saturno, la Cassini-Huygens pasó 2 veces por Venus, 234 y 600 km de la superficie respectivamente para el tirón gravitacional. Captó que no existían las frecuencias desde .125 hasta 15 MHz. También la Messenger pasó 2 veces por Venus en su camino hacia Mercurio, a 2,992 y 338 km respectivamente. Hizo mediciones sobre Venus y tomó varias fotografías.
Superficie de Venus

Venus tiene muchos volcanes. El 85% del planeta está cubierto por roca volcánica. La lava ha creado surcos, algunos muy largos. Hay uno de 7.000 km. En Venus también hay cráteres de los impactos de los meteoritos. Sólo de los grandes, porque los pequeños se deshacen en la espesa atmósfera. Las fotos muestran el terreno brillante, como si estuviera mojado. Pero Venus no puede tener agua líquida, a causa de la elevada temperatura. El brillo lo provocan compuestos metálicos.

 

En marzo de 1982, la nave Venera 13 resistió durante dos horas, enviando imágenes como esta. Ahí podéis ver, en la parte inferior derecha un trozo de la nave sobre el planeta Venus.

Venus

La superficie de Venus es relativamente joven, entre 300 y 500 millones de años. Tiene amplísimas llanuras, atravesadas por enormes rios de lava, y algunas montañas.  Es el segundo planeta del Sistema solar y el más semejante a la Tierra por su tamaño, masa, densidad y volumen. Los dos se formaron en la misma época, a partir de la misma nebulosa.

Sin embargo, como hemos dicho, es diferente de la Tierra. No tiene océanos y su densa atmósfera provoca un efecto invernadero que eleva la temperatura hasta los 480 ºC. Es abrasador. Los primeros astrónomos pensaban que Venus eran dos cuerpos diferentes porque, unas veces se ve un poco antes de salir el Sol y, otras, justo después de la puesta. Venus gira sobre su eje muy lentamente y en sentido contrario al de los otros planetas. El Sol sale por el oeste y se pone por el este, al revés de lo que ocurre en La Tierra. Además, el día en Venus dura más que el año.

Son muchas y variadas las fotografías que ahora tenemos de la superficie de Venus y que han posibilitado que conozcamos mejor aquel planeta. Por ejemplo, la nave Venus Express envió  mapas infrarrojos que muestran variaciones de calor entre las rocas de la superficie del planeta Venus. Los científicos dijeron que algunas zonas son ligeramente más frías, lo que sugiere que tienen una composición diferente. Los investigadores alemanes que trabajaron en la misión dijeron que estas rocas podrían ser similares a las rocas continentales que se encuentran en la Tierra. La naturaleza de tales rocas serían de granito.  En nuestro planeta, el granito es creado durante el proceso de reciclado de las rocas que sucede en los bordes de las grandes placas geológicas que cubren la Tierra. En los límites de estas placas, las rocas antiguas son empujadas hacia el fondo del planeta, modificadas con el agua y luego vuelven a la superficie a través de los volcanes. Fundamentalmente,  si hay  rocas de granito  en Venus, entonces, alguna vez hubo un océano y un proceso de movimiento de placas tectónicas en el pasado.

                     Ilustración de las altitudes y profundidades de la superficie de Venus

En 2009 se publicó que una sonda europea en la órbita de Venus enviaba nuevos datos indicadores de que una vez hubo en el planeta una gran cantidad de agua en su superficie, e incluso tuvo un sistema de placas tectónicas. La nueva evidencia fue obtenida a través del Visible and Infrared Thermal Imaging Spectrometer (VIRTIS), un instrumento a bordo del Venus Express. Los datos obtenidos por el instrumento han sido combinados con los mapas de elevación de la superficie obtenidos previamente. VIRTIS pudo ver a través de las espesas nubes que cubren la superficie de Venus y analizar detalladamente las variaciones de energía del calor que proviene de las rocas. Diferentes composiciones geológicas son irradiadas en longitudes de onda ligeramente diferentes.

Los nuevos mapas del hemisferio sur de Venus muestraron que las rocas de las mesetas de Alfa y Phoebe Regio son de un color más claro y mucho más viejas en comparación con las que se encuentran en el resto del planeta. En la Tierra, esas rocas de colores claros suelen ser de granito. Esto contrasta con las rocas de basalto – características de las cuencas oceánicas – vistas por las sondas rusas del programa Venera en las décadas del 1970 y 1980 respectivamente.

 

Impresionante imagen de la superficie de Venus, cortesía de la NASA/JPL.

 

Antes he mencionado la densa atmósfera de aquel planeta, su presión en la superficie es de unos 92 bares (es decir, 92 veces la presión al nivel del mar en la Tierra. Esa presión unida a una temperatura media de 460 ºC debido al efecto invernadero -los rayos son muy frecuentes-, hacen del planeta un lugar poco recomendable para pasar allí una temporada de vacaciones. Una capa gruesa de nubes situada a unos 45 km de la superficie envuelve todo el planeta y, la composición de esas nubes son el ácido sulfúrico y gotas de agua que oscurecen permanentemente la superficie.

A través de telescopios ópticos, Venus aparece prácticamente sin rasgos distintivos, aunque en longitudes de onda ultravioletas pueden observarse corrientes de nubes extendiendose directamente desde el ecuador hacia los polos.

                                                      Representación de Terra Instar

La superficie seca de Venus se asemeja más a la de la Tierra que a la del planeta Marte. El 70% de su total es básicamente plana, con desniveles inferiores a los 500 metros. Las depresiones reciben el nombre de Planicies y alcanzan hasta 2 Km por debajo del radio medio del planeta. Las más importantes son las planicies de Atalanta, Sedna, Guinevere y Niobe. El 10% del planeta está dominado por dos grandes mesetas; elevaciones en forma de continentes, a las que se les ha dado los nombres de las dos más grandes divinidades femeninas de la mitología griega y babilónica: Aphrodite e Isntar.

Hoy he querido dejar aquí algunos datos sobre un planeta que vemos brillar en el cielo y al que llamamos Lucero del Alba pero del que, en realidad, no se sabe mucho y se ha prestado desde siempre, mucha más atención a Marte, Júpiter o Saturno que a Venus y Mercurio del que hablaré otro día.

Alguna vez me he preguntado: ¿Habrá alguna clase de vida en aquel infierno?

emilio silvera

 

Titán: ¿Una promesa?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (5)

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http://www.beugungsbild.de/huygens/povray/huygens_30km.jpg

Aquellas primeras imágenes de Titán y las primeras noticias que llegaron decían: “¡Huygens en Titán!”  Después de un viaje de siete años a través del sistema solar abordo de la nave Cassini, la sonda Huygens de la ESA logró descender con éxito a través de la atmósfera de Titán, la mayor luna de Saturno,  para una vez a salvo en su superficie, comenzar el estudio de aquel pequeño mundo.

Los primeros datos científicos llegaron a el Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC) en Darmstadt, Alemania, muy pronto, por la tarde a las 17:19 CET. La sonda Huygens constituyó un gran éxito de la humanidad en el intento de aterrizar una sonda en un mundo del Sistema Solar exterior.

Imagen de la superficie de Titán captada por la sonda al aterrizar.

Con los primeros datos se pudo saber que la temperatura en el interior de la sonda rondaba los 25ºC cuando se encontraba a unos 50 km de altura. Por otra parte, la sonda contaba con dos canales (A y B) independientes para retransmitir los datos de manera redundante. Según parece el canal A no funcionó y tan sólo se lograron los datos del B aunque, finalmente, parece que llegaron todos. El experimento de Doppler con Cassini si necesitaba del canal A por lo que habrá que esperar a la recepción de todos los datos. El paracaidas principal se abrió tan sólo 15 segundos despues de lo planeado y los acelerómetros han funcionado correctamente.”

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¡La Astronomía! Que nos pasea por el Universo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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      Si tenemos suerte y podemos perdurar como especie, en las estrellas, en otros mundos,  está el futuro de la especie Humana, allí están los nuevos planetas  que deben habitar los que detrás de nosotros vendrán, y, cuando nuestro Sol esté moribundo y a punto de ser una Gigante roja, para entonces, ya no estaremos aquí y habremos podido conquistar el espacio. Esta nueva manera de mirar el universo nos da nuevas ideas, no todo el espacio son agujeros negros, estrellas de neutrones, galaxias y desconocidos planetas; la verdad es que casi todo el universo está vacío y sólo en algunas regiones tiene agrupaciones de materia en forma de estrellas y otros objetos estelares y cosmológicos; muchas de sus propiedades y características más sorprendentes (su inmenso tamaño y su enorme edad, la soledad y oscuridad del espacio…) son condiciones necesarias para que existan observadores inteligentes como nosotros.

http://farm3.staticflickr.com/2778/4309056486_5eeb36bf17_z.jpg?zz=1

                                     Intrincadas conformaciones físicas que no podemos explicar

No debería sorprendernos la vida extraterrestre; si existe, pudiera ser tan rara y lejana para nosotros como en realidad nos ocurre aquí mismo en la Tierra, donde compartimos hábitat con otros seres vivos con los que hemos sido incapaces de comunicarnos, a pesar de que esas formas de vida, como la nuestra, están basadas también en el carbono. No se puede descartar formas de vida inteligente basadas en otros elementos, como por ejemplo, el silicio.

La baja densidad media de materia en el universo significa que si agregáramos material en estrellas o galaxias, deberíamos esperar que las distancias medias entre objetos fueran enormes.

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¡La vida en otros mundos!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (52)

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A todos los enamorados de la Astronomía nos ha subyugado siempre la idea de que puedan existir otros mundos que, como la Tierra, estén llenos de vida, y, no pocas veces, nuestros pensamientos nos llevan hacia ciudades exóticas situadas en mundos lejanos, donde sus habitantes, habiendo logrado un nivel de conocimiento muy superior, llevan una vida alejada de polémicas y guerras estériles. Mundos así, han sido dibujados por nuestras mentes en múltiples ocasiones. Sin embargo, no han sido los únicos, también, en nuestros pensamientos, han tenido cabida otros mundos de lúgubre conformación física y que, habitado por seres de mentes enrevesadas, tratan de llegar a la Tierra para apoderarse de nuestras riquezas y destruir a la Humanidad, o, en el mejor de los casos, esclavizarla.

Habrá mundos por ahí fuera con mariposas como las de la Tierra y diferentes también. Decir que no, sería arriesgado, decir que sí… una conjetura pero, sin embargo, no decir nada… ¡Es tan poco arriesgado!

Son cuestiones que nos hemos planteado y que, conociendo la realidad del Universo que nos acoge, ambas, podrían ser una realidad. Decir qué mundos pueden estar ahí fuera, es fácil: Todos los mundos que podamos imaginar. Decir que clase de seres podríamos encontrarnos en ellos, es fácil: Todos los que podamos imaginar y, muchos más.

Cuando la Ciencia creció también lo hizo el materialismo, y con él la creencia en una pluralidad de mundos.

Toda clase de maravillas nos pueden esperar ahí fuera, en la diversidad de mundos que, cuando seámos mayores y vayamos al espacio, nos podremos encontrar. Mientras tanto, tenemos que dejar volar nuestra imaginación para que nos muestre mundos soñados que podrían ser.

En Inglaterra, en el año 1636, un clérigo protestante llamado John Wilkins publicó un libro en el que conjeturaba que la Luna era habitable. Descartes, cuya teoría de los torbellinos cósmicos prefiguró algunos aspectos de la Gravitación universal de Newton se preguntaba si “en otras partes no existirán innumerables criaturas de cualidades superiores a las nuestras”. Pero ningún autor hizo más por dar al concepto de universo diversificado y fértil una sensación de deleite que el joven cartesiano francés Bernard de Fontanelle, cuya obra Conversaciones sobre la pluralidad de los mundos que fue publicada en 1686 y consiguió tener fascinados a muchos lectores desde entonces.

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Qué lejos queda ya aquel comentario que hizo un reputado Presidente de la Real Society de Londres: “Nunca sabremos de qué están compuestas las estrellas”. Claro que lo sabemos, desde la Tierra podemos detectar los espectros de los elementos que la conforman y, mucho más.  Ahora disponemos de la Física Básica de la fusión solar y se ha hecho posible reelaborar las estimaciones de Kelvin sobre la edad del Sol, y muy exactamente, a partir de las leyes de Newton y la velocidad orbital de los planetas.

El resultado es 1.989 x 1033 gramos, el equivalente de 300.000 Tierras. Según revela el espectrógrafo la composición del Sol, al menos en la superficie, es principalmente hidrógeno y helio. Conociendo, por consiguiente, la masa el volumen y la composición aproximada del Sol, podemos conocer las condiciones que prevalecen en su centro, donde se producen los procesos termonucleares. Sabemos que la temperatura del núcleo alcanza los 15 millones de grados, la que la densidad es unas doce veces la del plomo (aunque el calor mantiene el denso material en estado gaseoso, y no sólido), y que la tasa de la fusión es tal que unos 4,5 millones de toneladas de hidrógeno se fusionan para formar helio dentro del Sol cada segundo. Se ha calculado que la vida total del Sol está próxima a los 10.000 millones de años. Puesto que la datación radiométrica de los asteroides y la Tierra da unos 5.000 millones de años, debemos concluir que el Sol, actualmente, está a la mitad de su vida, y tiene otros 5.000 millomnes de años de combustión de hidrógeno de manera que, la Tierra y nosotros (si somos capaces de llegar hasta allí), gozamos de ese tiempo para resolver muchos problemas que la misma dinámica del Universo nos trae de camino.

El Sol visto por SDO. Imagen NASA

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