Innovadores, científicos, ingenieros y ciudadanos debaten durante doce horas acerca de tecnología y ciencia, así como del futuro de la mente y el cuerpo humanos
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por Emilio Silvera ~ Clasificado en el futuro ~ Comments (0)
No pocos ven a los Robots del futuro como enemigos que nos quitaran lo qie tanto nos costó ganar. Sin embargo otros los ven como compañeros de trabajo y colaboradores… ¿Qué serán cuando lleguen y tengan consciencia de Ser?
Las ciudades del futuro las podemos imaginar de mil maneras, cambiando los formatos de los edificios que, para entonces serán inteligentes y nos facilitarán una vida cómoda y sin el menor esfuerzo lo tendremos todo a mano. Habrán desaparecido los enchufes eléctricos y las fontanerías que, ocultas, se mostrarán cuando las necesitemos y, de la misma manera los muebles de todo tipo y, también, estarán esos modernos habitáculos provistos de cocinas automáticas que te facilitarán cualquier clase de guiso o exquisitez que le podamos pedir.
Nos podemos olvidar de ver vehículos circulando por calles más o menos estrechas, y, ningún transporte causarán contaminación atmosférica. Un sistema de teletransportación nos llevará de un lado a otro de las ciudades o entre ciudades. Podemos tener que dar una conferencia en Australia a las 12 horas y partiremos de Madrid a las 11,30 h., con tiempo más que suficiente para tomar un café antes de comenzar la charla. Podremos ver modernos bólidos que se desplazan por el cielo limpio y transparente.
Casi nada será como lo conocemos hoy, y, la gente no se tendrá que desplazar a los trabajos que, por lo general y salvo excepciones, harán desde casa. Laboratorios modernos en la Tierra y en el Espacio habrán erradicado las enfermedades que hoy son una lacra, y, la Vida media estará en 200 años.
Nuestros científicos habrán podido, al fin, construir naves espaciales que, de manera cotidiana, visitarán otros mundos con los que hemos entablado relaciones comerciales y, el intercambio de turistas es lo usual, ya nadie se extraña de ver por los centros de cultura a gente extraña como…
Estos habitantes de Isatel-2. Un mundo alumbrado por la estrella Acilia, que en lugar de ser amarilla como el Sol es Azul. Son de inteligencia extrema y, en su mundo, han logrado cosas que, cuando se hicieron públicas alborotaron a todos los terrícolas, hasta comprender que, precisamente, por ser tan inteligentes eran de lo más pacífico, sólo querían saber y aprender cosas nuevas, y, la Tierra, les encantaba.
Otros mundos, con tres veces la masa de nuestro Sol, tenían habitantes rechonchos y bajitos, ya que, la gravedad extrema los hacía diferentes a nosotros. Sin embargo, ellos también pudieron desarrollar conocimientos que les hicieron conocer los secretos del Universo.
Desvelado el secreto de viajar por el Tiempo, en menos de 3.000 años, la Tierra (sus habitantes) se hizo “amiga” de los habitantes de otros mundos. El intercambio de tecnología y también de costumbres, fue igualando, poco a poco, las formas de vivir de los mundos habitados.
Llegamos a tomar “tierra” en mundos cuyos habitantes, de morfologías imposibles, eran gente amable y siempre dispuestas a colaborar, de inteligencia extrema, comprendían lo que necesitábamos sin tener que mediar palabras, ya que, su lenguaje era un conglomerado de sonidos ininteligibles que costaría mucho tiempo entender.
En alguna película hemos representado nuestra presencia en otros mundos
Está claro que en esos largos viajes que harán nuestras naves futuras nos encontraremos con toda clase de Seres y, no todos, serán amistosos. Sin embargo, la cuestión es irreversible, nada podrá impedir que cuando los terrícolas alcancen ese nivel tecnológico de poder visitar otros mundos… ¡Allí estarán!
Esperemos que para cuando eso llegue, nuestras mentes hayan evolucionado hacia una consciencia muy superior y sepamos respetar todo aquello que, siendo diferente a nosotros, tengan también, unos derechos que no debemos pisotear.
Cuando los encontremos, si lo hacemos alguna vez… ¿Cómo serán?
Realmente, no sabemos lo que nos podremos encontrar por esos mundos perdidos y situados a cientos o miles de años luz de nosotros. Si lo pensamos detenidamente, no será nada fácil hacerse entender con algunas de esas especies, tan diferentes a nosotros en muchos aspectos y costumbres.
Cómo me gustaría estar por aquí en los próximos miles de años para ser testigo de tantas maravillas como les esperan a nuestros descendientes que, podrán llegar hasta esos niveles gracias al trabajo que hicieron los que antes que ellos, estuvieron aquí.
Las naves espaciales del futuro serán tan grandes como ciudades, y, en ellas, habrá de todo, desde laboratorios y escuelas hasta teatros y playas, sin olvidarnos de jardines hidrophónicos que cultivaran legumbres y verduras frescas para los cientos de miles de pasajeros que, viajaran, en varias generaciones, para llegar a destinos muy alejados de nuestro mundo.
Gravedad artificial simulando la de la Tierra, clima y mantenimiento de vida con varios resortes de seguridad que, durante cualquier inesperado acontecimiento, se regenera de manera automática, material de construcción de la Nave que es inteligente, y, en caso de que un micro-meteorito la perfore, se regenera al instante sin intervención humana. Modernos hospitales con los últimos adelantos y Robots de última generación para realizar los trabajos de mantenimiento fuera de la nave y las reparaciones… También son ellos, los robots, los que visitarán los mundos por los que podamos pasar en el viaje para hacer informes y calibrar la posibilidad de habitarlo, si tiene seres vivos inteligentes, etc. También, esas modernas navez, impiden la entrada de radiación exterior.
¡Decidido! Me quedo a vivir en cualquiera de esos mundos, siempre que en ellos tengan libros donde poder buscar sobre los temas que me interesan y que desconozco, si allí también puedo aprender un poco… ¡A qué esperáis! LLEVADME.
emilio silvera
por Emilio Silvera ~ Clasificado en el futuro ~ Comments (0)
Tiene motivos para presumir de dones proféticos, porque estuvo en primera fila del despertar digital y vio con claridad lo que vendría después. En los años ochenta y noventa, cuando la mayoría de la población desconocía o empezaba a acercarse a Internet, Nicholas Negroponte (Nueva York, 1943), informático y arquitecto, fundador y director del Media Lab del Massachusetts Institute of Technology (MIT), vaticinó que íbamos a tener ordenadores en los bolsillos, pantallas táctiles, televisión a la carta como la de Netflix, altavoces inteligentes y hogares conectados. Y entendió que vendrían profundos cambios sociales. Sus artículos en la última página de Wired o su libro El mundo digital (1995) eran seguidos como un oráculo.
El tiempo le ha dado la razón en casi todo. Negroponte conversa en Madrid, donde participa este jueves en la jornada Cruce de Caminos, organizada por Banco Caminos y Bancofar. Sigue confiado en sus visiones del futuro, que hoy suenan muy atrevidas. Claro que también era atrevido lo que decía hace 30 años.
Pregunta. ¿Cuál es el próximo hito para la humanidad?
Respuesta. El mundo digital se ha integrado en nuestras vidas. Lo que vendrá ahora ya no serán extrapolaciones de la informática, como las que hemos visto.
Pregunta. ¿Es la bioingeniería la próxima revolución?
Respuesta. Esa será una de las grandes cosas que vengan, sí. Tendremos humanos genéticamente modificados y corregiremos los errores de la naturaleza. Será un futuro muy distinto.
P. ¿De verdad podremos vivir 150 o 200 años? ¿Lo haremos nosotros o nuestros descendientes?
R. Eso ocurrirá con seguridad en la próxima generación. Es un poco tarde para nosotros, porque revertir el envejecimiento es más difícil. Pero no hay duda de que sus hijos y mis nietos vivirán hasta los 150 años. Y haremos que los discapacitados puedan andar, luego podremos eliminar las enfermedades raras…
P. Y se alimentará al mundo con comida artificial.
R. Crear carne que no proceda de las vacas es un proyecto maravilloso. Podremos replicar las células de las vacas sin hacer daño a animales, sin el CO2 que emiten, ahorrando agua, cuidando el medio ambiente, y logrando que la gente tenga carne.
P. ¿Nos salvará la tecnología también del cambio climático?
R. La tecnología es la única solución al cambio climático. No hay otra. Tenemos que encontrar la forma de producir energía, no necesariamente de fuentes renovables, como el viento o el sol, sino haciendo que la fusión nuclear funcione. En 50 años tendremos una economía distinta y un mundo mejor gracias a ella.
P. Usted pronostica avances enormes para la humanidad. ¿No teme que las miserias humanas, o los intereses políticos y económicos, impidan que lleguen a beneficiar a la mayoría?
R. Los intereses corporativos suelen frenar algunos avances, pero no por mucho tiempo. Es bien conocido que quienes tienen intereses en el petróleo pueden forzar un retraso en las tecnologías alternativas. Por eso es tan difícil hacer pronósticos sobre cuándo llegarán algunas cosas, porque a menudo los retrasos vienen de fuerzas externas que no tienen que ver con la tecnología.
P. El 5G, el sistema que dominará las comunicaciones móviles, está siendo el centro de esta Segunda Guerra Fría, un campo de batalla entre EE UU y China por esa tecnología. ¿Quién ganará?
R. Hace 15 años que EE UU se ha rendido en las tecnologías de la telecomunicación. Los principales actores ya no son empresas americanas. El repentino interés por el 5G, y en particular por Huawei, me parece increíble. Porque el 5G no es tan importante como están vendiendo. Es solo un cambio incremental sobre el 4G. El hito fue el 3G. Esto no es la fusión nuclear. Si alguien domina la fusión nuclear, cambiará las reglas del juego. El 5G no va a ser rompedor. Y si miramos lo que hace China en áreas como el 5G, está muy por delante de EE UU.
P. Usted representa el optimismo ante los cambios tecnológicos. Pero todo indica que la opinión pública ha ido pasando del entusiasmo al pesimismo.
R. Sigo siendo optimista, pero eso es verdad. Hay un creciente sentimiento en todo el mundo de escepticismo, de que la tecnología ha creado muchos de los problemas que tenemos que arreglar. Si lo miras objetivamente y con perspectiva, la tecnología ha traído muchas soluciones, como en la medicina, y los problemas son sobre todo por cómo usamos la tecnología.
P. Los gigantes de Internet son vistos ahora como un gran oligopolio que hace negocio sin control con nuestros datos. Una especie de Gran Hermano.
R. Pondré otro ejemplo. Cuando las revelaciones de Snowden, muchos americanos como yo nos sorprendimos de que el Gobierno nos estaba vigilando. Si vas a China, y acabo de estar allí, ves cientos de cámaras en la calle haciendo reconocimiento facial y creando una casi perfecta seguridad. Y la gente está satisfecha. Dicen: de acuerdo, quizás se viole lo que vosotros los occidentales consideráis intimidad, pero no tenemos delincuencia. Son cosas que se ven distintas desde cada cultura.
P. ¿Juega China con ventaja en la carrera tecnológica por la falta de garantías para la intimidad? Allí se puede crear una gigantesca base de datos genéticos que en Occidente no sería viable.
R. Europa es quizás el líder mundial en protección de la intimidad. Por otro lado, hay mucha gente que muere en Alemania porque es ilegal compartir datos que permitirían salvarlos. Es un difícil equilibrio. Si me atropella un coche, no quiero que mis datos médicos estén protegidos, quiero que cuando llegue la ambulancia lo sepan todo.
P. ¿Cree que los gigantes de Silicon Valley deben ser divididos como otros monopolios en el pasado, lo que ha propuesto la senadora Elizabeth Warren?
R. No estoy seguro de que dividir a estas compañías garantice asuntos como la privacidad. A nadie le gusta que una empresa crezca tanto y sea dominante, pero lo que tenemos que mirar es qué sacamos de ellos, quién está contribuyendo más al conocimiento y la ciencia. Es sorprendente qué poco aportan muchas de esas grandes compañías. La gente joven quiere ser Mark Zuckerberg, no quieren ser Alan Turing. Es decepcionante. Necesitamos gente que invente y sea imaginativa como Turing.
P. ¿Están afectando las redes sociales a la calidad de la democracia? Allí se expanden ideas extremistas, mensajes de odio…
R. No uso mucho las redes sociales. Soy más un observador. Está claro que están teniendo un impacto. En unas partes, están creando democracia, en otras partes la están debilitando. El balance es probablemente a favor de la democracia.
P. Diversos estudios alertan de la destrucción de millones de empleos por la robotización, incluso en la actividades más intelectuales. Esto está generando ansiedad en la población y abriendo debates como el de la renta universal. ¿Cuál es el futuro del empleo?
R. Es más fácil automatizar la mayoría de actividades intelectuales que la mayoría de empleos en servicios, como preparar comida rápida. Es más fácil tener un robot abogado, o contable. El desplazamiento del empleo no dependerá de las capacidades intelectuales. En algún momento tendremos que repensar el concepto del trabajo. Una parte del concepto tiene que ver con tener un sentido, un propósito. La gente siempre tendrá un propósito, pero puede no ser llevar un salario a casa, que es lo que define el empleo hoy.
P. ¿Vamos a tener algún día una verdadera inteligencia artificial, que tenga conciencia?
R. Esa es la pregunta, la conciencia, y la mayoría de la gente no se la hace. No estoy seguro de que lo vaya a ver en mi vida. Pero antes de eso veremos máquinas que tendrán sentido del humor, y será asombroso. Otra pregunta que no parece interesante es: ¿porqué los hombres apreciamos la música?
P. ¿Hay que reivindicar las humanidades, o la filosofía, en una sociedad hipertecnológica?
R. Las humanidades son la cosa más importante que puedes estudiar.
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Elon Musk en una foto de archivo OnInnovation
Su empresa Neuralink trabaja en un ‘disco duro’ para la mente humana
Es la única forma que Musk contempla para sobrevivir a la amenaza de la inteligencia artificial, que según él podría acabar con el ser humano
Elon Musk es mundialmente conocido por Tesla y Space X, sus empresas dedicadas a los coches eléctricos y la aeronáutica, respectivamente. Son sus negocios más famosos, incluso si el que le hizo rico en su día fue PayPal; pero parece que el millonario y popular tuitero tiene muchas más aspiraciones puestas en su compañía menos conocida: Neuralink.
El objetivo principal de Neuralink es fabricar un disco duro para la mente humana, esto es, un recipiente para volcar la mente biológica y convertirla en algo artificial.
Esto no es lo mismo que convertirlo en una inteligencia artificial, no en el sentido en el que se usa ese término ahora mismo, pero básicamente Musk quiere que los humanos volquemos nuestras mentes para que funcionan dentro de máquinas.
Suena imposible o de ciencia ficción, pero el millonario ha insistido recientemente en sus intenciones de crear una mente humana robótica. “A medida que los algoritmos y el hardware mejoren, la inteligencia digital superará a la inteligencia biológica por un amplio margen, eso es obvio”.
Esta afirmación parece chocar con el temor de Musk a la inteligencia artificial, a que las máquinas puedan superar el potencial humano y ser un peligro similar al que tantas veces ha retratado el cine de Hollywood; pero ese miedo parece cimentar su empresa. Y usa como ejemplo los primates.
“Cuando una especie de primate, el homo sapiens, se hizo más listo que los otros, los empujó a pequeños hábitats”. En otras palabras, las máquinas podrían recluirnos en zoos para humanos si se vuelven demasiado inteligentes. “Es una posibilidad para nosotros”.
El sistema de cerebro artificial que Neuralink está desarrollado no estaría listo antes de una década, según Musk, que tampoco ha detallado en extremo cómo funciona más allá de hablar de una interfaz para que los humanos interactuemos con ella.
“Un chip y unos pequeños cables que se implantaría en tu cráneo”.
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Los 5 proyectos más increíbles de la NASA
El peligro de asteroides y la basura espacial, los hidrocarburos presentes en una luna de saturno, la observación del espacio profundo y las futuras misiones de exploración interplanetaria son algunos de los temas prioritarios para la NASA, agencia que hace pocos días ha dado a conocer los nuevos proyectos científicos con presupuesto aprobado para avanzar en la carrera espacial, en el marco del Programa sobre Conceptos Innovadores Avanzados. A continuación, los más relevantes:
Un submarino en Titán
Mar del Kraken
La idea es explorar el Mar del Kraken, un inmenso cuerpo líquido de hidrocarburos situado al norte de la luna de Saturno. La nave sería autónoma y llevaría a cabo investigaciones científicas bajo la superficie del mar. La misión estaría lista en 2040. Titán contiene 40 veces más hidrocarburos que todos los pozos de petróleo juntos de nuestro planeta.
Captura de asteroides y basura espacial Un grupo de nanosatélites se encargarían de capturar asteroides o meteoritos que amenazan la Tierra, así como la basura espacial que se acumula en el espacio desde hace décadas.
Estudio de asteroides Se proyecta el diseño de una nave que se acerque a un asteroide o cometa liberando a la distancia un enjambre de pequeñas sondas para realizar un mapa del campo gravitatorio del cuerpo y describir su composición y su estructura.
Aragoscope Es un innovador concepto de telescopio espacial que aprovecharía los principios de difracción para capturar imágenes con una resolución 1.000 veces mayor que la del telescopio espacial Hubble.
Misión en el espacio profundo El Heliopause Electrostatic Rapid Transit System (HERTS) es un concepto de propulsión para misiones en el espacio profundo que utilizaría la energía del sol para ‘catapultarse’ a las afueras del Sistema Solar, alcanzando velocidades mayores a los 700 kilómetros por segundo.
FUENTE E IMÁGENES
RPP, Songquan Deng / Shutterstock.com
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En una entrevista publicada en 1935, el célebre inventor Nikola Tesla vaticinaba que en el siglo XXI, “los robots tomarán el lugar de la mano de obra esclava de las civilizaciones antiguas […] liberando a la humanidad para perseguir aspiraciones más elevadas”. Si bien Tesla realizó numerosas predicciones de este tipo, unas más acertadas que otras,- no cabe duda que la capacidad de visualizar el futuro y planificar nuestras acciones es una característica que nos define como especie, casi tanto como los pulgares oponibles o el lenguaje.
En todos los paneles predominó una visión optimista y tecnocrática en la que la medicina preventiva, la ingeniería genética y la tecnología de la información serían las grandes protagonistas y principales fuentes de progreso
Siguiendo este espíritu de predicción y planificación, el pasado sábado se celebraba la conferencia titulada The Future of People (el Futuro de la Gente) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), en Boston (EE UU). Durante casi doce horas de paneles y charlas, más de treinta científicos, ingenieros, inversores, periodistas, sociólogos y emprendedores analizaron las tendencias en sus respectivos campos para imaginar cómo será la humanidad del futuro.
Los distintos paneles se organizaron temáticamente para tratar el futuro del cuerpo y la mente humana, la sociedad y el trabajo. En todos ellos predominó una visión optimista y tecnocrática en la que la medicina preventiva, la ingeniería genética y la tecnología de la información serían las grandes protagonistas y principales fuentes de progreso.
Algunos de los ponentes destacaron por la audacia de sus predicciones. Aubrey de Grey, experto en medicina regenerativa, predijo que en el año 2050 la esperanza de vida se extenderá hasta los 150 años gracias a la medicina preventiva, a la que comparó con el mantenimiento intensivo de un coche clásico. Por su parte Jaron Lanier –a quien se le atribuye la invención y popularización del término realidad virtual– animó a perder el miedo a la inteligencia artificial aduciendo que esta se encuentra muy lejos de poder superar al intelecto humano. El bioquímico Kevin Esvelt aseguró que en poco tiempo la ingeniería genética permitirá erradicar enfermedades que afectan a millones de seres humanos, como la malaria, gracias a la modificación de las especies que las transmiten. Otras predicciones apuntaron a los avances en ingeniería genética para posibilitar la eliminación de enfermedades hereditarias y como elemento clave para la exploración espacial y la colonización de Marte.
El inventor del término “realidad virtual” anima a perder el miedo a la inteligencia artificial, porque se encuentra muy lejos de poder superar al intelecto humano
Sin embargo, tanto los moderadores de los debates como el propio público se mostraron mucho más escépticos y precavidos. Gracias a sus preguntas, tras cada sesión se estableció un debate mucho más anclado en la realidad en el que se abordaron cuestiones controvertidas como el acceso universal a los adelantos en salud y los beneficios de la tecnología, la preocupación por la pérdida de empleos debido a la automatización o los riesgos de la aparición de una nueva eugenesia que lleve en última instancia a violaciones de los derechos humanos.
Este tira y afloja entre el optimismo desbordante y el miedo a lo desconocido estuvo presente desde la charla de apertura por parte del escritor David Brin, quien atribuyó el auge del negacionismo científico entre los ciudadanos más conservadores a la falta de dialogo social. Según Brin, corresponde a los progresistas “dirigirse a sus conciudadanos y hablar amistosamente con ellos utilizando sus mismas referencias culturales para aliviar su miedo a la ciencia”.
La conferencia fue organizada por estudiantes de la Sloan School of Management (la escuela de negocios de MIT), patrocinada por Openmind y dirigida por Lea Peersman Pujol, una estudiante española de MBA en dicha escuela. Según Peersman, su objetivo al idear este encuentro era dar voz a los jóvenes para que puedan participar y tomar un papel activo a la hora de definir su propio futuro.
Una parte importante del evento quedó en manos de los más jóvenes para que pudieran expresar sus preocupaciones y expectativas.
Por este motivo, una parte importante del evento quedó en manos de los más jóvenes para que pudieran expresar sus preocupaciones y expectativas. Un ejemplo fue el denominado Fastforward Challenge, un ejercicio de imaginación en el que se invitó a los participantes a visualizar su vida en cuestión de salud, trabajo, movilidad y energía en el año 2050.
Para cerrar el evento se cedió el escenario a una decena de emprendedores y jóvenes profesionales menores de 35 años quienes presentaron sus proyectos y start-ups en áreas tan diversas como las energías renovables, bioingeniería y el arte. Estos pioneros pusieron de manifiesto durante su intervención que la edad no es una limitación cuando se cuenta con talento y ganas de trabajar en un entorno capaz de estimular el emprendimiento.