Ago
20
¡La Curiosidad! La madre del saber
por Emilio Silvera ~
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¡Qué bonito sería si las piedras pudieran hablar! ¿Qué nos contarían éstas?
Todos los asiduos a este lugar, sabéis de mi curiosidad insaciable por las cosas, por lo que pasó, por las Civilizaciones antiguas, por los misterios que la materia encierra, y, en fin, por el Universo y las historias de las criaturas que lo pueblan y que, en la antigüedad, estuvieron aquí.
Existen lugares en los que, se han conservado más vivos y realistas los recuerdos del pasado y, en la India, donde al contrario que en la China, no cruzan el cielo los Dragones, serpientes o Aves monstruosas, nos dicen que fueron máquinas, las que, para el asombro de todos, cruzaban el cielo.
James Churchward, el desconcertante estudioso inglés cuyas investigaciones no son nada desdeñables, siempre y cuando no se aproximan a las especulaciones teosofistas, nos habla de un manuscrito que contiene la descripción de una nave aérea de hace 20.000 años.
“La energía” –detalla en una obra redactada varios lustros antes de que se hablara de astronaves y satélites artificiales- se obtiene de la atmósfera de manera simple y poco costosa. En la obra daba una amplia explicación del motor y sus compartimentos y cámaras y de las increíbles propiedades que la nave tenía que, incluso, podía quedar estática en el aire, o, salir disparada como un rayo hacia lo más alto del cielo hasta desaparecer de la vista.
¿Fantasías? Escuchemos un relato de la Academia Internacional de Investigaciones sánscritas de Mysore: “Los manuscritos cuya traducción del sánscrito presentamos, describen varios tipos de “vimana” (naves que se mueven por sí mismas), capaces de viajar por su propio impulso por tierra, agua y aire, y, asimismo, de planeta a planeta. Parece que los vehículos aéreos podían detenerse en el cielo hasta quedar inmóviles, y que estaban dotados de instrumentos capaces de señalar, incluso a distancia, la presencia de aparatos enemigos.
(El relato fue publicado en la India por el especialista Maharshi Bharadaja con el título Aeronáutica del pasado prehistórico.)
Numerosísimos testimonios nos vienen a confirman ampliamente lo anterior. Por ejemplo tenemos una amplia muestra en el Samaranganasutradhara que narra la historia de vuelos fantásticos realizados por el mundo, y hacia el Sol y las estrellas. Un documento de época precristiana nos suministra una detallada descripción del carro celeste de Rama. La narración nos dice: “…el carro se movía por sí solo y era grande y estaba bien pintado; tenía dos pisos, muchas habitaciones y ventanas…”, cuyas hazañas, canta Valmiki el Herodoto indio: “El carro celeste, que posee una fuerza admirable, alada de velocidad, dorado en su forma y en su esplendor… El carro celeste ascendió por encima de la colina y del valle boscoso…alado como el rayo, dardo de Indra, fatal como el relámpago del cielo, envuelto en humo y destellos flameantes, rápida proa circular” (del Ramayana, que narra la epopeya de Rama).
Centenares y centenares de historias semejantes nos podemos encontrar a lo largo de las tradiciones hundúes: “ahí va la divina Maya volando en un carro de oro circular, que mide 12.000 codos de circunferencia, capaz de alcanzar las estrellas”, y, hete aquí el “caballo metálico del cielo” del rey Satrugit y el “carruaje del aire” del rey Pururavas. También el siglo IV de nuestra era encontramos a un héroe aeronauta, el monje budista Gunarvarman, quien se va desde Ceylán a Java en un aparato similar a los antiguos, sacado quién sabe de dónde.
Según se deduce de estos antiquísimos manuscritos en sánscrito, aquellos hindúes prehistóricos (o lo que realmente pudieran ser), no utilizaban aquellos ingenios voladores para excursiones de placer, sino que, según nos cuentan los relatos, las acciones bélicas eran también cotidianas que describen terribles batallas.
Un bajorrelieve en Angkor Wat (Camboya) representa a Rávana Rávana peleando en la batalla de Lanka, el clímax del Ramaiana.
Rávana, el rey de los demonios de Ceylán, enemigo mortal de Rama, “voló sobre los adversarios (según nos narra un manuscrito del año 500 a, de C.) haciendo caer ingenios que causaron grandes destrucciones. Finalmente, fue capturado y muerto, y su máquina celeste cayó en manos del capitán hindú Ram Chandra, quién, sirviéndose de ella, voló a la capital, Adjhudia…”
Y esto no son más que bagatelas. “El Bhisma Parva –recuerda Drake- menciona armas como la “verga de Brahma” y el “Rayo de Indra”, cuyos efectos se parecen a los producidos por la energía nuclear. El Drona Parva nos habla del “señor Mahadeva” y de sus terribles lanzas volantes (¿misiles?) capaces de destruir ciudades enteras fortificadas…, y describe las fantásticas armas de Agni, que aniquilaron ejércitos completos y devastaron la Tierra como bombas de Hidrógeno.”
¿Es posible que no se hayan conservado trazas de estos alucinantes conflictos? Los restos existen, y numerosísimos –responden los investigadores-. Basta que nos tomemos la molestia de ir en su busca. No es una empresa fácil, desde luego, puesto que, desde hace milenios la jungla se ha espesado sobre las ruinas, pero si consiguiéramos localizar todas las “ciudades muertas” de la gran península, constelaríamos el mapa de la India de tantos puntos como los que, en un Atlas, nos indican los centros de población actuales.
De vez en cuando aparecen descripciones a este respecto que nos dejan perplejos. El explorador De Camp, por ejemplo, refirió haber visto, en la zona que se extiende entre el Ganges y los montes Rajmahal, ruinas carbonizadas por algo que no podía ser un simple incendio, por violento que éste fuera. Algunas piedras gigantescas aparecían fundidas y desenterradas en varios puntos, “como bloques de estaño afectados por la salpicadura de una colada de acero”.
Más al Sur, el oficial británico J. Campbell se topó, en los años veinte, con ruinas similares, y quedó sorprendido por un extrañísimo detalle: en el pavimento semivitrificado de lo que debió de ser un patio interior, parecían haber sido impresas, por una fuerza desconocida, formas de cuerpos humanos.
Otros viajeros refieren haber descubierto en el corazón de los bosques indios ruinas de edificios nunca vistos, con paredes “semejantes a gruesas losas de cristal” asimismo perforadas, resquebrajadas y corroídas por agentes desconocidos. Y habiendo penetrado en una de estas construcciones, parecida a una cúpula baja, el explorador y cazador H. J. Hamilton se encontró con la mayor sorpresa de su vida.ç
“En una parte –recuerda-, el suelo cedió bajo mis pies con un extraño crujido. Me puse a seguro y, luego, ensanché con la culata del fusil el boquete que se había abierto, y me introduje en él. Me encontré en una estancia larga y estrecha que recibía luz por una grieta de la bóveda. Al fondo, vi una especie de mesa y un asiento del mismo “cristal” de que estaban hechas las paredes.
En el asiento, se enroscaba una forma extraña, e contornos vagamente humanos. Observándola de cerca, me pareció, al principio, que se trataba de una estatua deteriorada por la acción del tiempo, pero, luego, descubrí algo que me llenó de horror: bajo el “vidrio” que revestía aquella estatua, ¡se podían distinguir claramente los detalles del esqueleto!”.
Muros, muebles y seres humanos vitrificados… ¿Qué tremendos secretos se esconden entre las líneas del Mahabrata y del Drona Parva?
Algo tremendo ocurrió en aquel entonces, y algo esencial se quebró: a partir de allí todos los textos comienzan a hablar de dualidad, de blanco y negro, …
emilio silvera
Ago
12
La Tierra nos ofrece muchas soluciones para la Salud
por Emilio Silvera ~
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Arándanos. Gtres.
Informe Periodístico leído en El País Guardado en: Salud Neurologia
Así protegen los arándanos tu cerebro del alzhéimer (y mejoran la memoria)
Los antioxidantes de este fruto previenen las dolencias neurodegenerativas y protegen las facultades intelectuales.
Los arándanos poseen una elevada cantidad de sustancias antioxidantes que han probado tener cierto potencial protector sobre el organismo humano. Aunque muchos han llegado a catalogar esta fruta como “súper-alimento”, la dosis de consumo es el factor crucial a tener en cuenta.
En el caso de la salud cerebral y mental, existen diversos trabajos que relacionan el alto contenido en antioxidantes flavonoides de esta fruto del bosque con efectos benéficos tales como prevenir enfermedades neurodegenerativas, mejorar la memoria y conservar las facultades cognitivas incluso si se consumen durante la vejez.
Protegen contra la demencia
A pesar de que la disminución de las funciones cognitivas a medida que avanza la edad es un proceso inevitable, existen algunas formas de atenuar las consecuencias del envejecimiento. Hay dos maneras destacables: la primera es la de practicar ejercicio físico moderado, pero constante; y la segunda, mantener una dieta saludable. Y dentro de dicha dieta, los arándanos han demostrado tener efectos protectores.
Un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati dirigidos por Robert Krikorian analizó la mejora de las funciones intelectuales en 94 individuos de entre 62 a 80 años con problemas cognitivos leves, sin diagnóstico claro de deterioro cognitivo. Se dividieron en cuatro grupos, a los cuales se les dio arándanos, aceite de pescado, arándanos y aceite de pescado juntos, o placebo. Según sus hallazgos, aquellos que consumieron arándanos con o sin aceite de pescado mostraron ligeras mejoras cognitivas. En individuos sanos, sugieren, los efectos serían menos intensos.
Reducen los síntomas del alzhéimer
Por otro lado, el mismo grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati también realizó un segundo estudio donde participaron 47 adultos con deterioro cognitivo leve -un paso previo a la enfermedad de Alzheimer- de entre 65 y 77 años. Tras consumir 30 mililitros de zumo de arándanos (unos 230 gramos de fruta) cada día durante 16 semanas, se demostró un aumento de la actividad cerebral y la memoria respecto a los individuos que no consumieron dicho fruto.
Asimismo, se corroboró la mejora de dicha actividad cerebral mediante ejercicios cognitivos y también mediante pruebas de imagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI), donde se detectó un aumento del flujo sanguíneo cerebral.
Previenen la pérdida de memoria
Por otro lado, otro estudio publicado en 2012 en el Journal of Agricultural & Food Chemistry sugirió que los arándanos podrían ayudar a mantener el cerebro saludable. Lo conseguirían cambiando la forma en la cual se comunican las neuronas entre ellas y disminuyendo la inflamación cerebral que provocaría el daño neuronal.
La hipótesis barajada en dicho estudio es que los productos antioxidantes que contienen este tipo de bayas, en conjunto, serían los responsables de esta disminución de la inflamación cerebral. Sin embargo, los investigadores también se preguntan si otros tipos de bayas podrían ayudar en dicho proceso.
Aumentan la cantidad de neuronas
Tomar arándanos de forma diaria podría aumentar la producción cerebral de neuronas de reemplazo. Al menos así lo sugiere un estudio llevado a cabo por el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos en 2002. Los investigadores alimentaron a un grupo de ratas con suplementos de arándanos durante dos meses, en una cantidad que equivaldría a una taza diaria de este fruto en humanos.
Las ratas, de una edad avanzada para su especie, experimentaron una mejora en la memoria mediante la producción de neuronas en el hipocampo, el área cerebral responsable de la memoria y una de las cuales ha demostrado reemplazar de forma continua sus células cerebrales.
Mejoran en la concentración y la memoria
Los beneficios en el consumo de arándanos no solo se notarían a largo plazo. A las pocas horas podrían demostrar sus efectos, según un estudio realizado en 2009 por la University of Reading en el cual un grupo de participantes consumió un batido de arándanos por la mañana.
A media tarde, este grupo demostró un mejor desempeño en tareas mentales, apenas unas cuatro o cinco horas después de tomarse el batido. En comparación, aquellos que no habían consumido arándanos mostraron una disminución de entre el 15% y el 20% de su rendimiento cognitivo.
Equilibran la salud mental
Finalmente, los arándanos también han demostrado colaborar en la mejora de la salud mental mediante la reducción de factores genéticos y bioquímicos que estarían detrás de trastornos tales como la depresión y las tendencias suicidas ligadas al trastorno de estrés postraumático (TEPT). Así lo sugiere un reciente estudio presentado en la pasada Reunión Anual de la Sociedad Americana de Farmacología y Terapéutica Experimental de 2016.
En dicho trabajo se provocó un TEPT en ratas, y un grupo de ellas fue tratado con una dieta rica en arándanos: el equivalente a dos tazas diarias de frutos. Según sus resultados, aquellas ratas que consumían arándanos mostraron un aumento de los niveles del gen SKA2, el cual se encuentra en niveles anormalmente bajos en aquellos individuos con trastorno de estrés postraumático y tendencias suicidas.
Según los investigadores, los arándanos podrían tener algún tipo de efecto en la expresión genética de dicho gen, pudiendo así disminuir algunos de los síntomas de este trastorno.
Jun
18
¿Por qué, si está más lejos, calienta más el Sol en verano?
por Emilio Silvera ~
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Aunque en un principio pueda sonar contradictorio, la Tierra se encuentra más lejos del Sol en verano que en invierno. Hablamos, eso sí, del verano y del invierno en el hemisferio norte. Ahora bien, ¿cómo es esto posible si el Sol es la gran fuente de calor del planeta azul? Pues por una sencilla razón: no importa tanto la distancia entre la gran estrella y nuestro planeta como la inclinación de éste último.
El eje imaginario sobre el cual gira la Tierra está desviado unos 23 grados -si bien es cierto que varía entre los 22 y los 24 en un proceso que dura miles de años. Esa inclinación lateral del planeta cambia radicalmente la forma en que los rayos solares, que son los que irradian calor sobre la Tierra, impactan sobre la atmósfera y la superficie terrestre. De ese modo, se desechan teorías como que en verano hace más calor porque el cielo está más despejado o porque hay más horas de luz, que intentan explicar la diferencia de temperatura. (Ésta última es cierta, si bien es verdad que no bastaría que hubiese un cambio de temperatura tan drástico).
Sí, este verano el Sol nos fastidiará un poco más de cuenta
Cuando en el hemisferio norte es verano, el eje terrestre hace que sea esa mitad superior del globo la que esté más cerca al sol y, por tanto, que los rayos solares incidan sobre la Tierra más perpendicularmente, es decir, de manera menos oblicua. Por eso, en julio o agosto da la sensación de que el Sol llega más arriba en el cielo. Lo que ocurre es que se alinea con el hemisferio norte. La radiación solar, en verano, se concentra en un menor espacio que en inviero, haciendo que la temperatura sea mayor.
Si no tenemos cuidado… Tomar el Sol nos puede causar serios problemas
El momento en que el sol está más lejano a la Tierra -unos 152 millones de kilómetros- se llama afelio. Por su parte, el nombre que recibe el punto de la órbita terrestre más cercano al astro rey es perihelio y mide unos 147 millones de kilómetros. La diferencia entre ambas cantidades puede asustar si se mira en cuano a valor absoluto, pero si tenemos en cuenta que apenas es un tres por ciento de la distancia media, vemos que es un dato insignificante.
Así, la distancia entre Tierra y Sol no es lo que determina las estaciones del año, sino la inclinación del eje de nuestro planeta, razón por la cual cuando en el norte es verano, en el sur es invierno y viceversa. Si el eje fuera perpendicular al ecuador y a los rayos del sol, no existirían las estaciones y los días durarían exactamente lo mismo siempre en todos los lugares del mundo. Por eso, en regiones próximas a la línea que divide nuestro planeta en dos mitades los días son casi siempre iguales y la hora de amanecer y de anochecer apenas varía unos minutos.
Jun
6
La Conciencia… ¿Cuántica?
por Emilio Silvera ~
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Ciencia-ABC
Un experimento cuántico para averiguar de qué está hecha la conciencia humana
Se trata de incorporar la conciencia humana a los instrumentos de medición de partículas subattómicas que usan los científicos
¿Qué es la Conciencia humana? ¿Se trata de algo físico y medible o es totalmente inmaterial y fuera de los dominios de ls Física? Para responder a esas preguntas, Lucien Hardy, físico del Instituto Perimeter, en Canadá, ha propuesto modificar sutilmente un experimento bien conocido en los laboratorios de física cuántica de todo el mundo para demostrar dónde están los límites, si es que existen, entre mente y materia.
En concreto, Hardy propone incorporar la conciencia humana a los instrumentos de medición de partículas subatómicas que usan los científicos, y comprobar si los resultados de las mediciones se alteran de algún modo con respecto a los que se obtienen normalmente. Si así fuera, y los experimentos mostraran cualquier desviación, por pequeña que sea, de lo que predicen las leyes cuánticas, estaríamos entonces ante la primera prueba de laboratorio que demuestre que nuestra mente es, potencialmente, inmaterial y ajena a la física conocida.
Durante las dos últimas décadas, una serie de experimentos conocidos como “Test de Bell“, han sido profusamente utilizados para confirmar las más extrañas propiedades de las partículas subatómicas, entre ellas el entrelazamiento cuántico, esa “acción fantasmagórica a distancia” que tanto incomodaba a Einstein. Ahora, Hardy propone llevar a cabo los test de Bell, pero acoplando a los instrumentos algo completamente nuevo: nuestra conciencia.
Con su célebre frase, Einstein se refería a la increíble propiedad según la cual, si dos partículas están entrelazadas, cualquier cosa que le suceda a una de ellas será inmediatamente “conocido” por la otra, incluso si ambas están a muchos años luz de distancia. Es decir, que de alguna manera que no comprendemos ambas partículas se comunican instantáneamente y sin importar la distancia que haya entre ellas.
Pero para que eso sea así, cualquier señal que atraviese el espacio entre las dos partículas tendría que moverse más deprisa que la luz, lo cual no es posible en nuestro Universo. Para Einstein, esta contradicción implicaba que la teoría cuántica no estaba completa, y que debía de existir algo más, a nivel muy profundo, que permitiera explicar este comportamiento de las partículas sin tener que recurrir a influencias “fantasmagóricas” e instantáneas. Desde entonces, un buen número de físicos ha estado intentando, aún si éxito, encontrar esa teoría fundamental que falta.
Así funciona el test de Bell
Esquema de un test de Bell de “dos canales” La fuente SOURCE produce pares de “fotones”, enviados en direcciones opuestas.
A mediados de la pasada década de los sesenta, el físico Jonh Bell ideó la forma de comprobar si las partículas subatómicas realmente se influyen entre sí sin importar la distancia. Para ello, diseñó un experimento en el que se creaba una pareja de partículas entrelazadas y se las enviaba en direcciones opuestas, a las ubicaciones A y B. Por supuesto, tanto en A como en B había detectores para medir el spin (la rotación) de las partículas.
El ajuste del dispositivo (por ejemplo elegir si se medirá el giro de la partícula en la dirección de +45 o -45 grados), se hizo utilizando generadores de números aleatorios, de forma que era imposible para el punto A conocer el ajuste del punto B (y viceversa) en el momento de la medición.
Una vez todo listo, el paso siguiente de un test de Bell es realizar mediciones en muchos pares de partículas entrelazados. Si la Física Cuántica es correcta y existe, de hecho, la famosa “acción fantasmagórica a distancia”, entonces en los resultados de las mediciones habrá una mayor correlación que si Einstein estuviera en lo cierto. Y resulta que todos los experimentos hechos hasta ahora han apoyado, sin duda, a la Física Cuántica.
Algunos físicos, sin embargo, han argumentado que incluso los generadores de números aleatorios podrían no serlo tanto, y estar gobernados en realidad por algún tipo de física subyacente que aún no comprendemos. Y que ese “superdeterminismo” podría explicar la elevada correlación observada en los experimentos, sin necesidad de recurrir a la extraña acción a distancia.
El papel de la conciencia
Y llegamos así a Lucien Hardy y a su extraordinaria propuesta. Lo que Hardy sugiere, en efecto, es que es posible controlar las mediciones de A y B con algo que, en ppotencia, podría no pertenecer al mundo material: la mente humana.
Para poner a prueba su idea, Hardy propone un experimento en el que A y B se establecen a 100 km. de distancia. En cada extremo, un centenar de seres humanos están conectados a los medidores por medio de cascos de electroencefalografía (EEG) capaces de leer su actividad cerebral. Las señales generadas de esta forma serían, precisamente, las utilizadas para cambiar los ajustes de los dispositivos de medición en las dos ubicaciones.
Muchos son los misterios que ahí están presentes y que no hemos sabido desvelar
La idea es llevar a cabo un número muy grande de mediciones en A y B y extraer la pequeña fracción en la que las señales de los electroencefalogramas causaron cambios en los ajustes en A y B después de que las partículas partieran de su posición original, pero antes de que llegaran a su destino y fueran medidas.
Si la cantidad de correlación en estas mediciones no coincidiera con las pruebas de Bell estandar, estaríamos ante una flagrante violación de la teoría cuántica, y significaría además que las mediciones en A y B estarían siendo controladas por procesos que no pertenecen al ámbito de la física.
“Aunque solo viéramos una única violación de la teoría cuántica -asegura Hardy- cuando usemos un sistema que podría considerarse como consciente, humano o animal, sería ciertamente emocionante. No puedo imaginar un resultado experimental más sorprendente en física que ese”.
Siempre hemos creído que lo que hacemos es por libre decisión. Sin embargo…
En efecto, llegar a esa conclusión significaría que los físicos empezarían a debatir sobre la existencia misma del libre albedrío y su alcance real. Porque aunque la Física gobierne el mundo material, si resultara que la mente humana no está hecha de esa misma materia, entonces podríamos ir “más allá” de los límites de la física.
La mayor parte de los físicos no dudaría en afirmar que lo más probable es que al llevar a cabo este experimento no suceda nada especial, que las leyes de la Física Cuántica se seguirán cumpliendo y que la conciencia humana está hecha de lo mismo que todo lo demás. Sin embargo, opina Hardy, si alguien se anima a llevar a cabo el experimento y obtiene un resultado inesperado, entonces el premio sería enorme. “Sería la primera vez que, como científicos, ponemos nuestras manos en el problema de la naturaleza de la conciencia”.
Mar
8
Las colisiones galácticas resultan en estallidos de formación estelar
por Emilio Silvera ~
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Esta imagen es una instantánea de la simulación de la colisión entre las dos galaxias Antennae. Las estrellas se forman en las regiones más densas (amarillo y rojo) debido a los efectos de compresión turbulenta. Crédito: F. Renaud/CEA – Sap.
Mediante el uso de simulaciones sofisticadas, los científicos creen que finalmente han resuelto uno de los misterios que llevaba años atormentando a los astrónomos:
Estas colisiones producen gran nacimiento de estrellas nuevas
¿Por qué las colisiones entre galaxias desencadenan olas o ráfagas de formación estelar?
Las estrellas se forman dentro de una nube de gas y polvo, cuando ésta se torna lo suficientemente densa como para colapsar, normalmente bajo el efecto de la gravedad. Sin embargo, cuando las galaxias chocan, o se unen, se produce un aumento del flujo del gas hacia el centro de la galaxia, lo que hace que el gas se mueva de una manera muy aleatoria.
Este aumento en la turbulencia debería, en teoría, frenar o incluso cesar por completo el colapso de la nube, y evitar así la formación de estrellas, pero en realidad ocurre todo lo contrario.
Con el fin de averiguar por qué está ocurriendo esto, un equipo de astrofísicos franceses, liderado por Florent Renaud, se dirigió a los superordenadores más potentes de Europa para modelar dos sistemas diferentes.
El primero, que requirió 12 millones de horas de tiempo de cálculo, tenía como objetivo modelar una galaxia similar a la Vía Láctea y simular las condiciones del ambiente alrededor de esta galaxia (con un diámetro de 300.000 años luz). Luego, el equipo modeló dos galaxias colisionando a través de 600.000 años luz, lo que requirió 8 millones de horas de computación. La alta resolución de estos modelos otorgó a los científicos con un gran nivel de detalle, lo que dio lugar a algunos resultados interesantes.
Los modelos demostraron que cuando dos galaxias colisionan, en lugar de ir girando, el gas entra en un estado de compresión. Esto genera un exceso de gas denso que se colapsa por efecto de la gravedad, y da lugar a la formación de estrellas. Decimos que ambas galaxias experimentan un brote estelar.
Florent dijo: “Este es un gran paso hacia adelante en nuestra comprensión de la formación estelar, algo que sólo se hizo posible gracias al avance en paralelo de la potencia de las computadoras. Estos sistemas ayudan a entender mejor y con más detalle la naturaleza de las galaxias y de sus contenidos”.
Fuente: Cosmo Noticias.